Reseña: Lois Lane. Enemiga del Pueblo, de Greg Rucka, Mike Perkins y VVAA

Lois Lane es un personaje secundario al que algunos guionistas de cómics de los 80 ya le empezaron a dar un carácter particular, un identidad concreta y una forma de ver las cosas que tendía al profesionalismo por encima de todo. Estamos hablando de la compañera tanto profesional como sentimental del ser más fuerte y más poderoso del planeta. Por lo que es lógico que alguien intentara que ese personaje evolucionara más allá, dejando atrás aquello tan antiguo de compañera florero. Insisto, Lois Lane siempre ha estado ligada al legado de Superman con su interés amoroso y la mayoría de las veces el público en general ha pensado en ella como una damisela en apuros a rescatar por el Hijo de Krypton. Sin embargo, a pesar de no tener superpoderes propios, es uno de los personajes más centrados y duros del Universo DC a través de su perseverante periodismo y su búsqueda de la verdad. De todo esto ha debido ser muy consciente siempre el guionista Greg Rucka pues se centró en ese aspecto para crear doce numeritos de una serie llamada Lois Lane: Enemiga del Pueblo que ahora ECC Ediciones publica en un sendo integral. Donde todo comienza con la morenaza en peligro después de investigar algunas conspiraciones burocráticas de muy alto nivel.

La historia sigue a Lois después de su regreso al centro del meollo donde se conecta a la continuidad de Superman y Action Comics, de Brian Michael Bendis. Está inmersa en la investigación de algunas conspiraciones provenientes del Gobierno, y al poco, empieza a ver su vida amenazada por distintos frentes. Para seguir, necesita y tiene la ayuda de la famosa detective Renee Montoya (personaje famoso que sale en varias historias DC, personaje que fue creado por Bruce Timm, Paul Dini y Mitch Brian para Batman: The Animated Series, personaje detective del Departamento de Policía de Gotham City y por tanto, la podemos encontrar en la maravillosa Gotham Central) con la que la señorita Lane intentará evadir la muerte en más de una ocasión. Greg Rucka tiene una buena sapiencia sobre Lois Lane. Nos la muestra como persona capaz, atrevida, dedicada e inteligente para muchos detalles en calidad de reportera principal del Daily Planet. Pero mola como la expone como personaje multidisciplinar. No sólo es participante en la historia; es jugadora prominente y polivalente, y con eso y con las tramas que se van sucediendo, rápidamente como lector percibes que el potencial se centra exclusivamente en Lois, ya que investiga temas importantes que pueden hacer que un todopoderoso país caiga.

Rucka con ello nos hace saber que estamos ante una trama actual.

Los personajes y los casos que persigue Lois son intrigantes y muestran lo poderosa que es con solo un lápiz y papel. Pero el enfoque en la historia cambia un par de veces hasta el punto en que no estás completamente seguro sobre lo que se está investigando. ¿Es algo relacionado con las políticas y la corrupción dentro de USA y otros gobiernos del mundo tienen mucho que ver en lo mal que va el mundo y todo es una trama de género negro que abarca más allá del Universo DC? Rucka intenta utilizar ambos aspectos y la combinación de estos dos ramales. Y los encaja. Aunque habría sido mejor si Enemiga del Pueblo hubiera girado un poco más hacia la realidad en el último número… Ya me entenderéis. No obstante, se tocan bastantes temas interesantes aquí. Rucka lo hace genialmente bien al juntar dos mujeres en potencia como son Lane y Montoya. Son ideales como compañeras, se podría hacer una serie solo con ellas como compañeras de fatigas. Lois y Renee tienen una química muy agradable entre sí, una divertida asociación de ida y vuelta en la que dos chicas tan diferentes tienen diversas formas de operar. Es divertido ver cómo trabajan juntas y crecen en asociación. Y Rucka (que ya trató a Renee en otras series) sabe colocar al personaje con facilidad y la pone en medio de las intrigas políticas que tanto le gustan, para las escenas de acción. Sobre todo, es la encargada de viajar a otras partes del mundo en nombre de Lois. Además Rucka, hace referencia y rescata algunos argumentos de otras de sus obras como Chechmate (Jaque Mate), lo que convierte a todo lo que sucede en Lois Lane: Enemiga del Pueblo en una “cena con amigos “. Y funciona muy bien. Aunque la introducción de personajes de Checkmate puede hacer que se pierdan algunos nuevos lectores…

