Reseña: Última Frontera, de Leo e Icar

Un western futurista… a quién no le va a gustar. Leo es ese autor hecho para que te guste la Ciencia Ficción clásica en formato cómic. El tipo de CF que le mola al que viene leyendo este género desde desde hace años y brinda por las aventuras espaciales y los héroes venidos a menos que resulta que sí que valen para algo. Desde 1994, Leo ha declinado su muy original concepto de ciencia ficción con una tendencia ecologista y humanista introduciendo siempre «suspense» y, sobre todo, nuevas y singulares criaturas. Un claro ejemplo es Última Frontera, el último álbum del autor publicado por ECC Ediciones, aunque existen otros tantos títulos por ahí que también corroboran estas dichas. Aun así, este cómic que hoy os reseño deja un poco de lado la ecología y se centra en las diferentes relaciones humanas que miran de lleno a la trifulca.

En Última Frontera, si quitamos el contexto futurista, de todas-todas es un western. Leo utiliza todos los códigos del género: pequeño pueblo natal donde un pez gordo sujeta a todos por las pelotas, tipos siniestros a sueldo que juegan inteligentemente, un orden que intenta ser restaurado por un par de polis… Pero todo transponiéndolo a un contexto de ciencia ficción. Un ejemplo es que las las motocicletas reemplazan a los caballos. Y algunas rarezas son divertidas, como esas extrañas prótesis de metal que llevan algunos y el pequeño vehículo de John con sus pequeños artilugios. Como dicen los franceses: “C’est dans les vieux pots qu’on fait la meilleure soupe» (La mejor sopa está hecha en ollas viejas). Leo no tiene miedo de usar un guion occidental básico con esa historia cliché convencional que hemos visto en innumerables películas del Oeste. Se las arregla para salpicarlo todo de ese toque fantástico, eso si, pero mejor que lo implementado en aquella aberración de Will Smith que era Wild Wild West. Porque aquí molan también los bichos raros y algunas ideas ingeniosas que introduce así como su heroína que está muy en la línea de la serie anterior. Estamos en el planeta Tau Ceti 5 (que existe en realidad) y allí se encuentra la ciudad de Erechim, la última frontera antes de llegar a los territorios inexplorados. Los habitantes de esta ciudad perdida viven aterrorizados por los esbirros de un rico propietario y deciden recurrir a dos mercenarios de lo más insólito: los hermanos Jane y John. Este último tiene una discapacidad física que lo obliga a utilizar un aparato locomotor que deja boquiabiertos a los colonos, pero cuando la pareja se enfrenta a Burton y su banda, cualquier atisbo de duda que pudieran tener sobre él, desaparece. A pesar de su juventud y su frágil apariencia, Jane también resulta ser un personaje temible… Pero ¿qué secreto esconden las extracciones de Burton? ¿Qué hay que hacer para sobrevivir en estos territorios?

Para el dibujo, Leo decidió contratar a un diseñador con el que tiene afinidad gráfica. Y aunque el de Icar es un poco menos “educado”, con aspecto de dejarse llevar, en fin, no está tan pulido como el de Leo que de algún modo aguanta lo que exige como mínimo un lector de cómic europeo. Aquí, a veces, hay expresiones faciales extrañas. De todos modos, se ve que ha evolucionado un poco desde Terres Lointaines. Recuerdo oír que con esta serie estaba la gente tan hypeada al otro lado de los Pirineos que comentaban que leían y releían los álbumes constantemente hasta la salida del siguiente número. Lo que queda es una historia puramente entretenida que engancha y que gracias a que ECC la publica de forma íntegra (cuatro álbumes en un solo tomo), tenemos doscientas páginas en la que sumergirnos y degustar toda la historia de un tirón. Una vez más, un planeta exterior, fauna y flora desenfrenadas, la lucha contra una sociedad injusta. Después de leer la mayor parte de la serie de Leo, tengo que decir que Leo es siempre Leo. Te guste o no. El dibujo cambia pero muy poco el escenario. ¿Me gusta lo que hace una y otra vez? Sí. Y no puedo explicar porqué.

Reseña: Bolchoi Arena. Caelum Incognito, de Boulet y Aseyn

Caelum Incognito es el primer volumen de un tríptico que me han archirecomendado de la BD denominado Bolchoi Arena. En especial, por su forma de tratar la Ciencia Ficción, una gran sorpresa, qué álbum, qué primer tomo, friends. Aunque conociendo a Boulet solo por reputación, ya me embarcaba con ganas en esta obra que publica en nuestro país Nuevo Nueve Editores. Y he de decir que a primera vista no me inspiró más que sus gráficos. Aunque bueno, lo primero que siempre nos llama del mundo del cómic es eso, ¿no?

