Reseña: Winterworld. Varados, de Chuck Dixon, Giorello y Edwards

En Winterworld no sabemos cómo llegó el mundo a donde está. Te puedes hacer una idea de que tarde o temprano vamos a terminar así. Eso está claro. Pero aquí solo sabemos que los personajes se mueven en una nueva Edad de Hielo, pero no se explica si fue hecho por el hombre o fue algún tema medioambiental. Esta intriga es lo que siempre me gustó de esta serie. Con un héroe en principio solitario que vaga por islas islandesas en una especie de caravana de motos de nieve interactuando mediante el trueque con tribus de gente salvaje. Donde siempre me sorprendió que el colega tuviera un buen vocabulario ya que es un solitario y los miembros de las tribus hablaban más del tipo bárbaro gutural. Y era el único capaz de leer. Y nuestra «heroína», una joven esclava de una de las tribus que la ofrecen como trueque por bienes; lo que también es extraño que ella ha estado en la tribu desde que tenía tres años y tiene un buen dialecto y según ella dice, nunca ha sido abusada por sus «maestros». No sé, cositas de Dixon. Pero cositas que se han ido arreglando con el paso de nuevas historias.

Varados correspondería al tercer volumen de Winterworld donde se continúa el viaje de Scully y Wynn a través de una Tierra helada hasta donde llega la vista. Y siguen sin saber nada de “la niña” tras aquella mujer que les robó el camión y salió pitando y vimos un asesino particularmente desagradable en su camino. Pero en este nuevo volumen que publica Aleta Ediciones el terror llega temprano cuando encontramos a Scully y Wynn frente a un oso polar… Claro está que sin su camioneta, Scully y Wynn son mucho más vulnerables, y Chuck Dixon acumula desventajas para ellos más allá de eso.

Como decía antes, es Dixon quien proporciona exactamente lo que quiere la audiencia, priorizando las amenazas con cada día que pasa. Esta vez la trama tiene a Scully y Wynn en peligro a través de un caso completamente comprensible de identidad equivocada y una brecha entre los personajes principales. ¿Scully es demasiado cínica y paranoica o Wynn es demasiado crédulo e ingenuo? Los eventos siguen sucediéndose rápido, y Dixon acelera aún más el ritmo dando saltos entre capítulos.

Y esto mola.

¿Es una pequeña broma del artista Tomás Giorello que uno de los primeros asaltantes use gafas muy similares al villano de Flash, el Capitán Frío? Puede ser una completa coincidencia, pero es un buen efecto visual. Giorello no es tan preciso como el artista anterior Jackson Guice, ni tan valiente como el co-creador de la serie Jorge Zaffino, pero sin embargo tiene un gran talento, dando a los lugares y situaciones el dinamismo de acción que necesitan. Por otro lado, Tommy Lee Edwards dibuja la historia de Wynn cuando entra en estado independiente. Un arte que se inspira en el trabajo de Zaffino de aquella primera historia de Winterworld, cruda pero detallada. Ilustra la inhumanidad del hombre hacia el hombre, afortunadamente no demasiado gráficamente, como recuerda Wynn en sus primeros años. Pero si bien parece estar en desacuerdo con los padres que ahora está buscando, hace de estas situaciones detalles gráficos poderosos y mejora la función principal para una inyección de conmoción.

Cualquiera que haya disfrutado de un Winterworld anterior, tiene la satisfacción garantizada.

Reseña: La Reveladora, de Daryl Gregory

Lo que me escama y antes me dolía bastante más del mundo literario en este país, es que no se publicitaran apenas las obras de Terror como tales. Que se huya de tal palabra que define el género para -en teoría- vender títulos como algo que no son. No etiquetar, no clasificar… puede ser una estrategia de marketing buena, o no. Somos una tremenda legión en la sombra los que necesitamos leer obritas chulas de Terror y lo peor/mejor aún es que somos como los insectos: nos reproducimos con facilidad. Aunque también es cierto que hay muchos lectores en la sombra que parecen no estar orgullosos de ello. Esto es una de las razones por la Desde New York – Crónicas Literarias pese a los años. Nuestra labor es reivindicar obras como La Reveladora, novela que nadie debería pasar por alto.

