Reseña: Cuando el Viento Sopla, de Raymond Briggs

Un cómic que nunca pensaba que iba a leer, que nunca pensaba que iba a llegar a mis manos y que no esperaba ver entre las novedades de este país, es Cuando el viento sopla, de Raymond Briggs. En primer lugar porque no sabía que existía una historia en cómic de esta película que vi tan pequeño y con la que quedé impactado. Yo, y mucha gente como yo. ¡¡No sabía que procedía de un cómic!! Y tras obtener esta edición que Blackie Books acaba de recuperar para todos nosotros, disfruté, entre comillas, de esta historia de Raymond Briggs que demostró que sabía contar con ternura la vida de una pareja inglesa sencilla y sin incidentes, preocupándose más por su pequeña vida doméstica que por el mundo exterior.

Una pareja de personas mayores que se presenta en el cómic en una atmósfera mucho más ambigua. Para empezar, aunque se quieran tanto, estos dos son claramente más ingenuos, incluso dulcemente estúpidos; la mujer es una ama de casa que apenas ve más allá de las paredes de su hogar y la limpieza de sus cortinas. El hombre sólo conoce el mundo exterior leyendo los periódicos, escuchando la radio y charlando en el bar, cuyas informaciones sólo retiene de forma errónea. Y cuando se entera de que pronto puede estallar la Tercera Guerra Mundial…, seguirá las instrucciones de las autoridades para construir su refugio improvisado en el salón de su propia casa, bajo la mirada cautelosa de su esposa que toma esto como un capricho inmaduro de su marido y le sigue preocupando que vaya a ensuciar las cortinas.

La primera parte de la historia juega con este contraste entre la aparente gravedad de la situación y la forma completamente despreocupada e ingenua de prepararse para el tema de la pareja. Confiando ciegamente en los «poderes existentes» y pensando con cierta nostalgia en el sencillo y casi agradable momento de su vida bajo los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, nos brindan diálogos extravagantes y bastante divertidos dada la situación hasta tal punto.

Y luego llega la segunda parte, tras un hecho clave, y la cosa cambia…, como se espera. Esta parte es menos divertida y ciertos diálogos pueden llegar a dar miedo. Sobre todo, el humor que disipa y va dando paso a algo mucho más oscuro y al final el lector llegará a ese desastrosa sensación agridulce, la puta realidad donde no sabes si reír o llorar.

Tremendo cómic. Conmueve la ternura de esta pareja en una edad a la que todos llegaremos aunque esperemos que no, en la situación de ellos. Pero quién sabe. Un álbum que terminé y no quise hacer la reseña hasta pasados unos días porque no podía parar de pensar en el horror real que había leído. Quería explicarlo concretamente bien y a estas alturas de la reseña aún no sé si lo he hecho.

Reseña: Breve Viaje por la España de las Brujas, de Clara Dies Valls y Javier Prado

No solo porque uno ama el fantástico desde el día que nació (si no antes), no sólo porque todo lo relacionado con lo esotérico me atrae, no sólo porque el mundo del horror relacionado con las brujas (no, el lado bueno no) siempre me llenó de inspiración y lo leído me trasladó a un mundo o época que no viví y que debió ser “preciosa” en cuanto a ambientación. Y no sólo porque este niño de los 80 vivió el mundo del rol desde que llegó a este país y uno de los juegos que más disfrutó fue Aquelarre, del maestro Ricard Ibáñez; por todo esto y más, quería leer/tener/disfrutar de esta novedad tan atractiva que podéis encontrar ya en librerías.

Breve viaje por la España de las Brujas es un libro tomo indispensable para toda persona inquieta que quiera saber de nuestras tradiciones, de usos, costumbres, leyendas o realidad donde fueron partícipes estas señoras que hicieron estragos allá donde estuvieron…, o no. Con textos e ilustraciones de Clara Dies Valls y el siempre activo en Twitter, Javier Prado Coronel, cuyos dibujos, por lo menos a mí, me llenan de inspiración para mis escritos. Poned atención a la reseña de esta ensayo-joya que ha publicado Sugaar Editorial porque entre este mes y el que viene se va a ir presentando este genial tomo por todo el país.

