Reseña: Fear Case, de Matt Kindt y Tyler Jenkins

En USA, Dark Horse Comics está sacando también buen cómic de Terror. Y Planeta Cómic está trayendo gran parte a nuestro país. Si estás indeciso acerca de elegir un título de los disponibles en novedades y buscas algo así cortito, bien escrito y que da lo que se pide, os diría que le dierais un tiento a Fear Case ahora que tenemos disponible el tomito que recopila la miniserie al completo.

Muy al estilo de la maldición contada en The Ring, en Fear Case conocemos a dos agentes del Servicio Secreto mientras se enfrentan al «Caso del Miedo», una extraña caja que ha aparecido en diferentes momentos horribles de la historia, pero aquel que consiga esta caja ha de pasársela a otro o será cuestión de tiempo que sufra las consecuencias.

Parece que hay una secta de perturbados detrás.

Apoyados por fuerzas sobrenaturales.

Un caso imposible que se entrega a nuevos agentes del Servicio Secreto para que lo resuelvan. Pero para los agentes Winters y Mitchum es más bien un asesinato espeluznante con un misterio escalofriante para el cual acaban de dar con una pista importante. El único problema es que solo les quedan tres semanas para resolverlo.

Mucho antes de saber cuál era su premisa, ya quería leer Fear Case. Matt Kindt y Tyler Jenkins son un equipo creativo potente. Una asociación de «lectura obligada» para mí, ya que colaboraron previamente en Black Badge y Grass Kings, nominados al Premio Eisner, ambos títulos de BOOM! Estudios. Por algún sitio, nombré a Jenkins como mi ilustrador favorito del año 2018, y sigue siendo uno de los talentos más subestimados en el negocio. Lo digo aquí y ahora: particularmente cuando colabora con su esposa, la colorista Hilary. Así que sí, incluso sin el gancho argumental y la ineludible máxima del cómic de Terror, no había absolutamente ninguna duda de que quería leer Fear Case.

¿Qué más hay detrás de ella? Es una historia tan corta, se lee en un suspiro, por tanto, no diré más. Pero sí contaré como los autores han desarrollado personajes asombrosos como los agentes Winters y Mitchum, que se sienten muy reales. Los lectores aprenderán esto, sobre todo, cuando está presente el sentido del humor que se gastan ambos. Hay un profundo sentido de confianza entre ellos que provoca sonrisas.

Y hay pistas esparcidas por todas partes sobre lo que podría haber dentro de la caja. Ahí lo dejo.

Elige este cómic si eres fan del Terror o el crimen.

Reseña: Flashpoint. Edición Deluxe, de Geoff Johns y Andy Kubert

Aparte del hype que tengo por leer Flash: El hombre más rápido del mundo, la novela gráfica del guionista Kenny Ortega y de los dibujantes Ricardo López Ortiz, Juan Ferreyra y Jason Howard, un cómic que actuará como precuela ante la inminente película; también tenía ganas de rememorar todo lo acontecido en Flashpoint. La obra magna de Geoff Johns, la épica saga dibujada por Andy Kubert, que hace nada ECC Ediciones publicó dentro de la colección Ediciones Deluxe, ya sabéis, un tomo repleto de extras, bocetos y guiones originales. Obviamente, la mejor edición para llegar al evento por primera vez. Pero también una obra a la que llegué sin esperar mucho por culpa de unas malas habladurías. El claro ejemplo de que hay que probar las cosas por uno mismo.

Flashpoint puede ser uno de los eventos más entretenidos que existen dentro del Universo DC. Pero, ¿por qué una calificación de 5 estrellas te preguntarás? Unas cinco razones puramente personales os puedo dar. Una es que amo al personaje de Flash por ser el primer superhéroe que estos ojos disfrutaron en un cómic. Otra es que me encantan las historias What if…? (¿Qué pasaría si…?). Y sí, se han hecho cantidad de ellas. Hasta la saciedad. Pero todavía me gustan. Supongo que por eso también disfruté tanto Tierra X: Alfa (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13084). Una más es que toca el tema family. Con Flashpoint me pasó que siempre fui muy “madrero” y que quiero a mis hijos con locura, por lo que ciertas partes de este evento me conmovieron. La cuarta razón es que me gusta el arte de Kubert. Es puro. Así lo definiría. Y la última es que se puede ver a Batman llorar. ¿Cada cuánto vemos eso?

