Reseña: Lois Lane. Enemiga del Pueblo, de Greg Rucka, Mike Perkins y VVAA

Lois Lane es un personaje secundario al que algunos guionistas de cómics de los 80 ya le empezaron a dar un carácter particular, un identidad concreta y una forma de ver las cosas que tendía al profesionalismo por encima de todo. Estamos hablando de la compañera tanto profesional como sentimental del ser más fuerte y más poderoso del planeta. Por lo que es lógico que alguien intentara que ese personaje evolucionara más allá, dejando atrás aquello tan antiguo de compañera florero. Insisto, Lois Lane siempre ha estado ligada al legado de Superman con su interés amoroso y la mayoría de las veces el público en general ha pensado en ella como una damisela en apuros a rescatar por el Hijo de Krypton. Sin embargo, a pesar de no tener superpoderes propios, es uno de los personajes más centrados y duros del Universo DC a través de su perseverante periodismo y su búsqueda de la verdad. De todo esto ha debido ser muy consciente siempre el guionista Greg Rucka pues se centró en ese aspecto para crear doce numeritos de una serie llamada Lois Lane: Enemiga del Pueblo que ahora ECC Ediciones publica en un sendo integral. Donde todo comienza con la morenaza en peligro después de investigar algunas conspiraciones burocráticas de muy alto nivel.

La historia sigue a Lois después de su regreso al centro del meollo donde se conecta a la continuidad de Superman y Action Comics, de Brian Michael Bendis. Está inmersa en la investigación de algunas conspiraciones provenientes del Gobierno, y al poco, empieza a ver su vida amenazada por distintos frentes. Para seguir, necesita y tiene la ayuda de la famosa detective Renee Montoya (personaje famoso que sale en varias historias DC, personaje que fue creado por Bruce Timm, Paul Dini y Mitch Brian para Batman: The Animated Series, personaje detective del Departamento de Policía de Gotham City y por tanto, la podemos encontrar en la maravillosa Gotham Central) con la que la señorita Lane intentará evadir la muerte en más de una ocasión. Greg Rucka tiene una buena sapiencia sobre Lois Lane. Nos la muestra como persona capaz, atrevida, dedicada e inteligente para muchos detalles en calidad de reportera principal del Daily Planet. Pero mola como la expone como personaje multidisciplinar. No sólo es participante en la historia; es jugadora prominente y polivalente, y con eso y con las tramas que se van sucediendo, rápidamente como lector percibes que el potencial se centra exclusivamente en Lois, ya que investiga temas importantes que pueden hacer que un todopoderoso país caiga.

Rucka con ello nos hace saber que estamos ante una trama actual.

Los personajes y los casos que persigue Lois son intrigantes y muestran lo poderosa que es con solo un lápiz y papel. Pero el enfoque en la historia cambia un par de veces hasta el punto en que no estás completamente seguro sobre lo que se está investigando. ¿Es algo relacionado con las políticas y la corrupción dentro de USA y otros gobiernos del mundo tienen mucho que ver en lo mal que va el mundo y todo es una trama de género negro que abarca más allá del Universo DC? Rucka intenta utilizar ambos aspectos y la combinación de estos dos ramales. Y los encaja. Aunque habría sido mejor si Enemiga del Pueblo hubiera girado un poco más hacia la realidad en el último número… Ya me entenderéis. No obstante, se tocan bastantes temas interesantes aquí. Rucka lo hace genialmente bien al juntar dos mujeres en potencia como son Lane y Montoya. Son ideales como compañeras, se podría hacer una serie solo con ellas como compañeras de fatigas. Lois y Renee tienen una química muy agradable entre sí, una divertida asociación de ida y vuelta en la que dos chicas tan diferentes tienen diversas formas de operar. Es divertido ver cómo trabajan juntas y crecen en asociación. Y Rucka (que ya trató a Renee en otras series) sabe colocar al personaje con facilidad y la pone en medio de las intrigas políticas que tanto le gustan, para las escenas de acción. Sobre todo, es la encargada de viajar a otras partes del mundo en nombre de Lois. Además Rucka, hace referencia y rescata algunos argumentos de otras de sus obras como Chechmate (Jaque Mate), lo que convierte a todo lo que sucede en Lois Lane: Enemiga del Pueblo en una “cena con amigos “. Y funciona muy bien. Aunque la introducción de personajes de Checkmate puede hacer que se pierdan algunos nuevos lectores…

El dibujo de Mike Perkins (La Cosa del Pantano: Cuentos de la Ciénaga) está como siempre genial. Personajes emotivos y en las pocas escenas de acción encontramos coreografías emocionantes. Incluso los escenarios contienen muchos detalles, desde la desordenada habitación de hotel de Lois hasta los sórdidos callejones y tejados en los que se esconde Question (alias Renee montoya). Perkins evoca el sentimiento de intrépido thriller político o cine negro de forma genial, ayudado con los colores de Paul Mounts, Gabe Eltaeb y Andy Troy.

Los fans de Lois Lane y Question probablemente la disfrutarán. Pero diría que para curiosos y gente que busca un thriller dentro del Universo DC (casi sin estarlo), para ellos está hecho este Lois Lane: Enemiga del Pueblo.

Reseña: Muro Fantasma, de Sarah Moss

Sarah Moss parece una autora interesada en las relaciones humanas. Y en Muro Fantasma (Ghost Wall), su novela corta que por fin llega a nuestro país, analiza la forma en que buscamos la «relatabilidad» de unos y otros. Pero centrado en la Prehistoria, para ser precisos.

Una trama ambientada en un pueblo reconstruido de la Edad del Hierro en Northumberland, donde un profesor de Arqueología, tres de sus estudiantes (Molly, Dan y Pete) y un conductor de autobús local que está obsesionado con los «antiguos británicos» han decidido pasar el verano. Todo, experimentando la vida como si fuera hace dos o tres mil años en lo que puede ser una idea tan original, curiosa, aventurera y a la vez sombría. Sobre todo, con el conductor de autobús que arrastra a su esposa e hija adolescente con él.

