Reseña: Stranger Things. Chicos Zombis, de Greg Pak y Valeria Favoccia

Uno de los puntos fuertes del fenómeno Stranger Things es, que aunque se supone que es una serie de TV para jóvenes, en realidad, no lo es. No está dirigido a ellos, especialmente, y como resultado es una serie de aventuras mucho más intensa de lo que cabría esperar y con un Terror que vendido de otro modo, quizás nunca lo hubiésemos disfrutado tan abiertamente. A simple vista, si analizas la serie, es todo un tributo a niños que desobedecen a sus padres, se quedaban despiertos hasta tarde y sueltan más de una palabrota por conversación. En otra época, no me cabe duda que las censuras se la hubieran comido con papas. Pero como no estamos en «otras épocas”, y mientras siga en alza (que sigue hasta que nos llegue la cuarta temporada), sólo nos queda disfrutar. En casa, somos súper fans. Os puedo decir que a falta de más leña, y como si de un ritual se tratase, cada verano devoramos todas las temporadas nuevamente. Y nos seguimos pillando, de vez en cuando, algo de merchandising o leemos cómics e historias alternativas para quitarnos el «mono»; siempre muy pendiente de Norma Editorial, que ya ha traído tres cómics que hacen referencia a la saga: El Otro Lado, Seis y ahora esta novedad súper chula y homenaje a mi subgénero favorito del Terror como son los zombies.

Stranger Things: Chicos Zombis es el primer cómic original de la serie destinado claramente a un público más joven. Pero, ¿significa esto que pierde fuerza? Es primavera en la normalmente tranquila población de Hawkins. Mike, Lucas, Dustin y Will todavía están lidiando con los traumáticos encuentros pasados contra el Demogorgon y El Mundo del Revés. Es un momento difícil y a medida que aumentan las tensiones y comienzan a formarse fracturas en el grupo, un niño nuevo aparece en el club de audiovisuales con una videocámara Betamax. El nuevo aspirante a Spielberg, se llama Joey Kim, y viene dispuesto a hacer una película de zombies basada en los dibujos de Will. Y en el proceso, añadir todos los horrores a los que se han enfrentado.

Cómic que parte de la cabeza del autor superventas Greg Pak (Mech Cadet Yu, El increíble Hulk, Star Wars: Age of Rebellion) y dibujado por Valeria Favoccia (Assassin’s Creed: Reflections, Doctor Who: Décimo Doctor). En Stranger Things: Chicos Zombis, Pak consigue muy pronto que la trama se sienta como una trama original de la serie de TV. El guionista usa la presunción de inocencia e intrascendente de los chicos en sus comienzos (Stranger Things: Chicos Zombis se situaría entre las temporadas 1 y 2), y los mete de lleno a realizar una película de zombies. Sobre todo, para contarnos una historia sobre cómo el cine (u otras formas de arte) pueden ofrecer una forma catártica de procesar eventos importantes en nuestras vidas. Aquí el trauma de Will Byers después de “sus vacaciones” en el Mundo del Revés, está muy presente. Está molón que su lucha para hacer frente a su experiencia, aquí ya se cuente, presagiando aún más lo que sucederá en la segunda temporada de la serie. Además de recordarnos que el camino a la recuperación no será algo fácil. Y ante la no llegada aún de Max, Pak le da a la madre de Will, Joyce, una gran presencia en esta trama, donde continúa preocupándose por el estado mental de su hijo y se comunica con el Dr. Owens, quien le asegura a ella (y al lector), que los bocetos de zombies de Will son normales (aunque violentos). Y gusta ver, por ejemplo, que la madre de Dustin, Claudia, también tiene su propia historia… Lucas pasa mucho tiempo a solas con el chico nuevo, Joey Kim, quien, como lo indica su apellido, es coreano.

Gusta ver una buena diversidad étnica en Hawkins, y que Lucas tenga a alguien más que le entienda. Todos los demás asumen que puedes ser esa persona de color protagonista de una película, pocas veces vista, incluso recordandole a Joey de manera divertida que no quiere que lo maten, como suele pasar en las pelis de este tipo. Obviamente, hay mucho metahumor aquí. Está muy presente el debate recurrente sobre si La Noche de los Muertos Vivientes, la película de zombis original de George A. Romero, contribuyó al problema de que los negros siempre son los primeros o los últimos en (des)aparecer en las películas de Terror.

Stranger Things: Chicos Zombis gusta, y gusta por que es un cómic entretenido y rezuma como la serie de TV a homenajes de éxitos de taquilla de los 70s u 80s como Tiburón, Gremlins, El Amanecer de los Muertos, o en este caso, también tiene bastante de Indiana Jones y el Templo Maldito. Por lo que un buen rato de lectura da.

Para fans, indispensable.