Del aclamado autor de Spoonbenders y Pandemonium y gracias a Blackie Books, llega a nuestro país la historia de una misteriosa familia religiosa cuya mal es una hija que le da la espalda a su dios. Nos vamos a 1933, Stella, de nueve años, queda al cuidado de su abuela, Motty, en los bosques de Tennessee. Estas colinas remotas de “montañas humeantes” son el hogar de peligrosos secretos donde al poco de su llegada, Stella, se adentra en una caverna oscura y se topa con una entidad desconocida… Pero años más tarde, después de un trágico incidente que la obligó a huir, Stella, ahora es una chica de armas de tomar. Una contrabandista profesional que destila whisky junto al único hombre negro del pueblo. Eso le ha enseñado a mantenerse oculta. Su familia lleva años sin saber de ella. Pero la muerte de su abuela la obliga a volver al hogar que tanto horror le provocó de niña. Regresa para el funeral de Motty y para ver quién es esa misteriosa niña de diez años llamada Sunny que Motty adoptó. Una pequeña que se le parece mucho, por supuesto. Pero que esconde algo y es más poderosa de lo que Stella puede imaginar. Poseedora de un vínculo directo que Stella creía haber enterrado.

La Reveladora es un cuento gótico sureño que absorbe con un misterio sin desvelar que te lleva con ansia a querer saber el final. Es una obra que mezcla el género noir y el fantástico de un modo extraño. Ambientada en las décadas de 1930 y 1940, la maravilla y la belleza de Cades Cove y sus primeros pobladores cobran vida. Este ambiente es aislado, la fe se mezcla con el miedo mientras navegamos entre secretos familiares y fanatismo religioso, quedando claro que Stella es nuestra reveladora y su trabajo es comunicarse con ese espectro que una vez se le apareció en Los Apalaches. Hoy en día, sigue sin saber explicarlo, no sabe lo que es, ni realmente quiere saberlo. Y teme que su familia, en su celo ciego por complacer a su dios, se ponga en peligro por ello.

Sinceramente, La Reveladora no fue tan aterradora para mí como pensé que sería. Pero tiene ese puntito de tensión toda la trama que mola, sobre todo, cada encuentro con dicha entidad sobrenatural. Obviamente, dudo que cualquiera de ustedes quisiera encontrarse con tal criatura extraña ni si quiera a la luz del día, por lo que miedo da. Por otro lado, es lo de siempre. Este escribe quizás ya ha leído y visto demasiado Terror como para que le sorprendan algunas cosas. Pero La Reveladora cuenta con una tremenda ambientación. Un entorno claustrofóbico bien creado pese a que los lugares descritos son terriblemente «anchos». Aprecié también los aspectos históricos de Cades Cove y como Daryl Gregory analiza la política de género y, sobre todo, las “dinámicas de poder” de la Iglesia.

Insisto, absorbente es la palabra. Completamente absorbente, esta trama.

Reseña: La Tumba de Drácula. Artist Edition, de Gene Colan, Wolfman y Tom Palmer

Los caramelitos que van soltando dentro del bosque comiquero de vez en cuando las grandes editoriales, sólo por eso uno se rinde a ellos como un niño que se dirige a la casa de la bruja llena de dulces casi sin saberlo. Cómics que son joyas, que valoras bastante más, cuanto más edad tienes o más años llevas dentro del fandom. Ediciones que son (nunca mejor dicho) obras de arte o artist edition de magníficos maestros con el don del trazo como fue Gene Colan. Gente con el don de traspasar nuestro cerebro, con una sola imagen, lo que se quiere contar. Para muestra de esto, La tumba de Drácula Artist Edition, escrito por Marv Wolfman e ilustrado por el maestro que os acabo de mencionar. Un genial tomo recién publicado por Panini Cómics y SD dentro de sus Marvel Limited Edition, un titulo a valorar. Una línea que me está deparando alegrías como ninguna otra.

