Reseña: Los Estratos, de Penélope Bagieu

El enamoramiento comiquero o literato viene dado por haber leído una obra de un autor o autora que no conocías y quedar prendado con el cómo lo hace y a partir de ahí querer leer todo lo posible de esa persona con don. Me pasó con Penélope Bagieu cuando leí su Cadáver Exquisito, cuando leí su adaptación ilustrada de Las Brujas, de Roald Dahl (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1589) y ahora que he disfrutado con Los Estratos. Su dibujo, sobre todo, me retrotrae a unas imágenes vista en la infancia en unos títulos que ahora no consigo poner en pie pero que en cualquier caso me encantaban. Norma Editorial es la responsable de traer nuevamente este título de una guionista/ilustradora francesa súper recomendable de seguir.

Una edición de Los Estratos genial. Me dijo un amigo hace unas semanas: “De todos los cómics de Bagieu que he leído, Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.” Pietro, que es italiano, que vive actualmente en Marseille pero que se crió en Rota (Cádiz), puede que haya heredado ese toque exagerado andaluz que tenemos muchos y que esplendemos hacia los demás cuando algo nos encantó. En definitiva, el ser muy exagerado, el poner por las nubes algo que acabamos de disfrutar, un comentario con el que embrujar al que sea. Bien. Pero es que a mí eso de “…Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.”, me cautivó. Por eso indagué algo más cuando me enteré que Norma Editorial lo publicaba. Y cuál fue mi impresión, la primera en la frente cuando vi que el objeto en sí, ya era un buen hallazgo, una joyita, una asemejada a una agenda moleskine, el formato perfecto para este tipo de diario esbozado a lápiz.

¿Y su contenido? A lo largo de las páginas, Penélope Bagieu cuenta anécdotas de su infancia y adolescencia, más o menos largas, a veces profundas y ligeras. Todas estas historias forman un todo, coherente, y son en todo momento situaciones de su vida que la han marcado de una forma u otra. Estratos de una vida que la han llevado a convertirse en la mujer que es hoy. Y sonreí. A veces, hasta reí durante la lectura. Y no carcajeé por estar en un lugar público mientras leía Los Estratos. Después, cavilando, llegué hasta la emoción de ver cómo un autor tiene que pasar interiormente en algunos momentos de su vida por momentos delicados y entonces se me nublaron los ojos. Una persona creativa goza de un enorme poder dentro, y el contenerlo, el no poder soltarlo en ciertos momentos de plenitud, hasta puede resultar peligroso. Repercute en depresiones, discusiones, incluso suicidios (más de un canta-autor se nos fue por esto) por tener una mente tan poderosa capaz de llegar a planos que no son de este mundo. Pensaréis que deliro, pero sé de lo que hablo. Y Bagieu si algún día lee esto me entenderá. Y tantos otros creativos y creativas que han «rozado» ese poder también.

A lo largo de sus álbumes, Penélope Bagieu ha perfeccionado su sentido de la narración. Cada historia tiene un buen ritmo y sabe encontrar el tono adecuado sea cual sea la emoción que quiere transmitir. Creo que su enorme poder reside en un diseño preciso y expresivo de las situaciones y personajes que muestra. Los temas tratados son variados, trata la niñez y la adolescencia con gran precisión; diría, que la mayoría de los lectores se encontrarán, se identificarán de algún forma, en una u otra de sus viñetas. Los Estratos es un libro, un cómic, un cuadernillo muy bonito tanto en contenido como en forma. No quitéis ojo a cualquier publicación de esta señora que llegue a nuestro país, por favor. Bien por Norma Editorial, una vez más.

Reseña: Renault. Las Manos Negras, de Lapasset y Benéteaue

Este álbum que os reseño hoy es un hermoso homenaje a la emprendedora persona que fue Louis Renault. Una de sus principales cualidades fue poner en perspectiva la toma de decisiones de la época. De hecho, siempre es fácil juzgar, a posteriori, el comportamiento de tal o cual personaje, por lo que aprecio especialmente el hecho de que los autores deslicen una cita como es: «Este pacifismo frenético, inconsciente si uno piensa en los horrores por venir…, es el de una generación que recuerda demasiado bien la guerra y que no puede concebir nada más improbable que volver a la batalla.” Cita o frase de las que hacen pensar. Aunque este pensamiento no concierne particularmente a Louis Renault, simboliza a mis ojos el estado de ánimo de los autores en el momento de la realización de este álbum. Abstenerse de juzgar, después de lo pasado, y relacionar los hechos y los comportamientos, justos o discutibles, recordando el contexto de la época en la que vivió este ingenioso señor.

Renault: Las Manos Negras. Su biografía. Pero no sólo su biografía, también es un relato histórico de la primera mitad del siglo XX y más concretamente sobre el papel de este genio industrial en las dos guerras mundiales con dos resultados muy diferentes. Héroe, luego, traidor a la patria…, y ahí reside la fuerza de esta historia. Saber diseccionar la increíble vida de este hombre sin olvidar plantear el contexto histórico y su importancia. Entonces, vamos pues a seguir los inicios del pequeño Louis al que le gusta ensuciarse las manos, pero sobre todo un cerebro que revolucionará el mundo del automóvil con su eje mecánico que transmite directamente la potencia del motor.

