Reseña: Cuerpos Extraños, de Shintaro Kago

Siguiendo al hilo de la reseña de ayer, me pedía el cuerpo más manga de Terror y decidí dar un pasito más. Y claro, un pasito más a la locura terrorífica que propone Junji Ito, ese honor, se le da a otro mangaka de moda en el género como es Shintaro Kago. Mangaka que tiene obras tan grotescas algunas que el vello de punta es lo menos que te va a provocar.

El autor de Demencia 21 vuelve a ser publicado en Ponent Mon con una antología denominada Cuerpos Extraños, una recopilación de relatos que ya sabéis lo que nos pone a los amantes del Terror una buena antología de un autor cuya obra se encuentra englobada dentro de lo que se ha dado en llamar género Ero-Guro (mezcla de los términos erótico y grotesco). Un estilo que goza de gusto en revistas de mangas para adultos como Manga Erotics, Cotton Comics o Garo. Publicaciones donde fue todo un referente otro que tal anda como es Hiroshi Hirata.

Kago en sus historias, trata temas extremos persiguiendo el desarrollo de su propia voz más allá de los límites, pero con sus reglas y principios, agrega pequeñas piezas de extrañeza, autorreflexión, experimentación con formas y colores en viajes visuales. Bastantes idas de olla o aluciones bajo inspiración trippy. Pero eso es sólo si no eres capaz de visionar más allá de lo que quiere transmitir. Su arte con tintes de terror y satíricos, con colores vivos y tonos muy oscuros, ponen un fuerte énfasis en los temas de la sociedad y trata temas como la angustia interior que en algún momento de nuestras vidas vivimos con la perdida de alguien, el pensamiento del cúando y dónde nos llegará la muerte, el pesar en el que no queremos pensar pero del que nos es inevitable evadirnos.

¿Los relatos? Tal como cuenta la editorial: en su mundo, las pantallas táctiles pueden volar la cabeza de las personas, los pandas son una plaga carnívora y los rascacielos de Tokio vuelan al espacio… Pero, ¿sabéis qué trata realmente este Ibutsu Konnyuu: Kago Shintarou Takako Tanpen-shuu? Un breve resumen de las tramas sería decir que la pieza central de cualquier manga es su elenco de personajes. el mismo que atrae a la audiencia. Y Cuerpos Extraños es una antología de “personajes”. En esta colección, los cuentos compiten en ingenio en situaciones tan divertidas como absurdas: seres invasores, cavidades que albergan a vecinos pendencieros, paramédicos traviesos; insisto en que Cuerpos Extraños nos brinda una galería de personajes e historias hilarantes donde lo grotesco es llevado al extremo. Pues Shintaro Kago parece desplegar su arte gráfico a favor de una narración sin tiempos muertos. Las ideas más disparatadas se declinan en relatos guiados por una lógica bastante perversa que puede resultar unos pinchitos sabrosos de Terror para lectores que se precien y que para nada sean sensibles a este tipo de humor, no negro, negrísimo.

Sed conscientes que estamos ante un mangaka que es un maestro en la forma de jugar con los códigos estereotipados de los cómics. Un autor que recibió el premio en el Festival del Manga de Barcelona en 2013. Y que aunque en mi opinión sus historias son una montaña rusa de emociones, las que valen la pena, valen MUY MUCHO la pena; por lo diferente, por lo original, por la experiencia que es siempre leer alguna historia de Shintaro Kago. Sus creaciones psicodélicas nunca pasan desapercibidas.

Reseña: La Época de Botchan Vol. 1, de Jiro Taniguchi y Natsuo Sekigawa

Nunca había escuchado el nombre de Natsume. Pero a Sôseki sí que lo conocía de la Era Meiji y, vamos…, conocerlo…, lo conocí en parte gracias a la película El último samurái, donde Tom Cruise es el héroe americano por excelencia. Sin embargo, me recomendación desde ya es ir algo documentado a mangas como La época de Botchan porque ahora que lo he vivido me consta que así se alcanzaría el disfrute máximo de esta nueva obra que recién publica Ponent Mon. Pese a todo, estamos ante un manga muy bien documento, y una cosa lleva a la otra. Se puede incluso decir que este manga es verdaderamente una tesis histórica, o al menos una biografía real, precisa y bien documentada de un escritor en concreto, en un momento dado de su vida y en un entorno real y en parte sacado del trabajo de diseño que el gran Jiro Taniguchi tuvo que elaborar. Porque mi amado Taniguchi aquí tiene un dibujo realmente excelente que, de hecho, encuentro muy occidental, tanto en su estilo como en sus trazos. Se refleja bastante bien en La época de Botchan, su eterno amor por el cómic europeo. Lo que aporta facilidad para disfrutar de todas-todas la lectura así como el placer que todos buscamos a la hora de leer un manga.