Para quien se lo pregunte, el cómic no está narrado de la misma forma que el film de animación. Tenemos a Barry Allen/The Flash que se despierta y se encuentra con que ya no tiene súper poderes. Y el mundo ya no es el mismo que una vez conoció. Su madre (que fue asesinada cuando era un niño) resulta que está viva. La Liga de la Justicia no existe, nadie ha oído hablar nunca de Superman y Batman está matando criminales en Gotham. Y lo que es más importante, Aquaman y Wonder Woman están enfrentados, han destruido media Europa y esa lucha sin fin parece que va a destruir el resto del mundo.

Trama inicial potente como pocas, ¿no? Pero es que hay más. La mejor parte de la historia es, por supuesto, ver a Thomas Wayne como Batman. Y Flash también mola muchísimo. La angustia consume al lector viendo como Barry Allen parece ser el único consciente de las diferencias significativas entre la línea de tiempo regular y la alterada (puede que os suene a algún trailer ahora en boga. Y mola ver como recupera sus poderes. Y el profesor Zoom como villano (uno de ellos), pese a que fue de lo más tachado por lo critica lectora, a mí me gustó. Y a Irih West nunca lo conoció. Y su padre falleció en vez de haber sido enviado a la cárcel. Pero… Irish nunca se casó con él.

¿Volver a revocarlo todo? ¿Volver a perder a una madre? Qué mano perder: ¿izquierda o derecha? Esta edición Deluxe incluye el evento Flashpoint y The Flash #1 USA, los que son para mí con diferencia, los mejores cómics que se pueden encontrar dentro de este arco argumental que abarcó un argumento central pero también varias cabeceras DC. Aunque, obviamente, algunas de esas cabeceras también son recomendables de leer. Pero la potencia inspiradora, la idea, está aquí. Y hablamos de una serie que terminó por cambiar radicalmente el status-quo del Universo DC. Lo que llevó al relanzamiento de la editorial en 2011 en lo que se denominó The New 52. Eventazo que también afectó a todos los superhéroes de este universo comiquero. Entonces, cómo no recomendar algo que se lee tan rápido y se disfruta tanto.

Reseña: Frankenstein, de Mary Shelley y George Bess

Correcto. Yo fui de esos que días atrás en el Día de Drácula (sí, existe) me puse con uno de sus títulos. Aproveché también que Norma Editorial recién trajo el Frankenstein, de George Bess, revisité su Drácula (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/dracula-v1) y disfruté ambas obras como nadie. Y es eso, tras el sublime Drácula que nos había ofrecido Mr. Bess en su día, inevitablemente se le esperaba el turno a esta nueva adaptación de uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica. Una vez más, con resultado impresionante de su traslación al cómic de la obra más puntera del gótico, del terror clásico. E impecable. De cinco estrellas. Todos los halagos son pocos para este tomo. Esta obraza que se marcó este hombre que ha trabajado con los más grandes del gremio (Alejandro Jodorowsky, por ejemplo) y que pese a estar muy presente en la BD, la cuna del cómic europeo, reside en nuestras paradisíacas Islas Baleares.

Una nueva edición de lujo (que queda genial en la balda junto al dorado vampírico de su hermano de colección), un servido en blanco y negro que se vuelve sobrecogedor con tonos grises en ciertas escenas. Georges Bess, retoma fielmente la novela gótica escrita por Mary Shelley en 1816, la historia que marcará para siempre la literatura y el imaginario colectivo del terror junto con la idea científica de hasta donde puede llegar el hombre en sus investigaciones. Bess abordando el otro mito británico del siglo XIX. Y de nuevo, una adaptación fiel, un dibujo fabuloso, una psique fascinante de los personajes y una edición preciosa. Cierto es que algunos creen que esta trama es antigua, que nuestras mentalidades ya no están en línea con las costumbres vigentes de la época de pensamiento de Víctor Frankenstein, pero todo esto se pira cuando te pones a disfrutarla. La historia humanista del monstruo es universal y tocará la fibra a los lectores, como siempre he dicho, bien ilustrada, esta trama toca el cielo. Y Bess, al igual que hiciera Bernie Wrightson, lo consigue.

No voy a hablar del argumento porque… bueno, es demasiado conocido. Pero siempre me fascinó la historia real precursora de inspiración que hay detrás y la contaré para quien no la conozca. En 1816 un grupo de jóvenes «románticos» se fueron de vacaciones a un castillo junto a un lago en Suiza. Para pasar el tiempo, deciden escribir una historia de terror y exponerla en grupo. Una Mary Shelley de diecinueve años, gana este pequeño juego con un esbozo de Frankenstein; una historia que relata tras haberla soñado. Entre los amigos de dicha reunión estaban su esposo, el poeta y filósofo Percy Bysshe Shelley, Lord Byron y John Polodori que creó para la ocasión un genial relato como es El Vampiro y que os recomiendo leer. Pero Frankenstein o el Moderno Prometeo fue trasladada a novela y se convirtió en una obra precursora de la fantasía y la ciencia ficción, a priori, hasta que se conformó el género de Terror en si mismo. Luego, ya sabéis, un número incalculable de adaptaciones incluidas las cinematográficas y una obra entroncada en la cultura popular.

