Reseña: La Guerra de la Evolución, de VVAA

Volver al cómic clásico de superhéroes es una de las cosas importantes por las que sigo aquí, escribiendo casi una reseña diaria, reseñas de novedades de libros y cómics que pienso que nadie se debería perder. Que estéis al tanto de todas y cada una de las joyitas que salen, y decidáis si este vuestro hobby lector friki, algo sin lo que no podéis vivir como es mi caso. ¿Cómic clásico? En especial, aquella gran época ochentera que nunca me cansaré de reinvidicar que dio para mucho y que cambió el hábito lector de muchos niños y niñas, hoy en día viejóvenes cuarentones o cincuentones que luchan por no dejar ese divertimento detrás. ¿Cómic clásico? En especial (otra vez), aquellas grandes marcrosagas, eventos intergalácticos, que para los que ya empezábamos a interesarnos por la Ciencia Ficción literaria, nos venía com anillo al dedo. Crossovers con el tema cósmico de fondo, todo aquello que tanto añorábamos tener (volver a tener), ay, de aquellas madres que tuvieron afán por tirarnos tantas cosas a la basura… Obritas muchas que como la carne friki es débil y Panini Cómics nos sigue trayendo joyitas cada mes en tapa dura, tomos con precio muy competitivos e integrales imprescindibles; decidme quién demonios se iba a resistir a todo un eventazo como fue La Guerra de la Evolución. Decidme friends, quién se resiste a que vuelva a estar disponible el buen «cósmicqueo».  Una de las mejores sagas intergalácticas Marvel y en un formato glorioso como son los Marvel Limited Edition o Marvel Omnibus, que están completando los deseos de muchos fans de pro de este país.

Y es que aquellos que eligen ver el declive del cómic de superhéroes como un hecho relativamente reciente pueden preferir mantener sus ideas preconcebidas alejadas de La Guerra de la Evolución (The Evolutionary War). Estamos antes una secuencia de historias a menudo incómodamente vinculadas que originalmente se encadenaron en once de los anuales en el glorioso año 1988. Recopilado ahora en una edición de renombre, tenéis todo-todita-toda la leña, una buena fuente de macedonia (fresquita) para devorar donde se brinda por el mejor pijameo. Un dulce cúmulo de nostalgia y satisfacción contemporánea que corrompe la memoria. Las típicas historias de superhéroes de hace casi cuarenta años con un puntito de trama interesante a lo culebrón. Historias que muchos creían moribundas pero que al leerlas, ves que aún tiene mucho que decir incluso en el UCM (Universo Cinematográfico Marvel). A poco que cogieran este guión los hermanos Russo o porqué no el propio James Gunn… sale una peli to´guapa.

O dos. ¿Cómo puede no aterrar el plan del Alto Evolucionador en el que quiere hace avanzar genéticamente a la humanidad hasta sus límites más insospechados? En este arco de arcos se revela que el Alto Evolucionador sobrevivió a su intento de suicidio y ha ideado un plan para guiar y mejorar la evolución de la humanidad para que el resultado de la nueva raza algún día sea suprema. Seres por encima de todo y de todos. Con este fin, inicia varios esfuerzos simultáneos para acelerar la evolución humana y eliminar las amenazas percibidas a la pureza genética de la humanidad. Envía sus tropas Purificadoras a Subterránea para esterilizar a las razas nobles que habitan allí. Sin embargo, el descubrimiento de un ser mutante atrae la intervención de X-Factor y Apocalipsis. Y aquí ya tenemos la primera batalla épica del tomo. Una potente batalla en el espacio exterior. El Alto Evolucionador finalmente está convencido de que los Subterráneos tienen potencial genético pero por el moneto cesa sus operaciones allí. Lo reserva como Plan B.

Por otro lado, envía sus esbirros a Bogotá para exterminar un cartel de la droga y así obtener recursos. The Punisher descubre la batalla y se despacha con ambos bandos. El Alto Evolucionador visita a los Eternos y los convence de que ayuden a su causa mapeando el código genético de Silver Surfer. Surfer se niega a cooperar y convence a los Eternos de que lo dejen en paz; los Purificadores necesitan a alguien con poderes mutantes para analizarlo y capturan a Magma aunque Los Nuevos Mutantes asaltan la base de Wyoming para rescatarla. Sin embargo, durante la lucha, ésta se da cuenta que ha mejorado sus poderes tras “la intervención” y queda con esto totalmente alucinada. Y lo goza…

La Guerra de la Evolución es una sucesión de tramas con ataques constantes inutilizados pero en los que, en realidad, el malo-maluto va avanzando cada vez un poco más. Los 4 Fantásticos, el Escuadrón de Recolectores y Eliminadores al Área Azul Lunar, Los Inhumanos liderados por Quicksilver (Mercurio, hermano de la Bruja Escarlata), el Alto Evolucionador viajando a la Tierra Salvaje, los X-Men ayudando a liberar a Garokk, el Hombre Petrificado, de la servoarmadura de Terminus, los Exterminadores intentan sellar el nexo de todas las realidades, Spiderman y La Cosa enfrentándose a ellos… La Guerra de la Evolución fue la primera saga multiannual de la historia. Con grandes guionistas como Gerry Conway, Steve Englehart, Louise Simonson, Chris Claremont y Steve Gerber…, dándolo todo.

Una de las joyitas comiqueras en las que te puedes enfrascar este verano.

