Reseña: Chaplin. Príncipe de Hollywood, de Laurent Seksik y David François

Me hubiera gustado un integral pero no está mal tampoco poder leer la obra como se publicó originalmente en formato álbum. El caso es poder tenerlo en español, cosa por la que debemos dar gracias a Desfiladero Ediciones. Porque Príncipe de Hollywood es, sobre todo, el apoteosis de este tríptico o donde creo que alcanzará la historia su máxima expresión. Guion y dibujo por parte de Laurent Seksik y David François, segundo cómic de un tríptico que como os dije en la anterior reseña estaba deseando conocer al completo. Y es que si todo el mundo conoce a este icono del cine mudo que es Charlot, pocos conocen realmente al personaje que lo encarnó, Charlie Chaplin. Y estos son unos cómics donde vamos a conocer de cerca al hombre y sus pensamientos antes que al personaje creado para la ocasión. Donde se demuestra que su decisión de irse a USA fue lo mejor que pudo hacer en su vida porque consiguió estar en el punto exacto en el momento concreto. Tierra de sueños, de posibilidades, un lugar ideal para el que le obsesiona hacerse rico y famoso a la ligera.

Seamos claros: el tema está bien documentado y es bastante interesante. Y el estilo de François llega un momento en que llega a encandilar. Y me gusta su modo de ver que la mayoría de las personas de la época tenían la cara y nariz alargada. O había mucho malote interesado o pasaban hambre… Pero también están muy bien retratadas las distintas mujeres que compartieron su vida. Y a mí mola este tema y no como he oído por ahí que son repetitivas. Veo bien que las mujeres con las que tiene trato carnal se parezcan mucho unas a otras. Hay una teoría por ahí sobre eso.

Mientras acaba de perder un hijo al nacer de su primera esposa Mildred, Charlie está filmando The Kid, la historia de este niño al que no habrá visto crecer. La película es un gran éxito. Charlie, reconocido por todo Hollywood como uno de los más grandes artistas de su época, disfruta de su ascenso y ya trabaja en su próxima película, The Gold Rush, que será un auténtico triunfo. A los treinta y cinco años se casa con la jovencísima Lita, ya embarazada de su primer hijo. Sin embargo, tras cuatro años de unión y dos hijos, Lita, traicionada en repetidas ocasiones, pedirá el divorcio y esta vez todo se tornará en desgracia (imagino que de forma eventual) para el protagonista. Todo este ruido dañará bastante la imagen de Chaplin para con la opinión pública. Lo que llevó a que mientras aparecían las primeras películas con sonido (1928), su película Le Cirque, ya se anunciaba como un fracaso. La América puritana haciendo estragos en la carrera de Sir Charles Spencer Chaplin. Pero la leyenda sigue. Los grandes no se dan por vencidos nunca. Durante aproximadamente doce años, el número de eventos destacados es denso pero sus secuencias son, en su conjunto, fluidas. Contadas cronológicamente, destacan varios elementos de la personalidad de la estrella. Y te enterarás de grandes cosas de su vida íntima que muy pocos saben fuera del fan de toda la vida que se haya interesado en él. No conozco a nadie, por cierto. Su terquedad para escribir y filmar, su gran desparpajo -a veces demasiado, como durante el surgimiento del «hablador»-, la relación con su hermano, el pesar que crea el estado de su madre, todas las etapas que esmaltan su carrera como su vida quedan así narradas y añaden profundidad al mito en este cómic.

El segundo volumen tras Chaplin en América (https://www.cronicasliterarias.es/?p=12083), otro cómic de lectura fácil que se disfruta mucho en gran parte por el estilo de David François, que hace palpable los cambios de humor del héroe y restituye el exceso de ciertos decorados cinematográficos. Príncipe de Hollywood es una confirmación de que esta saga hay que terminarla y poseerla.

Reseña: Easy Breezy, de Yi Yang

¿Sabéis de esos cómic o libros que engañan por su apariencia? ¿Qué crees que son infantiles, que no son tu rollo, que quizás son mangas insípidos o copias de ellos y muchas otras cosas más… y qué luego para nada lo son? Me ha ocurrido con Easy Breezy. Menuda road movie-thriller de película, que se marca con este título Yi Yang, una autora china afincada en Italia, que muestra claramente el don que lleva dentro, el buen manga que debe haber mamado desde pequeña.

