Reseña: Redneck Vol.1, de Donny Cates, Lisandro Estherren, Dee Cunniffe y Joe Sabino

Los doce primeros números de una serie de vampiros que no he podido parar de leer. Quizás sea la época de frío y nieve que tenemos encima, quizás haya sido el disfrutarla junto a la chimenea sin ruido alguno, quizás, es que vuelven a estar de moda los vampiros, sobre todo, con series de TV tan interesantes como Chapelwaite o Misa de Medianoche… O simplemente que no esperaba que Redneck, del siempre genial Donny Cates y el dibujante Lisandro Estherren, me gustara tanto. Para quien no lo sepa, en USA, el término “redneck” (cuello rojo), se usa de forma común y vulgarmente para hablar de forma peyorativa de un campesino de la América profunda normalmente sureño. A lo que en su día se le llamó un “poor white” (un pobre blanco). Usar el término «redneck» es despectivo en la forma que aquí podríamos usar de forma malintencionada la denominación «cateto». Aunque estos norteamericanos siempre tiran más hacia la forma pobre y desaliñada de vivir, cuya escopeta suele ser su bien para todos los males. Lo de «cuello rojo» proviene, en realidad, por la quemaduras solares que se encuentran en el cuello de estos agricultores al estar tanto tiempo agachados labrando el campo, dado que raro es el que se puede permitir maquinaria para ello.

Pero eso es otra historia.

Donny Cates… ¡¿por qué sigues haciéndome esto ?! Redneck es serie de cómics que publicó Image Comics en USA y que ECC Ediciones ha decidido traer a nuestro país en tres geniales integrales en tapa dura. He aquí el primero. El guionista Donny Cates cuyo trabajo sigo fervientemente con lecturas que me llevaron a Babyteeth, Relay, The Ghost Fleet, Interceptor (Cates mostraba vampiros en el espacio), God Country, Star Trek: Waypoint, Deviations… Tras todo esto. Tenía muy claro que no se me iba a escapar esta oportunidad de leer su trabajo en español, donde junto al artista Lisandro Estherren, el colorista Dee Cunniffe y el rotulador Joe Sabino empaquetan una historia bestial, visceral e intrigante en todos los niveles.

Pues en Redneck este conjunto de autores, nos llevan a saber de vampiros de acento sureño, una antigua familia de vampiros que vive en la zona rural de Texas. Los Bowman. Unos seres de cuidado que han estado viviendo en un pueblecito durante décadas, escondiéndose silenciosamente tras un negocio local y siguiendo reglas muy estrictas para evitar problemas mientras beben sangre de animales. Pero cuando los Bowman más jóvenes salen a pasar la noche por la ciudad, las cosas terminan siendo bastante problemáticas para la familia. Llegando a desatar lo peor. Pero no dejan de ser vampiros que parecen estar en desacuerdo consigo mismos. La mayoría no quieren ser lo que son. Aunque tienen que sobrevivir. Son dueños de un asador y crían su propio ganado en la granja. Viven de la sangre de ese ganado y usan la carne para venderla en el restaurante. Luego usan el dinero que ganan para comprar más ganado y comenzar el círculo de nuevo.

Además, se rodean de algunos “familiares” que les trabajan haciendo cosas que ellos no pueden hacer durante el día. Es un pequeño sistema que funciona hasta que Bartlett lo arruina todo tras una noche de fiesta. Y ahora uno de los suyos ha muerto. Y para más inri la gente del pueblo se enteran del secreto y van a por ellos. Y JV ha encerrado a estos jóvenes en el sótano para evitar que hagan algo imprudente y estúpido otra vez. Solían tener un credo por el que vivían. Cuando uno de los suyos era asesinado, independientemente de los hechos que los rodeaban, se marchaban del pueblo no sin antes exterminar a toda alma viviente. Y sabiendo esto los más jóvenes claman venganza. Pero JV está tratando de ser más diplomático esta vez, tratando de aclarar los hechos antes de que todo se vaya a pique.

Donny Cates es uno de esos guionistas que amo y odio. Lo amo porque todo lo que escribe es bueno. Es genial. Y ahora mismo está rozando la cima con sus trabajos. Por otro lado, también lo odio porque tiene ideas muy chulas que encima las lleva a cabo demasiado bien. Es tan bueno que hace que el resto de los que intentamos ser guionistas/escritores de renombre, parezca que estamos arrojando mierda a las pantallas de nuestros portátiles. Con Redneck ha creado algo enorme. Una colección que la quiero tener sí o sí al completo en mi cómicteca en la sección de joyitas de temática con vampiros. No queda otra. Haceros un favor si habéis leído hasta aquí y pillad ya este primer integral y decidme si estoy equivocado y esta historia no es indispensable de tener, o al menos, disfrutar.

Reseña: Wonder Woman. La Mujer Maravilla – La Saga Completa, de George Pérez y VVAA

Este volumen que hoy os traigo es, sin duda, la oportunidad que muchos estabais esperando de poder leer lo mejor de lo mejor de un icono DC como es Wonder Woman. La mejor Mujer Maravilla, la clásica, el potente personaje que impulso el maestro George Pérez en sus mejores días. La oportunidad es clara; un tomo que recoge los veinticuatros números, la serie completa, una época del personaje que marcó un hito en el Universo DC. Es ese volumen, ese cómic, ese título, que el que conoce muy mucho el personaje siempre recomienda a poco que alguien le pregunte: “Oye mira, yo quiero empezar con Wonder Woman. Qué leo, qué es lo mejor, recomiéndame algo que seguro que no defraude…”. Pues lo dicho. Wonder Woman: La Mujer Maravilla – La Saga Completa, es la opción.

