Reseña: Noches de Zipango, de Hideshi Hino

Hideshi Hino es un mangaka especializado en historias de Terror. Otro de los recomendables a leer para el amante del género junto al gran Junji Ito. Se puede decir que ambos son los máximos exponentes en nuestro país, sobre todo, porque son los únicos cuyas obras se están publicando con regularidad. Ediciones La Cúpula es la culpable de que podamos hacernos con estos magníficos relatos de horror cortitos y en tomitos llevaderos y disfrutables. Tienen en catálogo los volúmenes de El niño gusano, La serpiente roja, Historias de la máscara, El hombre cadáver, Panorama infernal, Interzona, La enfermedad de Zoroku, Criatura maldita, Onimbo, El hijo del diablo, Galería de horrores, Circo de monstruos, El hombre cadáver, La isla de las pesadillas… y ahora Noches de Zipango. Un nuevo volumen donde “disfrutar” de una niña que pasa sus días observando a los ratones, de una historia de niños desaparecidos que todo el mundo los relaciona con una bruja, de una mujer que cuentan que se te aparece con la cabeza vuelta hacia atrás… Toda una serie de historias macabras de personas que ya no están entre nosotros, que vivieron y murieron en la era Heisei, a finales del macabro siglo XX. Horror de un tiempo de la que ya queda poca gente que lo recuerde.

Hideshi Hino nació en China, hijo de trabajadores inmigrantes japoneses en Manchuria justo cuando Japón se rindió al final de la Segunda Guerra chino-japonesa y el vengativo movimiento antijaponés estaba teniendo lugar en el país comunista por excelencia. Su familia no tuvo más remedio que escapar a Japón antes de ser linchada por civiles chinos. Hino ha afirmado que los pocos amigos que tuvo, casi lo matan en el camino a Japón y eso lo perturbó mucho. Sus mangas, obviamente, se han basado en el horror que vivió y las leyendas que le contaron. Por ejemplo, su abuelo fue un yakuza real y su padre era criador de cerdos y tenía un tatuaje de araña en la espalda. Hino los ha representado en su manga muchas veces (como en Panorama infernal). En Noches de Zipango, Hino vuelve a traernos sus espantos, los mismos que tenemos los que estamos enganchados a sus mangas. El horror que anida en el alma humana. Tenemos aquí uno de los grandes autores a seguir. De los que aporta con sus historias algo diferente y no solo por ser un artista oriental que ya normalmente piensan diferente a nosotros, sus temores van por otros senderos. Por eso el terror japonés normalmente descuadra tanto nuestra estabilidad. Pero también dentro del género de horror, Hino es diferente. Su horror es macabro y los finales de sus cuentos no dan lugar a la esperanza… Pero ni a la más mínima esperanza. Y eso puede ser lo que más miedo da. La realidad. O que se vuelva real una leyenda que te han contado.

Noches de Zipango es uno de los títulos que más os recomiendo para este Halloween que tenemos tan cerca. Un nuevo título que va directo al lugar donde ubico las mejores historias de Terror.

Reseña: Junji Ito. Terror Despedazado. Black Paradox

Muchas veces las cuestión principal es que lo bueno llegue a cuanta más gente mejor. Que la gente, el público lector de Terror, en este caso, no pase desapercibido por obras que seguramente le van a gustar mucho. Siempre que el género en concreto le interese, claro. ¿Te interesa un poquito-mucho el género de Terror? LEE CUALQUIERA DE LAS OBRAS DE JUNJI ITO. Y después de otras muchas ediciones va ECC Ediciones y decide sacar un coleccionable que, por cierto, a las obras del mangaka le viene que ni pintado. Sus relatos de Terror la mayoría no son de mucha extensión y este sistema de publicación coleccionable y antológica, parece hecho por y para sus obras. Con un precio súper asequible. ¿La cuestión? Que llegue a todo el mundo.

