Reseña: Aldebarán (Edición Deluxe), de Leo

Leer las obras de Leo es sinónimo de querer leer la mejor Ciencia Ficción hecha cómic en el país galo. Gracias a ECC Ediciones estamos viendo que sus obras están cruzando la extinta frontera para nuestro bien. Un autor que le gusta elucubrar o vaticinar sobre los terribles acontecimientos que nos vendrán algún día por evitar cuidar nuestro planeta como se merece. Disfruté bastante de su Mermaid Project (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2870) allá por diciembre del año pasado y ahora toca volver aprovechando esta chula edición deluxe que publica ECC y que viene en tapa dura con ese protector-carcasa de plástico transparente que permite guardarlo en modo vertical y que, en mi opinión, todo volumen de este tamaño debería traer. Porque es maravilloso. Los Mundos de Aldebarán, Kenia, Tierras Lejanas o Centaurus son obras maravillosas de Leo y ahora tenéis una nueva oportunidad de haceros con estas joyitas del cómic europeo. Por que, sin duda, para ellos van dirigidos estos cómics, para el buen amante de la Ciencia Ficción, en especial, estos ciclos de Los Mundos de Albarán.

Una obra que dan ganas de volver a leer cada no mucho. Un universo creado por Leo que se relee y encanta. Pocas obras son capaces de eso. En tan solo dos o tres páginas ya vuelves a sentir que estás frente a una magnifica historia, la magia, la ambientación, vuelve a surtir efecto. La historia, el corte, el guión gráfico, el ritmo tan acertado que se crea automáticamente y que da paso a esa sinergia con el dibujo… Wow! Y sé que puede no parecer perfecto en cuanto a dibujo. A primera vista, echa algo para atrás. Estoy de acuerdo. Pero cuando te pones, de repente, te encanta. Se acaba amando esta obra, os lo digo muy en serio. Me recuerda en sensaciones a lo que me pasó en su día con el Bone, de Jeff Smith; aunque no tengan nada que ver una obra con la otra.

Aldebarán es el primero de los ciclos que recoge la obra Los Mundos de Aldebarán. Cinco tomos que comprenden la obra al completo (Aldebarán, Betelgeuse, Antares, Supervivientes y Retorno a Aldebarán). Donde el guionista y dibujante brasileño crea un magnífico universo por descubrir. Un inicio donde una especie de dictadura religiosa hace estragos en la colonia de Aldebarán. Planeta descubierto hace menos de un siglo y cuya tres cuartas partes del entorno aún es virgen. Y aunque Aldebarán lleva años esperando la llegada de nuevos terrícolas, siguen sin noticias del planeta madre. O bien ha ocurrido algo o quizás se hayan olvidado de ellos…

Kim y Marc son dos adolescentes que viven en Arena Blanca, un pequeño pueblo costero sin historia. Hasta el día en que Driss, un extranjero del norte, llega a advertir a los aldeanos de una inminente catástrofe debida a una misteriosa entidad procedente del mar. Pero muy pocos le hacen caso. Sin embargo, los únicos sobrevivientes al ataque serán Kim, su hermana y su padre, que han ido a ver a la familia fuera del pueblo, y Marc con un periodista que intenta comunicarse con Driss. Un grupo de personas que comienza un viaje iniciático a Anatolia, la capital. Una aventura donde Kim y Marc descubrirán los misterios que oculta dicho planeta. Con una extraña chica que parece estrechamente vinculada al misterio de ese ser monstruoso que mató a todas los habitantes de su pueblo.

Cuando descubrí esta serie por primera vez, la historia me cautivó de inmediato. Posteriormente, con cada re-lectura encontré el mismo placer y las mismas ganas de seguir a los personajes en todo lo que iba aconteciendo. Leo nos lleva a un universo desconocido, a un planeta colonizado por el hombre y por animales extraños (en particular, lo que habita en el mar). Ocurrirán sucesos extraños que cambiarán radicalmente las tranquilas vidas de Marc y Kim. Luego, sabremos más del planeta Aldebarán. Una historia bastante bien escrita que crea incertidumbre, suspense y de la que constantemente quieres saber más. Se hace difícil no querer/poder saltar al siguiente volumen tras terminar. Pues Leo es un verdadero guionista de cómics. Un gran narrador, capaz de lograr una perfecta armonía entre narrativa/guión y gráfico/dibujo. Sus historias son una inteligente mezcla de aventuras, exotismo alienígena, pura ciencia ficción.

Una obra de la que quedaréis prendados.

Reseña: Batman/The Maxx. Sueños de Arkham, de Sam Kieth

Puedo decir honestamente y con sinceridad que Sam Kieth tiene una de las mentes más retorcidas y únicas que jamás vais a encontrar en una historia de Batman. En serio, no se me viene a la mente -aunque quizás otro tocado del ala pueda ser Alan Moore o H.R. Giger-, gente ida de olla actualmente a la que se le pueda ocurrir una historia tan grotescamente fascinante como Sueños de Arkham (Arkham Dreams).

Como con gran parte del trabajo de Sam Kieth, te puede explotar la cabeza si llegar de nuevas a leer cómics y das con Sueños de Arkham. Pero en el buen sentido. Esta miniserie de cinco números te lleva a eso, al mundo de los sueños que ha creado donde casi te sientes extraño de estar leyendo lo que podría ser perfectamente la pesadilla de otro. Rostros alargados y exagerados de tus propios miedos los tienes enfrente, en página, en formato viñeta; por eso digo que puede explotarle la chorla a alguien que no conozca a Kieth pues este enfoque es el que ayudó a que su arte coincidiera tan bien con la grotesca belleza que uno puede encontrar en la obra magna de Sandman, por ejemplo. Y también la razón por la que ofrece un retrato tan memorable del Cruzado de la Capa.