Taniguchi y Sekikawa lograron llevarme a una época de la que sé poco y me gustaría saber más. Con gran cantidad de figuras históricas de las que no sabía nada y anécdotas reales y bien definidas que me habrían parecido desagradables si no supiéramos de la Era con la que estamos tratando. Porque La época de Botchan es un manga histórico, lleno de referencias y personajes famosos (famosos al menos para aquellos que están muy interesados en la literatura y la política de principios del siglo XX en Japón). Por lo tanto, está muy, muy lejos de una historia de aventuras que podría cautivar al lector medio. Es un manga serio, muy trabajado a nivel de documentación, capaz de fascinar al aficionado a la Historia de países orientales (de ahí el consejo de compra). La época de Botchan es un manga que se disfruta sólo si esto último te fascina…, o si te haces preguntas existenciales sobre la literatura y cómo se crea y, sobre todo, si te gustaría conocer al gran Natsume Sōseki (1867-1916), de primera mano.

Natsume Sōseki (seudónimo literario de Natsume Kinnosuke) fue un escritor japonés y profesor de literatura inglesa. Sus obras más conocidas son las novelas Soy un gato, Botchan (¿os suena?) y Kokoro. Sōseki nació en el seno de una familia de funcionarios públicos, descendiente de una familia de samuráis en decadencia. En 1884 se matriculó para cursar Arquitectura en la Universidad Imperial de Tokio a instancias de su familia, aunque acabó estudiando Literatura Inglesa. En 1886 conoció y trabó amistad con el poeta Masaoka Shiki, que lo inició en el arte de la composición de haikus, momento en el que adoptó el seudónimo de Sōseki, que en chino significa “terco”.

En La época de Botchan encontramos placer sabiendo sobre la vida de este señor. Placer por el trabajo de Taniguchi y el período Meiji, que es verdaderamente fascinante. Una mezcla del Japón tradicional y Occidente moderno. Para aquellos que estén un poco interesados en la sociedad japonesa y su historia, este manga es una mina de información que, en mi opinión, justifica su recomendación lectora.

Taniguchi y Sekikawa nos regalan aquí un fresco histórico de Japón a través de uno de sus autores emblemáticos. Es bello, sensible y poético, todo lo que engloba a este manga.

Reseña: TOTAL, de Ugo Bienvenu

Para los que nos deleitamos, nos encantó y seguimos en mente con lo disfrutado en Preferencias del Sistema (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1642), diría que se hace casi indispensable hacerse con TOTAL, aprovechando que lo acaba de editar Ponent Mon. Ugo Bienvenu de nuevo con una obra inolvidable o por lo menos de las que a mí me marcan y provoca que le dé vueltas al coco durante un tiempo. ¿Por qué? Por la sencilla razón que trata temas sobre la humanidad, el desarrollo sostenible y lo que probablemente sucederá con nuestra sociedad en -pongamos-, unos cien años.

En TOTAL conocemos a Kirt Dorrel, un hombre poderoso que empezó de la nada y que solo quedará satisfecho cuando lo tenga todo. A través de sus fracasos, sus reapariciones, sus sesiones psicológicas y más de una escena de sexo…, se nos presenta la historia de un hombre que construyó su vida y su imperio de forma muy similar a la carrerra que se presta en una partida de Monopoly. Para ganarlo todo hay que saber perder. Vamos de la mano del señor Dorrel conociendo sus virtudes y sus errores. Un espejismo de lo que es intentar tomar varias direcciones al mismo tiempo, pero una trama que cuando la analizas, te das cuenta que, en realidad, solo toma un camino. Sin embargo, estoy de acuerdo en eso, son minitramas que toma tiempo encontrarles significado pero cuando lo haces, te maravillas con el trasfondo. A cierta edad, sabes que la vida es así. Mi experiencia con TOTAL fue esa: andar un poco perdido al principio para terminar amando el sentimiento que deja la historia.

