Reseña: El Comisario Spada (Integral), de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano

Otra buena noticia comiquera es tener disponible en librerías gracias a Ponent Mon, un integralazo de un clásico como es El comisario Spada. Un personaje que se inmortalizó en el país de la bota en los 70s, un cómic que aglutina crimen, revueltas, terrorismo… una realidad que pasó a la ficción, como bien se cuenta en la sinopsis editorial.

Una obra de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano, otros dos maestros del fumetto. Y es que hubo una época en que los cómics italianos dominaban el mercado europeo aunque por estos lares costaba encontrarlos. Por eso y solo por eso, que Spada vuelva estar entre nosotros y en una edición así no es otra cosa que motivo de celebración. Porque El comisario Spada es una serie policíaca que fue una verdadera curiosidad cuando debutó en 1970 en las páginas del semanario Il Giornalino. Sí friends, para una serie detectivesca, era bastante inusual que su protagonista fuese un policía atlético y guapetón, contrariamente a la imagen de panzudo y venido a menos impuesta en un alto cargo dentro de la policía criminal de Milán (aunque a veces escapa al extranjero). También era y es especial, porque sus guiones mezclan hábilmente sus investigaciones con su vida privada. De hecho, se cuenta como Spada cría él solo a su hijo Mario, a quien los lectores verán crecer a lo largo de los episodios. Y además, a través de su hijo, Spada se enfrentará a los problemas de la juventud, problemas que existían en aquellos años de tantos cambios en las sociedades salidas de un régimen dictatorial. Pero lo que sorprende aún más en estos álbumes es el diseño casi geométrico de Gianni de Luca, un estilo que marca, y que se me vinieron a la mente rápidamente cuando recordé que había visto algo parecido en mi niñez en la revista Formule 1, aunque por entonces no me emocionaban demasiado quizás por lo joven que era. Ahora, al releerlas, me di cuenta que eran innovadoras. Y cuando comprobé su Hamlet, también percibí que el ilustrador había mejorado bastante su estilo.

Ahora, con el paso del tiempo, lees las aventuras y desventuras de El comisario Spada y ves que los escenarios no eran convencionales. Y ves obvio que esta serie se colocara entre las mejores de su tipo en el país vecino. No hace mucho escuché que hubo una veintena de episodios de este personaje que jamás se tradujeron al francés y que solo se tradujo un álbum al otro lado de los Pirineos y para nada es el mejor. Deben estar que trinan…

Porque El comisario Spada es para tenerlo, leerlo y devorarlo casi tan rápido como lo hice yo. Sus aventuras comenzaron en abril de 1970, como os decía, pero terminaron para siempre en mayo de 1984. Ponent Mon acaba de sacar este tomo, un tomo joyita de un personaje casi desconocido en la BD pero no por ello deseado entre los que llevan leyendo cómic europeo toda la vida. Después de haberme puesto con él tras mucho tiempo, admito que estaba un poco confundido. Lo recordaba algo más simple en sus historias. Parecen tramas convencionales pero vistos ahora, con algunas décadas encima y quizás ojos ya arrugados, me pareció encontrar en las intrigas algo más. Trasfondos más currados aunque casi escondidos. Confesiones personales supuestamente del guionista que me seducieron bastante.

El comisario Spada trata un personaje que se debate entre el marco de las protestas juveniles, el terrorismo, el crimen organizado y las drogas. Personaje muy interesante para los amantes del género negro. Y no me iré sin felicitar a José Emilio Martínez Tur por su genial traducción del cómic. Ganador del premio Yellow Kid en 1971.

Reseña: Question. Zen y Violencia, de Dennis O´Neil y Denys Cowan

Serán cuatro volúmenes y serán cuatro tomos donde se recogerá lo que son, sin duda, los mejores números y arcos de Question. Tan fácil como decir que fue la época en la que coge el personaje un Dennis O´Neil súper en forma, súper inspirado, donde junto al dibujante Denys Cowan presentan una serie de aventuras del personaje donde se mezclan maravillosamente varios géneros literarios como son la tragicomedia, la superación, el género negro o detectivesco; friends, este es el primero de cuatro volúmenes que pienso disfrutar como nada. Como uno de los mejores cómics ochenteros que se pueden disfrutar entre los que tenemos actualmente en novedades. Un primer volumen que recopila los trece primeros números de la colección mítica que se marcaron estos autores.