Admito que como con las buenas historias de CF, no solté el álbum hasta que lo terminé. El Bolshoi es una red global de realidad virtual que ha suplantado a Internet y prácticamente al mundo real. Esta réplica idéntica del mundo real donde todos pueden evolucionar allí en la forma de avatar que elijan. No se detiene en nuestro pequeño guijarro terrenal, sino que abarca todo el universo conocido. Se trata, por tanto, de un simulador perfecto donde se incluyen todas las nuevas tecnologías que han permitido relanzar la conquista del espacio. Y la joven Marje, una estudiante de astrofísica que antes había permanecido “desconectada”, acaba dando el paso para poder «ir a ver en el acto» lo que está estudiando. Pero esta novata no entra a su primera conexión con sus datos. No quiere hacer ruido. No quiere hacerse notar por los mejores buscadores de jugadores y mucho menos por las grandes firmas que reclutan a los grandes usuarios profesionales con gran futuro. ¿Y esto traerá consecuencias? Obvio.

Si el tema no es súper original, no recuerdo que se haya explorado en este sentido concreto en otras historias, mucho más lejos de la trama de Desafío Total o la más reciente Ready Player One, el pelotazo de libro de Ernest Cline, o si queréis, peli de Spielberg. Como cómic, en Bolchoi Arena encontramos un cómic al que nos enganchamos rápidamente a la historia y al descubrimiento de este nuevo mundo por parte de Marje. Al igual que ella, rápidamente nos volvemos adictos. Se convierte de un modo gustoso en lo que uno busca en este tipo de historias. Una serie prometedora que mezcla aventura, acción, humor y misterio en un universo de gran riqueza mientras empuja silenciosamente la reflexión sobre nuestra dependencia del mundo virtual. Este primer volumen, por supuesto, presenta a los personajes pero también me gustó mucho la alternancia de pasajes entre la vida real en la Tierra y sus evoluciones en el mundo virtual. Existe un trabajo detallado para describir el Universo, las relaciones entre los múltiples personajes, su vida real y su vida interpretada.

¿Y el dibujo de Aseyn? Bastante minimalista. Un estilo cercano al manga que da la sensación de contener pocos detalles. Pero cuando te acostumbras a él, se aprecia bastante el estilo. Todo va en relación a la coloración algo apagada en tonos pastel que recuerda en cierto modo a Moebius. Impone una atmósfera particular que evoca a la CF de antaño y al final resulta ser de lo más efectiva. Por eso, qué placer encontrar este tipos de universos tan particulares donde uno como lector termina haciendo sus cábalas porque, que duda cabe que este sí es uno de sus futuros que terminará llegando. ¿Estaremos aquí para verlo? Dudo que muchos nosotros sí. Pero Boulet y Aseyn llevan su historia aún más lejos para ofrecernos una historia inteligentemente equilibrada y de este modo podemos perdernos viviéndola junto a la protagonista.

Entre la épica (que satisfará a los gamers) y la reflexión (para los amantes de los cuentos clásicos de Anticipación) el futuro del dominio de lo digital y los grandes grupos que se formarán está mostrado. Y yo no quedaré contento hasta que no lea esta obra al completo.

Reseña: Made in Korea, de Jeremy Holt y George Schall

Entré en Made in Korea relativamente ciego, como a veces me gusta hacer en libros y cómics donde incluso su portada no me gusta. Pero contenedores de ideas frescas de las que antes necesito tener cierta noción (tampoco uno es tonto). Con Made in Korea me pareció que debí ver o leer alguna vista previa del cómic en algún momento porque el argumento me sonaba. Aunque cuando comencé a leer se me olvidó y cuando lo acabé caí en la cuenta de a qué historia se me parecía. Al final de la reseña lo cuento.

En este volumen que ha publicado Panini Cómics en nuestro país, me topé con una trama de ciencia ficción original y realmente sólida, que trata un futuro cercano donde se plantean preguntas sobre la I.A. , el futuro de nuestra especie y en nivel micro, el tema de la paternidad. Nunca me senté a pensar y realicé una clasificación específica, pero uno de mis tipos favoritos de ciencia ficción es la discreta. La fácil de relacionar con el género pero sin complicaciones técnicas y astrofísicas de la muerte. Dime. Este elemento se junta con este por esta reacción y probablemente me lo creeré. Y Made in Korea es, sin duda, eso. El núcleo de la historia es la relación entre una pareja casada que, como muchas de las que hay hoy en día, aparentemente no puede tener hijos. Mientras que en una historia parecida al film Hijos de los Hombres, este concepto conduce a una distopía a menudo violenta, en Made in Korea se trata de forma contraria. Aquí es soledad y anhelo, en lugar de la ruptura social, el terrorismo o las armas. Y funciona. Funciona bastante bien. La caracterización es en gran parte culpable de eso. La mayor parte de la historia se centra en el diálogo de la pareja y todo es interesante, todo fiel a la realidad. Además, a los personajes secundarios se les dan sus propias necesidades y deseos, evitando que se sientan planos. El guion de Jeremy Holt siempre es creíble y convincente. Las representaciones, imágenes o viñetas de George Schall también están muy bien hechas.

