Reseña: Catamount Vol. 1, de Benjamin Blasco Martinez

Catamount consta actualmente de cuatro álbumes y Yermo Ediciones acaba de publicar un primer volumen que contiene los dos primeros. El primer título puede leerse como un relato completo. Los álbumes segundo y tercero forman un díptico, por lo que ya sabéis que aquí hay cliffhanger. Mmmm… Pero todo sea por poder completarlo con una segunda publicación en el que supuestamente aparecerá el cuarto título que también es una historia completa así como lo que parece que será el final de un ciclo. De hecho, me contaron mis «pajaritos” que ese cuarto título de Catamount es todo un espectáculo por que en él, el prota ya se ha convertido en una leyenda y da paso a su «nueva» vida. Ganazas.

Pero vamos a lo que tenemos; la serie ofrece temas extremadamente clásicos para el género. El primer volumen es una historia de colonos víctimas de la venganza ciega de los indios. ¿Típico? Sí. ¿Uso recurrente de una historia grabada a fuego para los que gustan de las historias del Oeste clásicas? También. Es una trama bastante fiel a lo utilizado en los westerns americanos de principios de los 60, mientras que los siguientes volúmenes están mucho más marcados por el espíritu de los spaghetti western de los años 60 y 70 (fuertes homenajes al Grand Silence son además identificables). La segunda historia me enamoró por lo que cuenta. Y aunque la trama central nos sitúa en plena conquista del Oeste cuando la familia Osborne recoge a un recién nacido, el único superviviente de una caravana de colonos asesinados por los indios cheyenne. Niño al que llamarán Catamount (gato de las praderas). Años después, Catamount se convertirá en un vaquero y magnífico pistolero gracias a las enseñanzas de un viejo trampero. Pero el deseo de vengarse de los asesinos de su familia lo llevará a alejarse de la vida en el rancho y adentrarse en las praderas del Lejano Oeste. La segunda trama gira en torno a la construcción de una línea ferroviaria, cosa que me moló cantidad.

Como aficionado al western tardío (he contado en ocasiones que nunca me gustó el género quizás porque era lo que más le molaba a todo el mundo en mi niñez), con el paso de los años y las similitudes encontradas con el género negro, me enganché. Y, en este caso, confieso haberme sorprendido gratamente por estas historias que al parecer son adaptaciones de una trilogía de un autor francés de principios del siglo XX llamado Albert Bonneau. Mas, yo las disfrutó así. En cómic. Porque aunque he intentado leer novelas western (y me fui a las buenas, a los clásicos), son un tipo de lectura que no me llega al cien por cien. Pero en formato cómic, oh dioses, si las disfruto.

Y tiene mucha culpa el dibujo. En Catamount, si el primer volumen es, a mi gusto, el más arquetípico de lo que se puede esperar del western, el siguiente da un cambio del copón y se ve tremendamente más elaborado. Eso sin contar que los personajes cobran profundidad y la mayoría de personajes principales acaban revelando cierto lado oscuro o ciertos secretos (no es que la humanidad de cualquier personaje deba tener una cuota intrínseca de oscuridad… pero se vuelven mucho más creíble, sobre todo, en el Far West de finales del siglo XIX). Pero hablaba del dibujo. Aprecié mucho el trazo nervioso y ahumado de Benjamín Blasco-Martínez, que a partir del segundo volumen se afirma aún más y se vuelve más preciso y sustentado. Sus atmósferas de montaña o bosque son sencillamente cautivadoras, y las expresiones de sus personajes están muy bien plasmadas.

Amantes del western, tenemos cómic digno de atención.

Reseña: Altor (Integral), de Moebius, Bati y Bellamy

Como bien alega Norma Editorial, Altor es la uno de los cómics del gran Moebius, una joyita que permanecía inédita en este país. Por lo que pocos amantes del cómic europeo nos la íbamos a perder. Recién publicado el primer volumen en formato integral de un cómic clásico, ochentero, en el que Jean Giraud (Moebius) se juntó con Marc Bati para crear una nueva historia a la que muchos enganchó entonces. Otro genial volumen trasladado de la siempre fantástica BD que llega a nuestro país, considerado uno de los grandes cómics escritos primariamente en francés.

¿Altor qué tiene? Ilustraciones suntuosas en sintonía con bellos colores que ilustran historias interesantes y creíbles, mezclando armoniosamente fantasía (elfos, sílfides…) y ciencia ficción (naves espaciales, confederación galáctica…). En cuanto al trasfondo filosófico, es decididamente moderno y lleno de positivismo: armonía, naturaleza, contactos entre civilizaciones… Es, sin duda, lo que distingue a esta serie. El buen rollo que deja mientras lees. Fueron álbumes que al otro lado de los Pirineos volaban rápidamente de los supermercados. Sí friends, en los 80 se podían comprar buenos cómics en grandes supermercados. Un cómic que, para colmo, no ha envejecido nada de nada.