Question fue un superhéroe creado inicialmente por el gran Steve Ditko que vio la luz por primera vez en la editorial Charlton Comics en junio de 1967. Pero fue adquirido por DC Comics a principios de los años 80 y rápidamente incorporado al Universo DC. La identidad secreta de Question era originalmente Vic Sage, aunque más tarde fue reconfigurado como Charles Victor Szasz. Sin embargo, después de los eventos de 52 (2006-2007), la protegida de Sage, Renee Montoya, tomó su relevo y se convirtió en su sucesora. Después del relanzamiento de The New 52, Sage fue reintroducido como una entidad mística, luego como agente del gobierno, antes de ser restaurada su personalidad y nombre de detective tradicional tras los eventos de Rebirth. Pero tal como lo concibió Ditko y posteriormente con el toque que le da O´Neil en su serie en solitario (este colección) el personaje desarrolló una filosofía zen y comienza a molar que te cagas. A partir e aquí, comienza a fluctuar una identidad o postura filosófica…, de la que en futuros tomos opinaré más sobre esto. Quiero tener una visión más global del tema. Pero lo que sí que es cierto es que mantiene una mentalidad de conspiración y desconfianza en la autoridades que no es sino un reflejo de alto porcentaje de personas de a pie que tenemos hoy en día.

No sólo Question, todos los personajes de Charlton Cómics fueron adquiridos por DC Comics tras el declive de esta compañía en 1983. Question apareció brevemente en Crisis en Tierras Infinitas (1985) y en un arco de tres números de la cabecera de Blue Beetle antes de ser ofrecido a Dennis O´Neil. Con el tandem comentado, la serie alcanzó treinta y seis números, dos anuales y cinco especiales trimestrales, que espero que ECC Ediciones integre en estos volúmenes. Ya en el primer número nos topamos con que Question es derrotado en combate personal, primero por la mercenaria de artes marciales Lady Shiva y luego por unos matones contratados por el villano de turno que lo golpean casi hasta la muerte; le disparan en la cabeza y lo mandan a dormir con los peces del río. Pero algo no cuadra y Lady Shiva lo rescata por unos motivos que conoceremos más adelante y le da instrucciones para que se reúna con Richard Dragon tan pronto como se recupere. Una vez allí, nuestro héroe en decadencia, aprende tanto artes marciales como filosofía oriental. Después regresa a la ciudad para retomar su carrera de periodista y superhéroe con aventuras que van a tratar de ilustrar como trasfondo varios puntos filosóficos (Dennis O’Neil añade una recomendación de lectura zen al comienzo de cada número).

En esta serie, de la que no soy el único que dice que es lo mejor que se puede leer del personaje; Vic Sage es un reportero-investigador del noticiario KBEL en Hub City. Utiliza la identidad de Question para obtener respuestas que su identidad civil no puede. A diferencia de otros superhéroes y vigilantes, este Question se centra principalmente en la política de su ciudad y en lugar de perseguir a los perpetradores de pequeños robos, tiende a luchar contra el gobierno corrupto de la ciudad. Va a por los peces gordos, como se debería hacer. Aquí vais a ver que la Hub City supera en corrupción y violencia a la tan conocida Gotham City. Y la parte zen la tenemos clara pero la «violencia» del título hace referencia a sobre qué tan lejos se puede llegar para hacer cumplir la justicia sin que estés a un pelo de ser un criminal. Matar, ¿cuándo es legítimo?

La relación del personaje con su mentor, Aristóteles Rodor, es maravillosa, y es una de las muchas cosas por las que merece la pena la lectura de esta serie. Me encantó.

Reseña: Corto Maltés. Nocturno Berlinés, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

Amo tanto el personaje de Corto Maltés…, las historias que he ido devorando gracias a estas reimpresiones y nuevas publicaciones de Norma Editoria…,; la atmósfera que las tramas de Corto y las sensaciones que son capaces de aportar estos cómics tanto del maestro Hugo Pratt como las que han sabido rescatar Juan Días Canales y Rubén Pellejero… Que no dejan de ser cómics que compraría una y otra vez o daría lo que fuera por sentir lo que se siente cuando se leen por primera vez.

Corto Maltés es de esos pocos cómics, que raro es el lector al que el protagonista no le cae bien. Tiene una personalidad, a veces, tan sosegada, que enerva a los malutos de forma maravillosa. Me gustaría ser así. Pero no puedo. Aunque lo intento. Y por eso me encanta. Pero…, ¿qué se le puede haber perdido a un marinero como Corto en la Berlín de 1924? Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero son los autores elegidos para seguir con las aventuras “propuestas” para este personaje eterno que hizo las delicias de los comiqueros de los 60, 70, 80, y que ahora a muchos nos está volviendo a enamorar. Nocturno Berlinés sería la cuarta entrega de este «rescate» lanzado por Norma Editorial, cuarto álbum donde los autores reconocen que se aleja del exotismo para dar pie a una aventura de puro género negro.

