Reseña: Nadie, de Carlos Trillo y Alberto Breccia

Nadie es uno de esos títulos al estilo novela espías o policíaca que nacieron de la mano de los cientos de historietistas argentinos que contaban historias de detectives y agentes secretos de otros países entre 1940 y 1980. Nadie es justamente eso, aunque con menos glamour.

Nadie tuvo catorce entregas en la revista Tit Bits de editorial Record. Aparentemente, una historieta más que salía en las páginas de una revista comiquera al uso como las que se podía encontrar en cualquier kiosco en los años 80. Sin embargo, Nadie tenía una particularidad que la haría destacar entre otras historias precursoras del género negro: la aparición del villano internacional Fu Manchú. ¿Y quién es Fu Manchú y quién es Nadie? Para cualquiera que haya nacido en Argentina, haya sido niño u adolescente en los 70 y sea consumidor de historietas, cómics, tebeos o como queráis llamarlos; Nadie puede significar mucho o nada. El maestro Carlos Trillo y Alberto Breccia decidieron utilizar a uno de los villanos clásicos de las historias de aventuras dentro de su historia. El denominado «Peligro Amarillo» que nació en 1913 de la mano del novelista inglés Sax Rohmer. Fu Manchú es un villano chino que odia la civilización occidental y a la raza blanca. En todas las novelas en las que aparece es perseguido, derrotado y sus planes son desbaratados por el investigador inglés Sir Denis Nayland Smith, junto a su acompañante, el doctor Petrie. El personaje ha sido representado en cine en cantidad de ocasiones y por los grandes (Boris Karloff, John Carradine, Christopher Lee, ¿Nicholas Cage?). Además de contar con numerosas adaptaciones y apariciones en televisión, radio, novelas y cómics. Tanto fue el impacto que tuvo este villano que se convirtió en el arquetipo del malvado genio criminal por excelencia. ¿Acaso los lectores Marvel creen que El Mandarín es 100% original? Venga ya…

Pero centrémonos en el que mola que es Nadie. Un agente que trabaja para el servicio secreto británico -no, no penséis en el de siempre-; Nadie es más rústico, más de andar por casa, con menos florituras. Es un tipo duro que lleva a cabo todas las misiones que le plantean sus superiores por turbias que se presenten. Y paro de contar por que es un tipo que hay que conocer en viñeta. Pero ya os digo que esta recopilación que ECC Ediciones se marca entre sus publicaciones es joyita-joyita. Un volumen que recoge los catorce capítulos del personaje en un solo volumen. Donde este tipo de mirada certera tendrá que echar mano de sus recursos para neutralizar diversas amenazas, siendo casi siempre el objetivo contrarrestar al maquiavélico Fu Manchú.

Las historias que nos encontramos son muy variadas. Una con ese miedo presente que siempre fue la Guerra Fría (época en la que el cómic se publicaba), con el típico terror nuclear de aquellos años. Otras tocan bastante la política. Otras son solo misiones de rescate. Una serie de tramas que proporcionar esa diversión justa que siempre da al fan el género negro. Por lo que estamos ante un volumen trepidante, en el que vuelve a quedar patente la química creativa compartida por los autores de Un tal Daneri (https://www.ecccomics.com/comic/un-tal-daneri-8123.aspx), Buscavidas, Había otra vez… El lado oscuro de los cuentos infantiles o Viajero de gris. Obras que ECC Ediciones está editando para deleite nuestro y ningún fan debería perderse.

Carlos Trillo escribió catorce historias autoconclusivas, pero hilvanadas entre sí, que son dignas de ser llevadas a la gran pantalla. ¿Tiene que ver este Nadie con el que interpreta Bob Odenkirk (el abogado fanfarrón de Breaking Bad en el film estrenado hace poco del mismo nombre? No he podido encontrar datos. Pero no me extrañaría que al menos inspiración haya porque me consta que Derek Kolstad es un gran comiquero.

Historias donde vemos los miedos y anhelos de la época. La genialidad escrita de Trillo junto a los geniales dibujos de Breccia. El dibujo complementa la historia y nos permite adentrarnos en la ficción que es Nadie. Una obra fundamental para los amantes de la historieta latinoamericana. Una obra fundamental para el amante del género negro. Obra más profunda de lo que parece.

Reseña: Factor-X. La Caída de los Mutantes, de Louise Simonson, Jo Duffy, Walter Simonson, Tom DeFalco y VVAA

Reconozco libremente que, en general, desconfiaba del Factor-X, de Louise Simonson, antes de ponerme con la colección. Sus contribuciones a Mutant Massacre fueron la parte más débil del crossover, y no hizo exactamente de Inferno un evento excepcionalmente legible, al menos, para mí. Anticipo y vuelvo a recordar que nunca fui muy de mutantes, no entré en esa amalgama de gente que alucinó en su día con todo lo que llevaba la palabra “mutante”. Pero con los años uno se redime y accede a probar el puchero, ese que tu mamá incesantemente quería que comieras y tú pataleabas y te intentabas escapar como gato frente al agua. Lo cierto es que puedo entender por qué a algunos fans les gusta la escritura de esta guionista, pero centrándome en eso, Factor-X emula demasiado bien los guiones de Chris Claremont y ese mérito no se lo puede quitar nadie. Y reconozco estar impresionado con cómo avanza esta colección ahora que Panini Cómics la está recuperando en sus geniales Marvel Gold. Pues el Factor-X, de Simonson, se siente como una oferta mucho más fuerte a todo lo anterior que haya leído de ella. Realmente, contiene un guión este evento, que funciona a toda máquina.

