Reseña: Jodido Bastardo. Isabel, de Régis Loisel y Olivier Pont

Jodido Bastardo: Isabel es el primer volumen de una colección presentada en el país galo como una serie de historias-eventos muy original dentro del cómic europeo. Mismo lugar donde Régis Loisel (en este caso, como guionista), demuestra su capacidad para hacerlo también-bien en el terreno de contar historias. Pues para este proyecto se confían los pinceles a Olivier Pont, cuyas ilustraciones son tan chulas como inspiradoras. Ideales para la historia que se cuenta. Dos autores que curiosamente habían querido trabajar juntos desde que estuvieron en la Guyana, un país de América del Sur, ubicado en la costa norte, que limita con Surinam, Venezuela y Brasil. Una historia que ambos autores se llevan (lógicamente) a ese lugar verde y frondos, muy cerca del sitio de construcción de la trans-amazónica, lo que le da a la historia un tono muy Indiana Jones. Y aunque la aventura sigue siendo bastante clásica, está particularmente bien construida, con sentido del humor y logra cautivar desde las primeras páginas. Y con personajes muy realistas.

Con todo, personajes ordinarios, que por lo tanto no tienen el perfil del héroe típico. Pero los mismos con los que el lector puede identificarse fácilmente. Y siguiendo con la comparación, en su franqueza y juventud, Max no se parece en nada a Harrison Ford. Simplemente, es un turista. Y además de Max están Charlotte y Christelle, la pareja de enfermeras lesbianas, y Corinne, la guapa expatriada con un carácter fuerte y una sexualidad libre. Personajes que hace unas décadas hubiesen sido considerados unos hippies, unos descarados, pero que a día de hoy ya no suelen ser categorizados en nada que no sean personas normales. Como debe ser.

Nuevo Nueve Ediciones publica este álbum en nuestro país. Una buena serie de aventuras, bien construida y narrada, con adorables personajes embarcados en una peligrosa espiral en la siempre dificil selva amazónica. Un grupo de personajes geniales, por tanto, enfrentados a la jungla, unos villanos bastante retorcidos y un inesperado secreto (antiguo secuestro, desaparición, etc.). En definitiva, un cóctel capaz de intrigar al lector que a poco que le de una oportunidad, quedará encantado. En especial, porque el dibujo de Pont, en un estilo semi-realista, se vuelve fácilmente dinámico y permite una lectura suave y agradable.

Gráficamente, de ninguna manera os decepcionará.

Narrativamente me encantó el entorno: el fondo de la selva brasileña en los años 70 y esa atmósfera mucho más violenta que empezaba a fraguarse entre los trabajadores forestales que se aprovechan estar lejos de la civilización. Me emocionó mucho esta lectura y esta inmersión en el Brasil de la época junto a tan simpáticos protagonistas. Pero cuando el tono de la historia de repente se vuelve mucho más serio, con acción y persecución, me sentí justo en medio de un film de acción que no esperaba. Héroes y heroínas en pleno peligro, lejos de todo y que cuentan con escasos medios para defenderse.

El tándem Loisel y Pont nos lleva a Brasil. Y no al de las postales, precisamente.

El volumen termina con un «cliffhanger» tremendo que casi me provoca un paro cardíaco. Lo que lleva a hacer que odies un poquito a la editorial por no disponer en tiendas de un segundo volumen YA.

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Si es lo que queréis escuchar de mí, editores de Nuevo Nueve Ediciones: ¡Necesito más!

Reseña: Destrucción, de JD Morvan, Rey Macutay y Walter

Ravage fue una novela de CF post-apocalíptica de René Barjavel publicada en 1943. No es la primera vez ni la última, que vamos a ver que ciertas tramas literarias se trasladan a formato cómic por autores de la BD que de algún modo quieren dar un impulso, o dar la versión de sus gustos de historias que les impactaron, en formato viñeta. El prolífico JD Morvan hace esto en Destrucción y junto a Walter y Macutay crean una trama en la que no te aburres ni por un segundo.

Una vez más, Yermo Ediciones es quién nos trae este maravilloso volumen de cómic europeo donde guión y dibujo esplenden lo mires por donde lo mires. Publicado de forma íntegra, y mejor así, porque ASÍ SE DEBE publicar este tipo de historias; vamos a saber como la humanidad ha ido evolucionando con inventos…, pero cuando nos va mejor, todo se detiene. Y ahora toca renacer como civilización. Pero, ¿y si esta vez se tuviera que hacer de otro modo porque ha desaparecido todo rastro de tecnología? Los cimientos ya no podrán ser los mismos…

Debo reconocer sentirme muy sorprendido por las viñetas en los que se descubre a un patriarca de ciento treinta años yendo al frente para pelear con sus hombres solo con armas, arcos y flechas, ballestas y hachas. ¿Este sería nuestro mundo después del Apocalípsis? Pues probablemente. Y a saber cuantos chavalitos y viejóvenes perroflautas del presente aguantarían algo así. Pero más allá de preguntas retóricas y críticas a en lo que nos estamos convirtiendo, Jean-David Morvan adapta la novela clásica en tres capítulos. Nos lleva a París en 2052 con el joven François Deschamps y el fin de la humanidad cerca. La historia comienza en el futuro (para nosotros, futuro inmediato), en el momento en que un personaje llamado Patriarca impone a la fuerza una nueva forma de vida humana donde la tecnología está prohibida. Luego descubrimos el pasado de este hombre y el mundo evolucionado en el que vivió su juventud. Más tarde, el hecatombe, y como todo un universo de ideales se derrumba. Un decoro futurista relativamente clásico, con personajes que en última instancia son más o menos típicos, aunque parezcan un poco caricaturizados para lectores de ahora. Morvan probablemente ha modernizado algunas cosas pero, en definitiva, somos lo que somos y no se puede describir de otra forma.

