Reseña: La Tumba de Batman, de Warren Ellis, Bryan Hitch, Kevin Nowlan y Alex Sinclair

La Tumba de Batman es una verdadera hoja de doble filo para lectores de cómics. Por un lado, ¿quién realmente quiere o necesita otro cómic de Batman en su vida en este momento? (Bajad, bajad, la mano) Entre el DCU tradicional y el sello Black Label, la línea editorial actual DC sigue bien impulsada como siempre gracias al orejas picudas, es obvio. Pero por otro lado, no todos los días DC lanza una nueva serie de los creadores de la magnífica The Authority, un cómic que hizo tanto como cualquier otro para remodelar el género de superhéroes en los albores del siglo XXI. Ya os digo que La Tumba de Batman probablemente no tendrá un impacto tan significativo, pero sí que logra traer algo nuevo a un personaje del que siempre queremos saber más. Dicho esto, se toma algún tiempo antes de llegar a lo bueno.

El maestro Warren Ellis y el artista Bryan Hitch incursionan en temas familiares de Batman (algo que debe ir en cláusulas de contrato, supongo), y se toman algún tiempo con el Caballero Oscuro paseando y haciendo sus cositas por la city. Escenas contra malos-malutos que reciben «mascás» en cara, escenas trepidante con patadas voladoras, etc. Inicialmente, o al menos en las primeras páginas del primer número, no parece que La Tumba de Batman, siendo una serie nueva, vaya a ofrecer mucho más que otros arcos de Batman. Pero engaña. Y vaya si engaña. Con el tiempo, esta serie de doce números genialmente recopilada en tapa dura por ECC Ediciones y publicada hace nada en nuestro país, comienza a revelar una curiosa intriga. Ellis e Hitch aportan dos notables florituras narrativas que ayudan a destacar con el paso de las páginas.

La Tumba de Batman comienza con una de esas noches en Gotham, las llamadas al 911 en espera y un Batman ocupado. Nuestro prota acaba de salvar a un policía y a su familia de ser asesinados por una pandilla con extraños tatuajes en el cuello, y ahora Batman está atento a una llamada al 911 que la policía parece no responder. Un hombre ha muerto en el apartamento 4C, un tal Vincent William Stannik. La mitad de su cara ha sido devorada. Stannik trabajaba en la oficina del fiscal de distrito y tras un colapso mental, aparece destrozado. Batman se acaba de meter de lleno en un misterio de narices. Está claro que Stannik tenía una obsesión por Batman porque las paredes de su apartamento están cubiertas de fotografías y recortes de periódicos que muestran al Caballero Oscuro en acción. Bruce se marcha mientras sus pensamientos viajan de algún modo a la mente de la víctima… Pero entonces percibe algo. Y cuando regresa al apartamento, mira debajo de la cama y encuentra al asesino con sangre todavía en los labios.

Con un premisa y un inicio a mi parecer maravilloso dentro del género detectivesco, se inicia este arco argumental que me ha encantado. El asesino se llama Eduardo Flamingo y está feliz de contar su historia y hacer amigos. Parece que lo llevarán de cabeza a Arkham. No obstante, Gordon tiene otro caso: Bobby Turton, un asistente del fiscal corrupto que escapó de los cargos, aparece también muerto. Este homicidio es extraño. Batman mete el hocico y sin comerlo ni beberlo, todo parece volver al amigo Flamingo. Un cúmulo de muertes, desprecios y luchas por el camino que van a provocar a Batman grandes heridas tanto físicas como psicológicas. Pero Batman es imparable y necesita calle.

Por mucho que el mercado de los cómics esté crónicamente saturado con contenido del orejas picudas, La Tumba de Batman se las arregla para hacerse indispensable como historia fresca, nueva y pone de nuevo el hype a tope con el superhéroe. Destaca encontrar en la obra a un Alfred Pennyworth cansado ya de su trabajo (su descripción de la dinámica Bruce/Alfred es muy inusual. No es en absoluto el sirviente deferente, sino una figura paterna cansada que se exaspera cada vez más por tener que complacer las inútiles fantasías de su ahijado) y a un Batman que pasa demasiado tiempo pensando en sus enemigos. Si bien el arte y la escritura no siempre se complementan a la perfección, Warren Ellis muestra su don con una aventura de Batman que vale mucho la pena leer. Y, por supuesto, mandar de viaje a la cómicteca.

Inevitable.

Reseña: American Vampire 1976, de Scott Snyder, Rafael Albuquerque y Dave McCaig

Quién si no iban a encargarse del regreso a librerías de American Vampire. Scott Snyder y Rafael Albuquerque regresan con uno de los títulos que los pusieron en el candelero como tándem genial a tener en cuenta. Una nueva visión al cómic de terror con una visión muy oportuna de lo que es, o mejor dicho, fue el país de la hamburguesa con patatas fritas. Han pasado cuatro años desde que Scott Snyder y Rafael Albuquerque trajeran al noveno arte American Vampire. Pero ahora este tándem de creativos se une de nuevo en un volumen que ECC Ediciones recién publica en nuestro país y que recopila los diez números que componen la miniserie. Nos trasladan a una década especialmente trascendental para ofrecer una mirada diferente a la historia estadounidense. Un volumen que además contiene la segunda entrega de American Vampire Anthology, compilación de historias cortas en las que un variado elenco de autores visitan el mundo creado por Snyder, Albuquerque, y no se os olvide, el eterno-dios-maestro, el señor Stephen King.