La Caída de los Mutantes le permitió a Simonson llevar todo tipo de tramas a un punto crítico, uniendo años de acumulación en un final fascinante, emocionante y convincente. No tengo reparos en decir que Factor-X, y en especial, este segundo volumen que recoge La Caída de los Mutantes de forma completa, puede ser uno de los mejores Marvel Gold de toda la colección.

Y eso es decir bastante.

Había algo genial en la idea del X-Factor original, al menos, para un friki de los cómics Marvel. Cuando Chris Claremont se hizo cargo de Uncanny X-Men, después de la introducción del Giant-Sized X-Men, de Len Wein, obtuvimos una serie completamente diferente al X-Men, de Stan Lee y Jack Kirby. Con la excepción del profesor Xavier, Scott Summers y Jean Grey, se trataba de una nueva alineación, repleta de personajes nuevos (y rescatados) étnicamente diversos que posiblemente eclipsaron a la mayoría de sus predecesores en popularidad y fama. Aún así, parece interesante volver a visitar a esos cinco estudiantes originales, especialmente en una franquicia como Marvel, donde los nuevos personajes parecen archivarse por montones y el elenco clave parece cambiar casi todos los años durante la carrera de Claremont. Recurrir a los inicios. A los buenos. Siempre es una idea atractiva. Aunque más fascinante es la premisa básica que en realidad parece años adelantada a su tiempo. De hecho, es divertido mirar hacia atrás en un cómic publicado por primera vez a mediados de los 80 y leerlo como una deconstrucción de la tendencia que hubo hacia argumentos cada vez más oscuros y atrevidos que solo se estaban afianzando en ese momento. Ver como antihéroes como Lobezno o El Castigador se estaban volviendo cada vez más populares y lectores que se morían por leer cómics sobre héroes moralmente ambiguos. Y así, a nivel superficial, os puedo decir que Factor-X tiene ese rollito, ya que seguimos a una organización que caza y captura mutantes peligrosos, nuevas víctimas del Universo Marvel. Una premisa que podría parecer guion para Thunderbolts o Dark Avengers…

Por supuesto, la organización es solo una fachada para que los X-Men originales rescaten y salven a los mutantes de la persecución, parte de una iniciativa publicitaria para garantizar que cualquier humano los contacte antes de formar una horda con antorchas para capturar a un pobre mutante desaliñado. Pero insisto, bajo la tapadera de una organización de caza de mutantes, los miembros de Factor-X son «pequeños hombres buenos», tan buenos como parecen, son como una versión inversa de los Thunderbolts. Y la mayoría de la gente, en su corazoncito, y aunque parezca algo retrogrado, siempre quiere ver que normalmente ganan los buenos. Así que lo dicho: La Caída de los Mutantes es notable se mire por donde se mire. El mejor trabajo de Simonson, leído. Recomendadísimo Marvel Gold.

Reseña: Mundo Mutante + Hijos del Mundo Mutante, Jan Strnad y Richard Corben

No sé si se nos puede llamar «sibaritas» o algo así. Quizás gente con gusto que prefiere tener todos sus cómics en el mejor formato y a ser posible en un único volumen. Todo recopilado, sería la definición perfecta. Pero no se me viene a la mente una sola palabra que nos defina, que defina al sujeto que ve, por ejemplo, que vuelve a salir Mundo Mutante + Hijos del Mundo Mutante en una edición integral, que ya tenga las ediciones anteriores, y la quiera. Quizás por lo estrambótico, quizás por sus originales diseños tan realistas, los dibujos de Richard Corben marcaron a toda una generación de lectores de cómics entre los que me encuentro. Para el obtuso, decirle que Corben es uno de los creadores de narrativa gráfica más influyentes y talentosos de toda USA; un animador, ilustrador, editor y dibujante que comenzó a navegar por la tumultuosa ola de mezcla de contraculturas independientes de los años 60 y 70 del siglo pasado. Un autor portentoso que se convirtió en fuerza internacional de la narración pictórica aportando la originalidad de la suya propia. Estilo y visión inconfundibles, y muy conocido por su dominio del aerógrafo y su estilización anatómica cautivadora y excesiva. Todo expresado en una predilección infame por el horror deliciosamente malvado y oscuramente cómico. Además del erotismo seductor que impregna sus cuentos de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción…, por ese orden.

