Reseña: Nadie, de Carlos Trillo y Alberto Breccia

Nadie es uno de esos títulos al estilo novela espías o policíaca que nacieron de la mano de los cientos de historietistas argentinos que contaban historias de detectives y agentes secretos de otros países entre 1940 y 1980. Nadie es justamente eso, aunque con menos glamour.

Nadie tuvo catorce entregas en la revista Tit Bits de editorial Record. Aparentemente, una historieta más que salía en las páginas de una revista comiquera al uso como las que se podía encontrar en cualquier kiosco en los años 80. Sin embargo, Nadie tenía una particularidad que la haría destacar entre otras historias precursoras del género negro: la aparición del villano internacional Fu Manchú. ¿Y quién es Fu Manchú y quién es Nadie? Para cualquiera que haya nacido en Argentina, haya sido niño u adolescente en los 70 y sea consumidor de historietas, cómics, tebeos o como queráis llamarlos; Nadie puede significar mucho o nada. El maestro Carlos Trillo y Alberto Breccia decidieron utilizar a uno de los villanos clásicos de las historias de aventuras dentro de su historia. El denominado «Peligro Amarillo» que nació en 1913 de la mano del novelista inglés Sax Rohmer. Fu Manchú es un villano chino que odia la civilización occidental y a la raza blanca. En todas las novelas en las que aparece es perseguido, derrotado y sus planes son desbaratados por el investigador inglés Sir Denis Nayland Smith, junto a su acompañante, el doctor Petrie. El personaje ha sido representado en cine en cantidad de ocasiones y por los grandes (Boris Karloff, John Carradine, Christopher Lee, ¿Nicholas Cage?). Además de contar con numerosas adaptaciones y apariciones en televisión, radio, novelas y cómics. Tanto fue el impacto que tuvo este villano que se convirtió en el arquetipo del malvado genio criminal por excelencia. ¿Acaso los lectores Marvel creen que El Mandarín es 100% original? Venga ya…

Pero centrémonos en el que mola que es Nadie. Un agente que trabaja para el servicio secreto británico -no, no penséis en el de siempre-; Nadie es más rústico, más de andar por casa, con menos florituras. Es un tipo duro que lleva a cabo todas las misiones que le plantean sus superiores por turbias que se presenten. Y paro de contar por que es un tipo que hay que conocer en viñeta. Pero ya os digo que esta recopilación que ECC Ediciones se marca entre sus publicaciones es joyita-joyita. Un volumen que recoge los catorce capítulos del personaje en un solo volumen. Donde este tipo de mirada certera tendrá que echar mano de sus recursos para neutralizar diversas amenazas, siendo casi siempre el objetivo contrarrestar al maquiavélico Fu Manchú.

Las historias que nos encontramos son muy variadas. Una con ese miedo presente que siempre fue la Guerra Fría (época en la que el cómic se publicaba), con el típico terror nuclear de aquellos años. Otras tocan bastante la política. Otras son solo misiones de rescate. Una serie de tramas que proporcionar esa diversión justa que siempre da al fan el género negro. Por lo que estamos ante un volumen trepidante, en el que vuelve a quedar patente la química creativa compartida por los autores de Un tal Daneri (https://www.ecccomics.com/comic/un-tal-daneri-8123.aspx), Buscavidas, Había otra vez… El lado oscuro de los cuentos infantiles o Viajero de gris. Obras que ECC Ediciones está editando para deleite nuestro y ningún fan debería perderse.

Carlos Trillo escribió catorce historias autoconclusivas, pero hilvanadas entre sí, que son dignas de ser llevadas a la gran pantalla. ¿Tiene que ver este Nadie con el que interpreta Bob Odenkirk (el abogado fanfarrón de Breaking Bad en el film estrenado hace poco del mismo nombre? No he podido encontrar datos. Pero no me extrañaría que al menos inspiración haya porque me consta que Derek Kolstad es un gran comiquero.

Historias donde vemos los miedos y anhelos de la época. La genialidad escrita de Trillo junto a los geniales dibujos de Breccia. El dibujo complementa la historia y nos permite adentrarnos en la ficción que es Nadie. Una obra fundamental para los amantes de la historieta latinoamericana. Una obra fundamental para el amante del género negro. Obra más profunda de lo que parece.