Reseña: Djinn Integral 1 (Ciclo Otomano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Nadie podrá negar nunca la belleza que existía en las féminas del harén en la Turquía de principios del siglo XX. Un cómic donde poder comprobarlo es esta maravilla llamada Djinn, la obra de Dufaux y Miralles que nos traslada de todas-todas a la Constantinopla de entonces, una ciudad magnífica, ambientada genialmente para esta historia. Rápidamente nos sumergimos en una intriga de atmósfera mágica y cautivadora pero no solo eso, también nos permite descubrir una Estambul fascinante en el corazón de una sensualidad oriental. Me gusta y sigo al guionista Jean Dufaux, a quien considero uno de los mejores por lo bien que se documenta para sus obras. Se percibe que existe preocupación por el realismo, sus personajes son intransigentes con ese buen toque de libertinaje típico de cada época. No obstante, aunque mola que Dufaux firme el Prefacio en cada álbum de Djinn, a veces, revela demasiado sobre la historia. Por lo que aconsejo desde aquí, y cuando tengáis esta maravilla entre manos, ser leído después. Es decir, como epílogo de cada álbum. Aunque lo que importa es que por fin llega la esperada edición integral de Djinn, el sensual relato de Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) que aúna fuerzas con la española Ana Miralles y que Norma Editorial recopila en un magnífico integral en tapa dura para deleite del aficionado. Donde Kim Nelson sigue los pasos de su abuela Jade, a quien no conocía, pero poco empieza a descubrir que el destino de dos mujeres excepcionales tenderán a reencontrarse. Y nos mantendrá en vilo, pues existe un vínculo muy, muy especial que las unirá.

Un cómic que sin duda engancha por sus portadas, pero bueno sí, vale, lo admito, unos buenos y sensuales lienzos no deben ser suficientes para comprar un cómic. ¿O sí? Tras leer los dos primeros álbumes (La Favorita, Las 30 Campanillas) de cuatro que alcanza este integral, os puedo decir que os vais a enganchar a esa “búsqueda” y vais a quedar atrapados con la trama tan erótica-sensual y agradable propuesta. Me gustó el lado ligeramente erótico de viñetas de fuerte tensión sexual no resuelta que aparecen. Más un dibujo original e influyente de forma espectacular. Y su mezcla con pasajes de la Historia no necesariamente abordados con mucha frecuencia es, en mi opinión, también muy acertado y preciso. Una narración también de calidad, diálogos ágiles y una trama a través de la cual damos saltos al pasado con una intriga permanente. Se crea una obra cautivadora y que puede ser de todo, menos lineal. Además, la incorporación de un toque de fantasía encaja con el marco y la narrativa, y se convierte en guinda para un pastel súper apetecible de degustar.

Me comentaron que Djinn es una serie de bastantes álbumes que se encuadra por ciclos. Del primer ciclo se dice que es ligero y con escenarios menos exigentes. El segundo, por lo visto, donde nos vamos a África y dicen que entonces la serie alcanza cotas maravillosas en cuanto a ambiente, volviéndose cautivadora, incluso asfixiante, de lo real que es. Pero en lo que concuerda todo el mundo  es que el escenario general de la serie, su credibilidad o la búsqueda de la joven, no es otra cosa que un potente film o serie de intriga de las buenas. Y aunque podamos sentir un poco distantes los personajes, si conoces a Dufaux de obras anteriores, sabes y esperas que lo fantástico aparezca de un momento a otro. La expectativa está ahí siempre. Y cuando apareció, debo decir que me encantó. Con ese preciosista dibujo de Ana Miralles que despierta admiración por todo lo alto ya que seres mágicos y cuerpos están perfectamente dominados. (Aviso: si eres sensible a los cuerpos femeninos bellamente dibujados, no deberías estar preguntándote por mucho tiempo, si comprar este titulo o no. Sabes que sí).

Después de oír, casi saber, que nos espera una África peligrosa y abrasadora, un universo completamente diferente que se explora para deleite de lectores con sus preocupantes hechiceros rodeados de magia negra y la belleza accidentada de un paisaje eterno; de un ciclo más que por lo visto transcurre en las Indias, otro edén cautivador y sensual donde nuestro Djinn tendrá que educar el sexo de la futura esposa de un Maharajá para controlarlo con fines puramente políticos en un contexto de colonización anglicana… Djinn se ha vuelto una de las obras de la BD que más deseo leer por completo. Sabiendo además que Djinn finalmente terminó n el volumen #13, casi quince años después del comienzo de la aventura, es una obra que quiero al completo sí o sí en mi estantería. A lo que dura la risa de un loco, un orgasmo extenuado o un chasquido de Djinn…

Un apasionado relato en el que los más oscuros deseos del ser humano son liberados. Mente, cuerpo y alma mostrados en una trama por desenmarañar que cautivará a todo aquel que se exponga libremente.

Reseña: La Mazmorra. Integral 1, de Joann Sfar, Lewis Trondheim y Boulet

Conocí a Joan Sfar en Vampir, y cuando me enteré que tenía una obra magna y que encima estaba en español, hice todo lo posible por conseguir/leerlo. De esto no hace mucho y para mi alegría, esta búsqueda coincidió con encontrar un tesoro a espuertas, luz al final del túnel, al descubrir que Norma Editorial recién acababa de publicar un integral de dicho tesoro como es La Mazmorra. Una gran serie originalmente imaginada por Joann Sfar y Lewis Trondheim, un enorme cúmulo de historias, un lugar de terror, tesoros, hechizos malignos, poder, gestión, monstruos de todo tipo, guerreros famosos; un sitio donde encontrar buenos momentos de “relajación” y aventura y carne fresca. El corazón de un universo expansionista que dentro de la BD llena hoy en día estanterías con sus más de treinta álbumes en los últimos años. De seguro, uno de los mayores éxitos del cómic europeo que, por supuesto, no nos íbamos a perder en Desde New York – Crónicas Literarias.