The Maxx fue un personaje creado por Sam Kieth en 1993. Un superhéroe raruno y enmascarado que se debate entre el mundo real y una especie de mundo ensueño (Pangea), donde viaja de vez en cuando para proteger a una joven. Esta joven en el mundo real se llama Julie Winters y es la trabajadora social que ayuda a Maxx a salir de la cárcel bajo fianza. En el mundo de Pangea es la Reina Leopardo, a la cual The Maxx debe proteger.

En Sueños de Arkham nos encontramos con Maxx mientras nos habla de su tierra natal, de su entorno, de una tierra misteriosa en otra dimensión que rápidamente ha caído en la desesperación. La jungla que alguna vez fue próspera es ahora un páramo yermo, muchos de sus habitantes mueren de hambre, y su amo y Reina han desaparecido repentinamente sin dejar rastro. Entonces, sin previo aviso ni explicación, Maxx se encuentra en nuestro mundo, gritando y sin trapos que le vistan. Sin hogar. El orejas picudas que por ese momento patrulla la zona descubre a este extraño ser y lo escolta a Arkham, donde el verdadero ser que esconde ese sujeto saldrá para poner en peligro a todo lo que se mueva a su alrededor.

Incluso El Joker lo va a sufrir.

Kieth se aleja de la visión ampliamente aceptada de Batman como un héroe que lleva la capacidad humana al límite. Una vez le oí decir que los murciélagos y los criminales son grupos cobardes a la vez que supersticiosos. Y es por eso que quiere dar esa visión «aterradora» de Batman al mundo. Entonces, eligió la simbología que Batman lleva detrás para mostrarlo como un demonio aterrador de la noche, algo a lo que tener miedo, algo que te persigue. Esa sombra que se aparece en los sueños de los hombres para que elijan hacer el bien cuando toca. Es exactamente por eso que me encanta esta yuxtaposición del Caballero Oscuro con The Maxx y como el autor la elabora.

Probar cosas nuevas es un regusto en mi vida y si tengo que ver a Batman convirtiéndose en el sueño, la pesadilla, poseyendo al hombre de ciencia y fuerza mental y emparejándolo con The Maxx; convirtiéndolo en el compañero inconsciente de esta extraña serie de eventos… Firmo en el acto. Y firmé, leí y disfruté después de consumar. ¡Y qué personaje es The Maxx! Wow! Prometo leer mucho más de esta locura personificada tanto en acciones como en miradas. Esa extraña mezcla púrpura de Spawn, Lobezno y el Tío Creepy, con una sobremordida gruñona y de naturaleza impredecible que contrasta con el orejas picudas que conocemos de otros tiempos.

Regálate una lectura así lo antes posible.

Reseña: Grandes Tesoros Marvel. La Cosa y Otras Historias, de Barry Windsor-Smith, Stan Lee y VVAA

La Cosa es uno de los personajes, uno de los superhéroes, con los que casi sin quererlo, se ha conseguido más profundidad. Es tan tierno como duro, tan triste como… serio, la felicidad en él es tan efímera que no es sino un reflejo en la vida de muchos. Es la verdadera Bestia del cuento, dentro del Universo Marvel. Pero atrae y además con sus pocos detallitos, con sus cortantes respuestas, me ha hecho reír como pocos. Por eso, claro que sí, un buen tomo que contenga alguna de sus mejores historias cortas, es más que recomendable de leer. Un Grandes Tesoros Marvel que recoge en este caso geniales historias del maestro Barry Windsor-Smith y que a tamaño gigante se disfrutan bastante con una calidad de papel maravilloso. Donde es protagonista al inicio, un tío grande a tamaño grande.

Barry Windsor-Smith ha sido un poco un cometa a lo largo de su carrera en el mundo del cómic, desapareciendo por un tiempo y luego volviendo a brillar para los afortunados fans que seguimos su carrera muy de cerca desde tiempos inmemoriales. Grandes Tesoros Marvel: La Cosa y otras historias abre con Aquella noche… (That Night…), con guión, dibujo y color de Barry Windsor-Smith. Un relato que es una obra maestra tanto de trama como de arte, con una caracterización encantadora, una narración visual increíble y un tema emocional tan poderoso que encoge el corazón. La trama es simple. Tanto como que La Cosa se despierta con una elaborada broma realizada por la Antorcha Humana pero… ¿valdrá como recuperación para una moral tan baja?

¡Regreso! (Homecoming!) es la siguiente historia de La Cosa donde se juntan varios maestros. Stan Lee y Jim Shooter al guión, y Barry de nuevo al dibujo, tratan un número que correspondía al 25 Aniversario de Los 4 Fantásticos y comienza con Benjamin Grimm enseñando su mejor disfraz de ocultación a lo Tortugas Ninja visto nunca, caminando bajo una lluvia torrencial en la ciudad de Stockton. Mientras las sombras huyen de la tormenta, un automóvil choca accidentalmente con la roca andante, el conductor pregunta a Ben si está bien, y La Cosa le dice al conductor que se largue (pocos guionizan un diálogo de La Cosa de forma tan sarcástica como Stan Lee). El tema es que descubrimos que la mole empedrada está de vuelta en Stockton porque ahí es donde la nave del grupo se estrelló originalmente después de que todos sufrieran aquel ataque de rayos cósmicos que los hizo estrellarse y ser lo que son. Desde entonces, Ben no deja de lamentarse por un destino monstruoso en el que todos se ríen de él. Y decide que el mejor curso a seguir, es huir de la humanidad y vivir en Monster Island. Y a partir de ahí…

Si nunca has sabido del origen de Los 4 Fantásticos, esta es una historia para ti. Aunque eso diga de usted que probablemente no hayas prestado atención a la cultura de los superhéroes en los últimos sesenta años. También es la historia donde se siembran las semillas para que Hulka lo sustituya dentro del grupo.