Seguiremos sus primeras carreras de coches, la creación de su fábrica hasta la Gran Guerra y el papel que jugará allí. Luego los años 20 y la irrupción en su vida de André Citroën hasta la crisis del 29. Y finalmente los años 30, los años prósperos hasta el conflicto del 39 al 45 y el horror de aquellos años que todos conocemos. Dejándonos así una narración donde las voces en off de las personas que trabajaron con él alguna vez, dan un tono único a la historia y nos permite descubrir a un hombre solitario que nunca dejará de hacer crecer y prosperar su fábrica. Un hombre de carácter intransigente, exigente y nada fácil. La mejor definición de persona emprendedora que casi uno se puede encontrar, y un hombre o personaje del que te encariñas en este Renault: Las Manos Negras.

Un cómic también que me permitió descubrir a un personaje extraordinario y que me enseñó el trasfondo de las dos guerras mundiales. Con un dibujo que no es necesariamente mi taza de té…, pero es efectivo y transcribe perfectamente los tiempos cruzados. Los colores son ideales, eso si, están en su punto como dicen los franceses. En cuanto al diseño, Benéteau asegura un trabajo minucioso. El diseño es variado, los personajes están bien recreados y parecen similares a la realidad, por lo poco que sé de ellos. Además, la pasión del dibujante por el campo de la automoción proporciona a las viñetas una envidia por mi parte adicional.

Además, el último capítulo me conmovió tanto que vi en él un deseo de hacer justicia a un hombre que nunca ha sido idolatrado lo suficiente pero que cuya persona me ha parecido consecuente y honesta en sus elecciones. Alguien justo. Muy difícil de encontrar hoy en día.

Por tanto, una lectura enriquecedora que solo puedo recomendar.

Reseña: La Casa de los Horizontes Perdidos. Un Misterio de Sarah Jewell, de Mike Mignola y Chris Roberson

Simplemente brillante todo este Universo Hellboy como se ha dado en llamar. Sublime siempre Mike Mignola, su Mignolaverse, y todos aquellos autores de los que ha sabido rodearse para crear estas obritas que cómo mínimo recuerdan a Lovecraft y su entorno Arkham. En este caso, la denominada La Casa de los Horizontes Perdidos, no es otra cosa que un spin-off con el que la investigadora Sarah Jewell (Rise of the Black Flame, Witchfinder: The Reign of Darkness) obtiene su propia serie con un misterio asesinato y, por supuesto, un girito de lo oculto. Pues, un asesinato en una habitación cerrada desconcierta a la detective paranormal Sarah Jewell y su socia Marie-Thérèse cuando en un viaje de fin de semana a una isla privada frente a la costa de Washington todo se desvía a lo contrario de lo que conocemos como viaje de placer. Atrapados por una tormenta y rodeados por una miríada de sospechosos que se han reunido para una subasta de objetos ocultos, el intrépido dúo debe desentrañar los misterios sobrenaturales que rodean a los invitados que se encuentran en la mansión isleña. Descubrir al asesino. Pero mientras tanto, los cuerpos siguen acumulándose, se descubren más muertos…, gritos, el horror en la noche tras el sonido de las olas, el misterio de las rocas… en cualquier momento Sarah o Marie-Thérèse podrían ser las próximas.

De vez en cuando llegan una de estas joyitas del maestro Mignola y su grupo, publicadas en nuestro país por la inestimable Norma Editorial. Os puedo decir que raro es, el cómic de este estilo, que no es recomendable para todo amante del género de Terror o el Misterio. Mike Mignola y Chris Roberson regresan al mundo de Hellboy, acompañados por la artista Leila del Duca y la colorista Michelle Madsen. Desde la primera aparición de Sarah Jewell en Rise of the Black Flame (El Origen de la Llama Negra: https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/hellboy-2/el-origen-de-la-llama-negra), muchos de los fans andábamos deseando que Sarah tuviera su propia serie. El personaje que está claramente inspirado en la periodista trotamundos Nellie Bly y la exploradora heredera Aimée Crocker, tenía una historia tan amplia que contar más allá de la página, incluso en esa primera historia publicada por Norma. Incluso si no fuera tan friki del Universo Hellboy, estoy seguro que me hubiera enganchado a esta historia porque Nellie Bly fue una de mis heroínas favoritas de la infancia. Por la cual también me inspiré para un relato. Quién no la conozca, Elizabeth Jane Cochran “Nellie Bly” (1864-1922), fue una periodista, escritora y empresaria estadounidense; la primera reportera de periodismo de investigación y pionera del periodismo encubierto. La primera «Iker Jiménez» para que nos entendamos. Y con una anécdota sobre ella. En 1889 rebajó en ocho días el récord de ochenta días en «dar la vuelta al mundo» narrado por Julio Verne en la novela del mismo nombre…