Sfar y Trondheim han cohesionado un universo propio de la mejor literatura fantástica. Una ambientación muy digna, rolera, un buen adjetivo que viene a la mente cuando se habla de esta serie y sus personajes. Un cómic donde el pato Herbert y el dragón Marvin están en el centro de divertidas aventuras, siempre rodeados de eternos pero no imprescindibles secundarios. Aquí es donde puedes ingresar al universo de La Mazmorra: si queréis, una caricatura del universo heroico-fantástico, que rápidamente se está convirtiendo en referente del género. Dichos autores -bajo el pretexto de distraer y hacer reír-, han construido en La Mazmorra una serie inteligente a partir de imágenes y estereotipos vinculados al género. ¡Y muy disfrutable a cualquier edad!

Fue en 1998 cuando ambos autores dieron vida a La Mazmorra, una saga, una serie de álbumes con los que vais a alucinar a poco que os guste la Fantasía en todas sus facetas. Norma Editorial reúne en esta colección de integrales la totalidad de esta serie, ya de culto, que supuso un antes y un después en el cómic franco-belga. Una edición definitiva y supervisada por sus propios autores que permitirá descubrir a los lectores de manera inmejorable una de las obras maestras del género. La famosa serie de fantasía humorística surgida de una poderosa imaginación común que vuelve ahora en este tenebroso 2020 con fuerza a nuestro país en un genial formato en tapa dura, indispensable se mire por donde se mire. Si no sabías nada o si te habías escapado de los treinta y siete álbumes anteriores, ya me diréis si no es una grandísima oportunidad ahora para poder haceros con este formato-compendio de un universo tan rico como hilarante.

Si es cierto, que esta serie, si entrabas tarde, te mareaba por su enorme material. Por ello, insisto, en que este integral con su índice por sagas o conjunto de aventuras es maravilloso. Una multitud de seres que gravitan y se cruzan alrededor de cuatro torres oscuras, la más alta de las cuales se puede ver a días de camino. Un lugar donde enfrentarte a tantos monstruos como puedas matar, es sin duda un paraíso para los aventureros, esos que buscan gloria y recompensas voluptuosas en objetos mágicos escondidos; siempre que cuesten encontrarlos en los dungeons maléficos y generosos en curvas y pasillos, claro. Un comienzo de fanfarria… ¡y al lío! Y entonces quedarás atrapado rápidamente en este universo adictivo, del que no pretendo revelar mucho, por culpa de sus maravillosas y variadas aventuras.

Una serie que en la primera década del nuevo siglo, su avalancha de álbumes rozó el delirio superando el millón de copias vendidas. Alcanzando el número récord de 34 álbumes lanzados, incluido un Bonus Dungeon que entregaba las claves del universo y un juego de rol ya para entusiastas totales. Lo dicho, la mejor serie “dungeonera” para mí. Historias increíbles, frescas y llenas de humor. El que me conoce sabe de mi gusto del humor mezclado con la Fantasía al más puro estilo Groo El Errante, del gran Sergio Aragonés. Pero en este caso, personajes excelentes como Marvin, el matón cuya fe le prohíbe golpear a quienes lo insultan… jajaj. De diseño muy acorde gracias a los lápices de Boulet, La Mazmorra encuentra equilibrio entre aventura y humor absurdo, sin que se convierta en parodia.

Realmente imprescindible.

Me he enamorado.

Un flechazo.

Mi cómic favorito del momento.

Reseña: El Buscón de las Indias, de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido

Siempre que llega la noticia a los medios que Juanjo Guarnido saca nuevo cómic, algo retumba en Twitter pero también dentro de mí. Me tenéis que perdonar, pero soy uno de esos súper fans de Blacksad que quiere más y más de algo que no llega. Puedo decir abiertamente que para mí, el granadino Juanjo Guarnido es el mejor ilustrador nacional actualmente. No obstante, este pedazo de artista, ilustrador de la multipremiada Blacksad, esta vez NO TRAE más del genial investigador gatuno, sino que se une a otro grande del cómic europeo como es el guionista Alain Ayroles (Garulfo, De Capa y Colmillos) para brindarnos una obra muy interesante. La idea es bella como la vida misma pero, ¿una continuación de El Buscón, de Quevedo? ¿Un homenaje a una de las cumbres de la literatura en lengua castellana? Así se anunciaba, pero ya os digo que han conseguido ir más allá.

El Buscón de las Indias es una obra que fue súper ventas nada más salir. Tanto que, en mi lugar, y hace años que no me pasaba, no pude adquirir un cómic por estar súper agotado en todos sitios a los que fui. No sé si el confinamiento hizo que se vendiera más para ser disfrutado con tranquilidad, o algo así, pero el caso es que hasta ahora no pude adquirirlo. ¿Valió la pena la espera? La canción dice que sí. Ya está fuera una nueva edición de esta maravilla, donde esperaba sorprenderme y me sorprendieron. Juanjo Guarnido es uno de los mejores, si no el mejor, y se nota. Los personajes son expresivos, los bosques frondosos, las cárceles oscuras y húmedas, los palacios majestuosos; Guarnido sabe hacer de todo y de forma magistral con su paleta de colores. Su línea es fluida, redonda y generosa. Por cierto, me alegró ver que se maneja de perlas en un universo tan alejado del thriller negro que propone Blacksad. El tío es un genio, sus decorados son variados y están llenos de detalles en un grado que rara vez se ve. Todos las viñetas tienen algo que deleita y provoca que te pares a disfrutarlas. A eso se suma una edición de gran formato que mejora la experiencia de visualización como es la elaborada por la siempre recomendable Norma Editorial.

