Reseña: Zombicide. Día Uno, de Luca Enoch, Stefano Vietti, Alessio Moroni y Marco Itri

Al igual que con los cómics, en otras de mis aficiones como son los juegos de mesa, no pido otra cosa que divertimento. Que me pongan en situación, que en este caso yo decida sólo o junto a mi grupo de juego, las opciones más favorables para evitar los peligros y salir indemne al final… Pero divertimento puro y duro. Y eso es el juego Zombicide. Un juego de supervivencia de horror-zombie donde prepondera la máxima de intenta salvar tu culo al menos hasta el próximo día (turno). Y cierto es que ahora estoy en otros temas más lovecraftianos pero en su día Zombicide, fue el juego de mesa que más disfruté. Por lo que no iba a dejar pasar esta oportunidad que brinda Yermo Ediciones con su nuevo sello Meeple Comics, donde se publican cómics basados en juegos de mesa. Cómics que no son otra cosa que oportunidades de vivir nuevas aventuras pero en formato novela gráfica al igual que el grandioso Cthulhu Death May Die que ya devoré en su día (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9093).

¿Y qué vamos a encontrar en Zombicide: Día Uno? Pues un comienzo. Una historia donde se detalla el primer día de reunión de varios de los protagonistas del juego. Una trama, en general, muy divertida como lo puede ser cualquier trama donde la civilización humana se va a la mierda por culpa de zombis. Acción por un tubo, y ¿original? Bueno, esto ya es súper dificil de conseguir dentro de este subgénero. Y os lo dice alguien que escribió en su momento su novelita zombie de rigor y fue publicada dentro de toda aquella cadena de novelas con esta temática que vieron la luz gracias a Dolmen Editorial. La originalidad dentro de estos temas ya son casi una alegoría porque, en realidad, suelen ser historias que se centran sólo en los personajes. Y ya conocemos bastante bien a los series humanos y sus delirios… Pero con que el cómic, novela, película, la trama sea medianamente interesante, yo ya estoy dentro. Y como se aproveche la oportunidad -como he visto en Zombicide: Día Uno– para desarrrollar un poco más algunos personajes del juego, con eso me quedo a gusto.

Y la mejor parte os la digo: la mejor parte fueron las historias cortas individuales que se proponen en la trama casi al final del volumen. Son lo suficientemente cortas para no resultar aburridas. Además de ser súper necesarias en estas tramas post-apocalípticas el saber de donde proviene cada uno. Así los personajes brillan un poco más. Por lo que tengo claro que voy a jugar con Norman la próxima vez que juegue Zombicide. Todo esto se complementa con un buen arte gráfico, que viene del último diseño que se le hizo al juego con el reciente lavado de cara en su última edición. No era así con el juego cuando yo empecé. Sin embargo, mola bastante más este formato ameri-manga donde se ha aprovechado la oportunidad para agregar algunos detalles y personajes nuevos. Zombicide: Día Uno está escrito por Stefano Vietti y dibujado por Alessio Moroni y Marco Itri, con colores de Paolo Francescutto y Marina Sanfelice. La portada es Filipe Pagliuso. Y dice así:

«Ayer, el mundo se movía a buen ritmo, con su flujo habitual de altibajos. La vida era normal, predecible y completamente desprevenida para la locura que azota hoy. Todos quedaron de piedra al ver que los muertos volvían a la vida… Todos excepto Ned, es decir, Ned vio venir el caos y ahora encuentra en un refugio seguro para él y sus amigos. Aquellos amigos que sobrevivieron, al menos. Pero hay una ciudad entera llena de zombis caníbales con los que cruzarse y la munición escasea, los suministros también, pero si hay que salir, se golpea fuerte y se devuelve esos míseros zombis a tumba».

Una buena lectura. Puro divertimento.

Reseña: On Mars (Integral), de Sylvain Runberg y Grun

Es inocente el amante de la ciencia ficción que con tan solo ver una buena portada, no atribuye ya un porcentaje alto de calidad a una obra. Y puede sonar pretencioso, pero algunos de vosotros sabréis que esto es muy cierto. Las portadas, en especial, de este género, no son otra cosa que un cebo para nosotros. Y On Mars vale lo que vale y demuestra lo que vale a pocas páginas de ponerte a leer. Eso sin contar que los que somos amantes de historietas de acción en Marte desde que nos impactara en nuestra infancia el film inolvidable Desafío Total; los que no mucho después corrimos a leer más obras de Philip K. Dick; seguro-seguro-seguro vais a disfrutar de la agente de policía Jasmine Stenford.

Estoy escribiendo esta reseña teniendo recién leído los tres volúmenes que comprende esta serie publicada por Yermo Ediciones en un portentoso integral y en tapa dura como nos tiene acostumbrados. Lo que la he disfrutado, dios. Los temas son ciertamente clásicos: colonización de Marte, diferentes facciones en luchas despiadadas, sucios y corruptos políticos, fanáticos religiosos…, los personajes «duros» son un poco cliché y, en general, la historia se centra principalmente en la acción – cosa que agradezco ya que tengo mucha “marcianada” leída-, pero ahora que carburo un poco, que tomo un par de sorbos más de té chai y miró a mi alrededor, creo que la virtud de esta obra es que me haya tragado los tres volúmenes de un tirón.