El dibujo de Mike Perkins (La Cosa del Pantano: Cuentos de la Ciénaga) está como siempre genial. Personajes emotivos y en las pocas escenas de acción encontramos coreografías emocionantes. Incluso los escenarios contienen muchos detalles, desde la desordenada habitación de hotel de Lois hasta los sórdidos callejones y tejados en los que se esconde Question (alias Renee montoya). Perkins evoca el sentimiento de intrépido thriller político o cine negro de forma genial, ayudado con los colores de Paul Mounts, Gabe Eltaeb y Andy Troy.

Los fans de Lois Lane y Question probablemente la disfrutarán. Pero diría que para curiosos y gente que busca un thriller dentro del Universo DC (casi sin estarlo), para ellos está hecho este Lois Lane: Enemiga del Pueblo.

Reseña: Confesiones, de Kanae Minato

Confesiones se adentra en los oscuros recovecos de las mentes adolescentes. ¿Qué hay? Un mundo realmente aterrador. Con un trabajo que me recuerda mucho a lo que hace el autor japonés Keigo Higashino, Kanae Minato crea en Confesiones uno de los mejores thrillers que he leído en mucho tiempo. Cada capítulo tiene una perspectiva en segunda persona de un evento en particular y eso me encanta. De hecho, así está escrita mi última novela publicada. Pero Confesiones profundiza mucho más en esa atmósfera opresiva que mantiene al lector preocupado hasta el final. Y este su punto fuerte. No rehuye la violencia, incluso cuando estamos hablando de menores.

Como se puede adivinar por el título, Confesiones se centra en la premisa de expiar los pecados. ¿Pero aquí todos encontrarán expiación? Sí, les guste o no. La historia se centra en una maestra, Yuko Moriguchi, cuya hija Manami fue encontrada ahogada en la piscina de la escuela. Pero el último día del trimestre, decide hablar con los alumnos de su clase: Manami no se ahogó por accidente y sé que los culpables son algunos de los que tengo delante... Y sin nombrarlos, pero dando pistas significativas de que sabe quiénes son, la señorita Moriguchi desencadena una serie de eventos que cambiará la vida de todos.

Nada va a ser igual para ellos, estén implicados o no. Comienza así el terror psicológico más opresivo, entra en juego el estilo de escritura de Minato, el paseo entre los pensamientos de ciertos profesores, un estudiante dentro de su clase y luego, la visión completa de la situación de los asesinos. Cada nuevo capítulo casi que va a hacer que cambies lo que pensabas anteriormente. Lo que estaba comprometido hasta la escena final. Y es cierto que por momentos como lector, vas teniendo cada vez más claro que va a haber un giro, pero luego te golpea otro y luego otro. Cada uno de los personajes de Confesiones tiene sus propios motivos y opiniones sobre la situación. Hecho bien representado que los vuelve muy reales. Además, lo que eligen hacer en dichas situaciones es completamente individual para cada personaje. Hay una especie de libre albedrío muy bien diseñado, aparte de que son personajes muy creíbles como estudiantes del día a día en Escuela Secundaria.

También es cierto que el asesino principal ocasionalmente entra en clichés, pero hay suficiente sustancia para adaptarse a él y no molestan ciertos actos ya que es obvio que muchos harían lo mismo en su situación.

Las preguntas, en definitiva, son: ¿Qué justicia es suficiente para un asesino? Aquí se juega con el dilema moral del castigo. ¿Moriguchi debería denunciar a los estudiantes responsables de la muerte de su pequeña? ¿Se equivoca al buscar venganza contra ellos? Leyendo el libro y encontrando diferentes perspectivas sobre el punto principal de la trama, os vais a indignar. Y muy mucho si tenéis hijos. Y está curioso saber y conocer el uso que hace Minato del sistema de justicia japonés y como encaja impecablemente con el dilema de la novela. La discrepancia de que hasta qué punto un menor está libre de cualquiera de sus actos.