Jamás tuve la oportunidad de leer este clásico de la literatura fantástica francesa para comparar. Pero me gustan las atmósferas futuristas que cuestionan nuestro presente y eso se hace de forma espléndida en Destrucción. Y ahora es cuando te topas con Rey Macutay, un diseñador filipino que ya había colaborado con JD Morvan en otros trabajos y que es capaz de crear viñetas tan realistas como recargadas. El fervor de su línea y su dinamismo le dan un toque ligeramente fantástico a la historia que me recuerda a ciertos dibujantes chinos amantes de los cómics como Xiaoyu Zhang (Cruzadas) o Jia-Wei Huang (Ya San). Pero nos ofrece viñetas y personajes tan realistas, tan provistos de energía que se magnifican en los escenarios decadentes dispuestos. No obstante, indagando, sí que di con alguien que leyó la novela. Y lo primero que me dijo es que Barjavel se considera autor-pilar de la ciencia ficción francesa. De todo lo que me dijo después, surgió un detalle muy chulo. Antes de que yo leyera el cómic, este amigo me hizo referencia a un tema. Y cuando leí Destrucción me pasó lo mismo. Lo que más me molestó de la historia fue el personaje del Patriarca. Como creativo sé que es más difícil crear un personaje puramente odioso para el lector, que alguien agradable. Pues mérito gordo para los autores porque al parecer han sido capaces de trasladar puramente eso al cómic… ¿Los demás personajes? Los principales un poco estereotipados: el chico fóbico de la modernidad, la novia es una especie de estrella famosa de formas adecuadas, pero lo mejor de lo mejor, el empresario, que me hizo reír con cada ocurrencia.

Destrucción se me hizo corto. Sin duda, esta bien potenciar la idea de que el trabajo y el esfuerzo es lo que hace que progresemos como humanidad. Confiar nuestras vidas a máquinas automatizadas puede no ser lo mejor para nuestro futuro; lo tenemos claro pero seguimos incentivándolo. Nunca dudéis de que algún día nos quitan internet, la luz y escasea el agua y volvemos a matarnos los unos a los otros mientras deambulamos por paisajes parecidos a los que recorre Conan el Bárbaro. Aunque la historia que tenemos entre manos se parecería más al film o la novela de La Carretera, de Cormac McCarthy.

Por lo visto, Ravage, fue una de las primeras historias post-apocalípticas escritas de la historia junto a mi amada novela La Tierra Permanece, de George R. Stewart. Ya ando buscando la novela de Barjavel.

Reseña: Chez Adolf (Integral), de Rodolphe, Marcos y Fogolin

Chez Adolf nos remonta a la historia alemana en el preciso momento en que Adolf Hitler se convierte en canciller de Alemania y poco a poco comienza a instalar su régimen político con las consecuencias que todos conocemos. Es decir, el comienzo del Reino del Terror. En este caso, me parece muy interesante aportar lo que expone la sinopsis editorial de Ponent Mon porque con dos frases increpa y muestra lo atractiva e intrigante que puede ser esta historia para el que no la conozca. Dice así: «El 30 de enero de 1933 Adolf Hitler llegó al poder en Alemania y el dueño del bar llamado Los Alegres Amigos, cambia su letrero por el de Chez Adolf. Frente a ese lugar vive el discreto profesor Karl Stieg, quien decide llevar un diario sobre lo que está empezando a suceder sin llegar a imaginar cómo serán los años venideros de una ciudad, de un país, del destino del mundo…». Yo que he estudiado por activa y por pasiva todos y cada uno de lo sucesos de la Segunda Guerra Mundial; lo que más me ha interesado siempre es el cómo empezó todo. Una locura que casi se gesta de la nada. Una bolita de barro rodando cuesta abajo por la ladera de una montaña, que no deja de rodar durante de años, y a la que se le unen toda una serie de sedimentos que provocan que crezca en masa y tamaño hasta convertirse en la montaña más alta de dicha cordillera. Aparte del mal gestado en ciertos personajes, se dieron toda una serie de coincidencias perturbadoras, un cúmulo de granitos de arena que formaron una playa de kilómetros y kilómetros de muertes sin sentido.

El interés de esta serie radica en el ángulo de visión elegido por el guionista Rodolphe para contarnos esto. Es a través del profesor Karl Stieg que entenderemos el insidioso auge del nazismo y cómo poco a poco cada uno seguirá o sufrirá su doctrina a diario. Este señor reside en un edificio con vistas a la cervecería Los Amigos Alegres, cuyo dueño lleva el mismo nombre que el nuevo canciller. Y peor aún, comparte sus convicciones. Pero Karl Stieg, una figura culta que permanecía al margen de los asuntos políticos en ese momento, pronto se ve enfrentado a tomar decisiones. Entre las juventudes hitlerianas que reclutan a los más jóvenes y las leyes antijudías y bolcheviques que caen, el ambiente se tensa y no elegir equivale a autoproclamarse enemigo. Cada familia en el edificio, desde el guardián hasta la familia judía que todos conocen, experimentará estos eventos de una manera diferente.

