Reseña: UltraMega. Lucha por la Humanidad, de James Harren y Dave Stewart

Soy capaz de acercame a un cómic solo por el color. O por el colorista, en cuestión. A ese nivel friki llega uno cuando ama el mundo del cómic en casi todos sus conceptos. El galardonado colorista con un premio Eisner, Dave Stewart, también hace sus pinitos fuera de las grandes casas y dentro de Image y su línea Skybound es partícipe (dándole un tremendo empujón visual) a UltraMega; la obra ideada, guionizada y dibujada por James Harren. Un autor a tener muy en cuenta por mi parte a partir de ahora. Y es que bueno, en definitiva, y aparte del tema artístico, este que está aquí (en su polifrikismo) siempre se va a sentir atraído por el mundo de los kaijus. Esos grandes monstruos ideados por los japos en los que se dan de ostias a lo grande y que trajo a la actualidad fílmica Guillermo del Toro en su genial Pacific Rim.

La lucha por la humanidad.

Según cuenta la sinopsis se ha extendido una plaga cósmica que ha transformado a la gente de a pie en unos violentos y monstruosos kaiju. Ahora, solo los Ultramegas (individuos dotados de poderes increíbles) quedan para intentar sostener tanta locura. Batallas que si no se evitan, terminan dejando ciudades enteras arrasadas e incontables horrores y muertes a su paso. En fin… De todas las preguntas que han llenado mi cabeza últimamente, la que aparece una y otra vez cuando recapacito sobre nosotros es: ¿A dónde está yendo la humanidad? Pandemias globales, violencia ideológica y la aparición de la Rana Gustavo en Adivina Quién Canta (The Masked Singer). Todos estos temas han sido golpes duros para nuestra sociedad. Problemas y locuras de pensamiento visionado que nunca pensamos que tendríamos que lidiar en nuestras vidas. Personas que conozco (a veces, incluido yo mismo), se preguntan cuándo podremos volver a la normalidad. Y cuanto más reflexiono sobre esa idea, más me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. Gracias a las leyes abstractas de mierda del espacio-tiempo, solo podemos avanzar. Y entonces, en lugar de tratar de averiguar cómo podemos regresar, preferiría que nos tomemos tiempo en preguntarnos (como decía mi abuela): ¡A dónde vamos a llegar!

Coñas aparte, UltraMega nos hace una pregunta similar. En un mundo donde un extraño virus venido del espacio se extiende por nuestro planeta y convierte a las personas en monstruos gigantes, y otro tipo de personas son bendecidas (o malditas, según se mire) y van a ser nuestra última oportunidad para sobrevivir a ese virus… Gusta ver que los que nos defenderán son seres de raciocinio muy parecidos al Dr. Manhattan y al desarrollo de su poder. Decidme entonces si no mola imaginarse como uno de ellos. ¿Es así, no? Siempre pensamos que en un ataque-zombie seríamos uno de los supervivientes, ¿no? Ay, díos mío…

James Harren dedica tanto tiempo a darnos secuencias de acción espantosas como a contarnos la historia de hombres destrozados que son «demasiado viejos para esta mierda». Y eso me ha encantado. Me ha tocado el alma. Así que no cuento más. En un extraño acto de equilibrio entre humor, gore, shock y horror. La miniserie UltraMega que acaba de publicar ECC Ediciones en un tomito en tapa dura -que recoge cuatro numeritos, ya en enero, es para mí una de las sorpresas comiqueras del año. Cada personaje de esta serie tiene algo en juego por lo que vale la pena luchar. Pero todos quieren que las cosas vuelvan a la normalidad. Anhelan cuando el mundo era fácil y no tenían que sacrificar sus vidas en nombre de ningún puto nadie… Todos desearían poder vivir una vida sin miedo y sin pánico constante. La normalidad anhelada, esa que tanto valoramos cuando no está.

Cómic independiente de sobresaliente.