Ugo Bienvenu utiliza su personaje como un espejo deformante de nuestra sociedad. Sobre todo, muestra a un hombre, a una persona luchadora, en todos sus extremos. Y, por supuesto, me encantó como el autor, que trata muchos temas a la vez, tiene un momento aquí para Bablet, un detalle social en homenaje a la mejor Ciencia Ficción e incluso retrata la vida de este tío rico casi al final de su vida, figura del capitalismo triunfante, haciendo negocios con extraterrestres con caras de bebé.

Ponent Mon, la editorial en la que siempre tengo puesto un ojo para encontrar joyitas así del cómic europeo, presenta TOTAL en formato libro, con una o dos viñetas por página (unas 350), un volumen llevadero y piscinero total (nunca mejor dicho) en el sentido de su rápida lectura. Todavía no soy muy fan de esta línea cuando se trata de cómic europeo, pero en este caso puedo decir que no le hace mucho mal el pequeño formato a la obra.

Lo dije en la reseña de la magnífica B.O. Como Dios (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6705); Ugo Bienvenu es un tío, un autor diferente, un amante de la CiFi pero creativo y vaticinador como pocos. Capaz de idear perspectivas un tanto aterradoras a la vez que curiosas, de las que si te paras a pensar, dan miedo porque sabes que seguramente el ser humano pasará por ellas antes de su extinción. Los autores que brindan por la originalidad, siempre tendrán todo mi apoyo.

Reseña: Alguien con quien hablar, de Grégory Panaccione

Una de las lecturas piscineras más tiernas que acabo de vivir, ha sido mi experiencia con Alguien con quien hablar, de Grégory Panaccione. Recién publicado por la siempre recomendable Ponent Mon -una editorial donde se pueden encontrar tanto joyitas de manga como de cómic europeo-, la obra de Grégory Panaccione es en realidad, una traslación a formato cómic de una novela de Cyril Massarotto. Un guión que contiene una trama bastante agradable de leer, lo que llaman aireada, porque vais a encontrar algunas páginas mudas, pero dibujos que no necesitna palabras porque dicen bastante con lo que representan.

Panaccione estuvo publicando bastante durante algunos años. Su producción es bastante ecléctica y es un autor del te puedes quejar únicamente de él en que todos sus héroes tienen más o menos la misma cabeza o modo de pensar. Al menos, con lo visto hasta ahora por mí. Pero aquí la trama fantástica que trae es bastante poderosa y original. El protagonista, un tipo solitario en su cumpleaños, llama al único número de teléfono que recuerda y descubre que le responde un niño. Uno del que le suena bastante la voz… Entonces la vida de este tipo bastante común cambia por completo. Su modo de pensar pasa de negativo a positivo, lo vemos como agarra su vida de la mano y la saca del pozo. Una vida que se estaba yendo por el desagüe.

En Alguien con quien hablar también encontraremos pasajes divertidos, en particular, la relación entre nuestro héroe y su jefe, que dinamizan un poco la trama, que no está exenta de momentos no aptos para depresivos o pesimistas de la vida. Y es que sinceramente, y en un principio, tenía miedo de no tener empatía con el personaje principal porque no me suelen caer bien la gente que se rinde fácilmente y con nada deja de luchar por avanzar en su vida. Mejorar. Pero es cierto que el atractivo de Samuel empieza a ser cada vez mayor mientras más avanzas en el tomo. Los sentimientos esplenden y los sentidos en el simbolismo (valga la redundancia) están bien insertados y la historia es buena. Aunque tengo que objetar que es una aventura que se despacha tan rápido que duele pensar que no sabremos más de la vida de Samuel. Se convierte en un nuevo amigo con el que te consigues llevar bien, terminas queriéndolo, y el corazón se te exprime cuando caes en la cuenta de que no lo volverás a ver jamás…

A menos, que releas la historia.