Y en eso precisamente está toda la fuerza de este cómic. De esta serie que se publica de forma integral gracias a Ponent Mon. El gran Rodolphe centra toda la fuerza de la trama en una historia de historias (valga la redundancia). Nos muestra cómo mediante una sucesión de pequeños sustos, de pequeños golpes y un alistamiento muy bien ingeniado de toda una población que se dejó reclutar por una idea llamada nazismo; lleva al miedo y la resignación de millones de personas. El Mal se ha instalado y se ha apoderado del sentido común. Y muy pocos alemanes supieron alejarse de esa locura…

El diseñador español Ramón Marcos, todavía tan talentoso como siempre, no necesita desplegar mil efectos para restaurar la paranoia que reinaba en Alemania a finales de los años 30. El dibujo realista de Marcos es bastante bueno en esta serie, aunque algunas viñetas a veces quizás merecían un poco más de trabajo en los detalles y los rostros. No obstante, va muy bien gracias a la coloración muy a tono con el tiempo que propone Dimitri Fogolin.

Siento curiosidad por imaginar como podría avanzar esta serie (porque se podría) si se quisiera hacer. Este tomo recopila los dos álbumes que centran su trama en años previos al comienzo del terror. El primer volumen de la serie Chez Adolf toma como marco la Alemania de 1933, entonces en proceso de nazificación. Seguimos los trastornos provocados en la vida cotidiana de los habitantes de un edificio. El segundo volumen se basa en principios similares, excepto que viene después de una elipse de seis años durante la cual Alemania, en pie de guerra, ganó 120.000 km² de superficie, casi sin disparar un solo tiro.

La reflexión de Rodolphe sobre la posibilidad de dejarse arrastrar por una inmensa máquina de destrucción, unirse o morir, está genialmente representada en Chez Adolf.

Reseña: Nottingham Vo.1. El Rescate del Rey, de Brugeas, Herzet y Benoît Dellac

A poco que miréis en su catálogo vais a ver que Yermo Ediciones trae a nuestro país unos comicazos increíbles. Puro cómic europeo, pero sobre todo, títulos muy actuales. Joyitas del otro lado de los Pirineos como suelo decir (que me repito más que un abuelo). Pero es así. Cada vez que anuncian novedades, ya sólo con los dibujos de lo que se viene, a más de uno nos pone el vello de punta. Me pasó cuando vi que traían la serie Nottingham, de los guionistas Brugeas y Herzet junto al prolífico ilustrador Benoît Dellac. Este es otro de los titulazos que suelen ver la luz en el centro de Europa de la mano de Le Lombard, la editorial belga (se ve que Yermo va a buscar oro a la propia mina), la empresa que fue fundada en 1946 por el editor belga Raymond Leblanc, quien llegó muy pronto a un acuerdo con Hergé para publicar Las aventuras de Tintín. A partir de ahí…, maravillas.

Un primer volumen que no solo hace las introducciones sino que, por mi parte, me dejó un poco al borde de querer comprarme una diana y una ballesta e irme a un bosque a tirar (jajaj). Decir que sobre el papel ya me había conquistado el equipo de autores. Porque me encantó lo que hizo Emmanuel Herzet con el dramático Le Chant du Cygne (El Canto del Cisne) o Vincent Brugeas en el tormentoso Ira Dei; dos chicos apasionados por la historia que además saben contarla. Además, adelanto ya que Nottingham se hace bastante bueno si leíste en su día (o recientemente algo) sobre la dinastía de los Plantagenet. La casa reinante en Inglaterra entre 1154 y 1399 que cuando al último de ellos le obligaron a abdicar, la corona pasó a dos ramas secundarias como la Casa de Lancaster y la Casa de York. ¿Os suena la Guerra de las Dos Rosas? Pues eso. Pero en Nottingham vamos a la ficción.

Aprecié la originalidad del guión, el aspecto de justicia social, así como la inversión de roles entre los personajes del sheriff, el ladrón y la señora de la casa. Pero es cierto que de la trama (de momento) se cuenta muy poquito en este primer álbum. Por ejemplo, la fase de prueba que tiene que pasar William no está muy clara a qué punto llega. No entendí muy bien el por qué de todo lo que le ocurre después. Supongo que se resolverá más adelante. Un segundo álbum donde quizás sepamos más de Marianne porque… Bueno, bueno, bueno. Perdonad, que os voy hablando como si ya lo hubieseis leído. De Nottingham: El Rescate del Rey, la sinopsis editorial cuenta: «Todo el mundo conoce la leyenda de Robin Hood, también conocido como Robin de los Bosques, el bandido que robaba a ricos y nobles para repartir sus riquezas entre los pobres. Pero ¿cuál era la verdadera identidad que se escondía bajo la capucha de este defensor de la justicia? ¿Cuál era el verdadero objetivo que intentaba conseguir con su arco y flechas?». Con esto, y tan bien contado, cincuenta y cuatro páginas se quedan cortas. En este El Rescate del Rey empezamos a conocer personajes y a hacernos cábalas con cada uno de ellos y no da tiempo a tener una opinión clara. Por eso, solo por eso, Yermo Ediciones, ¡no debe hacernos esperar mucho con el segundo volumen! Que me parece curioso saber que con él se cierra la historia. Bueno, pues debe ocurrir toda la acción en él o mataré a alguien… uff.