La historia se divide en tres capítulos. La primera (Donde Pablos cuenta al aguacil el relato de su vida) es la más larga, cubre hasta la mitad del álbum y relata la llegada de Pablos a “las Indias” y su búsqueda de El Dorado. El segundo (Donde descubrimos lo que el alguacil dice al corregidor y lo que este dice a otros), tras un rebote muy bien traído, arroja nueva luz sobre los hechos de la primera parte. Finalmente, el tercer capítulo (Que trata sobre aquello que verá quien lea las palabras y mire las imágenes) proporciona algunas adiciones y se concluye el álbum con un Epílogo de una manera que ni siquiera los más exigentes verán venir. Pero (para los cándidos), ¿quién es don Pablos de Segovia? Pues Pablos es un pícaro, un villano tan inteligente como un simio con hambre, pero también  un tío tremendamente creativo. Un mendigo de cuya condición intenta librarse por todos los medios posibles, incluso cuando sus acciones sean abyectas, y eso que una cierta nobleza emerge de él. Un personaje que intenté por todos los medios que me gustara (me suelen gustar los malos-malutos) pero no sé si está hecho adrede, que no me cayó bien. Un personaje que por lo menos al principio miré con recelo, sin embargo, sirvió para que me fijara más en la genial aventura que tenía delante de mí. Me apegué a ella, a su colorido universo, como si de verdad estuviera allí. Alain Ayrolles consigue una narración, un viaje y una galería de personajes tan variada como interesante.

Y cuando llega el segundo capítulo estás inmerso en un ritmo de guión alucinante. Tras una introducción algo larga, la verdad, a mitad del tomo es cuando la historia se vuelve fascinante y se lee con avidez. Y eso que gracias a lo bien que lo estaba pasando, me encontré leyendo ciertos pasajes del segundo capítulo en paralelo con el primero, para verificar ciertos elementos y detalles. ¿Y la tercera parte? Después de haber conocido a un detestable y diablo don Pablos y haber tomado la medida de su valor, me topé con una genial ficción como cierre, muy cercana a la obra de Molière, la cual gozaba de sentido cómico y situaciones disparatadas para contarte una trama que fue o pudo ser bastante seria, en realidad.

Impaciencia, miedo, placer y luego entusiasmo encontraréis en El Buscón de las Indias. Una obra en tres partes con ilustraciones que son lienzos, un tríptico hecho para experimentar emociones fuertes. ¿Cómic del año? Para mí, uno de los candidatos, sin duda. Obviamente, un álbum esencial para cualquier amante del noveno arte que se precie. Un hito, un inmenso placer leerlo.

Reseña: Un Mundo Maravilloso, de Inio Asano

No es mi primera vez con él, pero puedo decir desde ya que Un Mundo Maravilloso es la primera gran obra de Inio Asano. Autor que basa sus mangas en la psicología de los personajes, que opta por ambientar sus historias en tiempos modernos sin casi ningún elemento fantástico, etc, etc. Y es curioso que yo diga esto. Yo. Amante y defensor, por encima de todo, de los tres grandes géneros de la literatura fantástica; pero de un modo extraño Asano me ha hecho amar un poco más el realismo, un lugar donde el lector es puesto a prueba por una poderosa y pura empatía. Pues sumergirse en uno de los personajes de las obras de Asano significa quizás mirar dentro de uno mismo, que a menudo es exactamente lo contrario de lo que la industria del entretenimiento busca.

Un Mundo Maravilloso no tiene una trama lineal. Cada capítulo del manga es un episodio de la vida real, esas anécdotas que a menudo no guardan relación entre sí pero que son la vida misma. Tanto es así que ni siquiera hay un personaje principal. El tema principal, según su título, es el Mundo, la realidad, la rutina que todos vivimos en ciertos momentos, un día tras otro: riñas familiares, bullying, problemas en el trabajo o en la escuela, insatisfacción, crisis sentimental y existencial. Básicamente, una antología sobre la vida.

Asano se lanza en esta obra con lo que a todos ojos es un arduo trabajo difícil de lograr. El manga consta de diecinueve capítulos; cada capítulo puede considerarse un manga diferente, con diferentes personajes y entornos, y con mensajes diferentes. Pensad que visto así, muestra o te da una idea de lo difícil que puede ser crear algo así. De lo fácil que es caer en la banalidad de las historias y, como resultado, tener personajes poco desarrollados psicológicamente. Sin embargo, Asano tiene éxito en el esfuerzo, estructurando sabiamente el trabajo y demostrando ser un gran autor de primera linea. Y pese al costumbrismo, el manga te atrapa de una forma inusitada a pocas páginas de leerlo.

Los primeros diecisiete capítulos son totalmente funcionales para los dos últimos, que representan el verdadero corazón de Un Mundo Maravilloso. Asano llama a cada capítulo Programa, aprovechando el doble sentido del mismo: primero está la sensación de desorientación que provoca el paso de un capítulo a otro, la velocidad con la que cambian las personas y lugares, todo comparado con la velocidad que pasa la televisión de un “Programa” a otro… Si analizas cada una de las historias, percibes que Asano quiere que los lectores pasen por un cierto camino de crecimiento. Huidiza: tomar decisiones basadas en el juicio de los demás, conlleva ser infeliz. Una ciudad con muchas cuestas: tener amigos lleva a una persona a hablar/pensar con menos frecuencia de la muerte. El oso del bosque: la vida suele ser dolorosa, pero también tiene sus momentos de felicidad. Wonder Girl: lo que importa no es dónde vive una persona, sino cómo vive. Sunday People: ser padre o madre, tener un hijo o hija, es una gran fuente de felicidad. Mini Grammer: enamorado puedes ser feliz en la búsqueda incierta y solitaria de la persona adecuada…

Y así hasta diecinueve historias que hablan de nosotros mismos, tu familia o el vecino. La elección de crear una historia coral es maravillosa si está conseguida y en el mundo del manga me atrevería a decir que se ven poquísimas. Mas, lo que propone Inio Asano en este caso, es perfectamente funcional. Los personajes son diferentes cada vez, atados entre sí solo porque viven en la misma ciudad y por compartir el mismo objetivo: encontrar la Felicidad. Asano utiliza esta coralidad no solo para pronunciar dichos, sino que intenta que el lector adquiera una conciencia colectiva a través de la empatía que se experimenta con las distintas historias.