Después de explorar el rockabilly de la década de los 50s, los albores de la carrera espacial y dentro de esos años llevar el tema vampírico de una forma especial; American Vampire 1976 da un salto hacia el bicentenario de los Estados Unidos con un Skinner Sweet letárgico que aún se aclimata a ser convertido en humano después de décadas de vivir como uno de los no muertos. Claro, esto va, para el que ya conozca la obra anterior e inicial de American Vampire. Si no, os recomiendo que antes os hagáis con ella y la disfrutéis. Para así, ahora, en este tomo, encontrarse con un ser temerario que desafía a la muerte y que realiza trucos en un enorme país que tiende al apocalípsis, a la soledad, donde se deambula por lugares que el tiempo y la erosión agotan como ferias deterioradas y puebluchos en decadencia. Skinner anhelando emociones y los poderes que tenía como vampiro, mientras todo lo que le rodea intenta seguir adelante sin él. Mientras tanto, el resto del elenco tendrá que lidiar con nuevas amenazas mientras un antiguo Mal resurge y comienza a acumular suficiente poder para sumergir este-mundo-agotado en una oscuridad aún mayor.

Lo he dicho en más de una ocasión. Es terriblemente chulo como se nota el aire, el ambiente y la mano de Stephen King en American Vampire. No sé como lo hace, si su sola presencia basta o solo son sus consejos argumentales, pero el guión de American Vampire huele mucho a él. Una influencia que parece haber sido absorbida por los autores de la obra principal. Un cómic que siempre diré que podría ser una continuación u off-topic perfecto del libro de King, la genial The Stand (Apocalípsis). Tiene ese poderoso ambiente de desgracia en lo que nos espera en cuanto el mundo comienza a irse a pique.

Se siente mucho en American Vampire la presencia del Rey del Terror.

Por otro lado, con la posible excepción de Batman, no hay ningún personaje que Snyder haya creado que tenga una comprensión más firme que la voz que tiene Skinner Sweet. Incluso fuera de la visión del vampiro eterno y original que busca “entretenimiento” por el mundo, en 1976, en principio, dicho personaje anda más en un segundo plano. Pero cuando toca, Snyder lo lleva a un salto en el tiempo narrativo que justifica esa espera en el backstage y queda genial. Si bien se siente como el comienzo de una nueva historia, este es un volumen que recompensa a los lectores que estén actualizados en el título. Hay suficiente exposición para refrescar la memoria con aventuras pasadas. Insisto en que lectores que nunca antes hayan leído un número de American Vampire pueden sentirse un poco perdidos. Snyder entreteje las tramas para hacer que los paralelismos se sientan casi en cada página.

Albuquerque se desliza de manera similar para traer de vuelta el mundo de American Vampire sin problemas, junto al colorista Dave McCaig. Desde carnavales sórdidos en el suroeste hasta una cruda visión de la ciudad de Nueva York en medio de un crimen desenfrenado y discotecas repletas de gente que vive como si fuera su último día. American Vampire 1976 pisa el acelerador a fondo desde sus primeras páginas, regresando con suficiente sangre y furia para que la espera -en la que andábamos mucho- valga la pena. Esplende como Snyder y Albuquerque claramente se divierten con esta obra.

Reseña: Nightwing. Hijo Pródigo, de Kyle Higgins, Tim Seeley, Tom King y VVAA

Es maravilloso cuando das con una gran serie, una enorme obra, toda bien recopilada en un solo tomo, llevadero… Decidme si no, qué demonios es la perfección. Nightwing: Hijo Pródigo y su formato, sin duda, junta para mí los detalles de lecturas comiqueras que prefiero. Formato genial, con cantidad de contenido (para que yo decida cuando parar), volumen ideal para leer en el metro o en cualquier lugar de tránsito si se prefiere. Y, por supuesto, tramas interesantes que atrapan. Y mira que nunca fui muy “robins”. Pero el guionista Kyle Higgins formó equipo con dibujantes como Eddy Barrows y Brett Booth en esta edición integral de las aventura de Dick Grayson en el Nuevo Universo DC y salió algo grande. Nightwing: Hijo Pródigo en formato tochal que publicó ECC Ediciones hace nada y que recopila los números del #0 al #30 así como el Nightwing Annual #1 y un relato breve extraído del especial Young Romance. Ahí es nada.

Después de disfrutar de Dick Grayson como Batman por un tiempo, Kyle Higgins nos hace darnos cuenta de por qué Dick realmente es Nightwing. Un nuevo gran inicio para un personaje con el que rápidamente percibes que en realidad llevas mucho tiempo perdiéndote a un tío interesante. Después de tantos problemas con Dick Grayson como Batman, la idea de que volviera al traje de Nightwing parecía un paso atrás. Sin embargo, vale un sólo número, de esta serie de Kyle Higgins y Eddy Barrows, para que quede claro qué tiene sentido la vuelta de un personaje así.

No es ningún secreto que disfruté de Dick Grayson como Batman. Casi que lo he predicado a los cuatro vientos, cuando tocó. En Detective Comics se pueden disfrutar de estas aventuras también publicadas por ECC Ediciones en nuestro país. Pudimos ver a Dick evolucionar como personaje y convertirse en un mejor héroe. Si bien estaba emocionado por el regreso del personaje de Nightwing, no estaba seguro de cómo resultaría la ejecución. Ver a Nightwing saltando desde los tejados desde el principio con un símbolo rojo brillante en su pecho, mola, entre otras cosas, porque tiene un vinculo muy fuerte y recuerda a los primeros superhéroes que uno disfrutó de pequeño. Una época en la que no había que tener demasiados poderes para ser un dolor de cabeza para los malos. Con detalles muy chulos, lógicos y reales también como el problema mencionado por Grayson sobre las dificultades con sus formas acrobáticas y el traje de Batman, especialmente con la capa. Verlo en acción, aumenta el nivel de emoción.

Nightwing ha vuelto.