Toda la historia de Muro Fantasma se cuenta desde la perspectiva de Silvie, abreviatura de Sulevia, el nombre de una diosa antigua de Britania que el conductor de autobús puso a su hija cuando nació para que tuviera un nombre británico nativo adecuado. Como podréis adivinar, el padre de Silvie es alguien a quien le gusta la idea de que haya británicos originales aún en nuestro tiempo. Sí. Lo habéis adivinado. Es racista y xenófobo, un hombre nostálgico por un pasado en el que sus supuestos antepasados fueron tan duros con la inmigración que los romanos tuvieron que construir el Muro de Adriano para protegerse. Y es que no hay que ser muy listos para darnos cuenta que aunque Muro Fantasma está ambientado en 1991, si estuviera ideado en el presente, el padre de Silvie sería uno de esos partidarios del Brexit que quiere «recuperar el control»… Pero no. No tienes que ser un nacionalista xenófobo para anhelar la conexión que consigue Sarah Moss con su personaje y como de forma magistral nos lleva a ese pasado remoto que los protagonistas quieren rememorar. Como para alguien que le gusta la Arqueología, pero que no la ha estudiado, le puede encantar vivir los sentimientos que en esta historia se expresan. Saber que los pueblos prehistóricos eran en muchos sentidos extraños e incognoscibles y, por otro lado, saber eso, porque eran humanos en fase primaria que debían haber experimentado momentos muy básicos visto hoy en día, pero originales entonces.

A cada momento.

También diría que leyendo Muro Fantasma podemos revivir algo que quizás algunos arqueólogos ya han sentido mientras trabajaban en algunas excavaciones. Me refiero a tener extrañas visiones mientras quitan polvo de aquellas personas que construyeron aquella casa allí y usaron dichos enseres de diversos materiales. Aquellos hombres que levantaron dichas paredes, ahora enterradas. Visiones vertiginosas y estimulantes ya que se encuentran en el mismo sitio y lugar, bajo el mismo cielo. De hecho, una y otra vez a lo largo de la novela, los personajes deben enfrentar el hecho de que es imposible vivir realmente como la gente de la Edad del Hierro. En gran parte porque realmente no sabemos mucho sobre ellos. No más allá de lo básico. Pero la autora también ayuda a disfrutar de otra forma con la narración. Y con nuestra narradora Silvie, un personaje maravillosamente matizado y complejo, que le tiene miedo a su padre porque, además de todo lo demás, también es abusivo con su madre y con ella.

Pero Silvie es rebelde y desafiante cuando toca.

Me ha encantado la lectura de Muro Fantasma por lo diferente que es. Sin embargo, tengo una objeción y no puedo exponerla sin contar algo del final. El caso es que no me lo creo. El padre de Silvie, el profesor y sus alumnos deciden montar un sacrificio fingido en el que Silvie es la víctima. Pude ver qué estaba haciendo realmente la autora con esta escena. Obviamente, poner nervioso al lector. Pero no cuento más. Solo que no me creo que dichas personas lleguen a esa situación y de tal forma…

Sin embargo, como siempre, mi opinión es completamente subjetiva. Probablemente, a vosotros os mole. Ya me contaréis. Vivir una auténtica Edad del Hierro, viviendo a kilómetros de la aldea más cercana, con personas que dan rienda suelta a sus instintos. Una historia que se puede convertir en una auténtica película de Terror. Sarah Moss maneja de forma eficaz una historia difícil.

La ambigüedad a un paso.

Reseña: Los Eternos. Matar a un Dios Espacial, de Jack Kirby

Matar a un Dios Espacial es más caviar Kirby en formato económico. Continúa la colección que muchos llevamos adelante donde se está publicando todo lo concierne a Los Eternos; lo mejor, o mejor dicho todo, de la serie clásica de donde proviene todo el germen para el film épico en ciernes que se nos viene en encima dentro de la UCM.

Matar a un Dios Espacial abre con The Eternals #12 USA que se publicó en 1977. Donde un grupo de Eternos se sorprende cuando se topan con un buen contingente de invitados, invitados que no esperaban ver. Y donde la llamada Uni-Mente toma forma para el horror de todos. ¡Presenciad LA VISITACIÓN que se materializa ante nosotros! Los Eternos toman el cielo, llevando a Margo y Sam Holden con ellos.

Y me encantó, me gusta y me llamó la atención que justo después nos metan en el tomo el primer Annual de Los Eternos que vio la luz a finales de ese bendito año. Cosa que nos demuestra que Panini Cómics está haciendo un tremendo trabajo con la colección, sirviéndonos todo-todito-todo de la cabecera, además, en orden cronológico.

Donde encontrar a Zuras mostrándole a Thena una imagen en una pantalla de visualización de un hombre neandertal arrasando la ciudad de Nueva York. Zuras, convencido de que sabe quién es el responsable de esos actos de ese ser: ¡Zakka, el Maestro de Herramientas, un Desviante de varios siglos de antigüedad! Y Thena cree que puede manejar a ese Zakka. Pero a ese tío color verde lo conocemos nosotros con otro nombre… (Es curioso como Zuras hace su aparición aquí, y luego desaparece para aparecer al final del Eternals #15). ¿Kirby brindando por los cliffhangers? Por supuesto. Y en ¡Astronautas!, vemos al hermano Tode, llevado por sus sirvientes, conduciendo a Kro a un área de trabajo importante dentro de Lemuria. Aquí, Tode ha construido un «regalo» para los Celestiales: ¡una inmensa bomba, un buen regalito para destruir su nave nodriza…

Es que es maravillosa esta obra. Jack Kirby nos mete en vena una nueva mitología con personajes que a su vez son semi-dioses, que a su vez son superhéroes y se brinda por lo clásico, lo antiguo y a la vez lo evolucionado. Lo futurista y el tema espacial como caminos que llevan a Olimpia. ¿Otro ejemplo? En este último número que os comento los protagonistas se dan cuenta de que alguien está investigando a los poderosos Celestiales. Pero han percibido que  son… ¡Dos astronautas estadounidenses! Terry Parker y Matt Durgan, enviados en un vuelo especial para investigar una nave nodriza que no entienden y para colmo, van armados con materiales telescópicos avanzados.

