Reseña: Fragmentos del Mal, de Junji Ito

Grande Junji Ito. Jamás pensé que el mejor Terror actual lo iba a leer en manga. Hace unos cuantos años ya, que muchos quedamos huérfanos de Terror japonés. De buen Terror. Después de grandes películas que asombraron al mundo como The Ring, Dark Water, Ju-On: La Maldición, Pulse o The Eye, muchos de nosotros queríamos más. Mucho más. Pero apenas llegó. Si acaso nombrar a la editorial Mondadori que publicó el libro original del autor de The Ring. Libro por cierto que recomiendo bastante pues tiene diferente final a la película

A lo que íbamos: teníamos a un autor que emergía, un posible sustituto (en parte) de la extensa obra del vanagloriado Stephen King…, nuevas ideas, aterradoras, excelentes. Pero no llegó más. Nadie trajo nada más del país del Sol Naciente. No teníamos nada a excepción de la famosa antología clásica de Kwaidan, publicada en varias editoriales. Pero ahora con Junji Ito tengo de nuevo esperanza. Gracias a ECC Ediciones, se va publicando su obra cada poco. Es manga sí, pero sus historias son dignas de un buen film. Gyo (argumento de horror en esencia, ya me gustó), un manga que dio mucho que hablar en su día. Tadashi y Kaori están tomando unas vacaciones en las hermosas costas de Okinawa cuando de repente son atacados por un pez con patas de araña dentro de su propia casa…

Por fin, una nueva edición de su gloriosa antología Fragmentos del Mal; sin duda, un titulo donde Ito se hace fuerte. En el relato corto, aunque parezca increíble, es capaz de contar una historia en viñetas, en corta narración, que llena, que gusta, que cumple expectativas. Que tiene todos los elementos para satisfacer al lector constante del mejor género de todos. Y es que que lo que siempre me ha atraído de los mangas han sido sus originales argumentos. El manga, para mí, en un porcentaje muy alto, es siempre un guión que parte de una premisa muy original. La mayoría son historias atrayentes pero Fragmentos del Mal es original en su totalidad.

Recopila historias como Futón, donde una chica llega a casa y encuentra a su pareja escondido bajo un futón pues si sale de allí abajo, un alma en pena se lo llevará. Espectros de Madera, donde una chica aparece de la nada en una casa muy antigua destinada al turismo, solicitando a los dueños su deseo de quedarse a vivir con ellos. Tomio y el jersey rojo de cuello alto, cuenta la extraña historia de un chico que no puede separar las manos de su cabeza. Una Separación Lenta, historia de fantasmas muy pero que muy original. Miss Disección, relato macabro con extraño toque que alterará tú tranquilidad. El Ave Negra, relato en el que un chico perdido en la montaña recibirá por siempre la extraña visita de un ser alado. Magami Nanakuse, cuento sobre una escritora de bestsellers y sus extraños rituales. Y como colofón La Mujer que Susurra, cuento digno del mejor cine de terror japonés.

Podría deciros que me encantó muchísimo El Ave Negra o Una Separación Lenta. Pero sinceramente, he alucinado con todos. Soy fan número uno de Junji Ito. Lo quiero leer todo-todo de esta mangaka. El Terror oriental es un caso aparte. Tiene un no-sé-qué especial que llega al alma. Una forma de narrar lo extraño tan diferente (quizás sea eso), que acongoja. Catalogarlo como el mejor horror escrito, ya es hora. Junji Ito me ha dejado perplejo una vez más. Si has leído hasta aquí, estás listo. No deberías perderte este tomito nuevamente publicado.

Reseña: 100% Marvel HC. Rondador Nocturno, de Dave Cockrum

Llamadme raro pero para mí, uno de los personajes más atractivos que han terminado por componer el universo Marvel siempre ha sido Rondador Nocturno. Con un par de sencillas reglas, y en una noche de inspiración de Dave Cockrum, se creó un personaje carismático, gracioso y original. Pícaro con el tiempo y con un poder aparentemente sencillo pero súper poderoso. Lo cuenta muy bien el editor Marvel Julián M. Clemente en una pequeña introducción al principio de este 100% Marvel HC Rondador Nocturno que recién publica Panini Cómics. Una buenísima recopilación de sus aventuras en solitario, una buenísima aportación a ese vacío que teníamos muchos en el corazón por la falta de obras donde aparece este magnífico personaje.

Como mutante, Kurt Wagner tiene la capacidad de teleportarse hasta una distancia máxima de unos tres kilómetros, además de una agilidad sobrehumana y diversas mutaciones en su aspecto físico como dientes ligeramente desarrollados, piel de color azul, tres dedos de gran tamaño en las manos, cola plenamente funcional acabada en un apéndice triangular en punta de flecha, ojos amarillos de demonio… En sus apariciones es representado como un personaje miedoso pero práctico, bromista, respetuoso y aficionado a los libros y películas de capa y espada. Un personaje que con cada historia aporta matices. Un ejemplo es que pese a ser perseguido por gente asustada que lo tilda de maligno y diablo por su aspecto, Kurt Wagner es católico. Y algunas cosas más que llegaron con el tiempo sobre su origen son: que resulta ser hijo biológico de Mystique y del demonio Azazel, y en su pueblo, Mystique fue perseguida y tuvo que lanzar al niño al río para salvarlo. Del que fue recogido por unos gitanos y pasó a formar parte de un circo ambulante. Tiempo después, la famosa escena del profesor Charles Xavier salvándolo de una turba enfurecida, para reclutarlo en la nueva Patrulla-X…