La mayoría de los viejóvenes llegamos a Corben por el camino del miedo. Del buen Terror de las grandes revistas como Creepy, Eerie, Vampirella o 1984; toda una serie de relatos de Terror que en USA publicaba Warren Publishing y que a la tierra de conejos fueron traídos por mi adorada y extinta editorial Toutain. Donde Richard Corben era referente. Y ahora, tras su reciente fallecimiento (2020) casi como un homenaje que nunca debe acabar, ECC Ediciones ha tenido a bien rescatar una de las obras fundamentales del maestro y editarla en un nuevo formato. Uno ideal. Mundo Mutante vuelve a estar disponible. Una edición quizás definitiva e integral. Una historia diferente con la que Jan Strnad y Richard Corben nos transportaron a un mundo post-apocalíptico muy cercano al Armageddon.

Los divertidísimos horrores comienzan con una especie de prólogo que presenta al Nuevo Mundo destrozado y a su superviviente más comprensivo: un tonto de tez poderosa pero intelectualmente desafiante apodado Dimento. En los escombros resplandecientes de la civilización, el hambre está en todas partes y casi todo lo que queda con vida quiere comerse a todo lo demás. Pero cuando Dimento ataca al caballo de una hermosa mujer, ella lo convence de que conoce un lugar maravilloso con cantidad de comida disponible. Y ese y otros anhelos, despiertan el corazón simplista y jovial de Dimento.

Hijos del Mundo Mutante fue una continuación que se imprimió en una serie de cinco cómics de la editorial clandestina Fantagor Press. Una historia que se centra en la hija mayor de Dimento (Dimentia), su compañero oso Ollie, y un puñado de otros supervivientes en un viaje por encontrar refugio seguro en una isla. Una historia que se resume en dos frases…, pero que hay que vivirla/leerla. Explosivamente violenta, mordaz, cargada de fatalidad, erotismo y brutalmente divertida. Pero rResumiendo y en su conjunto, una obra eterna del cómic de Ciencia Ficción.

Richard Corben siempre será uno de mis ilustradores favorito. Por un tiempo se centró en mi amado género de Terror y por eso tengo que quererlo más que a los demás. Tener una nueva edición así, con sobrecubierta protectora, una edición Deluxe… Era inevitable.

Reseña: UltraMega. Lucha por la Humanidad, de James Harren y Dave Stewart

Soy capaz de acercame a un cómic solo por el color. O por el colorista, en cuestión. A ese nivel friki llega uno cuando ama el mundo del cómic en casi todos sus conceptos. El galardonado colorista con un premio Eisner, Dave Stewart, también hace sus pinitos fuera de las grandes casas y dentro de Image y su línea Skybound es partícipe (dándole un tremendo empujón visual) a UltraMega; la obra ideada, guionizada y dibujada por James Harren. Un autor a tener muy en cuenta por mi parte a partir de ahora. Y es que bueno, en definitiva, y aparte del tema artístico, este que está aquí (en su polifrikismo) siempre se va a sentir atraído por el mundo de los kaijus. Esos grandes monstruos ideados por los japos en los que se dan de ostias a lo grande y que trajo a la actualidad fílmica Guillermo del Toro en su genial Pacific Rim.

La lucha por la humanidad.

Según cuenta la sinopsis se ha extendido una plaga cósmica que ha transformado a la gente de a pie en unos violentos y monstruosos kaiju. Ahora, solo los Ultramegas (individuos dotados de poderes increíbles) quedan para intentar sostener tanta locura. Batallas que si no se evitan, terminan dejando ciudades enteras arrasadas e incontables horrores y muertes a su paso. En fin… De todas las preguntas que han llenado mi cabeza últimamente, la que aparece una y otra vez cuando recapacito sobre nosotros es: ¿A dónde está yendo la humanidad? Pandemias globales, violencia ideológica y la aparición de la Rana Gustavo en Adivina Quién Canta (The Masked Singer). Todos estos temas han sido golpes duros para nuestra sociedad. Problemas y locuras de pensamiento visionado que nunca pensamos que tendríamos que lidiar en nuestras vidas. Personas que conozco (a veces, incluido yo mismo), se preguntan cuándo podremos volver a la normalidad. Y cuanto más reflexiono sobre esa idea, más me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. Gracias a las leyes abstractas de mierda del espacio-tiempo, solo podemos avanzar. Y entonces, en lugar de tratar de averiguar cómo podemos regresar, preferiría que nos tomemos tiempo en preguntarnos (como decía mi abuela): ¡A dónde vamos a llegar!