¿La premisa? Es la historia de Altor, un elfo y el mago Apildom, los cuales viven en un mundo lleno de magia (que recuerda bastante a la Tierra Media). Por eso, ya de primeras, me encantó. Recordad que en la obra de Tolkien (lo que corresponde a El Señor de los Anillos) la magia casi que ya no existe. Se ha disipado. Pero es más, encontré a Moebius a los mandos de unos escenarios bastante esotéricos. De ahí la verdadera atracción. Porque Altor es un tipo de cómic de los que se han dado en llamar oníricos. Donde la imaginación no tiene límites y donde es difícil predecir qué sucederá. Mezclamos CF del tipo New Age (científica) con Fantasy. Una serie que brilla por su originalidad, su humor y buen rollo, como antes os decía. La vida es bella y la de este futuro aún más. La ecología, el pacifismo y la tolerancia están presentes en altas dosis en esta serie. Dicho esto, el universo creado por Bati y Moebius es coherente y agradable.

Los dibujos de Bati se aproximan mucho al estilo de su guionista y reflejan una auténtica maestría técnica. Cabe señalar que la coloración de Bellamy influye mucho en la calidad gráfica de la serie.

En su búsqueda de una mítica estrella-hada, el mago Apildom y su amigo, el joven elfo Altor, abren por error las puertas de su mundo a una estrella malvada. Lorcan, emisario de la Confederación Galáctica, y Aurelys, una joven amnésica con extraños poderes, se unirán a Altor para tratar de frustrar los planes de la siniestra entidad.

Un primer volumen integral que recoge oro puro: la trilogía original con la que empezó y se dio a conocer la serie (El Cristal Mayor, En la isla del Unicornio y El secreto de Aurelys). Me consta que los volúmenes 4 y 5 fueron historias independientes y finalmente los volúmenes 6 y 7 formaron un solo arco. No sé cual será el siguiente paso de Norma a la hora publicar estos pero mientras lleguen (pronto) muchos estaremos/seremos felices de completar (pronto) una serie de las que esperas que no te defraude, y no defrauda. Esta serie no revolucionó ni la CF ni la Fantasía pero es lo suficientemente entretenida como para encariñarse con ella.

Altor es puro mithril.

(Muy recomendable leer el artículo sobre la obra que Norma Editorial tiene en su web)

Reseña: URBAN (Integral), de Luc Brunschwig y Roberto Ricci

Otro genial tomo integral de buen cómic europeo que se ha publicado hace nada y que no debiera pasar desapercibido, sobre todo, por el buen amante de la Ciencia Ficción es Urban. Un integralazo que se marca Yermo Ediciones con cantidad de puntos positivos, y que tuvo mucha expectativa con la salida de cada nuevo álbum al otro lado de los Pirineos.

Cantidad de preguntas en las tramas que no dejan de ser ramales que brotan (y vas descubriendo) de un trasfondo o argumento principal. Algunas de esas historias, os dejarán con el culo torcido por ser contadas mediante flashbacks que ayudan a completar las tramas que conforman el puzzle que se abre en la mente del lector cuando empiezas a leer Urban.

Urban es potente porque contiene dos puntos muy logrados. Por un lado, tenemos un universo escalofriante e hipnótico, la empatía mostrada por muchos protagonistas. Por otro el trasfondo de los personajes secundarios que son una maravilla acompañando las tramas. Del guion me gustó mucho el trasfondo psicológico que tienen ciertos detalles, insisto, por parte de los personajes. Da la sensación (por como se comportan) que provienen o están adaptados de ciertas entidades reales con un pasado real (las malas maneras del hombre nunca se enmascaran). Eso sin contar a lo que les lleva su libre albedrío: giros regulares inteligentes, la insistencia en el tiempo extra, normalmente, infrautilizado… La historia en sí, cuenta que Zacchary Buzz proviene de una familia de granjeros pero lo deja todo para irse a vivir a Mi Placer, una gran ciudad dedicada al ocio, el juego, los placeres de la vida… Siguiendo como modelo al mayor justiciero de todos los tiempos, sueña con unirse a la mejor policía del mundo: la Urban Interceptor. Pero Mi Placer no es un sitio cualquiera. En realidad, es una especie de urbe-empresa hipercontrolada, dirigida por un jefe omnipresente, el cual, con grandes refuerzos de cámaras y pantallas gigantes, controla toda la ciudad y sigue en directo las más mínimas acciones y gestos de sus habitantes. Y es que Mi Placer está bajo el control de A.L.I.C.E., un sistema automatizado formado por robots limpiadores del mal que cazan a ladrones con métodos bastante “sutiles”. El sistema de control ideado permite a la policía presentarse in situ a poco que un delito real se cometa. Y es que en Mi Placer tiene cabida todo-todito-todo (encontramos los cuerpos mutilados de varias niñas, por ejemplo). Una de las terribles tramas por las que tendrá que pasar el protagonista, uno de los horrores que le hará pensar si trabajar par la Urban Interceptor era tan ideal como imaginaba.