Me gustó especialmente el trabajo de color que Schall presta al mundo donde se desarrolla la historia. En los momentos clave, utiliza un conjunto de tonos que podría describir como pasteles suaves y ominosos, especialmente en la secuencia inicial, que comienza audazmente con un escenario semi-futurista y un hombre trabajando en código. No siempre uno necesita cómics que abran con grandes explosiones. Comience una historia donde comienza y donde los fuegos sean brillantes, me dijo una vez una profesora de Escritura Creativa. La historia:

Una niña coreana de nueve años es adoptada y enviada a vivir a Estados Unidos con una pareja encantadora. Equipada con un cerebro enciclopédico pero con dificultad para socializar, el viaje de la joven a través de las complejidades de la raza, se topan con una bifurcación en el camino cuando descubre que no es del todo humana…

El guionista sabe dónde radica el drama, pequeños momentos como esperar para ver si el nuevo niño robot que has traído a casa (con un descuento considerable) será todo lo que esperas. Buena CF. Tranquila, identificable y profundamente humana. Una historia intrigante al estilo de la genial Los Superjuguetes duran todo el verano, del maestro Brian Aldiss, que fue llevada al cine por Steven Spielberg con el nombre de Inteligencia Artificial.

Reseña: Cosmoknights, de Hannah Templer

Un cómic brillante como conjunción de historias. ¡Aplasta el patriarcado! Este alegato puede sonar como una forma militantemente agresiva a la hora de empezar la reseña de un cómic que aunque se publicará por partes, podría formar perfectamente una buena y gorda a la vez que interesante novela gráfica. Pero a decir verdad, dicha máxima no es otra cosa que el resumen perfecto de Cosmoknights, de Hannah Templer, una historia sobre mujeres que recorren la galaxia buscando conseguir derrotar un sistema feudalesco que a pesar de todo su carácter futurista y atavíos, está impregnado de misoginia como nuestra querida historia europea del siglo XIV.

En una galaxia donde la humanidad se ha extendido a innumerables mundos, toda la progresión social de los siglos XX y XXI parece haberse desvanecido en el aire, y así, mientras hay cohetes, computadoras avanzadas y la capacidad de hacer casi cualquier cosa en formas que parecen tan avanzadas para los simples mortales, también hay un sistema realista arraigado que esencialmente coloca al 1% en un lugar intocable lejos del pedestal que razonablemente podrías pensar que dejó de existir cuando la gente abandonó la Tierra y partió hacia las estrellas. Pero por desgracia no es así. Y mis idealistas y personajes favoritas desde ya en el mundo de Cosmoknights, son princesas echadas pa´lante, pelean en cada planeta, recordad, no estáis o deberíais estar en un mundo establecido para sufrir. ¡Solo se vive una vez!. Ningún valor o posición y, sobre todo, ninguna familia real debe oprimiros. Menudo alegato hace Hannah Templer en este cómic publicado por Editorial Astronave. Y es que aparte de grandes torneos, compañeras de vida, amor e intento de destrucción del patriarcado, Cass y Bee, están tan furiosas que se han propuesto destrozar este sistema enloquecedoramente misógino que les rodea. En el planeta Viridian, se encuentran con serios problemas, cuya resolución los pone en contacto con Pan, un mecánico del taller del padre de una de ellas que anhela involucrarse en algo más grande y mejor que el universo en el que viven. Y ahí se lía.

Si todo esto suena súper serio, en muchos sentidos lo es. Es un cómic que gracias a la escritura vívida y chispeante de Hannah Templer, se pone serio aunque en realidad estás degustando una trama muy digerible con salseo de space-opera conseguido. Templer es una dibujante y diseñadora gráfica súper interesante además de considerarse queer. También es una artista que ha trabajado en IDW Publishing y Netflix y en proyectos muy reconocidos como colorista y diseñadora de portadas e interiores. Y tiene el genial «defecto» de promocionar su amor por el rol y los juegos de mesa. Algo con lo que sabéis que me identifico bastante. Es una polifriki como yo.

Como os decía al principio, Cosmoknights es un cómic genial en lo que respecta a la construcción de ideales y mundos. Obra divertida y con reparos. Pensad en ella como una cucharada de azúcar antes de que la medicina se acerque. Cass y Bee, eternas.