En esta nueva colección he leído, devorado, Black Paradox, y un par de relatos de miedo a cual más chulo. Cuentos que abordan las típicas leyendas urbanas con posesiones o sombras en el armario que nadie espera tener en casa, elementos recurrentes que siempre funcionan pero que como aficionado al mejor género de todos sorprenden. Relatos de fantasmas inesperados e interesantes de los cuales es mejor no desvelar mucho. Pero que sepáis que viajaréis a conocer a La lamedora, en el que conoceremos a una extraña mujer que envenena a sus victimas con su grotesca y desagradable lengua o El pabellón de lo paranormal, donde visitaremos una perturbadora e inquietante exposición universal. Terror en estado puro, tramas curiosas que incitan a querer saber más.

Y la joyita del libreto que es Black Paradox, donde tras conocerse a través de una página web, cuatro personas deciden emprender un viaje para alcanzar un objetivo común: suicidarse. Extraño caso de suicidio colectivo en forma de thriller sobrenatural que os va a poner los pelos de punta.

Soy de la opinión que el Terror gusta y gustará siempre, por mucho que se empeñe la gente en decir que para pasarlo mal, siempre hay tiempo. Ya lo decía H.P. Lovecraft en su famoso ensayo: «El miedo es el primer sentimiento que sufrió el ser humano y por lo tanto la atracción hacia él es inevitable». Por eso los escritos de Lovecraft en su conjunto molan y son universales. Y por eso el enorme éxito de un señor llamado Stephen King con cada libro que publica. Y por esooo… el auge y fama de un mangaka llamado Junji Ito. Y es que algo en lo que Junji Ito es maestro es en la creación de personajes; muy creíbles en su comportamiento, rostros asustados, delirios… ¿Creéis que me alguien como yo se iba a perder este coleccionable?

ECC Ediciones ha sabido hacernos ver que lo que hace Junji Ito mola. Este es el primer ejemplar de una colección que ningún amante del mejor género de todos se debería perder. El sentimiento más antiguo del mundo al que se somete el ser humano en formato manga.

Reseña: El Morador de las Tinieblas, de Gou Tanabe y H.P. Lovecraft

Desde hace un tiempo es un auténtico placer encontrar la obra de H.P. Lovecraft en las geniales adaptaciones de Gou Tanabe. El mangaka que le ha dado «vida” a la obra del maestro de Providence. Pero no solo eso. También, ligereza, y ha convertido sus historias a formato manga consiguiendo que sean muchísimo más fáciles de digerir. Trayéndolas al presente. De hecho, hasta la fecha, para mí, que era un gran admirador de las historias de Lovecraft, este autor es el que mejor ha logrado hacerme sentir la atmósfera que se desprende del Terror del maestro cuando consigues entrar de todas-todas en su estilo que es o era duro cojones. Por lo tanto, no pienso perderme ni una sola obra de este señor de las que están llegando a nuestro país en este formato. Y como llegan cada cierto tiempo, mejor. Así digerimos mejor cada una e incluso nos da tiempo a darle otra manita de nuevo a la última antes de la siguiente.

Gracias a nuestra colaboración con las editoriales más potentes del país, esta vez hemos podido acceder a la lectura y reseña de la próxima publicación por parte de Planeta Cómic que llegará el próximo 13 de septiembre. Denominada El Morador de las Tinieblas, este nuevo tomito empieza nada más y nada menos que con el relato corto Dagón. Ahí es nada. En mi Top 3 de los mejores relatos de Lovecraft lo tengo. Una historia de atmósfera marítima en la que un marinero consigue escapar de sus captores alemanes en algún lugar de la costa de África durante la I Guerra Mundial. A la deriva durante varios días, se despierta una mañana en un mar como petrificado, sembrado de peces muertos y criaturas desconocidas. Y… Tanabe saliéndose de nuevo.

La segunda adaptación que continúa este volumen es el que le da nombre al volumen. Fue escrito casi veinte años después, en 1935. El héroe es en cierto modo un alter ego de H.P.L., un escritor que vive casi recluido en Providence, como él, y su atención se centra en una iglesia negra que parece dominar la zona. Gracias a la atmósfera oscura y realista instalada por Tanabe, rápidamente sospechamos que lo que allí no será agradable a los ojos. Ojos que representan muy bien el miedo.