Y el caso de las niñas solo es una de las tramas por las que tendrá que pasar. Sumad a eso ciertas intrigas como que el investigador principal más conocido sea asesinado y sustituido por uno demasiado sospechoso para ocupar su lugar, un teatro de acusaciones y delitos enmascarados o una cacería que se escenifica en vivo como programa de juegos donde los espectadores pueden apostar a la muerte de uno de los dos protagonistas. Zach, que soñaba con la justicia, descubre que todo es violencia y cinismo y que el mundo mágico de Mi Placer es demasiado cruel para formar parte de él.

Una historia de CF que sí, que el que haya leído mucha Ciencia Ficción le va a encontrar muchas similitudes a otras (1984, Campo de Concentración, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas o Blade Runner, la serie de TV Westworld…). Estoy de acuerdo en que también traslada una ácida crítica al mundo del ocio contemporáneo. Pero es una historia general que atrapa. Cinco álbumes reunidos que hacen que te compense el tiempo y dinero por la obra que tienes entre manos. El mundo a descubrir aquí te “afecta”.

Aparte, amé muy por encima de todo, el dibujo del señor Roberto Ricci, al que pienso seguir en todo lo que ilustre porque sus diseños son geniales. En ocasiones, tuve la sensación de estar leyendo algo que podría ser la versión seria de Goomer incluyendo en el pedido también unos dibujos evolucionados y estilizados como los que consigue Ricci. Diseño minucioso, variado y detallado.

En resumen, muchas cosas buenas.

Reseña: El Porteador, de Armand y Roulot

Después de revisitar el western con Sykes y Texas Jack, Armand cambia de universo y opta por una historia de Ciencia Ficción, aunque la estructura de El Porteador y la psicología del personaje principal son muy similares a las de un western. Este famoso Porteador es un personaje bastante cercano en apariencia y carácter al pistolero de labios apretados interpretado por Clint Eastwood en la «Trilogía del Dólar», de Sergio Leone. Por lo que mola ya desde la primera vez que te topas con él. Así tenemos un cómic que nos trae Ponent Mon, un integral que recopila los álbumes originalmente publicados, un cómic apocalíptico de los chulos e indispensable para los amantes de esta temática… como yo.

En un mundo pos-apocalíptico, el legendario Porteador va a caballo a cumplir las misiones que le encargan. Porque nadie se atreve. Un virus se ha extendido por la tierra; el óxido ha atacado al hierro, destruyendo poco a poco las infraestructuras, los vehículos, las herramientas… El metal se desmorona en todas partes y nuestra civilización ha vuelto a edades antiguas. En este mundo brutal de inquisidores, seres mutantes y ruina en un escenario medieval de atmósfera apocalíptica que recuerda a Mad Max, el legendario y enigmático Porteador encarna la única esperanza para muchas personas ofreciéndose a cumplir todas las misiones que se le encomienden. ¿El girito? Lo tienes en que como pago por esas misiones este señor exige que quien se la encargue debe comerse un extraño y misterioso huevo…

Quizás más que un Clint Eastwood, en el modo de operar, el prota me recordó más a un Jeremiah pero sin Kurdy. Lo que me suele gustar de los cómics que describen un mundo pos-apocalíptico es a menudo la descripción que dan los autores, y más concretamente, el diseñador. Aquí reconozco que lo hicieron medianamente bien. Esa mezcla de Edad Media con referencias a Mad Max están muy logradas. El escenario del primer álbum es el de un volumen introductorio que deja muchas preguntas sin respuesta. De ahí lo de celebrar que Ponent Mon publique esta serie en formato íntegro. Estos señores de la BD no entienden que hay series que no se deben cortar. Mirar más por el lector y menos por la pasta. Por eso, cuando comprendemos las tramas al completo que se nos quieren contar, el cómic gana mucho. El Porteador desarrolla una atmósfera angustiosa y fascinante en torno a este universo deshumanizado con su cuota de violencia y oscuridad. Lo que no cuenta la sinopsis es que la epidemia no solo afectó a los metales sino también a los humanos debido al contenido de hierro en sangre. Lo que llevó a mutaciones genéticas a veces monstruosas como la de Nymph…

A primera vista, este cómic no tiene tantos elementos sorprendentes, varios cómics post-apo ya han mostrado este tipo de mundo destartalado y criaturas con trastornos genéticos, pero hay algo que hace que te aferres a la historia, al trasfondo general. Los autores entregan una visión oscura de la humanidad que está entre los mejores cómics post-apocalípticos que he leído. Tiene ese estilo de maldad que se puede encontrar en el maravilloso Hombre, de Antonio Segura y José Ortíz (un referente del género), al igual que lo que se puede encontrar en The Land of the Bomb, un mundo poblado bestialmente por mutantes degenerados que impresiona.