100% Marvel HC Rondador Nocturno, de Dave Cockrum, recoge las aventuras independientes (o con más protagonismo) donde aparece el personaje. Un viaje a otra dimensión (Enseñame el Camino a Casa…) donde junto a otros X-Men, es arrastrado a un antiguo reino de mujeres que quieren adorarlo como Dios o Rey, aunque el Desvanecedor hará de las suyas… Una oda a las historias de Fantasía veréis en El Cuento de Hadas de Kitty. Y como colofón la muy esperada por mí,, miniserie de cuatro numeritos de Rondador Nocturno, que se publicó en los gloriosos años 1985 y 1986, y donde el artista de circo Kurt todavía alberga sueños de aventuras épicas. Sueños que se hacen realidad cuando intenta rescatar al dragón de Kitty Pryde, y es enviado a una dimensión de piratas voladores, brujería y mucho saqueo.

Rondador Nocturno curiosamente tuvo sus inicios para la Legión de Superhéroes que ahora navega en costas de DC Cómics. Sin embargo, editores con poca visión de futuro de entonces lo desecharon “por gracioso” (¡Dios!). Nightcrawler fue entonces esa espinita que Cockrum siempre llevó dentro hasta que surgió la oportunidad de dibujar en Marvel junto al maestro Len Wein, un señor más abierto de miras, que mostró interés por los bocetos guardados en el cajón de Dave Cockrum. Se ponía en marcha así, aquel legendario casting de superhéroes para la nueva Patrulla-X. Y surgió la oportunidad de introducir a Rondador Nocturno junto a Tormenta, además de unos creados en conjunto Ave de Trueno y Coloso.

¿Resultado? Brillante. Por que fuera de que aquella Patrulla-X fuera la más exitosa creada con el brillante aporte de Chris Claremont, por supuesto, una buena parte de nosotros tuvo la oportunidad de conocer y empezar a amar a un personaje considerado a día de hoy casi de culto.

Sólo le veo una cosa mala en su haber: a día de hoy, nadie (y digo nadie) ha sabido caracterizarlo bien para la gran pantalla. Un personaje tan singular, de esos pocos que parecen nacidos para ser representados solo en su formato original. No le hace bien salirse de la viñeta. Y me da que es imposible.

Reseña: Juicio a Satán, de Ray Russell

La sombra de la famosa novela de William Peter Blatty es muy grande. Pero, ¿y si hubiera algo anterior, una novela casi con el mismo tema y con un potencial similar a la exitosa El Exorcista? Como mola descubrir joyitas del género de Terror en nuestros días. Días aciagos por encontrar algo bueno, o mucho peor, algo original que uno no haya devorado ya. «Exorcismo», ese ritual religioso obsoleto de posesión extraña que aún se realiza pero que nos llegó muy al fondo a todos gracias al film de 1973. La posesión demoníaca y los terrores de la religión siempre han estado en la conciencia colectiva mucho antes que Blatty, Friedkin o Linda Blair. Libros, historias, anécdotas o relatos verídicos; a poco que busques, encuentras. Fue entonces que gracias a que Penguin Random House decidió reimprimirla en 2015 y en nuestro país Alba Editorial dentro de su sello Rara Avis acaba de «devolverla a la luz”, por fin se encuentra disponible esta joyita de historia de posesión demoníaca escrita por Ray Russell llamada Juicio a Satán (The Case Against Satan). Novela que aborda el tema utilizando el fenómeno como una alegoría de nuestra capacidad limitada para comprender nuestros orígenes.

En lo principal, Juicio a Satán no podría ser más diferente a El Exorcista y es por eso que las dos novelas pueden coexistir cincuenta y tantos años después. Se nos cuenta la historia del Padre Gregory Sargent, un hombre religioso y erudito con visión de futuro y con ideas contradictorias sobre la naturaleza humana. Pensador reconocido, que publica sus pensamientos con gran éxito fuera de la comunidad católica, hecho que no puede conciliar con su vocación. Así es hasta que la joven Susan Garth aparece en su despacho. Una vez fue una niña dulce y tranquila pero cuando de pronto Susan comienza a actuar de manera extraña, negándose a asistir a la iglesia y rebelándose contra todos los que la rodean, empiezan a preguntarse, qué demonios (nunca mejor dicho) le pasa a la joven, si es solo una niña rebelde que atraviesa un momento difícil o hay algo más oscuro al fondo. El padre Sargent es el elegido para ayudarla a salir de la oscuridad, por que él, más que nadie en el mundo, entenderá y tomará el curso de acción apropiado. ¿O no?

Si entras en el tema, vas a leer una novela aterradora. Lo pasarás mal, si entras con la mente abierta, como se debe entrar en una novela de cuyo género andas enamorado, donde descubrir una historia realmente estimulante sobre la lucha de un sacerdote contra su fe. Ambientada en 1962, llegó a los lectores antes que la novela de Blatty pero también antes que La Semilla del Diablo, de Ira Levin; de las que definitivamente puedes ver como se inspiraron en algunos detalles contados aquí. Probablemente, se adelantó a su tiempo en términos de mirar la posesión demoníaca a través de una lente de, ¿es realmente una posesión o podría explicarse a base de ciencia o psicología?.