El monólogo interior que Dick comparte sobre su época como Batman y lo que le ha enseñado, nos asegura que estas historias no han desaparecido de su vida y las tiene muy presente en lo que podemos encontrar en Los New 52. Menciona cómo han cambiado las cosas en la ciudad e incluso cómo la ciudad comenzó a cambiarlo a él (un tema muy común en el Batman, de Scott Snyder). Después de sobrevivir a todo lo que la ciudad podría arrojarle como Batman, Dick debería poder enfrentarse a cualquier cosa, ¿verdad? Pero, ¿qué pasa cuando Haley’s Circus (un pequeño circo ambulante que recorre USA) llega a la ciudad? He leído ya muchos cómics de Batman y Nightwing, pero honestamente no recuerdo haber visto a Dick volver al lugar básico de donde parte el personaje de Robin. Es decir, el circo. Es posible que simplemente se me esté olvidando todo tras miles de lecturas anuales pero sí que recuerdo menciones y flashbacks en otros cómics, donde hay que recordar que además de sus padres, el circo era su familia. Y en esta obra que hoy os reseño la reintroducción de ellos es brillante.

El arte de Eddy Barrows y el entintado de Rod Reis se suman a la sensación audaz de la obra, volumen, mejor dicho, serión súper recomendable. La acción, las tramas y las subtramas que aporta este tomo es de alta calidad. Con un nuevo misterio mortal en ciernes y varios casos más.

Dick Grayson está de regreso como Nightwing y probando un nuevo traje. En el mundo de los superhéroes, pocas emociones existen más chulas que eso.

Reseña: Grendel Tales. Volumen 1, de Matt Wagner y VVAA

Grendel Tales comprende dos volúmenes o integrales de los cuales Planeta Cómic acaba de publicar el primero. La edición definitiva del legado de Matt Wagner con su obra referente dentro del noveno arte como es Grendel. Una serie de cómic longeva creada originalmente por el autor estadounidense y publicada por primera vez en USA por Comico, aunque poco después la llevó a la famosa Dark Horse.

Originalmente, un cómic oscuro como pocos muy al estilo de títulos europeos como Diabolik, como el propio autor mencionó en su momento. Un villano como Hunter Rose (el primer Grendel) que en 2009 fue clasificado en el puesto 88 de los villanos más memorables de todos los tiempos. Como os decía, de la mente visionaria de Matt Wagner, el mundo de Grendel regresa con dos volúmenes a precios razonables que recopilan todas las historias sucedáneas en este denominado Grendel Tales. El perdurable legado de Wagner, reimaginado y llevado a emocionantes extremos por Ho Che Anderson, Edvin Biuković, Kathryn Delaney, Paul Grist, Matthew Hollingsworth, Teddy H. Kristiansen, Darko Macan, Bernie Mireault, James Robinson, Steve Seagle, Jan Solheim y Rob Walton. Una buena lista de grandes autores de la industria del cómic. Un primer volumen que recopila Venerar al Diablo, el primer arco de un relato que fue publicado originalmente en el Grendel #40; Cuatro demonios, un infierno, genial miniserie de seis números: El martillo del Diablo, miniserie de tres; El Diablo entre nosotros y Diablos y decesos, historia de tan solo dos numeritos, difícil de olvidar.

Venerar al Diablo es una trama con una estructura narrativa muy singular. Cada uno de los cómics de este arco se dividen en dos historias, cada una de las cuales continúa a lo largo del arco. La primera mitad de cada edición trata sobre Orión, y como ahora que tiene el control del mundo, se aleja de la gobernanza diaria. También va sobre una mujer llamada Laurel Kennedy que asciende de rango y rápidamente se las arregla para ganar una gran influencia. Orión está envejeciendo y Fadi le convence de que tenga un heredero antes de que ella muera. El manipulador Kennedy da un paso al frente y rápidamente se casa con ella. Sin embargo, resulta que ya no puede tener hijos, por lo que Orión queda en cinta usando una poderosa tecnología. Así nace el hijo de Orión, Júpiter, del que Laurel Kennedy se hace cargo hasta que tenga edad suficiente para gobernar. Una historia curiosa en todos lo sentidos. De hecho, fue impresa al revés que en la serie original, para demostrar que aun así funciona.

Cuatro demonios, un infierno nos lleva al mundo post-apocalíptico donde los clanes de Grendel están tomando el control, para consternación de cierto investigador privado que ha sido llamado para investigar un asesinato. Una investigación que lo lleva a una obsoleta Nueva Orleans, donde le van a dar para el pelo, no uno, sino cuatro Grendels…

El martillo del Diablo es la historia de Petrus Christus, el único sobreviviente de una ciudad horriblemente masacrada por una banda de Grendels. Para buscar venganza, Petrus debe adoptar el manto de Grendel, pero, sin que él lo sepa. Un precio demasiado terrible para pagar. Escrita e ilustrada por Rob Walton y colores de Bernie Mireault y Kathryn Delaney, usan el mismo color de estilo de animación que les valió una nominación al premio Eisner por Grendel: War Child.

El Diablo entre nosotros presenta a los lectores el más reciente Grendel que se puede encontrar. Un hombre conocido solo como Jonah, quien es descubierto, boca abajo en la nieve y medio muerto, por los trabajadores de la empresa Ice Station Hellman. Pero, ¿puede Jonah ayudar a estos trabajadores varados? ¿O es él mismo el portador del misterioso virus que hace que cada uno de ellos explote? Sí, literalmente, explotan.

Cierra el tomo Diablos y decesos, historia de dos números escrita por Darko Macan e ilustrada por el difunto Edvin Biuković, ambientada en un futuro en el que los valores del Grendel original se utilizan para guiar a una sociedad tribal distópica, con el protagonista Drago del Clan Grendel Agram, enfrentándose a una criatura creada por la radiación que mata una y otra vez a su ganado.