Y ECC Ediciones sabiéndolo, recién publica este omnibus formidable. Precisamente, no hace mucho me encontré con un amigo del colegio. Hablamos de todo, y por supuesto, salieron a relucir nuestros temas frikis (no tengo ningún amigo que no le dé muy mucho a alguno de los tres grandes pilares: libros, cómics, pelis, eso importa). Me contó que tuvo que dejar los cómics hasta terminar la Universidad, el bachillerato ya se le hacía muy cuesta arriba si no dedicaba el tiempo libre casi cien por cien a estudiar. Y como resultado, se perdió grandes publicaciones de los 80 y 90. Y ahora, casado, con hijos y con un puesto de trabajo medianamente decente, se quería permitir volver a la afición. El caso es que nos dimos los teléfonos y al saber que reseño día a día cómics y libros en una web, el tío no para de mandarme whatsapps pidiendo consejo sobre lecturas. Quiere ir a lo mejor de lo mejor. ¿Y por qué os cuento esto? Primero, a mucha gente le pasó. No solo con cómics, rol, juegos de cartas o de mesa, les pasó con sus mejores hobbys y momentos de ocio. Y a consecuencia del sacrificio, se perdieron en mi opinión, los mejores años al tener que sacrificar gustos por deberes. Y segundo, porque precisamente a él que era un potente fan de DC, en especial, de Superman y Wonder Woman, le advertí de esta publicación que hoy os reseño. Y no para de decirme el flipe de cómic que es. Porque Pérez escribe aquí algunos números míticos de este personaje. Con algunas historias que tratan temas tan profundos como el suicidio adolescente, tan de moda en USA en ciertas épocas de su historia. Centrándose en Vanessa Kapatellis y su mejor amiga Lucy (la fallecida), la historia ilustra poderosamente las diferentes formas en que la muerte de una persona puede afectar a todos los que la rodean, especialmente el dolor adicional causado por alguien que se quita la vida. Este número es tremendo.

Pero también Pérez nos regala la primera aventura de Diana con Donna Troy (post Crisis en Tierras Infinitas), conocida en este momento como Troia de los Nuevos Titanes. Eso conduce a un resumen de todo el período hasta ese punto antes de que Pérez utilice un número-escenario que tiene un poderoso acto final con maquinaciones de los villanos clásicos de Wonder Woman, como el Doctor Psycho y Circe. Acciones que llevan al gran arco-evento que entra dentro de esta colección, el impactante El Desafío de los Dioses. Y hasta aquí llegó George Pérez. El gran impulsador del personaje que deja de escribir para solo supervisar dicha coleccióna tras dicho evento; cuyos guiones pasan a otros grandes del noveno arte como Len Wein (La Cosa del Pantano), Greg Potter y Carol Flynn. El Desafío de los Dioses fue una creación de Pérez, y todo en lo que trabajó se recopila en este volumen, incluidos los cuatro números de Wonder Woman que tenían relación aparte con la aventura. Aquí se presenta lo suficiente del crossover para que alguien como yo (que nunca lo había leído antes) entienda la esencia de toda la historia.

Wonder Woman es un personaje, así como una colección, que en este país llevaba bastantes años denostado en cuanto a publicaciones. Lo he contado otras veces, como de ni. De niño, llegaban a kioscos números sueltos y aun así, tenías suerte si podías comprarlo y no se te había adelantado el padre o niño de turno que había pasado antes. Conectar los puntos en las historias ya era harto imposible. Dicho esto, jamás entenderé que no se le dé a editoriales como ECC constantemente las gracias por poner obras así nuevamente en el candelero. Aspecto agradable y limpio de un genial tomo que incluso en dibujo en lo más de lo más. Hablamos de Arthur Adams, John Byrne, Brian Bolland, Jerry Ordway, John Bolton, José Luis García-López o el propio Pérez; dándolo todo. ¡Por todos los dioses! Solo estoy nombrando a los que tienen estrella en el paseo de la fama DC, porque muchos más que contribuyeron a que esta obra saliera adelante.

Como os decía, Pérez abordó una serie de temas que siguen siendo relevantes en la actualidad. Este suele ser el punto de principal para que un cómic no envejezca nunca, sea eterno y por tanto indispensable. Sencillamente, la Wonder Woman, de George Pérez (y otros más) es lo mejor de lo mejor para retomar o iniciarse con el personaje. Antes incluso que la tan recomendada WW, de Greg Rucka y Brian Azzarello. Siempre se ha dicho que Pérez escribió en estos números la versión definitiva de La Mujer Maravilla, y en base a mi amor por esta colección, que menos que archi-recomendarla ahora que los tres volúmenes pasan a ser uno sólo.

Muy de acuerdo, esta y no otra es la versión definitiva del personaje.

Reseña: Liga de la Justicia / Power Rangers, de Taylor y Byrne

Entre los crossovers más sorprendentes que se pueden encontrar en DC dentro del sello Boom! Studios (el cual no para de sacar cositas muy locas) ahora mismo está Liga de la Justicia / Power Rangers. Lo acaba acaba de publicar ECC Ediciones por fin, en tomo de tapa dura recopilatorio (ya sabéis que no soy mucho de grapas). Una miniserie diferente y curiosa, se mire por donde se mire. Empezando obviamente porque seguramente nadie imaginaba que estos personajes pudieran estar en el mismo universo alguna vez.

¡Cuidado, van a metamorfosearse!

¡La Liga de la Justicia aún no conoce a estos adolescentes tan temerarios!