Saber que no eres el único que sufre por un problema en particular, o que hay personas que día a día luchan por salir de situaciones difíciles, te da la fuerza para vivir y también da sentido del deber para los que lo están intentando pero sin éxito. El perdido, el lunático y el renacido. Un Mundo Maravilloso es un manga digno de estudio. Bien llevada al cine, ganadora de Óscars, os lo puedo asegurar.

Reseña: Rick y Morty vs. Dungeons & Dragons. de Patrick Rothfuss, Jim Zub, Little e Ito

Muy a favor siempre de estas propuestas de un escritor de renombre del fantástico haciendo el guión de un cómic. Además, Fantasía. Además, una gran ambientación rolera y fantástica como es el mundo de Dungeons & Dragons. Y es curioso por que yo, que aún no me he puesto (¡¡Válgame el Señor!!) a ver la serie de TV de Rick & Morty, este cómic que recién edita Norma Editorial me ha hecho descubrir que molan cantidad. Y es que en este caso, el señor Patrick Routhfuss (El Nombre del Viento, El Temor un Hombre Sabio… y a saber si termina algún día la saga) ha hecho una gran comedia con el mundo de Fantasía, uno de los que tienen más lore de todos los que existen. Incluso me atrevería a decir que para los fans de D&D que aún no sepan nada sobre esta aventura totalmente inusual de Dungeons & Dragons, puedo prometer que será diferente a cualquier otro cómic basado en este mundo.

En Rick & Morty vs. Dungeons & Dragons, primero está la historia en sí, que no estropearé aquí. Ya conocéis mi odio a esas reseñas que son poco más que una recapitulación paso a paso de la historia. El equipo de redacción por sí solo debería ser suficiente para que los lectores de novelas y cómics se interesen por este cómic. Es una genial colaboración entre Patrick Rothfuss y Jim Zub; guionista de cómics, ilustrador e instructor de arte canadiense conocido por crear cómics para Image como Skullkickers (2010), Wayward (2014) y Glitterbomb (2016); y para Marvel trabajó en las series Thunderbolts (2016), Uncanny Avengers (2017), Avengers: No Surrender (2018) y Champions (2018). Pero muchos de nosotros ya conocíamos a Jim Zub por su trabajo en la serie resucitada hace poco de Conan the Barbarian. En cuanto a Rothfuss, si eres un buen fan de la fantasía literaria, debes estar familiarizado con su obra. La que ya he comentado antes. Entonces, imaginaros si de esto no saldría un cómic, bueno como mínimo…

Sin estropear mucho la trama, Rick, Morty y el resto de la familia son arrojados al mundo de D&D, y es todo lo que cualquier chaval que haya lanzado un dado de 20 caras esperó siempre que le sucediera realmente alguna vez. A partir de aquí, obviamente, las referencias a los juegos de rol y sus aventuras están en todas y cada una de las páginas. Hay bastante D&D incluida en cada escena, algunas más oscuras que otras y cuando terminas el cómic, raro es que no te pongas a repasarlo o leerlo de principio a fin otra vez. Más que nada, por si te has perdido alguna referencia. Es más, ya te digo que con una primera lectura, te la has perdido, seguro. Entonces, la sonrisa sale fácil y gustan los cameos de personajes con antorchas en calabozos particularmente entrañables. Si estáis actualmente en la comunidad D&D, o tenéis edad suficiente para recordar la serie de televisión de dibujos animados Dragones y Mazmorras, vais a disfrutar de lo lindo. Descubriréis “invitados” que os sorprenderán gratamente.

Si bien las referencias al juego de rol y sus tradiciones son suficientes para llevar la historia, por otra parte, la trama principal engancha (Morty ve a una chica mona jugando a Dungeons & Dragons en el instituto, y le pide a Rick que le enseñe a jugar y descubre así que su abuelo es un jugador veterano; antes de darse cuenta, que toda la familia está metida ya en una campaña… jajaj). Y Jerry brilla aquí, para gran frustración de Rick. Y es que Rick también conoce a su pareja en la persona de un Dungeons Master invitado que… Bueno, lo dejo, no quiero estropearlo.

Creo que cuanto más tiempo lleves jugando al rol, más disfrutarás de esta obra y sus referencias. Si no, como mínimo vas a despertar nuevamente esa curiosidad, esa que te reconcome desde hace tiempo. El saber, el querer saber, y es que por mi parte siempre disfruto de cualquier frikerio relacionado con D&D. Me lleva a rememorar aquellos años con amigos en los que pasar un fin de semana todos en la habitación del DM, sentados a una mesa, papel, lápiz, dados pero perdidos “realmente” en las catacumbas de una montaña maldita, en busca de un tesoro prohibido e intentando no morir ante el ataque mágico de seres inmundos; rememorar una de las mejores épocas de mi vida.

Fomentando la imaginación, para todo lo que vendría después.