Un buen volumen, con todas las portadas de los cómics originales y material del personaje nunca antes recopilado. Súper indispensable para fans de Wagner y un personaje icónico del noveno arte.

Reseña: Noviembre, de Matt Fraction, Elsa Charretier y Matt Hollingsworth

El otro día os hablaba de Matt Fraction y lo genial que era que se trajeran a nuestro pais nuevas obras de este tan recomendable guionista (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7927). Bien, pues ECC Ediciones parece haber escuchado mis ruegos (y el de muchos) y a finales de noviembre publicó otra joyita independiente del autor, fuera del mundo del pijameo. Pero esto tampoco es cuestión de tirarse flores de forma gratuita, es obvio, que teniendo en cuenta la popularidad de Matt Fraction en estos momentos en USA, su nueva novela gráfica Noviembre -que muchos teníamos fuera del radar-, sea una grandísima noticia de publicación para demostrar quién es y cómo se las gasta este guionista de renombre que… ¡Tiene mi edad! Bueno, tranquilo, tranquilo, que con la edad que tenemos ya es normal que ocurra… Pero esto no significa otra cosa que, los lectores que se atrevan con Noviembre, se van a llevar una agradable sorpresa con una historia «noir», tan atractiva como impactante.

Creada por Fraction y la dibujante Elsa Charretier junto al colorista Matt Hollingsworth, Noviembre es un thriller que relata las vidas entrelazadas de tres mujeres en los suburbios. Un curioso juego, un tejemaneje, como yo suelo decir, sobre tres mujeres que descubrirán como sus vidas están vinculadas a un misterioso hombre que parece ser la causa de todos sus males. Una genial trama dividida en cuatro grandes capítulos, que a su vez se dividen en cuatro subcapítulos todos menos el último. Además, todo cerrado en tres epílogos que dejaran a más de uno con el culo torcido, por su capacidad de abrir la historia a un sinfín de posibilidades futuras. Pero una obra cuidadosamente dividida en sectores de trama que siguen a este extraño hombre y tres mujeres a través de una narrativa interconectada en la que los cuatro juegan un papel fundamental. Y para muestra un botón: El primer capítulo se llama La chica en la azotea y es en el que empieza la historia con el mismo nombre, y donde este señor se encuentra con una mujer llamada Dee que le hace una oferta para lo que pide muy poco que hacer pero paga muy bien. Sin embargo, el tema se va de madre. La pistola en el charco, destaca a una mujer con mala suerte que intenta hacer lo correcto y es rápidamente castigada por ello. El motivo de la emergencia, cuenta la historia de Kowalski, un operador del 911 (Servicio de Emergencias telefónico en USA) que siente que algo va mal tras una llamada. Y el subcapítulo llamado El ladrón está protagonizado por el hombre que le hizo la oferta a Dee y vuelve al caso justo cuando ve en el suceso una oportunidad para… Cuatro mini-historias dentro de una gran trama que abren un argumento de forma intrigante. Pero ideas que parecen incompletas, ya que dedican la mayor parte de las páginas a preparar la trama para lo que está por venir. ¿Lo bueno y tremendo de esto? La forma en la que ha sido publicada de forma integral para que “lo que está por venir” esté tan solo a un salto de página. así que podemos seguir disfrutando leyendo los desarrollos de este thriller que recuerda a las mejores historias de Dashiell Hammett, si se me permite el halago. ¿Después? Personajes que quieren salirse de un proyecto criminal, el misterio tras las dos mujeres y como empiezan a sentirse plenamente realizadas con algo en lo que jamás hubieran pensado. Cada capítulo tiene lugar en un entorno distinto, lo que le da a la ilustradora una libertad tremenda para con los planos y viñetas. Todo muy reforzado para un ambiente de paletas de colores corto de tonos pastel que marca Hollingsworth. ¿Se pretendía que esto fuera así para que nuestra atención se centrara únicamente en el punto fuerte de este cómic como es la trama? Diría que sí. De ahí el poderío del cine negro en blanco y negro, valga la redundancia.

Noviembre muestra a Fraction en su mejor momento, cuando cuenta historias íntimas sobre personajes en circunstancias extremas. El tono recuerda a uno de sus últimos cómics independientes, uno excelente también de tema criminal que fue ilustrado por Kieron Dwyer y que se publicó en 2003 en USA como es Last of the Independents. Espero que nos lo traigan pronto. Pues Fraction entiende los personajes mejor que casi cualquier guionista de cómics actual. Se mete en ellos de forma muy personal y los elementos de ficción tienden a distraer la atención de sus adorables y simpáticos protagonistas para después soltarles algo impactante en plena cara. Suma también en Noviembre que el diseño de Elsa Charretier para este tipo de historias es genial. Viñetas que son un homenaje al cine negro, el mejor que se hizo sobre este género en la década pasada de los 50.

Un excelente equipo creativo para un viaje difícil de olvidar.

Reseña: Marvel Héroes. El Increíble Hulk, de Peter David, Al Milgrom y Todd McFarlane

Al igual que ocurre con las películas, los cómics que son muy buenos terminan por adoptar el denominativo de autor. El Tiburón, de Steven Spielberg, el Drácula, de Bram Stoker, el Superman, de John Byrne o los mutantes, en general, de Chris Claremont. Entre ellos, a los que siempre nos ha interesado el personaje de La Masa desde que tenemos uso de razón, está el Hulk, de Peter David. Os lo digo ya: el autor que mejor lo ha hecho con El Hombre Masa o La Masa, como lo llamábamos por aquí en los 80. Así que, friends, tremendísima noticia es, que Panini Cómics haya decidido sacar en formato integro de estos enormes Marvel Héroes, una época maravillosa, ochentera, de un Hulk que va a vivir aventuras para todos los gustos, comenzando así una colección increíble de más de ciento treinta números recopilados en tomos de tapa dura formato tochal, donde redefinió el personaje un Peter David en estado de gracia. Incluida, por supuesto, la colaboración completa con el artista, la súper estrella años después, el maestro del dibujo Todd McFarlane.