China. Años 90. En el lugar equivocado, en el momento equivocado, el talentoso estudiante de secundaria Yang Kuaikaui se convierte en cómplice involuntario del robo de una camioneta. Li Yu y el tío Ya, dos sinvergüenzas locales de bajo perfil, pensaron que podrían ganar algo de dinero rápido revendiendo el vehículo peeeeero…, mala suerte, la situación se complica cuando el equipo se da cuenta de que hay una chica oculta en la parte trasera de la furgoneta. Le puede haber pasado a muchos, pero le ocurrió a ellos. Y ahora tienen entre manos un secuestro que nadie planeó y obviamente la pena no es la misma que si te pillan robando un vehículo. Peor aún, esto es solo el comienzo, el que sí planeó el secuestro de esa niña les persigue. Y hará cualquier cosa por recuperar a su presa.

Y es un verdadero villano.

Hay que pensar rápido.

Vi publicada hace un tiempo Easy Breezy en francés. Creí que era otra cosa, como os decía al principio de la reseña. Ahora gracias a que Nuevo Nueve Editores la ha publicado en nuestro país, he comprobado que es un cómic súper recomendable de los que dejan muy buen sabor de boca. Y eso que el escenario se reduce a una larga persecución por la ciudad donde se grita, se insulta, se sangra y uno se maravilla de quién es más-mejor como personaje tras verlo resolver sus pasos. Casi ciento ochenta páginas donde te fluye la sangre como lector. Y contiene ciertas partes, lapsus, diferentes momentos que se intercalan para que conozcamos al trío, a cada uno de los personajes, más en profundidad. Hermosos retratos que aportan paz a la intensa narración. A pesar de todo, estamos hablando de buenos muchachos involucrados en un lío de cojones.

Diría también que la sombra tutelar de Otomo acecha la obra, tanto en contenido como en estilo. Personajes que no encajan en la sociedad, furia gráfica que mezcla pura acción y expresión de la urgencia de los sentimientos, en momentos, recuerda bastante a la genial Akira. Por tanto, lectura punzante de alta intensidad que sabe dar cabida a la emoción. Mezcla de géneros y estilos muy potente para crear un cómic que deja con ganas de más.

Muy recomendable.

Reseña: Silencio, de Didier Comès

Juzgo un cómic súper bien si es de culto y además logra hacerme viajar mientras estoy tirado en mi sofá de lectura. Y Silencio consiguió esto maravillosamente. Porque Silencio es un hombre un poco limitado. Lo que llamamos alguien “lento” que ha sido esclavizado por el hombre más influyente del pueblo, que además es auténtica escoria. Seguimos la historia a través de los pensamientos de Silencio, quien, se me olvidó decirlo, para colmo de males es mudo.

Silencio fue una de las primeras creaciones de Comès que Ponent Mon ha decidido poner de nuevo en la palestra. Esta chulada en librerías es algo que algunos no esperábamos ver. Un álbum donde el autor logra abordar todos los temas y pensamientos que le son requeridos de una manera singular e inteligible. Inteligible sí, pero no simple. Oníricos, tal vez. Uno puede encontrar una profunda reflexión detrás de esta historia. Silencio no es otra cosa que un clásico que os incito a leer para que tengáis una buena opinión si alguna vez tenéis que debatir «el tema». A mi modo de ver, el enorme punto fuerte de este álbum es hacernos seguir la historia a través de los ojos de un señor simplón, inocente y sinceramente simpático. Aparte de Forrest Gump, esta es la primera vez que un protagonista así, logra ponerme en vilo e incluso emocionarme. Alguna que otra vez he leído viñetaje sobre “idiotas” pero es que aquí te vas dando cuenta que estamos muy lejos de término.

Otro punto positivo es la originalidad de la historia. Cuando has leído cientos, incluso miles de historias diferentes, se vuelve cada vez más difícil encontrar una historia que logre sorprenderte. En Silencio cada uno de los capítulos, sorprenden. Nunca logré adivinar adónde me quería llevar el autor. Y aún en blanco y negro me asombró todo: el diseño, la atmósfera atemporal, el misterio de los orígenes, un escenario que se podría ubicar en Las Ardenas… La intriga, la profundidad de los personajes, la empatía pura que esplende Silencio, eso sin contar el disgusto que tenemos muchos por esa parte de la Humanidad que quiere establecer su dominación de forma egoísta, injusta y cruel sobre el más débil. Porque Silencio es lo opuesto a los protagonistas habituales de una tira cómica. Efectivamente, no es inteligente, y es manipulado por otros personajes que abusan de su bondad. A pesar de todo, destila carisma y una fuerte presencia cuando entra en escena. Y entonces nos sumergimos por completo en la vida de Beausonge, un pueblo rural con una atmósfera poética e inquietante al mismo tiempo que seguimos a Silencio en su vida diaria hasta que el destino le acaba revelando un misterioso pasado, lo que lleva a un drástico cambio de vida. El dibujo en blanco y negro es soberbio y todos los personajes tienen «rostros». Abel Mauvy es la viva imagen de la angustia con su mirada sádica. La bruja es misteriosa y sensual al mismo tiempo. Blancanieves es una enana de aspecto travieso. Aun rio por haber llamado Blancanieves a una persona bajita…