La tumba de Drácula, de Marv Wolfman, Gene Colan y Tom Palmer, considerada como una de las mejores obras de Marvel de los 70, el tremendo ambiente que sólo Gene Colan era capaz de hacer con apenas unos trazos (nadie ha conseguido dibujar el viento o la niebla como este señor). Un arte atmosférico de Colan que fue compañero perfecto para las historias de terror de monstruos clásicos de Marv Wolfman. Y es que no recuerdo bien cuando descubrí a los vampiros por primera vez. Sé que desde muy temprano leí libros de terror a la vez que libros infantiles como El pequeño vampiro. Incluso estos mismos cómics de Drácula en Marvel…, podría tener unos seis o siete años cuando por primera vez pasaron por mis manos. Y sí, estoy hablando de lecturas, porque también desde muy pequeño tengo uso de razón de haber visto a Christopher Lee haciendo de las suyas tras expandir los brazos bajo su capa (¿Drácula, Príncipe de las Tinieblas de la Hammer?). Pero no mucho después descubrí el Drácula de Bela Lugosi y la novela original de Bram Stoker (comprada con mis ahorros la edición Scholastic Book Club). Y hay fotos mías con maquillaje de vampiro y colmillos de cartón, sangre de ketchup y una capa morada que mi madre cosió para Halloween. Todo esto es para decir que cuando el Cómic Code permitió que el Conde Drácula regresara al mundo de los colores en Marvel aquí ya había un fan de todo tipo de historias con chupasangres de por medio. ¿Y qué tenemos aquí? Pues una hermosa introducción retrospectiva de Marv y media docena de números completos, sin secuencias, de La tumba de Drácula, todos fotografiados con amor y con minucioso detalle de las páginas de arte originales. Cosita maravillosa que por estos lares no nos íbamos a perder.

Como se ha señalado en otros sitios, el hecho de que las historias no sean secuenciales no viene al caso. Este volumen es más para que pongamos el foco en el arte, el diseño y el trabajo dado por maestros del noveno arte. ¡Aquí prima el dibujo! Y es que Colan fue difícil de entintar correctamente. Su estilo más realista no se prestaba en absoluto al entintado típico de los cómics. Sus técnicas de narración y diseños de página siempre fueron retorcidos por llamarlos de alguna manera. Pero atractivos por el detalle. De hecho, en varios de sus últimos proyectos, las páginas impresas se tomaron directamente de los lápices sin entintar del artista, evitando al entintador por completo. Pero aquí, sin embargo, a pesar de que su nombre no aparece en el título, la verdadera estrella para mí es Tom Palmer. Como dije anteriormente, Colan podría ser difícil de entintar… pero no con Palmer. Usando una buena cantidad de planchas y efectos pegados, Palmer siempre parecía tomar las decisiones correctas para mejorar y generalizar las ideas de Colan. Mirar estas páginas es admirar el trabajo de ambos artistas y recuerda las hermosas líneas y delicadas, y los negros pesados que el lector ve en cada viñeta (excepto por unas pocas páginas sin tinta en la parte posterior). Este Artist Edition de La Tumba de Drácula no es otra cosa que un maravilloso tributo al artista a menudo subestimado, pero también a su memorable compañero de arte, Tom Palmer, con quien se unió para brindarnos casi una década de espeluznantes aventuras de vampiros, una colección de cómics de terror irrepetible. Si queréis más de este genial tándem Colan/Palmer los podréis encontrar en proyectos como Doctor Strange y Daredevil. Pero ni de lejos a lo que hicieron aquí.

Reseña: Constantine. Ilusiones Distorsionadas, de Kami García, Goodhart y Redmond

Como autor, se hace bueno ver varias versiones de un mismo personaje. Y como lector también. La variedad está en el gusto. ¿O era al revés? Cada autor puede tener una misma o diferente versión de un personaje que amamos, y respecto a nosotros, quedarnos con lo que nos gusta es lo que nos hace maduros y centrados. Y si se quiere presentar una historia diciendo que John Constantine, “no es el chico malo promedio”, estoy de acuerdo. Porque Constantine para nada es malo, al menos, no con el prójimo y estas son las palabras o citas que probablemente primero hayáis leído sobre Ilusiones Distorsionadas, una novelita gráfica sobre Constantine que Kami García se sacó de la manga en 2022 y que ECC Ediciones puso en librerías a principios de este mes que se nos va dentro de su sello Kodomo.

Y es que al igual que con el trabajo de García en la franquicia Teen Titans, Ilusiones Distorsionadas, rápidamente encuentra una manera de acceder al corazón del personaje antes de abrirlo a la audiencia, en general. Con John Constantine eso significa aprovechar su lado salvaje. Algunos, cuando conocimos al personaje por primera vez, estaba sentado en su habitación, rodeado de colillas y con una guitarra vieja mirándolo desde la esquina…, posters noventeros, los vaqueros en la silla y el tío pensando en el cómo matar a ese demonio que tenía poseído a medio Down Town (Bajo Manhattan). Pero Kami muestra al típico adolescente, a la edad de dieciocho años, Johny encontrándose en esa dura encrucijada de la vida por la que hemos pasado muchos pero también luchando con la necesidad de forjar su propio camino y probarse a sí mismo ante su familia. Y el entorno…, la racha punk que alimenta gran parte de su creatividad y que refleja la rebelión adolescente que todos pasamos también alguna vez aunque aquí prima el deseo del chico por promover su magia.