Coñas aparte, UltraMega nos hace una pregunta similar. En un mundo donde un extraño virus venido del espacio se extiende por nuestro planeta y convierte a las personas en monstruos gigantes, y otro tipo de personas son bendecidas (o malditas, según se mire) y van a ser nuestra última oportunidad para sobrevivir a ese virus… Gusta ver que los que nos defenderán son seres de raciocinio muy parecidos al Dr. Manhattan y al desarrollo de su poder. Decidme entonces si no mola imaginarse como uno de ellos. ¿Es así, no? Siempre pensamos que en un ataque-zombie seríamos uno de los supervivientes, ¿no? Ay, díos mío…

James Harren dedica tanto tiempo a darnos secuencias de acción espantosas como a contarnos la historia de hombres destrozados que son «demasiado viejos para esta mierda». Y eso me ha encantado. Me ha tocado el alma. Así que no cuento más. En un extraño acto de equilibrio entre humor, gore, shock y horror. La miniserie UltraMega que acaba de publicar ECC Ediciones en un tomito en tapa dura -que recoge cuatro numeritos, ya en enero, es para mí una de las sorpresas comiqueras del año. Cada personaje de esta serie tiene algo en juego por lo que vale la pena luchar. Pero todos quieren que las cosas vuelvan a la normalidad. Anhelan cuando el mundo era fácil y no tenían que sacrificar sus vidas en nombre de ningún puto nadie… Todos desearían poder vivir una vida sin miedo y sin pánico constante. La normalidad anhelada, esa que tanto valoramos cuando no está.

Cómic independiente de sobresaliente.

Reseña: El que Roba a los Muertos y otras Historias de Terror, de Lou Cameron

Nunca me cansaré de dar las gracias a las editoriales que lo hacen bien. Y digo «bien», en todos los sentidos. Por que aparte de publicar obras en buenas ediciones y en formato de calidad (difícilmente deteriorables), el objetivo certero, la punta de la lanza siempre debe centrarse en la obra en si. Lo que se publica, cómo se publica pero qué clase de título traen de nuevo a la vida, a la actualidad, al inmenso mundo de novedades. Rescates de libros, cómics, historias, que jamás pensaste poder volver a disfrutar fuera de legajos que se deshacen con el calor de una mano humana… Obritas como el nuevo tomo El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron, que recién publica la siempre genial Diábolo Ediciones. A poco que compartas el gusto por el género de Terror clásico, el bueno e indispensable; editorial de la que no deberías quitar ojo nunca entre sus nuevas publicaciones.

El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron es puro amor por el buen género de Terror. Algo que muchos compartimos con el editor de esta colección de tomos denominada Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Terror clásico y que ahora muestra el trabajo de Lou Cameron para una de las editoriales en su día de renta más baja de los años 50, pero una que también fue subestimada por muchos fans de los cómics y por la que terminó enamorándose mucha gente. ¿Concretamente? Mucha culpa tuvo el arte de Lou Cameron, que es sorprendentemente surrealista con un talento para dibujar seres espectrales, fantasmas y muertos que es de lo mejor que se puede encontrar dentro del mundo del noveno arte. Y como Craig Yoe lo sabía, se fijó en él como uno de los pilares de esta colección. Creando otro volumen, otra de las joyitas que gracias a Díabolo Ediciones podemos encontrar en nuestro país. Véase su genial colección entre los que se encuentran ya titulazos como Haunted Love, el Frankenstein de Dick Briefer, Zombis, Momias, Criaturas del Pantano, Fantasmas…, y un potente etcétera que creo que está por venir. Al que se une como octavo volumen esta maravilla que es El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron.

También se ofrece un poderoso articulo, a modo enciclopédico, sobre la vida artística (y a veces, íntima) de Lou Cameron. Todo de la mano del antologista Craig Yoe. Excelentes comentarios que acompañan y brindan un análisis contrastado de las técnicas de Cameron, que están vagamente inspiradas en el arte surrealista. Y una breve descripción de su trabajo como escritor posterior fuera del mundo del cómic. En mi opinión, este volumen tiene quizás el mejor arte de todos en la línea Horror Library. Creo que para el que nunca haya oído hablar de él, se va a enamorar. Insisto en esta palabra-verbo porque es una consecuencia. Además, encontraréis al final, historias que os marcarán y permanecerán en vuestra memoria por mucho tiempo. Estoy seguro. Es un arte… probablemente el mejor jamás visto fuera de los cómics de Terror tan famosos de la EC, donde la calidad del dibujo fue apoteósica. En un momento dado se llega a decir que si Lou Cameron hubiera trabajado para EC probablemente habría terminado siendo considerado como uno de los mejores artistas de la Edad de Oro. Y realmente, después de leer este volumen, estoy de acuerdo. No es sólo su trabajo de línea -que estaba muy por encima del promedio de aquellos años-, sino su uso del diseño de la viñeta, los ángulos de cámara, planos secuenciales (fijaos en la viñeta del Dragón). En momentos, recueda al trabajo de Will Eisner, así como a lo que era capaz de hacer Jim Steranko años después. Se podría decir que Cameron fue influenciado por el movimiento de arte surrealista de la época, arte que parecía sacado (¿prestado?) del maestro Salvador Dalí. A ese nivel llega.

Por lo tanto, un nuevo volumen refrescante con un arte innovador y con historias como La noche en que las estatuas caminaron o Las 5 vidas de Otto Marlin; terror sobre el que seguir pensando días después de su lectura.

Súper recomendable este volumen, sobre todo, por la originalidad que muestra.