Juicio a Satán contempla muchos puntos interesantes. También descubrí con ella que realmente disfruto leyendo libros que exploran los entresijos de la iglesia católica y que tienen sacerdotes como personajes principales. Es una especie de observación divertida. Además, me pregunto si Stephen King la leyó hace ya bastantes años, ya que aparecen nombres de personajes de novelas tempranas suyas, tales como Barlow o Halloran… (Conspiranoico que es uno).

Hay dos mundos que chocan en Juicio a Satán. Religión y llamémosla Iluminación. Ahora que lo pienso, no quiero llamarla Ciencia porque no lo es. El padre Sargent tiene ideas muy progresivas que dan forma a su comprensión del mundo. Así es como Juicio a Satán difiere de El Exorcista. Presenta la posesión demoníaca y el ritual del exorcismo de una manera completamente diferente: el padre Gregory Sargent, que piensa en Dios y Satanás en términos simbólicos, no está convencido de que Susan Garth esté realmente poseída. El exorcismo es una prueba de fe para él y teme las consecuencias del proceso para su frágil cuerpo en lugar de preocuparse por derrotar al Mal. Como decía, es una novela sobre el choque entre religión e iluminación en los años 60, época donde se empezó a gestar un fuerte liberalismo, «Carpe diem», y brotaron en USA, sobre todo, cultos a casi todo lo que se moviera y donde se alzó con el trono la adoración al Diablo. Ray Russell lo retrata aquí de forma intensa y maravillosa.

Gran novela, que se lee casi de una sentada.

Reseña: Casacas Azules 1997-1999, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómicos pero intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años. Que se dice pronto. En particular, gracias a editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre en su más que recomendable colección Fuera Borda que retomara no hace mucho, y donde no paran de sacar joyitas. Todo en unos buenos tomos recopilatorios en tapa dura y a un precio bastante interesante. No es de extrañar su gran acogida.

Hasta la fecha han aparecido doce álbumes incluido este Casacas Azules 1997-1999. Tomos que van recogiendo paso a paso y por orden todos los títulos aparecidos en la aclamada serie. Obras de arte con cantidad de virtudes que si el aficionado medio nuevo supiera de su enorme calidad, pillaría sin duda. Y valoraría de corrido la gran labor que Dolmen Editorial hace con cada publicación. Perdonad mi entusiasmo, pero fue una de las series que más leí de pequeño gracias a mi tito USA (como yo lo llamo), del cual, y aún viviendo lejos, he heredado la pasión por el mejor cómic europeo. Recuerdo que mi tío leía con entusiasmo y reunía todo lo que se publicaba en nuestro país en la extinta revista Spirou Ardilla (¿entre 1979 y 1981?), donde molaba mucho leer una serie llamada Guerreras Azules que poco después Ediciones Junior cambió de nombre por Casacas Azules. En fin…, la nostalgia. El volumen que hoy os presento, el más reciente publicado, recoge los álbumes que comprendieron los años desde 1997 hasta 1999. Tres, exactamente.

En Los Hombres de Paja, Cauvin ofrece una historia (muy) correcta como de costumbre. El objetivo es enviar a Cornelius y Blutch a los confederados para que confiesen posiciones falsas al enemigo y así poder emboscarlos. Excepto que para ser creíble se necesita un oficial y por lo tanto, se nombra a Blutch… Por que… tiene… más parla… Genial el momento cuando sorprende a todos incluido el sargento. Un cómic que marca el regreso a un nivel de humor alto a través de la vergüenza de la situación que causa Chesterfield, quien obviamente tiene que controlar sus nervios frente a Blutch, un rango más alto ahora que su compañero.

En Los Fugitivos presenciamos algo triste: nuestros dos héroes favoritos teniendo que abandonar el ejército para mayor desgracia de Chester. Pero la historia vuelve a tener momentos cómicos con las desventuras de las que parecen no poder escapar nuestros protas. La idea del pequeño circo ambulante está chula, y también esos ladrones de caballos que plantean problemas. El dibujo de Lambil siempre fiel a sí mismo aquí es tan hermoso como clásico. Un magnífico diseñador. Que voy a decir de él a estas alturas.

En ¿Quién quiere liquidar al General?, Cauvin y Lambil regresan a lo más alto, al gran atractivo de la serie para mí; luchas, batallas, escaramuzas… Aunque aquí no es realmente contra los confederados, pese a estar presentes casi siempre al fondo. Se debe descubrir a un traidor que se esconde en el campamento y que especialmente quiere asesinar al General Grant. Pese a que no es una trama con mucho humor, o no es tan bueno como siempre, la aventura continúa. Dando la sensación de que grandes eventos están por llegar.

Casacas Azules goza de un humor apreciable y buenos personajes. Muy cercanos en apariencia y gracia al universo de Lucky Luke, en mi opinión. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un bestseller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar.

Reseña: El Último Faraón, de Schuiten, Van Dormael, Gunzig y Durieux

Ocurre como en la novela de aventuras, que dentro del género, existe una especie de subgénero súper atractivo para mucha gente como es el tema del Antiguo Egipto. Reliquias, faraones malditos y momias, seres de ultratumba que luchan por los que es suyo aún en nuestro plano de existencia. También calculadores villanos y especuladores empresarios que hacen todo lo posible por adquirir sendos vestigios para su gozo o beneficio. Para los que estamos al tanto de este subgénero y leemos tanto novelas como cómics (por que lo importante es lo que se cuenta), nos son conocidas Las Aventuras de Blake y Mortimer; genial serie creada por el historietista belga Edgar P. Jacobs, que apareció por primera vez en la Revista Tintín en 1946, aunque tras la muerte del autor, otros grandes autores de la BD han ido continuándola hasta llegar a nuestros días. Y tengo que decir que en general, con una enorme calidad. Norma Editorial es obviamente la editorial que lleva ya unos años trayéndonos este genial cómic, del que he leído varios titulos gracias a mi tito americano, pero nunca hasta ahora había reseñado ninguno. Pero como he disfrutado tanto con El Último Faraón –el último de la serie publicado-, pues ahí va.