¿Existieron las brujas en España? ¿Dónde se reunían? ¿Es cierto que poseían demonios familiares? ¿Que preparaban filtros de amor? ¿Eran solo curanderas? ¿Qué ocurrió en Zugarramurdi? ¿Cómo diferenciar una meiga de una bruxa? ¿Y a una bruja de una hechicera? ¿Cuál fue la verdad? Todas estas preguntas y más se resuelven en este volumen a caballo entre libro de viajes y ensayo antropológico. Porque además de hablarnos de leyendas de ciertos lugares sobre estas representantes del Mal en la tierra (lo siento, es que para mí una bruja ES UNA BRUJA, con todos los respetos); se habla de la asturiana Ana María García, de quien se contaba que podía controlar a los lobos, y de María de Padilla, amante de Pedro I el Cruel que pasó a la historia como espíritu diabólico y patrona de la magia oscura. Sin olvidar, claro está, a toda una legión de sortílegas, alcahuetas, curanderas rurales, o sabias que, según la zona, eran llamadas meigas, bruxas, fetilleras, sorginas, veoras, entendías… las denominaciones son casi tan numerosas como sus historias, en su mayoría relegadas al olvido de los archivos y publicaciones inaccesibles. Y siendo sincero, todo este párrafo esta sacado de la propia sinopsis editorial pero es que no se puede describir mejor el contenido, en general, que aporta la propia obra. Aun así, toda mi reseña se resume en el primer párrafo de esta reseña. Es un libro que aparte de recorrer los enclaves asociados a las brujas, como Barahona, Cernégula, los Arenales de Sevilla (lugar que investigué bastante en su día) o la tristemente célebre Zugarramurdi y los sucesos terribles que allí se dieron en diferentes épocas de la historia; aporta INSPIRACIÓN literaria así como empujará y llevará de la mano a tu imaginación a limites insospechados por la cantidad de datos y “secretos” que aporta. Por que las brujas siempre han estado envueltas en un halo de misterio y los que hemos visto más allá…, sabemos que eran realmente como se describían en los cuentos clásicos. En los cuentos clásicos originales antes de que llegara Disney y lo endulzara todo. Pero señor padres, si la premisa es proteger aportando miedo, por favor, que no venga este señor y nos cambie la esencia del mejunje… Sin embargo, es cierto que aún hoy en día son objeto de discusión. Pero, en mi opinión, no la hay. Y estos chicos y chicas tiktokers o instagramers, jóvenes, en definitiva, que tergiversan todo tras “sufrir” disociaciones de identidad con tanto videojuego. Hoy en día hay muchas personas que no saben lo que es/fue realmente UNA BRUJA. Estas señoras son/fueron la mejor definición de LEYENDA que vais a encontrar. Y a poco que indagues en libros que han recurrido a las fuentes, que beben de una buena investigación, que se apoyan en una extensa bibliografía especializada como Breve viaje por la España de las Brujas; entonces, y solo entonces, lo sabrás.

Sabrás que estás antes uno de los pocos libros que dan un versión verdaderamente agradecida de leer gracias a sus ilustraciones donde se dan conceptos, procesos inquisitoriales, sustancias alucinógenas y remedios medicinales utilizados por las brujas históricas así como los pactos con el diablo, transformaciones animales y demás supersticiones o cuentos populares empleados para estas chicas del demonio. LIBRO INDISPENSABLE DE LEER.

Reseña: Thanos Vence, de Donny Cates y Geoff Shaw

Fue no hace mucho (de hecho ayer) cuando disfruté de una obra en la que participaba Donny Cates. Fue Amanecer de otoño, una obra tan diferente como original con el Doctor Extraño como protagonista (https://www.cronicasliterarias.es/?p=15782). Y quería más. Y no me costó mucho encontrar que este mismo mes Panini Cómics publicaba en su genial colección Must-Have, Thanos Vence, un tomito la mar de interesante (soy fan acérrimo de cualquier historia donde salga el Titán loco), un volumen que recoge cuatro numeritos y un anual, un mini-arco que se dio dentro de la cabecera del perilla morada.

No hay duda de que un villano tan complejo y lleno de matices como Thanos merece su propia serie en solitario. Pero con el escritor Jeff Lemire y los artistas Mike Deodato y German Peralta contando una historia muy completa a lo largo de sus 12 números, es suficiente preguntarse si Marvel ganará algo manteniendo la serie en Marvel Legacy. Afortunadamente, Thanos #13 (donde Thanos vence) sirve como un rotundo «Sí». En todo caso, esta serie parece estar en ascenso gracias al nuevo equipo creativo. Thanos #13 marca la segunda vez en tantas semanas que el escritor Donny Cates toma las riendas de un título destacado de Marvel. Y una vez más logra ese complicado equilibrio entre honrar el tono del equipo creativo anterior y aun así crear algo que parece nuevo y original. Ciertamente no está de más que le acompañe el co-creador de God Country, Geoff Shaw, para este cómic (al leer esa serie, fue bastante obvio que Cates y Shaw nacieron para trabajar en el lado cósmico del Universo Marvel.