Una novelita gráfica que tiene un ritmo excelente, dividida en varios capítulos que nos llevan a una capa adicional de accesibilidad pese a casi sus doscientas páginas que apenas se lee en dos sentadas. Y cuyos primeros capítulos se centran en el funcionamiento interno de Constantine mientras establece su situación familiar antes de ponerse manos a la obra. La línea central de la trama se centra en su comprensión de sus habilidades mágicas, algo que agrega elementos mucho más fantásticos al libro… y que se agradecen (¡Para eso hemos venido!). Pero todo presentado de manera perfectamente lógica y accesible para los lectores más jóvenes. La historia presenta un pequeño elenco de apoyo para completar el mundo de Constantine; está su padre ausente, su madre y su padrastro. Pero más importante para el impulso narrativo es su amiga Verónica, y su posible interés amoroso por Luna. Todos juegan un papel importante en empujar a John a convertirse en el personaje que conocemos y amamos. Con problemitas por el camino: un hechizo que salió mal y tal y que muy al estilo Jennifer´s Body todo se torna en desgracia con el tema del grupo de música de por medio. Así, lo que queda, es un escenario muy chulo para un personaje que jamás vimos joven, o al menos, yo no había tenido ese honor hasta ahora.

Un escenario que permite un maravilloso desarrollo del personaje en su juventud. A lo largo del cómic, vemos a John lidiando con sus inseguridades y enfrentándose a sus defectos. García ha demostrado en todas sus historietas DC que es más que capaz de lograr el aterrizaje de esos «altos vuelos» propuestos. Ilusiones Distorsionadas no es diferente. La novela gráfica termina con una magia épica muy chula, una recompensa emocional convincente para el personaje. Además de la incertidumbre y la angustia que van de la mano de la adolescencia.

Reseña: Historias de Harrow County. Los Perdidos, de Cullen Bunn y Emily Schnall

En Los Perdidos se nos lleva a saber más de la vida de Emmy. Y qué queréis que os diga, es bueno ver a Emmy en un nuevo entorno, una nueva historia del condado de Harrow, historias interesantes con un dibujo fantástico, historias que siempre dejan con ganas de más. Entonces, ¿Emmy está en la gran ciudad y se encuentra con nuevos desafíos? ¿Está ella realmente dispuesta a hacer esto sin poderes? Realmente depende de cuán perdida y sola haya estado, ¿no? Los últimos arcos de Historias de Harrow County (Tales from Harrow County) han estado centrados en Bernice Anderson como protagonista pero en Los Perdidos volvemos a Emmy Crawford, la protagonista de la serie original, y esto es para mí, como mínimo, emocionante. Porque además me habían advertido que cambia radicalmente la serie original en cuanto al futuro. Y cierto es. Han pasado diez años desde que Emmy dejó el condado de Harrow. Desde entonces, han pasado muchas cosas en la ciudad pero, ¿qué le sucedió a la propia Emmy y qué aventuras ha emprendido desde que perdió sus poderes y se fue de la ciudad con el Abandonado? En esta historia épica y esencial, descubrimos dónde le ha llevado la vida y qué peligros acechan en las sombras esperando… porque también hay sombras maléficas fuera del condado de Harrow.

De alguna manera, estaba preocupado ella. Después treinta y dos números sufriendo junto a Emmy (las brutales cosas por las que tuvo que pasar) y tras un final agridulce, que duda cabe que la pobre se había ganado un respiro. Realmente no importaba a dónde fuera, todo lo que importaba era que pudiera encontrar algo de paz. Pero en Los Perdidos no encontraremos eso…

Desde la apertura de Schnall, este cómic se siente diferente a todo lo anterior. Ya no estamos en el condado de Harrow, es nuestra amada ciudad de Nueva York y en años de la Segunda Guerra Mundial. Pero no es la Nueva York con la que estamos familiarizados. Podemos ver una ciudad genuinamente desconocida: luces apagadas, la ciudad se transforma, pero esto no es un apagón o una escena de una peli apocalíptica, sigue siendo la bulliciosa ciudad de Nueva York que conocemos excepto que intenta ser invisible durante la noche. ¿Por qué? A través de la oscuridad se filtra lo sobrenatural.