Me encanta el dibujo de Panaccione con su movimiento sencillo y aplicado al final. El dibujo de este hombre también expresa su angustia y el hecho de un personaje/persona completamente perdido. Incluso el color, captura la atmósfera sombría que acompaña la vida de Samuel. Colores apagados, colores suaves, para una historia de vida, de frustración, de amores y sueños incompletos con los que me identifico bastante. Esa intrigante posibilidad de revisitar o incluso modificar la infancia de uno. Teorías en las que uno piensa casi todos lo días.

Reseña: Mamás, de Yeong-shin ma

Un cómic, un manga, un manhwa que reivindica lo que es ser de verdad una mamá de mediana edad es Mamás, de Yeong-shin ma. Un tomito, una historia, un volumen la mar de interesante que acaba de ser publicado por Ponent Mon en nuestro país. Tres madres en la cincuentena no soportan más la carga de sus parejas ni los trabajos serviles de jefes controladores que las atosigan. Lee Soyeon se divorció hace años de un marido ludópata y está en otra relación pero igualmente agotadora; Myeong-ok tiene una aventura con un hombre más joven…; Yeonjeong tiene en el punto de mira a un conocido del gimnasio pues tiene un marido con disfunción eréctil. Aburridas de los coqueteos convencionales, son personas que empiezan a sentirse libres de abrazar por fin aventuras «escandalosas» y empiezan a luchar contra los contratiempos del destino. Una notable historia que ilumina los anhelos y deseos de cuatro mujeres de mediana edad «invisibles».

¿Cómo es ser una mujer de mediana edad y no morir en el intento? Lee Soyeon es una mujer divorciada de unos cincuenta años que trabaja como limpiadora en un edificio de apartamentos de Seúl. Su vida no es fácil. Sus jefes son malos, y su hijo treintañero, que aún vive en casa, es un derrochador que nunca mueve un dedo para ayudarla. Pero lo más doloroso de todo es que su novio, Jongseok, es otro perdedor irresponsable y le reveló recientemente que durante los últimos tres años la había estado engañando. Y, sin embargo, no importa cuánto lo intente, no puede dejarlo. En la cama por la noche, el teléfono de Soyeon yace a su lado como un ataúd en miniatura, un portador nocturno de malas noticias a cuyos pitidos, mensajes y alertas sigue siendo cruelmente adicta, por cierto. Pero, ¿existe alguna luz al fondo del túnel?

Sus amigas Myeong-ok y Yeonjeong tienen vidas amorosas casi tan complicadas como la suya y hay solidaridad al hablar con ellas (y les gusta charlas entre quejas). Y el carácter al final tiende al optimismo incluso en los momentos más sombríos. Por ejemplo, a Yeonsun le encanta salir a bailar tarde, divertirse con un hombre tras otro y burlarse de todos ellos. Por que los hombres de mediana edad también son unos inútiles; tan torpes, tan elegantes, tan inconscientes… Y se divierten de algún modo fingiendo ser diez años más jóvenes de lo que son. Es un viejo juego suyo ese de persuadir «tontos» para que paguen las cuentas del bar… La perspectiva de la soledad puede ser algo macabro para el (o la que está) sumergido en ella. ¿Y qué harían unas mujeres asi sin tenerse las unas a las otras?, se preguntan mientras se dirigen a casa, pero le brindan tanto la liberación como la dignidad que anhelan. ¿Están vivas, ¿no? Y donde hay vida, hay esperanza.

Yeonsun y compañía son las estrellas o estrelladas de Mamás, una novela gráfica de Yeong-shin ma que se publicó en su Corea natal en 2015. Es un cómic, un manga, un manhwa tan notable como triste y alegre al final. Si sabes encontrar el trasfondo, las menciones a la vida, a la evocación del paso del tiempo a la que se refiere, te gustará. La idea es sentirse como un hermoso y rico huevo a punto freír aunque te viertan sobre una sartén vieja. Mamás es la primera novela gráfica del autor y apareció en las mejores listas de 2020, ganando el Premio Harvey 2021 y ha sido nominada a varios premios.