Reseña: Corto Maltés. Las Célticas, de Hugo Pratt

Hay obras que se recomiendan solas. Grandes títulos con un famoso nombre detrás, series incluso, donde sólo con que te suene el nombre del protagonista o el autor, ya sabes que un mínimo/alto de calidad posee. No obstante, dentro de estos, y si son largas colecciones, suele haber títulos y títulos. Y es normal. Tanto abusar del don, a Hugo Pratt algunas aventuras de Corto Maltés le salieron bien y otras… sublimes.

Las Célticas, es el ejemplo.

El taciturno y solitario maltés creado por Hugo Pratt en 1967 se ha convertido en una figura emblemática del noveno arte, pero nunca he podido apegarme del todo a su extensa colección. Sin embargo, siguiendo el ritmo de reedición/rescate/publicación que Norma Editorial hace con esta maravilla de cómic; uno si que puede ir degustando poco a poco (como se ha de consumir lo mejor de lo mejor) esta brillante serie, de brillante personaje. Su condición de indefinible marinero-aventurero hace que el personaje sea difícil de precisar, misterioso y ambiguo, y todos los personajes que se mueven a su alrededor también son turbios, con motivos inciertos y eso me encanta. Sus aventuras transcurren a principios del siglo XX en lugares llenos de exotismo con olores muy diversos, en una época en la que la geopolítica era cosmopolita, y donde el lector puede familiarizarse con la aventura en apenas tres viñetas. En Las Célticas encontramos una serie de historias donde Corto Maltés recorrerá la Europa de la Gran Guerra, desde la deslumbrante Venecia hasta Dublín, pasando por el norte de Francia, donde se cruzará con el mismísimo Barón Rojo. Pero la magia está en una de ellas, la que trata los mitos celtas y…, ¡pero qué historia! (El Sueño de una Mañana de Invierno), donde Oberon, el Rey de los Elfos, trata de convencer a Merlín, Morgana y Puick para evitar que los sajones invadan Inglaterra una vez más…

Hugo Pratt quiso hablar sobre la Primera Guerra Mundial, la cultura celta, y divertirse poniendo a su personaje favorito en medio de intrigas que lo dejan indiferente, donde lo único que le interesa, además de salvar su pellejo, son el buen oro y las chicas de buen ver. Y encuentra a una mujer que quiere lo mismo, salir adelante, con la sangre de Corto en sus manos si es necesario…

… y aquí es donde los Tintín, Astérix, Lucky Luke, Spirou y otras joyitas de la BD, se quedan bastante inferiores respecto a Corto Maltés: aquí las mujeres son reales, los temas abordados son mucho más profundos, la muerte, los viajes, el sentido de la vida (si tiene uno), la guerra y el destino. Los diálogos no tienen nada en común, suelen estar dispersos en los detalles como casi cualquier conversación que tenemos día a día con quién nos cruzamos. Se aporta una poesía rara, una finura extrema, reforzada por los rasgos hermosos y sencillos de los personajes, sus ojos almendrados y el elegante corte de la ropa de Corto. Tiene un pendiente, la ropa más chula, siempre tiene la última palabra, saca las mejores válvulas y le importan un carajo los honores militares o el orgullo de las naciones. ¿Se puede pedir más? No tiene necesidad de colores, la vida es suficiente.

No entré muy bien en la historia que habla de la batalla de Caporetto en octubre de 1917 (Bajo la Bandera de Oro), donde tratan de hacerse con el tesoro del rey de Montenegro, pero las otras historias me tocaron mucho el alma. La balada irlandesa en particular, donde cada personaje está lleno de matices, muy al estilo de Érase una vez la Revolución, de Sergio Leone; la denominada Concierto en O´menor para Arpa y Nitroglicerina. Ya sólo el titulo… La historia del Barón Rojo también es divertida, un pequeño aviador que solo hacía su trabajo para complacer a su país y a su madre. Una cosa que me encanta, es ver como Hugo Pratt se divierte poniendo a Corto Maltés en ciertos momentos puntuales de la historia. Lo suelta y lo deja ir de una página a otra, burlándose de los molestos, los orgullosos y los tontos, siempre dispuesto matar y morir por orden de sus superiores. Y eso, ¿por qué exactamente? ¿Por qué morir por los ideales de otros, de convenidas naciones? Toda la razón del mundo.

En definitiva, Las Célticas aporta seis espléndidas aventuras donde Corto revisita y revitaliza los mitos celtas. Les da una nueva sustancia sin distorsionar, y los ubica en el período de la Primera Guerra Mundial.

Un volumen que es un gustazo.

Reseña: Saint-Exupéry, de P.-R. Saint-Dizier y Cedric Fernandez

Una buena base para el cómic europeo es, que trate un tema curioso, con su dote de misterio y si de paso hay personajes ilustres de por medio y, para colmo, está bien resuelto; en fin, juntar los mejores ingredientes para que la tarta salga deliciosa, tenga la forma que tenga. En Norma Editorial, donde podemos encontrar desde hace décadas joyitas de la BD, ha visto la luz Saint-Exupéry. Un cómic que bien podría ser clasificado de documental pues en su mayor parte trata sobre L´Aéropostale desde su origen. Descubrimos así, a todos los pilotos que construyeron su leyenda, a riesgo de sus vidas en el desarrollo de ésta en el África occidental. Gente como Mermoz, Guillaumet, Négrin, Jalladieu… Pero, sobre todo, Saint-Exupéry, al que muchos de vosotros le ponéis cara (o al meno, nombre), por ser el creador de unos libros más universales de nuestra literatura.