La galardonada serie de terror gótico sureño nominada a un Premio Eisner regresa con una nueva historia. Cullen Bunn (Bone Parish, El Sexto Revólver) regresa con una nueva historia. Aquí junto a Emily Schnall nos hace caminar por la cuerda floja intentando honrar desarrollos de Harrow County que se produjeron antes y lo hacen bien. Siempre está presente la serie original. A ratos, se regresa a momentos o a puntos de la trama principal y eso es súper interesante porque se matizan detalles y se agrega complejidad y riqueza a tan gloriosa historia. Y la aparición de Emmy no es para nada un fan-service. En esta historia es esencial.

Por otro lado, si tuviera que poner una pega a este spin-off es que lamento mucho que Tyler Crook (AIDP, Petrogrado) no sea el dibujante. Pero más que nada porque tal diseñador me inspira con sus dibujos cosa mala. Pero por lo demás, otro cómic chulo de Terror para disfrutar.

Reseña: Vencer al Dragón, de Barbara Hambly

Es importantísimo que obras como Vencer al Dragón estén siempre disponibles en librerías. Lo mejor de cada género siempre disponible en catálogo, por favor. Esto ayuda a acabar con la especulación que, por ejemplo, sufrió esta joyita de Barbara Hambly en nuestro país. A doscientos euros estaba en el mercado de segunda mano durante aquellos años que yo la busqué en español. Libro de Fantasy que en su idioma original costaba na y menos y que gozaba de una de las portadas más chulas que he visto del género. Atractiva, porque claro, en nuestro país, el tema de las portadas da para otro debate. No se emplea la pasta suficiente en este tipo de promoción de una obra. Pero a lo que importa realmente, estamos ante uno de los libros que más se recomienda leer para empezar con el género de Fantasía. En USA, al menos. Porque es un título apenas conocido aquí (fuera de los lectores más acérrimos).

Dragonsbane fue mi primer libro de Barbara Hambly. Un descubrimiento en su día que tras terminarlo, sabía que volvería a releer. Y más de una vez. Yo que de los tres géneros, la Fantasía es a lo que menos me acerco aunque si lo hago, intento ir a lo mejor de lo mejor. Al jamón de pata negra. Y en Vencer al Dragón se encuentra fantasía épica sin grandes ejércitos enfrentados, sin la amenaza del fin del mundo tal como lo conocemos, sin descripciones infladas de traslación a la época del medievo histórico más fiel. Y en cambio, tiene un par de héroes maduros y reacios, con una relación amorosa convincente, un enfoque de introspección personal y elecciones de vida dolorosas y lo más importante de todo: un dragón bien hecho, cosa nada fácil, un ser de otro mundo en cuerpo y mentalidad bien logrado.

Un libro que funciona bien como independiente, considerado por muchos un clásico, aunque forma parte ya de la denominada saga Winterlands. Cuenta de cuando el Dragón Negro se apoderó de las profundidades de Ylferdun y el joven Gareth se enfrentó a las lejanas Tierras Invernales para encontrar a John Aversin, el Vencedor de Dragones (Dragonsbane), la única persona viva que logró enfrentarse a un dragón y sobrevivir para contarlo. Y ahora, a cambio de la promesa del rey de enviar ayuda a las Winterlands, Aversin accede a intentar de nuevo esa hazaña por la que es famoso, pero de la que confiesa que es hazaña casi imposible de repetir.

Con ellos, para protegerlos en ese viaje quizás solo de ida, irá Jenny Waynest, una hechicera medio educada y madre de los hijos de Aversin. Porque en la Corte las cosas tampoco andan bien. La Rebelión amenaza el reino y Zyerne, una hechicera de poder aparentemente ilimitado, mantiene al rey bajo un hechizo maligno. Mientras tanto, el Dragón sigue alimentándose de los Caballeros que lo desafían y parece estar conectado de una forma extraña con todo lo que está pasando en palacio. Pero ahora, Aversin, Jenny y Gareth se escabullen en la noche para desafiar a Morkeleb, el dragón más grande y sabio jamás visto…

Brandon Sanderson ha declarado en varias ocasiones que Vencer al Dragón es el libro que le convirtió en el prolífico escritor de Fantasía que es hoy. Y estoy de acuerdo que debido a su sencillez y poder de enganche, estamos ante un libro que inspira e incita a escribir. Hambly consigue ese don que Stephen King alcanzaba en sus primeros libros. En el mundo de la Espada y Brujería, a la mayoría de los autores les resulta conveniente seguir la ruta de «cortar y tajar» con la hermosa doncella para hacer que el héroe sea «extra-heroico». Pocos están dispuestos a invertir lo que hizo Tolkien en la creación de un mundo completo que tenga humanos y otras criaturas inteligentes. Hambly demostró con este libro que era más que capaz en este sentido, brindándonos un estudio profundo de las relaciones y una amenaza que viene a cambiar el orden del mundo. Todo con una visión de la magia compleja y matizada, y criaturas multidimensionales, cosa que es lo que realmente amo de esta obra.