Nocturna Ediciones recién publica Confesiones, de Kanae Minato, con la traducción de Rumi Sato. Kanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de Economía Doméstica, publicó esta su primera novela en 2008. Un título que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios y fue nominada al reconocido Shirley Jackson. Su adaptación cinematográfica, dirigida por Tetsuya Nakashima, representó a Japón en los Oscar. O sea, que tenéis peli de este impactante thriller. Pero son pocas más de doscientas páginas que se devoran en nada…

Dicen que después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase. Tengo una hermana profesora y puedo decir que no solo los padres tienen la culpa de cómo son o serán sus hijos. Miles de circunstancias o momentos concretos de su vida, influirán. El papel de la madre/profesora quizás sea uno de los más difíciles de llevar porque muchos de ellos, después de lo que sufren en el trabajo, se hace obvio que no quieran intentar serlo. Y no he visto el film pero lo veré. Dudo mucho que con referencias tanto a Dostoyevsky como a Camus, quienes escribieron novelas sobre los recovecos más profundos del comportamiento humano; dudo, que el film tenga el mismo final que la novela. No hay nada peor que un niño en sus actos horribles de crueldad. Un pequeño ser que aún no razona al cien por cien y que no se para a pensar en las secuelas de sus actos. Lo que encima los vuelve impunes ante la justicia.

Tema delicado.

Aunque depende del bando en el que estés, por supuesto.

Reseña: Ghost Money, de Dominique Bertail y Thierry Smolderen

Empezaré por lo fácil: Ghost Money es uno de los mejores thrillers políticos y de acción que he leído en los últimos tiempos. El escenario es simplemente plausible. Tiene lo indispensable a tener para una historia creíble. Su argumento se basa en algunas teorías de conspiración bastante clásicas pero también otras que muy pocos conocen, si nunca indagaron un poco en el tema. ¿Por ejemplo? En Ghost Money estamos rastreando el cofre de guerra de Bin Laden y las travesuras de expertos sin escrúpulos y ex-militares. Por decirlo coloquialmente, todo lo que rondó USA tras pillar a ese tipo que le dio tantos dolores de cabeza. Pero hay más. Aquí tenemos personajes icónicos: entre bribones inmundos, intrigantes señores, primerizos con problemas y gente notoria desquiciada, también hay mujeres jóvenes atractivas y enigmáticas, genios de la informática y de la medicina. Nuestra puerta de entrada a este universo estará asegurada por un personaje de apariencia ordinaria: una mujer joven que, en principio, no estaba preparada para lo que se le viene encima. Una trama clásica pero siempre efectiva. Por otro lado, en este serial el suspense está bien equilibrado y los autores tienen la virtud de darnos suficientes pistas para que el ritmo no decaiga cuando toca. Y para que nos demos cuenta de que algo anda mal… Cuando menos te lo esperas, se viene todo lo gordo.

Pero vamos a centrarnos. ¿Cuál es la idea? En Ghost Money todo nace en Londres, en noviembre de 2028. Durante un atentado, una exótica desconocida salva a Lindsey y esta quedada prendada de ella. Esa desconocida es Chamza, una multimillonaria que vive de incógnito en su jet orbital (echadle un ojo a la portada). Poco después, una serie de sucesos en todo el mundo, llevan a recordar a los momentos previos al terrible atentado del 11-S en Nueva York en 2001. Todo lleva a pensar que el servicio secreto USA está en añerta y que algo gordo se está gestando. Pero Lindsey no puede dejar de pensar en su “amiga”, la cual, por cierto, es estrechamente vigilada por los norteamericanos ya que se han encontrado indicios de financiación de actos terroristas por su parte.