Enemigos Íntimos es el Epílogo de La Guerra de las Armaduras y la historia que sigue a continuación. David Micheline y Barry Windsor-Smith juntos. Ahí es nada. Las Stark Wars fueron posteriormente retituladas Armour Wars (La Guerra de las Armaduras), uno de los mejores arcos que se pueden leer de Iron Man. Pero concretamente aquí se edita el Epílogo que es una trama de naturaleza extraña, donde varios personajes en realidad luchan contra un enemigo interno, uno potente, como es la culpa. Aguas desconocidas en el mundo de los superhéroes.

¡Mientras el Mundo Gira Enloquecido!, cierra el tomo. Y es otra historia donde poder disfrutar del verbolario poderoso de Stan Lee. Otra historia de abatimiento, depresión y caída, la lucha a muerte contra los males internos de cada uno. Aquí, el Doctor Extraño, maestro de las artes místicas, caminando por las calles de la ciudad de Nueva York en profunda contemplación, preocupado por la presencia del peligro y de un mal sin nombre. Entrando en su Sanctum e instalándose en trance y permitiendo liberar su forma ectoplásmica, que utiliza para buscar una reunión con su mentor y maestro, el Anciano. El Anciano le advierte a Strange sobre un ser maligno cuyo poder es el Secreto. ¡Y el secreto es su poder! Un comienzo bastante emocionante para una nueva línea argumental y una serie de cómics del personaje que son leyenda dentro del noveno arte de superhéroes.

Grandes Tesoros Marvel es una genial colección de Panini Cómics que publica realmente lo que su nombre indica.

Reseña: Marvel Must-Have. La Patrulla-X. El Don, de Joss Whedon y John Cassaday

¡Camarero! ¡Una de mutantes! Ya tocaba un poquito de salado con dulce, ¿no? Unas fresas con vinagre, un chocolate con queso o una buena aventura de esas que explotan en el paladar. Me decidí por El Don ahora que Panini Cómics sacaba este evento en sus tan indispensables Must-Have, tal como su nombre indica. El Don es un guión que rompe las reglas y se instala desde ya en mi cerebro como historia indispensable a recomendar de La Patrulla-X. Pero en este genial volumen no solo se recoge la miniserie Gifted (El Don) de seis numeritos, también el arco Dangerous (Peligroso) del que después os contaré más. Y eso que como siempre reivindico: ¡No soy de mutantes!

Y a los mandos Joss Whedon (Nueva York – 1964), el museo de las ilusiones en persona. Director, guionista y productor de cine, principalmente reconocido por su labor con los superhéroes, sobre todo por su trabajo en la productora Marvel Studios, donde trabajó como co-guionista de diversas producciones, joyitas como son las dos primeras adaptaciones Los Vengadores y Los Vengadores: La Era de Ultrón. Y es normal que se le diera tan bien. Es un amante de esto y además viene de guionizar cómics. De hecho, su trabajo más reconocido fue éste que hoy os traigo que en 2004 se marcó con los Astonishing X-Men. Emocionado me hallo con el género tras haber leído una de las mejores obras de mutantes que se pueden encontrar ahora mismo en librerías.

¿Sinopsis? Cíclope y Emma Frost vuelven al Instituto con el deseo de formar de nuevo a los X-Men. Quieren asombrar al mundo y que el mundo les devuelva la mirada… Con aceptación. Miniserie que se marcó Whedon, con el arte de John Cassaday (del que después me quejaré) y argumento en el que se basa directamente la tercera película de X-Men. Cuenta la historia de como un genetista acaba de encontrar la cura para la mutación. No obstante, cuando los X-Men se enteran, no ven esto como una bendición sino como un ataque a lo que ellos son. Al menos, la mayoría de ellos piensa así. Empieza entonces una carrera contra «la cura” y los X-Men descubren la verdad tras este propósito. ¿Os lo imagináis? Imaginaos algo muy nazi y acertaréis. Recordad que los mejores guiones de los X-Men, rara vez no están relacionados con el tema nazi. Mas, pese a su constante trajinar con el tema, tengo que decir que me ha enamorado de cómo está elaborada esta historia que, por supuesto, le da tres mil vueltas a la película. La escritura de Whedon esplende. Se ve a leguas lo dotado que está para ello. Pura brillantez. Diálogos inteligentes y dramáticos, al mismo tiempo. Tiene un enorme manejo de los personajes, y también me gustó que el nuevo grupo tuviera menos gente de lo normal. Solo hay seis miembros en estos nuevos X-Men. Y es que con menos personajes, los guiones funcionan mejor. Whedon tiene la oportunidad de que cada uno brille intensamente por su lado o desde su lado, mejor dicho. Tengo que decir también que El Don aumentó mi gusto por La Bestia. Personaje que siempre ha sido para mí ni fú-ni fa, sobre todo, desde que apareció en escena mi amado Rondador Nocturno. Pero aquí Whedon la hace brillar.