Hulk, ahora un goliat de piel gris, está más enfadado que nunca, salta a la acción y se vuelve imparable contra ciertos horrores de ultratumnba, seres de otro planeta y los misteriosos entresijos que puedan darse en la casa de al lado… Con la revitalización de uno de los viejos enemigos de Hulk por excelencia, el Líder (Samuel Sterns), un enemigo de la clásica Marvel Comics que apareció por primera vez en Tales to Astonish #62 e incluso en el film The Incredible Hulk. Pero en cómics, un cabezón verde de narices que no veáis si tiene maldad…

También vamos a conocer una nueva vida para Hulk en Las Vegas, donde saludará “con la mano abierta” a Joe Fixit así como a muchos de los cónclaves de un casino que dictaminan el sitio como zona ideal para realizar extraños rituales a seres interdimensionales. Un genial Hulk incontrolable que termina por destrozar máquinas de hacer dinero a la vez que no deja ni mesa, ni sillas, a derechas. Pero también enfrentamientos muy locos e idas de olla contra Factor-X, Lobezno, Iron Man, Spiderman, Los 4 Fantásticos o incluso contra Lobo de Medianoche (Werewolf by Night: aquel Hombre Lobo clásico de los cómics de Terror). Pues, sin duda, este es el punto fuerte de esta marcada época. Ya sabreís por dónde voy. Ya imagináis qué es lo que hace genial a este Hulk, o mejor dicho, por que lado de la acera caminaba Peter David. Sí friends, el cómic de Terror y Ciencia Ficción clásico está muy presente en esta obra y por eso es tan diferente, tan maravilloso, un sabroso cocktail de gustos bien mezclado que queda genial donde seguimos sumando en enfrentamientos del monstruo verde (como lo llama mi peque) contra Grey Gargoyle, Doctor Doom y La Abominación.

Joyita de las buenas. El primero de los volúmenes dedicados a recopilar la legendaria etapa de Peter David en Hulk. Y es curioso como esto llegó justo después de los sucesos de la etapa de John Byrne, cuando también arribaba Al Milgrom como autor completo, para acometer una época de transición en la que Bruce Banner se reuniría y encararía contral el Goliat Esmeralda. Y cuando se creía que este personaje no podía llegar más alto, más a la cima, molar más, acto seguido apareció un tal Peter David (The Amazing Spiderman) que junto a la entonces joven promesa Todd McFarlane, revolucionaron el mundo de Hulk creando un cúmulo de historias fascinantes, ahora convertidas en este monumental tomo que cubre por completo esa primera fase del proyecto e incluye, entre otras legendarias historias, el choque contra Lobezno, con la mítica portada de Hulk reflejado en las garras, o la espectacular saga que reformuló al peor enemigo del Monstruo Gamma: El Líder, como os decía antes.

ESTE ES HULK. Este es el Hulk que muestro a todos para que lean y disfruten como el personaje debe ser. El que doy como prueba a todos aquellos que oyen mis constantes quejas sobre lo blandengue que ha sido representado este genial superhéroe en los guiones del UCM (Universo Cinematográfico Marvel). Sí friends, este es el verdadero Hulk para mí. Aquí se rediseña, se actualiza y se enmarca una leyenda, en una época que llegó certificar que por hoy y por siempre amaría este personaje como mi preferido de por vida. Desde aquellos lejanos siete u ocho añitos en los 80 en los que anduve tras la falda de mi madre, agradecido, por haberme comprado un muñeco de goma verde y musculado con el que mi imaginación viajaba y viajaba y tenía aventuras por doquier.

Una de las publicaciones molonas y alegrías comiqueras de otro año de grandes publicaciones que se va.

Reseña: Las Crónicas de Odio, de Peter Bagge

Odio es un cómic del guionista e ilustrador Peter Bagge. Fue publicado por primera vez por Fantagraphics, tuvo treinta números y fue uno de los cómics independientes más vendidos de la década de los 90s. En su apogeo, llegó a vender 30.000 copias por número. Pero poco después (2000y poco), Bagge revivió la serie en un Hate Annual, un cómic recopilatorio, mejor dicho, que comprendía la historia después del Odio inicial, en una especie de antología de relatos que completaban una historia ya de por sí, tan diferente como interesante. Donde Bagge aprovecha para satirizar sobre el libertarismo y la cultura y los dibujos animados de aquella pasada actualidad. Bastantes reseñadores han hecho referencia a Odio como un ejemplo importante de la cultura del cómic de la Generación X y la cultura grunge, en general. Y tienen razón. Peter Bagge tiende a ver los paralelismos con el estilo de vida grunge (aquel que tanto popularizó grupos como Nirvana) como una gran coincidencia, ya que hacía referencia a eventos que le habían sucedido diez años antes. Todo eso y más vais a encontrar en Las Crónicas de Odio, que recién publica Ediciones La Cúpula en nuestro país. Un integral súper esperado que ha tenido ya ediciones en varios idiomas como el italiano y alemán. País donde, por cierto, lo ha petado en ventas.