Volviendo a la reseña, tenemos a Sarah Jewell como protagonista ideal de una miniserie que mezcla trama de libro de Agatha Christie con cuento de H.P. Lovecraft. Para que conste, tengo presente lo que se parece esta historia a la de Christie aquella llamada originalmente And Then There Were None y aquí Diez Negritos; en la que los personajes principales son convocados a una isla en circunstancias misteriosas, luego aislados del mundo exterior por una desagradable tormenta y uno por uno los personajes son asesinados. Pero entonces, ¿qué trata La Casa de los Horizontes Perdidos exactamente? Bueno, tiene un montón de personajes atrapados en una isla durante una tormenta y hay un asesino entre ellos y a partir de ahí… toda realidad empieza a cambiar.

Cada personaje empieza a ser convincente a su manera. Además de eso, al ser un misterio de habitación cerrada, es importante configurar el entorno, la línea de tiempo y las limitaciones de acceso. Todo esto en un cómic que gracias a la inquietud que provoca, se lee en nada. Y del que, por supuesto, cualquier cosita que cuente fuera de lo ya contado, se convertiría en spoiler. Cuando un personaje sale de una habitación, no solo importa si salió de la habitación, de repente es importante el cómo salió de la habitación. La historia se infla naturalmente con estos datos adicionales y cuando menos lo esperas llega el horror que rompe la tensión.

Disfruté especialmente la escena en que a través de la mirada de uno de los personajes observamos la forma en que observa -valga la redundancia- a los otros.

Michelle Madsen, maestra y ejemplo de como cuidar una paleta de colores.

Como decía, una obra que combina dos de mis tipos de misterios favoritos. Juega con mis intereses a la perfección. Otra joyita para mi cómicteca.

Reseña: Wild West, de Thierry Gloris y Jacques Lamontagne

Ahora la reseña de una de esas obritas que gustan leer de vez en cuando ambientadas en uno de los siglos más convulsos que ha vivido el continente norteamericano. Wild West es una serie con la que Thierry Gloris y Jacques Lamontagne se encumbraron (diría) reivindicando el mito de Calamity Jane; una chica de la frontera estadounidense, francotiradora y narradora, que fue conocida, sobre todo, por su inestimable relación con Wild Bill Hickok. Entiendo que si estáis leyendo esta reseña es de suponer que sabéis un poquito-mucho del Salvaje Oeste americano. Pero si no, también os contaré que Wild Bill Hickok fue otro héroe popular de la zona conocido por su vida en la frontera como soldado, explorador, agente de la ley, jugador de cartas, showman y actor, y por su participación en muchos tiroteos famosos de la época. Otro que obtuvo una gran notoriedad en gran parte por las historias «invent» que contaba sobre sí mismo. Muchos de este entorno se dieron cuenta del detalle que si sembraban historias locas de hazañas suyas, su fama y reputación subía como la espuma. El boca a boca, ya sabéis.

En Wild West que nos publica Norma Editorial para el disfrute total del mejor cómic western, el que insisto, mola más el hecho en el viejo continente que en el nuevo; tenemos un cómic donde por álbum nos hablan de la vida de cada uno de estos personajes reales, historias que se romantizan mucho y se inicia con un volumen que recoge los dos primeros de la serie (Calimity Jane/Wild Bill) para el acople total. Y con acople me refiero a que estos dos álbumes recogen lo que se denominada primer ciclo de la serie, que vuelve a poner el mejor western en el candelero del cómic europeo. Y es que muy pronto entramos de lleno en la acción cuando pasamos a donde se narra una parte del viaje realizado por Calamity Jane en su alistamiento como exploradora en el ejército, una parte que por cierto, no se cuenta ni es muy conocida en los anales de la historia. Mola ese relleno. Se opta por presentarla como una señora de la limpieza en un salón-burdel, siendo «rica sólo en su virtud» porque se niega a dormir en el mismo lugar. Pero agredida por un cliente violento y salvada por el secuaz del jefe del burdel del que se enamora. Pero las cosas no son menos complicadas para ella y finalmente se ve obligada a prostituirse también. Aunque todo cambiará con la aparición en la ciudad del famoso cazarrecompensas Wild Bill Hickok quien conducirá a la joven a la aventura de las aventuras.

El diseño, la recreación y el viñetaje es tremendamente chulo en Wild West. Es creíble y vivo. El dibujo de Jacques Lamontagne es emocionante y ofrece páginas bastante cuidadas que sumergen inmediatamente al lector en la atmósfera de época.

Los colores participan de una manera hermosa y los personajes están bien hechos, incluso si la elección de presentar a la joven Calamity Jane como una hermosa joven heroína es un poco formulista ya que su físico real era mucho más rústico. Bastante más fea, hablando en plata. En definitiva, un cóctel apasionante que se lee como una aventura moderna con sus sorpresas y giros. Donde se aprecia el tener entre manos la reunión de dos leyendas del Salvaje Oeste. Y es que por mucho que la historia real nos diga que se conocían sin más detalles, ponerlos en acción juntos es aún más cautivador.