Y es que, queriendo ayudar a un amigo, el profesor Mortimer va al juzgado de Bruselas para investigar una poderosa radiación electromagnética. Tras romper una pared, el fenómeno aumenta. Frente a la amenaza, el edificio en el que se encuentra se halla más o menos protegido gracias a la confinación que tienen en una Jaula de Faraday, que bloquea la propagación de la radiación. Pero la ciudad parece completamente condenada. Unos años más tarde, las emisiones interrumpen el funcionamiento de los dispositivos tecnológicos y todo en la Administración parece irse a pique. Las principales autoridades políticas del mundo deciden bombardear el edificio. Acabar con el Mal surgido en el centro de Europa. Temen la propagación y las serias consecuencias que pueda acarrear aquella fuente de rayos cancerígenos. Francis Blake desafía la jerarquía militar y alienta a su compañero a regresar a Bélgica para continuar su investigación…

El Último Faraón es obra del cineasta Jaco Van Dormael, el escritor y dramaturgo Thomas Gunzig, así como por el dibujante François Schuiten. Los guionistas tienen poca o ninguna experiencia en el noveno arte, pero aun así les ha quedado una historia curiosa. Un álbum de casi cien páginas que trata el esoterismo, la política, el terrorismo, el medio ambiente, la ciencia ficción, la fantasía, los monstruos prehistóricos, las terapias de la New Age y las tramas milenarias. El resultado es un álbum particularmente laborioso, con más profundidad de la que uno esperaba. Remueve un maremágnum de ideas bastante actuales en un contexto tan cercano que aterra. La búsqueda digna de la sinceridad del hombre. ¿Progreso o riqueza urgente? ¿Ciencia y descubrimiento o el odio desencadenado? Cómic donde brilla de todas-todas el arte ilustrado de François Schuiten. Después de cuarenta años, uno de los valores seguros del arte secuencial. Su trazo de lápiz sigue siendo excepcional, y como dice mi tío, a lo largo de los álbumes, ha convertido ciudades en actores reales, cada una con su propia personalidad. Sin duda, presenta una Bruselas de una manera bonita y agradable, una metrópolis que sigue siendo hermosa, incluso si cae en ruinas. Para los lectores de culo duro, deciros que Schuiten aquí parece moderadamente inspirado en los personajes de Jacobs. Esos a menudo estáticos, que en otras historias parecen no entender demasiado en dónde se embarcaron. Diría que está hecho adrede. Además se sostiene bastante para los planos amplios en los colores de Laurent Durieux, oscuros y reales, especiales para las escenas de ubicuidad nocturna.

Y algunos diréis: ¿dónde está aquí el tema Egipto? Es que hay más. Os cuento: Pirámide de Keops. Dos hombres están saliendo de un sueño que aparentemente les causó una migraña severa. Están en una habitación oscura iluminada por una delgada vela. ¿Cómo diablos llegaron allí? Bruselas, años después. Un Mortimer envejecido (en la BD los héroes sí tienden a envejecer) va al Palacio de Justicia de Bruselas para responder a la invitación de Henri. quien hizo descubrimientos realmente increíbles… Lo admito, El Último Faraón ha sido para mí una lectura que iba desmereciendo con el paso de las páginas, pero al final me gustó. El dibujo de Schuiten es notable en precisión y realismo y en cuanto al guión, me pareció muy respetuoso con el trabajo original, el espíritu que Jacobs imaginó. Eso no quita que este álbum sea muy distante en estilo a los títulos más clásicos de la serie. Una nueva visión que entiendo que a algunos lectores rancios les provoque una mueca rara. Pero friends, renovarse o morir, ¿no?

Reseña: Sleeper (Integral), de Ed Brubaker y Sean Phillips

Ed Brubaker es el guionista de cómics favorito de muchos ahora mismo, y puede parecer normal. Es casi imposible creer que todos los guiones de este hombre sean tan buenos. De verdad, todos, o al menos todos y cada de uno de los que he leído hasta ahora lo son. Y he leído muchos. Como comenté por redes sociales en su día cuando terminé de leer el primer TPB de Sleeper hace ya casi cinco años… ¿Hollywood no se da cuenta de qué este hombre hace las mejores historias de género negro, acción e intriga del momento? La publicación de Sleeper por parte de ECC Ediciones fue todo un acierto. Si no el que más, es uno de los títulos más punteros del guionista. Una obra indispensable que no puede faltar en cómictecas que se precien. Lo bueno-bueno siempre a nuestro lado. Mi alabado Ed Brubaker es siempre una garantía de buena trama de género negro, acción e ideas originales. Por ello, que Sleeper vuelva a aparecer y lo haga en formato integro, es sin duda, otro acierto editorial.