Otros detalles que me llevaron a apasionarme por esta serie durante la lectura fue la evolución o el funcionamiento de ciertos personajes, en particular, la joven Lindsey. Que de una mujercita emocional de la buena sociedad británica se convierte en una especie de líder de comando. Y adopta esa mirada fría que hay que tener para ello. Este cómic que contó de cinco álbumes y que ahora por fin publica Norma Editorial en un solo integral, después de una larga espera de publicaciones en el país vecino, tiene escenas muy chulas como la de los chinos pilotando una especie de robot destructivo que lleva a pensar en las mejores pelis de CF; tema que se siente cercano porque según estamos viendo en nuestra evolución actual, así podrían ser nuestras futuras guerras. En ciertos momentos, la representación gráfica de Thierry Smolderen tiene ese toque semi-manga o semi-anime, mejor dicho, del renderizado, que no me acaba de gustar dentro del cómic europeo. Lo bueno es que en ciertos momentos cambia de tercio y casi que no te das cuenta porque aquí lo que prima es la historia por encima de todo.

El guión que Dominique Bertail establece mucho el atractivo de esta serie anti-políticamente correcta. Encaja perfectamente con ese tono de nueva mirada al espionaje y geopolítica. A pesar de las portadas no muy pegadizas para el tema, Ghost Money es una trama muy digna para el amante de las conspiraciones. Es un thriller político-financiero muy tortuoso (el dinero de Al Qaeda está en el corazón de la trama) que mezcla temas cercanos a lo que vemos en las novelas de Robert Ludlum, por ejemplo, con su ciclo de Jason Bourne. Y todas estas tramas de teorías conspirativas donde el papel de USA y en particular, de la CIA, es como poco, turbio. Sumando el tema del espionaje tecnológico avanzado, que no sé a ustedes, pero a mí cada vez me asusta más, porque pueden hacer desaparecer a una persona en segundos. Y solo tu familia te recordará.

O ni siquiera eso.

Peliculón hecho cómic.

Reseña: Bad Mother, de Christa Faust, Mike Deodato Jr. y Lee Loughridge

En este nuestro país de escasos lectores, Christa Faust (1969) no es una autora muy conocida. La señorita Faust es una neoyorquina que escribe historias originales así como novelizaciones y vínculos con los medios más mainstream del mercado. En 2009 ganó el premio Crimespree con su novela Money Shot al Mejor Libro Publicado en Rústica. Money Shot también recibió nominaciones a Mejor Original en Tapa Blanda en los Premios Edgar, Premios Anthony y Premios Barry; que no son premios mundialmente conocidos pero que dan un empujón fuerte a todo escritor que quiera dedicarse a escribir dentro del mundo del thriller o novela negra. En 2004 escribió una historia muy interesante junto a Poppy Z. Brite que se tradujo aquí como Tríadas. El caso es que le surgió la oportunidad de hacer algo en cómic con el renombrado dibujante Mike Deodato Jr. y de ahí nació Bad Mother. Una historia de las que ponen los pelos de punta.

Nos presenta a April, típica madre de barrio obrero, y ya con un solo par de páginas, aprendemos mucho sobre su vida. Tenemos una idea real de su personaje. Entonces, justo cuando nos estamos preparando para una lectura cómoda, hay un atraco a mano armada en la tienda del barrio y en un santiamén todo se va pique. Un lío de los gordos donde termina con el jefe de policía disparando a diestro y siniestro y reventándole a uno los ladrones su jodida cabeza. April está comprensiblemente conmocionada. Pero sin nadie con quien hablar en casa, su vida vuelve a ese gris de la soledad que la consume. Hasta que su hija Taylor irrumpe en casa después del toque de queda en un ataque de rabia adolescente y falta de comunicación, con un rostro lleno de magulladuras y cortes. Las imágenes y las reacciones de April desencadenan y reflejan los instintos de mamá oso que se come a un kraken, esa ira que muchas mujeres llevan dentro cuando tocan a su bebé. Intenta comunicarse con su hija para averiguar qué sucedió, pero sin éxito. Así que April decide lidiar con el novio de Taylor, Chase, y cuando va a su casa descubre conexiones perturbadoras con el atraco a mano armada que vivió unas horas antes. Y cuando regresa a casa su hija ya no está.