Muchos de los que estáis leyendo esta reseña ahora mismo, sabéis que vais a comprar, o al menos, andáis ya locos por leer el cómic. Lo sé. A poco que se publique una buena historia western, la queremos y más si está hecha en cómic europeo porque eso es sinónimo de calidad. Y así es, en Wild West, ttenemos un volumen que hace pensar en una gloriosa serie, semillas ya sembradas para que un buen árbol crezca.

El segundo volumen me convenció más. Me pareció excelente y me lo pasé muy bien leyendo las locuras de Wild Bill y acabé enamorándome de este personaje. Y los mensaje gráficos y evocadores a los paisajes del Lejano Oeste y la Frontera… es que son geniales. Por cierto, ¿dónde he visto yo antes a la chica de la portada del tomo? ¿Quién tomaron de modelo? Es una actriz conocida, ¿no? No caigo ahora…

Reseña: Falconspeare, de Mike Mignola y Warwick Johnson-Cadwell

El hype, el ansia… si os tuviera que decir ahora mismo una serie de cómics por la que siento una infinitesimal ansia o hype de que se publiquen más obras o en su defecto un arco largo y extenso, sería sin duda, sobre estos geniales personajes que son el profesor Meinhardt, el Sr. Knox y la señorita Van Sloan. Sintiendo el amor que siento por el Terror, por los mundos o universos de horror que Mike Mignola ha sabido crear con sus diferentes obritas fuera de su famoso Hellboy: dioses, si espero con ansia cada tomito de estos que publica Norma Editorial en nuestro país. Porque Falconspeare, como bien dice la sinopsis, no es el primer cómic en el que estos geniales personajes se enfrentan a lo oculto y los horrores que este nuestro mundo esconde…, sobre todo, en los países del Este jajaj.

Y es que tras disfrutar de joyitas como El Sr. Higgins vuelve a casa (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/hellboy-2/el-sr-higgins-vuelve-a-casa) y Nuestros encuentros con el mal (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2507), casi babeaba por empezar, devorar, leer este Falconspeare, sabiendo de su contenido. Deberíais saber si os va este rollo o disfrutáis con casi cualquier fantasía oscura victoriana, que estos one-shots escritos por Mike Mignola y escritos y dibujados por Warwick Johnson-Cadwell, son una jodida maravilla. Y aunque debo decir que el estilo artístico crudo de Caldwell no está a la altura del aspecto característico de Mignola, tiene un toque diferente y genial muy fílmico moderno que mola. Eso sin contar el maravilloso ambiente gótico sobrenatural de las historias de Meinhardt & Knox que se adaptan perfectamente al Mignolaverso. ¿Y de qué va? James Falconspeare, cazador de monstruos, ha desaparecido y tras investigar las pistas, saber en “lo que estaba” y contra quién iba justo antes de enviar correspondencia críptica, su trío de amigos se temen lo peor. Su universidad no ha tenido noticias suyas. Y como os decía, el equipo de Meinhardt, Knox y Van Sloan, están recibiendo una misteriosa correspondencia con las iniciales “BK” escritas a mano por el mismísimo Falconspeare. Se puede reconocer su letra.

¿Van a buscarlo? Por supuesto. Pero lo chungo es que fue visto por última vez dirigiéndose al puerto de Betivuka, cuando tenía por misión acabar con una depredadora llamada “La Mordedora”. Una supuesta chupasangre que James Falconspeare había decidido investigar y mandar al otro barrio. Pero lo mejor es cuando detectan que Falconspeare intentó una táctica única para destruir a dicho sobrenatural enemigo…

Ya os digo, tercer tomito de esta colaboración Mignola/Cadwell que me parece maravillosa y que en cuanto haya material, merece un integralazo de los que se marca Norma sí o sí. Una buena historia, aunque bastante corta como todas y que obviamente deja con ganas de más. Mas, lo que veo fetén en estos cómics es, que la narración no tiene nada de diferente y es realmente la tarifa vampírica que solemos pagar de forma habitual. No obstante, lo que hacen realmente buenas a estas historias es los pequeños detalles que se proponen al principio de cada intriga: un mensaje garabateado sobre la mesa por temor a que alguien escuchara en secreto, un ama de llaves bávara empuñando una espada, un nosferatu reventado con una bengala… No sólo como fan, como escritor de Terror, pienso que estamos ante una serie de historias de vampiros que inspiran y devuelven la esperanza en poder volver a encontrar buenas tramas de horror con chupasangres clásicos.

Realmente pienso si existe algo que Mike Mignola haga, que no me guste.