Pero cierto verdad es que estamos ante otra relectura del mito del arquero de Sherwood, tema ya tratado muchas veces en cómics y autores que de algún modo revisan su historia desde el principio. Por tanto, es necesario innovar para sorprender al lector, y sobre todo a un lector como yo tan fan de este personaje y de la historia semifantástica anglosajona. En cuanto a Robin Hood, puedo decir que no me guarda ningún secreto dadas las diferentes adaptaciones de libros y cómics que he leído y sobre todo las muchas películas de Hollywood inglesas e italianas que he visto. De las revisitaciones de personajes tan icónicos suelo desconfiar, en este caso, tenía miedo de toparme con una versión como la de la película de 2018 con Taron Egerton, con una actriz deleznable que distorsionaba por completo el mito. Sin embargo, la versión que hacen Herzet-Brugeas-Dellac es más una mezcla entre la versión de 1990 de Kevin Costner y lo que se cuenta y cómo lo cuenta el film de Ridley Scott de 2010. Ese ambiente, ese entorno, me ha encantado. Y como siempre disfruto leyendo aventuras medievales, me ha llegado esta visión del siglo XII en tierras inglesas con un detalle que me dejó el culo torcido: ¡El Sheriff de Nottingham como un Robin encapuchado!

Una idea curiosa, que por el momento me cuadra. Hechos bien conceptualizados en un largo preámbulo que por lo pronto solo crea ansias de querer leer más, dos guionistas apasionados por contar la leyenda de Robin Hood a su modo… Un primer volumen muy prometedor.

Reseña: Los Cantos de Maldoror, de Antonio Hernández Palacios

Buenas y considerables obras ilustradas nos dejó el maestro Antonio Hernández Palacios en este país. Ponent Mon, una de las editoriales de cómic europeo más al quite, nos trae ahora su trabajo con Los Cantos de Maldoror (Les Chants de Maldoror) que compone el primero de los seis cantos poéticos publicados en 1869 por el escritor Isidore Ducasse, más conocido como Conde de Lautréamont. El que está considerado como gran renovador de la poesía francesa del siglo XIX. Un volumen donde A. H. Palacios vuelve a estar sublime impregnando de belleza cada ilustración que no tiene otra intención de evocar (o hacernos ver) lo que se cuenta en esta obra de Lautréamont, una de las más atípicas y sorprendentes de la literatura que fueron escritas entre 1868 y 1869.

Aprecié mucho esta nueva forma de ver la obra monumental que es Los Cantos de Maldoror. Me pasa mucho con la poesía que hay ciertas cosas que uno no llega a imaginar. O mejor dicho, mi mente retorcida tira por otros senderos más inusuales y escabrosos. Me hablan de pan cortado sobre una mesa y yo imagino un bosque azotado por el viento. Al ser tan rebuscado mentalmente, creo que este es mi principal contra para no leer poesía. Sin embargo, ayudado o apoyado junto a una buena ilustración poderosa como suelen ser las del maestro Palacios, todo cambia.

Lo mínimo que podemos decir es que esta obra es abundante, en cuanto al texto que alude. Lo mismo ocurre con el dibujo, marca registrada del autor al que le gusta lo barroco, lo recargado, de las pocas criticas que he oído sobre su trabajo. Pero esto es como todo en la vida, el abuso de lo ornamental, el recargamiento en el arte al que a algunos puede acomplejar a otros les puede resultar espléndido y maravilloso. Sin embargo, me da que en Los Cantos de Maldoror, A.H. Palacios lo hizo aún más adrede.

Los Cantos de Maldoror son, en realidad, los delirios de un hombre de un hombre de veintidós años (hoy en día un chico) al que la muerte se llevará apenas un año más tarde. Los ecos del poema van aumentando en intensidad. Los surrealistas consideran la obra como precursora de muchas. Pero entonces, ¿qué cuenta exactamente? Las impresionantes ilustraciones de Palacios se presentan con extractos del canto primero, donde pronto nos damos cuenta que estamos ante un héroe malvado, satánico, en lucha abierta contra Dios… Maldoror, ser sobrehumano, Arcángel del Mal, lucha bajo diferentes formas contra el Creador. Comete asesinatos en los que evidencia su sadismo y perversión, y todo expresado en modo épico, se desarrollan actos extremos con objetos y animales que hablan, donde las metamorfosis se multiplican. Y, por supuesto, está permitido el énfasis y el gigantismo de los personajes. Pero una ironía constante avisa al lector. Lo que tiene ante sus ojos es, sobre todo, una voz crítica sobre lo que realmente asusta al ser humano. Él mismo.