Tenemos Desviantes, Eternos, Celestiales, superhéroes y humanos; todos encontrándose en una misma trama. Una epopeya. Además, aquí vamos a ver al verdadero Hulk por el que tanto brindaba Kirby; ese que siempre fue para mí un personaje épico, de renombre, una bestia desatada que no sabe lo que hace y fuerte e incontrolable como una estrella a punto de explotar. Como pocos seres vivos en el Universo. No el mamarracho que sale en las pelis donde cualquiera con pijama lo tumba. Pero aquí hablamos de un gran arte, y Kirby creando un malvado Hulk de época. Como ese mismo con cuyo “desprendimiento de retina” la lió y sirvió para juntar a Los Vengadores en su inmortal número #1.

Y las escenas de la destrucción de Kirby son maravillosas siempre. Especialmente, cuando un edificio cae… jajaj. Y poco a poco vamos conociendo más de esta mitología y otros tantos seres que Kirby tenía en esa inmensa cabeza llena de imaginación. En este tomo, por ejemplo, es la primera vez que vemos el hogar de los Eternos Polares…

Mirad, es tan increíble esta colección, tan indispensable, que no es otra cosa que la mejor edición que se ha hecho hasta el momento de esta genialidad del maestro. En color, con todos los detalles e insisto, a bastante buen precio. Una edición que incluso aporta los trabajos o ensayos como ¿Por qué mutados? o Pronunciamientos Eternos que Kirby incluía de su puño y letra en algunos números al final.

La colección que estoy más orgulloso de llevar adelante.

Reseña: Los Sonámbulos, de Chuck Wendig

Siempre es un atractivo leer tanto a un nominado, como a un ganador a los Premios Bram Stoker. El más preciado premio del género de Terror que se dan en USA y que son un referente en el mundo entero. Sin embargo, se me juntan varias cosas con Chuck Wendig, autor prolífico (polifriki, lo llamaría yo) que ha hecho cantidad de cosas para diversos temas. De hecho, yo lo conocí como autor de novelas del universo expandido de Star Wars. Pero llevo tiempo escuchando recomendaciones sobre Wanderers (Los Sonámbulos), y aprovechando que Roca Editorial la acaba de publicar en español, ¿quién se va a perder dicha oportunidad? Y más cuando muchos categorizan a Los Sonámbulos como su obra maestra. Y es que estamos ante una historia colosal que ocupa una franja de espacio literario entre lo distópico, la ciencia ficción y los acontecimientos actuales. Diría, una sinfonía de elementos narrativos que chocan con un trasfondo muy real. Una historia que impacta pese a las similitudes con obras como The Stand (¡El eterno King siempre!), pero digo más. Este libro es Apocalipsis y La Hora Final juntos. Sazonado con algo techno de Johnny Mnemonic. Una temática centrada en algo muy dificil de explicar sin spoilers. La mitad del tiempo, no tenía idea de adónde diablos iba la historia pero de pronto click, me hackea el cerebro la trama y entiendo lo que Wendig quiere contar. Además, el ritmo de la narración es un desafío. Los Sonámbulos es un tochal, un libro-ladrillo, como yo los llamo yo, pero un cuento cuyas páginas arden, se esfuman rápidamente y te mantienen la mirada perdida. Cada capítulo, bien escrito, pero en lugar de galopar cuentan detalles que se resumen muy bien al final. Aunque hasta la mitad de la novela aproximadamente no se acelera todo.

Una mañana del 3 de junio, en la pequeña ciudad de Maker’s Bell, Pensilvania, Shana se para junto a la cama de su hermana pequeña y piensa: «Nessie se escapó de nuevo». Nessie se escapaba a menudo, y como Shana era la hermana mayor y protectora de Nessie, era un problema. Sin embargo, Nessie salió de la granja en mitad de la noche sin nada más que un vestido. Lo que Shana no sabía en ese momento, pero aprende rápidamente, es que Nessie es sonámbula. O como se la conocerá más tarde, una caminante. Nessie ha comenzado una larga caminata y nada puede detenerla. Shana no se queda atrás. A medida que pasan los días, el grupo de caminantes crece. Si vas a darte un paseo por el campo, te tropezarás con este tipo de gente, jóvenes o mayores, todos caminan con determinación. Y hay gente que se dedicará a recoger a estos caminantes para que no se hagan daño…, pero mientras los sonámbulos caminan, la opinión del mundo está dividida sobre qué tipo de criatura se han vuelto esas personas. ¿Hay algún tipo de tema extraterrestre de por medio? ¿Son experimentos científicos o portadores de enfermedades? Sean lo que sean, el lado de derecha de la política estadounidense, Kreel, siente que hay algo impío en ellos. ¡Deberían detenerlos! Y el gobierno no hace nada. Además, mientras los caminantes hacen su larga marcha, el mundo se ve sacudido por una pandemia.

Un tipo de gripe que se propaga rápidamente, que mata sin piedad y vuelve loca a la gente.

Estamos ante una novela coral donde todos los personajes son protagonistas y nadie es verdaderamente un héroe. Todos los personajes se desarrollan y cambian. Y debido a que la narrativa se cuenta desde muchos puntos de vista, puedes tener una idea de lo que piensa o sufre cada uno/a. Todos están lidiando con el mundo que se derrumba a su alrededor. Los disturbios políticos y el deseo desesperado de proteger a los caminantes, muchos de ellos, familia, deja mucho que desear. En segundo lugar, hay personajes muy bien escritos y descritos. Te gustarán algunos tanto que querrás que vivan, sobrevivan y a veces no lo harán. Y esos otros que odias, tal vez quieras que sufran un poco. Hay buenas personas como Benji, Aram y Pete, pero quizás estos no siempre tengan la razón. Realmente, Wendig hace una cosa muy bien. No traza líneas. Nadie es realmente bueno ni realmente malo. Wendig presenta muy bien un mundo lleno de grises. La vida real donde nadie se ve a sí mismo como un villano. Además, Chuck Wendig no es nada amable con los que sufren el sonambulismo. Ahí lo dejo.