Reseña: Marvel Omnibus. Iron Man. Director de S.H.I.E.L.D., de Daniel y Charles Knauf, Roberto de la Torre y VVAA

A revolución sonaba la carrera de los Knauf en Iron Man. Lograron hacer tramas, aventuras y thrillers con un personaje de capa caída, al menos, en el mundo de los cómics y había pasado mucho tiempo desde que la cabecera Iron Man fuera algo interesante para leer. Por eso, no tenía ninguna duda de querer leer y reseñar Iron Man: Director de S.H.I.E.L.D., ahora que Panini Cómics acaba de publicar el ómnibus de este titulo. Una tremendísima oportunidad. Es más, no parecía que iba a ser una obra centrada con el problema a tratar sobre la muerte del Capitán América. Sabía que los Knauf surcarían otros senderos y conociéndolos, deberíamos obtener una idea de cómo Tony se iba a aclimatar como nuevo Director de esta siempre curiosa empresa de inteligencia y actuación. Mas, si alguna vez os preguntasteis (después de quedar alucinado en los films), por donde seguir mediante los cómics, tras los acontecimientos de Civil War, la colección que hoy os reseño es lo que toca.

Tras aquellos sucesos que no vinieron bien a nadie, Tony Stark termina por aceptar el trabajo más duro del Universo Marvel: ser Director de S.H.I.E.L.D. El hombre tecnológicamente más inteligente del Universo Marvel se dispone así a actualizar el modo de trabajo de dicha agencia, y eso llevará a Iron Man a tener que resolver más de un problema por sí mismo. Comenzando con Dum Dum Dugan que se pregunta dónde está Tony, para así trasladarnos al laboratorio a bordo del Helicarrier donde Maya y Tony están ocupados realizando una autopsia al cuerpo de un terrorista muerto. Pero… ¿tecnozombis? ¿Héroes renegados o traidores a La Iniciativa y un cambio de régimen en Madripur? ¿Qué demonios es todo esto?

Iron Man: Director de S.H.I.E.L.D. #15 da inicio a este gran evento de 2007-2008. Serie que llegó a ser conocida dentro del Universo Marvel como La Iniciativa. Una potente obra guionizada por Daniel y Charles Knauf y con unos tremendos dibujos de Roberto de la Torre con Jonathon Sibal como entintador. Lo cierto es que hacer un resumen de todo lo que ocurre en tan tremendo tomo se hace algo difícil. Estamos hablando de un volumen que comprende más de treinta números (Iron Man: Director de S.H.I.E.L.D. #15-#32) más un primer Annual en los que desde la primera página ya estás «in media res». Es decir, acción y sucesos por los cuatro costados.

A destacar bastantes números, como por ejemplo, el #25, joya absoluta, me refiero al giro que da aquí toda la historia central. Donde después de arrastrar los pies por el barro y batallar con casi todos, Iron Man nunca llega a ver la luz al final del camino. Me encanta la nueva dirección que toman los guionistas, por ejemplo, con el Mandarín. Al igual que Ed Brubaker hiciera con Cráneo Rojo en su día, vais a ver en Director de S.H.I.E.L.D. que los Knauf convierten al Mandarín en un villano más calculador con la previsión de desafiar a cualquiera en su camino, y a mí que nunca me hizo gracia este malo-maluto, ahora me encanta. En lugar de ser simplemente malvado, es más una persona loca que ve el mundo desde una perspectiva distorsionada. Y hará que el lector también lo vea todo bastante sustancioso. Eso significa que estarás leyendo mucho y no todo diálogos sin sentido, pero flipas cuando finalmente lo que hace el susodicho encaja cuando Tony Stark conecta ciertos puntos.

Y el #19 y el #20 no pueden resultar más épicos, cuando algo viene a la Tierra desde el espacio profundo… y parece demasiado irritado… y es un tal Hulk que quiere venganza… y Iron Man está en su lista. Pero, ¿pueden las defensas espaciales de Tony Stark ralentizar al gigante verde? ¿Qué armadura especial se pondrá Iron Man contra el oponente definitivo? Una cosa es segura: cuando estos titanes chocan, las ondas de choque sacudirán el planeta y parte del universo. Además el director interino Dum Dum Dugan va a tener que decidir si la prioridad es encontrar a Tony…, o si tomar el control y hacer las cosas a su manera resultará factible.

Magnifico todo y cómo está llevado. Definitivamente, os animo a que le deis un tiento a esta aventura con decenas de aventuras detrás. Este es sin duda uno de los cómics mejor escrito del mercado y vale la pena el precio y, por supuesto, llevártelo a casa de una atacada.

Nuevamente, hypeado con el personaje.