Los rasgos de los personajes reflejan muy bien sus emociones y personalidad. Rápidamente, nos identificamos u odiamos a los protagonistas, las viñetas (algunas) son terriblemente expresivas. Silencio es un trabajo hermoso y cautivador. Y tiene la maestría de hacer interesante un cómic con un personaje mudo.

Reseña: Tenebrosa, de Hubert y Malliè

Aquí un fan de Hubert y de su tan prolífica obra pese a que nos dejó pronto. Un señor francés que comenzó en el mundo del cómic como colorista, colaborando, entre otros autores, con Jason y David B y más adelante demostrando su cualidad como guionista a la vez que trabajaba con grandes del cómic europeo como Hervé Tanquerelle, Marie Caillou o Zanzim. Un compañero de gustos y afición (y casi edad) que desapareció de entre nosotros en 2020 pero del que he podido disfrutar de guiones suyos en Infinity 8 (Dibbuks), Conan El Cimmerio (Planeta Cómic) o su genial Piel de Hombre, obraza que vio la luz hace poco en Norma Editorial (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8336) y que esplende por sí sola en originalidad. Por eso claro, el vello de punta cada vez que salta a la luz entre novedades una nueva publicación de este señor. Loquito andaba ya por leer Tenebrosa ahora que por fin llega a nuestras librerías, un genial álbum que publicó junto a Malliè y sus geniales dibujos.

Tenebrosa, como sugiere su título, casi podría habernos sido enviado desde el Más Allá, porque ahora estamos seguros de que Hubert había decidido desafiar a la muerte con sus escritos como únicas armas. Un cuento lógicamente oscuro, muy oscuro, con un toque de fantasía heroica que podría evocar en imágenes a La búsqueda del pájaro del tiempo (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo-ed-integral), menos por el tema malvado. Así, el autor se divierte desdibujando nuestros rumbos entre el bien y el mal para que el lector termine tomando la causa de Islen, quien, a regañadientes, heredó de su madre Meliren, una reina caída, una poderosa magia negra. Poderes que la convertirán en una paria, poderes que teme por su inexperiencia, pero que aprenderá a dominar para vengarse de la injusticia de su padre, manipulado por su nueva esposa, una celosa e hipócrita señora. En apariencia, el «lado oscuro» parece encarnado por Islen, recluida en un castillo en ruinas y rodeado de inquietantes criaturas salidas directamente de las entrañas de la tierra. Como lector descubriremos que la ira de la joven provoca la irrupción de ratas o arañas, despertando la legítima hostilidad de una población aterrorizada. No obstante, la salvación puede venir del caballero mercenario Arzhur que parece, por su condición de marginado, el único capaz de comprenderla y velar por ella. Además de que no es insensible a su venenosa belleza.

En la primera parte de la historia no tendremos la respuesta, pero estos poderes ocultos que de alguna manera mantienen cautiva a Islen, resultan ser la reacción fantasmagórica de una naturaleza herida por la estupidez de los hombres, encarnada en su madre. A la vez quimera y sacerdotisa chamán, Meliven verá cómo su idilio con el rey Goulven se convierte en odio con el paso de los días, que ya no soporta verla ausente durante largos meses en compañía de su hija en su misterioso hogar subterráneo. Y el conflicto que se avecina no lo hará mejor, sacando a relucir su parte más cruel (de él). Y donde empezaremos a empatizar con la reina y el cómo usa sus “malvados” hechizos.