Y esta historia está maravillosamente traducida en imágenes por Dimitri Armand. Encuentro que su poderoso dibujo ha logrado un nivel alto aquí. Se percibe cierto encuadre estudiado. Se puede sentir que su dibujo se espesa un poco tras sus dos westerns, pero da el paso para parecerse a la vigorosa maestría de Swolf. La serie está diseñada según un sistema de ciclos de álbumes autónomos concluyentes de los que cada volumen sería una historia completa. Menos el primer álbum, como dije antes.

¿Un thriller de anticipación? Ya hemos vivido una pandemia y la hemos superado. A ver si la próxima no se parece demasiado a esto.

Reseña: Tungsteno, de Marcello Quintanilha

Tungsteno es un álbum bastante sorprendente tanto en su contenido como en su narración. Su contenido, en primer lugar, es una trama de eventos que duran medio día en una ciudad costera brasileña. Un puñado de protagonistas que nos llevan a una temática social, policial y amorosa. Está el veterano y algo trastornado, el traficante de drogas que oculta algo, el policía que siempre está listo para tomar medidas de choque y la esposa de este último que planea dejarlo. Y alguna que otra historia de vida más que no hacen otra cosa que ensamblar retazos de seres humanos venidos a menos, en especial, por cierta situación que hará que sus caminos se crucen.

La puesta en escena, entonces, es especial porque los hechos de esta historia suceden simultáneamente. Saltamos regularmente de un personaje a otro para mostrar lo que todos están haciendo al mismo tiempo. La acción anda entrecortada con muchos cambios de ritmo, como si las escenas se contaran unas veces a cámara lenta y otras a cámara rápida. Es todo muy cinematográfico. Recuerda totalmente a esos intentos de innovar en el cine que ciertas pelis propusieron en los 90. Por lo que si eres conscientemente posterior a esta época quizás al principio del cómic te cueste acostumbrarte.

Pero eso no quita que Tungsteno muestre una historia entre dos aguas: anecdótica y aventurera. Sentir que solo estás presenciando unas pocas horas de la vida de los protagonistas, puede ser un poco frustrante o poco inspirador o… quizás, todo lo contrario. Porque para algunos activará ese modo alcahueta que tanto engancha. Y adelanto que además hay escenas de acción real y algo que se construye finalmente e impacta a los personajes. Sí, digo «finalmente», porque, de hecho, es el colofón del cómic.

Tungsteno destaca especialmente por su construcción, su hábil narración poliédrica (originalidad al estilo Memento), pero muy importante es, que nunca se pierde el lector. El cómic está catalogado mundialmente de género crime/thriller; yo lo veo más de lo que se ha dado en llamar “fábula urbana”: Historias de vida, en casi doscientas páginas que lees en un suspiro.

Y ahora diréis: ¡Pero qué #$%#&$! ¡No tenemos ni idea de qué va! ¡Casi parece una reseña para leer después de haberlo leído! Lo siento, sí, a veces, escribo yo también alterando el orden que marcan los canones. Pero está bien. Cuento un poco más: la playa es la de Salvador de Bahía, en la costa brasileña, escenario de una noticia que constituirá la esencia de la historia. Dos pescadores capturan peces cerca de una caja de dinamita. Un anciano, soldado retirado, discute con un pequeño narco y dándose cuenta de en el lío que se pueden meter, lo convence para que llame a las autoridades. Llevándonos hasta Richard, un policía de paisano, quien hereda la historia y se embarca en la aprehensión de los delincuentes. Luego cambiamos a una especie de vídeo musical, un vodevil brasileño con una docena de personajes y ahí empieza a tejerse la red de pescar que es Tungsteno (metáfora del cruce de tanto personaje). Una auténtica sorpresa.

Reseña: La República de la Calavera, de Vincent Brugeas y Ronan Toulhoat

La lectura del prefacio mezclada con las opiniones muy positivas que tengo de Vincent Brugeas, todo eso me calentó a leerme rápidamente La República de la Calavera aprovechando que Yermo Ediciones la acaba de publicar en nuestro idioma. En términos de aventura para degustar en estos tiempos que corren de piscina y playa es ideal gracias a su narrativa fluida y los maravillosos y evocadores dibujos de Ronan Toulhoat. Eso sin contar que nos encontramos con personajes con personalidades lo suficientemente diferentes como para emitir un arco iris y un elenco animado que engancha. Sí, los dibujos también enganchan porque Toulhoat le da mucha expresividad a los personajes y la coloración. Lo que repercute en un estilo narrativo hábilmente elegido que muestra lo que debió ser el destino escrito e inevitable de ser un señor pirata.