Ahora hablaré del arte de John Cassaday, del que habréis podido deducir que no me gusta. Es de los pocos ilustradores que no son de mi devoción. Sus personajes soy muy estáticos, casi maniquíes y no es capaz de hacer un fondo digno de un dibujante de calidad. La mayoría (al menos en este cómic) son fondos monocolor y con menos detalles que un Dacia. Eso está bien para una escena o dos, pero toda una miniserie así… Ufff, cansa. Y no alegaré más porque, sin embargo, la historia es magnífica. El Don me sirvió para descubrir el trabajo de Joss Whedon en cómic. Tenía curiosidad por saber quién era y cómo se defendía en el noveno arte. Y por qué hay tanta gente enamorada de su trabajo…

Peligroso es el otro arco que se incluye en este Must-Have. Del que no contaré demasiado y que es el segundo volumen del Astonishing X-Men, de Whedon. Donde ambos autores tejen una vez más una historia realmente interesante que es mucho más intensa que la primera -diría-, y está llena de sorpresas impactantes que dejarán a todos los fanáticos de los X-Men conmocionados por el resto de sus vidas. Así de claro. Como premisa: después de lo sucedido en El Don, un joven estudiante llamado Wing pierde sus poderes mutantes cuando Ord, el invasor alienígena de la anterior trama, se los quita. Debido a esto, Wing ha decidido suicidarse en la… ¡Sala de Peligro! Esto crea una serie de incongruencias espacio-temporales y el Instituto Xavier se ve atacado desde el interior por… ¿¿¿???

Tendréis que averiguarlo.

De la escritura de Whedon puedo decir que sorprende y que es capaz de crear historias que impactan. Con finales de película. Muy emocionado. No lo esperaba tan bueno, la verdad.

Reseña: ZOO (Integral), de Philippe Bonifay y Frank Pé

ZOO tiene ese regusto a film francés moderno pero de época, con una gran historia detrás. Un ambiente grisáceo que se mueve entre la dura realidad y la ficción que posiblemente fuera verdad. Al leerla, sentí lo mismo y vino a mí de nuevo ese regusto que sentí con films de la talla de Amélie, o incluso más del tono de ZOO podría ser otra joyita del cine francés como es Largo domingo de noviazgo.

Este portentoso volumen integral de ZOO que publica Norma Editorial nos lleva a saber de Célestin, que vive en una pequeña aldea normanda y ha transformado su propiedad en una especie de zoo repleto de animales exóticos. Y es que, como me suele pasar con este tipo de obras de cómic europeo, quedé asombrado por la calidad gráfica de dicha trilogía. No solo por la alta calidad de los dibujos, sino también por el coloreado, la elección del encuadre o la increíble expresividad de la línea de Frank Pé. Maestro ilustrador como pocos. Nos vamos entonces al zoológico propuesto y encontramos una especie de edén frágil y atemporal e increíblemente representado. La atmósfera en constante cambio variará según el estado de ánimo de los cuatro protagonistas de la historia. Estos últimos, muy interesantes, son personajes marcados por la vida. Todos han sufrido (o sufren) de alguna forma, pero ahora, reunidos como una familia, son los protectores de un lugar amenazado, un lugar que los tranquiliza, tanto como los aleja del mal que procesa el mundo de los hombres fuera. Junto a Célestin conviven su hija adoptiva Manon, el escultor Buggy y la misteriosa Anna, una mujer desfigurada que procede de las estepas rusas. Fuera, llamando a su puerta, el inicio de la I Guerra Mundial y gente huyendo de sus casas y pidiendo misericordia…

La gran fuerza de este cómic son los personajes. Tras el guión de Philippe Bonifay, Frank Pé da vida a algunos personajes conmovedores en su humanidad (a menudo heridos), y al mismo tiempo muy característicos. Hay vida propia en cada uno. En un tiempo así, cada uno de ellos podría ser tu vecino, tu primo o incluso tú mismo. Todos y cada uno bajo la sombra de una guerra en ciernes que solo trae pobreza, mejor dicho, más pobreza de la que ya existe en esta época en los vastos campos del continente europeo. ZOO es de esas historias que me trasladan unos personajes posiblemente reales antes de su construcción. Una vez vivieron. Agreguemos a todo ello una historia simple, ya vista en bastantes films bélicos, pero siempre tan efectiva como real. No hay grandes revelaciones o misterios colgando en este guión, solo una serie de personas que viven al margen de una sociedad que colapsará repentinamente. Y la historia tiene ese toque de calma antes de la tormenta, que tanto asusta.

En su conjunto, ZOO es una bella novela gráfica, una enorme historia en tres partes, fina y melancólica, que rinde homenaje a todos aquellos que malvivieron por culpa de naciones sin miramientos, miembros todos de una especie que nunca es capaz de caminar junta en la misma dirección. Pongo este cómic en la estantería de cómics “atmosféricos”, porque en realidad es una ventana a otro mundo, una trama capaz de atrapar, evadirte y embrujarte por el fuerte poder de sus viñetas. Un dibujo lleno de detalles históricos gracias a Frank Pé, aparte de dinámico y acertado para con personajes, decorados e incluso con los animales que rondan el escenario.

Frank Pé es definitivamente un autor atípico. ZOO es una prueba más de su forma de estrujar y ofrecer al lector algo de la vida que no todo el mundo consigue captar. Su arte es tierno y hermoso, a la vez que cruel y severo. La vida. Simplemente. A través del noveno arte. Por lo que ZOO se ha convertido para mí en una grata lectura que me sorprendió con una historia conmovedora y con unos “actores” principales dotados de una gran profundidad de los que conoceremos sus virtudes y sus defectos. Célestin, doctora de gran generosidad e inmensa ternura, Anna que intenta curar sus heridas, Buggy, el escultor desollado vivo y una mujer y un niño que rondan el zoológico con algúna intención…

Sabed de ellos y veréis.