Reseña: El Último Atlas, de Fabien Vehlmann, De Bonneval, Hervé y Blanchard

Desde hace un tiempo, tengo a una persona que me insistía en que El Último Atlas me iba a encantar. Le eché un ojo por internet a la edición original y la verdad es que en un principio no me atrajo mucho. Sobre todo, sumaba que al ser reseñador principal de Crónicas Literarias – Desde New York tengo mucho pendiente y bueno, como para ponerme con un título que ni siquiera estaba en nuestro idioma. Pero casualidades de la vida, tres o cuatro meses después veo que Ponent Mon, la siempre genial editorial de cómic europeo, lo publicaba en nuestro país. Y aquí está. Leido, devorado y reseñado. Pero, sobre todo, disfrutado, tal y como decía que iba a pasar mi colega lector Máximo Le Brut, como yo le llamo.

Y ahora diréis, bueno, si mi colega insiste e insiste en que lea un título, yo lo ojeo y luego lo dejo, no significa nada para mí y ahora que, ¿es súper recomendable? Pues sí. Y quizás la culpa la tuvo el comienzo de El Último Atlas que sinceramente es algo típico: un pequeño mafioso de Nantes, Ismael Tayeb, lleva el tejemaneje de las máquinas tragaperras de la ciudad y poco más sucede de momento. Fácilmente podríamos caer en el thriller con una guerra de pandillas o de pequeños mafiosos que se disputan la pasta de los antros del lugar. Pero no. De pronto, empiezan a aparecer en la trama misteriosas migraciones de animales en el desierto de Argelia que ponen patas arriba la vida de Tayeb. Y además, alrededor de este hombre, comienzan a orbitar toda una galería de personajes bastante sorprendentes que quizás fue a lo que yo no llegué la primera vez.

Tenemos a Martin y Jean Legoff, la parejita de los bajos fondos; Françoise, la ex-reportera de guerra que se enfrentará en Tassili a fenómenos sin precedentes y no nos olvidemos de los vejestorios del «George Sand». Y, por supuesto, el Último Atlas, un extraordinario robot en el que se centra la trama principal. Pues la búsqueda del Último Atlas es la misión de la primera parte de una trilogía en que fenómenos sin precedentes pueden trastornar el equilibrio del mundo. Y es Ismael Tayeb quién pertenece a una banda criminal cuyo jefe le ordena encontrar una batería nuclear potente y para ello piensa en roba el Último Atlas, uno de eso enormes robots franceses usados en construcciones titánicas a mediados de los 70.

Sobre las consecuencias del final de la guerra de Argelia, este álbum finalmente nos lleva a una asombrosa historia alternativa, que nos dejará con el culo torcido al final del primer arco. Seguí con cierta fascinación la historia de Tayeb, que a lo largo de los capítulos se va afirmando cada vez más y acaba emancipándose del inframundo de Nantes. Os aseguro que este tomo es literalmente adictivo. Tengo la prueba de que mi mujer, que rara vez lee cómics de este tipo, me lo pidió prestado y lo devoró en dos sentadas.

Los autores confirmados (Vehlman, De Bonneval, Tanquerelle y Blanchard) nos regalan una historia digna de la mejor serie de televisión: sin tiempos muertos, pasamos de un personaje a otro, de un continente a otro,  con una lectura que te lleva a estar muy atento para no perderte nada. Existe una versión de este cómic en blanco y negro (que es la que yo vi por primera vez) y otra en color que es la que ha editado Ponent Mon. Por supuesto, a color esta historia gana bastante. Una versión espléndida donde destaca el dibujo de Hervé Tanquerelle y una trama de género negro muy recomendable.

Exótico, original y adictivo. Uno de los mejores lanzamientos de los últimos meses.

Me dijo mi amigo Max, que se leyó los tres tomos en su edición original que muchos esperaban que los autores en turno, le pusieran un final apocalíptico. No me concretó si fue asi o no. Lo que si me dijo es que intente leer todo lo que salga de esta serie y de un tirón. Asi es como la historia gana mucho.

Eso haré.