Las Bahamas, 1718. En una feroz lucha, el capitán pirata Sylla, asistido por su contramaestre Olivier de Vannes y sus hombres, toma posesión de un barco inglés. Contra todo pronóstico, en lugar de masacrar a los tripulantes, los piratas los invitan a unirse a ellos. Pero siempre en nombre de los principios que les son propios: libertad, democracia y fraternidad. Con el paso del tiempo tenemos a Olivier de Vannes, que se ha convertido en el capitán del barco recién capturado, el cual un día se cruza con una fragata que enarbola una bandera portuguesa. Lo toma. El barco parece abandonado, pero los esclavos negros que se amotinaron están a bordo. A su cabeza, la reina Maryam…

Marcada por las reflexiones de Olivier en su cuaderno de bitácora, esta historia confronta dos visiones del mundo: la de los piratas que se rebelan contra el orden establecido y la de una reina que reina sin oposición. Pero aunque no se puedan ver el uno al otro, parecen tener un enemigo en común que bien podría dar luz verde a una alianza.

La República de la Calavera es menos sanguinaria, menos violenta y menos bárbara que Ira Dei, por ejemplo; obra anterior de estos dos autores. Aquí, sin embargo, el trazo del lápiz y la poderosa ambientación que propone, traslada al lector de todas-todas. Y aunque los autores se empeñan en mostrar el tremendo punto de vista democrático y pacífico que existía en el mundo pirata… ¡Sigue siendo una gran aventura pirata! Por lo que me encuentro con un álbum que había rechazado cuando salió, a pesar de la buena respuesta de algunos conocidos, pero dado los autores que había detrás y lo gran vicioso que soy con el tema pirata en verano, tenía que llegar y pasó a través de mí, quizás, en el momento adecuado. Porque puede ser la mejor lectura, sin duda, que voy a disfrutar este verano. Una aventura pirata que se completa con un Epílogo. ¿Qué? Sí, un súper interesante Epílogo que aporta información, un completísimo trabajo de documentación que se añade al final del tomo, donde se nos sitúa para ser conscientes de lo que la esclavitud, el colonialismo, los ideales del pueblo y la piratería eran en este tiempo. Maryam es el personaje que más me ha gustado por todos los símbolos que transmite. ¡Lo suficiente como para barrer prejuicios con el dorso de la mano! Se la compara con Njinga, una antigua reina de Ndongo y Matamba que luchó contra el imperialismo portugués en el siglo XVII (viene reportado en tan tremendo Epílogo). Me parece bastante brillante que un cómic que se centra en la piratería en sus pros y sus contras, añada un extra así.

Contrariamente a lo que sugiere la imaginación popular, los piratas eran lo opuesto a la figura del bruto sanguinario. Las decisiones eran discutidas y votadas. Conformaron los grandes principios de lo que los romanos llamaron República. Y en La República de la Calavera se refleja eso muy bien. Una historia donde más allá de la formidable aventura humana protagonizada por memorables escenas de batallas y múltiples aventuras, aparece implícita una inteligente reflexión que encuentra eco en los conflictos sociales de nuestro tiempo. Trabajar la memoria de los vencidos. Maravilloso. Un amante del mundo pirata, lo va a flipar.

Reseña: Salitre, de José Luis Vidal y Jorge González

Salitre no es un cómic que se le pueda recomendar a todo el mundo. Pero eso no quita que nada más empezar a leer. ya te hayas dentro de un viaje poético, nostálgico y, sobre todo, contemplativo por el pasado y el presente. Porque para el que la conoce, Cádiz es bella como ella sola, y única, con sus rinconcitos en los que raro es el español que no se ha perdido alguna vez. O desea hacerlo. Y por tanto muchos extranjeros también. Gente que vuelve, gente que regresa, porque este viejo y reconocido sitio habitado una vez por fenicios del viejo continente, tiene el don que muy pocas ciudades tienen (mi amada Nueva York, por ejemplo) al que cada poco necesitas volver.