Odio sigue la vida de Buddy Bradley, en una continuación de los eventos de la tira comiquera del autor llamada The Bradleys. Una de las series regulares que aparecían en el anterior trabajo del autor en la publicación Mundo Idiota (Neat Stuff), en el que se explicaba la adolescencia del colega Buddy Bradley a finales de los ochenta y sus vivencias con su familia; un padre poco trabajador y autoritario que se pasa el día bebiendo cerveza y mirando la televisión; Babs, una hermana neurótica y poco agraciada; un hermano pequeño, Butch, con tendencias fascistas, y una madre que se refugia en la religión para poder sobrellevar el panorama familiar. Después, el autor sitúa la “acción” en dos tramos, una primera mitad en Seattle y luego en los suburbios de Nueva Jersey, donde Buddy tiene que lidiar con el final de la adolescencia, crecer a regañadientes, sus relaciones con una serie de tíos y tías desagradables que tiene que clasificar como amigos o posibles parientas… Y, por supuesto, trabajar en empleos sin ningún futuro. Está claro que Bagge usaba recuerdos propios como inspiración primordial.

Las Crónicas de Odio es la colección definitiva de una de las series de cómics alternativas más famosas de todos los tiempos. Un conjunto de volúmenes que, además de ser el tebeo por antonomasia de la Generación X, recopila ilustraciones y artículos relacionados con Odio creados para otros libros y revistas, así como historietas, juguetes, y más sorpresas creadas por Peter Bagge. Lo dice muy bien la sinopsis editorial. Efectivamente, nos vamos a trasladar a los primeros años 90, donde empiezan a aparecer por todos lados esos neuróticos que reviven la explosión del grunge, la MTV se convierte en un canal de televisión que hay gente que lo tiene 24h puesto, llega el advenimiento de los piercings y los tatuajes de mierda… (en los que yo caí). Pero también los primeros reality shows que lo petan en TV, la muerte del vinilo y el nihilismo como única forma de vida si eras joven y tenías dignidad… Que poca había.

Ediciones La Cúpula recién publica esta magnífica edición que recoge treinta años de cómics para disfrutar, lo que fuera publicado por Fantagraphics en una caja de tres volúmenes en el denominado Peter Bagge’s Hate. Para aquellos que quizás no estén familiarizados con lo que muchos consideran un cómic alternativo esencial de los años 90, Las Crónicas de Odio son ideales para trasladarte a esa época. Cómic que disfrutarás de lo lindo, por supuesto, si ya eras un alma estudiosa en pena en aquellos años, como era mi caso. Entonces, y solo entonces, te sentirás identificado varias veces con Buddy Bradley, cuyas tendencias más holgazanes solo se ven eclipsadas por sus extraños ataques de rabia, excitación, impotencia y, en ocasiones, ambición. Buddy, de hecho, es más divertido cuando está furioso. Y puede que sus peroratas obstinadas no siempre estén justificadas, pero ver a Buddy meterse en líos por una tontería… eso, no tiene precio. Todo con un arte descabellado, distinto, a veces perturbador, y a veces trasladado a una especie de feria de Teleñecos.

Lugar donde Bagge proporciona humor mordaz por los cuatro costados.

No es para niños.

No lo entenderían.

Reseña: Jimmy Olsen, el Amigo de Superman. ¿Quién mató a Jimmy Olsen?, de Matt Fraction, Steve Lieber y Nathan Fairbairn

Una buena idea comiquera es como ECC Ediciones está recuperando obritas de Matt Fraction (1975), el prolífico y viejoven guionista de Sex Criminals, The Invincible Iron Man, The Immortal Iron Fist, pero, sobre todo, conocido por ser junto a nuestro ilustrador patrio David Aja el responsable de cambiarle el look a Ojo de Halcón y llevarlo de nuevo a la cima. Autores ganadores de Premios Harveys y también de los poderosos Premios Eisner. Incluso reconocidos en el europeo de Angôuleme. No obstante, Matt Fraction tiene más. Y en la casa DC tuvo una peculiar participación con un off-topic tan diferente como recomendable: Jimmy Olsen, el amigo de Superman, más específicamente: ¿Quién mató a Jimmy Olsen? Una miniserie de doce numeritos que aprovechando que ECC Ediciones la publica en un solo integral, por supuesto, no la iba a dejar pasar.

Jimmy Olsen, el amigo de Superman: ¿Quien mató a Jimmy Olsen? es un misterio de tamaño épico y un ejercicio de moderación de tres guionistas (Matt Fraction, Steve Lieber y Nathan Fairbairn), ejecutando con clase, dignidad y buen gusto lo que se puede esperar de este chavalito pelirrojo. Pues como bien dice la sinopsis, en un mundo de casi ocho mil millones de personas, sólo uno puede llamarse a sí mismo «el amigo de Superman» y ese es Jimmy Olsen. Un fotógrafo excelente, un proveedor de contenidos fiable, un bon vivant y aventurero con pajarita. Pero… en serio, ¿por qué Jimmy Olsen es el mejor amigo de Superman? Jajaj… me gusta la presentación. Aunque en realidad estemos ante una trama oscura de odio, envidia y alevosía contra un personaje que a no muchos cae bien.

Pero vayamos al grano: este cómic es fantástico, gracias al increíble equipo que trabaja en él. La escritura de Fraction es tan nítida y divertida como siempre. Su diálogo es amplio, audaz y, a menudo, declarativo, pues escribe con suficiente humor y referencias como para hacer que los detalles en principio clásicos, parezcan modernos. Guiones similares, a vece,s pueden convertirse en autodesprecio o incluso satirizar cómo se solía hacer en los cómics que aparecía Jimmy Olsen. Eso sin contar que estéticamente es perfecto. Steve Lieber nació para dibujar cómics así, estoy seguro. Es capaz de crear un aire retro al estilo de obras de Darwyn Cooke o David Lapham. Mantiene la misma vibra y crea una línea directa para que disfrutemos, para que nos riamos con Olsen y el resto del elenco que “sufren” cada vez que aparece… y desaparece.