Podemos admirar el trabajo de Vincent Mallié. El ilustrador demuestra una vez más un dominio total del encuadre y el movimiento, en definitiva, uno no puede más que asombrarse con esta obra y el par de autores culpables de ella. Sin embargo, Tenebrosa es una obra póstuma de Hubert. Obra que no pudo ver publicada porque se suicidó en 2020, poco después de haber culminado el guion de la misma. Pero dejó aquí un cuento fantástico al que no le falta aliento. El último regalo de despedida del difunto Hubert, que entrará así definitivamente en la leyenda del noveno arte. Palabras que no son mías, pues se dijo en diversos medios franceses.

Tomo muy chulo para disfrutar del fantástico en el Día de la Mujer.

Reseña: El Grito del Pueblo, de Tardi y Jean Vautrin

Recuerdo hablar una vez con una profesora de Historia al respecto, la cual me comentó que las historietas (como ella llamaba a los cómics) no hacían (según ella) suficiente referencia a las disensiones internas en el tema de la política francesa. Era una profesora abierta, sustituta y diferente, con la que me llevé bastante bien creo que por su curiosa juventud respecto a los demás profesores. Sin embargo, alegó que las historietas era una gran manera de presentar, de reivindicar cosas, pero al otro lado de los Pirineos, no. Era francesa y, por supuesto, también daba clases de Francés. Y esa misma persona se me vino a la mente durante toda la lectura de este álbum, ahora que he podido volver a él con ojos de señor mayor en esta nueva edición de una de las obras fundamentales de Tardi.

A pesar de un dibujo que definitivamente no me entró, cuando una historia está bien contada y llega, algo hay. Toca la fibra la trágica historia que vivieron los parisinos hace ciento cincuenta años. Una lectura fuerte, politizada pero también novelada por el señor Vautrin, que me marcó cuando comprendí completamente lo que se estaba contando. Además de ser un volumen ideal e importante y contemporáneo, que ayuda a comprender los desafíos de nuestro mundo actual y las luchas sociales que vemos día tras día en el telediario, el odio de los pobres no ha desaparecido a diferencia de las miles de personas fusiladas en aquel aterrador suceso.

El Grito del Pueblo es una tira cómica claramente orientada al tema político aunque aporta bastante información y efectos de pensamiento para los que como yo nunca se inclinaron por ningún bando. Porque hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Aunque si no se lucha cuando la desesperación es desmedida, apaga y vámonos. Y eso que como os digo se puede encontrar en estas viñetas una manera de dirigir nuestra mirada política hacia la izquierda. Por la que Tardi nunca ha ocultado sus simpatías y esto se deja sentir claramente en el cómic. Una visión bastante unilateral.

A través de varias historias personales que a veces no tienen una relación real con la Comuna misma, seguiremos las convulsiones de este período turbulento en la historia de Francia. Lo que cuenta nos lleva directamente al 18 de marzo de 1871 cuando el pueblo parisino se echa a la calle para instaurar, con la ayuda del ejército, el primer gobierno obrero del mundo. Ha nacido la Comuna, que tendrá los días contados, asediada a cañonazo limpio por el gobierno de Versalles. Entre las ruinas de una ciudad sitiada, al calor de las bombas y del clima revolucionario, el capitán Tarpagnan y el policía Bassicoussé saldarán una deuda pendiente.

El Grito del Pueblo es Tardi poniendo en imágenes la célebre novela de Jean Vautrin en torno a los sucesos de la Comuna de París. Tardi interesado en este período. Y para lectores como yo, una forma de contemplar un evento doloroso en la historia gabacha. Una introducción a las nociones prácticas del capitalismo y el socialismo de entonces pero con repercusión a lo que existe hoy en día a nivel mundial. Porque se nos muestra el verdadero rostro de quienes dispararon contra la multitud, masacraron familias y niños, pero también de quienes simplemente lucharon por más dignidad en sus vidas.

Las historietas son casi un manifiesto popular al socialismo. Será fácil para el lector apegarse a los héroes del pueblo que salen aquí y también odiar a esa franja burguesa de la población que vivió (y aún vive) con cierta indiferencia sobre los pobres. La historia se divide en cuatro álbumes que poco a poco van sentando las bases de la revolución que fue la Comuna, luego las tensiones internas y finalmente la represión de la semana sangrienta. Además Tardi usa el truco de usar personajes que tienen cada uno una subtrama pero que se cruzan de nuevo según los eventos que van sucediendo. Y eso queda genial para no perderte. Un integral que debe estar en tu cómicteca.