El Morador de las Tinieblas es una de las más clásicas historias del maestro. Lovecraft en estado puro y una aparición de lo insólito, de lo extraño, con pequeños toques que van in crescendo hasta llegar al inevitable horror final. No pienso spoilear nada más porque es magnífica como historia de terror clásico. Como mucho contar lo mismo que se cuenta en la sinopsis: Robert Blake, un joven interesado en el ocultismo, queda fascinado por una iglesia abandonada en Federal Hill. Su investigación revela que la iglesia tenía una siniestra historia relacionada con un culto llamado la Sabiduría de las Estrellas y atraído por el misterio hace un viaje a dicha iglesia tan temida por los propios habitantes del pueblo…

También en este volumen Gou Tanabe nos ofrece ilustraciones para el recuerdo. En particular, las que muestran el horror o el interior de la iglesia abandonada (?). Una vez más, no rehuyo mi placer y estoy esperando YA la próxima adaptación y publicación. Planeta Cómic no nos hagáis sufrir demasiado. Los amantes del Terror podéis acudir con los ojos cerrados a las adaptaciones de Tanabe porque son simplemente joyitas gráficas.

Reseña: Hinatsugi. El Pueblo de las Muñecas, de Aki Shimizu

Sigo a la joven mangaka Aki Shimizu desde su Le coffre aux esprits. Fuera de que casi todo manga cuenta con una idea original o al menos una que nos deja con el culo torcido a los de Occidente, Shimizu tiene ese no-se-qué en sus historias que son muy atractivas desde sus sinopsis. Y no cuentan mucho. La del Le coffre aux esprits nos llevaba al fin de la guerra en los años 40, cuando dos colegialas deciden tomar el tren para acercarse a un lago. Pero el tren sufre un accidente. El mismo tren donde va el Inspector Kiba (gran personaje de Shimizu) y todo se pone patas arriba. Bien, pues Hinatsugi mantiene un misterio corto al principio de la misma forma. Una mansión en el corazón del monte Hinatsugi ofrece refugio a cuatro universitarios que han sufrido un accidente durante la búsqueda de unas ruinas. Pero a aquellos que se pierden en esa montaña y llegan al pueblo de las muñecas, solo les esperan dos destinos. Ser parte del pueblo o vivir eternamente para ellos…

Aki Shimizu esta vez dándole al Terror. ¿Y quién se lo iba a perder? Hinatsugi: El pueblos de las muñecas es un manga de J-Horror bastante estándar en cuanto a premisa. Cuatro estudiantes universitarios fueron de excursión pero luego se pierden. Una de las chicas resulta herida y el grupo es rescatado por unos aldeanos. Debido al mal tiempo, los estudiantes no pueden salir de las montañas y el jefe de familia de esta remota aldea accede a acogerlos para pasar la noche. No obstante, la amante del jefe de familia tiene una hermosa hija y… lo adivinaste, el pueblo no es lo que parecía ser.

Pero un manga de terror gustoso de leer y que, obviamente, deja con ganas de más. Porque no deja de ser un one-shot de varios capítulos que se devora en nada. Está formado por algunas historias cortas que involucran a diferentes personas que llegaron a esa aldea remota y les suceden cosas aterradoras y espeluznantes. No es solo lo que os he contado. Las historias son interesantes y en la segunda mitad del manga vemos alguna explicación de los secretos y la historia de este pueblo y de la hermosa hija del jefe de familia. La explicación deja más que satisfecho. Aunque si me lo permitís, desde aquí le doy un consejo a la joven Aki Shimizu: «Lo bueno del género de Terror es que muchas de las cosas, si no las explicas, mejor». ¿Hay algunas escenas desagradables a lo largo del camino? Afirmativo. ¿Son exageradas? Negativo. Esto no se parece en nada a un manga de Shintaro Kago.

Nacida el 16 de octubre, Aki Shimizu comenzó su carrera en 1995 como dibujante y diseñadora de personajes para varias revistas de videojuegos. Fue en el año 2000 cuando publicó su primer manga como guionista (Blood Sucker). En 2002 sacó Qwan, obra totalmente propia como guionista y dibujante. Una mangaka que propone bastante en sus títulos.