Reseña: Harley Quinn y las Aves de Presa. A la Caza de Harley, de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti

Después de alucinar muy mucho con Escuadrón Suicida 2, uno (ya sabéis) se flipa, y se queda con ganás de más Harley Quinn. Bueno, en realidad, de más de cada uno de esos personajes…, pero es que me encanta como está representada mi Harley Quinn en estas pelis. Y, sin duda, James Gunn, saca buen partido a ese pibón que es Margot Robbie. Y ahora, que si Escuadrón Suicida 2 ha decepcionado en taquilla, que si su presupuesto era demasiado grande y no ha salido rentable, que si es demasiado sangrienta para ver con críos… Quizás deberíamos pensar en que el siempre magnífico James Gunn hace films para nosotros, para los friki-cómics, para los que llevamos toda una vida leyendo, y no, para los que van al cine una tarde en familia, ven una peli, y mañana a otra cosa. Aunque las productores es cierto que miran mucho quedar bien con este tema…, pero en fin, a lo que vamos, que se te quedan una ganas de Harley Quinn y de cómics DC en el cuerpo que alucinas.

De cabeza fui entonces a por Harley Quinn y las Aves de Presa ahora que ECC Ediciones recién publica el tomo que recopila la miniserie de cuatro numeritos denominada A la Caza de Harley. Pues con la gran Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, ¿qué podría salir mal? Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, el dúo que actualizó a la Harley Quinn contemporánea, ponen el broche de oro a su legendaria etapa en este volumen con un regalito al final como es el relato Black + White + Red. Entonces, ¿qué podría salir mal? Pues nada. No insistáis. No seáis esos trolls de DC Cómics que siempre están atacando a todo lo que no sea Marvel. Es más, os aconsejo siempre disfrutar lo mejor de cada casa; las patatas y la ensalada del Burguer King, los Big-Mac del McDonald´s, la Coca-Cola sin Cafeína o la Pepsi Zero… Lo mejor de cada casa. Ser amplio de miras, que decía el asno de Shrek

¿Recuerdas cuando los cómics solían ser divertidos? ¿Cuando la fantasía de los superhéroes no estaba empantanada con antihéroes haciendo muecas e historias intrincadas que se alargaban y se alargaban esquivando tu memoria? ¿Recuerdas cuando un cómic de Batman contenía algo de alegría? Los creadores de A la Caza de Harley lo hacen. Parecen haber acordado elaborar todas y cada una de las escenas cómicas que dan nombre al formato. Nos encontramos con Harley teniendo una pelea de amantes con Hiedra Venenosa (Poison Ivy) solo para terminar descubriendo que “los malos” han incendiado su casa. Afortunadamente, la banda de bichos raros e inadaptados que viven allí, salen casi ilesos. Pero Harley, frustrada, busca venganza. Se trata de un plan descabellado y un viaje a la ciudad de Gotham pero bueno, vale, de acuerdo… (sonríe cínicamente). Por supuesto, este tema no solo atrae la atención de su antigua media naranja El Joker, también de todos y cada uno de esos villanos y superhéroes que algunas vez se toparon con ella.

Se desata la locura.

Un volumen que se sitúa dentro del sello DC Black Label, lo que significa que se pueden usar palabrotas en insinuaciones sexuales, sin tener que preocuparse luego por las quejas de los conservadores. Pero es una trama tonta que no intenta sorprender al lector, por supuesto. Un cómic palomitero, piscinero… y todo esos sinónimos que se usan a día de hoy para, simplemente, divertido. Un buen rato lector que aporta doquiera que te encuentres en este agosto efervescente. Y es que, ¿quién está tan loca como para robarle al Joker? Harley Quinn ha evitado Gotham City desde que rompió con ese tío de verde. No obstante, tras lo sucedido, se va a liar. Y aunque su ex le eche encima a los supervillanos locales poniendo precio a su hermosa y teñida cabecita, también están Canario Negro, la Cazadora, Renee Montoya y Cassandra Cain (¡Las Aves de Presa!) para ayudarle en la contienda…

Un cómic lleno de bromas, puro Palmiotti a tope y el arte de Amanda Conner ideal para la ocasión, que no desperdicia una broma visual en cuanto el guión le da pie. Un cómic muy dirigido a los que no quieren comerse mucho la cabeza con esta calor veraniega y (este si) muy disfrutable para todo tipo de edades. Al menos, así lo veo yo.

Reseña: Corto Maltés. Fábula de Venecia, de Hugo Pratt

El no dejar a los grandes clásicos de lado, tanto de libros como de cómics, hará que tu vida lectora sea mejor. Creedme. Es así de sencillo. Por que lo mejor de lo mejor siempre entra bien, cualquier día, casi a cualquier hora. En cómic, hago referencia a la colección de cómics de un grande como es Corto Maltés. El fenómeno mundial del noveno arte que fuera diseñado por el talentoso Hugo Pratt. Una colección que he retomado (bueno, retomar sería si alguna vez la hubiera tenido), mejor dicho, una colección que por fin puedo obtener para degustarla ahora que Norma Editorial vuelve a editar todos y cada uno de sus números en el formato clásico de álbum al más puro estilo cómic europeo. En color o en blanco y negro. A gusto del consumidor. Fábula de Venecia correspondería al séptimo álbum de la colección. Aunque vuelvo a insistir en que Corto Maltés no es un serial propiamente dicho en el sentido que los argumentos van enlazados. Son más bien historias independientes que, eso si, tienen en común personajes y algún que otro comentario de referencia a aventuras vividas pasadas. Pero se puede empezar por donde uno/a quiera. Eso está claro. De hecho, yo nunca había leído los dos primeros números de la colección hasta este nuevo “regreso”. Y como bien dice su anuncio: Fábula de Venecia es una inolvidable aventura en la Ciudad de los Canales… y yo añado: «Al más puro estilo Indiana Jones«. Y dejo dicho ya también que, sin duda, una de las mejores historias que he leído del personaje. Si no, la mejor.