La mayor similitud entre el trabajo de Cates y el de Lemire es que ambos muestran una inclinación por escribir narraciones grandiosas. La diferencia fundamental en el enfoque de Cates hacia la serie es que está explorando a Thanos en ascenso. Lemire derribó al Titán Loco en el transcurso de doce números, y solo lo devolvió a su máxima potencia al final. Cates se basa en eso, retratando a Thanos como un villano cuyo mismo nombre persigue a los seres más poderosos del universo.

La magnífica obra de arte de Shaw eleva inmediatamente la serie a un nuevo nivel. Crea una versión descomunal e imponente de Thanos y una visión muy surrealista, incluso psicodélica, del Universo Marvel. La bulliciosa sensación de energía de Shaw y los ángulos dinámicos de la cámara son una gran ayuda para la serie, al igual que los ricos colores de Antonio Fabela.

¿Veredicto? Mientras que Thanos es para mí una adición eterna dentro de Marvel, verlo con una trama dentro de los Must-Have solo me hace pensar en que necesitamos más… porque las hay. Cates y Shaw demuestran una vez más que son un equipo creativo con talento.

Reseña: Doctor Extraño. Amanecer de Otoño, de Tradd Moore y VVAA

De los cómics de Doctor Extraño que hay actualmente en librerías, uno que os puede llamar mucho la atención es Amanecer de otoño. Sobre todo, por su dibujo y su formato. Y no es para menos porque es un título tan chulo como sugerente que Panini Cómics ha decidido editar dentro de su colección Grandes Tesoros Marvel. Una obra del siempre diferente Tradd Moore, creador de otra originalidad como fue Estela Plateada: Negro (que por cierto está anunciado para el mes que viene como un Marvel Deluxe). Y es que Tradd Moore se está convirtiendo rápidamente en uno de los artistas más interesantes y fácilmente reconocibles del cómic contemporáneo. Su miniserie Silver Surfer: Black de la que os hablaba y que co-creó con Donny Cates, es una pieza ejemplar del arte del cómic moderno que trasciende las fronteras de la fantasía y el individualismo. La serie presentó a una amplia audiencia el trabajo de Moore y ahora el artista despierta al Doctor Strange de su letargo en una tierra lejana donde el sol nunca se pone.

Amanecer de otoño nos lleva a una tierra de llanuras onduladas con un sol rojo colgado en el cielo. El Hechicero Supremo se despierta bajo un árbol, desconcertado por su entorno e inseguro de su identidad. A su lado hay una niebla informe que de repente se convierte en una bestia, atacando con ira a todo lo que le rodea. En ese momento, el Doctor Strange recupera lentamente sus recuerdos y mira dentro del corazón de la bestia para ver el dolor que ha trasladado desde la llanura mortal a este aterciopelado lugar. Después de exorcizarlo, viaja a través de bosques verdes bajo la guía de amigables animales salvajes hasta que llega a una especie de campana que lo envía a un asentamiento humano cercano. Y cuando llega allí, lo único que encuentra son problemas. Ahora está atrapado en un mundo distante, rodeado de peligro, el Hechicero Supremo debe explorar esta tierra de espadas y misterio para desentrañar secretos arcanos y escapar de los terrores que la acechan.

Tradd Moore comienza muy pronto dividiendo Amanecer de otoño en tres actos. Esencialmente, convirtiendo un viaje a través de un planeta alienígena en una búsqueda de identidad y pertenencia. Moore y Clayton Cowles hacen compañía a Stephen con sus letras estilizadas que mantienen la calma en cursivas mientras la voz retumbante de esa extraña campana suena y grita en negrita cuando las frustraciones comienzan a acumularse. Casi sin diálogo intermedio, como lector, navegamos por las páginas de este mundo onírico y bello a la vez, desde el punto de vista del protagonista mientras reflexiona sobre el extraño paisaje. Aquí, este Doctor Extraño de melenas juveniles, es un hombre cansado y perdido en su mente en una ruta de senderismo que parece no llevar a ninguna parte. La naturaleza surrealista y misteriosa recuerda a la llegada de cualquiera al mundo de Oz pero con lo que encuentras al final del primer número (Fall Sunrise es originalmente una miniserie de cuatro números), ya ves que no tiene nada que ver. Un estallido de acción al final del primer número envía los pigmentos a un movimiento giratorio de perpetua agitación y todo empieza a cambiar en este mundo de belleza abstracta.