Reseña: Penss y los Pliegues del Mundo, de Jérémie Moreau

Penss, el protagonista de esta historia que acabo de devorar, es un joven diferente desde el principio. Avergonzado constantemente por su gente por su insuficiencia y su inutilidad, es realmente un soñador. Al perder a su clan y enfrentarse a este mundo indiferente y despiadado que se nos abre cuando nos lanzamos, Penss se esfuerza por descubrir los secretos del mundo. Y con una mezcla de mística y método, descubrirá ciertos «secretos» que lo llevarán por el camino de la agricultura… ¿Por qué me gustó especialmente esta lectura? En realidad, por una razón bastante peculiar. Y es que no hace mucho acabé Saison brune, de Squarzoni; un libro muy bien documentado y sin adornos sobre el calentamiento global y sus consecuencias. Un libro con un final probablemente cierto y aterrador sobre nuestro futuro donde no, no salimos ilesos. Así que donde teníamos un tema serio y un final, tenemos aquí, por el contrario, una historia y un comienzo de la vida del ser humano. Historia sobre los inicios del Hombre, sobre la dificultad de sobrevivir en un mundo donde la naturaleza no es un bonito jardín donde solo hay que caminar para encontrar algo con lo que sobrevivir.

Descubrir el mundo y comprenderlo. Algo que no todo ser humano sabe hacer o ni siquiera lo intenta. Pero también una historia sobre la feroz voluntad de sobrevivir, de vivir, de luchar contra ese muro de conquistar y domesticar lo desconocido. No estamos pues en absoluto en el fondo de una fábula ecológica, sin embargo, casi que se puede sentir la fuerza de voluntad de Penss al desbravar el mundo que le rodea, ese mundo que para muchos se hace un mundo, valga la redundancia.

El mundo representado en Penss y los pliegues del mundo aporta una enorme sensación de lugar vacío. Es lo que no me cuadra de la trama. ¿Lo era realmente un planeta que bullía vida tras la primera célula? No sé… Pero hay que admitir que las luchas contra los grandes depredadores que van saliendo son épicas; episodios ciertamente fuertes y gustosos en los que recrear nuestra imaginación. Veremos mamuts y algunos personajes evocarán las luchas heroicas que dieron gloria a su clan posiblemente en aquellos primeros años de supervivencia. Pero no hablaba de eso. El «vacío» se explica dentro de este álbum con el tema de que la situación era aislada sobre todo en los valles, lugar bastante propicio para la agricultura. Y me da que eso no era tanto así. Mas, la incomprensión natural de otros clanes ante la innovación de algunos de los componentes que tiene nuevas ideas está muy bien representada en este cómic. Así como los conflictos entre aspiraciones y el modo de sobrevivir en comunidad.

Tenemos en este título ese tipo de dibujo que siendo cómic europeo, recuerda bastante al manga. Aunque más parecido al anime de Miyazaki. El dibujo de Jérémie Moreau mola y ya molaba en Le discours de la panthère o La saga de Grimr, publicada también en Norma Editorial (se ve que al autor le mola la Prehistoria). En particular, una selección de colores que da vida a este mundo y le da un aspecto visualmente atractivo, aportando además un final curioso que puede no gustarle a todo el mundo (un cambio de pensamiento demasiado abrupto). Pero recomiendo bastante la lectura de Penss y los pliegues del mundo ya que interpreta muy bien el mensaje que aborda nuestra forma de vida, o la que debiera ser, algo-bastante más moral y por una puta vez pensando en el bien ecológico.

Un soplo de aire fresco. Un sueño agradable.