Reseña: El Soldador Submarino, de Jeff Lemire

Jeff Lemire es uno de esos autores actuales de cómics que suele impactar con casi cada título que publica. Este canadiense (¡Qué tiene mi edad!) es ya un reconocido guionista de cómics, ilustrador y productor de televisión del país de la hojita caduca. Autor de títulos chulos como la trilogía de Terror Essex County o la tan de moda Sweet Tooth (https://www.ecccomics.com/comic/sweet-tooth-vol-1-de-2-segunda-edicion-7494.aspx), El Niño Ciervo, que ya ha visto incluso su traslado al formato serie TV. Pero es que el trabajo de Lemire incluye haber pasado por las grandes casas del cómic de superhñeroes con participación en titulos como All-New Hawkeye, Extraordinary X-Men, Moon Knight y el Old Man Logan de Marvel. Y para Dark Horse, Black Hammer y Mazebook, dos comicazos de mi más preciado y amado género como es el Terror.

Jeff Lemire ha hecho la transición de ser el favorito de la crítica en la escena independiente a uno de los principales escritores que lideran el grupo de Los New 52, de DC, por ejemplo. Muy pocos guionistas pueden hacer esa transición del cómic independiente a los superhéroes convencionales con facilidad. Pocos lo consiguen. Y eso se resume en genialidad y calidad con el producto que brota de sus manos. Lemire constantemente resulta ser un escritor de primer nivel. Animal Man y Justice League Dark, son dos de los mejores titulos que se han publicado en DC en los últimos años. Y eso es decir bastante. Pero a pesar de tener algunos de los mayores éxitos de su carrera en DC Comics, Lemire se ha mantenido comprometido con la producción de sus obras propias como creador. Y un ejemplo claro de que puede hacer varias cosas bien a la vez, es esta novela gráfica llamada El Soldador Submarino.

Con un titulo no muy atractivo (todo hay que decirlo), The Underwater Welder es quizás el mejor trabajo de Lemire hasta la fecha con un arte impresionante y una narración magistral. Así de claro. Huelo los premios viniendo hacia él. En esta historia seguimos a Jack, un soldador en alta mar que está a días del nacimiento de su primer hijo. Y es que Jack se ve abrumado por un maremoto de emociones con un nuevo hijo en camino y se ve obligado a enfrentarse a esos miedos que guarda en el armario. Miedos en el que suman la misteriosa desaparición de su padre, que no se volvió a casa la noche de Halloween cuando él apenas tenía diez años.

Jack lucha por aceptar la muerte de su padre y el resentimiento que siente por crecer sin uno. Y mientras lucha por confrontar su pasado, su propia familia comienza a desgarrarse mientras camina por la cuerda floja entre la felicidad y la repetición de errores de los que parece imposible desprenderse. Los mismos, que cometía su desaparecido padre. Y es que Jack, que trabaja en una plataforma petrolífera en la costa de Nueva Escocia, está habituado a la inmensa presión que supone trabajar en las profundidades del mar. Cuanto más hondo se sumerge, más se distancia de su joven esposa embarazada. Parece que cuanto más desciende, más se acerca al abismo de su vida… y del mundo. Pero una noche, Jack tendrá un encuentro sobrenatural que lo cambiará todo.

Lemire es excelente para escribir dolor real, trauma, pena y pérdida. Estas emociones inquietantes salen de la página de manera muy creíble y humanista. También le gusta jugar con la memoria y los saltos en el tiempo (vemos escenas del presente y el pasado de Jack cuando la línea entre los dos comienza a desdibujarse). Esta historia me recordó bastante a un episodio de The Twilight Zone, si os soy sincero; pero bueno, es que aquella serie de TV dio para mucho.

Además, el estilo blanco y negro aquí viene perfecto para someternos a la pena constante del prota y la oscuridad que parece estar abatiéndose sobre él. Jeff Lemire es un maestro en la transmisión de emociones y conflictos personales, y El Soldador Submarino es un ejemplo perfecto de sus habilidades.

Reseña: Weird Science Vol. 2, de Al Feldstein, Wally Wood y VVAA

Un nuevo volumen de Weird Science…, me ha pensar que esto significa que las ventas están yendo muy bien con esta rescatada colección a todo color y en sendos volúmenes en tapa dura que está publicando Diábolo Ediciones. Porque sí. Porque colecciones como Tales from the Crypt o Weird Science fueron antologías de grandes historias, grandes mini-guiones, grandes cómics, en definitiva, el noveno arte por el que uno/a tiene que pasar para desarrollarse como buen amante del cómic. Y lo mejor es que aunque estamos ante un cómic clásico con más años que un bosque, no te va a costar ningún trabajo digerir estas historias porque no son otra cosa que comida rápida, un buen buffet de tramas cada una de su padre y de su madre, pero con grandes autores detrás. Una de las antologías clásicas más potentes que han existido en el campo del fantástico.

Weird Science fue uno de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó en los años 50 del pasado siglo. Si Tales From the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo haría por la Ciencia Ficción. Incluso hubo una tercera denominada Weird Fantasy, otro título hermano que se entremezcló con ésta y que durante el mismo período de tiempo existió y tuvo menos tirón. Sin embargo, quiero dejar muy claro que, sobre todo, me encanta este título porque como ya dije una vez, Weird Science, aún contando historias de CiFi, en la mayoría de los relatos el Terror está muy presente. Y pongo el ejemplo de siempre. Estamos ante guiones más cercanos a una película de Alien que a cualquier otra space-opera que se os pueda ocurrir. Y para mí eso es bien. Una revista que durante cuatro años publicó veintidós números y que finalizó para consternación de muchos (padres de familia de entonces) con el número de noviembre/diciembre de 1953. ¡Por sólo diez centavos, oiga!