Bess se mantiene fiel a la novela. No hay grandes sorpresas. Es la historia a disfrutar junto a la ilustración. Pero se siente el dolor, el miedo y la furia de este monstruo creado de carne humana. Transmite emociones y por eso las sensaciones que deja el cómic son maravillosas. Un blanco y negro sublime, de trazo fino, preciso y repleto de detalles. Basta con mirar la página 53 con su lluvia torrencial o los ojos del monstruo los cuales transcriben emociones. Y la soledad que lo convertirá en lo que es.

Un diseño gráfico que hechiza.

Reseña: Tumbas Sin Nombre, de John Connolly

Algo tendrá cuando siempre volvemos a Connolly con una sonrisa. Siempre con un nivel intenso como cuando se esperaba (y se espera) con ansia una nueva novela de Stephen King. Atrae, sus historias increpan y lo mejor, casi con nada, enganchan. Y yo aquí haciéndoos una reseña del que será su último libro publicado en nuestro país, a tres días de que realmente vea la luz. Dando gracias por la oportunidad que me brinda Tusquets Editores, porque nuevamente he tenido una novela de este señor (¡Casi quinientas páginas!) entre las manos; páginas, que básicamente han volado frente a mí. Que he disfrutado como el que más. Quizás porque estar demasiado tiempo sin leer un Connolly duele. O quizás porque la historia lo vale. Maldición, este tipo sabe contar una historia. Y en la página tres ya estás enganchado.

Para quien (¡Oh, dios mio!) no lo conozca, John Connolly es un escritor irlandés conocido principalmente por sus novelas detectivescas o policíacas, la serie que protagoniza el detective Charlie Parker. Y en cada una de las reseñas que hago de sus libros, la última en julio de 2022 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9973), añado: un autor cuyas historias contienen mucho más Terror en sus tramas que otras novelas de autores que se vanaglorian de ello. Difuminado algo el género, eso si, dentro de lo detectivesco, sin embargo, perfectamente creada esa maravillosa mezcla. Se brinda por ello.

Tumbas sin nombre tiene algo extra. Nuestro Charlie Parker aquí asume un papel algo más periférico mientras que Louis y Angel se hacen cargo de la trama principal. Es otra de esas novelas que aunque amo a Charlie, lo que más se disfruta son los momentos donde aparece esta atractiva pareja (no estoy seguro de lo que eso dice sobre mí, ya que se les podría describir como asesinos a sueldo con tendencias sociópatas). Lo que sigue es un viaje salvaje en el que Angel y Louis buscan venganza después del asesinato de un colega en Países Bajos. Los asesinos son identificados como los hermanos Vuksan, mafiosos serbios con un modus operandi muy curioso. La caza ha comenzado y nuestros asesinos a sueldo favoritos descubren rápidamente que los serbios son tan escurridizos como brutales; Amsterdam, París, Londres, Belgrado, Viena… estas son solo algunas de las paradas que tendrán que hacer en lo que se convertirá una carnicería por toda Europa. Por el camino, nos presentarán a nuevos personajes que aportan historias paralelas convincentes a la trama general. Y Parker peromanece en USA, también se e envuelto en un lío de narices. Y está presente en una de las mejores escenas del libro donde junto a los hermanos Fulci y una cabeza de oso de peluche… Hasta ahí puedo contar. Los hermanos Fulci hacen una aparición en Maine y terminan salvando el día. O no. Según se mire.

En Tumbas sin nombre incluso se aprende un poco sobre la desintegración de Yugoslavia y algunas de las atrocidades que ocurrieron en la famosa guerra de los 90. Mucha imitación de los horrores de la Segunda Guerra Mundial hubo allí. Los que estuvimos presentes lo sabíamos pero quizás algunos se acaban de enterar. Por otro lado, me encanta cuando Connolly recupera personajes de otros libros.