Reseña: Mundo Mutante + Hijos del Mundo Mutante, Jan Strnad y Richard Corben

No sé si se nos puede llamar «sibaritas» o algo así. Quizás gente con gusto que prefiere tener todos sus cómics en el mejor formato y a ser posible en un único volumen. Todo recopilado, sería la definición perfecta. Pero no se me viene a la mente una sola palabra que nos defina, que defina al sujeto que ve, por ejemplo, que vuelve a salir Mundo Mutante + Hijos del Mundo Mutante en una edición integral, que ya tenga las ediciones anteriores, y la quiera. Quizás por lo estrambótico, quizás por sus originales diseños tan realistas, los dibujos de Richard Corben marcaron a toda una generación de lectores de cómics entre los que me encuentro. Para el obtuso, decirle que Corben es uno de los creadores de narrativa gráfica más influyentes y talentosos de toda USA; un animador, ilustrador, editor y dibujante que comenzó a navegar por la tumultuosa ola de mezcla de contraculturas independientes de los años 60 y 70 del siglo pasado. Un autor portentoso que se convirtió en fuerza internacional de la narración pictórica aportando la originalidad de la suya propia. Estilo y visión inconfundibles, y muy conocido por su dominio del aerógrafo y su estilización anatómica cautivadora y excesiva. Todo expresado en una predilección infame por el horror deliciosamente malvado y oscuramente cómico. Además del erotismo seductor que impregna sus cuentos de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción…, por ese orden.

La mayoría de los viejóvenes llegamos a Corben por el camino del miedo. Del buen Terror de las grandes revistas como Creepy, Eerie, Vampirella o 1984; toda una serie de relatos de Terror que en USA publicaba Warren Publishing y que a la tierra de conejos fueron traídos por mi adorada y extinta editorial Toutain. Donde Richard Corben era referente. Y ahora, tras su reciente fallecimiento (2020) casi como un homenaje que nunca debe acabar, ECC Ediciones ha tenido a bien rescatar una de las obras fundamentales del maestro y editarla en un nuevo formato. Uno ideal. Mundo Mutante vuelve a estar disponible. Una edición quizás definitiva e integral. Una historia diferente con la que Jan Strnad y Richard Corben nos transportaron a un mundo post-apocalíptico muy cercano al Armageddon.

Los divertidísimos horrores comienzan con una especie de prólogo que presenta al Nuevo Mundo destrozado y a su superviviente más comprensivo: un tonto de tez poderosa pero intelectualmente desafiante apodado Dimento. En los escombros resplandecientes de la civilización, el hambre está en todas partes y casi todo lo que queda con vida quiere comerse a todo lo demás. Pero cuando Dimento ataca al caballo de una hermosa mujer, ella lo convence de que conoce un lugar maravilloso con cantidad de comida disponible. Y ese y otros anhelos, despiertan el corazón simplista y jovial de Dimento.

Hijos del Mundo Mutante fue una continuación que se imprimió en una serie de cinco cómics de la editorial clandestina Fantagor Press. Una historia que se centra en la hija mayor de Dimento (Dimentia), su compañero oso Ollie, y un puñado de otros supervivientes en un viaje por encontrar refugio seguro en una isla. Una historia que se resume en dos frases…, pero que hay que vivirla/leerla. Explosivamente violenta, mordaz, cargada de fatalidad, erotismo y brutalmente divertida. Pero rResumiendo y en su conjunto, una obra eterna del cómic de Ciencia Ficción.

Richard Corben siempre será uno de mis ilustradores favorito. Por un tiempo se centró en mi amado género de Terror y por eso tengo que quererlo más que a los demás. Tener una nueva edición así, con sobrecubierta protectora, una edición Deluxe… Era inevitable.

Reseña: UltraMega. Lucha por la Humanidad, de James Harren y Dave Stewart

Soy capaz de acercame a un cómic solo por el color. O por el colorista, en cuestión. A ese nivel friki llega uno cuando ama el mundo del cómic en casi todos sus conceptos. El galardonado colorista con un premio Eisner, Dave Stewart, también hace sus pinitos fuera de las grandes casas y dentro de Image y su línea Skybound es partícipe (dándole un tremendo empujón visual) a UltraMega; la obra ideada, guionizada y dibujada por James Harren. Un autor a tener muy en cuenta por mi parte a partir de ahora. Y es que bueno, en definitiva, y aparte del tema artístico, este que está aquí (en su polifrikismo) siempre se va a sentir atraído por el mundo de los kaijus. Esos grandes monstruos ideados por los japos en los que se dan de ostias a lo grande y que trajo a la actualidad fílmica Guillermo del Toro en su genial Pacific Rim.

La lucha por la humanidad.

Según cuenta la sinopsis se ha extendido una plaga cósmica que ha transformado a la gente de a pie en unos violentos y monstruosos kaiju. Ahora, solo los Ultramegas (individuos dotados de poderes increíbles) quedan para intentar sostener tanta locura. Batallas que si no se evitan, terminan dejando ciudades enteras arrasadas e incontables horrores y muertes a su paso. En fin… De todas las preguntas que han llenado mi cabeza últimamente, la que aparece una y otra vez cuando recapacito sobre nosotros es: ¿A dónde está yendo la humanidad? Pandemias globales, violencia ideológica y la aparición de la Rana Gustavo en Adivina Quién Canta (The Masked Singer). Todos estos temas han sido golpes duros para nuestra sociedad. Problemas y locuras de pensamiento visionado que nunca pensamos que tendríamos que lidiar en nuestras vidas. Personas que conozco (a veces, incluido yo mismo), se preguntan cuándo podremos volver a la normalidad. Y cuanto más reflexiono sobre esa idea, más me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. Gracias a las leyes abstractas de mierda del espacio-tiempo, solo podemos avanzar. Y entonces, en lugar de tratar de averiguar cómo podemos regresar, preferiría que nos tomemos tiempo en preguntarnos (como decía mi abuela): ¡A dónde vamos a llegar!