Sylvain Runberg domina su guión, y lo concluye de manera formidable. No da traspiés al cerrarlo, algo que sinceramente suele pasar mucho con esta temática futurista. De hecho, ahora que pienso otra vez en él, me gustó mucho el final… pero no diré más para no crear expectativas muy altas. Pero sí que haré mención al dibujo de Grun (también conocido como Ludovic Dubois) que está absolutamente magnífico. El trabajo con los personajes y sus atuendos es realmente impresionante y detallado. Y las vistas marcianas también son muy hermosas, y resaltadas por colores rojizos del efecto más hermoso que uno pueda imaginar en dicho planeta. Y los vehículos o drones están muy bien representados. Los tres álbumes terminan con soberbios cuadernos de bocetos y estos últimos también enriquecen el trasfondo de la historia de un universo carcelario de proporciones finalmente reducidas.

Y básicamente tenemos rivalidades, sobre todo, entre presos, luego entre bandas, e integramos una banda que es un poco más potente que los demás. Es más, la idea de enviar presos de derecho consuetudinario a cumplir su condena en la colonia para construir y prepararse para la llegada de colonos libres, es bastante buena. Al fin y al cabo, así se construyeron en gran medida las colonias de Australia o Nueva Caledonia. Me encantó como se consigue la credibilidad de esta colonización forzada, lo que me lleva a pensar que con un par de viñetas se determina muy bien que es necesario motivar a los condenados a construir su propio futuro o el de sus hijos en lugar de aplastarlos psicológicamente.

Yo que le doy mil vueltas a la historias y esto provoca que a veces no las disfrute, me pregunté varias veces cuál era el sentido de situar esta historia en Marte. Y no encontré ninguno. Creo que funcionaría en cualquier colonia espacial que se pudiera conseguir. Pero quizás Marte siempre está de moda, estamos cerquita ya de llegar como colonos y bueno, molar, mola.

Una historia clásica pero efectiva. Una historia moderna fácilmente situable dentro de la ciencia ficción clásica. La mejor.

Reseña: Los Maestros Inquisidores. Obeyron/ Sasmaël, de VVAA

Jean-Luc Istin vuelve a la carga para ofrecernos un universo completo que se desarrollará en seis volúmenes, primero y segundo de los cuales acaba de poner un pie en nuestro país gracias a Yermo Ediciones. Y cada álbum independiente a cargo de un guionista y un diseñador diferente, una nueva serie de fantasía realizada por los equipos creativos de Elfos, Enanos y Conquistas; lo que depara, ya os lo digo yo, en calidad garantizada en cuanto a guión e ilustración.

Los Maestros Inquisidores nos lleva a conocer una serie de magos-guerreros (mi clase favorita en los juegos de rol), garantes del orden y la justicia en estas convulsas y apenas pacificas tierras de Oscita. Me comentó un amigo que vive en tierras galas, que ya devoró la serie al completo, que el sexto y último volumen crea un hilo común general entre los personajes que deja con la boca abierta. Lo que me creó un hype tremendo de querer tener y leer desde ya toda-todita la obra. Cinco protagonistas que por lo visto lo petan en dicho volumen final.

La primera historia corre a cargo de Olivier Peru al guión y Pierre-Denis Goux al dibujo. Los encargados de arrancar la trama. Que cuenta la historia de Obeyron, un austero Maestro Inquisidor, quién, a través de su rectitud y su intransigencia, a lo largo de los años ha sido capaz de sembrar las semillas de un creciente odio hacia su persona. Y resulta que muchos piensan que perdió la vida en una emboscada. Pero de eso nada.  Es la investigación de su propia «muerte» lo que se nos cuenta aquí.

El segundo álbum pretende presentarnos a Sasmaël a través de la nueva investigación que se le acaba de encomendar.

El dibujo de Pierre-Denis Goux me sedujo por completo. Ya sean sus arquitecturas o sus secuencias en medio del bosque, ¡sus viñeras tienen una interpretación impresionante! Rápidamente nos sumergimos en este universo completo y complejo. Al mismo tiempo, tampoco estamos en total terra incognita. Las razas de elfos, enanos, humanos, orcos y consortes… que la componen, no nos son desconocidas. Y todo ello se teje de manera inteligente en una trama que más allá de esta única obra, formará para nosotros un fresco de que sentimos los comienzos de algo grande. Provoca que rápidamente el lector se sumerja con facilidad en este universo fantástico. Pero también diré que, al principio, para todo aquel que llega de nuevas a la Fantasía, puede resultar un escenario difícil porque aporta bastante tema de fantasía heroica incluida su cartografía.