Salitre tiene como protagonista central a la propia ciudad de Cádiz; conocemos la ciudad, y más concretamente el barrio de La Viña, a través de los recuerdos de Mariló (inspirados en la propia madre del guionista), donde también nos uniremos a su marido Chano, a sus dos hijos Carlo y Kiko, pero también a la generación anterior. La historia comienza en 1916 en la playa de La Caleta, cuando un niño nada mar adentro y de pronto se encuentra en apuros… Un suceso que nadie olvidará. Y le seguirán males aún mayores como el hecho traumático que vendrá treinta años después como fue la catastrófica explosión que destrozó el puerto de Cádiz en 1947 que causó quinientos muertos y más de cinco mil heridos. Ese día no sólo se estremecieron los cimientos de la Tacita de Plata, sino también los de toda una familia que quedará para siempre con las cicatrices de aquello.

Como dice la sinopsis, Salitre es carnaval, piedra ostionera, la playa de La Caleta, viento de levante y un recuerdo que trae a la memoria un cielo que se tiñó de rojo… Cádiz es gracia por los cuatro costados. Es gracia y carnaval pero como toda ciudad importante históricamente ha tenido sus más y sus menos. Diferente, alegre y vivacha y de pensamiento y arte creativo a más no poder, eso no se lo quita nadie. Entre tanto piropo al que solo le falta el son o acompañamiento de esos tres acordes de guitarra que tanto he usado para cantar en carnavales, decidme si no iba a disfrutar yo de esta tremenda obra que se marcaron José Luis Vidal y Jorge González que cruzó fronteras como buen cómic original y que ahora vuelve a poner entre las novedades ECC Ediciones.

Con sus amplias vistas, González se toma el tiempo para crear distancia con los dramas y pasiones profundamente humanos, pero al hacerlo también deja una huella más profunda en el lector. Así que tenemos un cómic más que recomendable. De los que si puedes, disfrútalo «in situ». Porque… Gadir huele a sal, y lloro con su marea cuando escucho carnaval, desde el Castillo hasta San Carlos, de la Viña a San Francisco, tengo todos los pasadizos grabados a fuego de Candelaria hasta Extramuros, del Pópulo a La Caleta, de San Juan a la Alameda y sigo abriendo senderos porque tengo tu risa en mi memoria y no quiero más. A cien kilómetros de ti, me siento un náufrago expatriao… Tacita de mis entrañas otra vez me has enganchao.

He cantado con mis hermanos carnavaleros bastantes estrofas así. Como no me iba a enamorar un cómic como Salitre.

Reseña: Bodas de Sangre, de Fred Duval, Jean-Pierre Pécau y Arlem

Jour-J es una famosa serie que plantea diferentes ucronías al más puro estilo What if?, de Marvel, pero con temas históricos. Una saga donde autores de renombre del cómic europeo están dando riendo suelta a lo que pudo ser y no fue, de grandes eventos de diversos países. O si no grandes, hechos que dados de otra forma hubieran cambiando, el destino de muchos.

Bodas de Sangre nos lleva primero a la provincia de Granada, el 19 de agosto de 1936. El gran poeta español Federico García Lorca es ejecutado sin redención por milicias franquistas. Otro grande e ilustrado del panorama español de la época como es Salvador Dalí se encuentra en Londres, cuando la noticia le llega. Está muy triste por el asesinato de su querido amigo. Entonces decide hacer que Franco y su camarilla lo paguen caro. ¿Pero cómo? ¿Cómo podría un artista tejer un complot para derribar al general Franco que tiene una gran fuerza armada bien equipada apoyada por nazis y fascistas de media Europa, otro enano con el don de ser seguido por miles de adeptos hipnotizados por sus palabras de voz chillona? Está difícil. Pero habrá que intentarlo. Nada como una buena venganza a la española. Sin embargo, con Dalí nada es convencional. Su venganza ganará proporciones internacionales e involucrará a Francia, Trotsky, los servicios especiales soviéticos y la reserva de oro española. Todos estos eventos convergerán hacia un sorprendente final y el futuro de Europa cambiará.

Un cómic que fue compuesto para la serie Día-D (Jour-J) en dos álbumes y que Ponent Mon trae a nuestras librerías en un solo tomo para el deleite lector. Un cómic donde no siempre es fácil entender a Dalí y su obsesión por las langostas. Pero bien llevado o trasladado a cómic lo raruno que era este colega. No obstante, lo principal se encuentra en las ruedas dentadas que se ponen para atrapar a los franquistas llevándolos a cometer un disparate monumental. ¡De órdago! Fred Duval y Jean-Pierre Pécau presentándonos un escenario complejo pero bien elaborado que involucra a los secuaces de Stalin, los trotskistas, los franquistas, los fascistas italianos, un multimillonario estadounidense, gitanos… Y el gobierno francés que, aunque de izquierdas, se niega a ayudar al vecino.

Los dibujos de Renato Arlem son de excelente artesanía, algo raro en esta colección según los fans los cuales se quejan de una serie que peca de bastante irregularidad a nivel gráfico. No sé porqué este título me llevó a pensar en cierta historia de Lovecraft.