Lo más importante de todo es que hay esperanza en Los Sonámbulos. Ante tiempos desesperados, qué podría ser más aterrador que una pandemia para la que no hay esperanza. No la vi a través de las malas hierbas de algunas partes de la historia pero sí en los detalles. Además, llegué a decirme: ¡Dame algo a lo que aferrarme Wendig!

Los Sonámbulos comienza lento (¿Es una moda como con las series de TV?), y una buena parte de sus ochocientas páginas transcurren antes de que lleguen los gritos y las muertes. Pero poco tiempo después de empezar, el peligro al que se enfrentan los personajes se infiltró en mi cerebro y el libro amenazó con apoderarse de mi vida porque no podía dejar de leerlo. Una historia de colapso sistémico que parece que podría ser una nueva advertencia de lo que nos espera en esta década que empieza.

Quedáis advertidos.

Reseña: El Gaucho, de Hugo Pratt y Milo Manara

Si el otro día os decía lo indispensable que era leer la obra de Hugo Pratt, ¿qué os debería decir ahora si os cuento que existe una obra llamada El Gaucho y que ahora reedita Norma Editorial en un sendo integral a color, donde el maestro italiano se junta con otro grande como es Milo Manara? Juntos pero no revueltos para una obra que casi al momento de publicarse ya se marcó de cómic clásico de referencia. Y bueno, estaba claro que la asociación de estos dos grandes solo podía dar buenos resultados. Pratt, a quien conocemos por nuestro amigo Corto Maltés, mi nuevo héroe favorito (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6143), y Manara por sus heroínas ultra eróticas (Mmmmmm… uff); se reunieron para El Gaucho donde nos cuentan una historia que versa por un amor que está maldito. Tened la seguridad de que no estamos ante ninguna «flor azul», El Gaucho goza más bien de una atmósfera entre el horror humano y el erotismo, todo, en un contexto de colonialismo y genocidio. Una historia tan real como dura, donde me gusta mucho como trata la línea clara el señor Manara, que mejora y refina los gráficos de sus personajes y también los decorados en esta obra maravillosa donde las mujeres son surrealistas en belleza. Una obra que en color gana bastante.

Por otro lado, el escenario es puro Hugo Pratt. Una historia de aventuras, de un aventurero de esos con los que las chicas de antes soñaban y por el cual los chicos sentimos emoción. El escenario es evocador. Nos embarcamos en una historia raramente mencionada en cómics, a saber, la conquista por parte de los ingleses de tierras argentinas en Sudamérica. Por mi parte, poco sabía al respecto, salvo el episodio de la Guerra de Malvinas, muchísimos años después. Pero lo que se cuenta en El Gaucho, si cuenta con alguna referencia verídica, demuestra ya lo mal que se llevan estos dos pueblos en el siglo XIX, durante la lucha por la independencia de las colonias españolas en latinoamérica. Donde la hermosa y sensual Molly Malone se ve inmersa en una irrefrenable y destructiva tormenta y en un Nuevo Mundo que no es otra cosa que un lugar despiadado, un escenario turbulento en el que se mezclará el amor, el sexo, la pasión, la codicia y la lucha por sobrevivir. El escenario de Pratt es tan bueno como diferente. La parte de la historia que sirve de marco es tan fluida como cualquiera de sus producciones en Corto Maltés. Eso si, con un comienzo de la historia que descoloca (no entendí el vínculo entre el comienzo de la historia donde un anciano blanco convertido en indio cuenta su vida y el final de la misma).

Pero la historia está llena de giros y vueltas y tiene un carácter histórico indiscutible donde descubrimos que los ingleses intentaron invadir Argentina para arrebatársela a los españoles a principios de 1800. Estos ingleses siempre han sido unos piratas para todo y por mucho que intenten manchar nuestro nombre, no nos llegan ni a las suelas de los zapatos… En fin. Un episodio más de lo ladrones que son y esto Pratt y Manara lo cuentan muy bien en El Gaucho. Donde en medio de este alboroto, hay una verdadera historia de amor entre un joven inglés llamado Tom Browne y una prostituta irlandesa llamada Molly Malone, la cual ha sido entregada a los oficiales de la flota. Es de esas historias que cuando terminas, lamentas que haya terminado. Una muy buena señal para un álbum que tiene más de ciento veinte páginas y que comprende un volumen único.

El diseño es realmente magnífico e impecablemente fluido. Realmente se siente el estar en mitad del río Negro con La Pampa de fondo y ver tipo de esclavitud que se promovía con el asesinato en masa de los nativos y tribus argentinas. Pero eso sería un resumen marginal de la trama que mueve este cómic, porque hay más detrás. Una historia que te lleva a un cruce de sentimientos importante.

Milo Manara ilustra un magistral guion de Hugo Pratt. Una de las obras más memorables de dos genios revolucionarios del noveno arte. Déjate llevar por el viaje.