Los Cantos de Maldoror elaborados por el maestro Palacios vieron la luz por primera vez en 1982 en Metal Hurlant; la revista comiquera francesa editada entre 1974 y 1987, con una destacada influencia en el medio pues promovía el boom de la Ciencia Ficción de aquellos años. En el año del centenario del nacimiento del autor, decidme si no es una buena noticia que por primera vez en nuestro país se recojan las ilustraciones originales que el autor hizo para Los Cantos de Maldoror. Tenerlo ahora todo recogido en tapa dura, en un genial álbum al estilo del buen cómic europeo. Un volumen donde se publican los dibujos en blanco y negro tal y como fueron concebidos por el maestro, sin los colores utilizados en la versión aparecida en la revista francesa. Acompañado además del texto Isidore Ducasse, huellas y misterios de una vida, de Hebert Benítez Pezzolano y En el centenario de Hernández Palacios, de Luis Alberto de Cuenca, un emocionante epílogo sobre la obra del indiscutible de este maestro del cómic. Así que alabemos a Ponent Mon por seguir publicando obras de uno de mis ídolos. Que se publiquen obras de Antonio Hernández Palacios siempre es una buena noticia.

Reseña: PsicoInvestigador. El Génesis, de Erwan Courbier y Benoît Dahan

Cierto toque lovecraftiano tenía este PsicoInvestigador cuando supe de él. Y en ese sentido, no me ha defraudado. Respecto al poder de encontrar cosas, también es algo que siempre me ha llamado la atención. Me moló ver el desarrollo de este poder en una peli basada en una historia de Stephen King como es Dreamcatcher (El Cazador de Sueños); donde uno de los chicos del grupo movía el dedito y encontraba cosas de forma extraordinaria. Ahora fijaos en qué dos grandes autores del género de Terror estoy mencionando. Maravilla, ¿no? Bueno, el cómic que os reseño hoy no trata el horror en sus más altas formas pero lo que se cuenta en PsicoInvestigador: El Génesis da cierto reparo. Protagonista, un tipo de lo más curioso que lidia una y otra vez contra esa cordura que se le va de las manos cada vez que usa su don.

A poco que indagues sobre la obra, te enteras que el primer álbum de PsicoInvestigador (Los Fantasmas de la Culpa), flipó a muchos allá en el epicentro del cómic europeo. Se lanzó en 2005. Pero se convirtió curiosamente en una serie abandonada. La continuación se pedía y se pedía, y no llegaba. ¿Ventas insuficientes? No sería la primera vez que algo encanta a muchos lectores, si no es económicamente viable, no siga adelante. Pero lo que importa es que al final sí que llegaron tres álbumes más, que completaron una historia maravillosa. Y debo decir que alertado por otros autores y bastantes críticas positivas, no solo tenía curiosidad. Tenía el «hype» por la nubes y todo por leer esta obra que gracias a los cielos acaba de publicar Ponent Mon en uno de sus maravillosos integrales en nuestro país.

Intrigado por ver cómo se mantiene firmemente de forma racional una buena historia sobre un psico-investigador que ayuda a la policía parisina en sus más complicados casos, me sumergí rápidamente en la lectura. Y encontré una historia súper creativa, dinámica, sorprendente en ciertos momentos, y no sé si pensar si los guionistas Erwan Courbier y Benoît Dahan (o alguno de ellos) participaron en investigaciones reales. Para los que sabemos de esto, hay detallitos que los delatan. O quizás han dado clases de Psicología y han sabido reconfigurar las tramas para darlo a entender. Nos dan un personaje particular como es Simon Radius, utilizado por la policía para resolver casos casi imposibles de resolver, el cual comienza intentando dilucidar, por su parte, la desaparición de su esposa producida diez años atrás. Bien, pues no sé si podéis imaginar la que lían los autores con estos dos hilos narrativos entrecruzados. Consiguen hacer que el lector se pierda en el camino, en la búsqueda, de manera bastante inteligente. Descubrí a Simon Radius, que usa para llevar a cabo sus investigaciones, su capacidad de viajar físicamente a las mentes y memoria de otras personas. Es un psicoinvestigador. Para encontrar tesoros también recurre a su talento. Y le suele salir bien. Excepto en los casos en los que el dueño de ese tesoro sea… amnésico. ¡Obviamente eso complica las cosas! Más que nada porque cada vez que usa su don, se tiene que enfrentar a ciertas locuras de la gente, otras revelaciones y horrores incluso de su propio pasado…

Ya en la portada del volumen encontramos este amor por el juego rebuscado que parecen amar Benoît Dahan y Erwan Courbier ofreciéndonos una foto de la esposa hecha como un puzzle al que le falta una pieza del rompecabezas. En realidad, es una imagen que resume bien toda la trama. Y mola descubrir la personalidad del investigador y el extraño e impresionante poder que ha desarrollado. Este completo nos permite descubrir la evolución de nuestro personaje a lo largo de varias investigaciones junto a la subtrama de la obsesión de Simon Radius por encontrar a su esposa. O al menos saber porqué desapareció. Como habréis podido comprobar no quiero contar mucho, fuera de esa eterna búsqueda. No spoilear nada. Pero deciros que quedas atrapado en estas locas historias en un principio improbables de la trama pero que se resuelven de manera maravillosa. Son varias historias a la que se enfrenta, pero el círculo se cierra.