Una trama donde Corto se entera de la muerte de un viejo amigo y con el escritor y periodista Joseph Roth se adentra en una investigación para vengarlo. Tenemos cabarets, sociedades secretas y grupos paramilitares, a la vez que nos toparemos con personajes reales (las delicias de los cómics de Corto) como el escritor Gustav Meyricnk (autor austríaco conocido por la gloriosa novela de El Golem), la actriz Marlene Dietrich (actriz y cantante alemana considerada como uno de los más eminentes mitos del séptimo arte), Max Schmeling (boxeador alemán que fue campeón mundial de peso pesado entre 1930 y 1932, el único boxeador que ganó el campeonato mundial de peso pesado por una falta) o el presidente de la república Friedrich Ebert (político socialdemócrata alemán y primer presidente de la República de Weimar). Y un viaje a Praga donde nos encontraremos con Levi Columbia (un señor con una teoría que me encantó: «Existen dentro de todas las religiones del mundo una tradición esotérica universal»).

Nocturno Berlinés es guion de persecuciones, asesinatos inesperados y escenas donde se muestra muy bien la terrible enfermedad psicológica que parte de un ser humano en tensión. La historia sigue cronológicamente a Las Helvéticas (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/corto-maltes-2/corto-maltes-nueva-etapa-edicion-blanco-y-negro/corto-maltes-las-helveticas-ed-blanco-y-negro), donde Corto parte en busca del Santo Grial. Álbum donde obviamente también existe un alto componente esotérico. Nuestros autores patrios saben que Hugo Pratt cuando le daba por ahí…, era todo un erudito en la materia y por eso mismo no desentona en la trama la importancia que toma una carta del tarot Visconti-Sforza, del siglo XV. Dicho esto, me centraré en la historia, una en la que sí que existe elementos forzados pero que se basan en referencias y citas, cosa que no son otra cosa que homenajes al desaparecido maestro y autor italiano. Los personajes aunque son casi todos descendientes de los típicos clichés, tienen un potencial efectivo y aprovechado.

Los escenarios son agradables, gracias a las secuencias, a la mezcla de colores sabiamente utilizada, aunque a veces el timbre y el registro, me parecieron curiosamente hechos por manos diferentes. La ambientación convence. Nos traslada a los que gustamos de esos films de Hitchcock primarios o películas de género negro de los años 30. Entre París y Brooklyn, dos lugares que jamás vi tan bien enlazados. Nota positiva, de sobresaliente, los diálogos y el lenguaje.

En Nocturno Berlinés encontraremos un Corto más humanizado, que empieza a notar el peso de los años. No sé si esto es buena o mala señal. Espero que aún de viejete nos depare nuevas aventuras. Aunque algunos dirán que envejecer a un personaje, es matarlo. Y aquí debo estar de acuerdo egoístamente. Tenemos a un Corto pesimista, como no puede ser de otra forma, porque todo lo que le ha pasado «le ha dejado marca». Una historia de la que se pueden extraer algunas lecciones de vida.

¡Feliz Navidad, friends!

Reseña: Dead Body Road, de Justin Jordan y Matteo Scalera

Para los que me entiendan, Dead Body Road es como alquilarte una de esa pelis en VHS que pillábamos en el videoclub, la disfrutábamos, y nos decíamos a nosotros mismos que esa era una de esas pelis que volverías a alquilar. Una violenta historia de venganza que no puedes evitar amar. Si como yo amas las películas de acción de la vieja escuela, las buenas historias de venganza que se impusieron en muchos films de los 70s, te encantará Dead Body Road.

Una historia de Justin Jordan donde encontrar a un hombre que busca venganza, un criminal despiadado que busca un botín robado, mucha violencia y sangre, y unos cuántos cadáveres dejados en el camino. Este cómic clavará sus anzuelos en ti y te arrastrará a lo largo del viaje, y ganarás bastante si no disfrutaste de la serie original en grapa y aprovechas la oportunidad que ofrece ECC Ediciones con este tomo recopilatorio de la franquicia al completo donde se recogen las series limitadas originales Dead Body Road y Dead Body Road: Bad Blood. Y en un segundo número vuelves a ver que tienes más tiroteos, escenas de tortura y persecuciones de coches…

Dead Body Road tiene un potente comienzo. Justin Jordan debe ser un amante de las historias de violencia. Parece ser un guionista que tiende a que le sucedan cosas brutales a sus personajes, cosas impactantes para el lector, pero que duda cabe que reales porque el ser humano es una bestia de armas tomar cuando se le va la cabeza. Y Dead Body Road es un escaparate de eso. Se rajan gargantas, se sacan ojos, se dan tiros inesperados a la gente…, nuestro personaje principal apenas ha comenzado su búsqueda y los cuerpos ya se están acumulando. Lo único que necesitamos es pasar un poco más de tiempo sin plomo, pero con suerte eso llega con el paso de las páginas.

Un hombre que hará todo lo posible para traer su forma de justicia sobre aquellos que le han hecho mal. Jordan no nos da muchos detalles sobre el personaje principal, no explícitamente, pero el personaje principal es casi secundario en este cómic. Venganza en sí (como estáis viendo también en la reseña) es una palabra que va a brotar a cada instante.