Un pequeña nota aclaratoria para el que no sepa (alguien habrá, digo yo), es comentar que se ratificó la ejecución del poeta Lorca en la fecha estipulada que dicta el álbum. Pero hasta la fecha se conoce el lugar probable de la ejecución pero nunca se encontró el cuerpo, probablemente enterrado en alguna fosa común de la zona. Con cuya ubicación se ha especulado bastante. Federico García Lorca publicó textos antifascistas y se había regocijado con la victoria del Frente Popular en 1936, pero nunca había desarrollado actividades políticas como tal. ¿Qué tenemos? Pues otro señor con un don increíble que fue ejecutado porque sí… Por lo tanto, aprovecho la coyuntura para decirle a aquellos que andan promoviendo en esta época por RRSS que el que no es de izquierdas o se declaran apolíticos y no votan, son fachas en la sombra; pues no, hermanos. Abrid vuestras mentes a otras posibilidades. Algunos vamos en contra, simplemente, de lo anti-natural y no hay más. Primero la vida del ser humano, ante todo, después las discrepancias de cada uno con respecto al vecino. Que recordad, es mejor tenerlo, que estar solo/a en esta vida. Esto solo es un contrato de renta.

Reseña: Pocahontas, de Patrick Prugne

Patrick Prugne es un autor en el que poner en el ojo y en nuestro país lo demuestra que haya varias editoriales que ya han publicado obras suyas. Norma Editorial (en breve), Ponent Mon, Yermo Ediciones… Un autor muy versátil aunque casi que se le ve bastante el plumero en lo que respecta a su amor por la crónica histórica norteamericana. Con esta idea, por ejemplo, le dio por hacer un cómic sobre la “historia india», aludiendo a un famoso personaje (gracias a Disney) como es Pocahontas. Pero el personaje real.

En este álbum tenemos una historia donde la precisión histórica es nítida, el autor ha investigado los hechos, los personajes, pero también los barcos, las armas, la estructura del fuerte construido por los colonos… Todo al servicio de una historia que es ciertamente clásica pero cautivadora a poco que te pongas con ella. Y extraordinariamente narrada. Por lo que se convierte en otro recordatorio más de los horrores de la colonización de América del Norte que hicieron LOS INGLESES. ¿Por qué en mayúsculas? Fácil. Quiero recalcar que todos los colonizadores, todos, en un porcentaje muy alto, fueron maltratadores. Casi que venía con la indumentaria serlo. Y en cierto modo era normal. Tú conquistas, nadie en general quiero ser conquistado, que te arrebaten su libertad y sus pertenencias… Por lo tanto, fuerzas al otro, lo sometes, pero que nadie me diga y promueva que más que otros pueblos conquistadores los españoles fueron los peor. Que nadie borre del cartel a todos los demás. No se lo cree nadie. Todos iguales en mayor o menor medida. Y ahora, después de este alegato que me saca de quicio porque si ha habido alguien pirata y ladrón a lo largo de la historia ese ha sido el Imperio Inglés…, ahora debo calmarme para decir que Patrick Prugne nos lleva de vuelta a la Norteamérica primigenia tras la publicación de Tomahawk (2020), una obra que también debería cruzar los Pirineos.

La historia real de Pocahontas, hija del jefe de una tribu india que conocerá a los primeros exploradores británicos desembarcados cerca de la bahía de Chesapeake. La trama de la historia se desarrolla de la siguiente manera: los colonos británicos vendrán a construir un fuerte cerca del río James y si el contacto no se establece inmediatamente con los lugareños (por contacto me refiero a un encuentro cortés y no a una batalla de flechas) podemos sentir una desconfianza de estos últimos hacia los ingleses. Oliver Pitt, el narrador de la historia, será hecho prisionero por los indios y tejerá un fuerte vínculo con Pocahontas, pero deberá confiar en la perfidia de su superior, una verdadera escoria…

Si siempre es un verdadero placer poder admirar los dibujos en acuarela de Prugne, cabe señalar, sin embargo, que los paisajes elegidos son a menudo los mismos en comparación con álbumes anteriores. Pero claro, ¿quién detecta esto? O bien alguien que haya pasado de un cómic suyo a otro o alguien que tenga tan buena memoria como yo. Y lo mismo para los rostros de los personajes. Es mi queja. Pero casi que no es una queja pues, ¿qué autor no sufre de repetirse? Mucho menos el caso de un ilustrador.

Mas, también mola (aunque no sea la fecha ideal para ello) que toda la historia es en invierno (sin duda, la retomaré para entonces) porque es una delicia la vista de los bosques nevados que representa este señor. Casi se siente el frío al más puro estilo El Renacido, el film de Alejandro González Iñárritu y Di Caprio. Las grandes vistas nos permiten sumergirnos en la atmósfera de los primigenios bosques norteamericanos y obviamente tenemos derecho a magníficas tomas de animales de todo tipo o indios en comunión con la naturaleza. Es una magnífica sensación tener derecho a un título que contiene quince páginas con hermosos dibujos a doble página como si de un cuaderno gráfico se tratara.