Coñas aparte, UltraMega nos hace una pregunta similar. En un mundo donde un extraño virus venido del espacio se extiende por nuestro planeta y convierte a las personas en monstruos gigantes, y otro tipo de personas son bendecidas (o malditas, según se mire) y van a ser nuestra última oportunidad para sobrevivir a ese virus… Gusta ver que los que nos defenderán son seres de raciocinio muy parecidos al Dr. Manhattan y al desarrollo de su poder. Decidme entonces si no mola imaginarse como uno de ellos. ¿Es así, no? Siempre pensamos que en un ataque-zombie seríamos uno de los supervivientes, ¿no? Ay, díos mío…

James Harren dedica tanto tiempo a darnos secuencias de acción espantosas como a contarnos la historia de hombres destrozados que son «demasiado viejos para esta mierda». Y eso me ha encantado. Me ha tocado el alma. Así que no cuento más. En un extraño acto de equilibrio entre humor, gore, shock y horror. La miniserie UltraMega que acaba de publicar ECC Ediciones en un tomito en tapa dura -que recoge cuatro numeritos, ya en enero, es para mí una de las sorpresas comiqueras del año. Cada personaje de esta serie tiene algo en juego por lo que vale la pena luchar. Pero todos quieren que las cosas vuelvan a la normalidad. Anhelan cuando el mundo era fácil y no tenían que sacrificar sus vidas en nombre de ningún puto nadie… Todos desearían poder vivir una vida sin miedo y sin pánico constante. La normalidad anhelada, esa que tanto valoramos cuando no está.

Cómic independiente de sobresaliente.

Reseña: Camisa Gris, de Alan Moore, Rick Veitch y VVAA

De vez en cuando y cada uno mucho, a uno le pide el cuerpo leer a Alan Moore. Ese toque diferente en cuanto a guión que le da a los cómics, ese diferente modo de ver las cosas, el rescate de esos personajes olvidados del noveno arte pero a los que se les puede sacar mucho partido…; eso, en esencia, es un cómic o guion de Alan Moore. Fruto de la imaginación y el talento de Moore junto a Rick Veitch, Camisa Gris protagonizó diferentes aventuras publicadas en la antología Tomorrow Stories. ECC Ediciones nos trae un genial volumen recopilatorio de todas esas celebradas historietas, así como un compendio de relatos del personaje procedentes de los especiales America’s Best Comics Special #1 USA y ABC: A-Z – Greyshirt & Cobweb #1 USA. Pero más aún, el tomo contiene la miniserie Greyshirt: Indigo Sunset, con la que Veitch retomó al personaje acompañado de autores de la talla de Dave Gibbons o David Lloyd, entre otros. En definitiva, un volumen indispensable para todos aquellos que conocimos al personaje en su día y siempre quisimos saber más.

¿Y qué vais a encontrar en estos doce numeritos de Tomorrow Stories (Camisa Gris)? En temas profundos, la relectura de algunas historias que ya asumí hace años, hizo que me percatara de que la serie -entre sus argumentos y aventuras- trata el tema de la homosexualidad, la prostitución, el incesto, la bestialidad y la pedofilia y las clasifica como diferentes tipos de «perversión». Moore esplende en estos guiones con su crítica guionizada en personajes que sufren pero también que ríen y se la pegan cuando menos esperan. Estos son problemas que en realidad proliferan en toda la línea ABC (y, supongo, en gran parte del trabajo de Moore), como si os fijáis también pasa con Promethea cuando expone el lío protofeminista y empieza a ser demasiado ambicioso con ello. ¡Lo cual está bien! Porque al final todos los títulos de ABC eventualmente terminan mostrándose como si estuvieran escritos por un viejo cachondo que no puede decidirse en decir si es un defensor del Amor Libre o simplemente está molesto con el lector que se avergüenza de sí mismo. Cada decisión narrativa en estos cómics está dictada por quién está. Y dicho esto, Tomorrow Stories está, al menos un poco, más centrada en Moore mostrando sus considerables músculos dentro del género superheróico. Todo en una pura brevedad del formato antológico, que significa que es imposible ver ninguna pelusa en el pantalón del maestro. No sé si me captáis…

Cada vez que Alan Moore hace una declaración donde deja en ridículo a los superhéroes y cuestiona a sus seguidores, allí estoy yo. Hay quien se molesta, pero no dejamos de estar ante el típico caso del abuelito al que tenemos respeto y está constantemente haciendo chistes algunos sin sentido. En ti está entenderlos y reírte con él y su chocheo, o indignarte preguntándote porque este tío ha llegado tan lejos. Personajes como The First American y U. S. Angel o Salpicón Brannigan (el Vengador Indeleble) tienen de esto y mucho más. Pero sinceramente os empujo a que leáis y disfrutéis, sobre todo, las tramas de Camisa Gris, y en especial, Jack B. Quick. Vais a disfrutar de un cómic bien hecho donde estos personajes aparezcan. Aunque también os digo que Salpicón y Cobweb tiene un nivel que ya querrían muchos de cómics «mainstream» actuales tener. Una fantástica selección de historias con todas estas tesituras.