El segundo volumen de Weird Science presenta historias clásicas escritas por Al Feldstein e ilustradas por maestros artistas como Wally Wood, Joe Orlando, Jack Kamen, Harvey Kurtzman y el mismo Feldstein. Esta impresionante colección reimprime los números del semanario del #7 al #12. Pero un total de treinta y seis impresionantes historias completas de la clásica EC publicadas originalmente entre 1951 y 1952 pero algunos guiones muy cercanos a pelis que podemos ver hoy en día en cualquiera de nuestros cines. Una buena combinación de historias entre las que destaco muy mucho ¡Los alienígenas!, donde se elaboran planes de invasión contra esos terrícolas desprevenidos que somos; ¡Semillas de Júpiter!, donde un globo que contiene cincuenta semillas de monstruos aterriza en la cubierta de un avión; La Huida, donde tres astronautas que parecen destinados a morir por una fuga en su cohete idean un plan que al final se torna en desgracia; ¡La nube gris de la muerte!, donde se investiga in situ la misión de la Venus-1, una nave donde sus tripulantes han sido sometidos a algún horror y han dejado un registro de lo sucedido; Los Invasores, donde unos refugiados huyen de una lucha perdida con un régimen totalitario y cuando llegan a la Tierra pasa que…; y bueno, ¿sabéis qué? Que me han encantado el noventa por ciento de las historias así que para que seguir destripando. ¡Corred y disfrutad! Son delicias del cómic de CiFi, una tras otra. Y despuntando Wally Wood en casi cada uno de los cómics. Jamón de cinco jotas en el plato.

La publicación de Weird Science es otra celebración. Que vuelva a estar cada poco esta joya del cómic fantástico en nuestras librerías es para festejarlo. Más que nada, porque muchos de nosotros pensábamos que esto jamás volvería a verse y mucho menos en este formato y a color. Otra gran reimpresión de los cómics EC difíciles de encontrar. Y no importa cuáles sean tus gustos, la EC lo tiene cubierto. Un maravilloso arte y Fantasía, CiFi, Romance, Western, Crimen, Horror y, por supuesto, Terror; todo dentro de la misma ensalada. E insisto: la parte más interesante de poder leer esto ahora es ver la enorme influencia que tuvieron estos trabajos en cine y televisión, historias que incluso influyeron en la gloriosa joya de la televisión como fue la serie The Twilight Zone, de 1959.

Una joya en bruto.

Reseña: Especial Aquaman 80 Aniversario, de VVAA

Con sus idas y venidas que un personaje como Aquaman, vuelva a estar en boga de los fans de los cómics de superhéroes, debe decir mucho de él. El porcentaje de personas que ha llegado a ser octogenario en este nuestro mundo es bajísimo así que… Si es el 80 cumpleaños de Aquaman y DC Comics está celebrando con estilo su obra en USA con el acertadamente titulado Aquaman 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular, quién soy yo para perdérmelo. Y más aún cuando ECC Ediciones lo publica por aquí en un tomito en tapa dura con algunos añadidos.

Un volumen con varios equipos creativos para once historias cortas, todas centradas en el Rey de la Atlántida. Una recopilación donde hay un poco de todo y que contiene desde relatos de Aquaman al estilo clásico, como otros tantos saltos al futuro, historias que surgen del aquí y ahora a medida que se iban preparando para el lanzamiento de dos nuevas series allá por el pasado año 2021. Ademásde de un elenco de personajes estelar para la ocasión y un chapuzón emocionante que te enganchará al héroe.

Un Especial… que comienza con la maravillosa apertura de Jeff Parker, Doc Shaner y Rob Leigh, el one-shot llamado La espiguilla; una historia de playa, con el trabajo de Shaner que es simplemente hermoso, y Parker tejiendo una historia donde se captura la esencia del personaje y sus relaciones con aquellos a quienes protege bajo el mar. A eso le sigue Geoff Johns (nada más y nada menos, el maestro) y Paul Pelletier y la impactante historia para mí como ha sido El día del padre. Donde se destaca una relación que quizás pide más páginas para desarrollarse, y donde Jackson y Manta Negra quieren llegar el uno al otro en muchos sentidos. Una eterna lucha familiar en pocas páginas.

La dama del lago no es un número que me haya llegado, sin embargo, Facetas, me ha flipado. Un número en el que Arthur se encuentra con un legendario Rey de la Atlántida del pasado, trama donde los autores Stephanie Phillips, Hendry Prasetya y Ulises Arreola exploran las dudas de Arthur sobre sí mismo y la barra de perfección a la que se enfrenta. Una conversación entra dos reyes digna de disfrutar. Y me gustaría poder decir lo mismo de Cosas de familia: un número al estilo vintage enormemente atractivo a los ojos gracias a las hermosas ilustraciones de Tom Derenick y Nick Filardi; peeeero…, poco más. Aunque tiene un comienzo espectacular. Y lo mismo puede decirse de la historia de Bombshells, Las doncellas del Rin. Que aunque adoro las historias de Bombshells, aquí no hay mucha carne que rascar en el hueso. El arte nuevamente impresionante, eso si.

La antología realmente alcanza su máximo potencial en el segundo tiempo del partido o del tomo. Historias como Entre dos aguas, la maravillosamente inventiva creada para Lo que que queda de una tormenta, Mar Rojo y Presagio, son tremendas. Historia de dos hermanos, la construcción del clima y el mar de manera asombrosa y muchas cosas más que muestran lo suficiente para que te enganches y quieras saber más, del personaje de Manta Negra, por ejemplo.