Reseña: La Familia de la Casa de Muñecas, de M.R. Carey, Peter Gross, Vince Locke y VVAA

La Familia de la Casa de Muñecas (Dollhouse Family) es una de las entradas iniciales a la nueva línea de cómics de Terror de la editorial USA Hill House Comics de DC. Titulazos que ECC Ediciones está publicando en nuestro país. Una editorial que lleva adelante el consumado autor de terror Joe Hill, a quien los fanáticos de los cómics conocerán por haber co-creado la fantástica serie Locke & Key, por ser el hijo de Stephen King y por escribir unos muy buenos libros del género. La Familia de la Casa de Muñecas es obra del guionista M.R. Carey (Mike Carey), los artistas Peter Gross y Vince Locke. Y el colorista Chris Peter. Todos miembros veteranos del universo de The Sandman, y Carey, autor del notable spin-off Lucifer. Un conjunto de artistas también asociados a la magnifica The Unwritten, también de Vertigo. Este grupo parece una comunión ideal para lanzar una nueva línea de cómics de Terror. Y entonces, ¿cómo demonios de La Familia de la Casa de Muñecas no iba a salir una historia súper chula?

Comenzamos la trama sabiendo de una familia inglesa que tuvo mala suerte a principios de los 80. Alice, de seis años, hereda una antigua casa de muñecas de un pariente lejano que tiene más de cien años. Vender esta antigüedad se convierte en una fuente de fricción pues el cabeza de familia dice que podrían sacar un buen dinero vendiéndola. Pero Alice rápidamente se apega al juguete. Y la madre, que es una especie de mediadora, se lo consiente. Hace por que su pareja, a regañadientes, acepte. Pero hay más en la casa de muñecas de lo que parece y Alice rápidamente se da cuenta del tipo de magia que encierra su nueva posesión. Por un lado, la casa de muñecas le ofrece a Alice un escape de la vida real, donde ella y su madre deben lidiar con un padre y marido que empieza con un carácter duro, lo que con los años se convierte en un maltratador. Pero la Casa, de algún modo, le brinda la oportunidad de resolver sus problemas familiares…

La Familia de la Casa de Muñecas va y viene entre el empeoramiento de las circunstancias de Alice y la historia de un señor ilustrado de principios del siglo XIX. Se llama Joseph Kent y en su aventura de cartografiar unas tierras se topa con una cueva alucinante donde se pierde durante ocho días y donde tiene un encuentro con una mujer misteriosa que lo lleva al camino de la locura. A medida que se desarrolla la historia, queda claro que la historia de Kent es una narración de los orígenes del juguete de Alice. Un guión entretejido pero en espiral de la descendencia de Alice respecto a Joseph Kent, centrado en este extraño juguete y el terror que se va abriendo en todas sus formas.

Una maravilla de cómic. Creo que puedo decir de los más vendidos de esta colección. Una, a la que tengo varios amigos enganchados. Siempre digo que no se publica mucho cómic de Terror, pero ahora alego que mucho menos con autores de renombre y con ideas fuera de los mitos lovecraftianos. La historia de La Familia de la Casa de Muñecas recuerda más a la literatura de los grandes clásicos como M.R. James o los geniales cuentos de fantasmas de mi amado Joseph Sheridan Le Fanu. Un horror que no se basa en sustos, sino en lo demoníaco y lo paranormal. Lo sugerente, con imágenes simples como puede ser un vaso de agua a medio-llenar en una mansión abandonada… En composición, La Familia de la Casa de Muñecas también recuerda a los tempraneros cómics de The Sandman y Hellblazer. Tienen ese tono. Si es que hay que admitir que no están al mismo nivel.

Resulta que ese es el tipo de horror que más disfruto. El clímax es un poco apresurado en el primer número, pero sabes que queda mucho por desarrollar en los siguientes números. Y sientes alegría de tener una historia así, ya recopilado en un tomo entre tus manos. Por eso, siempre-siempre agradezco estos formatos de hoy en día. Son historias que te llevas “adentro” de una vez. Se convierten en una miniserie que absorbes, que degustas al completo (cual serie de Netflix).

Los lápices de Gross y las tintas de Locke son lo suficientemente sólidas. No es lo más destacado del titulo, pero son dibujos muy adecuados cuando se combinan con los colores de Peter. Los elementos más demoníacos se representan de manera bastante memorable. Y con unas portadas tremendas, tanto oficiales (muy a lo Coraline, de Neil Gaiman) como las alternativas (que brindan más por la espectacularidad). Todas se incluyen en el tomo. Y es que siempre se debe apostar porque haya este tipo de cómics en librerías. Yo no pierdo la oportunidad. Y quieran o no, el miedo vende.

Echadle un ojo a Hill House Cómics. Llenan el vacío que hay ahora mismo en el mercado de cómic de Terror.

Reseña: MLE. Los Defensores. Los Hombres Cabeza, de Steve Gerber, Sal Buscema y VVAA

Ya que obviamente es imposible recuperar series completas clásicas, que duda cabe que es una buenísima idea recopilar por arcos argumentales las mejores historias de grupos de renombre como Los Defensores.

Recuerdo que en mi niñez ochentera Los Defensores no dejaban de ser un grupo menor aunque todo el mundo los coleccionaba como oro en paño o se volvían locos por leerlos y tenerlos. En mi caso, los conocí gracias a un par de números de Ediciones Zinco que mi abuelo me había conseguido a saber dónde. Por que esa era otra. En aquellos tiempos, pensar en conseguir una colección en este país número a número, eso era imposible. Tenías suerte de conseguir algunos y rezar porque su contenido en guión se cerrara. Si no, te quedabas a medias. Por eso nunca dejaré de alabar el gran momento comiquero que estabas viviendo gracias a los integrales y recuperaciones de cómic ochentero que las editoriales están haciendo en nuestro país. Casi cada mes, se publican cositas que uno había dado por perdidas en el fin de los tiempos.