Jordan hace un tratado sobre la Venganza en este cómic.

El diálogo en la trama está lleno de rabia, goteando ira y con cada página que pasa, la tensión es palpable. Es un cómic en la línea de los viejos westerns donde un personaje ni siquiera necesita tener un nombre: su misión es todo lo que importa. La misión es realmente la historia en este volumen y aunque poco a poco se nos otorga más información sobre el incidente percutor de la tormenta, el fin justifica los medios.

Jordan también crea hábilmente muchas situaciones en las que el artista Matteo Scalera coge el balón y echa a correr por la banda. Y vaya si corre. Matteo Scalera muestra uno de sus mejores trabajos para la industria en esta serie. Un dibujante que se ha convertido en súper estrella en no mucho tiempo, cada página que dibuja tiene una poderosa intensidad. Las persecuciones de coches se sienten increíbles. Su hábil mano toma la ira que Jordan está vertiendo en la historia y le da vida, creando un mundo violento y duro donde no habrá piedad. Dead Body Road es una sólida venganza oscura escrita para Image y que gracias a ECC podemos disfrutar ya en nuestro país. Corriendo fui a por ella. Un cómic cuyas críticas no bajan del notable alto no iba a ser malo.

Donde un hombre ha perdido a su esposa y ahora los implicados deben morir.

Todos.

Cantidad de veces me he imaginado haciendo algo así.

Antes en la cárcel que en los pinos.

Reseña: Monsieur VADIM (Integral), de Gihef y Morgann Tanco

Monsieur Vadim es un cómic que trata un tema interesante: historia de mafiosos pero con el concepto de la tercera edad como trasfondo. ¿Cómo? La vejez. El héroe epónimo, Vadim, fue miembro de la Legión Extranjera y ahora está retirado. Un tipo fornido que aprendió a pelear y matar para seguir adelante pero ahora tiene artritis, se siente solo y tiene la mente ocupada con la mera idea de asegurarse de que su nieto, huérfano de madre, pueda vivir feliz a pesar de un padre que Vadim odia. Muy Mike todo… (referencia al personaje de Breaking Bad o Better Call Saul). No obstante, un día se va todo -un poco más- al garete. Un fatídico día se encuentra sin dinero tras una estafa y decide poner un pie en el estribo. Recuerda un poco a la trama de la peli Red, excepto que aquí el viejo guerrero no está necesariamente del lado de los buenos y acepta trabajar para matones en conflicto con una mafia más poderosa que ellos. Y que no podrá contar con ninguna ex-pareja sino solo con su instinto de supervivencia y sus doloridas articulaciones. Perdonad por mi constante referencia a films, pero de estos temas, sobre todo, me he tragado bastantes cositas en la gran pantalla.

Con lo contado, creo que ya he enganchado a muchos de vosotros. ¿Hypeado? Monsieur Vadim, y más en este formato integral que nos trae la siempre recomendable Ponent Mon, por supuesto, es un cómic a disfrutar por los amantes del género negro. Ese tan de moda que tan buenas historias está dando tanto en pelis como series, o cómics, donde el maestro Ed Brubaker es…, eso, un maestro. Aquí no está Brubaker pero Gihef tiene ese estilo. De su guión me gustó la densidad y el buen manejo de la trama un poco compleja pero pegadiza. El inframundo criminal del sur de Francia está representado de manera creíble y es fácil elegir bando entre los menos podridos, y esperar que el viejo lobo solitario pueda castigar a esos bastardos que han venido a este mundo solo para hacer el mal. También me gustó la complejidad y profundidad del héroe y los pocos momentos emotivos que surgen de sus recuerdos y la explicación de su situación actual. Sus momentos de debilidad física ralentizan un poco el ritmo, cierto, y podrían frustrar un poco a los lectores que aman la acción impecable, pero siendo realistas una trama más real -valga la redundancia- transcurriría así.

Siento que las historias de gangster protagonizadas por ancianos se están convirtiendo en todo un subgénero. Y no me molesta. Tiene que haber y habrá de todo en esta vida dulce para algunos, mala para muchos. Los personajes que encontramos en Monsieur Vadim son interesantes. Insisto, dignos de ser elevados al formato fílmico. Incluso los peores personajes, o mejor dicho, secundarios o terciarios que aparecen, están bien llevados. Los gráficos también molan con buenas dinámicas y ofreciendo a cada protagonista una verdadera personalidad visual. Me gustaron mucho los colores empleados.