PsicoInvestigador: El Génesis tiene un dibujo que encanta a nivel general, pero a mí no me enamora. El dibujo es original, curioso, aunque no soy muy fan de esta clase de ilustraciones. Funciona, pero a mí personalmente me saca del preciosismo que espero siempre de la BD. Dahan tiene un toque muy cómic independiente en ocasiones que no me enamora. Opinión subjetiva, por supuesto. Pero debo admitir que el potencial de los escenarios de este cómic, me hizo olvidar todo los demás. Tramas más interesantes que la serie de El Mentalista, para quien se lo pregunte. Las escenas que tienen lugar en la memoria de otros personajes tienen ese toque onírico que incluso reconoces dentro de ti mismo/a. Consiguen llevarnos a ese lado turbio y morboso que sin poderlo evitar, pasa a veces por nuestras mentes.

Courbier y Dahan muestran un auténtico tesoro.

Reseña: Gauguin. El Otro Mundo, de Fabrizio Dori

También publica ECC Ediciones buen cómic europeo. No tanta BD como quisiéramos algunos pero sí que algunos títulos destacables a los que merece la pena echar un ojo. Todo depende de los gustos. Pero yo sí que me fijo en casi cualquier editorial que sea capaz de traer del otro lado de los Pirineos obritas que de otro modo jamás veríamos publicadas aquí. Y me interesan, por ejemplo, unos tipos de cómics en los que ciertos autores aprovechan casi como de una biografía se tratara, el hablar sobre cierto autor de renombre y algún momento de su vida en especial.

Los que alguna vez estudiamos Historia del Arte, sabemos de la pasión de Paul Gauguin (1848-1903) por Tahití y su entorno en los últimos años de su vida. Paul Gauguin fue un pintor francés impresionista que como es normal empezó a ser reconocido después de su fallecimiento. Se me quedó grabada una anécdota sobre él que mi profe me contó. La obra de Gauguin es reconocida a día de hoy gracias a los esfuerzos de un comerciante de arte que organizaba exhibiciones de sus lienzos por medio París. Y eso que muchas de ellas estaban en posesión de un coleccionista ruso que andaba enamorado también del estilo y no las soltaba fácilmente. Y es que Gauguin fue y sigue siendo uno de los máximos referentes del pos-impresionismo. Lo demuestra con su uso experimental del color y su estilo sintetista, elementos clave para encuadrarlo dentro de este movimiento pictórico. Un trabajo de enorme influencia para grandes maestros como Picasso o Henri Matisse.

Desde ya, advierto que este cómic lo disfruta, sobre todo, un amante de la Historia del Arte. Y más aún los que gustan de la pintura clásica de finales del XIX. Si no, el cómic se les pues volver algo tedioso al principio cuando atraviesa algunos flashbacks en el que participan un montón de «celebrities»: Mallarmé, Verlaine, etc., que se llaman entre sí por su apellido, y que ya supones que por eso debieron ser reconocidos en el entorno de la época. Pero sí que es cierto que todo lector puede orientarse bien con tanto realismo y un dibujo que necesariamente tiene los ingredientes para integrarse casi en los pensamientos del artista a tratar. Aunque el álbum despega totalmente y la historia se disfruta de todas-todas (y se vuelve más fluido) cuando Gauguin llega a la Polinesia.

¿Un símil para con su vida en realidad? Me aferré especialmente al aspecto gráfico desarrollado por Fabrizio Dori y como aporta ese toque casi simplista lo que no es otra cosa que un bonito homenaje a la obra del pintor. Juega con los colores, la luminosidad, una ingenuidad de las líneas acercándose al estilo de Gauguin… Y me encantaron los paisajes y los elementos más significativos de la mitología polinesia. Pues el francés, en los últimos años de su vida, fue tocado con la varita de lo exótico y Dori lo expone muy bien a la vez que cuenta su vida y obra. El estilo artístico colorido y fascinante de Gauguin es algo que encanta a los diseñadores de cómics de la BD.

Gauguin: El Otro Mundo no es una excepción a la regla. Con una gráfica muy inspirada en la del pintor, aborda la biografía del artista desde un ángulo bastante original y crepuscular. Os explico: el álbum comienza con unas veinte páginas que son similares a un breve resumen de la vida de Gauguin, una historia trepidante que parece abrumadora y casi frustrante. Pero atrapa. Porque al final de esta introducción llega la muerte del pintor. Y allí su alma se encuentra con el dios tahitiano de la muerte con quien caminará y al que contará su vida esta vez desde su punto de vista personal. Es así como con él, volveremos con más detalle a todos estos momentos que acabamos de vislumbrar brevemente y con el que nos pondremos del lado del estado de ánimo e imaginación del artista.

Gauguin: El Otro Mundo es una inmersión íntima en la vida del maestro francés. Un cómic interesante y bastante bien hecho, que mezcla escapadas imaginarias, fantasmas del pasado y las pasiones íntimas de Gauguin, junto al folclore mitológico polinesio. Todo retratado de una manera muy hermosa, mezclando estilos, pero la mayoría de las veces inspirado por los geniales colores por los que abogaba el pintor. Para amantes de este estilo gráfico.