Reseña: Dioses, Monstruos y el Melocotones de la Suerte, de Kelly Robson

Un publicación joyita de literatura fantástica que apenas ha tenido repercusión en medios y lo merece es Dioses, Monstruos y el Melocotones de la Suerte. Novela y libro que ha publicado Pulpture Ediciones, historia con la que Kelly Robson ha ganado el Premio Aurora y fue finalista de los premios Hugo, Nebula, Locus y Theoredore Sturgeon Memorial. Se dice pronto. Y cierto es que Dioses, Monstruos y el Melocotones de la Suerte no es una historia sencilla. No hay nada sutil y simple en un científico de mediana edad con prótesis de patas de pulpo, que da lugar a viajes en el tiempo, restauración ecológica y dinámica de cultivo. Tampoco hay nada sutil en un mundo en recuperación que ha sido devastado por el cambio climático, la muerte de las especies y una potente plaga. El mundo en el que vive Minh es complicado y no le queda otra que ir curando sus heridas para tratar de seguir adelante. Dioses, Monstruos y el Melocotones de la Suerte parece que es una historia deprimente, una novela apocalíptica típica, pero al final te das cuenta que no es así. En todo caso, Kelly Robson ha creado un mundo que se recupera y en muchos sentidos empieza a sobresalir. Ya con eso hemos superado la trama esencial que suele asociarse a novelas apocalípticas. Las descripciones de la tecnología y cómo se entrelaza con la vida es maravilloso en el modo que se describe. La humanidad ha cambiado. Para mí, parecía haber un trasfondo de depresión entre los bebés humanos de la plaga (los que sobrevivieron) y la generación del protagonista. Esto está en marcado contraste con la generación de Kiki, pero con ello se marca una caracterización entre dos culturas muy interesante.

La historia se cuenta en tres partes. La primera y más extensa, establece la construcción del mundo y la vida de Minh como una ecologista de clase mundial. Su trabajo es salir y recuperar los hábitats naturales en un intento por encontrar el equilibrio nuevamente con la naturaleza. Conocemos a Kiki, enorme, alta, saludable y de personalidad robusta. Todo lo que quiere es la aprobación y la amistad de Minh. Hace todo lo posible por meterse en su vida, casi hasta un grado incómodo. Pero Minh es una señora mayor bastante cascarrabias, muy recta en sus caminos e incómoda con lo franca que es Kiki. No obstante, ha surgido una nueva propuesta para un proyecto de viaje en el tiempo a la antigua Mesopotamia, una propuesta que Minh desea desesperadamente, y para el que deberá entenderse con Kiki. La segunda parte de la historia es la expedición y el trabajo de restauración ecológica a llevar. Me encantó esta parte. Es fascinante cómo Robson maneja esto. Y la tercera parte de la historia es lo que sucede después de que se realiza la parte inicial de la catalogación, y donde las culturas chocan.

Kelly Robson ha construido una historia rica y matizada en un área tan redicha y explotada de la Ciencia Ficción como son los viajes en el tiempo. Pero la idea tiene en este libro un aire fresco y emocionante en lugar de parecer manido. Eso si, es una historia que requiere concentración y a ser posible, mejora bastante al ser leída casi de un tirón. O de forma muy seguida. Si no, pierdes el hilo fácilmente. La dinámica de los personajes, el corazón de la historia, se realiza de una manera que simpatizará más contigo si no olvidas lo esencial. Mi única queja es que estamos ante un titulo que merecería una buena portada gloriosa como suelen tener en USA todas y cada una de las que tratan la literatura fantástica. Algo muy a mejor en las editoriales de nuestro país y eso que gozamos de grandes ilustradores.

Es obvio el porqué Robson ganó premios y nominaciones con esta historia. En mi radar desde ya esta autora, que comenzó a despuntar en 2015 y continua aglutinando nominaciones y premios.

Reseña: Destrucción, de JD Morvan, Rey Macutay y Walter

Ravage fue una novela de CF post-apocalíptica de René Barjavel publicada en 1943. No es la primera vez ni la última, que vamos a ver que ciertas tramas literarias se trasladan a formato cómic por autores de la BD que de algún modo quieren dar un impulso, o dar la versión de sus gustos de historias que les impactaron, en formato viñeta. El prolífico JD Morvan hace esto en Destrucción y junto a Walter y Macutay crean una trama en la que no te aburres ni por un segundo.