Reseña: Afro Samurai, de Takashi Okazaki

Este amante de las artes marciales y todo lo relacionado que nos trajeron los años 80, no iba a dejar escapar la Edición Completa de Afro Samurai ahora que Panini Cómics la ha publicado en dicho formato. Le había echado el ojo hace tiempo y me habían hablado muy bien de ella, y desde que vi los dibujos, solo venía a mi mente el malo-malón de la peli de culto El Último Dragón (film que reivindica que el kung-fu también puede ser para chicos negros, film que salió demasiado bien). Tenemos entonces en Afro Samurai, acción llena de testosterona, una historia de venganza y hermosas ilustraciones que gritan: ¡Mira esto, fan de las patadas voladoras y los espadazos!, desde las primeras páginas. Correcto. Todo, definitivamente, muy cinematográfico, pues Afro Samurai sigue las tribulaciones de un guerrero extraordinario. Un luchador errante de raro poder, probablemente de origen africano pero apodado Afro por su cabello.

Afro es un hombre oscuro y taciturno, camina solo con un cigarro en la boca, habla poco y rebana a casi todo lo que se mueve a su alrededor matando sin piedad a sus oponentes. Afro es un alma en pena. Una sangrienta venganza le impulsa a seguir, a dar cada paso. ¿Puede ser un argumento banal? En cierto modo, lo es. Pero la forma en que se cuenta la historia engancha a querer saberlo todo-todito-todo con pelos y señales. ¿El universo primero? Un Japón feudal futurista, poblado por ronins y máquinas extrañas, objetos de varias épocas; el mangaka Takashi Okazaki utiliza esta mezcla divertida sin parecer anacrónico. Aquí un ninja prende fuego a su punta de flecha con un encendedor Zippo, allí un monje anciano usa un móvil… Es todo muy actual a la vez que arcaico. Pero esto aún ocurre a día de hoy. Tengo amigos que en sus vacaciones se han ido a recorrer sendas perdidas de China y Japón y se han topado con este tipo de contrastes.

Pero el punto más fuerte del cómic es lo que transmiten los dibujos. El dinamismo que se desprende de ellos y el uso de un único color, el rojo. Las muchas secuencias de acción parecen girar a doscientas millas por hora durante las peleas, la sangre salpica las páginas y extiende su rojo brillante en las viñetas. Solo la sangre tiene derecho al color, los demás elementos están en blanco y negro. Visualmente el espectáculo está garantizado. Los personajes, representados como formas finas y esbeltas: Afro, cabello con interminables diademas y ropa ancha, parece girar cuando pelea. ¿Historia simple y mil veces vista? Por supuesto. A estas alturas, una trama de venganza qué demonios nos va a sorprender. Pero ahí tienes el éxito de John Wick.

Desde que presenció la muerte de su padre, Afro solo vive para la venganza. Hay una recompensa por la cabeza de Afro pues está destrozando a todos los malutos en la tarea de encontrar al asesino de su padre. Como resultado, todos los asesinos del país han sido contratados y le siguen para acabar con él (¿He mencionado ya a John Wick?). Y Afro trae sangre y lágrimas doquiera que vaya. No porta valores como el bien, el mal, el honor o la moral. Tiene un propósito. También tiene sentimientos pero no duda en pisotearlos si la venganza está próxima.

Quizás el anime se pueda disfrutar más. Tenemos un cómic-manga muy norteamericano. Y no lo digo por el hecho de que el personaje principal sea negro; el dibujo, el flujo, la acción, las opciones narrativas aportan sensación de film estadounidense en lugar de oriental/japonés. Es un poco de Robert Rodriguez, un poco de Tarantino, con un enorme trasfondo del Karate a muerte en Bangkok (The Big Boss), de Lo Wei y Bruce Lee. Decía que el anime quizás se pueda disfrutar más porque la trama parece hecha para TV. Lo llamativo es que el anime se estrenó primero en USA y Canadá (se emitió a través de Spike TV en 2007) para luego emitirse en Japón. Fue una producción hecha para captar al mercado estadounidense aunque se realizó íntegramente en Japón por Gonzo, que le compró los derechos a Takashi Okazaki. Puedo decir que ante este tipo de títulos, soy presa fácil como niño de los 80s que soy. No obstante, mi consejo es, que a poco que te haya «llamado», dale un tiento. Da lo que se espera.