Reseña: Blacksad. Todo Cae. Primera Parte, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido

Que Blacksad vuelva estar entre las novedades es buena noticia. Una más de que las cosas empiezan a cambiar… para bien. Que digo buena, es una tremenda noticia. Porque encima, ahora que se puede y gracias a Norma Editorial, este genial tandem que son Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (guionista/dibujante) han ido presentando por medio país este nuevo álbum, la primera parte de Todo Cae,el sexto álbum de la serie Blacksad. De hecho, ayer mismo estuvieron en Nostromo, la librería sevillana especializada conocida internacionalmente por su Premio Eisner a Mejor Tienda de Cómics del Mundo. Pero no es para menos, porque Blacksad es, sin duda, un icono mundial del noveno arte que ha llevado a sus autores a ser reconocidos en cantidad de país por esta obra magna del género negro (noir).

El ansiado del detective antropomórfico más famoso del mundo vuelve. Suele pasar con Blacksad que con cada historia, quedas con la miel en los labios como osito que pide más y más. Pues imaginaos si ya vamos sabiendo que Todo Cae es tan solo una primera parte… Uno ya casi va triste como pasaba con el reciente film de Dune, ¿no? Jajaj… Si es que somos unos ansias. Bueno, os contaré de qué va.

Muy a los cine clásico de los 50, muy a lo novela negra de Raymond Chandler o novela policíaca de Dashiell Hammett (que es donde se mueve como gato entre madejas, la esencia de este personaje), John Blacksad recibe el encargo de proteger al líder del sindicato de trabajadores del metro. Ese personaje amenazado por la mafia de las comadrejas. Pero su investigación desafiará a los poderes políticos y empresariales que rigen los destinos de la ciudad, y estos no dudarán en aplastar cualquier obstáculo que pueda alterar sus planes. john llevará entonces una investigación que resultará particularmente delicada … Llena de sorpresas. Una historia que está terriblemente bien labrada donde descubrir tanto la vida cotidiana de los trabajadores encargados de la construcción del metro en las entrañas de la ciudad, como el inframundo y el mundo del teatro; contraste absoluto entre las sombras y la luz. El mundo de abajo y el mundo de arriba. Encarnado por el ambicioso Solomon, maestro constructor de Nueva York. Pues, ¿qué tema de construcción no esconde dinero negro bajo sus arcas?

Sé que parte de lo que os cuento es su sinopsis editorial, pero friends, ¿qué más contaros de un álbum que no llega a las sesenta páginas, sin destriparos más? Sabéis que Blacksad siempre es joyita. No lo tengo que decir yo. Hablamos de un cómic, de una serie, de un personaje con varios Premios Angoulême (el más prestigioso del cómic europeo), varios Premios Eisner (el más prestigioso en USA y diría que del mundo), estamos hablando de un cómic que no necesita de reseñadores. Se recomienda sola cada publicación. Sé que hay gente que a día de hoy se avergüenza de aún no haber leído Blacksad y no entiendo a qué espera, aún más sabiendo que Norma Editorial publicó en su día un integral con todos los anteriores álbumes recopilados (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/blacksad/blacksad/blacksad-integral-ed-en-castellano) que es una verdadera maravilla. ¿Qué más contaros? Pues que Todo Cae vuelve a ser una fiesta para los ojos. Cada viñeta admirable, los colores son preciosos, y aún sigo sorprendiéndome muy mucho con cómo Guarnido consigue mostrar animales antropomórficos tan expresivos. Tan humanos. El dominio de la línea es perfecto. Y cuando saca a relucir el lado salvaje de los personajes, es simplemente excepcional. Qué tío.

Además, las investigaciones policiales de John Blacksad en este tomo tienen un ritmo normal, medio, ni muy alto ni muy bajo, cosa que le permite al señor ilustrador detenerse en los detalles de las diferentes viñetas.

¿Sensaciones? No sé porqué con esta historia tuve la impresión de redescubrir el turbio mundo nocturno de Nestor Burma, pero en formato animal (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/nestor-burma). Ayer en la presentación de Todo Cae, en Nostromo, era una de las preguntas que quería hacerle a los autores. Me intrigaba saber si había algún tipo de inspiración del clásico personaje de Jacques Tardy y Léo Malet. Pero no se dio el caso 🙁

¿Algo más? Blacksad es una obra con la que sus autores han tocado el cielo. Dios mío, que venga esa segunda parte YA. Es todo muy simple, en realidad. Estamos ante «ooootra» historia que uno/a tiene que degustar por sí mismo con una buena taza de té o café cerca y en un buen sofá para solitarios. Esos que somos todos cuando leemos.

Reseña: Sentinel, de Sardina y D´Angelo

Tras estar disfrutando de los buenísimos cómics de Sergio Bonelli Editore, quería darle una oportunidad al cómic independiente italiano. Quería saber qué se está publicando en el país de la bota que fuera interesante para mí y que, por supuesto, se pudiera leer en nuestro idioma. Fue así cuando me topé con Shockdom (https://es.shockdom.com/), una editorial italiana que desde su fundación en el año 2000, apuesta por el talento, la innovación y la ruptura de esquemas, tal como ellos se definen. La editorial cuenta con una larga serie de proyectos innovadores como integrar la edición impresa con la digital, fue la primera en hacer cómics para teléfonos móviles en 2005 o crear una plataforma digital de blog exclusivamente dedicada al noveno arte. Shockdom es una editorial a tener muy cuenta. Os lo digo ya. Sobre todo, por traer a la Tierra de Conejos titulos que de otra forma no podríamos leer en español y por contener en catálogo títulos como Sentinel, un volumen único con una historia que con muy poco, pone de los nervios.