Una vez más, Yermo Ediciones es quién nos trae este maravilloso volumen de cómic europeo donde guión y dibujo esplenden lo mires por donde lo mires. Publicado de forma íntegra, y mejor así, porque ASÍ SE DEBE publicar este tipo de historias; vamos a saber como la humanidad ha ido evolucionando con inventos…, pero cuando nos va mejor, todo se detiene. Y ahora toca renacer como civilización. Pero, ¿y si esta vez se tuviera que hacer de otro modo porque ha desaparecido todo rastro de tecnología? Los cimientos ya no podrán ser los mismos…

Debo reconocer sentirme muy sorprendido por las viñetas en los que se descubre a un patriarca de ciento treinta años yendo al frente para pelear con sus hombres solo con armas, arcos y flechas, ballestas y hachas. ¿Este sería nuestro mundo después del Apocalípsis? Pues probablemente. Y a saber cuantos chavalitos y viejóvenes perroflautas del presente aguantarían algo así. Pero más allá de preguntas retóricas y críticas a en lo que nos estamos convirtiendo, Jean-David Morvan adapta la novela clásica en tres capítulos. Nos lleva a París en 2052 con el joven François Deschamps y el fin de la humanidad cerca. La historia comienza en el futuro (para nosotros, futuro inmediato), en el momento en que un personaje llamado Patriarca impone a la fuerza una nueva forma de vida humana donde la tecnología está prohibida. Luego descubrimos el pasado de este hombre y el mundo evolucionado en el que vivió su juventud. Más tarde, el hecatombe, y como todo un universo de ideales se derrumba. Un decoro futurista relativamente clásico, con personajes que en última instancia son más o menos típicos, aunque parezcan un poco caricaturizados para lectores de ahora. Morvan probablemente ha modernizado algunas cosas pero, en definitiva, somos lo que somos y no se puede describir de otra forma.

Jamás tuve la oportunidad de leer este clásico de la literatura fantástica francesa para comparar. Pero me gustan las atmósferas futuristas que cuestionan nuestro presente y eso se hace de forma espléndida en Destrucción. Y ahora es cuando te topas con Rey Macutay, un diseñador filipino que ya había colaborado con JD Morvan en otros trabajos y que es capaz de crear viñetas tan realistas como recargadas. El fervor de su línea y su dinamismo le dan un toque ligeramente fantástico a la historia que me recuerda a ciertos dibujantes chinos amantes de los cómics como Xiaoyu Zhang (Cruzadas) o Jia-Wei Huang (Ya San). Pero nos ofrece viñetas y personajes tan realistas, tan provistos de energía que se magnifican en los escenarios decadentes dispuestos. No obstante, indagando, sí que di con alguien que leyó la novela. Y lo primero que me dijo es que Barjavel se considera autor-pilar de la ciencia ficción francesa. De todo lo que me dijo después, surgió un detalle muy chulo. Antes de que yo leyera el cómic, este amigo me hizo referencia a un tema. Y cuando leí Destrucción me pasó lo mismo. Lo que más me molestó de la historia fue el personaje del Patriarca. Como creativo sé que es más difícil crear un personaje puramente odioso para el lector, que alguien agradable. Pues mérito gordo para los autores porque al parecer han sido capaces de trasladar puramente eso al cómic… ¿Los demás personajes? Los principales un poco estereotipados: el chico fóbico de la modernidad, la novia es una especie de estrella famosa de formas adecuadas, pero lo mejor de lo mejor, el empresario, que me hizo reír con cada ocurrencia.

Destrucción se me hizo corto. Sin duda, esta bien potenciar la idea de que el trabajo y el esfuerzo es lo que hace que progresemos como humanidad. Confiar nuestras vidas a máquinas automatizadas puede no ser lo mejor para nuestro futuro; lo tenemos claro pero seguimos incentivándolo. Nunca dudéis de que algún día nos quitan internet, la luz y escasea el agua y volvemos a matarnos los unos a los otros mientras deambulamos por paisajes parecidos a los que recorre Conan el Bárbaro. Aunque la historia que tenemos entre manos se parecería más al film o la novela de La Carretera, de Cormac McCarthy.

Por lo visto, Ravage, fue una de las primeras historias post-apocalípticas escritas de la historia junto a mi amada novela La Tierra Permanece, de George R. Stewart. Ya ando buscando la novela de Barjavel.

Reseña: Boba Fett Antología, de VVAA

¿Cuál va a ser la serie de TV que lo va a petar este mes que empezamos hoy? Pues ahí estamos nosotros trayéndoos ya la mejor referencia para leer antes que el estreno se produzca. Para crear hype donde no lo haya, para crear ansias antes de ver en pantalla El Libro de Boba Fett, la que se presupone serie spin-off de The Mandalorian pero de la que no me cabe ninguna duda que lo va a petar por su cuenta. Sin duda, el estreno que muchos niños de los 80 llevan más de cuarenta años esperando. Tan fácil como una historia en pantalla donde Fett sea el protagonista. Y en este caso, las aventuras del famoso cazarrecompensas y su fiel compañera mercenaria Fennec Shand, regresando a las arenas de Tatooine para poder reclamar el territorio que había gobernado en su momento Jabba el Hutt y su sindicato del crimen.