Lo que hace muy bien la guionista es, que a medida que comenzamos a ver los hilos, nos sumerge en un misterio criminal cada vez mayor. Tras un robo que salió mal y un abuso doméstico, queda claro que April está fuera de sus casillas. Otra persona no podría ni salir de la cama. Pero como una madre herida en sus adentros con una hija desaparecida, y con la policía no pudiendo o no queriendo hacer nada, April no cuestiona qué debe hacer a continuación. Se arremanga y empieza a mutar en otra persona. En una Bad Mother.

Bad Mother es una de esas miniseries recopiladas de cinco númeritos y de editoriales no potentes o nuevas en USA, que Panini Cómics trae de vez en cuando y que intento no perderme. Suelen ser cómics notables como mínimo. En esta en particular, vi que en USA se vendía el primer número con el lema «Baking Bad», y eso me hizo gracia. En referencia a ya sabéis qué, y si no, bueno, en referencia a ese tipo de persona que lleva una vida de cierta paz hasta que tras una impactante noticia todo cambia y emerge de su interior el verdadero mal, un verdadero villano…

A Axel Alonso, ex-editor en jefe de Marvel, ahora cofundador de AWA Studios, la editorial donde Bad Mother se publicó originalmente, le gusta describir al personaje principal como un cruce entre Frank Castle y una “mamá de fútbol”. Y con una fuerte dosis de Walter White. Pero en mi opinión tras leer el número final es que April Walters es mucho más que eso. Ya me diréis, ya. No pienso contar nada más. Además, ando feliz de que a Christa Faust le vaya bien dentro del noveno arte pues tiene ese don para crear historias impactantes dentro del realismo que muchos no consiguen. Y debería ser una sorpresa para mí el arte de este cómic, pero no lo es. Conozco de sobra a Mike Deodato Jr. y su maravilloso portafolio, ideal para ilustrar historias de género negro. Viñetas muchas que son la esencia de la historia, donde se las arregla para cambiar la acción de una madre haciendo sus compras con un robo a mano armada y un secuestro con rehenes, en un abrir y cerrar de ojos. Y los colores de Lee Loughridge aportan ambiente de forma genial.

Bad Mother es otro emocionante one-shot en cinco números, recopilados ahora en un tomito chulo, una película de las buenas en formato cómic.

Reseña: Después, de Stephen King

Lo siento, pero sigo siendo de esas personas en las que aún se enciende una llamita cuando está en ciernes una nueva película de M. Night Shyamalan y/o un nuevo libro de Stephen King. Dos maestros para nada comparables (por fin el Tito King es considerado un maestro a todos los niveles en su tierra y no como en los 80s cuando los críticos quisieron dañarle al máximo); pero dos creativos que han aportado muy mucho a mi vida literaria y fílmica en cuestión de gustos. Por lo que el tema está claro. King saca historia y ahí estoy yo uno de los primeros. No quiero que nadie me cuente nada, no quiero saber nada ni por casualidad y quiero leer/tener súper-ya su nuevo título Después (Later) que como siempre publica en nuestro país Plaza & Janés. Una novela que os digo ya que se devora en nada. Este Lector Constante que os escribe ha disfrutado de lo lindo. Una tarde-noche-desayuno me duró esta novedad. Hacía tiempo que no leía tanto y tan rápido. Increíble el enganche que me produjo Después. Por que King sigue siendo capaz de emitir ese tipo particular de magia entre lector y escritor, que muy pocos consiguen. Telepatía, que la llamó una vez. ¡Y con tantos libros! Lo sabe uno/a cuando tienen entre sus manos una nueva novela del de Maine. Una sensación difícil de describir si no la has vivido.