Un volumen que cierra con Donde no alcanza la luz y números clásicos espectaculares donde Aquaman se enfrentó nada más y nada amenos que al Joker. Así como fichas de personajes, héroes y villanos del franquicia, entre una historia y otra. Y es que Aquaman es uno de los íconos grandes de DC y lo será siempre. Celebrar su cumple es bien. Afortunadamente, DC lo sigue teniendo en cuenta en sus producciones y este genial volumen es un ejemplo de ello. Genial para el veranito que nos llega.

Reseña: Spiderman. Toda Una Vida, de Chip Zdarsky y Mark Bagley

Chip Zdarsky entró en escena como el nuevo hombre a tener en cuenta como guionista de cómics y no importa cuántas veces hablen mal de él, que todavía sorprende. Su Spiderman: Toda una Vida, no es una parodia y diría que tampoco un What if…? del trepamuros. Es un compendio de historias muy tradicional. Tienes enferma a tía May, a un codicioso J. Jonah Jameson, una sufridora Gwen Stacy, el Duende Verde, intervenciones de otros superhéroes…, e incluso el gran momento dramático cuando Norman se revela a Peter como el villano eterno promoviendo que conoce su identidad secreta y no dudará en desvelarla. Decidme que esto no es pura tradición arácnida. Sin embargo, lo bueno siempre está en los detalles. En Spiderman: Toda una Vida, tenemos escenas de Peter coqueteando con Gwen con comentarios muy ingeniosos y un largo etcétera de detalles que hacen brillar la obra en su conjunto. Título que tengo que reconocer que había pasado por alto decenas de veces. Ahora Panini Cómics publica este 100% Marvel HC con una retórica ideal: ¿Crees que has completado ya tu lista de historias favoritas de Spiderman? ¡Pues prepárate para añadir una más! Muy cierto, por que sin duda es una de las que deseaba leer hace tiempo para “completar” en mi cerebro sus mejores historias. Y para ello que mejor que Spiderman: Toda una Vida que de hecho se elaboró para celebrar el octogésimo aniversario de Marvel. Y donde Chip Zdarsky y Mark Bagley se unen para una historia única de Spidey, pues si un gran poder conlleva una gran responsabilidad, ¿qué responsabilidad tienen entonces los poderosos durante una guerra moralmente cuestionable?

Zdarsky y el legendario Mark Bagley, con el entintador John Dell, el colorista Frank D’Armata y el escritor Travis Lanham de Virtual Calligraphy, examinan esta cuestión; y sin restricciones de continuidad, tallan un camino impactante que todavía se siente perfectamente en línea con su elenco de la Edad de Plata. Zdarsky, utilizando las bases morales ambiguas para la participación de Estados Unidos en la guerra civil en Vietnam, empuja a Spiderman y otros iconos Marvel, mientras se mantiene fiel a la pregunta de lo que realmente significa tener esa «gran responsabilidad». Peter Parker enfrentado no solo al inminente conflicto sino también a las revelaciones de la doble identidad de Norman Osborn, donde se ve obligado a tomar decisiones difíciles que contrastan con las historias clásicas de la época. Esto permite que estemos ante una trama que engancha ya que se siente familiar para los que conocemos el personaje de hace años. Aunque a la vez, prolífera frescura.

Spiderman: Toda una Vida tiene el potencial para llegar a ser considerado un clásico. A tener en cuenta en esos rankings de las mejores historias o indispensables a leer de nuestro amado trepamuros. De clásico moderno, lo tildaría yo. Casi que no hay forma de reseñarlo sin spoilers. Pero a grandes rasgos: en 1962, un Peter Parker de quince años es mordido por una araña radiactiva y se convierte en el sorprendente Hombre-Araña. Flash Thompson es reclutado para servir durante la Guerra de Vietnam y es en 1966 cuando dicha guerra se endurece tanto, que Spidey debe sopesar la cuestión de dónde reside realmente su responsabilidad en el conflicto. Se cuenta bastante más en esta miniserie de seis números ahora recopilada que en casi toda una década de cómics. Desde los 60s del pasado siglo, hasta la primera del presente incluida. Y con apariciones estelares del Capitán América, Duende Verde, el Soldado Desconocido, el profesor Miles Warren, Mysterio, El Escorpión, Los Vengadores, Puño de Hierro, Morbius, Capa y Puñal… En definitiva, un enorme elenco de grandes personajes Marvel.

Spiderman: Toda una Vida utiliza el mismo truco que Marvels o JLA: La Nueva Frontera. Cuenta una historia familiar de superhéroes, pero la sitúa en el mundo real y el tiempo se desarrolla de una manera histórica-verídica. ¡Y Mark Bagley dibuja esto! El maestro Bagley que ha dibujado a Spiderman durante más de treinta años. Para muchos, el mejor dibujante que ha tenido nuestro querido vecino el arácnido.

Reseña: Batman. La Maldición del Caballero Blanco (Edición Deluxe), de Sean Murphy, Klaus Janson y Matt Hollingsworth

Tocaba Batman. La Maldición del Caballero Blanco. Fue en diciembre de 2017 cuando toda USA vio el lanzamiento de una original serie de DC Elseworld (Otros Mundos) de la mano del siempre genial Sean Murphy, que escribía e ilustraba dicha serie limitada de ocho números llamada Batman: Caballero Blanco (titulo que aquí va ya por su tercera edición). Una serie que de alguna manera había pasado por alto en su momento incluso cuando tanto fan por internet hablaba de ella. Yo, en ese momento, luchaba un poco por disfrutar de Batman siempre a mi bola, con el personaje aparentemente encerrado y ubicado en esos arcos argumentales que tienen principio y fin. Pero que están a mi alcance. Por lo que Caballero Blanco fue una fuerte alternativa a la narrativa central de Batman que muchos quizás dejamos de lado para centrarnos en historias acabadas. Y unos años más tarde, cuando murió el entusiasmo y los fans todavía se sentían orgullosos de haberla leido antes que nadie, me arriesgué con el tomo integral al completo y ahora en una edición Deluxde que es toda una maravilla. Doscientas páginas de escritura innovadora y contenido visual formidable, claro que no esperaba menos de Sean Murphy, quien aquí lo borda nuevamente, algo que no sé si ustedes, pero a mí no me sorprende nada de nada.