Reseña: Chaplin en América, de Laurent Seksik y David François

Si todo el mundo conoce al icono del cine mudo que es Charlot, pocos conocen realmente al personaje que lo encarnó, el señor Charlie Chaplin. Un hombre nacido de padres pobres con un destino que pintaba a maltrecho por lo que surcaba alrededor. Aunque precarios, padres honrados y divertidos, ambos artistas del music hall, tuvieron como hijo a un pequeño y futuro actor que ya había comenzado a actuar en escenario desde temprana edad. Si bien su carrera tardó en despegar en la vieja Inglaterra victoriana, cuando decidió tomar rumbo a USA, la tierra de las oportunidades, fue con una obsesión temprana de hacerse rico y famoso. Y en Hollywood encontró su hueco de oportunidad. En vías de convertirse en el centro esencial de la industria cinematográfica, los cuales, detectaron rápidamente su excepcional sentido del burlesque, su carrera a partir de ahí se impulsó a las alturas y hasta cotas entonces inigualables. ¿La otra cara de la moneda? La polémica de que Chaplin escapó de su país y una prensa británica que le reprochaba haber cruzado el Atlántico para escapar de la movilización de jóvenes a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Fue a David François a quien se le encomendó la misión de devolver a la vida a Sir Charles Spencer Chaplin en el dibujo de Chaplin en América. Y ya desde la portada se puede ver que tiene un don para dar una luz especial al personaje para lo que se supone un álbum-bibliografía. Un ilustrador portador de un buen toque Belle Époque. Su trazo, todo en ondulaciones caprichosas y dinámicas, tiene una cualidad ligeramente anticuada que se adapta perfectamente a la historia que se nos cuenta y se ve realzada por un cuidadoso colorido. En un diseño bastante creativo, David François muestra escenas oscuras y silenciosas, a menudo burlescas, con un bonito guiño al «Dictador», donde vemos a Charlot, creyendo en un futuro lleno de promesas. Y sin dejar de respetar la cronología, el guion de Laurent Seksik, coautor con Guillaume Sorel de una excelente biografía sobre Stefan Zweig (Los últimos días de Stefan Zweig), da un lugar privilegiado a las anécdotas en este Chaplin en América.

Un guion entremezclado con las silenciosas divagaciones ilustradas de François, la narración lucha sin embargo por ofrecernos momentos realmente fuertes y llamativos de la vida del inglés y su bombín. Donde la representación a toda página de las vistas urbanas es espléndida, especialmente la fantasiosa llegada de Chaplin a Nueva York, que permite medir todo el talento del autor. Sin embargo, lo que funciona menos es la forma en que se presenta la estrella. El lector puede sorprenderse o incluso desconcertarse al verlo bajo la apariencia de un joven esbelto de cara afilada, con pequeños ojos de zorro, no particularmente agradable como seductor e incluso arrogante. Una discrepancia que quizás no sea tanto si piensas que el payaso sólo tiene que ser payaso cuando actúa.

Aunque eso sea totalmente lo contrario a lo que tenemos en mente si pensamos en el simpático hombre de mirada cómica que bloquea cualquier intento de mal rollo, como era Charlot.

Un primer volumen de un tríptico que estoy deseando conocer al completo.

Reseña: Trazo de Tiza, de Miguelanxo Prado

Premio Alph Art al Mejor Álbum Extranjero en la Angoulême de 1994. Premio a la Mejor Obra en el Salón del Cómic de Barcelona (1994). Nominación a los Premios Eisner en la categoría de Mejor Pintor (1995). E incluso a los Premios Harvey estuvo nominada como Mejor Obra Extranjera en 1995. En definitiva, Trazo de tiza no es otra cosa que la obra más premiada del maestro Miguelanxo Prado. Y ahora vuelve a estar disponible en librerías con material adicional inédito, la oportunidad ideal para ponerse con ella o volver para quien guste de grandes obras del cómic europeo como Prado ha creado en esta ocasión. Considerada ya uno de los grandes clásicos del cómic español.

Una historia a puerta cerrada en una isla. Un faro en mitad del océano. Ambiente cargado aunque ventoso. Personajes con problemas y trama polifacética, tenemos una importante y rara belleza que evoca a la mejor pintura impresionista de la que Prado debe ser súper fan. Colores extravagantes, tonos pastel, dulces que te llevan, te ambientan al lugar que se propone en la viñeta. Difícil resumir en pocas palabras todo el interés que siempre ha sembrado en mí esta pequeña (gran) obra maestra. El posadero, el muro del muelle, las extrañas relaciones entre los personajes, tantos detalles cruciales para entender qué pasó o qué pudo haber pasado… Una cosa es segura, cuando acabes de leerlo querrás re-leer este cómic otra vez. Apuesto a que lo harás. Y una segunda lectura os llevará a verificar, a cotejar la buena interpretación de los hechos algo “lynchianos” de la obra. A mí desde luego me recuerda a las buenas pelis de David en cuanto a guion.