Y tiene un ritmo alucinante. Fraction y Lieber normalizan lo extraordinario. Los dos personajes principales de esta historia en su conjunto han pasado por prácticamente todos los escenarios comiqueros que puedas imaginar. Ahora bien, esto no quiere decir que el cómic no tenga también sus partes profundas. Todo lo contrario. Hay personajes con credibilidad en las cosas que dicen y hacen. Y mientras Jimmy mantenga la cabeza en alto y Superman lo ame incondicionalmente, no hay mucho que un equipo creativo pueda hacer para traicionar a cualquiera de esos otros personajes secundarios, jaja. Sin embargo, el tema es el asesinato. ¿Por qué… él? Pero… en serio, ¿por qué Jimmy Olsen es el mejor amigo de Superman? Y te harás la misma pregunta cuando el fotógrafo favorito del Daily Planet se encuentre huyendo por los rincones más extraños del Universo DC, intentando descifrar la mayor historia que jamás haya cubierto y resolver el misterio más improbable que jamás haya encontrado. Su propio asesinato.

El “de qué va”, no se puede describir mejor.

La tirada inicial de Superman’s Pal, Jimmy Olsen duró más de ciento cincuenta números a lo largo de veinte años durante la Edad de Plata. La serie era divertida, extravagante y construyó su propio mundo peculiar, lugar ideal para meter en vereda a superhéroes dentro de tramas de humor. Ocurrió no solo en su serie, también en otras cabeceras como Action Comics donde Olsen hacía cameos. Ahora ha vuelto y tiene su serie propia, que a vuestro criterio dejo el querer saber si a este sujeto que se le ama tanto como se le odia, sigue con vida. En todo caso, estamos ante un cómic que es una carta de amor a los cómics de antaño. Tanto en historia como en imágenes. ¿Quién mató a Jimmy Olsen? es gracia, es entretenimiento, es arte. Puro arte.

Reseña: Marvel Héroes. Secret Wars II. ¿Quién es el Todopoderoso?, de Jim Shooter, Al Migrom y VVAA

Un día como hoy me voy a atrever a reseñar una obra magna de Marvel como son las Secret Wars II; la repercusión de un evento grandioso, una saga, un cúmulo de historias independientes dentro de una misma, donde casi cada granito de arena creaba un mundo nuevo para cada superhéroe o grupo de ellos. Y aunque unos sucesos, encuentros o consecuencias tuvieron más repercusión que otros con el paso de los años, diría que a ninguno de los principales superhéroes que intervinieron, ya nunca les fue igual.

Ninguno fue el mismo.

Apuntando directamente a los corazoncitos nostálgicos de los fans que tienen ahora treinta y muchos o cuarenta y pocos años, Panini Cómics pone este mes en librerías un Marvel Héroes de renombre como es Secret Wars II: ¿Quién es el Todopoderoso?, el primer tomo de dos que recopilará la trama completa del mítico crossover de los años 80. Sí, Secret Wars II, la segunda pero, en mi opinión, la parte buena aunque a muchos apenas les guste. Ya fuera por calidad, creatividad y éxito respecto a las primeras que se hicieron unos años antes, o por ser las primeras que leí y descubrí con apenas ocho añitos. Para mí, es la que centra todo, la que tiene la trama más atractiva aunque en partes y leida ahora con canas en las barbas, tiene las situaciones más rocambolescas que uno pueda encontrar. Es como si Al Migrom y, sobre todo, Jim Shooter, hubiesen dicho: esperad, esperad, esperad, vamos a pensar un momento y hacer este evento bien hecho y con consecuencias gordas para casi todos los participantes arrastrados a ese viajar al Espacio Exterior, a un mundo distante, donde muy pocos saben qué demonios hacen allí. Y se les hubiese ido de las manos…

Un Marvel Héroes que aparte de recoger los siete números que la comprendieron, edita la continuación o repercusiones de la trama en The New Mutants #30 y #36, Captain America #308, The Uncanny X-Men #196 y #202, The Invincible Iron Man #197, Web of Spider-Man #6, The Amazing Spider-Man #268 y #273, Daredevil #223, The Incredible Hulk #312, The Avengers #260, Dazzler #40 y algunos más, en tapa dura, con tipo de papel mejorado, ya sabéis, joyitas que les seguirán. La última vez que los héroes se encontraron con El Todopoderoso y lucharon por sus vidas. Pero ahora lo harán para salvaguardar el Universo, desde casa. Pues tan solo un año después de que los superheroes de la Tierra fueran secuestrados y conducidos a un mundo lejano, El Todopoderoso viaja ahora a nuestro planeta para continuar el estudio de la humanidad y cruzarse en el camino de todos los héroes del Universo Marvel.

Secret Wars II es una de esas historias raras que todo lector debe experimentar. Es tan diferente que según cuando la leas (momento y lugar), según como te entre, puede resultar incluso una trama malota dependiendo de tu criterio o tu edad. Pero de un modo raruno, es tan diferente y brillante al mismo tiempo que cambiará la forma en que juzgas a todos los demás cómics. Los vínculos a la trama principal es lo que la engrandecen. Esa es mi opinión. Es como ver una peli en la que ni fu, ni fa, pero que al enterarte de detallitos y tramas que se suceden después se eleva y cambia de nivel. Que digo se engrandece, se empodera de una forma colosal. Comprende algunos de los mejores trabajos de superhéroes de la década y de todos los tiempos. Y este ¿Quién es el Todopoderoso? junto al siguiente Marvel Héroes que se espera, comprendería el Secret Wars Omnibus tan maravilloso que se publicó en USA y que como os decía, no fue otra cosa que un disparo al corazón de los nostálgicos.