Resumiendo, a pesar de algunos retrasos de lectura que no sé porqué ocurrieron y que hice inconscientemente con este cómic, Monsieur Vadim me enganchó y no me soltó. Eso si, me prendó de esa añoranza que va in crescendo en los que ya tenemos una edad y vemos lo rápido que se-nos-va/y pasa el tiempo. Un final apresurado y no necesariamente muy claro, tiene la historia. Pero no me molestó. Así es la vida. Quién sabe cuando cambiará… Si es que te cambia.

Reseña: XIII. 2132 metros, de Yves Sente y Youri Jigounov

Muy esperado era este nuevo álbum de XIII, serie de cómic europeo a la que me enganché hace algunos años aunque no gozo de toda la colección (leí algunos números en francés y otros en español), pero que duda cabe que, díría, con tan solo uno o dos que leas alguna vez, los querrás todos. Y por increíble que parezca, aún no había sido reseñado hasta ahora las aventuras de Jason Mac Lane en nuestra web.

XIII comenzó con una potente historia como es El día del sol negro (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/xiii/xiii/xiii-01-el-dia-del-sol-negro). Y a partir de ahí se convirtió en una serie de álbumes categorizados en algunos sitios como mini-novelas gráficas por su potente contenido en tan escuetas páginas. Contenido de género negro, policíaco, espionaje, una serie de historias de cómic belga sobre un tipo amnésico que busca descubrir su pasado. Una trama algunas veces contada pero quizás no de forma tan atractiva como hizo el guionista Jean Van Hamme en su día, con el genial apoyo ilustrado de William Vance. No obstante, actualmente la serie sigue adelante gracias a otros dos grandes como son Yves Sente y Youri Jigounov. Maestros del cómic europeo que lo están haciendo de maravilla con el personaje.

Si ya el número uno (El día del sol negro) nos contaba que Mac Lane tenía amnesia, buscaba su pasado y era acusado del asesinato del 42° presidente de USA; en 2132 metros, una vez más tendrá que unir piezas de un rompecabezas buscando una solución a un trama que se le presenta porque Jason MacLane se ha acaba de convertir en un nuevo fideicomisario de la Fundación Mayflower. Y para demostrar su legitimidad ante los miembros de la Fundación y su presidenta, Janet Sheridan-Fitzsimmons, Mac Lane es invitado a realizar una prueba de tiro a muy larga distancia. Debe dar en un blanco situado a 2132 metros. Pero… ¿por qué esta prueba de francotirador? ¿Tendrá que dispararle a alguien? ¿Qué harrá si se da ese fatídico momento, mantener su credibilidad con la Fundación sin convertirse en asesino?

Sabe que tiene que ganar tiempo porque a la sombra de las noticias, la Fundación está colocando sus peones de manera lenta (pero segura) para tomar el poder en el que aún se considera el país más poderoso del mundo. Para asegurar la discreción de su empresa, los dirigentes de la Fundación saben que deben hacerse con los documentos que prueban la fechoría que acaba de hacer.

Pruebas que aún conserva XIII.

Le llamaron Trece por el número romano que lleva tatuado en la clavícula izquierda. La entidad criminal conocida como Mangosta…, fueron los asesinos contra los que una vez tuvo que luchar, lucha que casi no llega a contar. XIII fue lanzado en 1984 como una serie en la popular revista Spirou, y fue popular entre los lectores de Spirou a más no poder. Los primeros tres episodios fueron lanzados como un solo volumen de tapa dura por Dargaud el mismo año. Esto continuó en números posteriores, y cuando se publicó el octavo número, las ventas de álbumes alcanzaron las 140.000 copias. La promoción de la serie se incluyó en un sorteo especial de la lotería nacional francesa en el año 2000 con 1.500.000 billetes vendidos.

XIII se escribió originalmente en francés y se tradujo a varios idiomas, incluidos inglés, español, holandés, alemán, polaco, sueco, tamil, serbocroata e italiano. Desde octubre de 2008, Sente se hizo con los guiones del personaje y como vemos aún sigue con un enorme potencial junto al artista Youri Jigounov. Un cómic que a poco que te guste el cómic europeo, el género negro o de espionaje, el thriller; será una serie que quieras probar. Y ya estarás perdido/a porque querrás leer todo-todito-todo de ella.

Reseña: Noir Burlesque Vol.1, de Enrico Marini

¡Pero qué bueno es este álbum! Algunos pueden decir de Noir Burlesque que no es muy original pero… ¿qué trama de género negro a estas alturas lo es? Les digo alto y claro que no hay nada nuevo bajo el sol. Y si lo hay… dificil encontrarlo. Pero esta historia del gran Enrico Marini viste claramente de forro negro, chaqueta sublime y borsalino. Y tiene todo lo que tiene que tener una historia de este tipo donde además visualmente es sublime. El ambiente gráfico es impresionante. Donde se nos lleva a los “felices” años de la época dorada de Hollywood muy a lo La Dalia Negra o L.A. Confidential: cadillacs, mafiosos, garitos y femme fatales…, y un tipo que no duda en ponerte una bala en la pierna porque claramente antes de irte para los pinos tendrás que confesar. Y donde la guinda del pastel es esa pin-up por la que se desafían entres sí dos tipos duros de roer.