Después de capear una tormenta durante dos días, Raúl aterriza en un islote que ningún mapa indica. Una pared cubierta de grafitis, un faro en desuso, una posada-cantina-bar de comidas regentada por una mujer y su extraño hijo, rocas, gaviotas y supersticiones, de eso trata Trazo de tiza. Otro barco está en el muelle. A bordo, Ana, una mujer bella y salvaje. Entre Raúl y Ana se anuda una divertida historia hecha de silencios, desencuentros y citas perdidas. Cuento más para decir que la historia es enrevesada al final y da lugar a finales abiertos. Los amantes de esto lo fliparán. Quizás lo de “enrevesado” pueda provenir por la cantidad de detalles que se agolpan y de los que te das cuenta con segundas lecturas, como decía antes. Es cierto que me gusta lo fantástico siempre que haya una dosis de racionalidad para entender los hechos que se suceden. No me gustan los ejercicios de estilo pseudo-intelectual y eah…, está dicho. El guion contiene escenas que me gustaron, pero no me gustó el hecho de que los elementos un poco extraños de la historia no se explicaran lo suficiente. No estoy pidiendo grandes explicaciones como si un personaje lo revelara todo pero las pistas deben ser certeras si salen a la palestra. De ahí mi comparación un poco al universo de David Lynch. Es un cómic muy interpretativo. Sin embargo, esta singularidad merece ser subrayada y no pasaba en El Pacto del Letargo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2034) que tanto disfruté.

El estilo gráfico es magnífico y poético contribuyendo al encanto de esta genial reedición que se ha marcado Norma Editorial. El dibujo está bastante bien en cuanto al decorado. Esta historia, aunque lenta y casi sin acción, me atrapó de principio a fin. Obviamente, es el final el que le da toda la dimensión a esta historia atemporal. Pero al igual que le pasara a los personajes de Mary Poppins, la sensación es esa, la de estar metido en cuadro.

Una joyita.

Reseña: Mátalos a Todos, de Antoine Maillard

Mátalos a todos es otro de los álbumes premiados en el Festival de Angoulême que creó polémica y debate entre el fan lector. Y no entiendo por qué. Especialmente porque este álbum recibió el Premio a Mejor Thriller de 2021 y aunque sí que es cierto que en esta trama nos enfocamos principalmente en la vida de ciertos adolescentes y el asesino está en segundo plano, para mí si que entra en esa categoría aunque no contemple todos los requisitos de lo que se considera un potente guion donde se brinda por el suspense de los grandes géneros cinematográficos o literarios denominados thrillers.

Pero nadie puede negar que Mátalos a todos mezcla bastante bien el tema thriller en la narrativa de una novela gráfica corta. Un asesino en serie enfurecido y unos adolescentes estadounidenses en peligro, siempre por delante, a escasos pasos, al estilo de una buena «final girl». Y a mí me gustó que las motivaciones del asesino no estuvieran claras. Lo hace más real. Un pirado no siempre tiene un motivo o plan maquiavélico tramado con minuciosas gestiones previas a la hora de matar. Y en cuanto a los adolescentes, se ve claramente la influencia de las primeras tramas del maestro King donde los niños suelen ser autosuficientes a la hora de un enfrentamiento duro que les puede llevar a morir.

En un pequeño pueblo de Estados Unidos, un asesino en serie empieza a matar con un bate de béisbol como arma preferida. Una sucesión de asesinatos que comienzan una tarde en la que después de una fiesta de estudiantes borrachos, dos jóvenes ven a un hombre con gorra en el campo de deportes de la universidad…, con la mirada perdida y que no responde a gesto amistoso. Poco después comete su primer crimen. Ante la noticia, rápidamente este pequeño pueblo costero se sumerge en el horror y la angustia. ¿De dónde viene ese individuo? ¿Por qué no habla? ¿Quién será la próxima víctima? Puede que tanto «haterismo» con la obra al otro lado de los Pirineos provenga de la juventud del autor Antoine Maillard. Cierto es que Mátalos a todos fue su primera publicación dentro del noveno arte y que quizás que fuera publicada en la bien considerada Ediciones Cornélius, lo que la empujaba un poco más al éxito. Pero si sabes que hay un trabajo grande detrás, quizás se valore más. El trabajo en este álbum comenzó en 2012 con la idea principal de crear una historia en los códigos de slasher-movie; ese subgénero cinematográfico de Terror, con el que se relaciona la historia, y que tuviera un boom con la célebre Halloween, de John Carpenter, la saga Scream de Wes Craven o la potente La Matanza de Texas, de Tobe Hopper. La trama básica de Mátalos a todos es igual de lineal en ese sentido. Trata de seguir las aventuras de una pandilla de adolescentes que serán asesinados uno tras otro por un asesino, cada uno preguntándose cuándo llegará su turno. Esto no es spoiler porque el que sepa lo que es un slasher sabrá que esto es así, sí o sí. No obstante, el señor Maillard ofrece un punto diferente incluyendo en la trama a un tal Daniel, un personaje discreto, pero con cada vez más trastornos psíquicos e impulsos morbosos que… ya me callo. Diría que la máxima aquí es pensar qué es peor, el asesino que se pone en el punto de mira en las noticias y siembra el pánico o el que se esconde en las sombras.