La prosa de Connolly recuerda a autores como James Lee Burke, Joe R. Lansdale y Robert Crais. A pesar de cierta economía con las palabras, hay una calidez o intimidad que conecta con el lector desde el principio. Angel y Louis no son exactamente pilares de la sociedad, pero debido a que son complejos e interesantes, te involucras completamente en sus vidas. Y luego está el humor… una especie de diversión seca y perversa que Connolly muestra en los geniales diálogos de Louis.

Capítulos cortos, ritmo perfecto, lo que os decía: casi quinientas páginas que volarán ante ti.

Reseña: Las Crónicas de Conan. Bajo los Cerros Sombríos, de Busiek, Nord y Nicieza

Creo que no somos los únicos por aquí que esperábamos con ansia la llegada del integral o integrales del Conan de Busiek. Porque uno/a, el verdadero amante de Conan, quiere a su amado personaje de Fantasy en tomos gordos, con largas aventuras para leer, todo en una mano, en un brazo de bíceps gordo como es el nuestro, ¿no? La leyenda, el Conan bajo la visión de un guionista contemporáneo y no un cualquiera. Kurt Busiek es para mí y para muchos un autorazo de renombre al que atribuyo la reinvención del cómic de superhéroes, cosa que alcanzó con su maravillosa Astro City. Y aquí, junto al artista Cary Nord (Daredevil) vuelve a la figura del Conan el Bárbaro, un personaje que vuelven fácil de entrar para las nuevas generaciones; cosa que no ha gustado a los más puristas pero a los que les digo que antes de negarse a cruzarse el río, lo ideal es coger un palo y ver cuanta profundidad tiene.

La posibilidad de sorpresa siempre existe.

Comenzando con Conan The Leyend #0 comienza este primer tochal de Biblioteca Conan. Después, los primeros diecinueve números de la colección que ha dado bastante que hablar. Un prólogo de la nueva serie en curso que aviva los fuegos primitivos de tu mente y reintroduce a los no iniciados en el mundo del cimmerio. Un one-shot introductorio que presenta a los lectores la leyenda del bárbaro en expansión, lujuriosa y llena de batallas, estableciendo personajes y situaciones importantes para la serie y preparando el escenario para las aventuras por venir. Pero también el primer número actúa como una buena introducción al personaje de Conan y se demuestra una experiencia de lectura agradable. Hay algo refrescante en un personaje que acabará libremente con la vida de alguien que la historia muestra claramente como un ser asquerosamente lascivo. Tuve que sonreír ante los comentarios de Conan en la mesa de un comedor donde básicamente insulta a su anfitrión, diciendo que es tan feo que le está quitando el apetito.

Posteriormente, vamos con los “rescates” de los grandes relatos de Robert E. Howard, esta vez reinterpretados por los autores mencionados. En el #2 se trata La Hija del Gigante de Hielo, la primera historia reconocida del personaje, donde tras una sangrienta masacre, Conan se encuentra cara a cara con la máxima visión de la belleza, un espíritu irresistible de los páramos del norte, un ser que seducido por su belleza desnuda… Conan termina por enfrentarse a sus hermanos trolls. Una trama que te llev no mucho después a varias grapas con Conan dirigiéndose a la batalla contra los hombres de Asgard, sin sospechar nunca la traición que le reservan, ni el horror que desciende de Hiperbórea. Un relato famoso que sirve para un arco argumental que os enganchará a la saga y que establece muy bien la idea de que el bárbaro es demasiado confiado cuando se trata de su trato con los demás. Incluso los lectores más novatos en el personaje, van a ver que este tío es un baturro con poco cerebro y demasiado músculo y brutalidad. Tema bien rescatado de los inicios del personaje.

Y más aventuras. Un Conan cautivo es llevado al norte encadenado y descubre cuán equivocada estaba su visión de Hiperbórea como una tierra “de ciudades resplandecientes, de riquezas y maravillas, y mujeres exóticas, que viven vidas de serenidad y contemplación, en paz con toda clase de aves y bestias, desde el cordero hasta el grifo y la leche y la miel fluyen en arroyos desde las colinas”. Robert E. Howard insinuó las pesadillas que sufriría el personaje en su paso por Hiperbórea, pero Busiek y compañía las revelan aquí por primera vez con lívidos detalles.

En cuanto al dibujo, Cary Nord hace un trabajo fantástico. Representa además, detalles muy cuidados como cuando Conan es inducido por las drogas y se muestra su confusión visual. Jamás había visto a nadie dibujar algo así tan bien. Pero lo decía antes. Conan the Legend fue diseñado para servir como una introducción perfecta al personaje. Una nueva serie, la primera del siglo XXI, una vez que Dark Horse obtuvo los derechos. Se lanzó el primer número en USA al precio de 25 centavos. El mismo precio que tuviera la primera aparición de Conan, en la clásica revista pulp Weird Tales allá por 1932. Fue un detallazo. Un guiño bien curioso.