Ahora ECC Ediciones recién publica este genial tomo Deluxe con sobrecubierta (como todos) de La Maldición del Caballero Blanco, los ocho numeritos en tomo de tapa dura de los que gusta tener en la cómicteca. Donde Sean Murphy (siempre recomendaré su Punk Rock Jesus para iniciarse con el autor) continúa su propia creación del universo del orejas picudas como secuela del Batman: Caballero Blanco. Un tomo que además contiene el especial Batman – Caballero Blanco presenta: Von Frío, dibujado por Klaus Janson.

En la rampa de salida tenemos a un Joker fuertemente cuerdo contra un Caballero Oscuro que se agarra al final de su baticuerda como si le fuese la vida en ello. El ex Príncipe Payaso del Crimen es ahora un hombre del pueblo llamado Jack Napier, que al reunir a los gothamitas con medios astutos pero legítimos, ilegalizó a Batman. El uso de registros públicos para demostrar el detrimento del Cruzado de la Capa mantuvo dicha historia en los libros como si fueran hechos verídicos, al tiempo que convertía a Batman en el villano más odiado de todos. Y como lector, hasta te lo puede parecer. Con detalles simples pero certeros como demostrar, simplemente, a los ciudadanos que el dinero gastado en ayuda para desastres naturales se estaba gastando en los daños que Batman infligía en sus “cacerías”.

Después de disfrutar con el volumen anterior, me encontré esperando ansiosamente esta secuela. Y después de una espera dolorosamente larga (porque ya sabéis que dejé de coleccionar y leer grapas allá por los 90s) aquí estamos con La Maldición del Caballero Blanco, una nueva trama con Azrael, el caballero más oscuro que Gotham ha visto jamás, partiendo la pana, en un solo tomo. Esta historia se inspira en Knightfall. Gotham ha sido restaurada a una apariencia de orden después de la guerra de Joker/Napier y Batman, donde se quiso introducir la Iniciativa Napier para evitar que la Gotham Elite mantuviera el control de la ciudad. Lo hizo, en realidad, utilizando a súper criminales para avivar las llamas en su propio beneficio. Joker quiere sacudir el mundo de Batman desenterrando la historia de la familia más famosa de Gotham. Entre el Joker y la Gotham Elite comienza una guerra que fija su objetivo entre Azrael y Batman. Y Sean Murphy establece una rivalidad de sangre al principio de la historia con líneas de tiempo duales que rápidamente te sumergen en dicho plano alternativo. ¿Por ejemplo? Al visitar Edmond Wayne, descubrimos la historia corrupta de dos casas clave de Gotham.

La Maldición del Caballero Blanco es una trama que conoce sus puntos fuertes y se apega a ellos. La versión alternativa de la actitud de Batman conduce a varios momentos interesantes. Cada vez que nos desviamos del camino trillado, somos recibidos por algo familiar que mola. Las relaciones centrales de Batman cuentan con un gran apoyo incluso con las interacciones más pequeñas, pero las relaciones poco probables brillan intensamente, comenzando con la doctora Leslie Thompkins, uno de los personajes escritos con mayor fuerza, que tiene el don de la voz como razón. Pero con matices de afecto y protección maternal hacia Bruce. ¿Y Harley Quinn? Muy refrescante con sus nuevas responsabilidades y motivaciones.

Y entonces, ¿por qué deberías leer La Maldición del Caballero Blanco? Es un cúmulo de giros diferentes de los estereotipos más establecidos. El distintivo de Sean Murphy se puede ver a una milla de distancia con sus impresionantes fondos y diseños de personajes únicos. Un cómic, una trama que se devora en nada, uno de los mejores tomos del momento.

Reseña: Starman. Los Años de David Bowie como Ziggy Stardust, de Reinhard Kleist

Starman es una novela gráfica que también debería atraer a las personas que no suelen estar interesadas en los cómics. Y eso, en este país de hoy, con uno de los porcentajes lectores más bajos del primer mundo, se puede decir que es un gran cumplido. Con el paso de los años, Reinhard Kleist se está convirtiendo cada vez más en un cronista de la historia de la música en formato cómic. Después de Johnny Cash (I see a darkness https://www.ecccomics.com/comic/johnny-cash-i-see-a-darkness-5466.aspx) y Nick Cave (Mercy on me https://www.ecccomics.com/comic/nick-cave-mercy-on-me-segunda-edicion-6757.aspx), el berlinés que a estas alturas ya es poseedor de un Premio Max y Moritz en tres ocasiones, incluido en 2018 el premio al mejor autor de habla alemana; con cómics que han sido traducidos a cantidad de idiomas; ahora se centra en el dios de la música. El polifacético e influyente David Bowie.