En nuestro país es difícil de ver que los personajes contenidos en las portadas de sus novelas tienen ese inconmensurable esplendor de ambiente que King aporta en sus historias. Es mi única crítica. Pero me alegra ver que las editoriales poco a poco está esforzándose en esto (os confieso que hay portadas de libros de Terror USA que tengo enmarcadas). Pero yendo a lo que vamos, Después, la recién publicada novela de Stephen King en nuestro país, logra exactamente el tipo de consuelo escalofriante que buscamos los Lectores Constantes, como nos llama el Rey del Terror. Ese consuelo que intentamos calmar, al menos, una vez por año. Por favor, que nunca nos falte este hombre…

En parte thriller de detectives, en parte, género de Terror, Después es el libro que debéis leer y disfrutar en estos piscineos y playeos que se avecinan. Cuenta la historia de Jamie Conklin, un niño que vive con su madre soltera, la cual mantiene a su hijo como agente literaria en la ciudad de Nueva York. Jamie es un niño relativamente normal, salvo por el hecho de que puede ver (y hablar) con personas muertas. ¿El Sexto Sentido? Sí, ese mismo encuadre. Está claro y se hace inevitable pensar desde el primer momento en el film de 1999 de Shyamalan. Y como King puede ser de todo menos tonto y fue consciente de las similitudes, hace que Jamie informe intencionadamente al lector con “Esto no es como en esa película de Bruce Willis». Pero no estoy seguro de que esto a muchos de ustedes os valga: su habilidad en Después es muy similar a la Cole (Haley Joel Osment en El Sexto Sentido). Sin embargo, sí que hay diferencias notables. Por ejemplo, en esta novela los fantasmas parecen seguir dos reglas muy particulares: primero, siempre dicen la verdad, y segundo, desaparecen a los pocos días. ¿A dónde van? Terror puro me dio descubrir que King nunca lo cuenta…

Aprovecho para deciros que estamos ante una novela que considero corta pese a sus doscientas y pico páginas. Incluso con la rapidez que se lee, las sensaciones son de estar leyendo un cuento largo por como está construida. No sé si os pasa, pero a mí con algunas de las novelas chulas que ha escrito King, no quería que terminasen. Me pasó, por ejemplo, con IT, que no es de las nuevas (1986), pero es un tochal de los buenos. Y cuando la terminé me sentí vacío como cuando finalizamos una relación con la que hemos disfrutado mucho. Por cierto, hilando temas, los lectores familiarizados con el bestseller IT, se emocionarán al descubrir que en Después se rescata el Ritual de Chüd. Aquel que el Club de los Perdedores utiliza para enfrentarse al demonio interdimensional conocido como «It». En Después, Jamie nos pone en contacto directo con un ser cósmico muy inquietante y similar, y hasta aquí puedo leer…

Las muchas virtudes de King brillan nuevamente. No me gustan esos comentarios sobre el Rey del Terror en ciertas reseñas donde alegan: ¡Ha vuelto! A ver, a ver, a ver, friends. El Tito King es como la canción de Taxi que repite una y otra vez: Jamás me fui. Aunque sí que es cierto que cuando llevas mucho tiempo sin leerle impresiona su habilidad para traer una letanía de horrores que en principio son clichés que no debieran asustarnos. Pero funcionan. Y depende de donde te encuentres, la situación y el momento, puedes pasarlo realmente mal. Jamie Conklin se enfrenta no solo a fantasmas y a la amenaza de un poderoso ser, sino también a enfermedades hereditarias, el colapso de la vivienda de 2008 y el aumento de las facturas de hospital. Me cautivó particularmente la relación entre Jamie y su madre. Tampoco creo que nadie pueda captar mejor la particular angustia que surge al envejecer y descubrir que los adultos no son tan infalibles como alguna vez pensaste. Aparte, King consciente de su público y de las constantes críticas por sus flojos finales, aquí aporta un impactante final que hará que muchos de vosotros (como yo) busque en Internet para saber más del “tema”.

¿Sinceramente? Estáis tardando en leerlo.