Planeta Cómic es ese lugar, esa editorial donde se puede encontrar actualmente todo-todito-todo de Star Wars. Los que publican cada mes nuevas novelas, también las clásicas, libros de arte y toda una serie de cómics con los que disfrutar del famoso Universo Expandido. Bien, pues siempre al quite, ya ponen este mes en librerías este tomo-volumen-ómnibus joyita que tantos y tantos estábamos esperando. La Boba Fett: Antología. Un tochal en tapa dura con cantidad de aventuras de este atractivo cazarrecompensas que comenzó en pantalla siendo afín al Imperio, personaje que con muy poco se hizo con el atractivo de muchos fans de la películas. Un icono para los que flipábamos cada vez que veíamos su armadura o casco en pantalla. Quinientas páginas de pura acción. Donde tal como se anuncia, se recogen nueve historias que relatan algunas de las misiones más peligrosas del gran aventurero Boba Fett. Y añado yo. Aunque no están todas las mejores, el noventa por ciento de ellas, sí.

Y el volumen empieza con la que es para mí la mejor trama, al menos, la más sorprendente. Boba Fett: Enemigo del Imperio sucede antes de los eventos de Una Nueva Esperanza (Episodio IV), donde Darth Vader ordena al mejor cazarrecompensas de la galaxia una misión de búsqueda y recuperación. Boba Fett debe descubrir y devolver a Vader una pequeña caja cuyo contenido podría cambiar el destino de todos. Pero tras una misión tan importante, Vader no puede depender de un solo operativo así que… ¡No puede permitir que Fett escape con vida! ¿Boba Fett luchando contra Darth Vader? Eso es amigos, ¡eso es! Miniserie de cuatro números, joyita única, indispensable para el verdadero fan de La Guerra de las Galaxias.

Le sigue otra miniserie de las que te dejan el culo torcido por lo inesperado de su trama. Cinco números donde se promueve una retórica: ¿Recuerdas cuando Han Solo todavía era un sinvergüenza? Ah, los buenos viejos tiempos… En Inframundo: La basílica de Yavin, un grupo de hutts decide hacer una apuesta para ver quién tiene más peso en todo el inframundo galáctico. Y establecen una meta para este concurso. Deciden contratar gente para buscar el legendario Yavin Vassilika, un tesoro legendario que la mayoría de los seres sintientes del universo no creen que exista. Se reclutan los mejores y más brillantes pícaros del universo de Star Wars, es decir, Boba Fett, Han Solo, Chewbacca, Greedo, Lando, Dengar y otros se unen y se enfrentan para decidir quién es el mejor sinvergüenza de todos. Muy divertida lectura.

Le siguen a estas historias dos numeritos sueltos de la serie Star Wars: Empire (Imperio) exactamente en los que aparecía Boba Fett. En Sacrificios, con la noticia de la destrucción de la Estrella de la Muerte extendiéndose por toda la galaxia, la Rebelión se ha vuelto más audaz y el Imperio ha tomado medidas más duras. ¿A qué lado apoyará Fett? En Escombros, Boba Fett tiene la misión de encontrar un holoproyector que contiene una grabación insustituible.

Llegamos entonces a Boba Fett: Fuerza Desmedida, un historia donde conoceremos un suceso inesperado, nueve meses después de la Batalla de Yavin. Le sigue Boba Fett: Rescate, la investigación de la señal de socorro de una extraña nave en el espacio en la que el cazarrecompensas lo pasará mal de verdad. Motores gemelos de destrucción, nos muetra a Fett descubriendo que alguien le imita y decide enseñarle a ese dopplegänger de pacotilla quién es verdaderamente el cazarrecompensas más temido de la galaxia. Boba Fett: Muerte, mentiras y traición habla de Boba Fett y sus precios exorbitantes para cada trabajo. Pero si buscas venganza o protección, él lo hará. Si estás buscando recuperar a tu prometido secuestrado, a la heredera de la fortuna de un hutt, ningún precio es demasiado exorbitante, ¿no?