A tope con la presentación.

Tom Taylor es el aclamado guionista de Injustice y DCsos, y ahora se une al dibujante Stephen Byrne para este casi evento y despiporre de cómic. Para muchos, dos mundos de la infancia chocando en una nueva aventura cargada de nostalgia. En mi opinión, un título en el que ya entras con una sonrisa en la cara. Y aunque nunca fui de Power Rangers (me pilló ya con unos añitos), sí que disfruté y reí con algún que otro capítulo junto a mi hermanita pequeña en el sofá de casa en aquellos años de estudiante. ¿Sensaciones? Muy similares a lo que sentí al leer Batman / Tortugas Ninja reseñada el verano pasado (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6407) o Green Lantern / El Planetra de los Simios que disfruté hace casi dos años (https://www.cronicasliterarias.es/?p=453).

Liga de la Justicia / Power Rangers sacará a relucir tu niño interior. Los coleccionistas lo van a disfrutar. Uno más de esos What if…? rarunos, como los llamo yo. Y más cuando trata viajes interdimensionales, de los más locos que te puedas imaginar. La historia comienza en una Angel Grove destruida, la ciudad natal de los Power Rangers. Allí Zack (Black Ranger) es consolado por Superman, diciendo que el accidente no fue culpa suya. A partir de ahí, retrocedemos treinta y seis horas atrás donde Lord Zedd está atacando la sede principal de los Power Rangers. Para proteger su cuartel general, Black Ranger decide teletransportar a Lord Zedd y sus secuaces, y sin querer, los envía a un universo diferente. Al nuestro. Después de que el resto de los Rangers lleguen para salvar a su amigo malherido, para colmo, tendrán que enfrentarse a los héroes de nuestro mundo: la Liga de la Justicia.

Lo dicho. Si disfrutas esta aventura en tono alegre y no te la tomas demasiado en serio, la disfrutarás un montón. Es divertido y entretenido ver a la Liga de la Justicia reaccionar ante las habilidades de los Power Rangers, pero creo que eso es casi todo lo que va a ser esta historia: divertida y entretenida. Aunque uno a estas alturas tampoco pide más a la hora de sentarse a leer. Además, las ilustraciones de Stephen Byrne son limpias y brillantes. Dibujadas y coloreadas por él mismo, aquí hay mucha viñeta-espectáculo. Sus interpretaciones de los miembros de la Liga de la Justicia están a la par con la mayoría de los artistas que trabajan en DC, pero me sorprendió ver que su versión de Superman es mucho más pequeña que casi todas las versiones vistas anteriormente…jajaj.

Que sepáis que también me emocionó ver a un Voltron en una poderosa splash-page.

Nadie puede decir de estos autores que no hayan creado una trama palomitera y emocionante dentro del «juego» que se propone. ¿Lo más profundo? Hacer ver a los Power Rangers y a la Liga de la Justicia que el enemigo de su enemigo es su aliado.

¿En conclusión?

Nostalgia pura.

Reseña: PsicoInvestigador. El Génesis, de Erwan Courbier y Benoît Dahan

Cierto toque lovecraftiano tenía este PsicoInvestigador cuando supe de él. Y en ese sentido, no me ha defraudado. Respecto al poder de encontrar cosas, también es algo que siempre me ha llamado la atención. Me moló ver el desarrollo de este poder en una peli basada en una historia de Stephen King como es Dreamcatcher (El Cazador de Sueños); donde uno de los chicos del grupo movía el dedito y encontraba cosas de forma extraordinaria. Ahora fijaos en qué dos grandes autores del género de Terror estoy mencionando. Maravilla, ¿no? Bueno, el cómic que os reseño hoy no trata el horror en sus más altas formas pero lo que se cuenta en PsicoInvestigador: El Génesis da cierto reparo. Protagonista, un tipo de lo más curioso que lidia una y otra vez contra esa cordura que se le va de las manos cada vez que usa su don.

A poco que indagues sobre la obra, te enteras que el primer álbum de PsicoInvestigador (Los Fantasmas de la Culpa), flipó a muchos allá en el epicentro del cómic europeo. Se lanzó en 2005. Pero se convirtió curiosamente en una serie abandonada. La continuación se pedía y se pedía, y no llegaba. ¿Ventas insuficientes? No sería la primera vez que algo encanta a muchos lectores, si no es económicamente viable, no siga adelante. Pero lo que importa es que al final sí que llegaron tres álbumes más, que completaron una historia maravillosa. Y debo decir que alertado por otros autores y bastantes críticas positivas, no solo tenía curiosidad. Tenía el «hype» por la nubes y todo por leer esta obra que gracias a los cielos acaba de publicar Ponent Mon en uno de sus maravillosos integrales en nuestro país.

Intrigado por ver cómo se mantiene firmemente de forma racional una buena historia sobre un psico-investigador que ayuda a la policía parisina en sus más complicados casos, me sumergí rápidamente en la lectura. Y encontré una historia súper creativa, dinámica, sorprendente en ciertos momentos, y no sé si pensar si los guionistas Erwan Courbier y Benoît Dahan (o alguno de ellos) participaron en investigaciones reales. Para los que sabemos de esto, hay detallitos que los delatan. O quizás han dado clases de Psicología y han sabido reconfigurar las tramas para darlo a entender. Nos dan un personaje particular como es Simon Radius, utilizado por la policía para resolver casos casi imposibles de resolver, el cual comienza intentando dilucidar, por su parte, la desaparición de su esposa producida diez años atrás. Bien, pues no sé si podéis imaginar la que lían los autores con estos dos hilos narrativos entrecruzados. Consiguen hacer que el lector se pierda en el camino, en la búsqueda, de manera bastante inteligente. Descubrí a Simon Radius, que usa para llevar a cabo sus investigaciones, su capacidad de viajar físicamente a las mentes y memoria de otras personas. Es un psicoinvestigador. Para encontrar tesoros también recurre a su talento. Y le suele salir bien. Excepto en los casos en los que el dueño de ese tesoro sea… amnésico. ¡Obviamente eso complica las cosas! Más que nada porque cada vez que usa su don, se tiene que enfrentar a ciertas locuras de la gente, otras revelaciones y horrores incluso de su propio pasado…