Reseña: Light Chaser, de Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell

Encontrar luz nueva en la Ciencia Ficción. Si ya cuesta encontrar cositas nuevas del género por estos lares, imaginaos si aparece algo tan bueno como lo que os reseño hoy. Light Chaser es de esas historias que parecen hechas para fans del género de toda la vida. Para los que aman las historias que les permiten mirar a las estrellas e imaginar un futuro infinito y para los que quieren lo bueno y condensado, lo mejor, en un formato que se devore en nada. Como se hacían las buenas historias de antes. En especial, en tierras estadounidenses en la denominada Edad de Oro de la Ciencia Ficción. Y si no, solo tenéis que comprobar que muchas de las mejores historias que han trascendido como novelas o films provienen de novelas cortas y relatos. Lo bueno, si es breve…, ya sabéis. Y dos buenos autores juntándose para la ocasión. Pues Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell se unen en esta novela explosiva y llena de acción sobre un amor que trasciende vidas y es lo suficientemente poderoso como para poder destruir un imperio.

Donde Amahle es un viajera interestelar que navega por el universo sin otra compañía que la IA de su nave. Conocida en todo el universo por ser una Light Chaser, su ruta la lleva a mundos a lo largo de El Dominio, donde recopila recuerdos a cambio de varios bienes. Pero cuando descubre recuerdos de diferentes vidas y diferentes mundos que están destinados a ella, que parecen ser de la misma persona, comienza a cuestionarse toda su existencia. Cada recuerdo desbloquea los propios recuerdos de Amahle y revela lentamente a un enemigo escurridizo con un plan aterrador. Amahle se da cuenta entonces, de que es la única que puede hacer algo para detenerlo. Pero costará todo y más.

Una novela corta que goza de un impacto increíble. En poco más de ciento cincuenta páginas la historia se vuelve épica y expansiva, llevándonos a través de mundos y vidas en rápida sucesión. Y en lugar de sentirse una trama apresurada o carente de fondo, la prosa es nítida, esculpiendo exactamente lo que necesitamos saber para entender el mundo y la tecnología mientras nos impulsa hacia adelante. Nos lanzamos a la historia con un comienzo que sirve tanto para desorientarnos como para informarnos. Lo cual tiene sentido ya que la misma Amahle no está segura de quién es, o más bien, de quién era. Gracias a la modificación genética, vive más que la mayoría de los humanos, y dado que viaja a distancias increíbles a través de las galaxias, esa dilatación del tiempo es lo más parecido a lo que uno puede considerarse como inmortal. Más que eso, colecciona recuerdos, vive la vida de otras personas para preservar la continuidad de la realidad y mantener estable en el universo «real». Y hay demasiados recuerdos para almacenar. Eso sin contar que con cada vida que experimenta a través de esos collares de memoria, pierde partes de sí misma. Hasta que da con uno cuyos recuerdos la invita a saber más sobre sí misma.

Lo que decía. Light Chaser es una ópera espacial épica, que abarca galaxias y una historia a la vieja usanza. Que pese a tener dos autores ingleses, recuerda muy mucho a las magníficas historias que uno podría encontrar en Lo Mejor de los Premios Hugo o Nebula. ¿Es una historia que podría haberse ampliado fácilmente? Por supuesto. Os lo decía antes. A cantidad de historias buenísimas de CF las llenaron de paja tras una primera publicación corta por la genial idea de un editor que sabe que se gana más pasta a cuanto más palabras y páginas. El primero ejemplo que se me viene a la mente es El Juego de Ender, de Orson Scott Card. Pero hay cientos. ¿De momento no se ha ampliado Light Chaser? Pues tenéis la ocasión, ahora que Red Key Books la ha publicado en nuestro idioma, de leer una magnífica historia en su pura esencia. La narración destilada que ayuda al lector a concentrarse solo en lo mejor. La historia pura y dura. Caviar del bueno.

Reseña: La Sociedad por la Preservación de los Kaiju, de John Scalzi

La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es la primera aventura autoconclusiva de John Scalzi tras el cierre de la trilogía best-seller del New York Times: El Fin del Imperio; de la que he leído solo la primera novela (La Vieja Guardia) y que me pareció maravillosa. Una trama dentro de la Ciencia Ficción tan original como inusual. Minotauro las ha publicado todas. Tenéis ahí para disfrutar un buen rato. Por otro lado, contar que John Scalzi es un prolífico columnista y escritor de ensayos. Su saga de aventuras espaciales denominada El Fin del Imperio se convirtió en un rotundo éxito de público y crítica porque el señor sabe escribir bien. Ha obtenido varias nominaciones a los Premios Hugo, el mayor galardón mundial que existe para un escritor de SiFi como dicen en mi tierra. Su blog The Whatever es uno de los más visitas de la red.

Creo que La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es la primera historia que leo que trata la reciente pandemia por la que hemos pasado todos gracias al puto COVID-19. Cantidad de otras historias apocalípticas he leído, muchas se escribieron sin que hubiera pasado nada realmente parecido, pero se me hizo raro leer sobre una pandemia que realmente he vivido. También parece que con el paso del tiempo se harán libros, cómics y pelis que tratarán el tema. Pero agobios aparte, deciros que La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es un libro simplemente divertido. Incluso si, o especialmente porque, gran parte del humor es humor negro. Y eso no quita que nos topemos en la historia con vidas vacías, carreras, esperanzas y sueños que mueren en el abandono. Abandono en esos años extraños e irreales que a muchos ya nos empiezan a parecer un mal sueño. Por lo tanto, es completamente apropiado que esta nueva historia de Scalzi sea una historia donde no sólo hay que darle por culo a la pandemia, sino a toda la Tierra en general. ¿La idea? Descender a un lugar que nadie imaginó que existiera.