Saint-Exupéry recoge los tres primeros álbumes (El Señor de las Dunas, El Compañero del Viento y El Reino de las Estrellas) de esta serie en curso en el país vecino, y cubre los años desde 1926 a 1929, donde se nos lleva junto a Saint-Exupéry a la época en que transportaba correo entre Toulouse y Senegal. Especialmente, sus dieciocho meses en Cap Juby, tiempo en el que se pretendía mejorar las relaciones de la compañía con las tribus disidentes y los españoles. Los autores Saint-Dizier y Cedric Fernandez recrean magníficamente esa atmósfera sahariana y ese largo aislamiento que forjará el carácter del futuro escritor; por que fue allí, en este remoto rincón del Sahara español, una zona árida delimitada por Marruecos, Argelia y Mauritania, que en contacto con las tribus moriscas, el joven piloto se inspira para empezar a escribir a conciencia. Es en este desierto, por ejemplo, donde las musas le incitan a escribir su novela llamada Courrier Sud (Correo del Sur), que se publicaría en 1928. Un lugar en la soledad peligrosa, donde toparse con una experiencia personal y el significado universal de las cosas, un paraje desértico y favorable para la meditación.

Quizás algunos hayáis pensado que tal vez Saint-Exupéry pueda ser un cómic demasiado zen, y sinceramente, en cierto momento, lo es. Y si no eres amante de la escritura o, mejor dicho, de todo lo que rodea al arte de escribir y cómo se dan los hechos para que esto suceda; tal vez dudes en hacerte con el volumen. Sin embargo, esto lo sabéis ahora por que os lo he contado yo, por que lo que se percibe en realidad cuando llegáis de nuevas, son todos esos sentimientos en la mirada del personaje o en sus pensamientos hacia la idea de querer escribir su libro. Un cómic donde las ilustraciones de Fernandez sí es cierto que son muy «medianitas». Malas para nada, pero es que a lo que nos encanta la BD, quizás estamos muy mal acostumbrados a ilustraciones que cada viñeta sean casi un lienzo. No obstante, hay que decir que aun así, en Saint-Exupéry podréis encontrar bellas imágenes y, en ocasiones, algunos paisajes bien recreados y de notable calidad.

Un cómic que nació y fue patrocinado gracias a la Fundación Saint-Exupéry, para que P.-R. Saint-Dizier y C. Fernandez convirtieran al mundo del noveno arte, la carrera del autor de El Principito como piloto postal, escritor y periodista. Y como le iban llegando la inspiración para escribir sus primeras novelas y la historia que lo haría mundialmente famoso.

Un cómic bien documentado histórica y técnicamente, que desprende un laborioso trabajo de documentación detrás. Para mí, una hermosa pieza, editado en papel de enorme calidad, en color, un poco de una biografía donde de lo bien diseñado que está confundirás fantasía y realidad y con un ritmo benévolo. Como se dice ahora, un buen té de menta para disfrutar en la madrugada imaginando ese desierto para personas que, como un humilde servidor, son sensibles al mundo de Saint-Exupéry, a su vida, a su escritos y a la extraordinaria aventura que fue vivir y trabajar cada día para L´Aéropostale.

Ahora queda un deseo: releer las novelas de este maestro escritor desaparecido en extrañas circunstancias.

Reseña: Bad Girls, de Alex de Campi y Víctor Santos

Una buena novela gráfica tenía ganas de leer. Y buscando y buscando, tenía dos opciones: en primer lugar mis flechas apuntaban a un título que no pude conseguir en su día por estar agotado doquiera que fuera (más adelante lo conseguiré, no lo dudéis); y en segundo, un compi que tengo que actualmente reside en Queens, me habló muy bien hace poco de Bad Girls. Ah, y de cómo, viviendo donde vivía, la había pasado por alto aún. Pues sí friends, toda la razón. Y aunque soy muy de aconsejar que sigáis siempre-siempre vuestras intuiciones, es cierto que un porcentaje muy alto (debe estar escrito en algún sitio), alega que también hay que seguir las recomendaciones que os hacen vuestros amigos. Más bien, aquellos con quién compartís el gusto por leer.

Resultando que, me he topado con una novela gráfica maravillosa en historia y con dibujo deslumbrante. De colores crudos y visualmente impactante. Un script seguido de una máxima en principio básica dentro de las tramas de acción, pero que ha resultado ser una genialidad: tres mujeres tienen doce horas para salir de Cuba con seis millones de dólares en la noche de Nochevieja de 1958… Eso es Bad Girls. Una historia que evoca muy bien aquella vitalidad que tuvo La Habana en los 50s del pasado siglo. En Bad Girls vais a encontrar un activo thriller que sigue a un grupo de personas inquietas que bien podrían transitar un salón de jazz… Intentando escapar de un club nocturno el día de Año Nuevo de 1958. La misma noche en que el dictador cubano Fulgencio Batista renunció y Castro tomó el poder.

Carole, dirigente de la mafia de a pie, es el dueño del punto caliente llamado El Edén. Esa noche, cuando llega al club, descubre un enfrentamiento tenso con un intercambio de dinero sucio de por medio… Eso por un lado, por que por otro, entre diversos tejemanejes, se van sucediendo hechos entre los que destaca el rescatar a su amiga Taffy, una de las bailarinas, de su esposo malhumorado. Pero las cosas se van complicando con el paso de las horas, y las mujeres del local tienen poco tiempo para salir de allí y escapar de una Cuba en medio de una revolución política. Y tras cometer asesinato tras asesinato ya me diréis si no es para darse prisa.