Aquí, Prugne hace de Prugne, pero quiero más.

Reseña: El Rayo U y La Flecha Ardiente, de E. P. Jacobs, Jean Van Hamme y VVAA

Sabía que a la hora de ponerme (por primera vez en vida) con la famosa obra de P. Jacobs, debía tener a la mano ambos títulos porque mi ansia iba a querer leer ambos de seguida, de un tirón y no me equivocaba. Cuando me pongo con una buena burguer, voy a querer devorar también una buena ración de patatas fritas y una Coca. Soy así y muchos sonreirán asintiendo pese a que sus mentes no dejan de ser atacadas por eso Ayunos Intermitentes tan de moda. Pero cuando me vaya que no me lloren, como dice la canción, yo me merezco la siesta…

Alguna pega había oído entre los comiqueros de pro como que se esperaba bastante que esta saga recuperara un poco su imagen con la llegada de Jean Van Hamme a los créditos. Y yo, sabiendo a lo que iba, lo que tenía entre manos y trasladando mi mente a la época más pulp, a mí friends, sí que me ha gustado también lo anterior. Pues que duda cabe que la llegada de Van Hamme es una muy buena noticia, sobre todo, para mí, que soy tan fan del maestro. Pero el nivel de Edgar P. Jacobs (hablamos de un cómic de los años 60) es cuando menos digno de ver. Sin embargo, sinceramente, no garantizo que los lectores fan del mainstream vayan a disfrutar de esta obra en su totalidad.

Los norlandianos, a través del profesor Marduk, acaban de hacer un importante descubrimiento científico. Pero necesitan uradio para completar el trabajo. Sin embargo, solo se encuentra en países desconocidos y muy peligrosos, por tanto, se monta una expedición organizada por Marduk y su asistente Sylvia. Pero en dicha compañía anda infiltrado el Capitán Dagon, un espía de los austradianos que tiene como objetivo asegurar que nuestros amigos se encuentren totalmente perdidos cada poco en esa jungla hostil poblada por extrañas criaturas a la que van. ¿Encontrarán el camino de regreso al volcán Urakuwa donde está el uradio? Volver a casa sanos y salvos se convertirá en todo un reto.

El gobierno de Norlandia contra Austradia. Si alguien no lo sabe, El rayo U es el cómic precursor de la genial colección Las aventuras de Blake y Mortimer (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4321), una obra que tanto dio que hablar en su día, y que tan de moda se ha puesto en los foros comiqueros en los últimos meses. Parece que Norma Editorial se ha propuesto sacar de nuevo a la palestra estas joyitas rescatadas del fango que pasaron por el top del noveno arte a mitad del siglo pasado. Cosa que obviamente es para aplaudirles. Un fan-service con todas las letras.

El segundo volumen se llama La flecha ardiente. Otra fiesta de primer grado por que aquí es donde entra en vereda el guionista Jean Van Hamme (Thorgal) y los dibujantes Étienne Schréder y Christian Cailleaux; juntos pero no revueltos para retomar el universo y los personajes del célebre álbum anterior de P. Jacobs. La primera frase del álbum dicha por un personaje al emperador Babylos III es declarar: ¡Por todos los infiernos, todavía no sabemos qué es ese famoso Rayo U! Un guiño tremendo de Van Hamme ya que hace que caigamos en la cuenta que, de hecho, el título del álbum inicial nunca se llega a explicar realmente. Todo, para luego continuar con una revelación y una secuencia de persecución pre-histórica, donde encontramos todos los homenajes que a Jacobs se le podría hacer: un dinosaurio completamente improbable persiguiendo a un humano. Pero esta vez el escondite del personaje perseguido no logra detenerlo… Igual que con esta secuencia, Van Hamme se divertirá constantemente desviando códigos clásicos para hacer algo tradicional pero no menos ingenuo. Y también las inevitables alusiones a Blake y Mortimer.

Por el lado del dibujo, Christian Cailleaux y Etienne Schréder, son admirablemente asistidos por el colorista Bruno Tatti. Entregan un trabajo muy limpio. El dibujo a veces me parece un poco más simple e ingenuo que con Jacobs, pero el homenaje gráfico está logrado. Encontramos tanto el espíritu de Jacobs en el dibujo como en la narración (aunque la dosis de textos a leer se reducen en el segundo volumen).

El rayo U y La flecha ardiente componen un díptico lleno de elogios dentro del clásico cómic europeo.