Como sugiere el subtítulo, Starman se centra en los años en los que el británico pasó de ser un recién llegado prometedor, a la estrella de rock galáctico que se llamó Ziggy Stardust. El año es 1972, es enero y la audiencia para las actuaciones de Bowie y su repertorio es aún pequeña. Pero pronto somos testigos de una transformación a través del poder de la música. Ziggy Stardust evoca colores brillantes en la monótona vida cotidiana de la juventud británica. El mesías de la música extraterrestre ha aterrizado. Desde muy locos roles de género y cambios de identidad sexual hasta la comprensión del rock y el pop, Ziggy provoca, desafía y libera a la persona que se pone frente a él. Pero no todo son luces y flores en este cosmos de apariencia fantástica hecha a sí misma. La fama y el ego, la creación y el creador, pronto lucharán entre sí.

Tenemos un volumen de ECC Ediciones en tapa dura, un ejemplo más donde Kleist demuestra que es un maestro de la biografía musical en formato cómic. Starman es otro ejemplo visual y narrativo de cómo hacer una novela gráfica que se devora y se disfruta en nada. De esas que llevas bajo el brazo en el metro, a la piscina o a tomarte un té o café a solas en una terraza de verano. Y la misma que luego posas en tu estantería junto a los vinilos o CDs de este gran autor.

Para la ocasión, Kleist, que es autor e ilustrador, tiene un socio perfecto llamado Thomas Gilke. Un colorista que hábilmente establece acentos de colores brillantes en contraste con los tonos marrones claros donde se utiliza -diría que a la perfección- una paleta de colores como medio dramatúrgico.

Ziggy se convirtió en el lado oscuro, egocéntrico, hambriento de éxito de Bowie, como describe Kleist de manera impresionante. Pero el 3 de julio de 1973, el cantante tiró de la cuerda y dejó morir a su alter ego al anunciar en una actuación en Londres que eso era todo. Un Suicidio del rock’n’roll, como se llamó la última pista del álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Me consta que existe una secuela llamada Low: Los años de David Bowie en Berlín. Ojalá ECC Ediciones se anime a publicarla.

Reseña: Chew (Integral 1), de John Layman y Rob Guillory

Una de las cosas que más odié durante el confinamiento, fue no poder salir a comer fuera. Y donde se podía… no se podía a gusto. Que sí, que la comida a domicilio estuvo muy bien y las mensajerías hicieron dinerito fresco a cascoporro, pero uno/a no puede esta dando propina toda la vida porque le pongan de poner. No en este país. No con nuestros sueldos. Y cocinar no era una tarea ardua pero durante el confinamiento se convirtió en una de las rutinas más odiadas por el ser humano de este planeta al que por fin se le metió el miedito en el cuerpo porque un virus (esta vez de verdad) podía acabar con todos. Fue duro. Y eso que puedo alegar ser, de las pocas personas de este país que continuó saliendo a trabajar cada día como si todo aquello no fuera con él. Mi trabajo era importante en aquellos momentos para los demás. Dejémoslo ahí. Bien, pues si no sabéis que es Chew, aquí tenéis un cómic sobre las consecuencias que trae una plaga masiva, donde el gobierno ha establecido regulaciones estrictas sobre lo que la gente puede y no puede comer. Y los agentes de la FDA patrullan las calles en busca de vendedores de alimentos ilegales de alimentos mientras descubren una conspiración masiva que termina resultando ser docenas de cuerpos que debieron ser enterrados y no devorados como están siendo. Sí, a pesar de que Chew fue publicado en USA en 2009, este cómic no ha envejecido nada de nada.

Tony Chu es un policía con un secreto, un extraño secreto. Tony Chu es cibopático, lo que significa que obtiene impresiones psíquicas de todo lo que come. También significa que es un gran detective, siempre y cuando no le importe mordisquear el cadáver de una víctima de asesinato para averiguar quién fue y por qué están ahí tiradas sus entrañas, vacias por toda la acera. Es un trabajo sucio y Tony tiene que comer cosas terribles en nombre de la justicia. Y por si eso no fuera suficientemente malo, el gobierno ha descubierto el secreto de Chu y tiene (terribles) planes para él. Le guste o no. Chew es una de esas series de trama tan diferente que mola. Una serie retorcida sobre policías, ladrones, cocineros, caníbales y clarividentes, escrita por John Layman (Marvel Zombies vs. Army of Darkness, House of M: Fantastic Four, Puffed) con unos dibujos molones de mi admirado «novato» ilustrador Rob Guillory.

Chew comienza en un mundo donde una misteriosa cepa de gripe aviar ha matado a veintitrés millones de personas. Como resultado, el gobierno USA ha prohibido la producción y venta de todos los productos de pollo. No más tortillas, no más huevos revueltos, no más sopa de pollo y no más pollo frito (¡Dioses! Me muero si pasara algo así). Curiosamente, resulta que vivir en un mundo en el que el pollo está prohibido es un mundo en el que solo los forajidos tendrán pollo. ¿Os acordáis de la La Ley Seca? Pues eso. Y aquí como resultado una Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recientemente empoderada va directamente a la guerra con ese mercado negro de aves creado por los malos-malutos que siempre tienen que estar al margen de las normas civilizadas impuestas. Y si creéis que la trama de este cómic es sospechosamente una crítica a la tremenda guerra contra las drogas que existe en USA, no os preocupéis, el cómic hace claramente la comparación por nosotros.