Una de las joyitas que Norma Editorial publica este mes de calores es el Noir Burlesque, de Marini. Un cómic donde el maestro suizo del cómic europeo se adentro en el género negro con su primera novela gráfica. Rapaces, La estrella del desierto (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6518), El Escorpión… son obras de este autor que uno puede devorar para ver la calidad que profesa, aunque Noir Burlesque es perfectamente un ejemplo de cómo hacer un cómic de género negro con todos los estereotipos marcados para deleitar al verdadero fan de este género tan clásico como inmortal. Y donde al autor nos lleva bajo las luces de neón de los barrios marginales de una bien reconstruida Filadelfia de los años 50. El bueno, el feo y… ¡la vedette en busca de la gloria! Donde los negocios se arreglan con un tiro, un primer álbum que deja con hambre a los tipos codiciosos de buen cómic europeo como yo. Impaciente por acariciar de nuevo con mis ojos las enloquecedoras curvas de la bella Caprice…

Noir Burlesque habla de Terry Cole. Un atracador con principios que asume una deuda que no le corresponde. Mientras lucha por cancelar esa cuenta, se reencontrará con una mujer a la que había decidido olvidar hace mucho tiempo y juntos participarán en una intriga policial de alto voltaje donde se mezclan delincuentes de poca monta, femmes fatales, policías íntegros, matones a sueldo y mafiosos sin escrúpulos sobre el telón de fondo de los Estados Unidos a finales de la década de 1940.

Esto dice la sinopsis y no pudiera estar mejor resumido… sin spoilers.

Hacía tiempo que no leía un álbum dibujado por el propio Marini. Debo decir que arroja una atmósfera muy hermosa a cine negro de USA en los dorados años 50 del pasado siglo. Solo el color rojo del cabello de la chica provoca que abramos mucho los ojos cuando sale en escena. Un detalle muy bien conseguido en un cómic que versa en viñetas en blanco y negro. Todos los parámetros clásicos del thriller están aquí: la femme fatale, la banda de matones, el héroe ladrón y verdadero rompecorazones que desapareció hace varios años y tiene una deuda que pagar. Y el amigo de la infancia convertido en policía a lo Mystic River.

Noir Burlesque es un claro homenaje a este género, un primer volumen que insisto: no tiene grandes sorpresas pero que plantea personajes y nos deja un final del primer volumen donde se prevee giritos para el siguiente. Lo suficientemente atractivos como para querer profundizar en este escenario de película. Para salivar. Así que si lo tuyo es el buen y viejo thriller policiaco, si te interesa principalmente el dibujo de Marini y te pierdes por una buena historia de estos años de atracos, sexo de «aquí te pillo, aquí te mato», tiros y desenfreno; ese cómic está hecho para ti.

Estás calentando el sitio.

Reseña: El Último Atlas, de Fabien Vehlmann, De Bonneval, Hervé y Blanchard

Desde hace un tiempo, tengo a una persona que me insistía en que El Último Atlas me iba a encantar. Le eché un ojo por internet a la edición original y la verdad es que en un principio no me atrajo mucho. Sobre todo, sumaba que al ser reseñador principal de Crónicas Literarias – Desde New York tengo mucho pendiente y bueno, como para ponerme con un título que ni siquiera estaba en nuestro idioma. Pero casualidades de la vida, tres o cuatro meses después veo que Ponent Mon, la siempre genial editorial de cómic europeo, lo publicaba en nuestro país. Y aquí está. Leido, devorado y reseñado. Pero, sobre todo, disfrutado, tal y como decía que iba a pasar mi colega lector Máximo Le Brut, como yo le llamo.

Y ahora diréis, bueno, si mi colega insiste e insiste en que lea un título, yo lo ojeo y luego lo dejo, no significa nada para mí y ahora que, ¿es súper recomendable? Pues sí. Y quizás la culpa la tuvo el comienzo de El Último Atlas que sinceramente es algo típico: un pequeño mafioso de Nantes, Ismael Tayeb, lleva el tejemaneje de las máquinas tragaperras de la ciudad y poco más sucede de momento. Fácilmente podríamos caer en el thriller con una guerra de pandillas o de pequeños mafiosos que se disputan la pasta de los antros del lugar. Pero no. De pronto, empiezan a aparecer en la trama misteriosas migraciones de animales en el desierto de Argelia que ponen patas arriba la vida de Tayeb. Y además, alrededor de este hombre, comienzan a orbitar toda una galería de personajes bastante sorprendentes que quizás fue a lo que yo no llegué la primera vez.