Reseña: Jiraishin Diablo (Integral), de Tsutomu Takahashi

Jiraishin Diablo es una trama de las que enganchan por su potente argumento. Uno puede decir, bueno, pues como casi todos los mangas, ¿no?. Correcto, este es el principal fuerte de los cómics nipones, pero la intriga ya fluye desde el primer momento que sabes sobre qué va. Y de hecho, el primer volumen de esta saga fluye tan rápidamente con tantas preguntas sin respuesta que puede abrumar: casi todos los habitantes de la pequeña isla de Amakura mueren en extrañas circunstancias, salvo tres de los isleños. El policía Taichi Kogure sospecha que el gobierno está ocultando algo y decide pedirle ayuda a Kyoya Iida, un ex-detective de Shinjuku, apodado “Diablo”, por sus métodos poco ortodoxos. Kogure intenta descubrir un caso que parece encubierto por el estado…

Tenemos intriga, terror psicológico (en cualquier momento puedes morir y no tienes idea de por qué), y un brote vírico que parece que es lo que mató a todos los residentes. Pero, ¿por qué Kogure, su cuñado y su sobrino salieron indemnes? Hasta la última de las páginas no encontraremos respuesta. Por eso lo chulo de pillarse el integral que Norma Editorial ha decidido publicar de esta obra para así poder devorarla de un tirón. Es lo que pide una trama así. Las intrigas muchas veces son malas y se enredan en el estómago. Hay que dejar claro que Kogure pierde a su hermana menor, esposa e hijo en esta supuesta peste que ha asolado a la isla. Por lo que ya tenemos a un prota desquiciado, empecinado en querer averiguar qué sucedió realmente. El mejor testigo para lo que el detective Kyoya se va a encontrar.

¿Secretos de estado? ¿Terrorismo? ¿Un terror oculto ancestral en la isla? Os dejo que os surjan las mismas dudas que tuve yo cuando asalté esta obra impulsado por la curiosidad. Aunque os adelanto que el mangaka Takahashi pareció simplificar el final de esta serie porque todo llega muy de repente al final. Un final de infarto. Y si bien se da a entender al principio que estamos ante un conflicto que podría producirse a escala internacional, lo que me llenó de expectación y me encantó, fue el pensar en las posibilidades de la historia, una trama que podría estar ocurriendo ahora mismo en cualquier isla remota del Pacífico y aún no lo sabemos.

Y un tercer volumen (incluido) que deja un final abierto que me gustó aun más por ser amante de eso mismo, los finales abiertos. Aunque soy consciente que hay bastante cantidad de gente a la que esto no le gusta. Pero una primera parte impresionante, no te la quita nadie.

La obra de arte del sensei Takahashi es bastante buena, me dijeron.

Buscaré más.

Reseña: Devorar la Tierra, de Osamu Tezuka

Devorar la Tierra no decepcionará a casi nadie que le de una oportunidad. Y, por supuesto, encantará a los amantes de Tezuka. Con el dibujo habitual del maestro, una historia con un marco diferente a lo que por entonces solía hacer. Una historia que trata sobre el poder que las mujeres pueden tener sobre los hombres… si quieren. Aunque también trata la venganza perpetrada por sus hijas de una mujer engañada por su esposo en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Planeta Cómic se encarga de que esta obraza no la pasemos por alto y la reedita en un formato genial para ser disfrutada este veranito.