Reseña: Camisa Gris, de Alan Moore, Rick Veitch y VVAA

De vez en cuando y cada uno mucho, a uno le pide el cuerpo leer a Alan Moore. Ese toque diferente en cuanto a guión que le da a los cómics, ese diferente modo de ver las cosas, el rescate de esos personajes olvidados del noveno arte pero a los que se les puede sacar mucho partido…; eso, en esencia, es un cómic o guion de Alan Moore. Fruto de la imaginación y el talento de Moore junto a Rick Veitch, Camisa Gris protagonizó diferentes aventuras publicadas en la antología Tomorrow Stories. ECC Ediciones nos trae un genial volumen recopilatorio de todas esas celebradas historietas, así como un compendio de relatos del personaje procedentes de los especiales America’s Best Comics Special #1 USA y ABC: A-Z – Greyshirt & Cobweb #1 USA. Pero más aún, el tomo contiene la miniserie Greyshirt: Indigo Sunset, con la que Veitch retomó al personaje acompañado de autores de la talla de Dave Gibbons o David Lloyd, entre otros. En definitiva, un volumen indispensable para todos aquellos que conocimos al personaje en su día y siempre quisimos saber más.

¿Y qué vais a encontrar en estos doce numeritos de Tomorrow Stories (Camisa Gris)? En temas profundos, la relectura de algunas historias que ya asumí hace años, hizo que me percatara de que la serie -entre sus argumentos y aventuras- trata el tema de la homosexualidad, la prostitución, el incesto, la bestialidad y la pedofilia y las clasifica como diferentes tipos de «perversión». Moore esplende en estos guiones con su crítica guionizada en personajes que sufren pero también que ríen y se la pegan cuando menos esperan. Estos son problemas que en realidad proliferan en toda la línea ABC (y, supongo, en gran parte del trabajo de Moore), como si os fijáis también pasa con Promethea cuando expone el lío protofeminista y empieza a ser demasiado ambicioso con ello. ¡Lo cual está bien! Porque al final todos los títulos de ABC eventualmente terminan mostrándose como si estuvieran escritos por un viejo cachondo que no puede decidirse en decir si es un defensor del Amor Libre o simplemente está molesto con el lector que se avergüenza de sí mismo. Cada decisión narrativa en estos cómics está dictada por quién está. Y dicho esto, Tomorrow Stories está, al menos un poco, más centrada en Moore mostrando sus considerables músculos dentro del género superheróico. Todo en una pura brevedad del formato antológico, que significa que es imposible ver ninguna pelusa en el pantalón del maestro. No sé si me captáis…

Cada vez que Alan Moore hace una declaración donde deja en ridículo a los superhéroes y cuestiona a sus seguidores, allí estoy yo. Hay quien se molesta, pero no dejamos de estar ante el típico caso del abuelito al que tenemos respeto y está constantemente haciendo chistes algunos sin sentido. En ti está entenderlos y reírte con él y su chocheo, o indignarte preguntándote porque este tío ha llegado tan lejos. Personajes como The First American y U. S. Angel o Salpicón Brannigan (el Vengador Indeleble) tienen de esto y mucho más. Pero sinceramente os empujo a que leáis y disfrutéis, sobre todo, las tramas de Camisa Gris, y en especial, Jack B. Quick. Vais a disfrutar de un cómic bien hecho donde estos personajes aparezcan. Aunque también os digo que Salpicón y Cobweb tiene un nivel que ya querrían muchos de cómics «mainstream» actuales tener. Una fantástica selección de historias con todas estas tesituras.

Quien diga que este volumen y sus historias no están a la altura, obviamente está equivocado o no sabe leer entrelineas.

Disfrutar…, en ti está, que diría Yoda.

Reseña: He-Man / Thundercats, de Rob David, Lloyd Goldfine y Freddie E. Williams II

No se me ocurre mejor recomendación comiquera para estos días de regalos que un TPB ligero y con una idea inesperada que van a disfrutar, sobre todo, aquellos nostálgicos de los 80. En concreto, niños que hoy en día rondan los treinta, cuarenta o cincuenta tacos; niños de los 80 y 90 que en su infancia disfrutaron de dos gloriosas series de dibujos animados como fueron los Thundercats y He-Man y los Masters del Universo. Un cómic que ECC Ediciones publica, un recopilatorio de los seis numeritos que compusieron esta miniserie de un crossover nunca imaginado. Una oda a la nostalgia, un reclamo, el choque entre dos de los mejores universos de la cultura popular fantástica en formato animación televisiva. Un cómic que trata directamente algo muy de moda: como es aborda la nostalgia (la nuestra), en toda regla. Una nueva alusión de las que se han propuesto hacer las dos grandes casas de cómic norteamericano, para tocarnos la patata a esos niños (ahora viejóvenes), en muchos casos padres o madres, que quieren que sus hijos disfruten o al menos conozcan, lo que tanto les gustaba a ellos de pequeños.

Grandes e improbables crossovers. Pero terriblemente atractivos. Esa es mi opinión. Star Trek/Green Lantern, Tarzán/El Planeta de los Simios, Batman/Tortugas Ninja (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6407); cómics que me parecieron sorprendentemente novedosos. Así como He-Man/Thundercats también me lo pareció. En pocas palabras, pensé en su día que no merecía tomarse demasiado en serio estas franquicias, pero empiezo a pensar que hay que leer todas las posibles porque se están publicando cositas muy chulas y se convertirán en rarunadas inencontrables algún día. De eso estoy seguro. Tanto el universo He-Man y los Masters del Universo como el de Thundercats son intrínsecamente parecidos así como evocadores para los que nos gusta leer literatura fantástica. Por ese recoveco nos entraron. Era su encanto. Y aunque He-Man en la serie clásica animada era un buenacho de libro, un príncipe sencillo, simple y musculado en cuya mente todo era blanco y no había opción de mal; el universo de Thundercats sí que era algo más oscuro y pocos capítulos trataban el tema de hacer lo correcto. Por eso estamos ante una mezcla perfecta. Eso sin quitar el enorme atractivo que tenían ambos mundos en cuanto a compendio de monstruos.