Reseña: Queenie, la Madrina de Harlem, de Lévy y Colomba

Lo primero que me impactó de este álbum fue ver que iba recomendado por la señora maestra de la actuación Whoopi Goldberg. Supongo que como muchos lectores, me asusté un poco y me agradó saber que esta señora lee cómics y de los buenos. Aunque no sea tan raro después de saber lo que trata Queenie: la madrina de Harlem. No obstante, vuelvo a reivindicar que el cómic -si no lo es ya- debe ser de casi obligado un medio de difusión a las masas al igual que pelis, libros y música. La cantidad de historias de historias buenas -madre mía- que se pierden muchos por no leer cómics con sus ideologías sin sentido que lo relacionan con lo infantil. Pero vamos que esto me consta que en pocos sitios pasa ya, pero PASA. Pocas historias más adultas que Queenie: la madrina de Harlem se pueden encontrar en formato cómic. Además de que ya tenemos el ejemplo del cómic como pura inspiración para el cine. Los faltos de ideas de Hollywood por fin se han dado cuenta de la mina de oro que hay en el noveno arte.

A lo que vamos. En Queenie: la madrina de Harlem, descubrí la existencia de una dama y me vi leyendo y disfrutando de la mini biografía de una persona de la que no sabía nada. Queenie (nombre real Stéphanie Saint Clair) lideró un poderoso clan mafioso en Harlem en los años 30 del siglo pasado. Una tipa que se habría logrado hacer un hueco entre otros mafiosos, como hizo Lucky Luciano, por ejemplo. Pero mujer, y además negra, ya me diréis si esto no es impactante por dónde ocurre, cómo y la época. Pero, qué es lo extraño aquí. ¿Por qué a casi ninguno de nosotros nos suena el nombre? ¿No lo véis? Los americanitos yankees de pro nos la tenían borrada de la memoria…

Norma Editorial publica esta chulada de tomo donde Lévy y Colomba recrean en viñetas la vida de Stéphane St Clair, la mujer que se adueñó del juego clandestino en la Nueva York de los años 30. Tras la lectura, pensaréis como yo. ¿Cómo demonios hemos tardado tanto tiempo en no ver peli o serie de la vida de esta señora, tan potente personaje? Se llamaba Stéphane St Clair y fue la dueña de los bajos fondos de Harlem. Controló el juego clandestino, se enfrentó a políticos, policía y poderes gordos de la ciudad más famosa del planeta. Con dos pares de cojones logró abrirse camino en un mundo violento y despiadado. Un volumen que permite saber sobre esta “anomalía” histórica que tenía nombre y alma pura.

Una personalidad fuerte como pocas, traída de los barrios pobres de las Antillas francesas, Queenie: la madrina de Harlem, con un diseño clásico se vuelve rápidamente una historia gustosa de leer. Un trazo fino, bastante lamido, que de lo bien que te lo pasas con el paso de los acontecimientos, deja con hambre. Y más cuando indagas después (que es a lo que incita este tipo de obras) y ves que ciertos aspectos de la vida de Queenie siguen siendo un misterio tras la lectura del volumen; la forma en que montó su negocio, por ejemplo, y los medios necesariamente brutales para mantenerse en el poder frente a los «competidores». Imponerse en Harlem… ¡Joder, quiero saber más de eso! Y no sé si es bueno o malo decir algo así de un cómic que me ha gustado tanto, pero bueno, le van ocurriendo cositas a esta señora y mola ver cómo sale de situaciones en las que otros saldrían corriendo. Que atrape al lector de esa forma, que la historia la devores con ganas y queriendo saber más, mosqueándote por ello… Eso para nada es fácil de conseguir con una trama comiquera.

Una novela gráfica que como os decía próximamente se convertirá en una ambiciosa serie de televisión producida en Hollywood. Queda el descubrimiento de un personaje que tiene su lugar en el «salón de la fama» del bandolerismo, y que también desempeñó un importante papel «social» en esta parte de Nueva York. Lévy y Colomba son dos jóvenes creativas a tener en cuenta. La guionista Aurélie Lévy y la ilustradora Elizabeth Colomba suman fuerzas para contar las peripecias de Stéphane St Clair. Eligieron la viñeta para hacerlo y el resultado es este genial Queenie: la madrina de Harlem. En definitiva, una obra que llega a nuestro país avalada por sendos galardones como el Quais du Polar/Experience/France 3 Auvergne-Rhône-Alpes, el Premio Fetkann! y el Premio Maryse Condé en la categoría juvenil. También fue finalista en los Premios Landerneau BD y resultó seleccionada para el Prix Wolinski du BD du Point y el Prix de la BD Fnac BD en colaboración con France Inter.

Disfrutable como poco.

Reseña: XIII. 2132 metros, de Yves Sente y Youri Jigounov

Muy esperado era este nuevo álbum de XIII, serie de cómic europeo a la que me enganché hace algunos años aunque no gozo de toda la colección (leí algunos números en francés y otros en español), pero que duda cabe que, díría, con tan solo uno o dos que leas alguna vez, los querrás todos. Y por increíble que parezca, aún no había sido reseñado hasta ahora las aventuras de Jason Mac Lane en nuestra web.