Tenemos a Martin y Jean Legoff, la parejita de los bajos fondos; Françoise, la ex-reportera de guerra que se enfrentará en Tassili a fenómenos sin precedentes y no nos olvidemos de los vejestorios del «George Sand». Y, por supuesto, el Último Atlas, un extraordinario robot en el que se centra la trama principal. Pues la búsqueda del Último Atlas es la misión de la primera parte de una trilogía en que fenómenos sin precedentes pueden trastornar el equilibrio del mundo. Y es Ismael Tayeb quién pertenece a una banda criminal cuyo jefe le ordena encontrar una batería nuclear potente y para ello piensa en roba el Último Atlas, uno de eso enormes robots franceses usados en construcciones titánicas a mediados de los 70.

Sobre las consecuencias del final de la guerra de Argelia, este álbum finalmente nos lleva a una asombrosa historia alternativa, que nos dejará con el culo torcido al final del primer arco. Seguí con cierta fascinación la historia de Tayeb, que a lo largo de los capítulos se va afirmando cada vez más y acaba emancipándose del inframundo de Nantes. Os aseguro que este tomo es literalmente adictivo. Tengo la prueba de que mi mujer, que rara vez lee cómics de este tipo, me lo pidió prestado y lo devoró en dos sentadas.

Los autores confirmados (Vehlman, De Bonneval, Tanquerelle y Blanchard) nos regalan una historia digna de la mejor serie de televisión: sin tiempos muertos, pasamos de un personaje a otro, de un continente a otro,  con una lectura que te lleva a estar muy atento para no perderte nada. Existe una versión de este cómic en blanco y negro (que es la que yo vi por primera vez) y otra en color que es la que ha editado Ponent Mon. Por supuesto, a color esta historia gana bastante. Una versión espléndida donde destaca el dibujo de Hervé Tanquerelle y una trama de género negro muy recomendable.

Exótico, original y adictivo. Uno de los mejores lanzamientos de los últimos meses.

Me dijo mi amigo Max, que se leyó los tres tomos en su edición original que muchos esperaban que los autores en turno, le pusieran un final apocalíptico. No me concretó si fue asi o no. Lo que si me dijo es que intente leer todo lo que salga de esta serie y de un tirón. Asi es como la historia gana mucho.

Eso haré.

Reseña: Lejana Estrella Brillante, de Robert Olmstead

La trama de Lejana Estrella Brillante es relativamente simple, y por esa razón probablemente no encontrarás muchos detalles al respecto en algunas reseñas de por ahí. Es tan sencilla que se puede transmitir poca información al respecto a los lectores sin inyectar algún tipo de spoiler. Y también dicen que no es un libro que uno lea por su trama; su verdadero atractivo es la calidad de la escritura del autor. Estoy de acuerdo con eso en parte. Por la calidad escrita, obviamente. Pero acaso (cambiando de género para la comparativa), ¿no es sencilla la trama del episodio cuatro de Star Wars y no deja de ser una maravilla de guión?

Lejana Estrella Brillante se compara muy favorablemente con la Trilogía de la Frontera, de Cormac McCarthy. La narrativa de Olmstead, como la de McCarthy, es hermosa y sobria, casi poética, y su estilo es completamente único. Pinta hábilmente cuadros vívidos del suroeste de Estados Unidos a principios de siglo, transmitiendo las vistas, los sonidos e incluso los olores del lugar con una precisión tremenda. Más importante aún, el autor evoca un perfecto sentido de la atmósfera y transporta al lector en el tiempo hacia esas tierras baldías de Nuevo México, permitiéndole sentirse como si estuviera allí, cabalgando por el desierto rocoso, testigo de su austera y siempre cambiante belleza.

Lejana Estrella Brillante es una maravillosa lectura de apenas doscientas páginas que se devoran en nada. La historia se cuenta desde el punto de vista de Napoleón Childs, un veterano soldado de caballería que se acerca al final de su carrera. El contorno aproximado del personaje es estereotípico (el viejo soldado canoso y bien informado), pero Olmstead le da una tridimensionalidad tremenda al protagonista y una nueva vida a este personaje estándar. Se siente finamente representado; uno siente su sabiduría ganada con esfuerzo, así como su cansancio hasta los huesos de lidiar con la futilidad de su misión y con la chusma de los jóvenes y tontacos que le rodean y quieren llegar a ser algo sin experiencia.