Ya en la portada del volumen encontramos este amor por el juego rebuscado que parecen amar Benoît Dahan y Erwan Courbier ofreciéndonos una foto de la esposa hecha como un puzzle al que le falta una pieza del rompecabezas. En realidad, es una imagen que resume bien toda la trama. Y mola descubrir la personalidad del investigador y el extraño e impresionante poder que ha desarrollado. Este completo nos permite descubrir la evolución de nuestro personaje a lo largo de varias investigaciones junto a la subtrama de la obsesión de Simon Radius por encontrar a su esposa. O al menos saber porqué desapareció. Como habréis podido comprobar no quiero contar mucho, fuera de esa eterna búsqueda. No spoilear nada. Pero deciros que quedas atrapado en estas locas historias en un principio improbables de la trama pero que se resuelven de manera maravillosa. Son varias historias a la que se enfrenta, pero el círculo se cierra.

PsicoInvestigador: El Génesis tiene un dibujo que encanta a nivel general, pero a mí no me enamora. El dibujo es original, curioso, aunque no soy muy fan de esta clase de ilustraciones. Funciona, pero a mí personalmente me saca del preciosismo que espero siempre de la BD. Dahan tiene un toque muy cómic independiente en ocasiones que no me enamora. Opinión subjetiva, por supuesto. Pero debo admitir que el potencial de los escenarios de este cómic, me hizo olvidar todo los demás. Tramas más interesantes que la serie de El Mentalista, para quien se lo pregunte. Las escenas que tienen lugar en la memoria de otros personajes tienen ese toque onírico que incluso reconoces dentro de ti mismo/a. Consiguen llevarnos a ese lado turbio y morboso que sin poderlo evitar, pasa a veces por nuestras mentes.

Courbier y Dahan muestran un auténtico tesoro.

Reseña: El Escuadrón Suicida. Orígenes Secretos, de VVAA

Por lo bajini, la última película de James Gunn, El Escuadrón Suicida, nos ha presentado por fin, bien hecho, un film fuera de actores que van de ídolos y que lo primero que piden es tener más minutos en pantalla. Con la dignidad y la humildad por delante, James Gunn ha creado una película que es él, en esencia. Un «boom» de largometraje en muchos aspectos. Y aunque se la acusó de sangrienta, de violencia gratuita, tened en cuenta que este tipo de troles, o no les gusta ver que DC triunfa o no han leído cómics de este grupo en su puñetera vida. Tened en cuenta que está considerada una de las mejores pelis trasladadas a la gran pantalla de un cómic. Un cómic/película de personajes donde todos brillan. Y ahora digo: el cómic donde debéis poner el ojo a poco que os gustara la peli es Orígenes Secretos. Tomaco que publicó ECC Ediciones en una genial edición recopilatoria, volumen que tiene la particularidad de llenar el vaso medio lleno del fan que quiere saber más y más de cada uno de los protagonistas de este grupo tan característico. 

Saber más de un grupo de reclusos que el gobierno usa forzadamente para misiones de riesgo con la condición de reducirles pena, aunque la mayoría de los casos trabajan amedrentados, secuestrado bajo «otros recursos”, que les tiene implantados la señorita Amanda Waller; conocida como El Muro, personaje creado por los maestros John Ostrander, Len Wein y John Byrne. ¿No la conocen? Amanda Waller es una antagonista y aliada ocasional de los superhéroes del Universo DC, una funcionaria gubernamental despiadada y de alto rango que usa la astucia, las conexiones políticas y la pura intimidación para lograr sus objetivos. Carácter fuerte digno de estudio así como directora de las misiones mortales asignadas al Escuadrón Suicida. Y una especialista que supervisa la investigación de personas con poderes.

El Escuadrón Suicida: Orígenes Secretos fue una novedad de agosto, pero no quise perder la oportunidad de recomendarlo por lo que aporta. Pero primero:

NO ES UNA REVISIÓN EN VIÑETA DE LA PELÍCULA

Que quede claro. Esto es lo que tiene de malo ponerle a cómics las portadas del film. Aunque entiendo que toda publicidad es poca para mover el medio. Lo entiendo. Pero los fans comiqueros deben saber que aquí dentro se encuentran los orígenes de cada uno de los componentes de tan distinguido grupo. Comunión que nunca debió existir pero existe. Y encima se les da bien trabajar juntos siempre que haya cabezas por reventar y tipos por extinguir que no merezcan la vida. Además, esta selección de historias también incluye una aventura sobre la juventud de la mismísima Amanda Waller, la mujer implacable que dirige la Fuerza Especial X.