Adoro el dibujo de John Wagner y en este cómic se sale.

Cierra este ómnibus Boba Fett: Agente de la muerte, donde diez años después de la Batalla de Yavin, el último superviviente de la especie Gulmarid, quiere vengarse de los comandantes del navío imperial Azgoghk, el almirante Mir Tork y el doctor Leonis Murthé, por capturar miembros de la especie y hacerlos sufrir hasta su extinción. Contratan a Boba Fett para el trabajo, no solo por la pequeña tarifa ofrecida en este caso para ello; más bien, para que el cazarrecompensas pueda ganar fama a nivel intergaláctico.

Boba Fett: Antología fue en USA una de las publicaciones de los Star Wars Omnibus. Pero hubo más: Tales of the Jedis, Knights of the Republic, Dark Times, Clone Wars: Republic goes to War, X-Wing Rogue Squadron… El de Boba Fett fue el volumen #12 de todas estas maravillas y el más vendido, por lo que he podido saber. Así que ojalá Planeta Cómic decida traernos algún día todas estos ómnibus que no son otra cosa que puros tesoros comiqueros.

¿Estamos ante uno de los mejores regalos que se pueden hacer estas navidades? Boba Fett: Antología se postula como uno de los más serios candidatos, sin duda. Al menos, si queréis ver en ellos o ellas esa sonrisita nerviosa de gustirrinín.

Reseña: Extremity, de Daniel Warren Johnson, Mike Spicer y VVAA

A veces, aparece un cómic que inventa un mundo completamente nuevo lleno de detalles e historia y que si vas predispuesto, te impregnas de ello cosa mala. ECC Ediciones publica este mes (¡en un solo tomo!) los doce números que comprenden la serie Extremity. Un ejemplo de cómo una idea bastante trillada puede generar una historia asombrosa y personajes fantásticos. Daniel Warren Johnson es el culpable-creador, guionista e ilustrador de este volumen de guerra post-apocalíptica, un yomeloguiso-yomelocomo, que le ha quedado genial como obra de autor. Una inspiración de cómic que os advierto ya que os gustará muy mucho a todo fan de la saga fílmica de Mad Max, la peli La Carretera o amantes del entorno del manga El Puño de la Estrella del Norte.

Extremity sigue un conflicto entre dos clanes: los Panzina y los Roto. Cada uno de ellos dirigidos por dos líderes despiadados, el jefe Jerome y la reina Nim. Con el tiempo, aprendemos sobre los eventos que crearon el conflicto entre estos dos mandatarios. Tiempos en los que se quemó el rostro de la hija de la reina Nim en una disputa fronteriza entre los dos grupos y la reina juró vengarse por los siglos de los siglos. Fue entonces cuando atacó de improviso al clan contrario y los expulsó de sus hogares. Para más inri, Nim vengó las heridas de su hija ordenando el asesinato de la esposa de Jerome y desmembrando personalmente la mano de la hija de Jerome, la pequeña Thea… Una locura.

Varios años años después nos topamos con un Jerome roto e iracundo. Jerome todavía lamenta la pérdida de su esposa y la mutilación de su pobre hijita. Por eso ha dedicado su vida a su objetivo de retribución contra el clan Panzina. El jefe lidera a su tribu en una búsqueda para eliminar a esa jodida civilización de una vez por todas. Jerome está dispuesto a lograrlo, haciendo lo que tenga que hacer. La sangre tiene que bañarlo todo y él estará allí para verlo y disfrutarlo. No os quepa la menor duda.