Como completista de Conan, te meterás en el agua sin pensártelo. Como interesado en el personaje, coge un palo y prueba la profundidad del río.

Reseña: Jóvenes Titanes. Beast Boy ama a Raven y Yo No Soy Starfire

A los que me preguntan últimamente por cómics o novelas gráficas ligeritas o incluso para regalar a jóvenes, historias de superhéroes que dejen buen sabor de boca, lo que hago es remitirles a Kodomo y sus publicaciones en formato libro de los Jóvenes Titanes que están haciendo. Se leen en nada. Son «historias de instituto» que disfrutará todo el mundo. Es una colección que gusta y con cada nueva historia de un personaje, se reinventa. Para que veáis, hoy os reseño como ejemplo, dos de esos títulos, los dos que más me han gustado de dicha colección.

Jóvenes Titanes: Beast Boy ama a Raven se publicó en enero de este año en nuestro país y originalmente sería la tercera publicación de esta serie. Humor, confusión interior y encanto, es lo que aporta este cómic sin dejar de lado el romance que anuncia el título y que nos llevará a recordar a más de uno o una, lo felices y bien que nos sentíamos con aquel amor, el primer amor de instituto. ¿La época de la “depre”, ¿no? Menuda palabrita. Una historia que comienza después que sepamos que ambos chicos están en conflicto con Slade. Ambos buscan respuestas de la única persona que parece conocer las respuestas a sus problemas. Fue hace nada que Raven Roth recuperó la memoria y atrapó a su padre demonio, Trigon, en su amuleto. Y ahora quiere deshacerse de él para siempre. Por otro lado, Garfield Logan aún no puede creer que tenga poderes que le permitan transformarse en diferentes animales. Pero no puede controlarlos. Se le va la pinza a veces y hace cosas peligrosas. Sus padres le ocultaron ese secreto, y ahora tiene a Raven para refugiarse en su comprensión. Y ese tal Slade Wilson, por lo visto, sabe el porqué de todo. Una historia de cómo el amor, el sentirse acompañado en las penurias, ayuda bastante.

Yo no soy Starfire va por otros derroteros. En ella tenemos una historia de una autora de renombre, autora de best-sellers del New York Times, como es Mariko Tamaki. Para este cómic se juntó con la ilustradora Yoshi Yoshitani para contarnos una historia de Mandy, la hija de la superheroína Starfire. Y, ¿qué ocurre si Mandy, de dieciséis años, se considera a sí misma la anti-Starfire? A diferencia de su madre, el cuerpo no le acompaña. Eso de ir con poca ropa… Además, no tiene superpoderes, no puede volar. Como una hija más que opina todo lo contrario a sus padres, por ser diferente o solo por querer serlo…, Mandy se tiñe el cabello y se viste de negro para resaltar aún más lo diferentes que son. El mejor amigo de Mandy, Lincoln, cuyos padres nacieron en Vietnam, resume perspicazmente esta ruptura como una división intergeneracional que ocurre si los padres y los hijos provienen de diferentes países o diferentes planetas. Mandy intentará descubrir en esta historia qué tipo de futuro quiere para sí misma, mientras lucha con las inseguridades y el acoso de la adolescencia. Su relación con su madre, lo más difícil de todo.

Historia de identidad, familia, amistad y salvación del mundo con el conflicto de la mayoría de edad de por medio. Una lectura rápida pero matizada. Además de un cómic que goza de una ilustraciones chulas y coloridas de Yoshitani que combinan maravillosamente bien con el mundo Starfire.

Dos cómics, dos novelitas gráficas con los conflictos emocionales de la juventud muy presentes. Una mirada a nuestro pasado.

Reseña: Los Portugueses, de Olivier Afonso y Chico

Que se sepa, no teníamos cómics que evocaran la afluencia masiva de portugueses a Francia en los años 70, ¿no? Al menos, ni he leído, ni me han contado, ni me han comentado que les comentaron. Y eso abarca a muchísima gente, modestia aparte. Ya puedo visualizar a los enemigos: personas que huían del régimen totalitario del general Salazar, y Francia cercana, linda y republicana, un edén maravillosito al igual que se la imaginaron los que huyeron de nuestro país tras y durante la guerra civil. Pero no a todo el mundo se podía acoger, no a todo refugiado ordinario, al menos. Aunque eran muy bien recibidos los que ofrecían mano de obra barata, aspirantes o sufridores de la construcción, en particular, albañiles.