Lo cuenta muy bien en una mini-introducción Fran San Rafael como siempre. Tras la genial presentación con la que se inicia con cuatro numeritos del clásico personaje de El Pacificador (inminente serie de TV, que por cierto, dirige y guioniza también James Gunn); pero el resto del volumen incluye aventuras realizadas por autores legendarios como John Byrne, que escribió y dibujó la primera aparición de Bloodsport en la serie mensual de Superman; Alan Grant, John Wagner y Norm Breyfogle que sacaron adelante el debut del Ratonero; o Gail Simone y Ed Benes que convirtieron a Savant en uno de los personajes punteros de Aves de Presa. Pero también queda espacio como bien se indica para la primera aparición del Rey Tiburón en aquella destacable colección de Superboy de los 90. En definitiva, ver dónde comenzaron Deadshot, Harley Quinn y el resto de componentes de un grupo que reparte más que recibe, al cual en muchos casos se les van las misiones de la mano. No tiene precio.

O sí lo tiene y uno muy recomendable por calidad/precio. Contenido del bueno y que insisto, no estamos ante un cómic que revisite la película. Es un tremendo compendio, una tremenda aportación para el fan que desee saber más de estos personajes. Si quieres tener una idea de qué es El Escuadrón Suicida, quiénes son sus miembros y qué papel juega en el Universo DC, es mejor volver al principio, ¿no? Pues eso es exactamente lo que aporta Orígenes Secretos.

No tengo ninguna duda. Este volumen reposa en la cómicteca del distinguido James Gunn.

Reseña: Casacas Azules 2000-2002, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Nuevo álbum de Casacas Azules en esta genial recuperación que está haciendo de la obra la siempre genial Dolmen Editorial. Un serie de cómic europeo que goza de un humor muy chulo y buenos personajes, muy cercanos en apariencia y que recuerdan de algún modo a Lucky Luke y su entorno, en mi opinión.

Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un best-seller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Una de las series que llevo adelante y que pienso completar y hacer disfrutar a mis hijos cuando se tercie.

Y siguen llegando gloriosos integrales que comprenden varios álbumes. Por años. Como ha decidido traerlo la editorial. Este especial que os reseño hoy comprende los títulos que salieron entre el año 2000 y 2002. Tres exactamente. Historias con un tono un tanto diferente, como Romances en Azul, que habla de Abigail, la hermana del Capitán Stilman, que fue salvada de los sureños justo en el álbum anterior. Esta chica decide casarse con su salvador el Capitán Stark. Pero esto no le conviene en absoluto a su hermano, que se niega a «permitir que un tonto” se una a la familia. Por lo que ordena a Chesterfield y Blutch que escolten a Abigail fuera del lugar de encuentro donde se está llevando a cabo una importante reunión con el personal del Norte. ¿La esperanza? Que encuentre a otro pretendiente.

El siguiente álbum narra que para desalojar a los sureños atrincherados en un campo inexpugnable, al General Grant se le ocurre una muy buena idea. Pero su plan (de cavar una galería debajo de su campamento para hacer estallar barriles de pólvora) fracasa y el líder de los Casacas Azules busca consuelo una vez más en la botella. Exasperado, Lincoln envía a uno de sus espías a investigar, listo para despedir al General alcohólico. Blutch y Chesterfield tendrán que competir en ingenio para llevar a su General por el camino correcto mientras frustran los planes de este espía apodado «La oreja de Lincoln».

Cuando el ejército se quede sin armas y los voluntarios hayan dejado de empujarse en la misma puerta para terminar siendo carne de cañón, ¿qué queda para repoblar las filas? ¡Reclutamiento! Revuelta en Nueva York cuenta como en todo el país se está gestando una revuelta frente a este enfoque injusto e impopular. Para restablecer la calma, los Casacas son enviados como refuerzos para supervisar las operaciones en la cada vez más potente ciudad de Nueva York. Pero cuando los más ricos compran en detrimento de los más pobres la libertad de no hacer la guerra, exasperados, los conscriptos toman las armas. ¡A por los burgueses! ¡Súmate al ejército! Llegó la hora de que nuestros personajes cambien de bando si quieren terminar con vida una aventura.

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómics de intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años, que se dice pronto. Editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre. Y no paran de publicar joyitas, en sendos tomos en tapa dura y a un precio genial por contenido. No es de extrañar su gran acogida. Seguimos disfrutando. ¡Qué nunca falte el pan!

Reseña: Extremity, de Daniel Warren Johnson, Mike Spicer y VVAA

A veces, aparece un cómic que inventa un mundo completamente nuevo lleno de detalles e historia y que si vas predispuesto, te impregnas de ello cosa mala. ECC Ediciones publica este mes (¡en un solo tomo!) los doce números que comprenden la serie Extremity. Un ejemplo de cómo una idea bastante trillada puede generar una historia asombrosa y personajes fantásticos. Daniel Warren Johnson es el culpable-creador, guionista e ilustrador de este volumen de guerra post-apocalíptica, un yomeloguiso-yomelocomo, que le ha quedado genial como obra de autor. Una inspiración de cómic que os advierto ya que os gustará muy mucho a todo fan de la saga fílmica de Mad Max, la peli La Carretera o amantes del entorno del manga El Puño de la Estrella del Norte.

Extremity sigue un conflicto entre dos clanes: los Panzina y los Roto. Cada uno de ellos dirigidos por dos líderes despiadados, el jefe Jerome y la reina Nim. Con el tiempo, aprendemos sobre los eventos que crearon el conflicto entre estos dos mandatarios. Tiempos en los que se quemó el rostro de la hija de la reina Nim en una disputa fronteriza entre los dos grupos y la reina juró vengarse por los siglos de los siglos. Fue entonces cuando atacó de improviso al clan contrario y los expulsó de sus hogares. Para más inri, Nim vengó las heridas de su hija ordenando el asesinato de la esposa de Jerome y desmembrando personalmente la mano de la hija de Jerome, la pequeña Thea… Una locura.