Uno de los puntos fuertes de Sleeper son sus personajes. Genuinos, carismáticos, con potentes historias en sus orígenes; representan esa ambigüedad moral de la que Brubaker hace gala en sus obras. Los principales personajes protagonistas son El Conductor, T.A.O., Jack Lynch, pero sobre todo mis amados Miss Misery y Genocidio. Fue leer la primera historia y creer estar viviendo uno de esos momentos en los que te dices ¡Vaya ideaca! ¿Por qué no se me ocurrió a mí? Todo comienza cuando el agente Carver descubre que alguien está intentando en ponerse en contacto con él usando unos métodos bastantes extraños como son poner un cubo de basura junto a una farola y como fondo una letrero de neón. Un método que sólo utilizaba Lynch, un compañero suyo cuando trabajaba para el gobierno. Pero entonces: o Lynch sigue vivo (que sería imposible), o alguien le ha descubierto y sabe que es un agente doble. Así que se pone las pilas. Tiene saber qué ocurre. Vuelve a estar en peligro. Un poquito más.

Hechos como la historia de origen de Genocidio contada por él mismo, enfrentamientos que sólo buscaría un loco, sacar de un lugar súper vigilado el último Bastón de Cleopatra, o el enfrentamiento directo contra el jefe de la organización, el conocido por todos T.A.O. que aprovecha para narrar la historia de origen de Sleeper… Son guiones que hacen súper indispensable este integral. Y más. Mucho más. Misiones súper chulas, y también una tremenda encrucijada entre las dos mafias más poderosas del mundo que actúan en la sombra con dos interesantes personajes como líderes. Lynch intenta recuperar la confianza de Holden por lo que lleva a enfrentarlo a su exmujer, la cual a día de hoy se sigue preguntando porque los traicionó en su día. Por otro lado, la «femme fatale» que lo trae loco, Miss Misery, que lo lleva a la cama a cada momento y que es capaz de buscar sexo con un hombre lobo con tal de satisfacer sus instintos naturales… Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con un asesinato en El Cairo? My friends, Sleeper es una serie en la que percibes poco a poco una tremenda profundidad. Una obra de arte en su conjunto.

Lo que me sorprende muchísimo de este titulo es el ritmo vertiginoso que prenden sus páginas. Añadan a eso giros argumentales que te dejan con el culo torcido, el ver empeorar o mejorar a Carver con cada paso, y de pronto, dar todo un giro y cambiar. Sleeper sabe a obra maestra cuando la degustas. La serie fue publicada por la compañía de cómics Wildstorm entre 2003 y 2005. Concebida originalmente como una serie limitada de doce números, su enorme éxito de público y crítica junto con un final abierto propiciaron la renovación para un segundo volumen, siendo éste finalmente de veinticuatro números en total. Y ahora todo-todito-todo en un sólo volumen, totalmente imprescindible de tener/leer/poseer.

Me parece genial que diversas editoriales sigan reparando-acaparando el objetivo de publicar cualquier título que firme el señor Brubaker. En serio, todavía no he leído nada malo, ni siquiera “normalito” de él. Un guionista cuya crítica vende bastante bien y del que se aprovechan bastante las editoriales por su poca obsesión por la pasta y sí por el deseo de crear una obra tras otra, por encima de todo. Aunque Sleeper no deja de ser una idea dentro de Universo Wildstorm, con el que Brubaker hace un homenaje a una de las obras más importantes que tuvo Image (aquella editorial independiente creada por el descontento en relación a la gestión de los derechos de autor y royalties por parte de siete autores de primer nivel). A lo que me refiero (y que no todo el mundo sabe) es que Alan Moore participó en esos primeros guiones, y tiene mucha culpa del reclutamiento de un nuevo equipo donde ya aparecía el misterioso T.A.O. (Tactical Augmented Organism: Organismo Tácticamente Aumentado). El villano más inteligente del mundo. Sabed entonces que T.A.O. fue creado por Alan Moore y ahora es aprovechado por Brubaker para Sleeper. Sólo de algo tan bueno, puede emerger algo tan espléndido.

Reseña: Blade Runner 2019. Los Ángeles, de Michael Green, Mike Johnson y Andres Guinaldo

Caminando en la estela de querer más de la bueno, uno se da cuenta que con paciencia, termina por encontrar más de lo que quiere. Añoranza, memoria y recuerdos. Esas virtudes que perdemos con el paso de los años, y es que no sé ustedes, pero en mi infancia viví muy intensamente todo lo que nos iba llegando. ¿Ejemplo? El film de Blade Runner. Lo tenía todo. Era un pasito más en el futuro (o dos, o tres) a la moda que prosperaba en las calles USA en esos momentos. Años posteriores a grandes films de CF como La Guerra de las Galaxias o la siempre maravillosa Alien; la CF estaba en lo más alto. Prosperaba hacia lo audiovisual. Las nuevas ideas eran muchas. Sorprender costaba poco. Y Blade Runner fue otra película que lo demostró. Nos trasladaba a una historia neo-noir de Ciencia Ficción (muy Cyberpunk si sois roleros), donde aparece una versión distópica de Los Ángeles. Futuro, bioingeniería, punkis, ropa aterciopelada, armas ocultas en el cuerpo… Y por supuesto, ese reflejo de nuestro Mal ansiado como es la creación de robots o androides. O Replicantes, como se llaman en esta obra. El lado oculto del espejo, o quizás otra idea más de ahondar en lo que supuso un desengaño que nadie esperó en la anterior película del mismo director. O tal vez mejor, una evolución muy bien hecha de Ridley Scott, de la premisa contada en la novela corta ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, del gran Philip K. Dick. Bien. El caso es que no conocí a nadie en mi entorno en aquellos años que no hubiera alucinado con Blade Runner. Lo tenía todo: contaba con el héroe del momento, un Harrison Ford protagonista al que todo el mundo caía bien, y un malo-malón en estado de gracia e indispensable en cualquier peli de género como fue Rutger Hauer, que nos dejó tristemente el año pasado.