XIII comenzó con una potente historia como es El día del sol negro (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/xiii/xiii/xiii-01-el-dia-del-sol-negro). Y a partir de ahí se convirtió en una serie de álbumes categorizados en algunos sitios como mini-novelas gráficas por su potente contenido en tan escuetas páginas. Contenido de género negro, policíaco, espionaje, una serie de historias de cómic belga sobre un tipo amnésico que busca descubrir su pasado. Una trama algunas veces contada pero quizás no de forma tan atractiva como hizo el guionista Jean Van Hamme en su día, con el genial apoyo ilustrado de William Vance. No obstante, actualmente la serie sigue adelante gracias a otros dos grandes como son Yves Sente y Youri Jigounov. Maestros del cómic europeo que lo están haciendo de maravilla con el personaje.

Si ya el número uno (El día del sol negro) nos contaba que Mac Lane tenía amnesia, buscaba su pasado y era acusado del asesinato del 42° presidente de USA; en 2132 metros, una vez más tendrá que unir piezas de un rompecabezas buscando una solución a un trama que se le presenta porque Jason MacLane se ha acaba de convertir en un nuevo fideicomisario de la Fundación Mayflower. Y para demostrar su legitimidad ante los miembros de la Fundación y su presidenta, Janet Sheridan-Fitzsimmons, Mac Lane es invitado a realizar una prueba de tiro a muy larga distancia. Debe dar en un blanco situado a 2132 metros. Pero… ¿por qué esta prueba de francotirador? ¿Tendrá que dispararle a alguien? ¿Qué harrá si se da ese fatídico momento, mantener su credibilidad con la Fundación sin convertirse en asesino?

Sabe que tiene que ganar tiempo porque a la sombra de las noticias, la Fundación está colocando sus peones de manera lenta (pero segura) para tomar el poder en el que aún se considera el país más poderoso del mundo. Para asegurar la discreción de su empresa, los dirigentes de la Fundación saben que deben hacerse con los documentos que prueban la fechoría que acaba de hacer.

Pruebas que aún conserva XIII.

Le llamaron Trece por el número romano que lleva tatuado en la clavícula izquierda. La entidad criminal conocida como Mangosta…, fueron los asesinos contra los que una vez tuvo que luchar, lucha que casi no llega a contar. XIII fue lanzado en 1984 como una serie en la popular revista Spirou, y fue popular entre los lectores de Spirou a más no poder. Los primeros tres episodios fueron lanzados como un solo volumen de tapa dura por Dargaud el mismo año. Esto continuó en números posteriores, y cuando se publicó el octavo número, las ventas de álbumes alcanzaron las 140.000 copias. La promoción de la serie se incluyó en un sorteo especial de la lotería nacional francesa en el año 2000 con 1.500.000 billetes vendidos.

XIII se escribió originalmente en francés y se tradujo a varios idiomas, incluidos inglés, español, holandés, alemán, polaco, sueco, tamil, serbocroata e italiano. Desde octubre de 2008, Sente se hizo con los guiones del personaje y como vemos aún sigue con un enorme potencial junto al artista Youri Jigounov. Un cómic que a poco que te guste el cómic europeo, el género negro o de espionaje, el thriller; será una serie que quieras probar. Y ya estarás perdido/a porque querrás leer todo-todito-todo de ella.

Reseña: Una Sed de Venganza Justificada Vol. 1, de Rick Remender y André Lima Araújo

Comenzando casi como una anécota de vida y terminando con muertes por doquier, y estando confundido en cuanto a la trama casi en el ochenta por ciento del guión, este primer volumen me recordó por qué me gustan tanto las historias y, sobre todo, los inicios de Rick Remender. Dicen al otro lado del charco que le tomó años volver a su mejor nivel y que con Una Sed de Venganza Justificada lo ha hecho. Lo compro. Sólo puedo decir una cosa:

Denme más de esto, por favor.

Norma Editorial publicó entre sus novedades de agosto el Vol. 1 de Una Sed de Venganza Justificada, donde Rick Remender regresa al panorama actual del cómic con una historia de violencia excepcionalmente narrada y visualmente original de la mano del artista portugués Lima Araújo. Estoy totalmente de acuerdo. Y realmente no puedo contaros mucho de la trama sin estropearos los buenos entresijos con los que cuenta. De cómo el personaje principal se mete en el lío que se mete. Pero por un momento piensas que estás en un tipo de cómic cuando de repente estás en otro. De no ser por estos títulos con súper spoilers a lo años 80 que ahora le han dado por meter a las nuevas pelis de acción…, qué duda cabe que el impacto de lo que surge sería mayor. De alguna manera, nuestro personaje principal, el señor Wen (por llamarlo de alguna manera), encuentra un camino hacia la dark web donde descubre a ese tipo de asesinos a sueldo que aceptan trabajos. Realmente no estoy seguro de cómo sucede eso, sin embargo, ves a la próxima víctima y a esta mujer inocente y como Wen decide intervenir. Está a tope, sabe que la acaba de cagar por dar ostias a todo lo que se mueve y ahora estas personas los persiguen y sólo tiene que luchar por tratar de descubrir cuál será su próximo movimiento. Esto divierte al lector pero qué duda cabe que los que hemos estado en situaciones así, se sufre un estrés y un sinvivir de la leche.