Merece ser considerado un clásico.

Reseña: Yo Soy Suicida, de Tom King y Mikel Janín

Batman y Catwoman han tenido una larga historia de amor a lo largo de la historia de DC Comics y no hace tanto esto se ha explotado de un modo muy chulo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13413). Pero hay que recordar que la primera aparición de la sensual Selina Kyle fue allá por 1940 debutando en un número de Batman, donde desde un principio comenzó el ardiente afecto que ha durado décadas. Y ha tenido muy buenos momentos en El Largo Halloween, Hush and The Brave and the Bold #197 y un número que recuerdo bastante: Detective Comics #557, donde Gotham sufre una lluvia roja aparentemente interminable a la vez que Batman se muestra enamorado de Catwoman por primera vez. Su flirteo también fue más allá de los cómics, abriéndose paso en la serie de televisión Batman en los 60s y en las pelis Batman Returns y The Dark Knight Rises. Pero la versión más reciente y atractiva la tenemos en el Batman Rebirth, de Tom King (el enlace a la reseña que os he puesto).

Yo Soy Suicida, se recogió como una miniserie o arco al completo pero comprendería, en realidad, los números del #9 al #13 de la nueva colección. Donde el cortejo está entrelazado con la cruzada suicida de El Cruzado de la Capa por atrapar a uno de los más importantes secuaces de Bane mientras se infiltra en las entrañas de la prisión de Santa Prisca, aunque para eso necesita de la ayuda y virtudes de su chica, a veces fiable, a veces no, la denominada Catwoman. Y todo, esta vez, en una chula edición que presenta ECC en escala de grises por expreso deseo del autor.

Como os decía, Yo Soy Suicida proviene de la historia de amor entre Batman y Catwoman. Sus momentos más potentes son cuando King muestra las cartas de amor entre los dos; son sentidas, poéticas y apasionantes. Pero en Yo Soy Suicida realmente nos adentramos en el corazón de nuestros queridos enmascarados. Es aquí donde triunfa la escritura de King y lleva al lector a un anhelo emocional entre los dos amantes desafortunados. Hace que sea fácil empatizar con la situación suicida en la que se encuentran. Un luchador contra el crimen y una criminal juntos. Un buen drama. Yuxtaponed esto con las escenas de lucha increíbles y violentas y disfrutaréis de este mini-arco súper chulo donde incluso los dibujos de Janín aportan bastante. Hace un excelente trabajo al dar vida a Batman abriéndose camino a través de ola tras ola de balas cayendo al suelo provenientes de la ametralladora de Bane y sus lacayos… Eso sin contar que las viñetas donde se escalan muros o incluso rascacielos, son alucinantes.

Y si tuviera que poner alguna pega sería el diálogo. A veces, la naturaleza repetitiva del diálogo de Batman y Catwoman se hace algo tediosa. Y Bane no parece tener esas potentes frases que tiene en otros cómics. Y eso le quita poderío. Pero si estás interesado en una buena historia de Batman, una atractiva, que entretiene y de las que provocan que no quieras dejar de leer, Yo Soy Suicida es muy buena opción. Una historia que combina un romance sincero con páginas de acción impactantes. Tom King y Mikel Janín llevando al límite amores de pareja y enfrentamientos con Bane. Un tomo que además incluye una extensa entrevista con Janín, material extra inédito, cedido y revisado por el propio creador español. Hay que probar.

Reseña: Sobre el Asunto del Cadáver de Oswald, de Christopher Cantwell, Luca Casalanguida y Giada Marchisio

Boom! Studios reveló que llegaría una miniserie de cinco numeritos que presentaba un thriller criminal, fuera de lo normal, ambientado en una de las conspiraciones más oscuras de la historia. Pero además de la mano del nominado al Premio Eisner, el guionista, escritor, productor y director Christopher Cantwell junto al dibujante Luca Casalanguida y el colorista Giada Marchisio. Y ya está aquí. Y en nuestro país gracias a Planeta Cómic.