Reseña: En Pie Los Muertos (Fantasía Macabra), de Frantz Duchazeau

Frantz Duchazeau nació en octubre de 1971 en la conocida ciudad de Angoulême. Empezó en el mundo del cómic en revistas tan conocidas como Spirou y Mickey. En 2002, lanzó la primera parte de la serie Igor and the monsters con la editorial Dargaud. Luego vinieron toda una serie de publicaciones de éxito medio en diferentes editoriales francesas. Con éxito, se embarcó en una carrera en solitario en 2006 con varios álbumes como Les Vaincus, Le Rêve de Meteor Slim, Les Jumeaux de Conoco Station y Lomax… Bien. En lo que respecta a nuestro país, es la siempre recomendable editorial Ponent Mon quién coloca un nuevo título de este prolífico autor en librería españolas como es En pie los muertos (Fantasía Macabra); obra que se centra en una máxima: ¿Qué pasaría si los fusilados resucitaran para vengarse de quienes los asesinaron? Una obra que vio la luz tras su exitoso Mozart à Paris (Mozart en París) y especialmente su magnífica y recién leida por mí, El Pintor Forajido, también publicada por Ponent Mon y reseñada por nosotros: https://www.cronicasliterarias.es/?p=8559).

Ahora, en En pie los muertos (Fantasía Macabra), Frantz Duchazeau da rienda suelta a esa línea enérgica en blanco y negro así como el grano de locura que le conocíamos ya los que hemos leído algunas de sus obras. Un nuevo guión para disfrutar de su humor negro, de su puesta en escena loca que es precisamente su punto fuerte y su don. El mismo que activa los sentidos (todos) del lector cuando nos propone una trama donde el sonido de un cañón, los llamados a la Revolución, los faroles en calaveras por el Día de Muertos, el olor a pólvora y cadáveres, todo-todito-todo se mezcla en una vorágine de locura y muerte…, con sensaciones terriblemente emocionantes. En pie los muertos nos propone un teatro de bulevar y cine mudo tanto de grabados al estilo de José Guadalupe Posada y como algo muy parecido a lo que Pierre Place revivió “felizmente” en su magnífica y terrorífica obra Muertos; que aprovecho para rogar que por favor alguien la publique en español de una vez.

Frantz Duchazeau interpreta la comedia negra y nos lleva a un trajin de mini-historias divertidas y aterradoras que no son otra cosa que la representación de lo frenético que debe ser estar muerto pero inquietantemente vivo. Y todo versado en la cómica pregunta de: ¿Estará el hijo del famoso revolucionario Emiliano Zapata a la altura de la reputación de su difunto padre? Para lo que Frantz Duchazeau convoca a los muertos para rehacer nuevamente la famosa Revolución Mexicana.

Por lo que Duchazeau se basa en lo esencial del folklore mexicano para evocar de una manera bastante surrealista lo que fue la Revolución Mexicana y sus secuelas. Y como era de esperar, la muerte tiene un lugar privilegiado en estas tornas. Las festividades vinculadas al Día de Muertos, donde abundan las calaveras de cerámica o de azúcar, son efectivamente parte de las tradiciones mexicanas que caracterizan al país y en todo ello, el personaje principal, un tal Emiliano, hijo de Zapata, que es también guardián del cementerio nacional. Cráneos, esqueletos, personajes históricos como el revolucionario Zapata o la legendaria Malinche, forman parte de esta especie de fiesta pagana en torno a Emiliano, un antihéroe que desata una historia delirante.

En pie los muertos (Fantasía Macabra) plantea así una pregunta un tanto sobrenatural. Y aquí todo un cementerio de obreros, un ejército de esqueletos, que vuelve a la vida para castigar a sus verdugos. Una lectura nada desagradable, un poco aterradora, obvia recomendación de lectura para Halloween pero también para los que amamos el género de Terror y esas cositas del Más Allá por encima de todo.

Reseña: Fourmies La Roja, de Álex W. Inker

Ponent Mon vuelve a tener entre sus novedades una obra reivindicativa como pocas. Me estoy refiriendo a la novela gráfica de Álex W. Inker, Fourmies La Roja, donde Inker confirma su talento y será, sin duda, uno de mis autores franceses a seguir en los próximos años. Pero no es el primero que nos traen. Ya con Un trabajo como cualquier otro (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4048&msclkid=521bf6d2b65611ecac88b65111180689), la editorial misma nos demostró para bien que van a publicarnos más cositas de este autor cuanto menos interesante por sus cómics de reivindicación contra todos esos sistemas que sometieron al pueblo.