Afortunadamente, las cosas vuelven a “la normalidad” pocas páginas después en la que con numerosos flashbacks nos ponen en situación «fácil» con gráficos impecables. Dibujo que es un placer a la vista no tanto por los personajes sino por los elementos de la decoración o los dragones negros; uno de los cuales ya he reservado en mi cuaderno de bocetos para un futuro tatuaje. Por lo demás, sigue siendo esa clásica serie fantasy, con intrigas, venganzas, duelos de espada y una pizca de magia que nunca debe faltar. Lo básico está. Sólo falta ver que, como dice mi colega semi-gabacho, la serie dé un respingo de los buenos hacia serie de cómic europeo indispensable. Esperando como loco ver, cómo se establecerá el vínculo entre todos estos maestros inquisidores.

Promete. Ideal para muchos de nosotros que hemos quedado huérfanos de buena Fantasía tras ver la decepción que ha sido Los Anillos de Poder… Por poner un ejemplo.

Reseña: El Caballero del Ocaso, de Francesc Grimalt

¿Sabéis de esas historias en las que percibes que están creadas gracias a un montón de influencias? El Caballero del Ocaso es un ejemplo. Pero uno curioso porque esta mezcla tremenda de la que os hablo, raras veces salen bien y en esta ocasión, me pareció una maravilla. En especial, el tema de alejarse de la influencia algo para no poder catalogarse como copia. Y curioso es este tema aún más porque no solo hablo de la trama, también del dibujo. Pero bueno, lo que a mí no me sorprende para nada es que tengamos autorazos como Francesc Grimalt en nuestro país. Lo que sí me entristece es que no sepamos valorar lo suficiente lo que tenemos en casa y sí se haga de Los Pirineos pallá… Pues este señor mallorquín estudió Bellas Artes y Filosofía en la Universidad de Barcelona y también amplió estudios en la ENSBA de París, pero se dedica a la docencia, a la ilustración y al diseño conceptual para proyectos audiovisuales. Lo mejor de todo es que hace sus pinitos dentro del cómic europeo, cosa que nos viene de perlas para disfrutar de chuladas como El Caballero del Ocaso.

Un álbum que nos lleva a un mundo futurista dominado por el Núcleo, encabezado por el Arconte y su corte. Las otras castas son los aristócratas y los comerciantes. Un soldado llamado Oskar Arpad es el único superviviente de la ciudad Parazyn tras la batalla de Zalsuna contra los bárbaros. Y Oskar, de vuelta en su ciudad natal, tiene la misión de frustrar un complot del que se acaba de enterar, unas intrigas por las que va a ponerlo todo patas arriba. El autor supo crear un mundo coherente con sus códigos y sus estratos. Una investigación que mostrará a todos y dará lugar a un comercio mafioso cuando menos.

Un cómic con unos personajes muy conseguidos. Me encariñé del lugarteniente y compañero, y del traficante Solgo que le acompaña en gran parte de la aventura. También mola que se encontrarán con muchos otros personajes cada uno con su personalidad, todos muy diferentes, entre sí. Una pequeña crítica es que Oskar tiene un perfil un poco demasiado estereotipado, el del héroe militar, pero finalmente las claves de todo lo que rodea al protagonista hace que te olvides de eso, y esta historia se disfruta una barbaridad. El gazpacho de influencias que os decía, ya lo menciona en la sinopsis Yermo Ediciones que es la editorial que ha tenido a bien publicar esta chulada. Habla de una mezcla de influencias de la revista Metal Hurlant de los 80, las criaturas de H. R. Giger (creador de Alien), el steampunk y el Dune, de David Lynch. Y estoy muy de acuerdo con todo esto. Son exactamente esas obras las que tenía en mente mientras leía el cómic (nunca leo las sinopsis editoriales hasta acabar un título). Aunque también, por supuesto, no olvidemos mencionar a Jodorowsky y en el dibujo a Moebius. A El Incal, en definitiva. Por eso, El Caballero del Crepúsculo es para mí, sobre todo, una gran bofetada gráfica. Dulce, eso si, of course. Echad un ojo a la galería o a las imágenes del cómic disponibles en internet. Y si ya en vuestra librería especializada podéis echarle un ojo «in situ», os lo llevaréis a casa sí o sí. El estilo está dominado, las viñetas llenas de detalles y casi todo dentro de la página, muestra una creatividad increíble; edificios, vehículos, pertrechos, etc.

Molan además las caras «alargadas», paisajes magníficos y exóticos. Me encanta la forma en que pinta el cielo con sencillez y el colorido en tonos cálidos. La única crítica que puedo hacer al dibujo, es que está petrificado. Diseño muy estático, muy de lienzo, pero no se hace nunca incómodo en todo el álbum. Quizás un poco en las escenas de acción. Mas, la historia es emocionante, ciertamente no muy original, pero el universo creado por el autor es rico y coherente y merece otros tomos para ser desarrollado. Un placer brindado, leer cómic europeo del bueno y nacido aquí.