Siempre he pensado que el asesinato de Kennedy fue más un nido de ratas confabuladas que una conspiración. Vamos, que el tema está claro para muchos de nosotros. Participación de la mafia, el segundo pistolero que está claro que hubo, el encubrimiento del gobierno… pero el capítulo más importante de esta sórdida historia puede ser la teoría de que el cuerpo enterrado en la tumba de Rose Hill, el de Oswald, no es en realidad este hombre. Esto sí que es un tema que me llama la atención y por el que tenía unas tremendas ganas de leer este cómic que lo propone.

Entonces, ficción o no, tenemos aquí a un heterogéneo grupo de «idiotas útiles»: un aspirante a vaquero de Wisconsin, un (ex) ladrón de coches que idolatra a Buddy Holly, un activista de los derechos civiles cansado del mundo y listo para la Revolución y un G-Man fallido que aún actúa como tal. Todos y cada uno, se unen para limpiar el crimen del siglo y tratar específicamente el asunto del cuerpo de Oswald.

Emocionante, ilusionante y con dinero de por medio, un plan que no es para nada inspirador. Pero la tensión no se la quita nadie a este cómic tan bien llevado. En la línea del Departamento de la Verdad, obtenemos una conspiración REAL. Un misterioso agente del gobierno moviendo los hilos que se rodea de un grupo de don nadies para mantener a raya a los peones. ¿Los don nadie son prescindibles? Correcto. Pero quien no lo es. La configuración es mejor que la recompensa.

Disfruté el arte y la lectura entretenida que propone Sobre el asunto del cadáver de Oswald. Simplemente no parece agregar mucho más a la amplia gama de thrillers de conspiración sobre Kennedy que existen. Pero aquí se tratan temas que dan que pensar. Y está súper bien llevado todo al más puro estilo Scorcese. ¿Oliver Stone lo hizo mejor con JFK? Está claro. Rara vez puede un cómic competir con un proyecto audiovisual bien organizado. Pero Sobre el asunto del cadáver de Oswald hace una cosa interesante: da una razón de porqué sucedió. Y a eso friends, se le llama mojarse. No lo hace cualquiera en mi país.

Un cómic diferente cuyo final deja muy “buen sabor de boca”.

Reseña: Archibald, de Kim Hyun-Min

Una muestra de que tras un buen dibujo infantil puede haber un gran personaje, un digno investigador de casos paranormales, es Archibald, el cómic que recién publica Nuevo Nueve Editores. Un volumen ameno con cantidad de historias divertidas, refrescante e ideal para disfrutar estas tardes de piscineo y playa que se avecinan. Y obviamente no solo yo, mi mujer e hijos también disfrutaron de esta fantástica y divertida serie, por lo que todos contentos y solo por eso me esperé a tener la opinión de todos ellos para ver si solo era yo el que había disfrutado tanto de esta serie tan agradable de leer.

Archibald completa muy bien la colección de todos esos fans que tenemos una sección de nuestra biblioteca asignada a detectives cazadores de monstruos. En este caso, un joven detective que trabaja para la DIM (Oficina de Investigación de Monstruos), con su fiel compañero Monk, un perro cíclope tan hablador como cobarde, pero que resuelve casos sobrenaturales como nadie. Así tenemos zombis, trolls, vampiros, hombres lobo y monstruos-piratas que se presentan ante Archibald y Monk, con todos y cada uno de los escenarios bien trabajados. Además de un buen de lenguaje que es ingenioso y vivo. Estamos ante una serie de historias que enganchan a la lectura con giros frecuentes y efectivos. Los mismos que ponen a Archibald y Monk frente a oponentes duros. Pero lo que mola es que ves a Archibald como sale transformado de cada una de esas aventuras, cada una, una historia completa, por cierto. De principio a fin. Nada queda a expensas de ser cerrado más adelante. Por eso es bueno comenzar por el principio para comprender completamente la personalidad de los personajes, la atmósfera de la serie y su evolución.

Aunque coreano, Kim Hyun-Min sitúa su escenario y su dibujo en un contexto muy europeo. El pequeño Archibald presenta un look de Sherlock junior en un ambiente de pueblos europeos del siglo XIX. Cinco historias componen la serie. Encontramos aquí la leyendas negras más famosas repescadas de cuentos de terror del viejo continente. Kim usa la línea clara para sus gráficos. Es muy expresivo y cada viñeta se nota bien trabajada. Muchos detalles. Pero los exteriores también están bien cuidados. El corte es moderno con viñetas no rectas que le dan un lado caprichoso a lo visual. Y los colores funciona mucho en las escenas nocturnas azuladas, un escenario propicio para los encuentros con el terror… Difícil llevarse mejores sensaciones para toda la familia por menos precio.