En Fábula de Venecia, Corto nos sumerge en la atmósfera veneciana nocturna, con una trama salpicada de rompecabezas, tesoros, túnicas negras y masones. Un escenario teatral, en principio, extraño y absurdo pero que se va volviendo más y más tenebroso con el paso de las páginas. Corto Maltés recibe una invitación para recorrer los rincones secretos de Venecia en busca de una esmeralda fabulosa: la Clavícula de Salomón. Pero Corto no es el único en esta búsqueda y a poco que se desplaza a la zona, surgen disparos y emboscadas sobre una ciudad bella pero que en la noche no es más que un oscuro pozo sin fondo. En la curva de un callejón, apenas iluminado por la luz de una farola, en el silencio marcado por pasos más lejanos, en la noche, una noche sin estrellas, oscura y dulce, tal vez adivinemos, apoyado contra una pared, la silueta de Corto. Silueta furtiva, inmóvil, apenas vista, apenas un fantasma tras los callejones de Venecia. En esa lejana noche veneciana, encontré esta aparición del firme marinero que venía tras el humo para infiltrarse en las calles, puentes, callejones, recovecos, en la noche oscura de una luna creciente y tan fina que brinda con whisky en un cielo sin estrellas. Y pasos que se alejan. Y la expectativa de un misterio, el sueño de un enigma, una fábula. Bajo las órdenes del barón Corvo, Corto Maltés se propone encontrar la Clavícula de Salomón. Pero los que la buscan, ¿buscan la piedra preciosa o los grimorios mágicos? Es un desafío que el difunto barón le lanza desde el Más Allá.

A través de los misterios de Venecia, Hugo Pratt nos lleva a “su» Venecia. Los patios secretos, puentes mágicos, las enigmáticas fachadas de palacios decrépitos, las puertas del gueto, estatuas de eruditos, la niebla que se eleva desde los canales… ¿Quién mejor para recrear una historia en ese lugar que un oriundo del lugar? Un diseño elegante donde los dibujos acentúan la luz y la sombra. Historia mezclada con personajes de fábula, reales y ficticios, encuentros inverosímiles para un hereje aunque para un verdadero fan de lo fantástico, una buen cómic de aventuras. De escuadristas a masones, de una joven que se cree la reencarnación de Hipatia al poeta D´Annunzio, de una joven que se parece a Louise Brooks al erudito Melchisedech, especialista en escritos antiguos. Corto Maltés no para e intenta desenmarañar el sueño de los justos. Es un tío contemplativo, siempre dispuesto a actuar, poco hablador, que escucha, observa, lo que no le impide correr por los tejados, pelear, pero adormecido y repentinamente animado como un gato en un tejado; Venecia respira en el oído de Corto misterios que se pierden en las brumas del tiempo.

Fábula de Venecia se publicó por primera vez en 1977. Un titulo que vuelve a apoyar mi teoría (varias veces comentada) que todo guión o novela que devoro del año que nací, termina por maravillarme. Me flipa.

Reseña: American Ronin. Íncubo, de Peter Milligan, ACO, David Lorenzo y Dean White

El futuro cercano. Las corporaciones ultrapoderosas libran una guerra en la sombra por el control del mundo. Los gobiernos, tal como los conocemos, han sido reducidos a entes lamentables. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley sirven a los operadores privados y el uso de la ciencia como arma ha dado lugar a nuevas formas de mutilar a personas a modo de convertirlas en asesinas. ¿Una mutación popular? ¿Aumentar la mente de alguien hasta el punto de que su empatía se convierta en arma?

El futuro cercano.

Aquellos que han pasado por este procedimiento solo necesitan una muestra del ADN de su objetivo (una gota de sangre, saliva en un tenedor, incluso algo de caspa) para sumergirse en sus mentes y aprender no solo cómo piensan, sino porqué piensan lo que piensan… de esa manera. Y cuando conoces a alguien tan a fondo que bien podrías ser él, matarlo es solo una cuestión de habilidad y voluntad. Y tenemos a un hombre que ha pasado por este procedimiento. Un hombre que puede presumir de ser uno de los mayores asesinos del mundo. Una vez, sirvió al conglomerado llamado Lincoln´s Eye. Ahora no sirve a nadie más que a sí mismo. Es un Ronin. Con todas las letras. Y se vengará de quienes lo convirtieron en lo que es.

¿Premisa peliculera? A tope. ¿Leída con voz-en-off, os pondría más en vereda? De eso estoy seguro. American Ronin es un thriller tecnológico donde el siempre interesante Peter Milligan desarrolla un guión bien elaborado que sorprende por sus detalles. Las ilustraciones y diseños del artista ACO (Midnighter) son fílmicos, puros storyboards coloreados. Sus representaciones del Ronin y el Incubo son una excelente integración de texto narrativo en formato visual. Y es que se representa muy bien el hecho de que ambos hombres fueron algo… pero ahora, vaciados por los procedimientos que les otorgaron sus extraordinarias habilidades, son otras personas. Entonces, llega ACO y los convierte en sombras o en ángulos desprovistos de almas. Rara vez alguno de los hombres son completamente visibles en viñeta y sus presencias más directas llevan a un toque abstracto. Siendo así, el Ronin no es del todo un fantasma y el Incubo no es del todo un demonio. Pero ambos hombres están literalmente separados de la raza humana y aprovechan al máximo esa brecha mientras realizan sus operaciones. Como infiltrados, son mutables y tan memorables como deben ser. Como asesinos, el Ronin es un luchador en potencia y el Incubo un torturador. Son la fuerza personificada.