Con o sin Godzilla. Porque eso es lo que es un kaiju para quién se lo pregunte. Un monstruo enorme mezcla de dinosaurio con aberración, un ser inconmensurable que ocasionalmente se cuela entre las grietas del multiverso para aterrorizar a nuestra versión o época en la Tierra. Pero Jamie Gray, quien es despedido de su trabajo bastante cómodo como ejecutivo de un servicio de entrega de comidas, parece que comienza a vivir JUSTO cuando la civilización se bloquea. Y mientras termina su trabajo de repartidor, tiene la suerte de atender a un último cliente que le ofrece un trabajo en el misterioso KPS. La persona que hacía el trabajo ya no está disponible. Y Jamie acepta. Ha estado deprimido durante seis meses, agotando sus ahorros, evitando que sus mejores amigos se queden sin hogar porque sus trabajos también se han ido o se están yendo a la mierda, y ese KPS, sea lo que sea, tiene que ser mejor que lo que está haciendo ahora. Y el sueldo siempre va a ser mejor que… nada.

Una experiencia que cambiará su vida.

La Sociedad por la Preservación de los Kaiju se lee como una novela vintage de CF al estilo de otros títulos del maestro californiano como Old Man’s War o Redshirts. El mensaje se acerca sigilosamente al lector, como lo hace en La Vieja Guardia, pero no es tan profundo. Mientras que el enganche o atracción de la trama así como la identificación para con el prota es muy del estilo a lo que ocurre en Redshirts (Minotauro la publicará en un par de meses). Además de que estamos ante una novela que tiene el efecto esponja para el friki que le da a todo al estilo de Ready Player One o un buen cuento de Ray Bradbury. Risas, guiños o chistes nerds y humor negro del bueno con los símiles posibles. Si bien la pandemia brinda la excusa perfecta para que Jamie Gray se inscriba en una gira de seis meses en esta empresa raruna que resulta llevarle a la Kaiju Earth donde vivirá experiencias una vez que atraviesa un portal remoto y frío hacia una jungla humeante y alternativa. Aquella Tierra donde uno de los grandes eventos de extinción simplemente no sucedió. Así que monstruos a cascoporro. El camino de regreso me pareció maravilloso.

Grande Scalzi.

Reseña: Cyberpunk 2077. You Have My Word, de Bartosz Sztybor y Jesús Hervás

Este que os escribe no es uno de esos chicos modernos que se enganchó al mundo de Cyberpunk con el videojuego que tanto dio que hablar con un supuesto Keanu Reeves dando caña y una cantidad de bugs considerable. Este que os escribe es uno los muchos viejóvenes frikis que existen ahora que están entre los 40 y los 50 tacos y que conoció el mundo de Cyberpunk en su época de instituto con el famoso juego de rol. Sencillamente por eso, porque sé lo que es Cyberpunk y lo que su mundo supone, cualquier historia relacionada o inspirada en ese mundo futurista, querré verla, leerla, vivirla. Y no hace mucho me percaté de que Panini Cómics está trayendo ciertas obritas del tema. Y You have my word (Tienes mi palabra), es la última que he disfrutado.

Para aquellos que no tienen dinero ni poder, la confianza es la única moneda que vale la pena en las calles de Night City. Esto es doblemente cierto en los barrios marginales de Vista Del Rey, donde la banda de Los Valentinos se ha ganado la confianza de los residentes más pobres de Night City. Un día, entran tres cyberpunks, contratados para entablar algunas «intensas negociaciones» con un político local, cuyos proyectos no eran otra cosa que amenazar los hogares de aquellos bajo la protección de Los Valentinos. Pero, ¿qué ocurre cuando la mafia llega al propio ayuntamiento y el denominado Concejal tiene demasiados amigos en el bando inapropiado? Meterse de lleno y en profundidad en una ciudad del futuro con el código moral por los suelos y la contratación de tres cyberpunks para terminar un proyecto nada honrado de forma discreta, nos llevará a toda una serie de acontecimientos con pura acción como trasfondo. Tres personajes muy diferentes entre sí, con sus pros y sus contras, con uno de ellos infiltrado y manejado por el gobierno.