Varios años años después nos topamos con un Jerome roto e iracundo. Jerome todavía lamenta la pérdida de su esposa y la mutilación de su pobre hijita. Por eso ha dedicado su vida a su objetivo de retribución contra el clan Panzina. El jefe lidera a su tribu en una búsqueda para eliminar a esa jodida civilización de una vez por todas. Jerome está dispuesto a lograrlo, haciendo lo que tenga que hacer. La sangre tiene que bañarlo todo y él estará allí para verlo y disfrutarlo. No os quepa la menor duda.

Extremity existe en un mundo post-apocalíptico similar al de Borderlands, u otros muchos cómics que tratan este tema. Pero este que os reseño hoy lleva intrínseco una intensidad desmadrada, en ocasiones, una ira que impacta en varios momentos de la historia. Hay batallas extremadamente sangrientas entre los Roto y los Panzina. Los hombres usan lanzas para empalar cabezas y miembros del cuerpo humano vuelan constantemente por los aires. No obstante, este derramamiento de sangre nunca parece excesivo ni gratuito porque encaja perfectamente con el tema y porque según mi opinión, es REAL. De buenas es sabido de lo que es capaz el ser humano para con el prójimo en caso de guerra y rencor. Pero Daniel Warren Johnson hace que nos preguntemos si la cruzada de Jerome por la justicia está justificada. Y no solo vale decirse que la violencia genera violencia, que si tal, que si cual. Lo que hay que pensar es, en el después. ¿Realmente merecen la pena las guerras? Si tus enemigos te tratan cruelmente, ¿deberías actuar con crueldad de la misma forma, pensando que este juego nunca tiene fin hasta que se cavan dos o trescientos millones de tumbas más? Este es el tema que aborda Extremity. Los personajes centrales de esta historia son Thea y Rollo, los dos hijos de Jerome. Thea fue una artista talentosa desde que era muy joven. Jerome siempre decía que podía ver los detalles y la vida donde otras personas no podían. La infancia inocente de Thea terminó abruptamente cuando murió su madre. Luego perdió la capacidad de dibujar bien, una vez le cortaron su mano buena. Ahora Thea sigue fervientemente a su padre en su búsqueda de venganza. Se convirtió en una dura guerrera que nunca duda en seguir órdenes. El soldado reemplazó al artista. Se supone que debemos preguntarnos si la joven sensible dentro de Thea todavía está ahí o es parte de lo que murió con su madre.

Es realmente increíble que Daniel Warren Jonhson, junto con Mike Spicer (quien solo colorea), dibujaran tantas y tantas páginas de esta historia. Tremendo trabajo artístico que nos traslada perfectamente al mundo cruel de Extremity. Una historia de dos tribus rivales con una brutal enemistad de sangre entre sí. El cómic, que Image Comics describió en USA como violento pero también emocionalmente conmovedor. Ya lo tenemos en librerías del país gracias a ECC Ediciones. Por mi parte agradezco mucho la publicación de obras así y el apoyo editorial, donde se le da oportunidad a autores que intentan sacar adelante lo que le sale de dentro. Grandes historias independientes. La mayoría de editoriales van a lo fácil. A publicar al famosete, cosa que obstaculiza mucho al que intenta salir del anonimato y tiene mucho que aportar.

En Extremity lo que queda es un gran trabajo con el que debatir los horrores de la guerra en un escenario y futuro fantástico, pero quién sabe, quizás no muy alejado del nuestro.

Reseña: Stringbags, de Garth Ennis, PJ Holden, Kelly Fitzpatrick y Rob Steen

Aleta Ediciones (por lo callaíto) no deja de publicar obras tan chulas como interesantes. Además, tienen puesto el ojo de algún modo en tan tremendo guionista como es Garth Ennis; autor, que a uno no le queda otra que poner el ojo (una y otra vez) en dicha editorial. Por lo menos, en sus obras bélicas. Respecto a la obra, diría que en el mundo vertiginoso de hoy, no necesariamente de forma intencionada, tendemos a descartar o desprestigiar a los de generaciones anteriores. Cuando estuve en el ejército, a menudo me encontraba recibiendo consejos de quienes estuvieron antes que yo. A veces, era algo útil. Estuve en uno de los destacamentos del ejército de los más duros de este país; de los que pisan primera linea de playa o van al mismísimo frente el primer día en una posible guerra. De hecho, nuestro día a día era como si de verdad estuviéramos en guerra y en plena crisis total. Los mandos (como se les decía a los de rango suboficial hacia arriba), lo vivían en un constante y alucinante éxtasis. Lo disfrutaban. Y a uno de ellos le escuché una de las mejores historias bélicas históricas. La de los chicos que fueron a la Operación Tormenta del Desierto (Desert Storm) donde cualquiera que lea algo sabrá que fue un auténtico infierno para cualquier ser vivo que se encontrara allí.

No obstante, en mi fascinación por la Historia y por encontrar esas historias que rara vez se cuentan (he tenido tiempo de encontrar cientos de ellas), muchos hombres y mujeres valientes hicieron misiones por las que no tuvieron medallas, merecerían ser honrados y que duda cabe que homenajeados. Y eso es lo que hace el ya consagrado Garth Ennis una vez más en Stringbags. Esfuerzos que enhebraron la aguja invisible para garantizar el resultado adecuado y cuyas consecuencias hacen que otros seres humanos hayamos tenido una vida mejor. Historias en las que mujeres y hombres, la mayoría ya fallecidos, finalmente obtuvieron su reconocimiento, pero veteranos de guerras que necesitan del cariño de nosotros antes de irse al otro mundo.