Extremity existe en un mundo post-apocalíptico similar al de Borderlands, u otros muchos cómics que tratan este tema. Pero este que os reseño hoy lleva intrínseco una intensidad desmadrada, en ocasiones, una ira que impacta en varios momentos de la historia. Hay batallas extremadamente sangrientas entre los Roto y los Panzina. Los hombres usan lanzas para empalar cabezas y miembros del cuerpo humano vuelan constantemente por los aires. No obstante, este derramamiento de sangre nunca parece excesivo ni gratuito porque encaja perfectamente con el tema y porque según mi opinión, es REAL. De buenas es sabido de lo que es capaz el ser humano para con el prójimo en caso de guerra y rencor. Pero Daniel Warren Johnson hace que nos preguntemos si la cruzada de Jerome por la justicia está justificada. Y no solo vale decirse que la violencia genera violencia, que si tal, que si cual. Lo que hay que pensar es, en el después. ¿Realmente merecen la pena las guerras? Si tus enemigos te tratan cruelmente, ¿deberías actuar con crueldad de la misma forma, pensando que este juego nunca tiene fin hasta que se cavan dos o trescientos millones de tumbas más? Este es el tema que aborda Extremity. Los personajes centrales de esta historia son Thea y Rollo, los dos hijos de Jerome. Thea fue una artista talentosa desde que era muy joven. Jerome siempre decía que podía ver los detalles y la vida donde otras personas no podían. La infancia inocente de Thea terminó abruptamente cuando murió su madre. Luego perdió la capacidad de dibujar bien, una vez le cortaron su mano buena. Ahora Thea sigue fervientemente a su padre en su búsqueda de venganza. Se convirtió en una dura guerrera que nunca duda en seguir órdenes. El soldado reemplazó al artista. Se supone que debemos preguntarnos si la joven sensible dentro de Thea todavía está ahí o es parte de lo que murió con su madre.

Es realmente increíble que Daniel Warren Jonhson, junto con Mike Spicer (quien solo colorea), dibujaran tantas y tantas páginas de esta historia. Tremendo trabajo artístico que nos traslada perfectamente al mundo cruel de Extremity. Una historia de dos tribus rivales con una brutal enemistad de sangre entre sí. El cómic, que Image Comics describió en USA como violento pero también emocionalmente conmovedor. Ya lo tenemos en librerías del país gracias a ECC Ediciones. Por mi parte agradezco mucho la publicación de obras así y el apoyo editorial, donde se le da oportunidad a autores que intentan sacar adelante lo que le sale de dentro. Grandes historias independientes. La mayoría de editoriales van a lo fácil. A publicar al famosete, cosa que obstaculiza mucho al que intenta salir del anonimato y tiene mucho que aportar.

En Extremity lo que queda es un gran trabajo con el que debatir los horrores de la guerra en un escenario y futuro fantástico, pero quién sabe, quizás no muy alejado del nuestro.

Reseña: Star Wars. The High Republic. Aventuras, de Daniel José Older, Harvey Tolibao y Rebecca Nalty

Vamos calentando motores que se aproximan nuevamente tiempos guaposos de Star Wars. Por lo que uno, como no lo puede dejar mucho tiempo después de haber sido envenenado con el dardo ya hace unos años con esta saga/mundo/universo mítico; pues recurro a Planeta Cómic, lugar donde encontrar toda una serie de títulos y eventos de La Guerra de las Galaxias y su Universo Expandido que me flipan. No hace mucho reseñé El Miedo No Existe (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6643), cómic de The High Republic, este nuevo evento tan en boga ahora, que me dejó unas tremendas sensaciones. Bien, pues para los interesados, deciros que dentro de The High Republic se están elaborando toda una serie de títulos la mar de interesantes pero también independientes a la hora de disfrutar; siempre que tengas asimilado el concepto base para con la historia, y del que si no sabes nada, yo te cuento.

Star Wars: The High Republic es un proyecto que fue anunciado por primera vez como Proyecto Luminous, una idea general en el que empezaron a trabajar Cavan Scott, Claudia Gray, Charles Soule y varios autores más como Daniel José Older, Harvey Tolibao y Rebecca Nalty. Es decir, autores que ya han trabajado en obras para el Universo Expandido, y que pensaron en una idea que abarcaría tanto cómics como libros para contar una historia interconectada ambientada en la Era de la Alta República. ¿Cómo? Tranquilos, que sé que no todo el mundo es tan friki, jajaj… Son y serán aventuras ambientadas dos siglos antes de los acontecimientos del Epidodio I: La Amenaza Fantasma, aquel film donde vimos la infancia del glorioso Darth Vader.