También dibujante, Antoine Maillard ofrece ilustraciones realistas a lápiz, utilizando llamativos tonos de gris. Las expresiones faciales están perfectamente ejecutadas para ilustrar la angustia y el pánico cuando aparece el bateador loco. Queda una ligera pega cuando la mirada cae sobre la magnífica portada con tonos pastel. Y si esta historia se hubiera hecho en color, ¿sería mejor la inmersión para el lector? Diría que no. Pero es legítimo hacerse la pregunta tras el éxito de los proyectos coloreados para el New York Times y festivales (cine, cómics) en los que ha trabajado el autor.

Bien por ECC Ediciones trayéndonos este tipo de obras.

Reseña: Atrevidas. Edición Integral, de Penélope Bagieu

Me fustigaba…, me fustigaba, por no haber leído aún la que es considerada la mejor obra de Penélope Bagieu. Una chica parisina que lo está petando dentro del cómic europeo y que partiendo de su blog Ma vie est tout à fait, donde contaba su vida cotidiana, ha llegado a publicar obras de forma profesional gracias a ese don ilustrativo que muy pocos tienen.

En mi caso, la conocí con su Cadáver Exquisito (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/cadaver-exquisito), y “vi” cómo trabajaba literariamente su mente en Los Estratos (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11458). Pero también la disfruté en la adaptación ilustrada de Las Brujas, de Roald Dahl (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1589). Y eso: me fustigaba, sobre todo, por no haber leído aún la que es considerada su mejor obra como es Les Culottées (Atrevidas) que vio la luz por primera vez en 2016 y que no es otra cosa que una serie de treinta breves biografías de mujeres -calificada de feminista por la crítica-, pero para mí un maravilloso compendio-enciclopédico en formato cómic de grandes mujeres de la historia. Una obra que vuelve a reeditar Norma Editorial, en este caso, en un poderoso y bello integral, del best-seller de la autora francesa que además fue Premio Eisner en 2019 a Mejor Obra Internacional.

Mujeres “protagonistas” que han existido en todos los tiempos y en todos los continentes, las cuales tienen derecho cada una a un capítulo más o menos largo, concebido de forma sintética, como un archivo universitario. Pero en imágenes, en viñeta, en cómic. Donde se brinda, sobre todo, por Joséphine Baker y no solo por ser una traviesa bailarina de cabaret, también como una potente espía de la resistencia. Un volumen-álbum que es una colección de breves biografías de mujeres que destacaron sobre el gentío y que tuvieron una vida o un proyecto bastante excepcional.

Abarca desde una doctora en la antigua Grecia hasta una activista por la paz de la actualidad y personajes tan diversos como una mujer emperadora de China u otra que salvó un faro estadounidense de la destrucción… Y todas puestas en mismo valor, como debe ser. Y plasmadas en imágenes con el dibujo básico pero efectivo de Pénélope Bagieu. Cada biografía concluye con una ilustración de dos páginas en un estilo más elaborado y colorido, trazos que encontré bellos porque reflejan de una manera hermosa la «atmósfera de vida» de cada una de ellas. Aprecié el hecho de descubrir mujeres de las que no sabía absolutamente nada. Y si sus caminos no siempre fueron emocionantes, algunas tuvieron vidas bastante increíbles por lo que me he podido informar después. Se aprende bastante. Además, la línea minimalista de Bagieu se acompaña de un humor ligero y discreto, que mola. Es su estilo.

Pénélope Bagieu es una feminista de su tiempo. Y gracias a que los tiempos por fin están cambiando, una mujer puede ser feminista y sentirse realizada, aunque sigan existiendo paredes (y techos de cristal) condescendientes. Y ese es el caso que encumbra a esta parisina que seguiré con cada obra que publique. Conduce un barco lleno de cómics llenos de delicadeza estética y humor. Y con Atrevidas creó un multi-retrato didáctico y lúdico que hará brillar cualquier biblioteca que desee poseerlo.