Tengo que decir que el guión de Peter Milligan dibuja un contorno del Ronin sólido, pero nunca se desarrolla más allá. Y quizás al lector le gustaría saber un poquito más de ese contorno. Pero sabiendo algo como sé de hacer guiones, diría que esto es intencional. El Ronin que encontramos aquí, después de todo, adquiere los rasgos de otros personajes en el transcurso de su trabajo. Y el desarrollo del personaje que hace Milligan se ve que quiere que sea, lo suficientemente superfluo para que aprendamos sobre su metodología y proceso. Poco más. Que te encariñes del personaje, como mucho, al estilo de lo que uno se pudiera enamorar de un Terminator en dicha peli. Del mismo modo, el Incubo es inquietante y aterrador y, bueno, eso es realmente lo que gusta de un malo-malón, ¿no? Hay un poco más de complejidad en él dado que fue moldeado deliberadamente en su estado monstruoso actual, pero ni él ni el Ronin son personajes particularmente indestructibles. Y eso mola. También esa nebulosidad está presente en el resto de lo que vamos encontrando en American Ronin. Me refiero a las corporaciones Lincoln´s Eye y American Dream que no tienen ningún objetivo más allá del poder. Si bien, eso se ajusta a la forma en que funcionan las organizaciones ávidas de poder; corporaciones que no tiene un lenguaje propio, no tienen credo ni historia y simplemente gustan de las guerras silenciosas que libran con su rival.

¿Eres un gran fan de John Frankenheimer o Frank Miller? Si los cómics contundentes sobre la búsqueda de la razón y el saber de como se manejan las corporaciones y cómo nos utilizan para trazar su más despiadados planes, te atraen; debes echarle un ojo a esta serie.

American Ronin, recién publicada por Panini Cómics.

Reseña: Mortal Kombat X, de Shawn Kittelsen, Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino

El apelo a la nostalgia y a querer saber más de una franquicia de la que solo me quedé en su día con el film que se pudo disfrutar en cines y videoclubs a mediados de los 90 -y que recuerdo disfrutar con amigos en el cine al grito de ¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!-, me llevó a leer Mortal Kombat X. Puso de moda aquella canción discotequera que contenía su BSO, creo recordar. No obstante, yo sí que iba algo preparado a ese peli. Recuerdo que en casa de un afortunado amigo al que habían regalado la PlayStation (¡la primera!) recién salida del horno, rememoro claramente las sensaciones que fueron probar en su casa el videojuego Mortal Kombat. Dadnos de palos uno contra el otro, en definitiva. Durante toda una tarde, y queriendo más y más dias posteriores. Incluso descubrir que tal titulo también estaba en una de las “maquinitas” de un Salón de Juegos del barrio. Pero lo que recuerdo bien es estar realmente impresionado con los gráficos del videojuego. Los personajes casi eran personas reales. Y luego, por supuesto, estaba la sangre y las ridículas muertes. Esto era algo que nunca antes había visto en pantalla jueguil. Quizás por eso eramos los más flipados en aquella furgoneta que conducía uno del grupo sin carnet y que nos llevo como monos sin cabeza al cine… Uff. Pero había más. Y ahora que al parecer llega una mini-moda de Mortal Kombat al asomar en breve un nuevo film e incluso uno de animación; es bien que gracias a ECC Ediciones podamos degustar integrales como Mortal Kombat X que recogen los doce números que tuvo la serie. Un cómic de acción que muy pocos pueden alardear haber leído.

Al devorar este Mortal Kombat X, me he dado cuenta de una cosa muy chula: la acción se desata en lo que sería la precuela a la historia principal de estos personajes. Por lo que es ideal empezar por aquí si no sabes nada de nada. Y como Mortal Kombat es una franquicia que parece seguir acumulando personajes, facciones y mundos hasta el punto de que realmente necesitaban su propio reinicio al estilo Los New 52 en uno de los últimos videojuegos, decidí saber más. Me atrajo de nuevo. Tenía curiosidad por ver qué trataría este cómic. Y con un inicio súper guapo, os resumo: todo comienza hace muchos años en el desierto del Himalaya. Vemos a Kenshi corriendo con un niño aferrado con fuerza a su espalda, alguien les dispara flechas y Kenshi se gira y lanza una espada que rompe con energía todas y cada una de las saetas. Pronto se da cuenta de que es una forma terrible de luchar, están demasiado expuestos, de hecho, una termina por atravesarle una pierna. Lo que permite a su perseguidor, Hsu Hao, alcanzarlos. Hsu Hao acusa a Kenshi de traicionar al Dragón Rojo. Su líder, Daegon, ha ordenado a Hsu Hao que mate a Kenshi y al niño. Kenshi usa telequinesis para lanzar su espada a Hsu Hao y le dice al niño (Takesha) que corra. Takesha huye como si no hubiera un mañana y choca contra un gran soldado Dragón Rojo enmascarado. El soldado señala una cicatriz en su rostro y dice que el papá de Takesha le hizo eso. Takesha dice desafiante: «No tengo papá». El soldado lo atrapa con la intención de vender al niño a esclavistas, pero de repente, el soldado es empalado por la lanza de Scorpion…

Wow! Puro Mortal Kombat, ¿no? Kenshi, Hsu Hao, Scorpion, los Dragones Rojos, Shirai Ryu, el plan de ir a por Daegon para vengarse, madres/padres asesinados e hijos que claman vendetta… Y, por supuesto, Sub-Zero liderando una masacre en el templo de los Dragón Rojo. ¡Mi amado Sub-Zero! Que ha venido a recuperar el arma a petición de Raiden. ¡Raiden! Como es de prever, al final del volumen, vais a tener cantidad de personajes de Mortal Kombat en vuestra cabeza. Un hype tan alto que querréis calmar echándoos una partidita al videojuego. O al menos, a mí me pasó.