Reseña: Los Hermanos Rubinstein Vol.1, de Brunschwig, Le Roux, Chevallier y De Cock

Los Hermanos Rubinstein se presenta como una serie ambiciosa de la que se propusieron en su día nueve álbumes para contar la historia de dos hermanos judíos en la primera mitad del siglo XX. Al final, quedaron cuatro y con una sinopsis que no me atrajo, en principio, mucho porque se cuenta poco. Pero que duda cabe que aquí estamos un día más para gritar -o comentar al oído-, lo que pienso de esta nueva serie de cómic europeo que ya tiene en su catálogo Yermo Ediciones. Una lección de cómo hacer un buen cómic de la mano de unos autores de los que sinceramente no esperaba que me fueran a enganchar tanto. Un dibujo que me encanta, eso si, ideal para estos temas.

Y la historia no es una excepción. Seguimos las aventuras de dos hermanos a través de las décadas y lugares, desde un asentamiento en el norte de Francia hasta el campamento de Sobibor pasando por París. Lo mínimo que podemos decir es que pasan cosas, anécdotas que los marcarán para siempre. Las dificultades que les depara la vida parecen unirlos aún más, y cada uno está dispuesto a hacer cualquier cosa por el otro. Es hermoso, el vínculo que une a estos hermanos tan arraigados familiarmente, un placer leer algo así porque se siente. Y nunca suena a cliché y para una historia de judíos durante la guerra, no recuerdo haber leído otra trama tan centrada en lo que importa.

Las relaciones familiares están realmente a la vanguardia en Los Hermanos Rubinstein. Bien resaltadas por las muchas aventuras y el contexto histórico. Los héroes son realmente entrañables, sus aventuras llenas de giros inesperados, un cómic de que no se olvidan fácilmente. La historia retrocede en el tiempo desde 1927 hasta 1948, regresando regularmente entre estas dos décadas, sin que resulte confuso o perturbador lo que se está contando. O bueno, quizás algo perturbador pero unos flashbacks bien elaborados que dan ventaja a la narración. Los acontecimientos presentes encuentran su origen en el pasado, el comportamiento de un personaje que hace eco de una aventura anterior y es claro, coherente, todo cobra sentido a medida que avanza la historia. Tenemos muchas ganas de saber el destino de nuestros dos héroes.

La trama parece que va para largo y así se demuestra en la narración y… bueno, ¿qué cuenta? Cuenta la vida de dos hermanos judíos de origen polaco, nacidos pobres, en un asentamiento del norte de Francia. Salomon, el mayor, ingenioso y fanfarrón, sueña con el cine. Moïse, el más joven, inteligente y tímido, tiene un éxito brillante en su carrera escolar. Despreocupados de su identidad religiosa, los acontecimientos y el paso del tiempo los irá convirtiendo en adultos sufridores de una vida que jamás pensaron vivir. Para lo malo y para lo bueno -pero más malo que bueno-, en unas vidas que se torcieron cuando nadie lo esperaba. Uno arrastrará a otro a las puertas del infierno. Cumplir con el destino, en un mundo al borde de la locura. Una obra poderosa producida por autores en la cúspide de su arte. Dos primeros álbumes recopilados que cuentan con una fluidez ejemplar, se devoran en nada, a poco que entres en el entorno, la construcción de la trama te hace viajar a varias temporalidades y con diferentes personajes. En este punto, una hazaña conseguida porque Luc Brunschwig consigue que entres en nada en dicha ambientación, o mejor dicho, aquellos años de tensión social constante.

Me gustó la calidad gráfica y veo normal el alto nivel ya que contamos con una obra a varias manos, una ósmosis preciosa de Étienne Le Roux, que se encarga del montaje y los personajes, Loïc Chevallier, hacedor de decorados y Elvire De Cock en la gestión del color. La representación es muy agradable y no parece artificial a pesar del trabajo que se puede deducir en ciertas partes con tableta gráfica. Predigo un futuro horroroso para estos personajes y quiero saber si (ojalá) me equivoco. Obra muy disfrutable que recuerda a la maravillosa Érase una vez en Francia.

Reseña: La Edad Perdida. El Fuerte de las Landas, de Le Gris y Didier Poli

Yermo Ediciones publica este mes la nueva serie de Jérôme Le Gris, un autor de historias atractivas que sigo desde sus inicios y del que nunca me pierdo un lanzamiento. Aunque un escalón por debajo, lo ubico en la línea de Xavier Dorison, lo tengo entre esos guionistas aficionados a las historias de aventuras que saben rodearse de un buen ilustrador. ¿Así que La Edad Perdida es algo a recomendar? A poco que os hable de ella, veréis que sí.

Estamos ante una discronía post-apocalíptica (y no una distopía) basada en lo sucedido en la tarde del 31 de diciembre del año de gracia 999 del calendario gregoriano cuando sí que sucedió el apocalípsis vaticinado según el evangelio de San Juan… Una lluvia de meteoritos ha caído sobre nuestro mundo arrasando todo con su impacto y relegando a la raza humana… regresándolos al modo cavernícola. Miles de generaciones después, han surgido nuevas sociedades, las especies han evolucionado, la geografía y el paso de las estaciones han cambiado drásticamente el concepto de mundo que tenemos hoy en día, y es en este contexto que seguimos a una pequeña comunidad de sobrevivientes.