Tuve el placer de leer Devorar la Tierra en dos sentadas. Manga del dios del manga, historia absorbente como pocas. Lo que más me interesó es ese tono básico que parece tan moderno cuando muestra lo honorable (o no) de una persona de 54 años. Re-situándonos, hay que decir que estamos ante un manga que se publicó por primera vez en 1968 y ya vemos que con el tema, es una historia muy adelantada a su tiempo: una mujer víctima de la sociedad de los hombres, una persona dispuesta a abolir los poderes del dinero, las leyes injustas, la moral y hacer que los hombres, sobre todo, paguen por ello. Huele a narrativa anticapitalista y feminista, ¿no? Y eso es lo que encontré en este manga. Aunque la historia parece un poco inconexa y en ocasiones, carece de vínculos directos. Mas, esta es una característica que se encuentra a menudo en Tezuka, debido en particular a los requisitos de producción. Pero a pesar de esa sensación de navegar entre diferentes episodios de series, encontré que el conjunto de la trama central se mantiene unida y termina por ser coherente. Es una proeza, frente a lo que nos detalla, pero muchas veces justa. Los episodios intercalados que simplemente presentan momentos de vacío en un mundo que cambia brutalmente, son desgarradores y perturbadores. Todavía me conmueve una de las escenas, tan hermosa como trágica, de la que obviamente no voy a spoilear nada…

A menudo soy muy positivo con los mangas de Tezuka. Me encantan. Soy uno de los que cae/cayó en sus redes fácilmente. Ya sólo un señor con un dibujo tan personal y característico para mí es muy de alabar. Pero esto no quiere decir que esté cerrado a los defectos muy reales que tiene: el dibujo puede verse infantil y casi que no cuadra mucho ver una ilustración tan jovial con una trama seria detrás. No sé si es un defecto o una particularidad pero Tezuka es el claro ejemplo de esta situación raruna que pocas veces se da. Personalmente, estoy acostumbrado y lo veo como una preocupación solo para mí a la hora de leer sus obras. Pero el tema está ahí. Fuera del perro… (porque dentro está demasiado oscuro para leer), esta historia va más allá de su simple tono y muestra una historia de venganza que os adelanto no acaba bien y es otro detalle que amo de Tezuka. Lo realista que es pese a ser o haber sido mangaka. ¿Es una denuncia del capitalismo salvaje y globalizado, de la atracción por el dinero, del racismo y del absurdo del género humano? Sí, y por tanto, una historia sobre eso tiene que acabar mal. Y punto.

La propensión humana a la delincuencia cuando desaparecen las consecuencias, hablar de racismo, como mostrar una soberbia y conmovedora historia familiar que desafía el modelo clásico; el autor muestra todo eso y más en esta maravillosa historia que es Devorar la Tierra. ¿Cómo los ideales se derrumban? Con un tremendo golpetazo físico o utilizando el soborno sobre el primer pilar. Mucha razón tenía el señor Tezuka.

Reseña: Shadow Life, de Hiromi Goto y Ann Xu

Debéis tener presente con Shadow Life que aunque la autoras viven en Canadá, son de origen japonés, y eso se nota en el dibujo y buena parte de la historia huele a cierta cultura japonesa que llamamos manga. Y así está editado en su formato original y así lo ha traído a nuestro país Nuevo Nueve Editores.

Pueden decir que el tema de Shadow Life es bastante simple, pero muchas veces en la simpleza está lo bello de una historia. Y si no que se lo pregunten a los que alaban la producción de Jiro Taniguchi. La muerte aparece a través de diversos signos, pequeños personajes, manchas en su cuerpo o en el suelo, manchas que la persiguen y de las que intenta alejarse… La trama se resume bastante bien en una máxima que aparece ya en la sinopsis:

¿Por cuánto tiempo puede una anciana esquivar al destino?

Kumiko es una señora que es “colocada” en un residencial para retiro de personas mayores. Sus hijas, sin duda, tenían buenas intenciones al elegir este lugar para ella, pero la viuda de setenta y seis años huye a los pocos días. Rebelde e independiente, se niega a que le dicten su condición o sus momentos de vida y se muda sola a un departamento, manteniéndose en secreto para todos los que la conocen. Es entonces cuando Kumiko vive, se deleita con los pequeños placeres, decora su casa a su antojo, come lo que le da la gana y va a nadar a la piscina de la comunidad. Pero algo la persigue. La muerte o la sombra de ella. ¿Y Kumiko sabe cómo detenerla? Con una aspiradora intentará capturar a ese espíritu maligno… Pero, ¿por cuánto tiempo puede una anciana esquivar al destino?