Y ver que se publica un nuevo Marvel Limited Edition con Los Defensores, me lleva a ese paraíso casi lupanar de grandes cómics de mi memoria. Los Defensores: Los Hombres Cabeza recopila los números de The Defenders #26-#41, el primer Annual, Giant-Size Defenders #5 y el gracioso Marvel Treasury Edition #12. Estamos hablando de la conclusión de la etapa de Steve Gerber con dicho grupo. Gerber fue un guionista de cómics estadounidense al que siempre le perseguirá la fama de ser co-creador del personaje satírico Howard El Pato. Ese que tanta nostalgia nos dio cuando lo vimos en los post-créditos del film de Los Guardianes de la Galaxia. Pero Gerber hizo otras muchas cosas. Llegó a redefinir la época temprana del Hombre-Cosa, y entre sus grandes trabajos se le reconoce haber creado buenísimas aventuras con Omega the Unknown, Marvel Spotlight: Hijo de Satan, Los Defensores, Marvel Presents: Los Guardianes de la Galaxia, Daredevil e incluso con Foolkiller (ese raruno nombre de cuatro personajes diferentes que aparecen en algunos cómics USA. Un autor que era conocido por incluir extensas páginas de texto en mitad de algunas historias y rarunadas varias. Un guionista que fue incluido póstumamente en el Salón de la Fama del Cómic Will Eisner en 2010. Pero, sin duda, un guionista al que le gustaba romper constantemente las reglas del género superheróico. Y eso se percibe bastante en Los Defensores: Los Hombres Cabeza, donde se ofrece una de sus sagas más celebradas con la llegada de Los Guardianes de la Galaxia a nuestro tiempo.

Siempre he sido un fanático de las historias futuristas y creo que es desde que muy pequeño leí La Última y Primera Humanidad, de Olaf Stapledon. Lo encontré en la biblioteca del colegio, creo que cuando cursaba 5º de E.G.B. (¡Qué ya no existe!). Con los años me di cuenta que era rarísimo que un libro así estuviera en dicho lugar. Y es curioso como tiempo después me llegué a enterar que el culpable era mi profesor de Lengua, el cual tenía tantos libros en casa que iba trayendo y aportando a la biblioteca del recinto. Pero este no es el caso. El tema es que es una historia que mola por cómo se proporcionan antecedentes antes y después de que ocurran los eventos más importantes del libro. Y los detalles no son estrictamente necesarios. Se enviaban héroes de nuestro tiempo al futuro casi únicamente para que disfrutaran aventuras futuristas. Fue esta novela la que se me vino a la mente al leer Los Defensores: Los Hombres Cabeza.

El futuro de Los Guardianes de la Galaxia les ha llevado a Tierra-691. Parece ser la misma línea de tiempo donde se ubica en estos momentos Killraven y la Guerra de los Mundos. Pero la historia empieza en Palisades, donde Jack Norriss todavía no acepta el hecho de que Valkiria no es su esposa Bárbara, sino una nueva persona que habita su cuerpo. Incluso la obliga a besarla, lo que a ella le molesta mucho. Pero de repente, hay un terremoto y Jack cae por un acantilado y Valkiria monta a Aragorn y lo lleva a un lugar seguro… Pero no hay fallas sísmicas en Nueva Jersey. ¿¡Qué está pasando!? De vuelta al Sanctum Sanctorum, Los Defensores están recibiendo informes de un clima loco en todo el mundo y Doctor Strange lo atribuye al desplazamiento temporal causado por unos visitantes del futuro llamados Los Guardianes de la Galaxia (los clásicos, los buenos: Vance Astro, Charlie-27, Yondu y Martinex). Pero aquí hay un problema. Seguramente todo se esté torciendo porque Vance Astro también existe en esta línea de tiempo. Aquí es un niño, eso si. Y si habéis leído a Los Guardianes clásicos sabréis quién es. Que por cierto siempre me ha flipado saber quién es, hecho que no todo el mundo sabe.

A partir de aquí toda una serie historias y argumentos que teletransportan a una aventura que se convierte en macro-saga cuando todos los eventos hacen “bizcocho” en tu cabeza.

Los Defensores: Dr. Extraño, Hulk, Valkiria, Halcón Oscuro, la vuelta de Nebulón, un cruce alucinante con Howard el Pato y… ¡Los Hombres Cabeza!

Steve Gerber y Sal Buscema dándolo todo.

Reseña: Confesiones, de Kanae Minato

Confesiones se adentra en los oscuros recovecos de las mentes adolescentes. ¿Qué hay? Un mundo realmente aterrador. Con un trabajo que me recuerda mucho a lo que hace el autor japonés Keigo Higashino, Kanae Minato crea en Confesiones uno de los mejores thrillers que he leído en mucho tiempo. Cada capítulo tiene una perspectiva en segunda persona de un evento en particular y eso me encanta. De hecho, así está escrita mi última novela publicada. Pero Confesiones profundiza mucho más en esa atmósfera opresiva que mantiene al lector preocupado hasta el final. Y este su punto fuerte. No rehuye la violencia, incluso cuando estamos hablando de menores.

Como se puede adivinar por el título, Confesiones se centra en la premisa de expiar los pecados. ¿Pero aquí todos encontrarán expiación? Sí, les guste o no. La historia se centra en una maestra, Yuko Moriguchi, cuya hija Manami fue encontrada ahogada en la piscina de la escuela. Pero el último día del trimestre, decide hablar con los alumnos de su clase: Manami no se ahogó por accidente y sé que los culpables son algunos de los que tengo delante... Y sin nombrarlos, pero dando pistas significativas de que sabe quiénes son, la señorita Moriguchi desencadena una serie de eventos que cambiará la vida de todos.

Nada va a ser igual para ellos, estén implicados o no. Comienza así el terror psicológico más opresivo, entra en juego el estilo de escritura de Minato, el paseo entre los pensamientos de ciertos profesores, un estudiante dentro de su clase y luego, la visión completa de la situación de los asesinos. Cada nuevo capítulo casi que va a hacer que cambies lo que pensabas anteriormente. Lo que estaba comprometido hasta la escena final. Y es cierto que por momentos como lector, vas teniendo cada vez más claro que va a haber un giro, pero luego te golpea otro y luego otro. Cada uno de los personajes de Confesiones tiene sus propios motivos y opiniones sobre la situación. Hecho bien representado que los vuelve muy reales. Además, lo que eligen hacer en dichas situaciones es completamente individual para cada personaje. Hay una especie de libre albedrío muy bien diseñado, aparte de que son personajes muy creíbles como estudiantes del día a día en Escuela Secundaria.