A Righteous Thirst for Vengeance (Una Sed de Venganza Justificada) tiene una energía similar a los primeros cómics que dieron fama a Remender. Aunque este cómic en particular tiene sus raíces en un poder mucho más brutal y violento. La secuencia de apertura está completamente desprovista de diálogo y eso aporta misterio. Obtenemos una toma aérea de Vancouver, B.C. y disfrutamos de hermosas y pintorescas escenas gracias al dibujo de André Lima Araújo. Eventualmente el objetivo se acerca al barrio chino de Vancouver (que Araújo capturó con un asombroso decreto de precisión), y finalmente nos encontramos con un vistazo de nuestro protagonista.

Cómic con el poder atractivo de una peli coreana de acción.

Nuestro protagonista no tiene nombre. Nuestro protagonista es modesto. Nuestro protagonista no dice mucho. En el primer acto, nuestro amigo de la sudadera con capucha roja apenas une más de dos palabras para formar una frase, y Remender deja que la narración visual de Araújo lleve la mayor parte de la trama. No tenemos muchos puntos de apoyo narrativos, solo detalles colocados de forma extraña y fragmentos de información, la mayor parte de nuestro conocimiento del protagonista proviene de inferir cosas de su acción como la forma en que deja que una pareja de ancianos suba al autobús antes que él a pesar de que llueve a cántaros. Su colisión accidental con un transeúnte. Su interacción con un pájaro moribundo. El hecho de que va a “algún lugar” para hacer “algo”. Es una lectura intrigante, pero deja una gran cantidad de preguntas en el aire. Y el acto final al menos señala exactamente hacia dónde se dirige la historia.

Cómic por el momento súper recomendable, maravillosa trama que tiene un aire al genial manga de Oldboy (sí, al manga, porque la peli es algo diferente). Definitivamente, espero con ansias el próximo volumen.

Y qué decir del dibujazo del portugués que aporta la sensación de estar viendo un anime. Me mató.

Reseña: Al Otro Lado del Instituto. La Isla de los Monstruos, de R. L. Stine, Kelly y Nichole Matthews

Tenía curiosidad y optimismo cuando escuché sobre BOOM! y el lanzamiento de una serie de novelas gráficas escritas por R.L. Stine que…, mmmm…, ¿tengo que contar quién es R.L. Stine? No, ¿no? Bueno, diré lo básico para no ser redundante. Robert Lawrence Stine (1943-) es un escritor estadounidense de novelas de terror para jóvenes. Literatura de terror infantil. Y de sobras conocido en todo el mundo por su colección de títulos Goosebumps, denominada en nuestro país Pesadillas y en hispanoamérica Escalofríos. La popular serie Goosebumps no fue un elemento básico de mi infancia, ya era mayorcete cuando empezaron a llegar por aquí, pero sí que leí bastantes cuando me estuve “instruyendo” un tiempo para escribir literatura infantil. ¿Qué mejor referente qué leer al mejor? Y recuerdo con cariño leer esos libros en mi habitación por la noche y sentir pequeños escalofríos de miedo y carcajadas porque sinceramente muchas de las historias son muy buenas. Otras muy típicas. Cierto. Pero las buenas -pensaba-, si me hacían pasar miedo a mí que no harían con un adolescente. Podía imaginar pasándolo mal a un chico de nueve o diez años leyendo lo mismo que yo en otra parte del mundo. Fueron divertidos de leer en su mayor parte, tenían suficientes giros y elementos sobrenaturales para entretener, eran lo suficientemente misteriosos como para ser buenos thrillers para principiantes y, lo que es más importante, me ayudaron a exponerme a una literatura de terror y suspense interesante por ser más compleja -soy de esa opinión, sí-, más compleja de escribir. Una serie de libros que fueron entrada segura para pasar a mejores libros de Terror después; enganche por lo sobrenatural para niños, hoy adultos, que seguro que siguen disfrutando de autores como Stephen King, Lovecraft, Rice, Poe, Jackson, Christie y muchos otros.

Por eso, la intención de revitalizar después de los años trasladando algunas historias y elaborando otras nuevas en formato novela gráfica es una terrorífica a la vez que magnífica idea. Un golpe de genialidad para RESUCITAR. Y una de las últimas la acaba de publicar en nuestro país Editorial AstroNave. Al Otro Lado del Instituto: La Isla de los Monstruos, nos lleva a la idea de que ir a una isla exótica de vacaciones, no siempre puede ser una buena idea. Puede resultar más agotador que relajante o más terrorífico que otra cosa. Karla y su hermano Benny acompañarán a su tío en una expedición científica a través de esta misteriosa isla: su misión consistirá en estudiar a especies por identificar, pero un golpe de «mala suerte» los llevará a descubrir las letales criaturas que habitan la ciénaga…

Una intensa fuga que cambiará la vida de todos.