Reseña: Aquelarre (The Coven), de Lizzie Fry

En un mundo lleno de brujas pero gobernado por hombres, ¿qué podría salir mal? Cuando Chloe descubre una habilidad mágica latente lo suficientemente fuerte como para hacer desaparecer una casa entera, la ponen directamente en una lista de asesinos a perseguir por todo el mundo. Pues existen los cazadores de brujas del mundo moderno. Al mismo tiempo, Adelita está decidiendo si puede o no confiar en que el agente Sentinel haya cambiado de bando ya que acaba de sacarla de la prisión y le revela su propio poder oculto. Las cosas se ponen en movimiento muy rápidamente, aquí o se lucha o acabas en una lápida rodeada de pinos. Lo ideal es hacer grupo, juntar a otras brujas para luchar por sobrevivir o por la causa que tanta gente odia… Aquelarre (The Coven) es el último gran thriller sazonado con Terror que he devorado. Una novedad que Minotauro trae a nuestro país, una historia inquietante que huele bastante a séptimo arte.

Aquí la trama de hombres versus mujeres es bastante escalofriante. Principalmente, porque se hace de forma MUY CREÍBLE. Además, en un entorno moderno real, reforzado con puntos de referencia casi históricos que da sensación cercana. Encontré en Aquelarre referencias reales a las cacerías de brujas del siglo XVI y a las amas de casa reprimidas de épocas pasadas, lo que aporta a la trama central un poderío chulo pues se relaciona con que eran simplemente una exageración moderna de eventos que ya habían sucedido. Y es que nada amenaza más al patriarcado que cuando el equilibrio de poder se inclina a favor de las mujeres. Agregue brujería y magia al potaje, al caldero que guisa Lizzie Fry, y te toparás con una sociedad distópica donde las mujeres poderosas son encerradas o incluso asesinadas para restaurar este supuesto equilibrio. Este es el mundo en el que nos encontramos en el libro.

La dinámica del poder es un tema predominante en esta novela debut de la autora. La complicada infraestructura jerárquica del mundo de Fry hace que la trama sea mucho más creíble, insisto, me gustó cómo se nos permite ver diferentes reacciones a la inclusión de las brujas en la sociedad. Desde las posturas duras pero opuestas de los agentes hasta esa otra sociedad ya establecida que promueve el enfoque más relajado en diferentes condados de un país. Y, por supuesto, las personas de a pie que creen lo que se les dice y no se molestan hasta que algo les afecta particularmente y distorsionan su tranquila vida. Sin embargo, a pesar de esta estructura sólida, todavía hay muchos giros en la trama y sorpresas de personajes que no esperaba. Una de las partes más interesantes de Aquelarre, es la historia de fondo que está entretejida a la ligera, que nos muestra cómo las luchas crecieron gradualmente y cómo fueron controladas y guiadas en la dirección que mejor se adaptaba a los que estaban en el poder. Las historias de fondo de los personajes individuales encajan en esto al mostrar las pérdidas y el control a nivel personal, así como a nivel global, que se refuerza en todo momento.

No estaba muy seguro de qué esperar en Aquelarre (The Coven). Sinceramente, no me gusta nada el tono que se toman con el “tema bruja” ciertas novelas o series de TV juveniles que salen a manojos casi cada mes. Pero The Coven me cogió por sorpresa. Estamos ante una intrigante combinación de fantasía distópica y realismo, pero donde la brujería realmente existe. Una novela inteligente que nos lleva a un viaje emocionante alrededor del mundo, cambiando hábilmente de un lugar a otro, una narración de ritmo rápido lleno de acción y drama, casi en cada página. El mundo y el sistema mágico son complejos e interesantes. La historia se centra en Chloe Su, una bruja elemental adolescente que es La Elegida o La Única. La bruja más poderosa de todas. Ya que puede acceder a los cuatro elementos mágicos. Las brujas elementales son las más peligrosas; acceden a su magia a través de uno de los cuatro elementos: aire, agua, fuego o tierra. También hay brujas de «cristal» que acceden a su magia a través de cristales y brujas de «cocina» que son brujas de grado inferior que necesitan ingredientes naturales para sus hechizos. También existen niñas nacidas de brujas que no pueden hacer magia.