Gancho impactante. Un viaje a otro mundo por parte del Doctor Extraño que es un deleite.

Reseña: Blackwater II. El Dique, de Michael McDowell

El dique continúa el gran misterio que ofrece la saga Blackwater que por fin ha recalado en nuestro país gracias a Blackie Books que está trayendo estas maravillosas y llevaderas ediciones las cuales ya he visto disfrutar a la people en toda clase de lugares. Y a mí me sigue cautivando y obsesionando. Esta familia…, o familias, saber de ellas, es un gran viaje que inquieta aún más cuando llega al pueblo (o lo que queda de él) esa misteriosa mujer encontrada que, sin duda, es el catalizador perfecto para un desastre épico. O eso parece. Porque todos son misterios sobre ella…

Este segundo volumen, El dique, lo devoré. Todavía hay muy poco horror en la trama pero atrapa y sabes que “lo peor” está por venir. La historia gradualmente se vuelve más interesante con cada página. Cada vez más, me intriga Elinor, uno de los personajes clave que a veces disfruta permaneciendo en las sombras. Quién sabe. lo que nos depararán los próximos capítulos de la historia…, los próximos volúmenes, pero como se dice en esta segunda novela:

«Es mejor no bucear en la confluencia de los dos ríos pues,

las aguas nunca han devuelto los cuerpos de aquellos que han atrapado».

Se me vino a la mente categorizar Blackwater como telenovela gótica sureña. El mejor terror que proponían algunas series de TV de los 80 se puede sentir aquí. Y es eso concretamente. Aquí se decide construir un dique. Un familiar lejano llega para consternación de todos los miembros de la familia. Esa tampoco fue la única incorporación a la familia Caskey. El misterio central continúa en esta entrada y se vuelve aún más profundo a medida que este libro llega a su fin con algunas notas muy gráficas. Se llega a decir:

«Cuando muera, haya o no un dique, esta ciudad y todos sus habitantes

serán borrados de la faz de la tierra…»

Y eso recuerda al mejor Stephen King en su novela Apocalipsis o en su guion para televisión La tormenta del siglo. Se nota que bebió bastante de aquí. Porque Blackwater fue publicada originalmente en la década de 1980 como seis novelas por entregas y se publicó más tarde como una colección completa. Me dijo una amiga que pensaba pillarlas y disfrutar a una por mes. Sinceramente, no sé como podrá aguantar. Porque yo, una tras otra. Una tras otra. No puedo parar. Y eso que la atención de El dique no se centra en los aspectos sobrenaturales, sino en la dinámica en juego entre los habitantes de Perdido y los primeros auxilios, principalmente la propia familia Caskey. Elinor ha empezado a imponerse y es, sin duda, una experta en conseguir lo que quiere de Óscar, aunque no lo consigue todo a su manera debido a la extraña aparecida. El hecho de que Elinor no parezca tener ningún historial o documentación que respalde su identidad no parece importarle a Óscar. Pero a mí sí. Y a muchos de ellos. ¿Quién demonios es esta chica?

Mola mogollón. No me sorprenderá si esta serie termina convirtiéndose en una de mis lecturas favoritas de todos los tiempos.

Reseña: Cadáveres, de Si Spencer, Ormston, Winslade, Hetrick y Lotay

Si hay una propuesta de Netflix que lleva un tiempo dando que hablar, esa es Cadáveres:

Cuatro asesinatos. Cuatro detectives. Cuatro eras. Una conexión imposible.

Pero recordad friends, que para disfrutar de una buena historia siempre hay que recurrir a las fuentes. Y dicha historia está sacada de la miniserie de ocho numeritos que elaboró el guionista Si Spencer junto a Dean Ormston, Phil Winslade, Meghan Hetrick y Tula Lotay. Volumen recopilado que acaba de ser publicado en tapa dura por ECC Ediciones en nuestro país. Un cómic que contiene una de esas historias impactantes que mezclan el género negro con la ciencia ficción… y el horror.