Lo tenía todo. Como lo tenía todo para intentar gustarnos a los nostálgicos el film de 2017, Blade Runner 2049, dirigida por el tan de moda Denis Villeneuve, y que de algún modo es continuación de la anterior pese a estar ubicada treinta años después. Este film sí recibió aclamación de la crítica. Su dirección, fotografía, música, diseño de producción y efectos visuales obtuvieron notables elogios, siendo considerada por algunos como una de las mejores secuelas jamás hecha. Blade Runner 2049 recibió cinco nominaciones en los Óscars, ganando el premio a Mejores Efectos Visuales y Mejor Fotografía. Y a mí me gustó. Aunque entiendo que llegó en un tiempo donde quizás el fan ya tiene demasiado donde elegir y está casi todo inventado.

Así que inevitablemente por ser fan de esta minisaga, uno se interesa por cositas como Blade Runner 2019 – Los Ángeles, un tomo que publica Norma Editorial y que recoge los cuatro primeros números de esta miniserie que recupera de todas-todas el clímax del mundo de Blade Runner. La primera serie en cómic de dicha franquicia, donde conoceremos a la detective Ash intentando descubrir lo que se oculta tras su misterioso cliente, su familia secuestrada y cierta conspiración de Replicantes que se esconden en la vieja ciudad. La misteriosa desaparición de Isobel y Cleo Selwyn, mujer e hija del magnate Alexander Selwyn, un amigo personal de Eldon Tyrell. Rememoro: Doctor Eldon Tyrell, fundador y jefe corporativo de Tyrell Corporation, y responsable del diseño, fabricación y venta de esclavos humanoides llamados Replicantes. Ahí lo llevas.

Una buena trama muy de novela negra con una curiosa investigación que nos llevará a los rincones más oscuros de una decadente ciudad, así como el sendero más desdeñable de un ser humano que intenta sobrevivir a la sombra de esos seres que empiezan a caminar independientemente y se prevee pasarán factura pronto a sus creadores.

Del guionista nominado al Óscar, Michael Green (Blade Runner 2049, Logan, American Gods, Supergirl), el co-guionista Mike Johnson (Batman/Superman, Star Trek) e ilustrado por Andres Guinaldo (Justice League Dark, Capitán América), repito, el primer cómic que cuenta historias originales canónicas ambientadas en el universo Blade Runner.

Todo bien, ¿no?

Reseña: Marsupilami, de André Franquin y Varios Autores

Nuevo Nueve Editores es una editorial de cómic a la que seguir desde ya. Vienen pisando fuerte. Consideran que han llegado para revolucionar el mundo editorial del cómic, la novela gráfica, la literatura infantil y juvenil y el libro ilustrado en nuestro país. Y los veo cumpliendo. Creo que mucha culpa de ello lo tiene el hecho que cuentan con gente con bastante experiencia en el sector, y por supuesto, que saben elegir títulos nacionales y de cómic europeo con calidad para aparece en librerías. Así que casi con cualquier titulo vais a ver las energías que desbordan y las buenísimas ediciones a precios muy interesantes que presentan. Ya en 2019 editaron cositas chulas y para este 2020 empiezan fuerte. Uno de los títulos que más he disfrutado de ellos es este rescate de las historias cortas de Marsupilami. Uno de los más chulos personajes creados por el maestro André Franquin (1924-1997), un autor belga de los más importantes de todos los tiempos, iniciador y miembro de la llamada Escuela de Marcinelle, pero conocido, sobre todo, por sus maravillosos Spirou y Fantasio.

Marsupilami fue un animal creado en 1952 para las páginas de Spirou y Fantasio, con tan buena acogida que sus aventuras se convirtieron más tarde en series de dibujos animados e incluso en un videojuego para la extinta Sega Mega Drive. El nombre «marsupilami» proviene de la yuxtaposición de palabras marsupial y –ami (amigo en francés). Las aventuras de Marsupilami, originalmente en francés, han sido traducidas a varios idiomas, y gracias a Nuevo Nueve volvemos a tener entre nosotros un álbum de un personaje un tanto especial, un homenaje de dieciocho autores (Baba, Bertolucci, Bocquet, Brémaud, Camboni, Collin, Cossu, Filippi, Goulet, Hamon, Lapuss, Munuera, Pog, Priou, Ramon, Reynès, Sti y Tako); los cuales aportan su visión, a través de diez historias de estilos diferentes.

Un cómic que leerlo ha sido todo un placer. Diez tramas que rinden homenaje al legendario Marsupilami, guiones para redescubrir al personaje. Me gustan las colaboraciones de este tipo por que con ciertos títulos a uno siempre le queda la sensación de pensar en cómo serían manejados por otros creativos del sector. Y cuando nos llega la noticia del triste fallecimiento de un maestro sin igual, uno sólo le pide al mundo encontrar gente que sea capaz de acercarse mucho a las sensaciones que aportaba aquel dios del cómic que se fue. Y si no lo mismo, algo muy parecido. Entonces, ¿qué puede ser más mágico y divertido que leer unas cuantas historias del Marsu?