También es cierto que el asesino principal ocasionalmente entra en clichés, pero hay suficiente sustancia para adaptarse a él y no molestan ciertos actos ya que es obvio que muchos harían lo mismo en su situación.

Las preguntas, en definitiva, son: ¿Qué justicia es suficiente para un asesino? Aquí se juega con el dilema moral del castigo. ¿Moriguchi debería denunciar a los estudiantes responsables de la muerte de su pequeña? ¿Se equivoca al buscar venganza contra ellos? Leyendo el libro y encontrando diferentes perspectivas sobre el punto principal de la trama, os vais a indignar. Y muy mucho si tenéis hijos. Y está curioso saber y conocer el uso que hace Minato del sistema de justicia japonés y como encaja impecablemente con el dilema de la novela. La discrepancia de que hasta qué punto un menor está libre de cualquiera de sus actos.

Nocturna Ediciones recién publica Confesiones, de Kanae Minato, con la traducción de Rumi Sato. Kanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de Economía Doméstica, publicó esta su primera novela en 2008. Un título que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios y fue nominada al reconocido Shirley Jackson. Su adaptación cinematográfica, dirigida por Tetsuya Nakashima, representó a Japón en los Oscar. O sea, que tenéis peli de este impactante thriller. Pero son pocas más de doscientas páginas que se devoran en nada…

Dicen que después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase. Tengo una hermana profesora y puedo decir que no solo los padres tienen la culpa de cómo son o serán sus hijos. Miles de circunstancias o momentos concretos de su vida, influirán. El papel de la madre/profesora quizás sea uno de los más difíciles de llevar porque muchos de ellos, después de lo que sufren en el trabajo, se hace obvio que no quieran intentar serlo. Y no he visto el film pero lo veré. Dudo mucho que con referencias tanto a Dostoyevsky como a Camus, quienes escribieron novelas sobre los recovecos más profundos del comportamiento humano; dudo, que el film tenga el mismo final que la novela. No hay nada peor que un niño en sus actos horribles de crueldad. Un pequeño ser que aún no razona al cien por cien y que no se para a pensar en las secuelas de sus actos. Lo que encima los vuelve impunes ante la justicia.

Tema delicado.

Aunque depende del bando en el que estés, por supuesto.

Reseña: La Balada del Soldado Odawaa, de Cédric Apikian, Rossi y Walter

La Balada del Soldado Odawaa que publica Norma Editorial es un cómic que marca como hierro candente. Nos sumergimos en el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial, ya sabéis; trincheras, ruinas y muertos por doquier. Desolación hasta donde alcanza la vista. Esta historia me recordó algo que había olvidado: los nativos americanos canadienses participaron en esta carnicería humana. Y viendo el titulo ahora quizás entendáis muchas cosas. Un álbum en el que uno se sumerge inmediatamente en la dura (y la palabra es débil) realidad de la guerra. Escenario cautivador, pero no innovador a pesar de algunas buenas ideas. Como bien se anuncia, estamos ante un cómic bélico que tiene un sabor fuerte a western.

Leyendo La Balada del Soldado Odawaa me vino a la mente lo que me dijo una vez un amigo con el que charlo de cómic europeo por la red constantemente y que ahora vive/disfruta de la vida en el país galo. Dijo: «Si vienes, nos damos una vuelta por Pas-de-Calais (El Paso de Calais). Te invito a que vengas y descubras el Memorial Vimy, que rinde homenaje a los soldados canadienses que murieron y desaparecieron durante la Gran Guerra. Más de once mil nombres registrados. Y es que estamos ante una historia que al poco se vuelve apasionante. Buen ritmo, giros que la energizan (hasta las últimas revelaciones). Además de los guiños a Sergio Leone y al western en general, me pareció curioso encontrar algunas alusiones a Hitler. Como si el Mal ya se estuviera fraguando.

Pero la historia se centra en un tipo occidental que se podría categorizar de maldito en el entorno de la Primera Guerra Mundial. Algo extraordinario a mis ojos. Mola de algún modo pues siempre he pensado que la Gran Guerra fue un portentoso enfrentamiento con diversos escenarios. Tened en cuenta que se venía de una larga época de esplendor, que eso hacía que varios gobiernos se creyeran súper poderosos, lo que deparó en que se pensara que la guerra duraría muy poco. Pensad en un poderoso equipo de fútbol que va a jugar contra uno humilde de pueblo y se vanagloria de que todo será un paseo… ¿Durará poco y será fácil? Más de treinta millones de muertos (¡Millones!) en cuatro años. Un escenario donde se prueban nuevas armas sin pensar para nada en la moralidad del ser humano. Incluso se llegan a ver cargas de caballería enfrentándose a elementos motorizados. Todo muy steam-punk, ¿no? Y La Balada del Soldado Odawaa sigue de algún modo el mismo camino pues, un capitán del contingente canadiense, desplegado en suelo francés, formando comando con francotiradores amerindios… Violencia humana a raudales sembrando el pánico en las líneas enemigas.

El diseño y las escenas son deslumbrantes con realismo y verdad y retransmiten perfectamente los estados de ánimo de los soldados durante este período. Un álbum tremendamente bien labrado con la calidad a la que nos tiene acostumbrados Norma Editorial. Todo para desarrollar una historia cautivadora que incluso el guionista Cédric Apikian reconoce en la introducción como fuente de inspiración con la búsqueda del tesoro que Sergio Leone nunca negó. Algunos me entenderéis (Desenterrando Sad Hill).