Los Portugueses es un nuevo cómic publicado por Ponent Mon en nuestro país. Otra historia interesante con trasfondo histórico como se suele encontrar dentro del buen cómic europeo. Y no me equivocaba: un tal señor Mario huyendo de la dictadura de Salazar en Portugal que una vez instalado en un barrio marginal cerca de París conocerá, junto a Nel, la vida de miles de inmigrantes; sus males, sus bienes, lo que les llevó a “descansar” al mismo lugar como otro de los 700.000 portugueses condenados a la miseria y a guerras sinsentido en Angola, Guinea Bissau y Mozambique. En Los Portugueses conoceremos algo más de esas esas historias a través de Mario, Nel y Eva. Almas vivas y en pena que nacieron en el lugar equivocado, o mejor dicho, en un país, en la época equivocada. Y fue el destino de dos de ellos, incluido su padre, lo que sirvió como inspiración al guionista Olivier Afonso para contar esta obra.

El joven Mario acaba instalándose en las afueras de París, en un campo de trabajadores, claramente un gueto aunque quienes viven allí pueden hacer un viaje a París en su tiempo libre. El bullying, el racismo, el amor, todo esto será contado con franqueza, de forma fluida. Pero el tranquilo Mario choca a veces con el astuto y ambicioso Nel, aunque su amistad triunfará sobre bastantes pruebas que les pone el destino.

Hoy en día, cantidad de portugueses están totalmente integrados en la sociedad francesa. Este álbum nos recuerda que no fue fácil, que la sociedad actual se construyó sobre miles de historias así, y que a veces salió mal. Muy mal. Cantidad de países (como mi querida USA) es la prueba de ello. Los Portugueses es un cómic que lejos de revolcarse en una narrativa miserable, insiste en la solidaridad, la ternura y el amor. Y al final, como en los cuentos de hadas: se casaron y tuvieron un hijo (o más, la historia no lo dice).

El dibujo “cercano” de Chico es similar al de Olivier Jouvray, Christophe Blain o Manu Larcenet. Su línea, un poco vacilante, incluso imprecisa, encaja bien con el estado de ánimo de estos expatriados que se reinventan lejos de casa. Ilustraciones realzadas por los colores-tierra de Lou, que le dan a la historia un aire western, en los suburbios de una París pueblerina, de hace no mucho tiempo.

Crónica dulce y un poco amarga.

Reseña: Iluminaciones, de Alan Moore

Me gustaría ver que no solo por aquí decimos que Nocturna Ediciones trae a nuestro país títulos la mar de interesantes así como exitosos al otro lado del charco. A los amantes del fantástico les gustará saber que aparte de toda la obra del genial Joe Hill, acaba de publicar la conocida antología del gran Alan Moore, un libro de relatos del magnífico autor creador de grandes cómics, algunos míticos y eternos como Watchmen, From Hell, V de Vendetta o la mejor época de La Cosa del Pantano jamás creada. Ahora friends, su Iluminaciones ya está entre nosotros.

Hay muchos comiqueros que consideran al guionista británico, el más grande de todos los tiempos. No sé si lo es, pero que transformó los cómics convencionales para siempre, sí que es cierto. Pocos escritores de cómics del pasado o del presente podrían igualar la subversiva creación (y destrucción) de mitos de Moore o la penetrante planificación psicológica que trajo a un campo que fue ampliamente ridiculizado en ciertos años. Pero (¡Oh spoiler!) Moore se retiró de los cómics hace años, una gran pérdida para sus admiradores y la profesión. Volvía y se retiraba. Metía mano en alguna cosilla (cogía pasta) y se retiraba. Pero afortunadamente, Moore nunca se retiró, en verdad, de la narración. Entre sus idas de olla y sus “brujerías”, se convirtió en un escritor de ficción considerable con libros entre los que se incluye la antología de relatos denominada Iluminaciones. Y aunque ninguna de estas obras ha tenido el impacto de lo que hizo en el noveno arte, que es un tío con un don y una imaginación increíble, de eso no os quepa duda.

Iluminaciones es la primera colección de ficción corta de Moore. Un conjunto de sublimidades espeluznantes con más pirotecnia que el 4 de julio en USA. Tramas como un enfriador de sangre instalado en un burdel de otro mundo o un grupo de tristes investigadores sobrenaturales que deciden dejar de lado los estudios de siempre y pasan a buscar entidades a las que «nuestras taxonomías» nos han cegado. Seres que no están en otros mundo, ni en este, ni en el otro, pero visibles todo el tiempo. O ni eso.