¿Roja de comunista? A ver, espera, espera… ¿Y si os digo que tiréis más para el lado de las referencias a las hormigas rojas? Ah, ah, ¿ahora lo tenéis? Esta novela gráfica narra una revuelta obrera con motivo del Primero de Mayo, una que provocó un tiroteo y la muerte de varios huelguistas en la ciudad norteña de Fourmies. Una oposición entre dos campos enfrentados con la excepción de que uno de ellos tiene armas y el otro no. Asi que todo termina de manera sangrienta. La época es otra, estamos a finales del siglo XIX, la industria textil está funcionando a pleno rendimiento en la región y los horarios son largos no, lo siguiente. La demanda de un día libre asusta a los patrones, pero se intenta. ¿Trabajadores reclamando derechos, unos mínimos sobre su tan exagerada explotación? ¿Estamos locos? Asusta ver que los patrones recurrieron a la Prefectura para dispersar la manifestación de estos alborotadores que querían impedir que sus compañeros fueran a la fábrica y como podéis imaginar todo se tornó en desgracia.

Y cuanto más atrás nos vayamos en el tiempo, peor acaban.

Esta historia que revive el movimiento obrero de finales del siglo XIX en Francia, puede que no tenga la misma fuerza que el anterior álbum de Álex W. Inker, pero narra un hecho cuanto menos interesante. Encontramos también el rasgo característico del autor, y sus tres colores favoritos, el negro, el blanco y el naranja aterciopelado… que pasará rojo de la sangre y fluirá al final de esta trágica trama.

Si bien sentí que el autor se inclina necesariamente hacia el lado del mundo laboral, tampoco se vuelca en el maniqueísmo y nos muestra que ciertos soldados, que eran adorados por la gente común en la época de la guerra contra Alemania, ahora estaban apuntando con sus armas a personas indefensas de su propio país. A sus amigos de toda la vida.

No conocía este hecho histórico del país galo aunque no me extraña porque raro es el país europeo en intentos de levantarse, que no termina con desgracias como las narradas aquí. En cien paginitas que se devoran en nada. Mas, Fourmies La Roja no deja de ser un hermoso cómic a tener muy en cuenta para amantes de la historia.

Reseña: Serena, de Anne-Coraline Pandolfo, Terkel Risbjerg y Ron Rash

He aquí un álbum que desarrolla una extraña historia, en torno a una mujer tan fuerte como enigmática (e inquietante), con además una relación igualmente extraña entre esta mujer (Serena) y su marido. Una historia que agradecí que no se me entregara “todas las llaves” de la mansión argumental que propone, quedando cierto misterio, misterio acentuado por la presencia del alma maldita de Serena. Una señora que realiza sus bajas obras y por tanto la mirada (especie de jorobado manco ante la tez lívida y rostro dañado) signo de la presencia diabólica que es. Además, ¿no es el pelo rojo de Serena la marca del diablo como pensaban muchos en la Edad Media?

El hecho de que la historia transcurra en USA durante la Gran Depresión de los años 30, con sus desgracias laborales y costumbristas (lo vemos aquí con estos pobres trabajadores arriesgando sus vidas para ganar unos míseros) refuerza el lado oscuro de la historia. Por lo tanto, Serena está habitada por una ambición fría, que la hace rechazar todo lo que pueda interponerse en su camino, y yendo hasta el final, ya sea para hacer borrón y cuenta nueva en torno a su marido, sus inversiones en tierras (ver deforestación frenética, que va de la mano mano con la acumulación de muertes que cada vez parecen menos naturales); y si al principio esta chica trabajadora fascina y atrae, rápidamente perdemos la empatía que sentimos y aparece resaltando su lado más oscuro cautivando al lector de un modo pocas veces visto en un cómic.

La frialdad con que se presenta (incluso con su marido) da la impresión de que lleva una máscara. Serena es una especie de personaje de teatro antiguo, carácter enigmático y enfermizo, Serena destila a su alrededor un veneno que actúa con mayor o menor rapidez pero que termina funcionando. Como lectores vais a tomar gradualmente conciencia de su efecto y no solo en el ambiente inquieto que deja durante la lectura sino en la trama que termina por ser un historia súper interesante hasta el final.