Porque en Cadáveres esta esa mezcla que suma e inspira y hay referencias a múltiples obras que van desde los cuentos de Sherlock Holmes hasta el poderoso From Hell, de Alan Moore. Pasando por conspiraciones y horrores de los que H. P. Lovecraft estaría orgulloso. Y todo ambientado en Londres donde Edmond Hillinghead es un triunfador de la década de 1890 que intenta resolver un asesinato que a nadie le importa mientras oculta su propio secreto. Pero después tenemos a Karl Whiteman en los años 40 haciendo lo mismo (otro tío con un pasado impactante). Y a Shahara Hasan que es la increíble sargento detective que en 2014 investiga entre la delgada línea que existe entre religión y poder. Y Maplewood, un amnésico de un año 2050 post-apocalíptico que aporta la perspectiva más inquietante de todas. Sin duda, es uno de los cómics que ya llaman la atención por su portada. Y suma cuando te enteras que ha sido trasladado a una de las plataformas de TV que más sigue la gente. Pero el cómic de Cadáveres merece toda tu atención y más. Cuatro detectives, cuatro épocas diferentes, una víctima de asesinato, el mismo modus operandi, el mismo lugar, apareciendo ante cada detective. ¿Quién mató a John Bull? Cadáveres (Bodies) es un misterio de asesinato muy complicado de desentrañar y descifrar, y diré que es uno de los cómics de Vertigo de los últimos años que más he disfrutado. Parece que por fin han vuelto a las “andadas”.

Aparte, mola ver que cada una de las cuatro historias está dibujada por un artista diferente. Eso le da ese toque estupendo de “separación” en el tiempo que la historia necesita. Edmond Hillinghead es un detective encerrado en 1890, dibujado por Dean Ormston; Karl Whiteman es un detective corrupto en 1940, dibujado por Phil Winslade; Shahara Hasan es una detective musulmana de 2014, dibujada por Meghan Hetrick; y finalmente Maplewood es un detective/terrorista amnésico en 2050, dibujado por Tula Lotay. Realmente me gustaron todas las contribuciones de los artistas. Un trabajo muy sólido en general. Y tenemos al ya desaparecido señor Si Spencer haciendo algo grande en el guion. Escribiendo las diferentes partes y haciendo un buen trabajo al presentar cada una con una voz diferente.

El colorista Lee Loughridge también hace un trabajo excelente, dando a cada época una apariencia única: oscura y sangrienta para el Londres victoriano, demasiado brillante y desequilibrada para el futuro. Donde cada personaje tiene la tarea de investigar el asesinato de un hombre desconocido encontrado en Longharvest Lane y surgen similitudes para cada uno.

Por supuesto, no voy a revelar nada más. Pues uno de los mayores éxitos de Seven, de David Fincher, es que la gente nunca habló con nadie sobre el final a menos que la ha hubiera visto.

Reseña: El Horror del Túmulo. Los Diez Relatos Weird Western, de Robert E. Howard

Costas de Carcosa, que nos tenía algo abandonados con esta colección en tapa dura que tan buenos momentos nos viene dando, regresa a lo grande con una tremenda antología, una publicación a manos del maestro del fantástico como fue el gran Robert E. Howard. Relatos de horror dentro del género western. Una mezcla que siempre he dicho que bien elaborada, puede ser una cazuela con un olor tan rico como sorprendente. Porque no es muy común ver que el genero western se mezcle con otro, y mucho menos con el Terror, y salga un buen resultado. Y en las manos y mente de este hombre brotaba… En Los Diez Relatos Weird Western vais a ver que esto se trata maravillosamente bien. Y es que el maestro escribió una de las primeras historias del Weird Western jamás creadas como fue El horror del túmulo, que junto a Las palomas del infierno, es uno de mis cuentos favoritos del creador de Conan, Kull o mi amado Solomon Kane. Porque Robert Ervin Howard fue un escritor pulp estadounidense de ficción fantástica, terror, aventuras históricas, boxeo, western y detectives. Howard escribió más de trescientas historias y setecientos poemas de pura emoción desenfrenada. Y aquí está la prueba exacta de como también hizo sus pinitos en tramas con el Lejano Oeste de fondo.

Todo lo que hacía o escribía Howard se convertía en oro puro.