Quien diga que este volumen y sus historias no están a la altura, obviamente está equivocado o no sabe leer entrelineas.

Disfrutar…, en ti está, que diría Yoda.

Reseña: He-Man / Thundercats, de Rob David, Lloyd Goldfine y Freddie E. Williams II

No se me ocurre mejor recomendación comiquera para estos días de regalos que un TPB ligero y con una idea inesperada que van a disfrutar, sobre todo, aquellos nostálgicos de los 80. En concreto, niños que hoy en día rondan los treinta, cuarenta o cincuenta tacos; niños de los 80 y 90 que en su infancia disfrutaron de dos gloriosas series de dibujos animados como fueron los Thundercats y He-Man y los Masters del Universo. Un cómic que ECC Ediciones publica, un recopilatorio de los seis numeritos que compusieron esta miniserie de un crossover nunca imaginado. Una oda a la nostalgia, un reclamo, el choque entre dos de los mejores universos de la cultura popular fantástica en formato animación televisiva. Un cómic que trata directamente algo muy de moda: como es aborda la nostalgia (la nuestra), en toda regla. Una nueva alusión de las que se han propuesto hacer las dos grandes casas de cómic norteamericano, para tocarnos la patata a esos niños (ahora viejóvenes), en muchos casos padres o madres, que quieren que sus hijos disfruten o al menos conozcan, lo que tanto les gustaba a ellos de pequeños.

Grandes e improbables crossovers. Pero terriblemente atractivos. Esa es mi opinión. Star Trek/Green Lantern, Tarzán/El Planeta de los Simios, Batman/Tortugas Ninja (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6407); cómics que me parecieron sorprendentemente novedosos. Así como He-Man/Thundercats también me lo pareció. En pocas palabras, pensé en su día que no merecía tomarse demasiado en serio estas franquicias, pero empiezo a pensar que hay que leer todas las posibles porque se están publicando cositas muy chulas y se convertirán en rarunadas inencontrables algún día. De eso estoy seguro. Tanto el universo He-Man y los Masters del Universo como el de Thundercats son intrínsecamente parecidos así como evocadores para los que nos gusta leer literatura fantástica. Por ese recoveco nos entraron. Era su encanto. Y aunque He-Man en la serie clásica animada era un buenacho de libro, un príncipe sencillo, simple y musculado en cuya mente todo era blanco y no había opción de mal; el universo de Thundercats sí que era algo más oscuro y pocos capítulos trataban el tema de hacer lo correcto. Por eso estamos ante una mezcla perfecta. Eso sin quitar el enorme atractivo que tenían ambos mundos en cuanto a compendio de monstruos.

Aquí se nos presenta una historia que va adoptando un tono terrible y comienza a tomar impulso hacia la conclusión del crossover. Eternia, Skeletor y un ahora un incorpóreo Mumm-Ra unen fuerzas y He-Man tendrá que buscarse aliados ante tal potencial. También algunos trucos nuevos, pues para colmo, estos demonios terrenales han logrado esclavizar a los Antiguos Espíritus del Mal de la Tercera Tierra y estos se dirigen a destruir directamente Eternia. Pero ante tal terrible catástrofe, los ThunderCats se comprometen a ayudar al Rey Randor y a los Masters del Universo en lo que puedan. No obstante, surgirán conflictos en el modo de hacer las cosas y el modo de enfrentarse y en el quehacer con los subyugados. Un problema que llevará al borde de la extinción a He-Man, el hombre más poderoso del universo… Donde algunos de los integrantes de los Thundercats se embarcarán en una misión para devolverlo a la vida.

Historia de acción, eso si, con sorpresas e ilustraciones impresionantes. Freddie E. Williams II es, sin duda, el artista adecuado para darle vida a este cómic. Especialmente por su experiencia en los crossovers arriba mencionados. Y rodea bien un terrible problema que suele pasar en estos casos; cuando se trata de He-Man y su elenco de apoyo, realmente no es posible exagerar demasiado a los personajes porque se te puede ir la mano y sin querer pasarte a la acera del dibujo fanmade. Estamos ante “ese tipo» de problema gráfico. Pero Williams II tiene estilo y encaja bien los golpes que propinan estas dos franquicias. Un cómic que además, cumple también una de las promesas fundamentales de este tipo de crossovers: grandes peleas entre nuestros personajes favoritos.