Una adaptación de una novela de Ron Rash (no conocía a este autor y no puedo decir si supera o no la inspiración original), pero un álbum que conserva la profundidad psicológica que muchas veces se pierde en la transición de novela a cómic. Estoy seguro sin haber leido la novela. Tenemos un escenario oscuro y triste, solo iluminado por el cabello rojo de Serena. Una trama que se extiende sobre las llanuras del Lejano Oeste, en medio de la tala constante de árboles, en pleno apogeo cuando todo era barato excepto para el pobre o el indígena despojado de su tierra.

Inquietante obra, con la que se cierra la garganta en más de una ocasión. Lo simple pero efectivo de su dibujo me encanta. Nueva joyita de la BD publicada en nuestro país por Ponent Mon.

Reseña: El Pintor Forajido, de Frantz Duchazeau

Mezclar arte y belicosidad en un cómic es algo que no había visto… o no recuerdo haber visto nunca. Y poco menos que un autor francés para hacer esto bien, ¿no? Ya la portada de El Pintor Forajido atrae bastante y por eso, y un poquito más de tema histórico, me interesé por el álbum recién editado por Ponent Mon en nuestro país de la mano de Frantz Duchazeau.

El álbum comienza con un hecho histórico significativo, el regicidio del pueblo francés y su joven República. Están allí los mirones, los curiosos y varios pintores y diseñadores para congelar este momento en la memoria. La guillotina se destaca sobre un gran tablón en ángulo bajo. En el campo reina cierta anarquía, la muerte del rey no ha solucionado nada porque el pueblo sigue hambriento a pesar de la caída de la monarquía y los bandoleros son legión. Es en este contexto que descubrimos a Lazare Bruandet (un pintor desconocido para mí), un tipo grande, cojo, con una mirada un poco loca que de repente tira a su mujer por la ventana. Gesto que le llevará a huir a Fontainebleau e inmiscuirse entres sus bosques. Zona que conoce bastante bien, por cierto. Donde resurgen recuerdos de la infancia, tanto los buenos como los muy malos, a la vez que una tropa soldados llega a casa de su madre…

Un cómic que muestra escenas y crea tensión a menudo que avanzas. Viñetas por página, algunas silenciosas, que proliferan momentos de incertidumbre sin tener que aportar una sola palabra. Que permiten a su vez contemplar la hermosa naturaleza de los parajes que se recorren. Me gusta mucho el estilo de dibujo de Frantz Duchazeau, los colores también quedan muy bien. Un buen rato leyendo sobre los pasos de este pintor un tanto torturado y una historia que marca y renueva tus ganas por saber más del momento histórico que se refleja.

Frantz Duchazeau se inspira en la tumultuosa vida de un pintor desconocido, Lazare Bruandet (1755-1804), inmerso en la agitación de la Revolución, para pintar un retrato de este pintor fuera de la ley. ¿Pintor fuera de la ley? Pero todo parece relativo dado el caos que reina en París y en el campo. Una violencia omnipresente que tocó a Bruandet desde la infancia y que sin duda contribuyó a forjar su personalidad desmedida en muchos aspectos. Pues el pintor maneja la espada como el pincel y rechaza las convenciones de la pintura de su tiempo. Además, aspira únicamente a practicar su arte sobre el terreno. Una tierra lamentablemente invadida tanto por bandoleros como por las diversas facciones revolucionarias. Pero Frantz Duchazeau tiene la osadía de tomar como héroe de su historia a un personaje que no es simpático ni entrañable, pero que en cierto modo resulta eco de su tiempo. Seguimos sus andanzas con curiosidad, descubriendo poco a poco lugares de su infancia a los que regresa mientras asume de algún modo el papel y los excesos de un pintor maldito.

Brindo por esta elección de Frantz Duchazeau de presentarnos un álbum y un personaje fuera de lo común y hacernos querer saber más sobre el auténtico Bruandet. ¿Pintor loco? No sería el primero ni el último.

Aunque se maravillosa que la naturaleza que lo rodea le inspire para nuevas pinturas.