La mitad de Illuminations está ocupada por una novela corta que cuenta la historia del siglo del cómic al rastrear a un grupo de creadores tremendamente disfuncionales y al personaje que inició la locura de los superhéroes. Admiro lo que Moore buscaba con esta historia. Mostrar cómo esta institución aparentemente inocua es su propio tipo de Bestia, tanto en sus prácticas comerciales como en el deseo antidemocrático. Una historia que nos lleva al verdadero hijo pródigo de los cómics de superhéroes, que nació para narrar, pero un relato que a pesar de su destreza satírica y astutas impiedades, se vuelve demasiado críptico, o al menos, a mí me lo pareció. Y que da unos “golpes asesinos” sorprendentes. Con mucho béisbol interno y que trata el negocio del pijameo de forma que hará las delicias de los nerds como yo (y volará sobre las cabezas de los no iniciados). La industria del cómic durante los últimos setenta y cinco años desde el punto de vista de varios personajes.

Moore ha escrito una colección de historias dinamita con un manual de monstruos en su interior. Como seres humanos son tramas que revelan nuestras lógicas, nuestros miedos, nuestros deseos y en una sola palabra cómo de monstruos podemos llegar a ser. En la historia donde un anciano nostálgico decide visitar un balneario de su juventud y se topa con el pasado a la vuelta de la esquina, lo podemos ver.

Le oí una vez decir a alguien que los fracasos de Moore son pocos y sus resplandores muchos. En esta antología se percibe eso.

Reseña: La Maestra, de Yves Lavandier y Carole Maurel

La Maestra ha sido publicado por Editorial Astronave en nuestro país, pero es un cómic europeo con una historia fuerte, apasionante que me conmovió de principio a fin. ¿Es una oda al colectivo de profesores y profesoras? Pues sí, pero también es un cómic con un trasfondo histórico de emociones fuertes así como un historia realmente necesaria para leer en estos días. Habla de tolerancia y fraternidad, temas universales que deberían ser eternamente relevantes en nuestra sociedad. Con unos diseños maravillosos también de Carole Maurel, y bueno, el señor Yves Lavandier dándolo todo como suele hacer. Lo que repercute en una hermosísima obra.

Pero La Maestra es también un díptico que combina encanto, valores y suspense. ¿Una maestra defendiendo a sus niños de los que siguen persiguen judíos y allegados a combatientes de la Resistencia pese a que ya se ha iniciado el desembarcado en Normandía por parte de los Aliados? Digno de película. Y es que el encanto de esta conmovedora señorita se detecta desde la primera página. La profe y su franqueza acarician el alma.

El encanto del dibujo de Carole Maurel le hace mucho bien a la imaginación a la que nos lleva la historia; los valores de la tolerancia y convivencia están muy bien reflejados. Y el infierno desatado más allá de la puerta. Dibujos muy Disney clásico aunque, obviamente, una franquicia que jamás haría una peli de esta historia. ¿Le corresponde a la maestra Marie-Noelle salvar a un alumno de origen judío que se ve amenazado por una milicia nacionalista bretona que ayuda a los nazis en su siniestra empresa de exterminio? Algunos incluso dirían que es su deber. Pero ¡ay! del que estuviera en su lugar en un momento así. La cuestión es que esta señorita liderará a toda una clase en un escape inusual. Y como no, lidiando con un alumno que está claramente del lado de los alemanes. Y que no dudará en denunciarla a la menor oportunidad.

El “paseo por el bosque” es una de las escenas más intensas que he leído en un cómic.

Una historia en el fondo preciosa apoyada en la justa lucha de una mujer valiente como pocas.

Reseña: Marvel Omnibus. Tierra X. Alfa, de VVAA

Una de las grandes obras Marvel publicada en uno de los grandes tochales que uno/a va a poder encontrar en librerías en apenas dos días es Tierra X: Alfa. ¿Esperado? No sé… pero querido, amado y deseado en cuanto ves la edición, ya os digo yo que sí. Estoy hablando de un poderoso Marvel Omnibus que da miedo tanto en potencia de brazos como en valoración a la hora de llevarlo en el metro. Pero la sensación de que llevas algo muy valioso y que te lo pueden robar, eso no te lo quita nadie. Y eso que te vienes un poco arriba al poco de leer los doce primeros números con los que empieza este tochal (Earth X 0#-12#). Y bueno, su Epílogo súper importante también, y el Sketchbook siguiente para el deleite de cómo se inició todo en la cabecita del maestro de la ilustración Alex Ross. Un señor que «humanizó» a los superhéroes.