Aquí se nos presenta una historia que va adoptando un tono terrible y comienza a tomar impulso hacia la conclusión del crossover. Eternia, Skeletor y un ahora un incorpóreo Mumm-Ra unen fuerzas y He-Man tendrá que buscarse aliados ante tal potencial. También algunos trucos nuevos, pues para colmo, estos demonios terrenales han logrado esclavizar a los Antiguos Espíritus del Mal de la Tercera Tierra y estos se dirigen a destruir directamente Eternia. Pero ante tal terrible catástrofe, los ThunderCats se comprometen a ayudar al Rey Randor y a los Masters del Universo en lo que puedan. No obstante, surgirán conflictos en el modo de hacer las cosas y el modo de enfrentarse y en el quehacer con los subyugados. Un problema que llevará al borde de la extinción a He-Man, el hombre más poderoso del universo… Donde algunos de los integrantes de los Thundercats se embarcarán en una misión para devolverlo a la vida.

Historia de acción, eso si, con sorpresas e ilustraciones impresionantes. Freddie E. Williams II es, sin duda, el artista adecuado para darle vida a este cómic. Especialmente por su experiencia en los crossovers arriba mencionados. Y rodea bien un terrible problema que suele pasar en estos casos; cuando se trata de He-Man y su elenco de apoyo, realmente no es posible exagerar demasiado a los personajes porque se te puede ir la mano y sin querer pasarte a la acera del dibujo fanmade. Estamos ante “ese tipo» de problema gráfico. Pero Williams II tiene estilo y encaja bien los golpes que propinan estas dos franquicias. Un cómic que además, cumple también una de las promesas fundamentales de este tipo de crossovers: grandes peleas entre nuestros personajes favoritos.

Encuentros que siempre soñaste ver.

Reseña: Bill Rayos Beta. Estrella Argéntea, de Daniel Warren Johnson y Mike Spicer

Cuenta la historia (y también la sinopsis editorial del cómic) que Bill Rayos Beta perdió algo más que su martillo tras el combate contra Thor. Una criatura capaz de sostener también tan tremenda arma (ver La balada de Bill Rayos Beta, si la encuentras), el aclamado Mjolnir. Desde entonces Bill anda perdido, cansado de estar bajo la sombra de Thor. Ser el segundón en un entorno lo pone en una encrucijada. No obstante, Odín parece tener una misión para él. Y todo empieza por recuperar y restaurar su martillo destrozado…

En Estrella Argéntea, Bill Rayos Beta se instala en su papel de Señor de la Guerra para Asgard. Pero con muy pocas opciones de hacerse valer pues su Stormbreaker sigue destrozado y la moral está por los suelos. A la misma vez, un dragón poseído por Knull aparece para crear el caos y Thor tiene que intervenir para tranquilizar las cosas. Los viejos rencores y debilidades en el corazón de Bill regresan, resentimientos y la crisis personal de ver de nuevo que no es alguien que pueda defender a los demás, ni dar ejemplo de poder. Todo es aún más doloroso; un cómic que esplende dicha sensación de manera maravillosa, hace que te sientas mal por Bill cuando lo eclipsan, lo rechazan y lo arrastran a una fiesta lastimera en honor a su persona. Está atrapado en una situación que nunca quiso. Pero la suerte parece cambiar cuando una misión se le asigna, un propósito que le puede llevar a limpiar su nombre.

Como se puede ver, este cómic es prácticamente un espectáculo diseñado para un solo hombre. Una aventura en solitario de un personaje y su lucha que recuerda a las grandes epopeyas griegas. Con un guion y dibujo de Daniel Warren Johnson que lo hace todo -él se lo guisa, él se lo come-, trazos a los que dan aún más vitalidad los colores de Mike Spicer. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un cómic de superhéroes actual en este sentido.

Bill Rayos Beta: Estrella Argéntea es una miniserie de cinco numeritos que vio la luz en USA entre mayo y septiembre de esta pasado 2021. Y ya Panini Cómics la pone en las librerías de nuestro país para su disfrute. Se agradece esta rapidez, disfrutarla como la he disfrutado. Comenzamos con una recapitulación de bienvenida al origen de Bill Rayos Beta como protector elegido de su pueblo, los Korbinitas. Su exterior cibernético con cara de caballo ahora es permanente desde que Thor destruyó Stormbreaker hace tiempo en el «desacuerdo» antes comentado. Otra cosa que sucede es que sin su arma, Bill no puede volver a su cuerpo korbinita original. Esta es la principal razón por la que Bill acepta la oferta de Thor para servir como el «Maestro de la Guerra» para Asgard.