El requisito de un relato ilustrado significa que tienes que sacrificar la incertidumbre por la claridad visual y ese es el auténtico poder de la literatura no ilustrada. Sin embargo, para el Terror se magnifica lo visual, el susto de ver sin ver, de sentir que tras aquella puerta, o detrás de aquellas palmeras hay algo que no logras comprender. Además decir que en La Isla de los Monstruos hay un giro importante y de los gordos en cuanto a los personajes que conocemos primeramente, un giro que no contaré aquí. Pero un giro importante que puede poner algo de distancia con la historia a los lectores poco acostumbrados a leer, pero originalidad que obviamente a mí me encanta. No os encariñéis con nadie.

Las artistas Kelly y Nichole Matthews brindan una estructura sólida para esta novela gráfica. Son hermanas gemelas y eso querrá decir algo porque se conjuntan a la perfección. Trabajan como dibujantes e ilustradoras de cómic al norte de Seattle y han trabajado en cositas chulas que también Norma Editorial ha publicado. Personajes expresivos, el movimiento realista, el diseño gustoso a la vista y los colores y la iluminación nítidos. Boom! Studios eligió a la pareja perfecta de ilustradoras para dar vida a esta novela gráfica.

Reseña: Noir Burlesque Vol.1, de Enrico Marini

¡Pero qué bueno es este álbum! Algunos pueden decir de Noir Burlesque que no es muy original pero… ¿qué trama de género negro a estas alturas lo es? Les digo alto y claro que no hay nada nuevo bajo el sol. Y si lo hay… dificil encontrarlo. Pero esta historia del gran Enrico Marini viste claramente de forro negro, chaqueta sublime y borsalino. Y tiene todo lo que tiene que tener una historia de este tipo donde además visualmente es sublime. El ambiente gráfico es impresionante. Donde se nos lleva a los “felices” años de la época dorada de Hollywood muy a lo La Dalia Negra o L.A. Confidential: cadillacs, mafiosos, garitos y femme fatales…, y un tipo que no duda en ponerte una bala en la pierna porque claramente antes de irte para los pinos tendrás que confesar. Y donde la guinda del pastel es esa pin-up por la que se desafían entres sí dos tipos duros de roer.

Una de las joyitas que Norma Editorial publica este mes de calores es el Noir Burlesque, de Marini. Un cómic donde el maestro suizo del cómic europeo se adentro en el género negro con su primera novela gráfica. Rapaces, La estrella del desierto (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6518), El Escorpión… son obras de este autor que uno puede devorar para ver la calidad que profesa, aunque Noir Burlesque es perfectamente un ejemplo de cómo hacer un cómic de género negro con todos los estereotipos marcados para deleitar al verdadero fan de este género tan clásico como inmortal. Y donde al autor nos lleva bajo las luces de neón de los barrios marginales de una bien reconstruida Filadelfia de los años 50. El bueno, el feo y… ¡la vedette en busca de la gloria! Donde los negocios se arreglan con un tiro, un primer álbum que deja con hambre a los tipos codiciosos de buen cómic europeo como yo. Impaciente por acariciar de nuevo con mis ojos las enloquecedoras curvas de la bella Caprice…

Noir Burlesque habla de Terry Cole. Un atracador con principios que asume una deuda que no le corresponde. Mientras lucha por cancelar esa cuenta, se reencontrará con una mujer a la que había decidido olvidar hace mucho tiempo y juntos participarán en una intriga policial de alto voltaje donde se mezclan delincuentes de poca monta, femmes fatales, policías íntegros, matones a sueldo y mafiosos sin escrúpulos sobre el telón de fondo de los Estados Unidos a finales de la década de 1940.

Esto dice la sinopsis y no pudiera estar mejor resumido… sin spoilers.

Hacía tiempo que no leía un álbum dibujado por el propio Marini. Debo decir que arroja una atmósfera muy hermosa a cine negro de USA en los dorados años 50 del pasado siglo. Solo el color rojo del cabello de la chica provoca que abramos mucho los ojos cuando sale en escena. Un detalle muy bien conseguido en un cómic que versa en viñetas en blanco y negro. Todos los parámetros clásicos del thriller están aquí: la femme fatale, la banda de matones, el héroe ladrón y verdadero rompecorazones que desapareció hace varios años y tiene una deuda que pagar. Y el amigo de la infancia convertido en policía a lo Mystic River.

Noir Burlesque es un claro homenaje a este género, un primer volumen que insisto: no tiene grandes sorpresas pero que plantea personajes y nos deja un final del primer volumen donde se prevee giritos para el siguiente. Lo suficientemente atractivos como para querer profundizar en este escenario de película. Para salivar. Así que si lo tuyo es el buen y viejo thriller policiaco, si te interesa principalmente el dibujo de Marini y te pierdes por una buena historia de estos años de atracos, sexo de «aquí te pillo, aquí te mato», tiros y desenfreno; ese cómic está hecho para ti.

Estás calentando el sitio.