En todo este lío interviene el ex-policía de Filadelfia convertido en agente de la FDA, Tony Chu. Ese que puede aprender cosas sobre los alimentos que come. Por ejemplo, si come una manzana, puede saber dónde se cultivó y quién la recogió. Si come un buen bistec…, bueno, digamos que no le hace ninguna gracia comer carne. Ya en el primer número de la serie, su pequeño/gran talento le sirve para descubrir accidentalmente a un asesino en serie que trabajaba como sous-chef en un bar clandestino de pollos de rigurosa procedencia. Una “encantadora” premisa para empezar este primer magnífico integral de veinte números que acaba de publicar Planeta Cómic en nuestro país. Donde a pesar de la temática exagerada y las desagradables implicaciones de un policía que tiene que comerse a la gente en nombre de la justicia, la construcción de Chew esplende porque muestra ser un cómic que se disfruta con una sonrisa casi constante en la cara. Muy pocos cómics consiguen eso.

Sabía de la fama de Chew y era uno de los títulos que había pasado por alto hasta ahora que sabía que me iba a encantar si o si. Iba con las expectativas muy altas y aunque soy consciente de que eso es muy peligroso, no solo no me ha decepcionado, me ha quedado la sensación de que quiero esta serie al completo en mi ya tan espacio-solicitada cómicteca. Tony Chu es un chulo personaje que se mueve entre un gran elenco de personajes. Layman reconoce todos los tropos tradicionales de un procedimiento policial y lo lleva de maravilla con cada trama. Violencia, intriga, humor y habilidades aún más extrañas que las centradas en la comida, van apareciendo. Son los otros ingredientes del atractivo de Chew.

Una maravilla.

Reseña: Las Mil Caras de Jack el Destripador, de Antonio Segura y José Ortíz

Lo decía el otro día en redes sociales. Menuda recuperación de órdago que se acaba de marcar la cada vez más recomendable editorial Isla de Nabumbu con la publicación/reedición en un genial álbum de tapa dura de Las Mil Caras de Jack el Destripador. La tan alabada obra de Antonio Segura y José Ortiz imposible de tener y gozar en un genial formato como el comentado… hasta ahora. Como bien alega la editorial y su principal representante el amigo Javier Alcázar; libros y tebeos hechos con cariño, cómics que nunca pensaste volver a ver editados con calidad, recuperación de autores olvidados, libros necesarios aunque minoritarios, la esperanza del neopulp hispano… y mucho más. Rescatados muchos, obras indispensables como todo lo publicado de Auraleón…, añadiría yo.

Y ahora un glorioso cómic de Terror con el que babear un poquito ahora que se puede conseguir en librerías y en su web. Las Mil Caras de Jack el Destripador, una colección de historias magníficas. Y es que a uno le da un subidón de narices siempre que puede ponerse con otra colaboración de dos grandes maestros del noveno arte como fueron José Ortiz y Antonio Segura. Y más cuando hablamos de una mini colección de historias de Jack el Destripador con muchas ilustraciones que son dignas de cuadros. Con una premisa que fue más que sorprendente para mí pues, a partir de la locura asesina de Jack, nuestro aterrador protagonista se expande en otros personajes como si los poseyera. Una psicosis común en otros tantos asesinos, que los autores llamaron Jack para hacer a los personajes más «encantadores» si podemos decirlo así.

Todas estas pequeñas historias tienen lugar en Londres durante un período de veinte años. Donde se rememora muy bien ese desconocimiento, ese halo de misterio que siempre debe llevar la sombra de Jack el Destripador consigo mismo. Es entonces cuando Ortiz y Segura nos acercan, nos llevan de la mano, a nuevos crímenes a través de otros rostros, seres perdidos, que pasaron a la historia del delito mediante la fama de este ser abominable que hizo los indescriptible con algunas de sus víctimas…

Jack está súper bien representado. Tiene un aire a Drácula tremendo desde la portada hasta sus escasas apariciones “reales” en viñeta. Tiene aire a ese tipo de persona que hemos visto alguna vez gobernado por las arrugas, casi decrépito, a ese tipo que va de vuelta en la vida y opta por la muerte como diversión. La muerte de los demás, por supuesto. Otra de las muchas cosas que me gustaron del cómic es que presenta una teoría sobre el personaje-mito-realidad que podría sostenerse bastante bien y explicar muchas cosas, en especial, la razón por la que los cuerpos de seguridad nunca lo hemos podido atrapar ni identificar en todos estos años.

Para más inri o para más acercamiento al horror y al acecho que muestran cada una de las historias, los ambientes son oscuros. El nivel de vida social y la miseria están bien representados, los barrios-bajos también y lo mismo ocurre con la mentalidad inglesa que quería que el asesino no fuese inglés, porque eso sería imposible, ¿no? Los piratas estos siempre igual… El hilo de las tramas que siguen son, por supuesto, los diferentes asesinatos cometidos no por uno, sino por varias personas que se hacen llamar Jack y que matan de todas las formas posibles e imaginables, sin que sea necesario abordar esa fama del Destripador, ese rumor tan trillado de que sólo iba a por prostitutas. Aquí, sin sexismo, sin selección, esta esencia del Mal le quita la vida a todo lo que le rodea. El asesino, el destroza-alamas tiene mil caras, mil motivos, mil víctimas. Y entre los guiños gráficos podemos encontrar dos referencias (o yo encontré sólo esas dos) en algunos de los asesinatos narrados donde se puede reconocer a un tipo que viste un abrigo largo gabardinero que diría que se apellida Lee… y otro que, sin duda, tiene toda la pinta de Boris Karloff en La sombra de Frankenstein.