Operación M es una trama molona donde el Marsupilami es tratado como un alienígena y… Uy sí, no, bueno, no sé, por que tiene una sorpresita al final. ¿Los autores de este cuento querían irritan un poco a Franquin? Jajaj… Una Cacería Hinchada recupera ese humor juvenil con el que siempre contaba el originario personaje. Unos cazadores furtivos siendo castigados por la inteligencia de nuestro animal selvático favorito. Hará reír a los más pequeños. Fin de Semana en la Selva es una linda historia. Los peligros de la jungla bien mostrados, historia fiel al canon. Mi favorita del tomo. Turista me resultó un poco raruna. Aunque con una trama sencilla de ida y venida de turistas al hogar del Marsu.

Después del delirio alienígena del principio, en Orígenes pasamos a la Fantasía con un dibujazo de manga de calidad. Donde los autores establecen una pseudo-historia con el único propósito de que veamos como sería una batalla entre marsus y humanos. Mmmm…, no sé yo. En La Copa del Mundo de Cazadores Furtivos sí que volvemos a la diversión que uno siempre busca con el Marsupilami. Una mini historia bastante divertida pues, ¿un torneo de cazadores furtivos saldrá mal por culpa de quién? Las Hierbas Mágicas está bellamente ilustrada y es muy poética. Mis felicitaciones a los autores. El Ronquido del Marsupilami cuenta con unas viñetas tan hermosas, dignas de lienzo que.., bueno, la historia, no deja de ser una anécdota curiosa sobre lo que indica el título. Y por último, El Señuelo y Por sus Bonitos Ojos, son otros dos gags divertidos con la selva como fondo.

Realmente me ha gustado este álbum. Es agradable encontrar guiones diferentes y contiene ilustraciones que son una maravilla. La diversidad es esencial. Hoy en día los autores de la nueva generación hacen un homenaje al famoso marsupial en un díptico de historias cortas del que por el momento solo se puede degustar este primer volumen. ¿Queremos más? Sí, por favor, editores de Nuevo Nueve. Muchas ganas.

Reseña: Infinity 8. El Día del Apocalípsis, de Lewis Trondheim, Davy Mourier y Lorenzo De Felici

Si algo me quedaba por ver en la magnífica serie Infinity 8, era una ambientación a lo The Walking Dead dentro de esa inmensa nave cargada de tantas diferentes especies. De hecho, lo pensé cuando leí el primer o segundo álbum (En un lugar tan concurrido, una horda de zombies se pone hasta el culo…). Y así es. Un nuevo tomo de esta recomendable serie de la BD que está publicando Dibbuks en nuestro país, una obra que como amante del género zombie, he leído con entusiasmo particular. ¿Y la Ciencia Ficción? Ah…, cuantas aventuras espaciales nos hemos comido algunos ya. Y cuantas de ellas casi que vienen a ser lo mismo una y otra vez. Pero ah…, cómo nos entretienen a los que amamos un viaje por las estrellas. El hombre y el espacio. La mujer y las estrellas. Esa lejana frontera. El Más Allá. Cuantos deseos de estar ahí fuera. No me canso. ¿Tú te cansas? Por que yo no. Y cosas por las que brindo con el brazo muy alto es cuando dentro de la CF se toca el humor. Y si dentro de este mejunje se aliña con un poquito de Terror, pues no sé ya qué estamos hablando por que los ojos mis ojos empiezan a hacer chiribitas. My friends, todo esto vais a encontrar en el nuevo álbum de Infinity 8: El Día del Apocalípsis.

La atmósfera sangrienta y desenfadada de esta serie, me caló desde el principio. Aunque tengo que decir que la preciosa edición en tapa dura, brillante, con interiores súper chulos al más puro estilo radar-escáner de la nave; tiene mucha culpa. Te meten en vereda desde el principio. La edición es preciosa en mano y con un papel interior de gran calidad. Pero a lo que vamos. Para situarnos de nuevo, en las profundidades de una galaxia distante navega la nave de Clase A, Infinity-8. ¿Su destino? La galaxia de Andrómeda. ¿Su carga? No menos de 900.000 pasajeros de todas las razas conocidas hasta ahora, todas y cada una de ellos se divierten tomando el Sol con los pies en alto. ¿A bordo? De todo lo que puedas imaginar: políticos, sectas, terroristas, familias numerosas, viejales con muy mala leche… Todo controlado por una serie de oficiales de policía que llevan con orgullo la lycra como segunda piel y cuya misión es hacer que se cumpla el orden con puño de hierro. Suelen ser chicas, como habréis adivinado, y con cada una de ellas viviremos una aventura.

Por lo tanto, viva muy mucho la continuación de esta serie en nuestro país. Donde además vuelve el creador Lewis Trondheim al guión, y agrega los servicios de Davy Mourier mientras Lorenzo de Felici dibuja. Cambiamos, por supuesto, de heroína y es esta vez Ann Ninurta, madre soltera, quien luchará por mantener a su hija a la vez que los casos importantes surjan en su recorrido de la nave. Pues, ¿qué puede ser más duro que ser madre soltera y trabajar de oficial de seguridad? Un dilema al que enfrentarse cuando la situación se va al límite cuando llegan los zombies… Uff, un momento, la heroína se enfrenta a zombies pero esperad, esperad, es que aquí los zombies son alienígenas, son geniales, o mejor dicho, mucho más peligrosos. Y luego está Ann, que también es genial. Y no dice que no a un momento de coqueteo con un chico guapo, incluso si esos come-cerebros intergalácticos molestan un poco con su revoloteo. Aunque cierto es que el coqueteo con un chico guapo, rodeada de muertos vivientes, queda un poco extraño a la vez que sensual…

Un atmósfera ligera y tensa con cantidad de situaciones que te sacarán una sonrisa. Un excelente episodio de una serie que sigue un patrón, pero que protagonistas y argumentos son independientes dentro del mismo contexto. También está chulo ver que se hace referencia a ciertos personajes y hechos ocurridos en otros álbumes. Así que, humor negro por un tubo (como a mi me gusta), pero casi que cualquier tipo de humor viene perfectamente acorde con estas aventuras en el espacio. ¿Liberar tensiones? ¿Una vía de escape para que el lector no piense demasiado en los detalles?