Es un cómic, sin embargo, que mantiene muy bien el equilibrio entre los nuevos personajes y la tradición de los antiguos. Diría que es una buena mirada o una buena actualización del universo de Mortal Kombat para los tiempos que corren. Me pregunto si DC hará que este prólogo se prolongue más y se publiquen más aventuras de la franquicia, al igual que hacen con Injustice: Gods Among Us. Por cierto, unas ilustraciones geniales de Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino podréis encontrar aquí.

Un demonio de inmenso poder prepara su llegada. ¿Queréis saber como pararlo?

¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!

Reseña: Papyrus (1984-1986), de Lucien De Gieter

Papyrus es una de las colecciones de cómic europeo clásico que está publicando Dolmen Editorial. De esas que intento no perderme ningún número. Es un cómic que tiene ese sabor añejo que tanto nos gustan a los amantes del buen cómic europeo y que dio su proclama al otro lado de los Pirineos allá por los benditos 80, cuando en nuestro país, como mucho, de cómic extranjero solo podíamos disfrutar de superhéroes que habían llegado para quedarse. Es por eso del atractivo de cómics como Papyrus que tienen su gustoso poder en aventuras del Antiguo Egipto y en lo que este joven pescador que da titulo a la obra, vivió durante la época de los faraones.

Una de las cositas curiosas y chulas de Papyrus es, que desde 1978 hasta aproximadamente 2015 (aunque Lucien de Gieter decidió parar en 2013 en el número #33), en todo ese tiempo, se fue publicando un álbum por año. Uno por año. Se dice rápido. Estamos hablando de casi cuarenta años de publicaciones y todos y cada uno de los fans teniendo su ejemplar para degustar cada trescientos sesenta y cinco días. Un aventura al año para disfrutar entre otras tantas colecciones que uno tenía por leer cuando apenas tenía suficiente «money» para comprar todo lo que quisiera. Pero ahora Dolmen Editorial publica estos semi-integrales con tres álbumes por tomo, que son ideales para poder disfrutar de la colección. Los clasifica por años para tener un seguimiento visual que se agradecen una vez puestos en nuestra cómicteca.

Papyrus 1984-1986 contiene los títulos La venganza de Ramsés, La metamorfosis de Imhotep y Las lágrimas del gigante. El primero de los álbumes es bastante sencillo al principio, pero se va complicando el tema cuando la familia real va al templo milenario de Abu Simbel, y durante la revisión del lugar por parte del grupo que dirige Papyrus, caen en una trampa cuando se dan cuenta que dentro del lugar hay una pugna entre dos bandas que pelean por el tesoro más antiguo que existe.

La metamorfosis de Imhotep nos lleva a saber del clero de Memphis y sus intrigas por intentar desacreditar al faraón porque el sumo sacerdote Chepseka quiere convertirse en mandatario del reino (¿Estribillo conocido?) pero aquí, para frustrar el complot, Papyrus y su equipo debe trabajar en varios frentes abiertos: ahorrar tiempo recurriendo al doble del Faraón que debe realizar el Heb-Sed, recuperar la hierba de cocodrilo para curar al verdadero Faraón, y por supuesto, desenmascarar a esos instigadores que tratan tan odioso complot.

Las lágrimas del gigante correspondería al noveno ejemplar de la serie y es el volumen con guión más adulto que he encontrado hasta ahora. ¿Por qué? Porque se percibe que Lucien De Gieter se basa en gran parte en Sinuhé El Egipcio, novela de Mika Waltari, súper referencia de esta ambientación. donde nos encontramos con un faraón pacifista que desea mantener la paz con el Imperio Hitita, y un general ambicioso que desea reconquistar el Este aprovechando la guerra entre hititas y asirios. Aunque eso signifique desobedecer los acuerdos de paz firmados por su país. Pero una princesa hitita que guarda el secreto del acero -ese metal mágico contra el que las armas de bronce ceden-, va a decidirlo todo. Y eso que el odioso Menehetet desea utilizar los poderes mágicos del sumo sacerdote de Sekmet para secuestrar y hacer hablar a la futura esposa del faraón.

Un volumen cuyas historias brindan bastante por las pociones, los encantamientos y el belicismo. Tramas bien interpretadas y con suspense bien añadido. También «deus ex-machina” como guindas de pastel. Pero es normal. Estamos hablando de historias ochenteras, como os dije antes, y una serie que claramente iba dirigida al público juvenil de la época. O sea, nosotros. Papyrus, del autor belga Lucien de Gieter, huele a buena voluntad y humor. También a género de aventuras propiamente dicho. En estos números aplica, una vez más, todo lo que concierne al Antiguo Egipto y sus arquetipos del héroe. Conocimiento a la vez que disfrute. ¿Un principio de cómic de aventura histórico? Por supuesto. Recoge muy bien los mitos, leyendas y cuentos que se utilizaron para sacar adelante la seductora fantasía egipcia.

Demonios y maravillas a partes iguales.