Tras otro poderoso Prólogo como nos tiene acostumbrados el maestro Javier Jiménez Barco para la ocasión, tenemos a El horror del túmulo que es el relato que lidera esta antología. Y el más potente. Donde un codicioso vaquero de Texas busca un tesoro en un túmulo indio y despierta algo antiguo y malvado. Pero este tomo tiene otras maravillas como El hombre en el suelo o El corazón del viejo Garfield, un cuento de 1933 y una de las mejores historias extrañas que he leído en mucho tiempo porque no recordaba nada de nada y no estoy seguro de haberla leída en el pasado. Aunque creo que sí porque me recuerda a un relato que escribí, así que seguramente “bebí de este río”. Aquí lo siniestro y el horror están plenamente integrados en la puesta en escena de la frontera asentada. Personas que sentiréis que son o fueron verdaderos tejanos que se enfrentan a un misterio, pero que responden a ello con verdadera determinación. Nada de intelectuales sino de hombres prácticos enfrentándose al horror en las llanuras. Y La muerta recuerda es una historia casi perfecta de venganza y una excelente caracterización de la mentalidad de los vaqueros y de la sociedad ruda y dispuesta del Oeste de allá por 1870.

Pero hay más relatos con la mejor ambientación de finales del XIX en el verdadero Far West. Como Por el amor de Barbara Allen, El secreto del valle perdido (un lúgubre relato subteosófico de antiguas razas depravadas que descienden a toda velocidad en la escala evolutiva), El extraño caso de Josiah Willbager (que cuenta como nativos americanos le arrancaron el cuero cabelludo y lo dieron por muerto, pero sobrevivió milagrosamente gracias a una visión), El jinete del trueno, El horror en la noche, La sombra de la bestia (el hombre sureño defiende a su mujer de piel clara de amenazas bestiales sólo para encontrar algo aún más bestial y oculto rondando una casa; todo esto sin olvidar que cada relato viene con alguna ilustración y el volumen cierra con unos Apéndices; el primero, contenedor de unos poemas que el autor lanzó también con esta temática; y el segundo, artículos sobre cómo algunos de estos relatos también vieron la luz dentro de los cómics de la EC.

Siempre diré que con la lectura de una obra de Howard es muy difícil no ganar. En sus cuentos de terror, en el peor de los casos, es pulp. En el mejor de los casos, es un digno heredero al menos de Poe, incluso si hay gente que dice que nunca llega a igualar a Lovecraft (para mí lo supera); Howard aquí ambienta sus historias en la Texas que conocía, hace obvio como podía profundizar en el corazón del hombre blanco pobre y con problemas de aquella época y deja historias inolvidables en lo que es uno de los grandes libros publicados este año.

El horror a lo desconocido en el Lejano Oeste que, como en cualquier lugar del mundo, está ahí fuera. Aunque muchos se nieguen a creerlo retirando la mirada.

Reseña: Demon Wars (Edición de Lujo), de Peach Momoko

Si algo te llama la atención (aunque no sepas por qué), tienes que/debes acceder y echar un ojo porque puede que disfrutes un poco/demasiado. Es lo que me ha pasado con este tomo completo de Demon Wars que se ha marcado Panini Cómics y con el que si os soy sincero, el primero paso para poner mi atención en él, fue leer que era la colección completa de una obra en un solo de volumen. Así de simple, somos a veces, sí, pero para después descubrir un buen título del que no sabía nada de nada. O sea, que el tiro me salió bien. Así que ni tan mal. Aunque una frase promocional sí que había leído a la vez que me dejaba con el culo torcido: ¡Peach Momoko lleva su versión del Universo Marvel al siguiente nivel! Lo que queda entonces es otra buena lectura donde el guion y el dibujo se compaginan bien aparte de que no son el foco principal del título que tenemos entre manos. Este volumen recoge toda la ambientación de este mundillo: Demon Wars: The Iron Samurai, Shield of Justice, Down in Flames y Scarlet Sin. Y me ha encantado porque así queda uno a gusto cuando devora todo lo publicado de una obra que engancha desde la primera página.

Momoko-san se explaya y nos da un tremendo aporte de su propio mundo, el folclore japonés y se apoya en todo a la hora de unir los personajes de Marvel, dándole a la historia y al mundo más identidad propia. Sí friends, Demon Wars es donde se mezcla de forma alucinante personajes de Marvel Comics con folclore japonés, un viaje visualmente evocador donde la lógica se ciñe solamente a este mundo y sus sentidos.