Las cosas como son. A esta serie se le criticó bastante al principio un nivel de dibujo muy bajo para proceder de la siempre alabada BD. Una virtud ilustrada de la que suele ser ejemplo el conocido Cómic Europeo. Creo que por eso la serie ha ido cambiando de ilustrador casi con cada numero, quizás buscando una opinión mejor del lector, y bueno, yo ya dije que para mí, desde algunos números atrás, lo tenían más que conseguido. Entonces, ¿estamos ante la típica situación de dibujo poco atractivo pero argumento muy recomendable? Para mí, ya no. Estamos ante una serie de tomos súper recomendables que harán disfrutar al más pintado.

Reseña: ¡Invasión!, de Keith Giffen, Bill Mantlo, Todd McFarlane y Bart Sears

Es curioso como a uno puede gustarle una historia de la que la mayoría se queja. Me ha pasado bastantes veces. Y sinceramente, creo que el rarito no soy yo, es más bien una situación de psicología interna definitoria que se resume a: siempre que algo te atraiga mínimamente, debes probarlo. Pese a los comentarios malvados, criticas, pero también pese a los rumores benevolentes. Prueba si te llama, y te sorprenderás más de una vez. Esa es mi experiencia. Y yo, que fui de niño de los 80s y que me cuesta adaptarme al cómic de pijameo moderno por que simplemente amo aquellos crossovers en el espacio, amo aquellas galeradas y originalidades que los maestros consagrados a día de hoy fueron capaces de inventar en sus inicios; yo mismo, como no me iba a sentir atraído por este tomito integral que recoge la miniserie ¡Invasión!, uno de los más épicos eventos jamás narrados del Universo DC y que más desapercibido ha pasado para el fan. Pues, ¿qué puede molar más que un ataque a la Tierra por parte de un grupo de alienígenas para eliminar a los famosos superhéroes del planeta?

Evento o miniserie de tres números que vio la luz entre 1988 y 1989. Bendita década. Con guiones de Keith Giffen (Liga de la Justicia Internacional, El Fin del Mañana) y el gran Bill Mantlo (The Incredible Hulk), y dibujos de los magistrales Todd McFarlane (Spider-Man, Spawn) y Bart Sears (Warlord). Encontramos así un arco disfrutable para ojos nostálgicos ya que en mi juventud, por una cosa o por otra, solo pude disfrutar del primer número de la trama y nunca más llegue a saber nada de la colección. Por lo que siempre quedó en mi cabeza ese «interruptus-fabulae» preguntándome a veces cómo demonios terminó todo. Con un argumento muy de la época además, como una historia central girando alrededor de una comunidad de razas extraterrestres que atacan la Tierra. Empezando por una raza dedicada a la investigación científica como son los Dominadores que se preguntan por qué tantos individuos de la raza humana han adquirido poderes. (¿Y qué lector de cómics no se lo pregunta, eh?) Hasta que se percatan de la existencia de un metagen responsable de esa dotación de súperpoderes ante circunstancias adversas. Considerando entonces que dicho metagen convertirá a la humanidad en una gran amenaza potencial, reúnen una alianza para atacar al planeta azúl. Los Dominadores consiguern reunir a los Khunds, los Thanagarianos, los Durlanos, los Señores de la Guerra de Okaara, la Ciudadela, los Daxamitas y los Psiones. Ahí es nada. Y dicha alianza conquista Australia. Acto seguido, ofrece cesar sus ataques si la Tierra entrega a sus superhéroes. Lo que es rechazado por las Naciones Unidas declarándose así un potente enfrentamiento.

No me digáis que la trama no mola bastante. Además, dicho crossover dejó consecuencias en algunas publicaciones de DC como Lord creando la Liga de la Justicia Europa para facilitar la coordinación de ciertos superhéroes. El mismo que desarrolla el poder de manipular las mentes de otras personas. O Fuego, que hasta entonces sólo podía expulsar fuego por su boca, adquiere el poder de hacer arder todo su cuerpo y volar al estilo de la Antorcha Humana de Marvel. La Reina Abeja recluta a un Dominador bajo su servicio para desarrollar tecnología que utiliza par atacar a la Liga. Y se llegó a demostrar que el Rey del Royal Flush Gang poseía dicho metagen, con el que se volvió inmortal.

En definitiva, que mola bastante saber de primera mano lo que se cuenta en ¡Invasión! Mola su portada, continente y contenido, y que queda de maravilla en la cómicteca DC de grandes eventos del cómic de superhéroes que uno tiene. Encima, tras el reciente anuncio del crowfunding de ECC Ediciones y la plataforma Spaceman Project de volver a traer a nuestros días mi amada Legión de Superhéroes; uno ya tiene instalada el ansia en el cuerpo por unir dichos argumentos en un mismo lugar.

Como última anécdota decir que ¡Invasión! fue adaptada para el crossover televisivo de las series Supergirl, Arrow, Leyendas del Mañana y The Flash. Algo tendrá, digo yo.