Soy un gran fan del género Cyberpunk y como os decía fue gracias al juego de rol. Pero también gracias a lecturas como Neuromante, de William Gibson, lecturas que vinieron después, la obra de Gibson y sus cuentos pueden ser de las pocas obras de CF que más he releído. Por otro lado, el famoso videojuego en el que están bastante inspirados esta nueva oleada de cómics, sólo he jugado un par de veces. No lo tengo, no tengo consolas actualizadas, los videojuegos bajaron mucho de nivel en mi vida tras «hacerme mayor». Aunque seguramente volveré cuando mi pequeño crezca. Pero el haber pasado por la experiencia un par de veces de Cyberpunk 2077, me sirvió para ver que afortunadamente, la familiaridad con el juego no es un requisito indispensable para disfrutar de You Have My Word. En cambio, si alguna vez has disfrutado de una historia de Philip K. Dick, Neal Stephenson, estás familiarizado con Blade Runner o de alguna forma conoces Night City (una miserable colmena de escoria y villanía donde la vida es barata, las corporaciones son dueñas de todo y la mayoría de la gente está concentrada en su próxima comida); entonces y solo entonces vais a disfrutar de este cómic a tope. Un guion de Bartosz Sztybor (guionista también de la serie animada Cyberpunk 2077: Edgerunners en Netflix) que establece rápidamente la trama y lo que está en juego, pero no nos dice mucho sobre los tres cyberpunks que tenemos en el punto de mira como lector. Personajes atractivos y la última página de cada número mostrando poderosos cliffhangers.

La obra de arte de Jesús Hervás (Penny Dreadful) resulta memorable también. Un dibujazo, un estilo, que recuerda bastante al de Sean Murphy en su Punk Rock Jesus. En definitiva, a los entusiastas del género les encantará, pero no es probable que se gane a los no iniciados que nunca soñaron con piratear una computadora telepáticamente. Incluso diría que los fans de ese último videojuego tan fallido, sacarán una experiencia excelente de esta lectura.

Reseña: Aliens. La Etapa Original 1, de VVAA

A mitad de febrero que estamos y ya os quiero anunciar lo que seguramente será otra de las publicaciones del año. Porque sí, por que así lo considero por todo lo que comprende este maravilloso Marvel Ómnibus con la etapa inicial de Aliens en formato cómic que se acaba de marcar Panini Cómics en nuestro país. La Etapa Original, así en mayúsculas de una de las mejores franquicias que mezclan el género de Terror y Ciencia Ficción, sino la mejor. con un John Arcudi inspirado, un Mark Verheiden pletórico y toda una serie de autores que se nota de lejos que lo dan todo por ser amantes de la franquicia como este que os escribe y que os confiesa que ve las dos primeras pelis, mínimo, una vez al año. Todas las colecciones, todas las miniseries (Aliens, Aliens: Earth War, Insider, Aliens: Genocide, Aliens: Hive, Aliens: tribes, Newt´s Tale, Space Marines) que vieron la luz a finales de los 80 así como los números independientes o arcos en los que los aliens tuvieron aparición dentro de la Dark Horse Presents. Incluido el número de donde parte la primera aparición de Alien en formato cómic. Es decir, joya, puro mithirl, ya partiendo en mi opinión al contener las dos primeras series de Aliens (1989) que tuve de joven en grapa, que se perdieron con el tiempo y jamás mis ojos vieron en formato color. Y claro está que este es un Ómnibus enorme que me tomó un poco de tiempo, y no porque fuera malo, sino porque hay tantas y tantas historias y cambios de tono, que me tomé mi tiempo para disfrutar y absorber bien de cada una de las tramas. ¿Qué saqué de eso? Algunas cosas geniales, algunas buenas y muy pocas malas. Aunque tened claro que el que os habla/escribe es un súper mega fan de la franquicia y por eso vais a ver que enfatizaré mucho diciendo lo que me encanta de este tochal-integralazo que llevaba años esperando.

Historias creadas después de Alien/Aliens y antes de Alien 3 y en adelante. Así que las primeras historias deciden centrarse en Newt y Hicks. Ripley aparece más tarde, pero las dos primeras historias principales son básicamente una secuela directa de Aliens El Regreso. Y aunque los aprecio a ambos, se sienten extrañamente «seguros» en estas primeras tramas. Y eso no es bueno para el lector que inclina la balanza más hacia el Terror. No obstante, con Newt reemplazando a Ripley como persona de armas tomar al final de la historia (más o menos) y Hicks haciendo su papel como tiene que ser, me gustó el hecho de que pudimos ver a ambos lidiar con PDST. Pero en la tercera y última historia y el regreso de Ripley, gusta como queda la estructura de la historia que aquí sí es puro Terror en el espacio. Aunque se note a leguas que Arcudi no quería matar a nadie importante porque podría usarse en futuras películas, o quizás porque le cortaban la cabeza si lo hacía. Sin embargo, es curioso cómo de todos modos Alien 3 nos jodió a todos, ¿no? Jajaj…