Una historia de Hiromi Goto y Ann Xu en el dibujo; conmovedora, teñida de humor y fantasía, que cuestiona la vejez, la autonomía, el amor, los arrepentimientos o la comunidad. Un dibujo que recuerda al mejor Miyazaki, sobre todo, en la apariencia de estos pequeños bichos (anunciando la muerte), y en la «dulzura» de ciertas escenas. Un ritmo lento e intrigante que curiosamente se consigue con viñetas sin texto. Sin ser trascendente, la lectura es, no obstante, amena, y puede dirigirse a un público bastante numeroso (otro punto en común con Miyazaki). Por lo que tenemos una novela gráfica teñida de realismo y fantasía, esa misma que aparecerá ante todos nosotros tarde o temprano.

Historias que no se olvidan.

Reseña: Batman. El Hijo de los Sueños, de Kia Asamiya y Max Allan Collins

Un Batman… un cómic de Batman diferente, ¿cómo demonios no te lo va a pedir el cuerpo? Uno que siempre aboga por la originalidad, por el cambio, encontrar lo nuevo… Y ya solo leyendo la sinopsis de El Hijo de los Sueños -incluso viendo su portada-, sabes que hay algo diferente. Que vas a encontrar novedad. Una historia escrita y dibujada por la famosa mangaka Kia Asamiya y adaptada al público americano por el novelista y guionista de cómics Max Allan Collins; no descubro nada si digo que Batman es y siempre será una inspiración internacional. Uno de los íconos superheróicos más reconocibles del mundo. La punta de lanza en ventas de DC. Con el paso de los años y la creciente popularidad del manga en USA, era cuestión de tiempo que el cómic japonés y el orejas picudas se conocieran. Se eligió bien al contactar con Kia Asamiya, sus obras Silent Mobius y Steam Detectives, le daban currículum para con el Caballero Oscuro «milleriano» que todos conocemos. Junto con el escritor Max Allan Collins, Asamiya ha intentado cerrar la brecha entre los cómics occidentales y orientales con El Hijo de los Sueños. Y a las pruebas me remito:

El hilo central va sobre una droga que como todas, prometen realidades que no existen. Durante un minuto, durante una hora, durante toda una noche si tienes suerte, puedes convertirte literalmente en tu ídolo, siempre y cuando tu ídolo sea uno de los mayores enemigos de Batman… ¿Pero quéeee? Hay una droga en las calles de Gotham que hará realidad tus sueños. ¿Qué puede incitar a eso? ¿A ser destruido? Precio alto, ¿no? Es alto. El más alto. Pero por saborear la gloria criminal, muchos están dispuestos a pagarlo. Tontolabas hay en todos lados, ¿no? El Hijo de los Sueños mola, sobre todo, porque es, en muchos sentidos, un retroceso a los cómics del Batman de los 80. Donde Bruce Wayne era una parte casi tan integral de la historia como el superhéroe que viste y calza. El delicado acto de equilibrio entre el vengador oscuro y el emprendedor mujeriego es un buen drama presente. Aunque el culpable misterioso detrás de todo sea tan obvio como la enorme nariz de la careta que lleva en este cómic.

Un cómic que tiene todo lo que necesitas de una historia del Caballero Oscuro: una damisela en apuros, conflictos tanto para Wayne como para Batman, la gran galería de villanos saliendo a pasear… y acción. Muchas acción. Y si bien el estilo de dibujo puede parecer algo exagerado, algo extraño para una historia de Batman, las escenas de acción son de primera categoría. Si puedes superar el hecho que a tantos echa para atrás como es el blanco y negro o si eres amante del manga de toda la vida, apreciarás el más mínimo detalle. Siempre que no esperes una versión totalmente nueva de Batman, Alfred o el comisario Gordon. En El Hijo de los Sueños no hay desarrollos rompedores, comportamientos absurdos o trama única. Es el clásico Batman pero con la originalidad de ser introducido en el manga. Puede que no sea la historia de Batman más original o la mejor historia que hayas leído, pero es buena porque es pura aventura. Lo que yo busco en el cómic de superhéroes. Batman ha de encontrar al proveedor de esta droga surrealista y mortal, y la búsqueda le lleva hasta Tokio en una confrontación con el enemigo químicamente mejorado definitivo. Ahí lo llevas.