Encuentros que siempre soñaste ver.

Reseña: Anamorfosis, de Shintaro Kago

Tirando de lo que me corre por las venas, abro el año con la reseña de una antología de Terror. ¿En formato manga? No importa. Las palabras «Antología» y «Terror» me ponen el ánimo a tope. Ya me conocéis. Imaginaos, si van unidas. Por eso da igual el formato, incluso fílmico, lo disfruto mogollón. Después ya solo queda que las historias sean buenas. Y para ello, en formato manga, está claro que hay que recurrir actualmente a las obras de Junji Ito; a todas esas que está publicando ECC Ediciones en nuestro país. No obstante, tampoco hay que olvidarse de Shintaro Kago, otro mangaka muy de renombre en el país del Sol Naciente, y que poco a poco, ECC también está publicando obritas de este hombre por estos lares. Y curiosamente, algunas en las que hizo tándem con el tan recomendado Junji Ito.

Anamorfosis son diez relatos. Pero uno central que “maneja” a los otros nueve. Todos publicados en su día en la revista para adultos Ubu Mode. Casi nada. Como os decía, la historia central se divide en capítulos, pero con un giro final “divertido”. No es la explosión habitual de violencia y sexo que suele meter Kago en sus historias, en este caso, juega con esa perspectiva de forma muy especial. Y entre medio de todo eso, un montón de one-shots: Sagiri Tengai: detective bishôjo es una historia de detectives de chicas al estilo Nancy Drew. Es decir, NO es para niños. NO es para niños…, y quizás tampoco para muy recomendable para ciertos adultos. La chica de la lluvia habla de como tener una nube de lluvia sobre tu cabeza constantemente. Algo no muy útil pero algún científico pervertido quizás encuentra que sí lo sea. Detallitos es fascinante. Y no cuento más. Los hikikomoris cuenta lo que sucede cuando todo el mundo en una ciudad se queda encerrado. Objetos Perdidos me recordó a un episodio de Seinfeld en el que dejaron caer un caramelo de menta dentro de un paciente abierto en canal. Lo mismo, pero mucho más aterrador. Vidas previas es la interpretación más divertida de la reencarnación que jamás he leído. Servicios agresivos da un nuevo significado al nominativo “vendedor a puerta fría». El consejo que da Permutaciones no se debe pensar demasiado, haz lo que se dice y risa sin fin. Y La modificación es un capítulo ideal para la Twilight Zone de los años 50 que tanto molaba…, y paro de contar.

Anamorfosis es manga de terror puro y gore, en ocasiones. Es Shintaro Kago, en esencia. La primera mitad del tomo presenta un juego de detectives de terror retorcido y enfermizo que lleva al lector a adivinar muchas cosas sobre la historia. La segunda mitad se compone de one-shots de diferentes tramas dentro del género de terror. Estamos ante una curiosa forma de presentar una antología. Es un concepto interesante. Se invita a la gente a jugar un juego. En el interior, los llevan a una escena de crimen modelo, el sitio exacto a cómo estaba todo cuando murieron las víctimas. El espíritu de éstas es convocado y el invitado debe sobrevivir cuarenta y ocho horas dentro del set. Aquellos que lo logren se repartirán un premio de sesenta millones de yenes.

Por supuesto, hay trampa.

Los one-shots le dan el potencial que le falta a la historia base. Volumen raro, espeluznante y divertidísimo, al mismo tiempo. Bizarramente atractivo como siempre.

Reseña: Estado Futuro. Superman, de Phillip K. Johnson, Mikel Janín, Becky Cloonan, John Timms y VVAA

Estado Futuro es el nuevo universo de eventos por el que está pasando DC en nuestro país. Para entender cómo surge dicho evento hay que remontarse a los planes originales de DC durante el pasado año. Y llegado el momento por estos lares, tenemos gracias a ECC Ediciones ciertos volúmenes con los que disfrutar de tan curiosa trama.

Estado Futuro le debe mucho al evento de DC de 2014-2015, Futures End. También fue un vistazo a cinco años en el futuro al Universo DC, donde muchos de los superhéroes se habían retirado siendo reemplazados por otros más jóvenes. A menudo, con mayor diversidad étnica. Pero en este Estado Futuro: Superman, Phillip K. Johnson, Mikel Janín, Becky Cloonan, John Timms y otros autores nos ofrecen un vistazo al futuro inmediato del Hombre de Acero y su familia en un volumen que también incluye aventuras de Midnighter, Mr. Milagro y el nuevo Guardián de Metropolis. Recopila las miniseries originales Future State: Superman of Metropolis y Future State: Superman – Worlds at War.