Los personajes que lo habitan tienen sus propias motivaciones, y no hay porqué dar explicaciones de los caminos utilizados. Tenemos entonces una dimensión llena de criaturas maravillosas: una armadura samurái inteligente, un individuo alado con una máscara de halcón, una pantera misteriosa y un monstruo rojo con forma de serpiente con un apetito mortal. Mientras estos increíbles yokai luchan, Mariko Yashida se verá obligada a elegir un bando. La historia es sencilla pero atrapa como cualquier peli de artes marciales ochentera. No dejan de ser formas creativas de combinar la tradición popular y el mundo marvelita y darle juego con enfrentamientos épicos. Como echarte una “maquinita” de las que muchos degustábamos en nuestra infancia. Pero puedo adelantar que, sobre todo, The Iron Samurái se ha convertido desde ya en uno de mis cómics favoritos de Marvel de los últimos años. Peach Momoko tiene un empuje tremendo en esta primera miniserie con yokais legendarios y otras leyendas míticas. Y después vienen una serie de one-shots la mar de disfrutables aunque no tan potentes como la primera saga. En El Samurái de Hierro, Mariko Yashida ha vuelto a la normalidad después de enterarse que es descendiente de un Oni. Y mientras vive su vida adolescente normal, Mariko ve varios espíritus acercándose a ella solo para desaparecer. Pero una noche, incapaz de dormir, Mariko decide perseguir a los espíritus y se topa con un monje que invoca una puerta frente a ella. Mariko cruza la puerta y entra al mundo yokai con una yukata que no llevaba antes… (Lo entenderás cuando lo leas). Flipante todo a partir de aquí.

Los personajes clásicos de Marvel como el Capitán América, Iron Man, Black Panther, etc. hacen su debut en la realidad reinventada de Momoko, mientras Mariko debe descifrar la raíz de la crisis de su realidad. Tenemos a una obra inclasificable y a la vez estéticamente hermosa. Más que muchos de los cómics occidentales leídos hasta ahora.

Reseña: Laberintos, de Jeff LeMire

Jeff LeMire siempre es un guionista en cuyas novedades hay que poner siempre un mínimo de atención. A mí por lo menos siempre me ha dado lecturas muy buenas. Y de diversos géneros. Por eso ver que Planeta Cómic traía este mes en su colección de novelas gráficas la tan mencionada en USA, Mazebook (Laberintos), era motivo para alzar la ceja y querer saber más aprovechando que se publica en español. Un volumen en tapa dura que recopila los números #1 al #5, la edición completa de esta miniserie que es digna de estudio. Porque os puedo adelantar que Laberintos es una exploración conmovedora de los sentimientos apáticos de pérdida, pero al mismo tiempo nos prepara para un viaje desgarrador. LeMire te atrae magistralmente a los pasillos de la agonía emocional antes de sorprenderte con un giro que te recuerda porqué invertiste (y seguirás invirtiendo) en cómics así.

Y es que si hay una constante en la vida es la pérdida. La pérdida de la inocencia. La entropía que gobierna nuestro universo. En el caso de Will –el protagonista– se trata de la pérdida de un ser querido, y para afrontar la pérdida, Will se pierde en la mundanidad de la rutina. Pero, para bien o para mal, se avecina un cambio masivo para él. Will es un inspector de construcción que lleva años lamentando la pérdida de su hija, amante de los rompecabezas. Pero una noche recibe una misteriosa llamada telefónica de una chica que dice que es ella y que está atrapada en medio de un laberinto, lo que hace que Will se embarque en un viaje en busca de respuestas a sus diarios personales y acertijos sobre dónde está y cómo traerla de regreso a su hogar… Si es que esto es posible.

LeMire muestra de manera experta cómo el dolor divide a las familias. Con su esposa en una nueva relación, por ejemplo, mientras Will se vuelve más desaliñado y retraído y sigue obsesionado con el porqué hay que perder a seres tan queridos como un hijo o una hija. Mas, ¿Wendy sigue viva o Will está usando su amor por los laberintos para finalmente hacer frente a su dolor y seguir adelante? ¿Will está perdiendo la poca cordura que le queda? ¿Le terminará explotando la cabeza por culpa del dolor y la locura?

En Laberintos percibí que los dibujos están plagados de acertijos, laberintos e imágenes superpuestas que contribuyen aún más al misterio de lo que está sucediendo. Además, LeMire permite deliberadamente a los lectores interpretar este volumen como un cómic de misterio en el que un padre busca a su hija que es a la vez una forma de terapia cognitivo-conductual en la que utiliza el amor de su hija por los rompecabezas para aceptar su pérdida. Me repito, sí, pero solo es para que veáis o sepáis que este método está estudiado en Psicología y que ahora ha sido llevado al noveno arte de forma maravillosa por el autor.