Quién demonios no ha pensado alguna vez que esto puede suceder. Pues La Edad Perdida es la oportunidad de disfrutarlo en formato cómic. La aventura está servida. Este cómic nos adentrará en un universo realmente interesante y aterrador, además de opresivo. Me gustó mucho la historia, original y masterizada con fuertes ilustraciones y personajes que hacen de todo para sobrevivir en este mundo venido a menos. Realmente lo pasas bien desde el principio y bueno, deja con ganas de más. Es un primer álbum y ya sabemos que una potente historia en un formato así es como darle un único sorbo y ligero a un vaso fresquito de piña colada. Pero obviamente los curiosos que deseen sumergirse por unos momentos y probar otra historia apocalíptica sí, pero bien contada e ilustrada, y con mucho rollo medievalesco de Edad Media oscura; la oportunidad la tenéis en La Edad Perdida: El Fuerte de las Landas. Unos miles de años después del horror en el que todo ser viviente pensaba que iba a morir, mientras el sol reaparece, la vida finalmente recupera sus derechos. Los mínimos. Pues el viejo conocimiento ha desaparecido. Para sobrevivir, los clanes nómadas forman y comparten territorios y recursos según reglas establecidas. Un hombre, Primus, encuentra la manera de hacer crecer una planta y su descubrimiento permitirá que su gente nunca más pasará hambre. Pero este suceso anecdótico puede considerarse una rebelión, cuestiona la costumbre y el poder de los otros clanes…, y cuando Primus muere, le tocará a su hija Elaìne de Moòr, hacerse cargo del destino de su pueblo y salvarlos de la destrucción.

Una cosa que me gusta hacer es apreciar los diferentes subgéneros del «post-apo», que diversos autores crean. Es un tema muy leído y que tiene sus altibajos dependiendo de la época de esplendor en la sociedad que vivamos. Como últimamente casi todas son malas noticias para este nuestro mundo que se está yendo al garete, pues es entendible que estas historias luzcan. ¿Es un modo de estar prevenido o de aprender formas de salir adelante? Lo veo así. Series de TV francesas e impactantes como El Colapso hablaban de ello y lo peor de todo -al igual que con La Edad Perdida– es que sabes de corazón que algo así terminará por pasar. El tema es cuándo. Y mola ver en tramas como ésta como el ser humano renace casi de la misma forma que lo hizo, como ha vuelto a la etapa de cazadores-recolectores itinerantes, donde cada micro-clan tiene sus códigos, sus leyes, etc. y es el redescubrimiento de la agricultura lo que posiblemente lleve a crear la primera guerra sino la primera batalla por el poder.

La parte principal de la historia se basa en el cambio de escenario, la acción, una fauna y una flora que ha sufrido miles de años y una evolución acelerada. Se necesitaba un genial ilustrador como es Didier Poli para sublimar todo eso. De ahí un diseñador que no necesita presentación; personajes de físico reconocible (no pasamos tiempo preguntándonos quién es quién), decorados trabajados, no es como estar en la tierra de los Morlocks de La Máquina del Tiempo. Por tanto, una serie que deja con ganas de más y no sólo por el cliffhanger incluido.

Reseña: Las Tres Julias, de Blengino, Sarchione y Georges

Entiendo que haya gente reacia a leer series históricas. Pero a mí me ponen. Fue en un momento quizás tardío de mi vida estudiantil que empecé a cogerle gusto al tema histórico tanto del clásico como el actual. Incluso empezó a gustarme muy mucho la asignatura Historia del Arte (¡Ay, si me viera ahora Don Eusebio!) Creo que debo ser un poco masoquista (o curioso) y eso me ha llevado a leer grandes historias dentro de novelas del género aunque muy a destacar lo que he ido encontrando en cómic europeo. Donde hay que hacer mención si o si a la serie Les Reines de Sang (Las Reinas de Sangre) de la editorial Delcourt que en nuestro país está publicando Yermo Ediciones, en especial, ahora que acaba de colocar calentita-calentita en librerías Las Tres Julias.

En cualquier caso, es fácil orientarse en cualquier cómic que trate la época clásica, antigua y romana. El libertinaje, la belicosidad y el politiqueo…, a poco que te atraiga uno de estos temas, estás perdido. Diría que te molará muy mucho casi cualquier argumento siempre que sea tratado con coherencia y atractivo como algunos autores de la BD saben hacer. Y ese es el caso del guión de Luca Blengino que junto al dibujo de Antonio Sarchione crean una obra de arte en estos tres álbumes que componen Las Tres Julias y del que ahora disponemos en formato integral. Un volumen con el que somos catapultados a la parte de Oriente Medio del Imperio Romano en el año 217 d.C. donde el emperador romano Caracalla acaba de morir luchando contra los persas, y su madre tras esta tragedia pone fin a su vida, firmando así el fin de la línea de Bassianus en el trono de Roma. Pero su hermana no tiene intención de quedarse fuera. Desde Siria conspira para recuperar el trono e instalar a su propio hijo al frente del poderoso Imperio Romano.