El dibujo de Rossi también muy chulo al igual que los colores que aporta Walter; dan preferencia a los oscuros con una perfección alucinante y encajan en una narrativa sombría y retorcida. Una mezcla original de géneros, una batalla en las trincheras, muertes en la parte trasera del frente, saqueadores rateros y aprovechados de la vida pero de los que habría que verse en su situación…

En febrero de 1915, una pequeña tropa de soldados alemanes bajo las órdenes del comandante Von Schaffner recorrió la campiña francesa para saquear y robar todo lo que quisieran. El ejército francés le pide al capitán canadiense Ernest Keating que envíe su tropa de élite para solucionar el problema.

Excelente película.

Reseña: Sostener el Cielo, de Cixin Liu

Os habréis dado cuenta que Cixin Liu está de moda. Un autor que se está viendo cada vez más en nuestras librerías. De hecho, es uno de los autores chinos que se han puesto de moda dentro del campo de la Ciencia Ficción y por eso empieza a ser uno de los más leídos por occidente. Por aquí, gracias a NOVA, que lleva años trayéndonos grandes obras de CF, se ha decidido que este autor bastante premiado, sea ya un referente. Obvio, porque estamos hablando de uno de los autores más prolíficos y escritor de género en China. Un país tan grande como un mundo.

Cuentan que Liu creó un nuevo campo dentro de la CF. Y no sé si es algo original, lo que está claro es que muchos de sus escritos hablan de un futuro a no muy largo plazo donde China tomará el rol del mundo. Y de CF nada, o cambian mucho las cosas, o esto pasará. Yo disfruté de su última novela publicada La Era de la Supernova (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2610) pero no completé la lectura aún de su famosa trilogía El Problema de los Tres Cuerpos (https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/240182-trilogia-de-los-tres-cuerpos-pack-con-el-problema-de-los-tres-cuerpos-el-bosque-oscuro-el-fin-de-la-muerte-9788413143361); ganadora de todos los premios habidos y por haber. Pero los cuentos…, ay, los cuentos. ¡Qué autor vive sin sus relatos! Esas insuflaciones al oído, esos pequeños argumentos que se le ocurren a uno/a en un momento dado. Historias que parirlas, muchas veces son como tener un hijo. Y es que los cuentos de CF son con frecuencia respuestas a preguntas. Y dependiendo del autor, de su nacionalidad, religión y demás; surgen ideas cuanto menos curiosas. ¿Qué pasaría si… un ser extraterrestre incomprensiblemente poderoso se inspirara en una escultura de hielo? ¿Qué pasaría si… hubiera naciones en el ciberespacio, separadas de sus distintas contrapartes del mundo real? ¿Y si un poeta pudiera salvar un mundo al borde de la aniquilación? ¿Y un maestro? La eterna condicional de la que parten grandes historias.

Cada una de estas preguntas y más, se exploran en formato corto en la antología de Cixin Liu denominada Sostener el Cielo (To Hold Up the Sky) que acaba de publicar NOVA. Recoge historias que vieron la luz entre 1999 y 2017 en diversas publicaciones (la edición china de Esquire, Chengdu’s Science Fiction o World and Novoland Fantasy). Y aunque muchos de estos relatos se publicaron hace tiempo, la mayoría se convirtieron en inéditos en países occidentales pues no habían conseguido «escapar» del entonces hermetismo chino. Como en otros escritores que llevan mucho escribiendo, en Sostener el Cielo, el estilo de Liu se siente evolucionar. Sin embargo, es curioso como se reconoce su estilo. Aunque de alguna forma el punto de vista de Liu es raruno, si lo comparamos con el escritor promedio occidental. No debe ser del todo mentira que China y Japón son “otro mundo”. ¿Un ejemplo? A diferencia de la mayoría de autores occidentales de CF, cuyas tramas comentan con frecuencia los fallos humanos fundamentales o las luchas distópicas de una sociedad inconsistentemente ética, el trabajo de Liu está impregnado de un optimismo subestimado. En Sostener el Cielo vais a verlo. De hecho, el propio autor lo insinúa en el Prólogo, donde menciona que en sus escritos siempre intenta representar «la relación entre lo Grande y lo Pequeño». Lo pequeño, la humanidad. Y en el núcleo de este proyecto, la presunción de que los humanos siempre estamos más unidos que separados, que nuestra naturaleza comunitaria es nuestra característica definitoria como especie y que el libre albedrío, junto con las debilidades y fallas que permite, es esencial para ese instinto colaborativo. Toda una contradicción.

Once relatos donde destacan bastantes. Migración en el Tiempo me recuerda en cualidades a mi amado Harlan Ellison y comprime 10.000 años de evolución humana en una historia corta, usando congelación criogénica para permitir a sus testigos retener a testigos a través de los siglos. Magnífico. Contracción recuerda más a Asimov: su brevedad y compacidad son atractivas, toda su existencia pende de un complejo gancho científico. Espejo es una especie de novela corta que se basa en complejas discusiones algorítmicas, la teoría de cuerdas, tecnología de simulación, limitaciones de desbordamiento de pila de TI y una larga explicación del Big Bang para después contar la historia de un funcionario del gobierno chino jodido por la política… Jajaj. Pero Himno a la Alegría trata, irónicamente, de un espejo gigante que toca estrellas como instrumentos musicales. Evocador. Pero hay más. Historias como El Maestro de la Aldea que abre el volumen donde un maestro rural, que se muere de cáncer, enseña a sus alumnos las leyes del movimiento de Newton justo antes de que llegue una flota de batalla alienígena dispuesta a probar la inteligencia de nuestra especie.

Y maravillas así.

Sostener el Cielo es mágico, esta colección de cuentos que Liu escribió es una máquina del tiempo. Y puedes verlo (olerlo, saborearlo) en cada página: una sensación de aislamiento artístico y soledad, pero también la alegría agravada de la exploración. Descubrir nuevos territorios e imaginar otras fronteras. Por que la CF cuando se hace bien, cuando se hace con cuidado, involucra en ideas a la humanidad más allá de nacionalidades o etnias. Aquí hay belleza de carias formas. Como se dice del arroz respecto a los chinos, ocho millones de lectores en todo el mundo no pueden estar equivocados. Cixin Liu está de moda.