Aclararé que aunque Lejana Estrella Brillante se ha convertido en uno de mis libros favoritos, no gustará a todos los lectores. Estoy seguro de ello. El estilo de escritura del autor puede molestar tanto como atrae, ya que es tan atípico de la mayoría de la prosa actual que algunos pueden considerarlo genial, mientras que otros pensarán que es cuando menos recargado. Más importante aún, el libro contiene escenas de intensa brutalidad que a cierta gente puede no gustarle. Aunque dudo que a los amantes del western o de su hermana mayor la tan de moda novela negra, les pase. En mi caso, ya sabéis. rara vez tengo dificultad para leer sobre personajes (o personas) que infligen daño a otros porque sí. Pero he de destacar que algunos eventos de esta novela son bastante horribles y se representan de manera tan gráfica que los encontré realmente perturbadores, con imágenes en mi cerebro aún, cada vez que pienso en la novela.

Mi veredicto es que Lejana Estrella Brillante no es un libro fácil aunque se lea con suma facilidad. Aporta un golpe emocional que puede dejar al lector sintiéndose agotado cuando llegue al final. El autor también plantea una serie de cuestiones éticas dentro de la narración para las que no proporciona respuestas. Es probable que los lectores se encuentren revisando las ambigüedades morales del libro durante algún tiempo después de que lo terminen. Sin duda, es un libro que da para mesas de discusión y debate.

Bien por Hermida Editores publicando esta joya en nuestro país.

Reseña: Reckless, de Ed Brubaker y Sean Phillips

La obra por la que el tándem Brubaker/Phillips probablemente sea la serie Criminal. Y es maravillosa a poco que te haces con ella. La asociación de Brubaker y Phillips se ha convertido en uno de los grandes elementos básicos a tener en formato cómic. En particular, los que aman la temática criminal (nunca mejor dicho). Lo que deriva a la tan de moda a día de hoy, la famosa novela negra. Novela policiaca, de investigación, de crímenes…, todo llevado a cómic de acción y thriller por estos señores. ¡Una buena peli!, que se dice. La alquimia invisible de las palabras de Brubaker y el arte de Phillips se han convertido prácticamente en referente de este género dentro del noveno arte. Una historia realista pero impulsada personalmente de hombres malos (bueno, en su mayoría hombres) que intentan hacer cosas buenas pero fallan en un grado u otro. ¿O es que los hombres buenos se ven impulsados a hacer cosas malas? También se pone mucho el ojo en esto. Pero cuando analizas los titulos que estos autores han creado juntos, encontrarás sobre todo, eso, combinación de buenas y malas personas cuyos planes rara vez salen bien. ¿Objetivo? Ya sabéis como somos los estadounidenses: dólares por doquier y un poquito de amor…

En Reckless, han pasado diez años desde que Ethan salió de la vida de Rainy cuando ella misteriosamente aparece de nuevo otra vez. Ambos formaban parte de una célula terrorista hippie de la era de los 70 cuyos planes se vieron truncados por una explosión que destrozó dicha célula y casi mata a Ethan y todo lo que llevaba detrás. Sus secretos. Ahora, el tipo se dedica a ver películas antiguas en un cine destartalado que posee. Tal vez, esperando a la próxima persona que necesite el tipo de ayuda que la policía o incluso el FBI no puede proporcionar. Entonces, cuando Rainy se acerca a través de los canales pertinentes, Ethan no puede evitar verse envuelto en los problemas de un amor perdido…. porque, como dijo el poeta, el amor cuando no mata, muere.

Reckless continúa esta exploración de la naturaleza del hombre de a pie como es Ethan; un antiguo agente del FBI, que pasa por la vida ya sin apenas fuerzas. Emociones cero. Sabe que alguna vez vivió una vida intensa llena de sobresaltos y alcanzó el zenit de la pasión y el morbo. Pero aquel atentado destrozó muchas cosas en su vida. En especial, la relación con la chica que más quería. Eso lo marcó para siempre. Y si encuentra alguna alegría, es en su antiguo cine, viendo viejas películas de Robert Mitchum. No obstante, Rainy ha vuelto. Sabe que debería sentir algo por su antiguo amor, pero actúa más por obligación con quienes alguna vez fueron…

Ed Brubaker y Sean Phillips haciendo lo que mejor saben hacer. Buscando un cierre para los personajes y un nuevo comienzo para un amor nunca cerrado. Una de las grandes cosas que separan este cómic de Criminal es que gran parte de la acción y el drama ocurren bajo el brillante sol de California. El anterior trabajo fue llevado a cabo de noche o fuera de la luz del día. Como si los personajes temieran estar expuestos al sol o a todo. Reckless es un referente de lo que se cuenta en cuestión de luces y sombras. Phillips y su colorista Jacob Phillips crean un lienzo de amplios horizontes, sin todas las sombras pesadas que ocultan a los personajes y sus motivaciones. Los trazos del señor Phillips se sienten súper realistas y no tan claustrofóbicos u opresivos como en su trabajo anterior.

En definitiva, una historia de tomo único que se disfruta hasta la última página. Genial Panini Cómics y su sello Evolution trayendo títulos de este tandem de autores que siempre son garantía de buen rato lector.