¿Lectura en blanco y negro? No es la primera vez que digo que ciertos dibujos o mejor dicho ilustradores se magnifican con el uso del b/n. Y sé que a cierto tipo de gente no le gusta, que si es antiguo, que si los ojos sufren, los modernitos que detestan las cosas sin antes probar. Lo diré una y mil veces: dependerá del trazo, del dibujante y su don. A lo quisquilloso que sea, sobre todo, el ilustrador con los detalles. Si lo maneja a la perfección, el dibujo se encumbrará, cuando lo normal es que en blanco y negro pierda. Ahí está la magnífica labor de José Ortíz, su don, capaz de hacer maravillas de este tipo como hizo con su gran obra Hombre.

Grandes historias cortas de las que al terminar quieres más. Una más. Y otra. Otra más, camarero, por favor. ¡Qué no me voy todavía! Patatas fritas con ketchup, tinto de verano, el horror más puramente logrado por dos de los grandes maestros comiqueros de la historia de nuestro país.

Reseña. Locke & Key. The Golde Age, de Joe Hill, Gabriel Rodríguez y Jay Fotos

El 26 de abril de este mismo año fue el lanzamiento de la tan esperada Locke & Key: The Golden Age, una colección de historias que prometía ser la introducción perfecta a los personajes, mundos y llaves místicas que dan nombre a esta ya tan famosa serie de cómics del gran Joe Hill y Gabriel Rodríguez.

Existe gente que llegó (y flipó) con Locke & Key mediante los cómics. Otros curiosamente abordaron la magnífica obra gráfica después de su estreno en serie de TV. Pero os puedo contar casi en voz baja que me he enterado que hay otro tipo de fans que llegó a esta serie por su cruzamiento con el Sandman Universe que se propone aquí. Se corrió la voz y algunos/muchos se vinieron para acá. Panini Cómics recién publica este mes en nuestro país el volumen Locke & Key: The Golden Age. Un volumen -ya desde la primera página- verdaderamente encantador que abre la puerta a momentos históricos relacionados con el famoso universo de estas poderosas llaves. Y una colección de relatos que abre un cruce épico con el Universo Sandman de DC Comics.

Locke & Key: The Golden Age incluye historias autoconclusivas, dos relatos publicados anteriormente como Small World, Open the Moon, el preludio a World War Key y la nueva serie de Locke & Key que aproxima la historia de la familia Key durante grandes conflictos como la Revolución Americana, la Guerra Civil o la Segunda Guerra Mundial. Así como el crossover íntegro con Sandman en dos partes denominado Hell & Gone. Y como regalo especial exclusivo de esta colección en tapa dura, se incluye el cuento inédito Face the Music, creado por Hill y Rodriguez como parte de un proyecto de disco de vinilo que, lamentablemente, nunca llegó a buen término. Una historia caprichosa de la familia Locke ambientada a principios del siglo XX y que presenta una llave completamente nueva. Locke & Key: The Golden Age además de ser un tomo que contiene cuentos fabulosos, el volumen también recoge más de veinte portadas, principales y variantes.

¿Sinceramente? Me salté el paso a paso y fui directamente a leer los números de Hell & Gone. Y me encantaron. Y así ya empecé con una sonrisa a leer todo lo demás. Estamos ante las historias que mejor allanan el camino hacia el maravilloso mundo de Locke & Key. Podemos ver esos viajes de los personajes, desde la infancia hasta la edad adulta, y los lectores obtienen así una historia completa que es cohesiva, inteligente, divertida, aterradora y entretenida. Debo admitir que devoré este tomo en dos noches de estas “fresquitas” que estamos teniendo. Y con «fresquitas» me refiero a fuego abrasador es lo que cae del cielo sobre este país que será desierto sahariano en cincuenta años a más tardar… Pero pude leer el tomo, tomarlo capítulo por capítulo y dejar que las situaciones, los personajes y la historia de estas páginas se apoderáran de mí. Cosa que Hill con su guiones consigue fácilemtente. The Golden Age no solo ha vuelto a encender el fuego por querer leer más Locke & Key. También avivó la llama por volver a repasar esos dos grandes omnibus que editó Panini Cómics (https://www.panini.es/shp_esp_es/locke-key-omnibus-1-sloke101-es01.html) y que nadie se debería perder, donde se recopila toda la obra inicial. Es donde verdaderamente apreciarás los talentos de Joe Hill y Gabriel Rodríguez.

Durante doscientos años, la familia Locke ha vigilado una mansión de Nueva Inglaterra donde la realidad se ha desquiciado y las sombras caminan solas. La vida de Chamberlain Locke y su familia a principios del siglo XX y sus combates, desde arañas gigantes a los campos de concentración de la Primera Guerra Mundial… Las conexiones entre los universos de Sandman y L&K son mucho más profundas de lo que pensaba y se remontan mucho más atrás de lo que imaginaba. Las escenas que me intrigaron de Hell & Gone tienen ahora mucho más sentido, ahora que he leído todo lo que propone The Golden Age. Prestad especial atención a “las cartas” y al “pañuelo rojo” al principio de la trama que… ¡A lo que llevan es increíble! La escritura de Joe Hill vuelve a ser de primer nivel y este es el mayor cumplido que puedo dar: Sentí que estaba al nivel de Gaiman.

¿Algo negativo? Voy a gastar mucho dinero en cómics de Locke & Key en las próximas semanas y meses. Lo quiero todo-todito-todo de esta serie. Así que aficionados al terror y la fantasía: compren este tomo. Y si ya venís instruidos en tema Sandman y Locke & Key, indispensable para vosotros. Incluso recomendable para aquellos que no leen cómics (dioses, ¿cómo se puede vivir así?) pero anhelan la aventura, la emoción, la magia, la tradición, los personajes fascinantes, o cualquiera de los universos de ficción, mundos en los que perderse… ¡Lean este cómic!