Grande Ennis.

En Stringbags, Garth Ennis, PJ Holden, Kelly Fitzpatrick y la brillante rotulación de Rob Steen, nos cuentan de otro grupo heterogéneo cuyas hazañas tuvieron que ver en que el mundo viva en paz. Y nos llevan a 1940, donde tripulaciones de hombres jóvenes de la Royal Navy británica volaron con lo que entonces se consideraba una antigualla, un torpedero biplano en la era de los monoplanos, el Fairey Swordfish, también conocido como Stringbag. Debido a su estructura simplista, muchos se rieron de su reaparación pero terminó por tapar bastantes bocas con sus maniobras militares.

Ennis nos lleva conocer a la tripulación de una de estas maravillas voladoras, Archie, Ollie y Pops, cuyas bromas y camaradería hacen un camino fácil para la cohesión y las misiones largas a corto plazo. Pronto se les encarga una misión: ya que Gran Bretaña se aferra a las bases de operaciones de reemplazo con uñas y dientes, y es la única nación en ese momento que lucha contra la Alemania nazi y busca mantener el terreno en Malta, lo da todo para casi una misión final para la que se ofrecen como voluntarios/rastreadores la tripulación de Archie, Ollie y Pops. Un destino solo de ida, seguramente, pues pronto descubren que podrían ser superados en número. Pero si pueden llegar a eliminar uno de sus buques, la probabilidades de ganar se pueden inclinar a favor del país que intentan que no caiga. Incendiar uno de los acorazados italianos y eliminar pronto la flota restante de la Regia Marina es el objetivo principal del Escuadrón Stringbag.

En general, un integral excepcional que se marca Aleta Ediciones con el que poder disfrutar con el mejor cómic bélico histórico disfrutable desde una visión actual. De las historias, de los guiones, que llevan a querer saber más. Garth Ennis tiene el don de llevarte a los grandes films bélicos, cuando se pone serio. Historias que les da a estos héroes olvidados un momento para el recuerdo. Además, encontramos aquí una trama que en ciertos momentos es divertida, llena de acción y está súper bien desarrollada. El arte del equipo creativo es simplemente impresionante. Y en conjunto, Stringbags te hará querer ir a ver películas como Midway o La Batalla de Midway, para disfrutar más del heroísmo de aquellos que lucharon a pesar de las poquísimas probabilidades de éxito.

Echadle un ojo.

Reseña: Green Arrow. Año Uno, de Andy Diggle y Jock

No todos los Año Uno son formidables. Pero hay dos que sí. Batman: Año Uno, por supuestísimo, del dios Frank Miller y Green Arrow: Año Uno, de Andy Diggle y Jock. Así. Lo digo ya. Directo. Del tirón. En toda la cara. Se ha subido al podio de joyitas comiqueras que he descubierto este año, de esos tomitos que no esperaba que me fliparan tanto y a los que llego tarde, por supuesto. Probablemente, tienes razón en lo que piensas, quizás sea yo el tontolabas-disperso que andaba perdido sin haber leído aún esta maravilla. Seis numeritos ahora recopilados nuevamente en un tomito en tapa dura al que muchos otros «dispersos» deberían echar un ojo. El origen definitivo del Arquero Esmeralda, narrado por los multipremiados autores Andy Diggle (Batman, Los Perdedores) al guion y Jock (La Cosa del Pantano, Hellblazer) al dibujo. ¿Y el por qué de tanto flipe? Green Arrow: Año Uno es una lectura tan rápida que tuve que asegurarme de lo que había leido. Y ese mismo día, por la noche, decidí revisitarlo. Con la segunda lectura me dije, este cómic es una maravilla.

Andy Diggle prepara al malcriado y señorito Oliver Queen y lo encara directamente a una caída, es decir, le da un patadón y lo pone mirando pa´Cuenca para que lo pase mal de verdad. Todo con un arte de Jock que encandila. Incluso al entrar, sabiendo por su sinopsis (¡no lo hagáis!) lo que iba a suceder, devoras el tomo cual peli de acción ochentera con sensaciones a lo Comando o Predator. Primero la calma para que después todo se torne en desgracias, explosiones y demás. El tema comienza con Ollie y su amigo Hackett, en el Polo Norte buscando desafíos. En realidad, es Oliver quien tiene que ver con el desafío, mientras que Hackett es su guía británico al que se le paga para ayudar a Oliver a arriesgar su vida. Después de salvar a Ollie, Hackett se pregunta por qué diablos se molesta, pero Oliver le recuerda que todo es cuestión de pasta en esta vida… Nos trasladamos entonces y rápidamente a un evento de caridad en Star City donde Oliver anda borracho y promueve el bochorno cosa mala. Está borracho, anda borracho, la caga estando borracho. ¿Ya mencioné que está ebrio? Bueno, realmente es que lo está y termina pujando y ganandose la atención de Howard Hill, el tipo que hizo todos los trucos de Erol Flynn y luego actuó como un completo y total imbécil para la diversión de nadie. Mientras esto sucede, Hackett le cuenta a Ollie sobre un trato que va a hacer con China White en Fiji y, dado que Oliver es ahora el hazmerreír de Star City, acuerda sin tener ni idea que ese trato siga adelante. Pero cuando se entera bien, Hackett no quiere que participe, pero Ollie insiste en seguir con ello y en este punto, si no sospechabas que Hackett no tramaba nada bueno, te dan la razón. La mirada que le da al desgraciado de Oliver Queen os lo confirmará.