Así que sí, esta es una de las publicaciones del año, de los cómics del año 2023 a comprar o cualquiera de las formas que os lleven a pensar en INDISPENSABLE. Historias entretenidas todas, secuelas directas algunas…, inéditas, vais a tener muchas ganas de volver a las pelis después de esta lectura, entre medio o antes, para prepararos bien. REALMENTE disfruté de dos historias principales: Colmena y Genocidio. Son maravilla de maravillas. Con personajes de los que nunca has oído hablar pero que están terriblemente bien hechos. Y aún mejor, uno presenta básicamente a los alienígenas que advierten que se matan entre sí para dominar. Y el otro guion se centra en un científico y su simpático perro robot ALIEN. Sí. Un androide extraterrestre que en nada te saca una ametralladora. Friends, me encanta esta mierda. Y siendo sincero también historias que meh… Alien 3 y los minicómics basados en juguetes, no hace otra cosa que corroborar que Alien 3 fue uno de los mayores desastres de la historia fantástico. Y este cómic es estúpido del que solo se salva algunos diseños de los aliens que son geniales. Pero es que después te viene una historia de fondo realmente sólida de Newt que sirve como un buen antes de Aliens y un resumen de Aliens y que te levanta el ánimo cosa mala.

Algunos dicen que no es la colección perfecta. Para mí, si el formato es maravilloso, íntegro y cronológico y lo merece como es este Marvel Ómnibus… Qué queréis que os diga, si no es perfecta, roza la perfección.

Y lo bueno es que se vienen más.

Reseña: Avatar. El Terreno Elevado, de VVAA

Cómo saben cómo engancharnos, ¿eh? Avatar 2 – El Camino del Agua, la peli que está pegando fuerte, lo más grande a nivel mundial… y ahora resulta que te enteras que hay un cómic cuyo argumento se sitúa cronológicamente entre ambas películas y que además fue un proyecto de guion que estuvo muy posible de llevarse a cabo. Ese cómic es El Terreno Elevado y Panini Cómics ya tiene en cartelera-librerías dos de los tres tomitos que la conforman y que yo me he esperado a tener ambos en posesión para devorar y comentar, al menos, una gran parte de la trama. Durante el proceso de desarrollo de la creación de las cuatro secuelas de Avatar, una de ellas fue la que comprende este cómic. El equipo creativo que dirige James Cameron se juntó para crear muchas ideas e historias nuevas y esta por lo menos podemos dar gracias que nos ha llegado en formato gráfico y que funciona perfectamente como precuela de Avatar 2. Porque Avatar: El Terreno Elevado es esencialmente un aperitivo de idea gráfica que recapitula lo que Jake Sully y su familia han estado haciendo entre los eventos de la primera y segunda película, al mismo tiempo que prepara el escenario para la narrativa que vemos desarrollarse en El Camino del Agua. Es decir, que se puede disfrutar antes o incluso después de ver la peli que aún está en cines. Y aunque extrañamente, la mayor parte de lo que se incluye en el primer tomo se resume más o menos en la nueva película, sin embargo, ya en el tomito 2 (y probablemente en el 3) se promete mucha más información de la historia y se rellenan varios vacíos narrativos que no se cuentan en el nuevo film.

Mi opinión de lo que se que cuenta en El Terreno Elevado es que es un tema exagerado e incluso inverosímil a veces. Pero no imposible para un mundo como Pandora. Se nota muy mucho que es un guion re-elaborado una y otra vez y que tenía muchas opciones de estrellarse en formato cine. Por lo que optaron bien dejando esta historia fuera. Sin embargo, dentro del noveno arte funciona y esto es un tema que pasa con bastantes tramas de diferentes franquicias. Insisto, es increíblemente inverosímil. Pero eso no lo hace malo. En la primera entrega de tres que tiene este arco argumental seguimos a Jake, Neytiri y sus hijos biológicos y adoptivos inmediatamente antes de los eventos de la segunda película. La Gente del Cielo ha regresado, y Jake Sully, como Olo’eyktan de Omatikaya y como Toruk Makto, quiere que tantos clanes Na’vi como sea posible se unan y marchen a la lucha. Al mundo negro. Sí. Na’vi en el espacio. ¿Suena genial? Mmmmmm…, por lo visto hay una razón por la cual esta idea fue recortada y reformada en la secuela que obtuvimos en Avatar: The Way of Water. Realmente extiende la suspensión de la incredulidad de una manera que no encaja con la filosofía de inmersión total de James Cameron, algo que siempre ha estado en el centro de esta franquicia. Incluso antes de que fuera una franquicia. Pero es exactamente por eso que el cómic es es el medio perfecto para explorar ideas como ésta.