Bill Rayos Beta es un superhéroe que debutó en la Edad de Bronce de los cómics. Fue concebido inicialmente para ser un monstruo que aparece por sorpresa pero que termina pasándose al bando de los buenos. Y demostró algo más que eso. Muchos quedamos encandilados con el personaje. Pues un personaje capaz de empuñar el mítico martillo Mjolnir y no ser un guaperas-rubio-melenas que todo lo hace bien, molaba. Después de una rivalidad inicial por la posesión del arma (insisto, esto se cuenta en La balada de Bill Rayos Beta, ojalá la reedite Panini en una chula edición), tra ello, al guerrero extraterrestre se le otorgó un martillo de guerra propio, llamado el Stormbreaker. Y Thor y él se reconciliaron como aliados de ley. Y yo, que siempre he sido un defensor de estos personajes secundarios que terminan por tener más profundidad que algún que otro protagonista, sobre todo, cuando lo cogen autores de calidad; cómo diablos no iba a querer leer esta aventura que se presentaba tan molona.

Mucho potencial en este TPB.

Reseña: Estado Futuro. Superman, de Phillip K. Johnson, Mikel Janín, Becky Cloonan, John Timms y VVAA

Estado Futuro es el nuevo universo de eventos por el que está pasando DC en nuestro país. Para entender cómo surge dicho evento hay que remontarse a los planes originales de DC durante el pasado año. Y llegado el momento por estos lares, tenemos gracias a ECC Ediciones ciertos volúmenes con los que disfrutar de tan curiosa trama.

Estado Futuro le debe mucho al evento de DC de 2014-2015, Futures End. También fue un vistazo a cinco años en el futuro al Universo DC, donde muchos de los superhéroes se habían retirado siendo reemplazados por otros más jóvenes. A menudo, con mayor diversidad étnica. Pero en este Estado Futuro: Superman, Phillip K. Johnson, Mikel Janín, Becky Cloonan, John Timms y otros autores nos ofrecen un vistazo al futuro inmediato del Hombre de Acero y su familia en un volumen que también incluye aventuras de Midnighter, Mr. Milagro y el nuevo Guardián de Metropolis. Recopila las miniseries originales Future State: Superman of Metropolis y Future State: Superman – Worlds at War.

Superman de Metropolis es un argumento extraño lleno de grandes ideas que no tendrán tiempo para ser exploradas. Extraño, en el sentido de que en realidad es un descendiente de tres ideas separadas mezcladas en una especie de monstruo de Frankenstein en formato cómic. Un Frankenstein que es más inteligente de lo que parece. Pero también un monstruo que debiera ser perseguido por una turba de campesinos y prendido con fuego, jajaj… La historia principal sigue a Superman, Jon Kent, mientras intenta evitar que la inteligencia basada en Brainiac (ahora llamada Brain Cells) use su ejército de secuaces controlados mentalmente para conquistar Metrópolis. Jon entonces decide “embotellar” la ciudad. ¿Cómo? Algo que prefiero que descubráis vosotros porque vais a alucinar. Una historia que también sigue a otros héroes residentes en Metrópolis como Shilo Norman, Mr. Milagro, el cual intenta escapar pero termina siendo capturado por estos robots de la muerte. O Jake Jordan, el nuevo Guardián de Metropolis, que ayuda a Jimmy Olsen y a la gente de Metropolis mientras continúan atrapados dentro de la cúpula.

Eah, ya se me ha escapado. Así que paro.

Mundos en Guerra (Worlds of War) busca ahondar en tus sentimientos ante una posible partida para siempre de nuestro héroe favorito. Una mirada a cómo reacciona el mundo ante la pérdida de un ícono. Y es que la iniciativa de Estado Futuro de proporcionar una visión de la próxima generación de héroes ha presentado a los lectores una variedad de caras nuevas y antiguas. Con respecto al manto de Superman, todos los títulos hasta ahora se han centrado en el hijo y sucesor de Clark, Jon, como sucede con la miniserie anteriormente mencionada. En esta, el guionista Phillip Kennedy Johnson y el artista estelar Mikel Janin pintan un retrato de un mundo sin Superman que ofrece una reflexión sobre el ideal heroico. La narrativa de Johnson emula lo que han hecho algunos en las tramas de Superman más veneradas. Es decir, proporcionar más una meditación sobre la figura de este dios en la Tierra, antes que una aventura emocionante. Con momentos estelares algunos como un gran combate de gladiadores que dejará marcado a quién lo vea, en este caso. A eso, sumad tres historias de respaldo con otros personajes, todas centradas en este Mundo en Guerra.

Tengo que decir que el arte de este cómic me encanta. No hay un solo dibujante de los implicados en todo el TPB que decepcione. Una colección extrañamente cohesiva de historias que abarcan los extremos más amplios del universo de DC, además de un título que sirve como entrada a un curioso evento. Porque s, friends, curioso, es la palabra.

Y sigue pintando bien todo esto.