Dibujado al estilo manga clásico, pero con un toque más real que la mayoría de las novelas gráficas de acción manga, El Hijo de los Sueños es totalmente recomendable. Típica novela gráfica de la que puedes alardear con tus amigos diciendo: “Sí, esa rarunada la he leído yo”. Y probablemente añadas: “Y me gustó”.

Reseña: Sunny, de Taiyô Matsumoto

Un manga con el potente don que tienen ciertos mangas de enganchar, en especial, por la originalidad, o mejor dicho, por la sinceridad de las vidas que proponen. Esto es Sunny, de Taiyô Matsumoto. Y aunque parece un escenario que va a sufrir de monotonía, todo cambia a raíz de un giro que casi nadie puede esperar…

ECC Ediciones publica de forma íntegra esta obra ganadora de varios premios y nominaciones, donde Taiyô Matsumoto hace suya una trama autobiográfica en la que se cuenta como vivió en una casa de acogida durante su infancia. Una publicación de seis álbumes originales que ahora ECC trae en un solo volumen, un buen tochal, una edición solo para las mejores cómictecas. La oportunidad de leer de un tirón lo que se presenta como una historia costumbrista centrada en la orfandad pero también una obra de las que evocan esas vidas que pudieron ser y no fueron. Porque para los huérfanos del hogar Star Kids, el Sunny, es un auto averiado y un rayo de esperanza. Inseguros de si alguna vez volverán con sus familias, estos niños confían en su imaginación para que los consuele.

En Sunny, Matsumoto captura las dificultades de los niños en esas casas de acogida, cada uno con sus propias formas de hacer frente a sus vidas. Haruo, de cabello blanco, usa el Sunny para escapar a una fantasía en la que es un forajido que huye, lo que refleja su tendencia a rebelarse para hacer frente a sus sentimientos de aislamiento. Sei, el ratón de biblioteca, se imagina conduciendo el Sunny hacia su casa y encontrándose con su…

Leí un tweet donde recomendaban leer Sunny en el Día del Padre. Sí, ese día que cierta gente quiere quitar de enmedio, otra de las tonterías-tontas que uno tiene que escuchar hoy en día. Una novedad más de los que quieren hundir más el formato hombre de esta época. Recordad siempre que sin una madre no estaríamos aquí pero sin un padre tampoco. Y si alguien odia al suyo pues es su problema. Ambos dos son igual de homenajeables. Ahí lo dejo. Pero regresando…, aquel tweet decía además (lo que me interesó) que Sunny era un manga ideal para aquellos que habían sufrido de pequeños de un hogar roto. Y no puedo opinar sobre ello pero si doy gracias de no serlo. Porque este manga consuela y con ciertas escenas, te hace ver claramente lo que es. Y dependiendo de tu “implicación”, tus lágrimas pueden llegar a salir. Y a no dejar de salir durante la lectura. Aparte me hice súper fan del arte. Es realmente sorprendente cómo el mangaka puede representar tales detalles en las historias de los personajes. Normal que sea ganador de cantidad de premios.

¿Esta historia no es para todo el mundo? Diría que sí. Es más. Creo que a un alto porcentaje de todo aquel que se atreva, e independientemente de su edad, le encantará. Es esencialmente una parte de la vida, la comedia, el drama humano, y el teatro que a una parte del ser humano le ha tocado vivir. Y está bien saber que el daño siempre solo está a un paso. Y aunque uno de este tipo no lo hayamos sufrido, sí que podemos provocarlo. No hubo un personaje que no me gustara.