Pero no nos olvidemos que estamos hablando de un Marvel Omnibus, es decir, contiene todo-todito-todo de la obra que da título al tomo. Y eso, en este caso, es mucho decir. Uatu, Hombre Máquina, Capitán América, Thor, la familia Black Panther, Hulk, Miss Marvel, Rayo Negro, Doctor Muerte, Hank Pym/El hombre Hormiga, Ojo de Halcón, Iron Man, Daredevil, Elektra, Bullseye, Fénix Oscura, Los 4 Fantásticos, Namor, un enorme número de X-Men, Dazzler, Mefisto, Lobezno, Capitán Britania, Lorna Dane/Polaris…, puedo estar reseña y media diciendo la cantidad de personajes que aparecen en estas aventuras. En un principio, Tierra X fue una serie limitada de cómics publicada en 1999, escrita por Jim Krueger y a los dibujos John Paul Leon. Estaba basada en unas “notas” creadas por Alex Ross, el cual presentó a Marvel una versión distópica de dicho Universo Marvel. Y gustó. ¿Triunfó? Diría que también pese a que en aquellos no gustaba ni un ápice que se tocara nada del clásico pijameo marvelita. Por tanto, vinieron seguidas dos secuelas, Universo X y Paraíso X, e incluso una precuela denominada Marvels X. Cantidad de aventuras que nos llevaron a la que terminó por llamarse Tierra-9997. Por resumiros un poco, en la primera trama se nos presenta Tierra X como uno de los varios planetas implantados como sistema celestial en gestación. Rayo Negro libera las nieblas mutagénicas en la atmósfera de la Tierra, buscando transformar a la humanidad en Inhumanos para que su gente no sufra. Y ciega a Uatu, conocido como El Vigilante, para evitar consecuencias. Y Rayo Negro y los Inhumanos abandonan la Tierra…

Incapaz de operar. Uatu transporta a X-51 (Hombre Máquina, quien hace tiempo que renunció a los superhéroes para imitar la vida de su creador humano), a la Luna para actuar como el nuevo Vigilante de la Tierra. Y X-51 se enoja cada vez más por ver como actuaba Uatu y como de loco empieza a volverse el mundo pues: tras matar a Cráneo Rojo, el Capitán América abandona Los Vengadores, considerándose no apto para el equipo. Poco después, Reed Richards construye una red mundial de centros de energía de vibranium para resolver la crisis energética, lo que provoca una reacción en cadena explosiva en todo el mundo. Y cómo os decía Los Inhumanos comienzan a mutar a la población humana de la Tierra, aunque gran parte del mundo culpa al experimento fallido de Richards. Y así todo se va tornando en desgracia.

Tierra X, en realidad, comenzó en 1997 cuando la revista Wizard pidió a Alex Ross que creara un posible futuro distópico para Marvel. Ross diseñó un futuro en el que todos los humanos ordinarios obtenían superpoderes y desarrolló el cómo algunos de los personajes más conocidos de Marvel (incluidos Spider-Man, el Capitán América y el Increíble Hulk) manejarían un mundo en el que sus poderes ahora se habían vuelto comunes. Aquel número de Wizard que contenía el artículo de Ross se agotó rápidamente. La demanda fue tan amplia que en 1999 (en asociación con Marvel), volvieron a publicar el artículo como Earth X Sketchbook, que también se agotó. Basado en este interés de los fans, Marvel encargó a Ross que creara una serie completa basada en sus “notas”. Alex Ross, Jim Krueger, John Paul Leon, Doug Braithwaite, Brent Anderson, Butch Guice, John Romita, John Stanisci, Thomas Yeates, Bill Reinhold y otros, crearon esta maravilla. Como curiosidad la encarnación de Tierra X de Spiderman hará su debut cinematográfico en el largometraje que se estrena en breve, Spider-Man: Across the Spider-Verse, representado como miembro de las Fuerzas Araña de Miguel O’Hara.

¿Opinión? Un tomo que sí, que cuesta un dinero, pero esto es como todo: haced cuentas y mirad la edición y pensad el hecho de tener todo-todito-todo lo que aconteció en este macro-evento, precuelas y secuelas y archivos originales de la historias; la idea de poder portarlo y tenerlo todo entre tus manos. Tras eso y leerlo, los vellos como escarpias. Os aseguro que un verdadero amante marvelita sentirá eso al tenerlo y leerlo. Un regalo a pedir (o pedirte), una macro-saga que provoca una sonrisa eterna para el fan de Marvel de toda la vida.