Lecturas que son toda una experiencia.

Reseña: Blackwater I. La Riada, de Michael McDowell

Fui uno de esos que llegó a Michael McDowell por las recomendaciones que hizo Stephen King. El de Maine describió a McDowell como el mejor escritor de originales de literatura popular de USA. De hecho, a su mujer Tabitha King, se le pidió que completara la novela inacabada de McDowell, Candles Burning, que se publicó en 2006 con buenas críticas. Pero en cuanto a su carrera, McDowell nunca intentó ser algo fuera de lo común. Atestiguó que era solamente un escritor comercial e incluso estaba orgulloso de ello. Escribir era un trabajo para él. Lo dice en su libro Faces of Fear: «Escribo cosas para ponerlas en librerías el próximo mes. Creo que es un error intentar escribir para ciertas edades.» Un tío tan sincero como diferente. Y uno que anda por aquí y que ama el género de terror por encima de todas las cosas, tiene en su más alto podio su novela Los Elementales (que rezo porque Blackie Books la rescate). Y es que nunca tuve oportunidad de leer su saga Blackwater pese a que me atraía mogollón toda la trama que había detrás y la forma en que se decidió publicarla (inspiración para La Milla Verde, de Stephen King). Sin embargo, como soy de esos que piensan que las cosas ocurren por una razón, el destino hizo que tuviera la oportunidad de empezar a leerla AHORA en las bonitas ediciones llevaderas y económicas (ideales para clubes de lectura), las mismas que ha colocado en librerías Blackie Books en nuestro país con portadas maravillosas que están haciendo estragos en internet.

Hoy os traigo para reseña el primer volumen, La Riada, pero que sepáis que pienso hacer lo mismo con los seis tomitos que comprenden la saga. Porque pocas atmósferas se pueden crear tan adictivas como la que vais a encontrar aquí. Desde la primera página. Y no sé porqué se le está llamando de todo, ahora tan de moda en su nueva publicación en toda Europa, menos lo que es. Friends, esto es puro folk-horror. Un retrato realista con toques sobrenaturales, sí, pero un pueblo con problemas que ha sufrido una catástrofe donde cuyos habitantes empiezan a desvelar poco a poco (como bien sabe hacer Mc Dowell) su lado más oscuro. Una crónica de una familia sureña atraída por lo sobrenatural. Porque en este primer volumen las oscuras aguas del río Blackwater han inundado Perdido, un pequeño pueblo al sur de Alabama donde los Caskey, un gran clan de ricos terratenientes, intentan hacer frente a los daños causados por la riada. Y comenzando con el rescate de una mujer misteriosa encontrada en un hotel parcialmente inundado y terminando con otra inundación en la misma ciudad, aquí hay una simetría que no se encuentra a menudo en el terror. Y quizás sea porque Blackwater no es realmente una novela de fantasía oscura. Lo describiría más como una telenovela o saga familiar del gótico sureño, con elementos sobrenaturales y terroríficos. ¡Lo que viene a ser folk-horror! ¿Recordáis la primera temporada de True Detective? Pues de ese palo aunque bastantes años antes.

Una de las cosas que adoro de McDowell, y hay muchas de ellas aquí, es cómo trata los horribles eventos sobrenaturales como si no fueran gran cosa. De alguna manera, esto hace que el evento sea aún más horrible, si eso tiene algún sentido. Además de que McDowell escribe sobre dinámicas familiares como nadie, este libro lo demuestra al igual que lo hizo en Los Elementales. Escribe muy bien sobre gente que está en la cima, cae, y viceversa. Y suele repetir con familias de hombres ricos pero con mujeres dominantes detrás. Y con nativos-criados alrededor que tienen una potente personalidad. Pudo ser lo que él mismo vivió en la misma Alabama.

En un porcentaje muy alto, Blackwater no se parecerá a nada que hayas leído o que leerás en mucho tiempo. Aunque está categorizado como gótico sureño y archivado en la sección de terror en USA (cuando no está agotado), desafía el género en casi todos los sentidos. Una epopeya impulsada por personajes que abarcan varias generaciones, haceros una idea de estar leyendo a Harper Lee o William Faulkner cuando de pronto la historia nos recuerda al mejor Stephen King. ¡Estamos enganchadísimos!

McDowell fue un creador de los buenos, además de escribir varios libros proporcionó al cine guiones como el de Beetlejuice y Pesadilla antes de Navidad para Tim Burton.

Arrea.