Admito que todo esto, aunque empieza muy interesante, va de menos a más en cuanto a atractivo temático. En cuanto empiezas a percatarte de la fuerza de voluntad y la firmeza de esta mujer, quedas enganchado a ella cada vez que entra en escena. Nada parece poder resistírsele para lograr su fin. Hay que decir que su inteligencia teñida de cierta perfidia y un agudo sentido estratégico le permitirán trazar una calzada romana muy cruenta (pero llana) a la hora de mantener su integridad física al margen de la refriega. Lo que se llama actuar en la sombra. La famosa intuición y poderío de las féminas.

Después de un primer volumen que nos prepara escenario y trama base, en el segundo descubrimos los dolores de cabeza de nuestro nuevo soberano romano Heliogábalo, el cual, después de haber derrotado al ejército de Macrín, el usurpador en la batalla de Antioquía, la nueva familia real cruza media Europa para llegar a Roma e imponer su nueva religión importada de Siria. Y si es su abuela quien mueve los hilos del poder, Heliogábalo muy pronto demostrará ser el soberano de todos los excesos: tiránico, lascivo y místico; he aquí un cóctel explosivo que sumergirá a Roma en una de sus más locas épocas… Donde obviamente, estas escapadas no son del gusto de todos y múltiples intrigas florecerán alrededor de los protagonistas, donde cada uno juega personalmente para asegurar sus intereses. Un segundo álbum soberbio. Con algunas sorpresas guardadas que a más de uno dejará con el culo torcido.

La lectura del tercer volumen cierra la miniserie y no hace más que confirmar la imagen que siempre nos han enviado sobre lo que fue el Imperio Romano: grandeza y decadencia. El Imperio Romano es la ilustración perfecta de ello por eso en este cierre Heliogábalo se ha convertido en emperador y Roma se hunde en el estupor y la lujuria. Incluso su abuela, que maniobró para que el trono volviera a caer en manos de la familia, sabe muy bien que su ilustrado nieto tiene los días contados. Por tanto, es hacia su otra hija hacia la que se inclina para que su hijo, más «presentable» y al menos bien visto por el ejército, le suceda…

Las Tres Julias tiene un sprint final digno de las mayores tragedias griegas donde los cálculos, las traiciones y los asesinatos saldrán bien…, o mal. Depende de los ojos con que se miren. El sino del ser humano, ¿no?

Muy chulo.

Reseña: El Sendero de la Guerra, de Marc Bourgne, Didier Pagot y Zielinska

Un género que me apetece mucho leer en verano es el western. Dentro de las novedades, tanto en cómic como en formato literario, a estas alturas son obras difíciles de encontrar. La moda pasó. Pero a poco que busques se encuentran cositas en alguna buena editorial que edite cómic europeo. Y mira por donde di con Yermo Ediciones y cómo este mismo mes de calores publicaba El Sendero de la Guerra en un volumen recopilatorio de tapa dura y en calidad máxima como suelen hacer. Tres álbumes en un sólo ejemplar que nos llevan a una aventura romántica en el corazón de las guerras indias. ¿Romántica? En el sentido evocador. Pues El Sendero de la Guerra evoca la vida del gran jefe sioux Toro Sentado asi como el de una chica que intentaba luchar de algún modo por el derecho y la igualdad de las personas. Una entrañable heroína que nos permite descubrir a través de la ficción la cruenta y compleja historia de las guerras indias en las que se escribió la leyenda del Lejano Oeste.

1864, Washington DC. Diane Myers, de 22 años, es una joven pintora talentosa que es absorbida por la buena sociedad. Su sueño: pintar los paisajes del Far West asi como la forma de vida de sus habitantes, los indios de las llanuras. Una chica ferozmente opuesta a las ideas políticas de su padre senador que sólo quiere el exterminio de estas personas. Por lo que Diana decide encontrarse con ellos, irse con los indios con la idea de sacar bastante material dibujado bajo el brazo. Con la ayuda del explorador Missouri, logrará integrarse en la tribu del mismísimo jefe indio Toro Sentado. Una hermosa aventura artística y humana para Diane, descubrir una cultura fascinante amenazada por las siempre temibles conquistas históricas del hombre.

Cuando vi el dibujo mientras ojeaba los álbumes, inmediatamente me entusiasmé con este nuevo western que prometía ser un hermoso fresco sobre la cultura de los Sioux Lakotas y otras tribus de esta gran nación india. Podemos decir que la serie hace un poco de trabajo antropológico porque los autores identifican bien esta cultura como la de los White Sioux de Oriente y Occidente, al situar la historia en un contexto histórico real. Me gustó también mucho cómo la heroína se posiciona como alguien que comprende y admira a los indios, oponiéndose a la voluntad de su padre, un senador de Washington que aboga por la erradicación de los «salvajes» incapaces de adaptarse a la política gubernamental que favorece el progreso. O eso dicen ellos. Diane Myers huye a ese Oeste tan atractivo y se sumerge como pintora que simboliza también el papel que jugó Frederick Remington, el gran pintor americano que supo captar el alma de los pioneros pero también la de los indios de las llanuras.