La premisa básica: tras un naufragio, un padre y su hijo despiertan en una isla habitada por individuos inquietantes y peligrosos que quieren cazarlos como animales. Simone D’Angelo y Tony Sardina, autores de Sentinel, contaron en una entrevista que ya se conocían. Fue en la Escuela de Ilustración de Palermo, donde a menudo intercambiaban opiniones e insultos amistosos. La primera colaboración real llegó un par de años más tarde, cuando fundaron el Outclass Art Studio, con varias propuestas, entre ellas, North Sentinel (en ese momento se llamaba así). Es decir, estamos hablando de un cómic que se fraguó hace tiempo y entre dos amigos con la misma ilusión y hobby en la vida. ¿Qué mejor base que esa?

Pues una trama que atrape, y que viene inspirada gráficamente por Death Stranding, un videojuego de Hideo Kojima. De hecho, el náufrago que protege a su hijo a toda costa es un claro homenaje a Sam Porter Bridges. Pero aquí, dicho náufrago no sabe a qué se enfrenta realmente, anda a tientas en la oscuridad y no puede interactuar con nadie que hable su idioma. Todos los elementos que le rodean se convierten en preguntas y la soledad aparece como su única/peor amiga.

En un entorno muy a lo Perdidos (Lost) con nativos agresivos y más de un elemento paranormal, que parte de una leyenda que azota la naturaleza de la isla; el protagonista lo va a pasar realmente mal.

Así es Sentinel.

Tras disfrutar con esta obra, me ha gustado saber que ambos autores llevan año trabajando incansablemente en más títulos para el mercado exterior. Con suerte algunos de esos proyectos llegarán a nuestro país. Y si puede ser ese producto del que no quieren contar nada pero que va destinado al mercado norteamericano; mucho más y mejor.

Todas las esperanzas del protagonista de Sentinel residen en un mujer. La única persona que parece querer ayudarlos. Atentos a lo que ocurre después porque os va a dejar a más de uno/a con el culo torcido. Un álbum en formato clásico de cómic europeo de 64 págs., que se disfruta en una ida y vuelta de metro. Tremendamente interesante.

Reseña: Casacas Azules 2000-2002, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Nuevo álbum de Casacas Azules en esta genial recuperación que está haciendo de la obra la siempre genial Dolmen Editorial. Un serie de cómic europeo que goza de un humor muy chulo y buenos personajes, muy cercanos en apariencia y que recuerdan de algún modo a Lucky Luke y su entorno, en mi opinión.

Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un best-seller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Una de las series que llevo adelante y que pienso completar y hacer disfrutar a mis hijos cuando se tercie.

Y siguen llegando gloriosos integrales que comprenden varios álbumes. Por años. Como ha decidido traerlo la editorial. Este especial que os reseño hoy comprende los títulos que salieron entre el año 2000 y 2002. Tres exactamente. Historias con un tono un tanto diferente, como Romances en Azul, que habla de Abigail, la hermana del Capitán Stilman, que fue salvada de los sureños justo en el álbum anterior. Esta chica decide casarse con su salvador el Capitán Stark. Pero esto no le conviene en absoluto a su hermano, que se niega a «permitir que un tonto” se una a la familia. Por lo que ordena a Chesterfield y Blutch que escolten a Abigail fuera del lugar de encuentro donde se está llevando a cabo una importante reunión con el personal del Norte. ¿La esperanza? Que encuentre a otro pretendiente.

El siguiente álbum narra que para desalojar a los sureños atrincherados en un campo inexpugnable, al General Grant se le ocurre una muy buena idea. Pero su plan (de cavar una galería debajo de su campamento para hacer estallar barriles de pólvora) fracasa y el líder de los Casacas Azules busca consuelo una vez más en la botella. Exasperado, Lincoln envía a uno de sus espías a investigar, listo para despedir al General alcohólico. Blutch y Chesterfield tendrán que competir en ingenio para llevar a su General por el camino correcto mientras frustran los planes de este espía apodado «La oreja de Lincoln».

Cuando el ejército se quede sin armas y los voluntarios hayan dejado de empujarse en la misma puerta para terminar siendo carne de cañón, ¿qué queda para repoblar las filas? ¡Reclutamiento! Revuelta en Nueva York cuenta como en todo el país se está gestando una revuelta frente a este enfoque injusto e impopular. Para restablecer la calma, los Casacas son enviados como refuerzos para supervisar las operaciones en la cada vez más potente ciudad de Nueva York. Pero cuando los más ricos compran en detrimento de los más pobres la libertad de no hacer la guerra, exasperados, los conscriptos toman las armas. ¡A por los burgueses! ¡Súmate al ejército! Llegó la hora de que nuestros personajes cambien de bando si quieren terminar con vida una aventura.

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómics de intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años, que se dice pronto. Editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre. Y no paran de publicar joyitas, en sendos tomos en tapa dura y a un precio genial por contenido. No es de extrañar su gran acogida. Seguimos disfrutando. ¡Qué nunca falte el pan!