Es pura diversión. Además, el arte es magnífico aunque no muy fácil de seguir para niños el tema de los personajes. En ocasiones, se confunden personajes, padres, hijos… aunque esto sea un tema totalmente temático que esté así. Pero tenemos paisajes, flora y fauna magníficamente ilustrados y reconociblemente Pandoranianos. Y los diálogos molan y se sienten naturales y se siente imbuido el carácter que le mete a sus personajes el propio James Cameron. Y es que ha pasado más de una década desde que los humanos se vieron obligados a abandonar Pandora. Y ahora regresan con un ejército de naves fuertemente armadas y después de años de paz, Jake Sully, Neytiri y la familia que crearon, tienen de nuevo el peligro a espuertas. Pero ahora lo que está en juego es aún mayor que cuando fueron a la guerra por primera vez contra el poder corporativo de la Tierra. ¿Las buenas noticias? Que el volumen 2 le da un empujón maravilloso a la trama. ¿La noticia aún mejor? Cantidad de material e ideas nuevas en este segundo volumen, que rellenan espacios en blanco entre los eventos de la primera y la segunda película. Por lo que está claro. Si eres fan de Avatar, indispensable para ti esta miniserie. Y os lo estoy diciendo ya, a expensas de leer, reseñar y disfrutar su resolución en un tercer tomito que aún queda para ser publicado en nuestro país.

Reseña: Juez Dredd Vol. 1 (1981-1985)

En un mundo de constantes publicaciones de cómic pero, sobre todo, de grandes rescates de obritas de antaño y vueltas a la palestra de títulos en formato íntegro que nunca nos debieron faltar…, cómo demonios no iba a ser una buenísima noticia que la franquicia Juez Dredd la cogiera por fin una editorial en condiciones como es Dolmen Editorial. Además, metido ya el primer volumen dentro de estos formatos por años tan recomendables en tapa dura, por orden cronológico de publicación real y además, con bastantes partes inéditas en nuestro país.

La joya del mes de febrero para mí… y quizás de aquí en adelante se va a notar mucho-demasiado que Juez Dredd es uno de mis personajes favoritos del mundo del cómic; decía antes lo de inédito y original para con esta edición que os reseño hoy porque realmente Juez Dredd fue una una serie de historietas británica creada por el guionista John Wagner y nuestro autor patrio y dibujante Carlos Ezquerra para el número #2 de la revista de historietas 2000 AD en el bendito año de 1977. Pero como se fue poniendo de moda por entonces lo de las  tiras de prensa, también se sumó Juez Dredd a la idea de su publicación en este formato. Y fue cuatro años después de su creación e irrupción en el cómic que el avance de sus imparables historias vieron la luz en el diario Daily Star, obviamente, convirtiéndose en éxito inmediato. Porque si un poder tiene este personaje es que a poco te guste el tema y estés más a favor de lo autoritario y el totalitarismo cuando la gente se pasa las leyes por el forro… O al menos, más cerquita que de los rebeldes estos que se las suda todo. Si estás en este lado de la acero, el personaje te va a encantar.

Tiras de prensa inéditas en español tras sus cuarenta años de existencia. Sacadas, sobre todo, de la grandiosa Judge Dredd: The Mega Collection que fue una colección parcial quincenal de libros en tapa dura que publicó Hachette Partworks. Una serie de tomos que contenía noventa volúmenes y comprendía todos y cada uno de los arcos más potentes que se pudieron disfrutar en la vieja 2000 AD, así como material adicional con arte inédito. Bien, pues muchas de esas historias y tiras se pueden disfrutar en este Juez Dredd Vol. 1 1981-1985. Un volumen que, además de ser una colección genial para empezar con el personaje por primera vez, obvio es decir que el completista y amante de Dredd lo querrá sí o sí por lo inédito en nuestro idioma. Apuesto que serán tomos que volarán en librerías.

Su protagonista es el Juez Joseph Dredd, un agente de la ley estadounidense en un futuro distópico donde los jueces como él reúnen en sí los poderes de policía, juez, jurado y verdugo. Dredd y sus compañeros están facultados para detener, condenar e incluso ejecutar a los criminales en el acto. Un cómic que en su día disfrutamos mucho como buena Ciencia Ficción, pero que a día de hoy no nos parece tan descabellado un cuerpo así para que ciertos parámetros de la sociedad funcionaran. Es entonces que tenemos a un juez, jurado y verdugo que reparte ostias como panes. ¿Y qué puede molar más? Transita las calles de la futurista Mega-City Uno donde en toda ella tiene jurisdicción. Su palabra es ley y la ejecuta con puño de hierro. Aunque hay muchos como él, cada uno de su padre y de su madre (y nombre), Dredd tiene autoridad dentro de la autoridad y de todos es conocida sus implacables ejecuciones. Dredd no tiene piedad y ningún delincuente escapará a su control, ya sean criminales en mallas, científicos locos, golfos, invasores alienígenas, robots fuera de control o compañeros renegados. No saben lo que les espera…, como bien dice la sinopsis editorial.

Joyita. Mis aplausos para Dolmen Editorial.