Ah, y con un maletín con seis millones de dólares.

Chicas malas, malas, ¿qué harías en la víspera de Año Nuevo de 1958 en Cuba cuando tengas doce horas para escapar de un país en medio del caos? ¡Y con seis millonacos en una maleta! Esas son las preguntas que se debieron hacer los creadores Alex de Campi y Víctor Santos, a las que se propusieron responder con esta novela gráfica llamada Bad Girls. Una forma elocuente y estilística, además de una emocionante historia de un grupo de mujeres que intentan dejar atrás el caos de sus vidas y desear, aunque solo sea por un momento, el poder gozar de la riqueza y la no preocupación por el mañana.

Alex de Campi (No Mercy) ofrece un guión repleto de mujeres fatales, llenas de ingenio y emoción. Quienes, según Taffy: «Nunca se enfrentan a una crisis sin lápiz labial». La magistral escritura de De Campi está marcada por la frescura de las obras de arte en el sombreado cambiante que aporta Víctor Santos. De trazos sencillos que recuerda el estilo pop art de aquella controvertida década.

Como lector, disfruté bastante de estas viñetas noir, que en su demasía abarca, tanto elegantes detalles de época, como constantes referencias al género pulp. Del escritor nominado a un Eisner, Alex de Campi, y el virtuoso artista Víctor Santos, tenéis disponible esta historia de tres mujeres fuertes y multifacéticas que luchan por dejar atrás su pasado. Una novela gráfica de las que gustan devorar de una sentada, un tomito que cuenta ya Norma Editorial entre sus últimas novedades. Una muy molona historia.

Reseña: Bone Parish. Volumen Uno, de Cullen Bunn, Jonas Scharf y Alez Guimaraes

Cullen Bum está de moda. Y es posiblemente el guionista de Terror actual que más puedo recomendar dentro del mundo del cómic americano. O incluso de novela, que dentro de nuestro país se edita más bien poco del mejor género de todos, y uno tiene que buscar en el noveno arte historias actuales que merezcan la pena. Y con actuales me refiero a recién creadas, que el autor viva y demás. Por que la novela clásica de Terror, siempre estará ahí en ese sillón piel esperando…

Y es que no es solo cosa mía. Cullen Bunn ya ha sido nominado al Premio Eisner y me consta que lo ganará tarde o temprano. Ya se pueden degustar por estos lares joyitas suyas como El Hombre Vacío, o la genial serie que publica Norma Editorial también, la ingeniosa Harrow County; otra de esas historias que el autor te deja con la miel en los labios y quieres más. Y ahora mismo, más es Bone Parish. Llega nueva serie del guionista de moda, esta vez junto al dibujante Jonas Scharf, ambos creadores de una serie que se vende como una inquietante mezcla de Terror y crimen que refleja con franqueza la manera en que nos conectamos, y desconectamos, del mundo que nos rodea. A lo que yo añadiría: » Y una escalofriante historia de terror nigromántica». Pues díganme ustedes si no llamarla así con una trama donde aparece una nueva droga en Nueva Orleans que lo está petando, elaborada con cenizas de gente muerta.

Bone Parish, desde el principio, establece las bases y presenta la premisa para una buena historia. Contiene intriga, misterio y por supuesto, Terror en las escenas en las que se descubre los efectos que provoca esta curiosa droga que a todos deleita. En pocas palabras, este primer TPB relata todo sobre una empresa familiar que produce y distribuye este, en principio, “medicamento único”, no disponible en ningún otro lugar. La droga está hecha de cadáveres humanos. Eso repugna o puede dar morbo, según. Ya sabéis como es el ser humano. Pero hay más. Los que se drogan con ella no solo alucinan, sino que experimentan hechos-momentos-anécdotas del pasado de los cadáveres absorbidos. En realidad, las viven. Y es por ello que para aumentar más el nivel, los que promueven la droga apuntan a cadáveres de celebridades y líderes muertos y otras personas importantes para crear un producto de calidad. O al menos, portador de una enorme experiencia. Que por supuesto, hay que pagar. Una maravilla que atraerá mucho la atención de otras familias mafiosas competidoras.

Cullen Bunn es de esos pocos guionistas de cómics que son como navajas suizas; de un lado u otro, le brotará una originalidad. Y para alguien como yo que en lo actual buscar eso (no historias que ya me contaron grandes maestros en el pasado), pues de lujo entonces. Además, Bunn tiene larga trayectoria, ha tenido largos recorridos con casi todas las grandes compañías de cómics y creo que así ha sabido forjarse y ser a día de hoy, uno de los escritores más consistentes y confiables de la industria. Y es que cuando sale una historia Cullen Bunn, puedes apostar que obtendrás una historia entretenida.

Con Bone Parish, más de lo mismo. Un comienzo increíblemente atractivo, un buen trabajo de enganche con una rapidísima presentación de los personajes y establecimiento de sus motivaciones iniciales y sus personalidades. Desde muy pronto, se tiene una gran idea de quiénes son estos miembros de la Familia y cómo interactúan entre ellos. Además, Scharf con sus trazos, muestra de forma efectiva cómo las drogas afectan a los usuarios. Y la idea de Bunn de incorporar la letra de una canción para transmitir lo que sienten en ciertas viñetas, me encantó. Por supuesto, sus famosos cliffhanger y giros increíbles, también.

Bone Parish. Volumen Uno, contiene los cuatro primeros números de una serie que tuvo doce números en USA. Me mola. Quedará en tres TPBs todo. Muchísimas ganas de saber más.