El contexto histórico es el de las Guerras Indias que duraron aproximadamente desde la Guerra Civil (alrededor de 1861) hasta 1890, donde una de las más famosas batallas fue la de Little Big Horn. Una trama en formato cómic que se ha tratado bastante en Blueberry, y que es un tema ideal para representar la apoteosis narrativa y gráfica de estos hechos tratados también con asiduidad en muchas películas, incluido el famoso tríptico de John Ford sobre caballería (Fort Apache, Carga Heroica y Rio Grande). Todo el contenido de este cómic es genial. Salvo algunas ingenuidades (y no lo digo por el papel de una mujer blanca viviendo entre indios en completa serenidad porque se llegó a descubrir que sí que ocurrió en ocasiones, sobre todo, con las féminas raptadas). Esta historia utiliza personajes ficticios pero se apoya en hechos y personajes similares a los de Diane y Missouri, el aventurero que la acompaña, dentro de hechos que realmente sucedieron, las masacres de niños y mujeres en aldeas por brutos borrachos, por ejemplo. Eso pasó y la prueba es la triste masacre de Sand Creek. Además, nuestra heroína se encuentra con personajes reales de este conflicto como el gran jefe Toro Sentado e incluso el presidente Grant y el general Custer que también cometerá masacres gratuitas.

Un buen western, sólido, bien contado, muy bien dibujado y cuya obra completa te puedes llevar a casa de un tirón si te decides por este genial volumen de Yermo Ediciones.

Reseña: Tinieblas, de Christophe Bec e Iko

Las obras creadas por Christophe Bec son de película. De película hollywoodiense. A lo grande, con portadones de cine de verano y de temática atractiva, como mínimo palomiteras. Los de Yermo Ediciones deben sentirse tan atraídos como yo por la obra de Bec porque es obvio que van intentando traer al menos sus obras más representativas o quizás, las que de momento, pueden. Pero que agradecido les estoy, eso sin duda. Tinieblas (Ténebres) era uno de las que más ganas tenía de disfrutar y aquí estoy, en pleno calor de agosto, escribiendo esta reseña después de haber alucinado un poquito-mucho con una nueva obra de este señor que en este caso, junto al gran Iko y sus Studios hacen un magnífico trabajo.

En Tinieblas, desde el principio, estamos inmersos en un universo visual muy inspirado por El Señor de los Anillos (hay réplicas de Minas Tirith y la Puerta Negra, por no hablar de las estatuas gigantes que recuerdan a los grandiosos Argonath). Visualmente es magnífico, Iko desarrolla toda su capacidad como diseñador para complacer a un lector/comprador que quiere magníficas ilustraciones en un genial tomo de tapa dura de cómic europeo. Grandes viñetas, splash-pages y vigorosos relieves todo con la intención de meternos de lleno en el mundo fantástico que se propone. Una maquetación que contribuye a la dinámica de esta serie que se publicó originalmente en cinco álbumes y que ahora Yermo publica de forma recopilada en un único integral. Insisto, dibujos sublimes de reptiles y criaturas, así como sobre rostros que…

Una historia de fantasía escrita por Christophe Bec (Prometeo: http://www.yermoediciones.com/producto/prometeo-vol-1/, Olympus: http://www.yermoediciones.com/categoria-producto/catalogo/olympus-mons/), Tarzán: https://www.cronicasliterarias.es/?p=6867), que se puede contar incluso como una curiosidad en una reunión con amigos. ¿Qué es un homenaje, una evocación, a aquellos relatos fantásticos de los años 60 o 70 del pasado siglo en los que se mezclaban o casi se hacía difícil diferenciar si eran de Ciencia Ficción o Fantasía? Exactamente eso. Tinieblas tiene como objetivo declarado reencontrarse con esas historias y con los lectores adolescentes que fuimos, muchos adultos viejóvenes de hoy en día. Quiere ponernos de nuevo en el mapa, y no solo lo digo yo, lo reconoce el propio Bec. Y eso que el autor también declara que la Fantasía no es su género favorito. Y aclaro que por lo menos yo, no lo veía por allí desde Dragan, su primer cómic lanzado en 1993.

La receta de Tinieblas es sencilla y clara, como es la buena literatura fantástica. Y si os fijáis, con tres influencias de películas de renombre muy claras: El Señor de los Anillos, Superman y Alien. Aunque hay otras influencias que quizás mencione más tarde. Pero insisto en las referencias a la enorme obra de Tolkien. El inhóspito reino volcánico es tierra gemela de Mordor, y su capital Kirgräd con su sublime arquitectura gótica es solo una imagen de referencia quizás extraída de Minas Morgul. Y para delimitar la frontera de este reino baldío con el resto de la civilización, una especie de Argonath, la puerta de los reyes, que se reutiliza de forma idéntica. El mimetismo se empuja incluso a las luces de alarma de Gondor cuya guardia retoma el diseño de los cascos de los soldados de Osgiliath y, a la altura del saqueo, las mismas líneas de diálogo que en La Comunidad del Anillo, de Peter Jackson, con el “ Mira esta nube negra (…) viene en nuestra dirección (…) va demasiado rápido (…)”. Pero si te alejas de todo esto o si lo disfrutas como yo porque obviamente la Fantasía, rara vez las obras no se asemejan unas a otras (rara es la que no tira de la Tierra Media y el ejemplo claro es Dungeons & Dragons sin ir más lejos); si lo disfrutas con intencionalidad, Tinieblas te molará mil.