Un viaje que comienza bien -Ollie contando que ha conocido a Howard Hill y disparando flechas en el barco en su tiempo libre no tiene desperdicio-, cuando las cosas se ponen feas. Hackett saca a su villano interior y admite que está malversando el dinero de Ollie, pero es incapaz de apretar el gatillo contra su amigo de toda la vida. Entonces, estalla una pelea en el yate y Hackett golpea a Ollie y lo arroja por la borda en lugar de “ponerle una bala” (o dos, como le dice China White por radio) en su cerebro. Trepidante momento e historia de la que creo haber contado demasiado por mi pasión…

Así que lo dejo. Tenéis que disfrutarla por vosotros mismos. Porque Green Arrow: Año Uno es un buen renacer del personaje. Como os decía, realmente he disfrutado de diversas historias Año Uno, pero hay dos por ahora que se alejan bastante en calidad de las demás por cómo se disfrutan. Green Arrow: Año Uno es una lectura realmente rápida y no hay nada impactante o diferente de lo que ya estamos acostumbrados en el cine de acción. Correcto. Pero que un cómic consiga aportar esa sensación de agilidad, movimiento, explosiones y trama de conspiración detrás; sigue siendo algo muy difícil de conseguir, os lo digo yo. Y el tandem de historia y dibujo Diggle/Jock lo consigue con viñetas, montaje, tiroteos y flechazos en la jungla, con un buen guion y un arte de Jock fantástico. Con frases chulas también como cuando Hackett le dice a Oliver: «No eres Robin Hood, más bien un Peter Pan».

Un tomo genial que además, solo en esta edición, trae fragmentos ilustrados de guion, bocetos y una introducción de otro grande del noveno arte como es Brian K. Vaughan (Perdidos, Y, el último hombre, Saga, Runaways).

Nada como una persona pasándolo mal, para que vea que la vida es otra cosa.

Reseña: La Máscara de las Mil Lágrimas, de Chauvel y Ali

Este primero de noviembre laboral no me voy a marchar sin hablaros de un titulo de Terror… ¿Cómo? ¿ De qué? Sí, de ese género que tanto promuevo y que nunca debe faltar en vuestras rutinarias vidas a no ser que os guste nadar en el mar del aburrimiento lector. ¿PeroTerror? ¿Seguro? Que sí, que sí, que Las Máscaras de las Mil Lágrimas se puede considerar fácilmente una historia de horror, lo que a mí también me ha sorprendido también, que conste. Pues con una premisa muy de folclore, muy tradicional, se va creando un mundo, un entorno lúgubre como pocas historias se pueden encontrar en el cómic franco-belga. Ambientada en un Japón medieval de fantasía oscura, esta historia utiliza una leyenda local (esta famosa máscara cuyo uso permitiría a su dueño ir a recuperar el alma de un muerto al Inframundo) para contarnos sobre la búsqueda desesperada de una joven campesina cuyo novio murió en el campo de batalla.

La mayor parte de la historia nos cuenta el viaje de esta joven y su compañero de aventuras, un personaje misterioso que claramente se enamoró de su belleza, pero también de los encuentros y desencuentros que atraviesan juntos para apoderarse de dicha máscara. Esta parte de la historia, cautiva. El guionista David Chauvel conecta los giros y vueltas mientras nos revela gradualmente las motivaciones de los diferentes personajes de una forma muy chula. Cuando lo leáis lo entenderéis. Desde el momento en que la heroína nos cuenta la leyenda original, sabemos que pagará un alto precio por su atrevimiento, y sospechamos que la moraleja de la historia será cruel con ella. Y creo que a partir de ahí había una forma de cerrar la historia muy chula sin tener que recurrir a un final tan fantástico y demostrativo.

Pero mola.

Ponent Mon trae a estos lares este genial titulo del que sinceramente esperaba otra cosa. Aunque insisto, estaba más que seguro que Chauvel trataría, sobre todo, el tema samurái antes que el entorno fantástico y de Terror. De Chauvel, conozco principalmente series de aventuras y algunas cositas de thriller. Aquí crea un universo histórico-exótico que le queda genial a la época. Tras un arranque algo lento y clásico, nos montamos en el vagón con los dos protagonistas que nos guiarán en la historia: Sadakio, que acaba de perder a su marido en la guerra, y Masamua, un campesino saqueador que se une a la búsqueda, que se enamora de ella y que no es correspondido por el momento. Dos personajes cuyos lazos, bruscos y constreñidos al principio, se tensan, se revelan poco a poco y en parte sale a luz el lado más oscuro de ambos.

Otro tema muy conseguido.

En cuanto al dibujo de Roberto Ali, me parece suficiente, es de bastante calidad y se agradecen sus detalles, pero en los pasajes que muestran emociones fuertes, o cuando hay peleas, las líneas tan influenciadas por el manga (sin serlo) no me suelen gustar. Pero lo que hay que agradecer aquí es que Ponent Mon recopila los dos álbumes que comprenden esta historia en un sendo integral que viene ideal por si se desea leer toda la trama del tirón.

No aceptar la muerte de un ser querido y buscarlo más allá de la muerte, me recuerda a ese viejo cuento de Andersen, que en su día me conmovió tanto. Me gustó aquí mucho el concepto pero aún más el desarrollo de esta prometedora historia. Me gusta, sobre todo, porque se centra poco en el pasado y en la historia de amor, y lo hace más en el viaje. Esta bella mujer va a conocer a un granjero de dudoso pasado que la ayudará en esta empresa loca de hacer lo imposible. Y el enamorarse empeorará las cosas.

El final sorprende.

E inspira una cosa mala.