Superman de Metropolis es un argumento extraño lleno de grandes ideas que no tendrán tiempo para ser exploradas. Extraño, en el sentido de que en realidad es un descendiente de tres ideas separadas mezcladas en una especie de monstruo de Frankenstein en formato cómic. Un Frankenstein que es más inteligente de lo que parece. Pero también un monstruo que debiera ser perseguido por una turba de campesinos y prendido con fuego, jajaj… La historia principal sigue a Superman, Jon Kent, mientras intenta evitar que la inteligencia basada en Brainiac (ahora llamada Brain Cells) use su ejército de secuaces controlados mentalmente para conquistar Metrópolis. Jon entonces decide “embotellar” la ciudad. ¿Cómo? Algo que prefiero que descubráis vosotros porque vais a alucinar. Una historia que también sigue a otros héroes residentes en Metrópolis como Shilo Norman, Mr. Milagro, el cual intenta escapar pero termina siendo capturado por estos robots de la muerte. O Jake Jordan, el nuevo Guardián de Metropolis, que ayuda a Jimmy Olsen y a la gente de Metropolis mientras continúan atrapados dentro de la cúpula.

Eah, ya se me ha escapado. Así que paro.

Mundos en Guerra (Worlds of War) busca ahondar en tus sentimientos ante una posible partida para siempre de nuestro héroe favorito. Una mirada a cómo reacciona el mundo ante la pérdida de un ícono. Y es que la iniciativa de Estado Futuro de proporcionar una visión de la próxima generación de héroes ha presentado a los lectores una variedad de caras nuevas y antiguas. Con respecto al manto de Superman, todos los títulos hasta ahora se han centrado en el hijo y sucesor de Clark, Jon, como sucede con la miniserie anteriormente mencionada. En esta, el guionista Phillip Kennedy Johnson y el artista estelar Mikel Janin pintan un retrato de un mundo sin Superman que ofrece una reflexión sobre el ideal heroico. La narrativa de Johnson emula lo que han hecho algunos en las tramas de Superman más veneradas. Es decir, proporcionar más una meditación sobre la figura de este dios en la Tierra, antes que una aventura emocionante. Con momentos estelares algunos como un gran combate de gladiadores que dejará marcado a quién lo vea, en este caso. A eso, sumad tres historias de respaldo con otros personajes, todas centradas en este Mundo en Guerra.

Tengo que decir que el arte de este cómic me encanta. No hay un solo dibujante de los implicados en todo el TPB que decepcione. Una colección extrañamente cohesiva de historias que abarcan los extremos más amplios del universo de DC, además de un título que sirve como entrada a un curioso evento. Porque s, friends, curioso, es la palabra.

Y sigue pintando bien todo esto.

Reseña: Amazonia, de Rodolphe, Leo y Marchal

Por mucho que me encantó Kenia, Namibia no me gustó tanto… así que no tampoco tenía mucha prisa por leer el tercer ciclo de la obra de Rodolphe, Leo y Marchal. Sin embargo, uno que anda amando cada vez más el buen cómic europeo (ahora que es económicamente viable por muchos motivos), no pude evitar ese gusanillo de ansias en la barriga que llaman «hype», cuando vi que ECC Ediciones ponía como disponible en librerías Amazonia. El ciclo tercero de la serie que estamos hablando y donde evidentemente los autores mantienen la receta basando misterios paranormales en lugares exóticos y un misterio a resolver por nuestro agente secreto infiltrado…, un antepasado de Kim K, sin duda.

Y es que el primer punto positivo es que la trama me pareció bastante satisfactoria, en cualquier caso, mucho mejor que Namibia, donde se complicaba en exceso la trama. Aquí diría que nos estamos centrando nuevamente en los fundamentos y volviendo en proporciones más realistas y creíbles; una criatura de proporciones inhumanas, un vínculo con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, algunas respuestas a la intriga que se difunden gradualmente y que permite que estés enganchado a la lectura en los cinco álbumes que comprenden la obra y que en esta edición están disponibles en su totalidad para el disfrute.

Una larga expedición en la selva amazónica, emocionante y en ciertos momentos muy original. Y para amantes como yo, de todo lo que hace Leo, indispensable. Encontrarse de nuevas con la hermosa y burbujeante heroína Kathy Austin, ahora lejos de África, pero todavía en un ambiente hostil en la humedad de una jungla todavía bastante misteriosa. Sigo siendo también fanático de esta exótica serie que transcurre a finales de los años 40 mientras siguen presentes las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial. Esta subtrama le viene de perlas. Los malos siguen siendo los feos nazis que todavía asolan América del Sur pues que duda cabe que tuvieron en cuenta el hacerse con todo el planeta. Mas ahora los extraterrestres siguen siendo el elemento central de esta aventura. Y esta mezcla…, se pueden contar con los dedos de una mano los titulos bien hechos con estos dos temas por delante.