Una serie hipnótica con un poderoso final. La idea es clara: En un mundo desolado por el fuego de los dragones, que atacan en bandadas las aldeas de campesinos, los reyes están esperando la llegada de un héroe que pueda liberarlos, un héroe legendario con armadura de hielo que pueda soportar las temperaturas del aliento ígneo de los reptiles alados… Pero cuando llega ese héroe, ¿es señal de salvación o de una destrucción completa? Una sinopsis que va a tira hecho. Lo que están haciendo Bec/Iko en Tinieblas se llama simplemente homenaje a las grandes obras de la literatura fantástica. ¿El mérito? Hacerlo entretenido y visualmente espectacular como hicieron.

Reseña: ELECBOY Vol.1, de Jaouen Salaün

Elecboy es una historia de Ciencia Ficción que hará las delicias de los amantes del género. ¿Te apasionan las obras de Joe Haldeman o Robert A. Heinlein? ¿Te tienta un universo post-atómico al estilo Mad Max? ¿Varias intrigas entrelazadas no te asustan? ¿Es probable que te seduzca todo esto en un tono enfático y dramático? No vayas más lejos, Elecboy es la obra que estás buscando. Y eso que personalmente debo admitir que es una de las tramas de la CF de la que soy terriblemente fan así que esun poco normal que me enfrentara a Elecboy ya casi sin criterio… Y si encima el diseño de la obra es tan espectacular como ya anuncia su portada… Estamos ante un (lo anuncio ya) escenario de narración muy fluida, un tomaco de la BD que se marca Yermo Ediciones para este mes veraniego de calores tremendas que estamos teniendo. Una aventura-trama donde perderse en un universo post-apocalíptico con narración ágil. Un primer volumen que se lee rápido y con gusto.

Y dos líneas narrativas distintas que se entrelazan. Por un lado, nos centraremos en el destino de un grupo de supervivientes, reunidos en un pueblo en el corazón de una zona desértica. Liderados por una casta inquietante (sí, sé lo que pensáis, la sombre de Jodorowski flota constantemente alrededor); sus miembros intentan sobrevivir lo mejor que pueden. En este microcosmos, las historias de amor y rivalidad -tanto entre adolescentes como entre adultos- ocupan un lugar destacado mientras el suministro de los recursos esenciales (el agua, en particular) acapara la energía de los que a duras penas aguantan. Una historia en la que rápidamente quedas atrapado en el juego que propone. Sobre todo, por el destino interesante de algunos de los personajes que vamos conociendo.

Por otro lado, el origen del Apocalípsis es aquí oscuro pero intrigante. Visto a través de varias viñetas que nos muestran extraños seres de los que no podemos decir si son inteligencias artificiales, extraterrestres, ángeles o dioses; como máximo, podemos entender que todo viene de una especie de batalla de la que partió el fin del mundo en ciernes. Seres que siempre están en busca de algo o alguien, como en este caso, un adolescente que es el centro de la historia y es porque… AQUÍ ME CALLO.

Elecboy es la nueva joyita de CF que se puede encontrar en tiendas de cómics.  En un buen formato grande y en tapa dura que acabo de disfrutar gracias a la genial edición de Yermo Ediciones. Una editorial que nunca me cansaré de decir que a poco que te guste el cómic europeo es indispensable para ti. Al menos, echarle un ojo cada mes a sus publicaciones porque te va a dar más de una sorpresa. Aquí estamos en el año 2122. El mundo que conoces se fue. Ahora es un caos total. La tierra es abrasada por el sol. Daña. Ya no es necesario mirar el pronóstico del tiempo. Olas de calor constante. ¿Os suena? A los sobrevivientes sólo les preocupa encontrar agua.

La línea de Jaouen Salaün es visualmente interesante. En esta sucia decoración a lo Mad Max, aparecen extrañas criaturas. Realmente no sabemos de dónde vienen y qué están buscando. El escenario se vuelve complejo. Sin embargo, pronto se muestra el buen material del que goza en un caos donde la violencia dentro de la comunidad es más que palpable. Su planteamiento gráfico, que en ocasiones raya en el hiperrealismo, lo mezcla con una orientación más tecnológica e incluso gusta encontrar algunos rasgos cercanos, o conocidos mejor dicho, como aquellas vastas zonas rocosas con las que cuenta a día de hoy América del Norte.

Un espectáculo de cómic.