Aquelarre (The Coven) es una mezcla fabulosa y ecléctica de personajes, todos bien dibujados e interesantes. Dominada principalmente por personajes femeninos, una historia que rinde homenaje al poder de las mujeres en una sociedad donde van a sufrir de lo lindo.

Si habéis leído hasta aquí, echadle un ojo.

Reseña: Damas Asesinas, de Tori Telfer

El veneno es el arma de los sin emociones, los sociópatas, los verdaderamente crueles.

Y de las mujeres, dijo uno.

Y se lo cargaron.

La recomendable Editorial Impedimenta lleva un tiempo que no me deja dormir. Va publicando esos titulitos de libros de thriller, terror, asesinos y lo peor de todo, casos reales; de esas lecturas que quitan el sueño. Una obras en tapa dura genialmente llevaderas para leer en cualquier sitio como es el caso de Damas Asesinas. Cuatrocientas páginas que se leen en nada. Una breve biografía de mujeres asesinas conocidas que me ha venido muy bien. Debido al trabajo, llevo ya unos cuantos añitos en un atracón de crímenes reales, escuchando podcasts sobre el género, viendo documentales, películas… Sobre finales de 2018 me interesé también, por libros que tratasen estas vidas de incertidumbre y en muchos casos, locura. Especialmente, mujeres asesinas, ha sido un tema interesante.

Haciendo mención a cómo empiezo la reseña, Damas Asesinas me ha parecido un libro súper curioso ya que presenta la idea de usar veneno de una forma realmente aterradora, pero también de forma bastante normal, como si se tratase de cualquier arma homicida. Por lo que tengo estudiado, la mayoría de la gente considera que usar veneno es el arma homicida más fácil, pero para nada lo es. Es dañino psicológicamente. Se necesita ser capaz de superar una enorme carga emocional y mantener la compostura para ver cómo la víctima se consume. La larga espera… Y el otorgar. El que calla, otorga, que decía mi abuela. Supongo que es por eso que Olenna Tyrell fue un personaje bastante potente en Juego de Tronos… Bien, disculpad el off-topic.

Durante bastante tiempo, la mayoría, si no todas las mujeres asesinas, siempre usaban veneno. Y muchas veces, casi siempre por una motivación amorosa o económica. Cuando profundizas en ellas, quizás asuste el alto porcentaje que marca esta pauta. Pasó demasiadas veces en la historia. Por supuesto, existen anomalías como Elizabeth Bathory o Gertrude Baniszewski, que claramente eran más pro a las torturas, pero en casos famosos son la excepción. Anomalías, nunca mejor dicho. Cuando piensas en asesinos en serie a lo largo de la historia, los nombres que te vienen a la mente son: Jack el Destripador, Ted Bundy, Berkowitz (El hijo de Sam)… Pero, ¿qué pasa con Tillie Klimek, Moulay Hassan y Kate Bender?

La narrativa con la que nos sentimos cómodos es aquella en la que las mujeres son víctimas de delitos violentos, no las perpetradoras. De hecho, se cree aún que los asesinos en serie son tan universalmente masculinos, que en 1998, el agente del FBI, Roy Hazelwood, declaró infamemente en una conferencia de homicidios: «No existen asesinas en serie». Pues como se dice aquí en el sur: No-ni-ná. Damas Asesinas cuestiona esa afirmación y ofrece catorce ejemplos espantosos como evidencia. Aunque en gran parte olvidadas por la historia, las asesinas en serie como Erzsébet Báthory, Nannie Doss, Mary Ann Cotton y Darya Nikolayevna Saltykova rivalizan con sus homólogos masculinos en astucia, crueldad y apetito por la muerte ajena. Cada capítulo explora los crímenes y la historia de un tema diferente, y luego procede a desempacar su legado y su interpretación en los medios, así como los estereotipos y clichés sexistas que inevitablemente las rodeaban.

Una lectura maravillosa, ideal para los que nos interesan estos temas, y somos capaces de separar, con firmeza, racionalidad de irracionalidad.