The High Republic: Aventuras que recién publica Planeta Cómic contiene los primeros cinco números de la serie original. Es uno de los tomos recopilatorios de IDW que más se ha vendido en USA aunque aquí se ha decidido publicar en formato TPB. Un tomito donde nos llevan al Sistema Trymant, donde un grupo de jóvenes padawans, bajo la guía de Yoda, andan en una misión en la ciudad de Bralanak, para salvar a la gente de las consecuencias del desastre hiper-espacial, y donde una joven jedi llamada Lula Talisola, pronto se convertirá en una de sus más brillantes discípulas. Mientras tanto, en la ciudad de Bralanak, nos encontramos con un habitante de Zeen Mralan al que siempre le educaron para tener un enorme cuidado con todo lo que respecta a la Fuerza. Y ya sabréis porqué. Pero Yoda despliega en la ciudad a los padawans en deslizadores para salvar a todos los civiles que puedan. Lo que lleva a una escaramuza con algunos piratas que han aprovechado para saquear el planeta. Y como colofón del primero número, se cuenta un secreto que dejará a muchos fans con el culo torcido.

Así empiezan estas aventuras palomiteras de una nueva época chula de Star Wars.

Como gran fan de la mejor saga espacial de todos los tiempos, nunca tengo suficiente tras leer y ver films que corresponden al canon de Lucas. Pero fuera, hay más. Los libros y autores también súper fans, hacen un trabajo glorioso porque lo sienten y con ello se inspiran y rellenan huecos de una trama eterna, de épocas, mundos, diferentes culturas, infinitas historias que se quieran proponer e imaginar. Por que para intentar recopilar algo así…, la metáfora es fácil. Con Star Wars se tiene todo un universo para crear todo y más de lo que uno quiera, o mejor dicho, Disney en estos momentos te deje explorar. El ejemplo lo tenemos claro en la seriaza que se han marcado Jon Favreau y Dave Filoni con The Mandalorian. Dos fans de toda la vida, trabajando con amor para la saga que llevan en su corazón desde pequeños, de ahí, ¿qué pude salir mal? Pues eso mismo está ocurriendo con The High Republic.

Si metemos o se reúnen unos pocos de los autores que llevan toda una vida haciendo cositas para Star Wars, todo para crear una serie de aventuras y nuevos eventos, en ese «brainstorming» de cabezas pensantes con dones literarios… Las historias salen como churros. Pero churros buenos para mojar en chocolate. Que si te crean una raza nueva, un personaje distinto que dirige todo un clan, un jedi diferente en conceptos, un cazarrecompensas del que pende su familia, un pícaro que roba para un Estado o un soldado del Imperio que odia su trabajo… Saber de sus vidas, mola. Y pienso disfrutar del Universo Expandido, todo el tiempo posible que mis ojos lectores me dejen.

Eah.

Reseña: LEM. Una Vida Que No Es De Este Mundo, de Wojciech Orliński

De un tiempo a esta parte habréis visto mi pasión por leer todo de Stanislaw Lem. Es algo que siempre pensé que haría llegado el momento, algo que se puede hacer desde ya gracias a Editorial Impedimenta que está elaborando toda una serie de títulos del maestro polaco, trayendo a nuestro país incluso obras nunca publicadas en nuestro idioma. Lo he contado alguna vez: el comienzo de mis aventuras con Lem fue infructuoso. Probablemente, fue en mis primeros años de bachillerato donde hice amistad con el hermano mayor de un amigo el cual leía Ciencia Ficción, después Science Fiction y también CF. Es decir, solo leía dicho género y cuanto más clásico mejor. En algunas charlas, me contaba argumentos que me flipaban, me hablaba de autores y sus ideas, un tema que en mis inicios de escritor me atraían cosa mala. Y lo hice. Creo que fue en aquellos años cuando adquiró Solaris..., y sin embargo, fue una novela que no terminé. Y no entendí (entonces) que veían los demás en Lem, por qué lo alababan tanto. Bastantes años después, esto cambió radicalmente. Lo único que he podido deducir es que mi mente en los años 90 no estaba preparada para este genial autor. Podéis encontrar reseñadas varias de sus obras en Desde New York – Crónicas Literarias. Dadles al buscador. Me estoy poniendo al día con todo-todito-todo lo que pueda devorar. Y cual fue mi sorpresa cuando me entero que, para colmo, Editorial Impedimenta (siempre maravillosa) va y recién edita una biografía sobre él. Algo que no esperaba leer/devorar nunca.