Encontramos personajes antiguos que conocimos en Kenia, pero también hay nuevos que están bastante bien trabajados. Namibia sorprendió al tomar una dirección diferente y eso me descuadró. Pero tenemos que con este nuevo ciclo, por ejemplo, hay una incursión temporal de dos años donde los protagonistas van a los Cárpatos donde una lluvia de meteoritos habría tenido consecuencias bastante negativas para los habitantes de la región. El misterio se complica con este nuevo arco narrativo. Por lo demás, puede que nos sorprenda la actitud bastante voluble del cura local, su encanto y su humor.

Comentar algo curioso. No entiendo como hay detractores de la obra de Leo. Sus aventuras son homenajes a las mejores clásicos de literatos de renombre tales como Robert Louis Stevenson, Jack London…, etc. Con la salsa añadida de ese toque pulp que tanto gusta y que le viene genial.

Entre 2016 y 2020 el historietista brasileño Leo y el guionista francés Rodolphe dieron forma al tercer ciclo de la saga iniciada. El resultado es un arco argumental espléndido que narra una historia de suspense, aventuras y ciencia ficción minuciosamente dibujada por el belga Bertrand Marchal.

Lo siento, tengo que recomendarlo.

Reseña: La Tumba de Batman, de Warren Ellis, Bryan Hitch, Kevin Nowlan y Alex Sinclair

La Tumba de Batman es una verdadera hoja de doble filo para lectores de cómics. Por un lado, ¿quién realmente quiere o necesita otro cómic de Batman en su vida en este momento? (Bajad, bajad, la mano) Entre el DCU tradicional y el sello Black Label, la línea editorial actual DC sigue bien impulsada como siempre gracias al orejas picudas, es obvio. Pero por otro lado, no todos los días DC lanza una nueva serie de los creadores de la magnífica The Authority, un cómic que hizo tanto como cualquier otro para remodelar el género de superhéroes en los albores del siglo XXI. Ya os digo que La Tumba de Batman probablemente no tendrá un impacto tan significativo, pero sí que logra traer algo nuevo a un personaje del que siempre queremos saber más. Dicho esto, se toma algún tiempo antes de llegar a lo bueno.

El maestro Warren Ellis y el artista Bryan Hitch incursionan en temas familiares de Batman (algo que debe ir en cláusulas de contrato, supongo), y se toman algún tiempo con el Caballero Oscuro paseando y haciendo sus cositas por la city. Escenas contra malos-malutos que reciben «mascás» en cara, escenas trepidante con patadas voladoras, etc. Inicialmente, o al menos en las primeras páginas del primer número, no parece que La Tumba de Batman, siendo una serie nueva, vaya a ofrecer mucho más que otros arcos de Batman. Pero engaña. Y vaya si engaña. Con el tiempo, esta serie de doce números genialmente recopilada en tapa dura por ECC Ediciones y publicada hace nada en nuestro país, comienza a revelar una curiosa intriga. Ellis e Hitch aportan dos notables florituras narrativas que ayudan a destacar con el paso de las páginas.

La Tumba de Batman comienza con una de esas noches en Gotham, las llamadas al 911 en espera y un Batman ocupado. Nuestro prota acaba de salvar a un policía y a su familia de ser asesinados por una pandilla con extraños tatuajes en el cuello, y ahora Batman está atento a una llamada al 911 que la policía parece no responder. Un hombre ha muerto en el apartamento 4C, un tal Vincent William Stannik. La mitad de su cara ha sido devorada. Stannik trabajaba en la oficina del fiscal de distrito y tras un colapso mental, aparece destrozado. Batman se acaba de meter de lleno en un misterio de narices. Está claro que Stannik tenía una obsesión por Batman porque las paredes de su apartamento están cubiertas de fotografías y recortes de periódicos que muestran al Caballero Oscuro en acción. Bruce se marcha mientras sus pensamientos viajan de algún modo a la mente de la víctima… Pero entonces percibe algo. Y cuando regresa al apartamento, mira debajo de la cama y encuentra al asesino con sangre todavía en los labios.

Con un premisa y un inicio a mi parecer maravilloso dentro del género detectivesco, se inicia este arco argumental que me ha encantado. El asesino se llama Eduardo Flamingo y está feliz de contar su historia y hacer amigos. Parece que lo llevarán de cabeza a Arkham. No obstante, Gordon tiene otro caso: Bobby Turton, un asistente del fiscal corrupto que escapó de los cargos, aparece también muerto. Este homicidio es extraño. Batman mete el hocico y sin comerlo ni beberlo, todo parece volver al amigo Flamingo. Un cúmulo de muertes, desprecios y luchas por el camino que van a provocar a Batman grandes heridas tanto físicas como psicológicas. Pero Batman es imparable y necesita calle.