Reseña: Batman/Catwoman, de Tom King y VVAA

Puede ser uno de los integrales más recomendados del mes y estoy de acuerdo. Este tochal recopila, nada más y nada menos, que los doce numeritos de la serie Batman/Catwoman, pero además incluye el Batman/Catwoman Special #1, el Batman Annual #2, el Catwoman 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular y el Detective Comics #1027 USA. Es decir, todo-todito-todo lo relacionado al boom que fue juntar por fin a dos personajes donde siempre hubo tanto tensión sexual. Y ahora, casi quinientas páginas de ello. Así que, ¿uno de los más recomendados del mes? Correcto. Esta es una historia épica de principio a fin sobre dos iconos DC. Donde por un lado me gustó como está llevado todo el “asunto” Bat/Cat, y por otro, creo que nunca es buena idea mostrar el final/muerte/etc de ciertos personajes por los cuales se te van a echar medio millar de fans… que digo fans, fanáticos, encima. Pero este que escribe no necesita saber cómo terminan sus vidas (a mi no me hubiera afectado en su día cuando Doyle mató a Sherlock Holmes) porque son personajes ficticios que me sobrevivirán, que un autor u otro puede revivir cuando quiera (incluso haciéndolo bien), y lo más importante, sobre-todo-sobre-todo-sobre-todo, porque lo más importante en el mundo de los superhéroes es el camino.

Y os adelante que esta es una serie de Catwoman. La llamen como la llamen, debes saberlo antes de elegirlo como fan de Batman. Y no estoy diciendo que no puedas ser fan de ambos, pero contado todo desde el punto de vista de Selina, creo que a ciertos cabezas-huecas les puede bajar del carro eso. Ya pasó al otro lado del charco. Porque si de hecho odiaste la noticia (incluida en telediarios) del romance entre Batman y Catwoman, entonces chico, oh chico o chica, vas a odiar esto. Y ojo que El Joker, como no podía ser de otra forma, juega un papel importante aquí. Y estoy del lado de los que opinan que es increíblemente apropiado que Selina simplemente le corte la garganta y termine con el tema de una vez por todas. Puede ser hasta irónicamente gracioso. Pero también es apropiado que Selina sea lo suficientemente ambigua moralmente como para tratar con él, no? Un poco a lo mata-reyes, hipócrita, jamás pude entender como esta chica que para mi siempre fue una superhéroe-malota pero superhéroe (una Castigadora DC); jamás pude entender porque trabajaba junto al payaso del crimen cuando este no para de matar gente.

Me encantaron aquí Selina y Bruce. Son adorables. Su kilometraje personal variará en estas aventuras juntos que se les van dando. Incluso llegas a amar la relación entre Helena y Dick. Y mola ver que las cosas de madre e hija entre Selina y Helena también son dulces y divertidas. Con controversias pues te puede parecer extraño que Helena la denuncie por el asesinato de Joker, al principio. ¿Por qué harías eso? ¿Quién entregaría a su madre por asesinar a un asesino psicótico? Pero todo se resuelve. Y es que no sé. Hubo muchos momentos divertidos, así que este es un tomo que se quedará totalmente en mi colección. Aunque sea demasiado “definitivo”. Casi parece como si King quisiera escribir una escena de muerte gorda desde hace tiempo y acabar con ciertos aspectos de inmortalidad dentro del mundo del cómic. Quizás por esto le cayeron bastantes palos. Tenemos a Alfred en la historia principal y esto siempre es bien. Después Batman, Catwoman y Joker. Bien, hecho, tú. Normalmente, para mí, Tom King es un guionista que lo amas o lo odias. Pero yo siempre brindaré por los que intentan (al menos, intentan) romper el molde.

¿El dibujo? Me encanta todo lo que elaboró Clay Mann y mucho menos lo que hizo Liam Sharp y mi amado Michael Lark. Ahí lo dejo. Tom King dirigió la serie para DC desde 2016 hasta 2019. El escritor tenía planeado cien números pero por sorpresa todo se acabó en el #85. Esta es la continuación que le dejaron hacer con la que King prometió definir: “Lo que Batman es, podría ser y será”. Opinad por vosotros mismos.