Para mí, una de las mejores historias o evento clásico que se puede recomendar en su conjunto. Una oda a la mejor Ciencia Ficción, en un gigantesco crossover que sirve como foto fija de toda una época de grandes cómics provenientes de La Casa de las Ideas, de esa época en la que cuando había un proyecto grande nuevo, se juntaba prácticamente toda la Redacción de autores en nómina para sacar adelante la historia; como si de una enorme reunión real de superhéroes se tratara. Y yo alego que la esencia de esta historia, algún día tendrá reflejo en el UCM (Universo Cinematográfico Marvel).

Estoy seguro.

Secret Wars II fue publicada entre 1985 y 1986. Escrita por el entonces editor jefe de Marvel, Jim Shooter, con bastantes aportes de Al Milgrom. Fue una secuela de la serie original Secret Wars, publicada en 1984 y 1985. La serie estaba relacionada con ediciones de otros títulos Marvel, con “enlaces” que se indicaban con un logo en la esquina superior derecha de las distintas series para indicar que eran parte de la historia general. Fue la primera vez que Marvel hacía algo así. Publicó una aventura en la que el lector que quería leer la historia completa debería comprar varios títulos para enterarse. No tengo dudas de que esto le hizo mucho daño a su popularidad. Secret Wars II fue el cómic más vendido de 1985 y, sin embargo, también uno de los más despreciados a los ojos de prensa y fans de la época, recibiendo malas críticas y apareciendo en listas Los Peores Cómics del Año.

¿Mi consejo? Juzguen ustedes mismos.

Reseña: Ambassador Magma, de Osamu Tezuka

No hace falta que yo reitere lo importante que es, que se publique/edite/reedite constantemente la obra del dios del manga Osamu Tezuka. Sobre todo, en nuestro país, donde se publicaba un titulo de vez en cuando pero no todo-todito-todo lo que existe. Bien, pues esa es la labor-magna que Planeta Cómic está haciendo. Y de la que pretendo hacerme con todo lo que pueda. Más que nada porque están saliendo títulos que apenas conocía y que hubiese jurado que jamás se publicarían en nuestro idioma, por supuesto, antes de que comenzara esta gran y nueva época del cómic que estamos viviendo en la que están llegando grandes joyitas ilustradas.

En Ambassador Magma, el periodista Atsushi Murakami y su familia se despiertan una mañana y se dan cuenta que han viajado doscientos millones de años al pasado. Todo es un plan, una obra de un extraterrestre llamado Goa, quien les muestra su plan. Goa les dice que viene con el objetivo de conquistar la Tierra y exige que Murakami informe su experiencia en una especie de diario narrador de los hechos que sucederán a partir de ahora…

Volviendo al presente, Mamoru, el hijo de Murakami, conoce a Magma, un robot gigante, creado por el científico para ser el protector de nuestro planeta junto a otras dos “personas cohete” como son su esposa Mol y su hijo Gam (hecho a imagen y semejanza del pequeño Mamoru). Pero, ¿funcionará este equipo para detener los malvados planes de Goa? Osamu Tezuka fue un artista que abogaba mucho por la Ciencia Ficción, campo del fantástico donde sacó a relucir todos sus gustos por el amor a obras indispensables de este magnífico género. Y si bien me gustaron algunas y no todas de las leidas hasta ahora, tengo que reconocer que cuando a alguien le llaman maestro-dios del manga, es por algo. No hay ningún manga suyo que no entretenga como poco para que quieras devorarlo hasta el final. Y otros, que dejen las ganas o ansias por saber que hubiese pasado en una continuación. Esto ocurre con Ambassador Magma, el genial volumen único que Planeta Cómic ha publicado este mes que cierra el año, donde se presenta una trama de escenario no muy complicado (a día de hoy) con un alienígena malvado dotado de poderes increíbles que pretende invadir la Tierra. Y como contrapunto, el personaje principal como simple niño que frustrará sus planes con la ayuda de su papá y unos cuantos robots curiosos (incluido el del título).

¿Es Ambassador Magma una obra de Tezuka muy recomendable para jóvenes o para padres que quieren disfrutar de un buen manga de robots (mechas) junto a sus hijos? Sin duda. Puedo imaginarme claramente a algunos niños japoneses de los años 60 o 70 encontrando esta miniserie absolutamente asombrosa. En cambio, como adulto del siglo XXI que lee bastante, puedo decir que Ambassador Magma no ha envejecido bien. Es la crítica fácil. Pero sería injusto porque mangas como éste tienes que ponerte a ello, verlo, con los ojos adecuados. No son otra cosa que una vuelta a la nostalgia de niños que crecimos con Mazinger Z, Tetsujin 28-go (el primer manga de mechas también conocido como Ironman 28), Gundam o el mismísimo Astro Boy, también de Tezuka que está publicando actualmente Planeta Cómic en nuestro país. Quizás algunos pensarán que Ambassador Magma solo interesará a unos pocos fans del maestro o como decía anteriormente a padres e hijos que quieran disfrutar juntos de una lectura. Pero no. Ya os digo que cualquiera que disfrute de una buena historia de CF con robots, le cogerá el gusto rápido a este volumen con el que poder disfrutar de toda la historia de una sola atacada.

Tiene algunas escenas realmente buenas y un tema que me hizo reflexionar sobre en lo idiotas que nos estamos convirtiendo poco a poco como sociedad. Al gran chico-malo de esta historia le gustan los niños. Y eso no significaba lo mismo hace sesenta años que ahora, ¿no?

Si andáis por Sevilla, ideal pillar esta obra en el MangaFest (X Festival de Cultura Asiática y Ocio Digital de Sevilla). Aunque hoy es el último día.

Osamu Tezuka, maestro de maestros, rey de reyes, siempre.