Por mucho que el mercado de los cómics esté crónicamente saturado con contenido del orejas picudas, La Tumba de Batman se las arregla para hacerse indispensable como historia fresca, nueva y pone de nuevo el hype a tope con el superhéroe. Destaca encontrar en la obra a un Alfred Pennyworth cansado ya de su trabajo (su descripción de la dinámica Bruce/Alfred es muy inusual. No es en absoluto el sirviente deferente, sino una figura paterna cansada que se exaspera cada vez más por tener que complacer las inútiles fantasías de su ahijado) y a un Batman que pasa demasiado tiempo pensando en sus enemigos. Si bien el arte y la escritura no siempre se complementan a la perfección, Warren Ellis muestra su don con una aventura de Batman que vale mucho la pena leer. Y, por supuesto, mandar de viaje a la cómicteca.

Inevitable.

Reseña: American Vampire 1976, de Scott Snyder, Rafael Albuquerque y Dave McCaig

Quién si no iban a encargarse del regreso a librerías de American Vampire. Scott Snyder y Rafael Albuquerque regresan con uno de los títulos que los pusieron en el candelero como tándem genial a tener en cuenta. Una nueva visión al cómic de terror con una visión muy oportuna de lo que es, o mejor dicho, fue el país de la hamburguesa con patatas fritas. Han pasado cuatro años desde que Scott Snyder y Rafael Albuquerque trajeran al noveno arte American Vampire. Pero ahora este tándem de creativos se une de nuevo en un volumen que ECC Ediciones recién publica en nuestro país y que recopila los diez números que componen la miniserie. Nos trasladan a una década especialmente trascendental para ofrecer una mirada diferente a la historia estadounidense. Un volumen que además contiene la segunda entrega de American Vampire Anthology, compilación de historias cortas en las que un variado elenco de autores visitan el mundo creado por Snyder, Albuquerque, y no se os olvide, el eterno-dios-maestro, el señor Stephen King.

Después de explorar el rockabilly de la década de los 50s, los albores de la carrera espacial y dentro de esos años llevar el tema vampírico de una forma especial; American Vampire 1976 da un salto hacia el bicentenario de los Estados Unidos con un Skinner Sweet letárgico que aún se aclimata a ser convertido en humano después de décadas de vivir como uno de los no muertos. Claro, esto va, para el que ya conozca la obra anterior e inicial de American Vampire. Si no, os recomiendo que antes os hagáis con ella y la disfrutéis. Para así, ahora, en este tomo, encontrarse con un ser temerario que desafía a la muerte y que realiza trucos en un enorme país que tiende al apocalípsis, a la soledad, donde se deambula por lugares que el tiempo y la erosión agotan como ferias deterioradas y puebluchos en decadencia. Skinner anhelando emociones y los poderes que tenía como vampiro, mientras todo lo que le rodea intenta seguir adelante sin él. Mientras tanto, el resto del elenco tendrá que lidiar con nuevas amenazas mientras un antiguo Mal resurge y comienza a acumular suficiente poder para sumergir este-mundo-agotado en una oscuridad aún mayor.

Lo he dicho en más de una ocasión. Es terriblemente chulo como se nota el aire, el ambiente y la mano de Stephen King en American Vampire. No sé como lo hace, si su sola presencia basta o solo son sus consejos argumentales, pero el guión de American Vampire huele mucho a él. Una influencia que parece haber sido absorbida por los autores de la obra principal. Un cómic que siempre diré que podría ser una continuación u off-topic perfecto del libro de King, la genial The Stand (Apocalípsis). Tiene ese poderoso ambiente de desgracia en lo que nos espera en cuanto el mundo comienza a irse a pique.

Se siente mucho en American Vampire la presencia del Rey del Terror.

Por otro lado, con la posible excepción de Batman, no hay ningún personaje que Snyder haya creado que tenga una comprensión más firme que la voz que tiene Skinner Sweet. Incluso fuera de la visión del vampiro eterno y original que busca “entretenimiento” por el mundo, en 1976, en principio, dicho personaje anda más en un segundo plano. Pero cuando toca, Snyder lo lleva a un salto en el tiempo narrativo que justifica esa espera en el backstage y queda genial. Si bien se siente como el comienzo de una nueva historia, este es un volumen que recompensa a los lectores que estén actualizados en el título. Hay suficiente exposición para refrescar la memoria con aventuras pasadas. Insisto en que lectores que nunca antes hayan leído un número de American Vampire pueden sentirse un poco perdidos. Snyder entreteje las tramas para hacer que los paralelismos se sientan casi en cada página.

Albuquerque se desliza de manera similar para traer de vuelta el mundo de American Vampire sin problemas, junto al colorista Dave McCaig. Desde carnavales sórdidos en el suroeste hasta una cruda visión de la ciudad de Nueva York en medio de un crimen desenfrenado y discotecas repletas de gente que vive como si fuera su último día. American Vampire 1976 pisa el acelerador a fondo desde sus primeras páginas, regresando con suficiente sangre y furia para que la espera -en la que andábamos mucho- valga la pena. Esplende como Snyder y Albuquerque claramente se divierten con esta obra.