LEM: Una Vida que no es de este Mundo, me cautivó por la viveza con la que está escrita y la habilidad con la que nos lleva y ambienta el autor Wojciech Orliński, para con la época en la que vivió el maestro polaco. Pero no os equivoquéis, no es una biografía con un enorme conocimiento histórico y un lugar donde mostrar el don, ese magnífico poder al cual tienen acceso solo unos pocos creativos en este nuestro plano existencial. Una Vida que no es de este Mundo muestra a un hombre diferente e increíble, sí, pero tan natural como cualquiera de los demás mortales. Y fueron tiempos extremadamente interesantes, después de todo, pues Lem nació en Lviv en el período de entreguerras, cuando Lviv todavía era una ciudad polaca. Durante la Segunda Guerra Mundial fue estudiante y de origen judío, lo que no facilitó (sobrevivir) durante el Holocausto. Como sugiere Orliński, esta crueldad de la guerra influyó tanto en Lem que cantidad de hechos si se analizan con cuidado, se pueden ver reflejados en los libros que escribió. Y en el volumen se dan muchos ejemplos de esto, lo cual es genial. Porque ahora, cuando lea otras novelas que me esperan o relea obrazas de mis preferidas como Congreso de Futurología, La Fiebre del Heno (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5599) o El Invencible (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5104), les prestaré enorme atención a los detalles.

También me gustó el enfoque que el autor le da a los hechos. Orliński sugiere algunas cosas y reflexiona sobre qué fue más probable y por qué de esta manera y no de otra manera, explicando los matices de la historia del país de Lem. Orliński escribe un libro que con cada paso de las páginas se vuelve cada vez más interesante. Porque relata los años de la República Popular de Polonia y cuenta anécdotas curiosas, lo que me fascinó inmensamente. Desde mi punto de vista, se habla de una persona que era algo inocente en aquellos años y que quizás su mente, por encima de otras muchas, decide no recordar los ineptos comportamientos de un sistema político que solo buscaba el beneficio de unos pocos. A veces, cuesta creer que una vida humilde fuera posible en momentos así. En este libro hay una increíble cantidad de anécdotas e historias de todo tipo vistas desde diferentes puntos de vista: el propio Lem, su esposa, sus amigos y su hijo (a quien seguramente algún día leeré porque también escribe). Se muestra el carácter de cada uno de ellos de forma muy real. Eso si, al leer, debéis concentraros mucho para no perderos ninguno de los sabores y sinsabores que Lem tuvo en sus inicios. Es una pena perderse siquiera una palabra, porque todo es curioso e interesante.

¿Qué imagen queda? El Stanislaw Lem de Orliński es un hombre modesto que trata de lidiar con el trauma de la posguerra de alguna manera. Lem también es un genio con el valioso rasgo de tener una curiosidad constante por el mundo. Un soñador que imaginaba cómo era la vida ideal en Occidente, en su propia casa o en su propio coche. Realidades o sueños que insistía en convertirlas en «sensatas» en sus escritos. Pero también tenía sus cositas. Era un poco terco, le gustaba conducir automóviles peligrosos y tuvo que lidiar con problemas de salud constantes. Y aquí se puede sentir que Orliński le fascina Lem. Y logra transmitir esta fascinación al lector.

Un volumen con bastantes Notas a Pie de Página, lo que significa que está tremendamente bien documentado.

Y, por supuesto, genialmente traducido por Bárbara Gil.

Muy recomendable para sus fans.

Reseña: Weird Science Vol.1, de Al Feldstein, Wally Wood, Harvey Kurtzman y VVAA

Diré algo muy obvio. Con la publicación traída a nuestros días de joyas del cómic como son las antologías Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567) y ahora Weird Science, mi opinión es que Diábolo Ediciones se ha puesto en el candelero como editorial totalmente a seguir. Obras que se agradecen en un nuevo formato, grande, a color y en tapa dura. Son obras que uno gusta tener en la cómicteca y sacar de vez en cuando para leer y quedar satisfecho con historias que con poco dicen mucho. Son (repito) joyas en sí mismas que uno debe tener. Y que se disfrutan aún más en esta época de Halloween donde los mejores géneros de la ficción se empoderan tanto en tardes de penumbra y frío. Por eso, y solo por eso, la publicación de Weird Science es otra celebración.

Weird Science fue una de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Quiero dejar muy claro ya que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; el tema es que encima os lo estoy recomendando como compra para disfrutar en Halloween y esto es porque Weird Science aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror cerca. Un ejemplo sería decir que estamos ante guiones súper disfrutables para aquellos que consideran el film Alien, de Ridley Scott, más una peli de Terror que de CF. Aunque a mí me gusta decir, que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Bien, pues ese sandwich-mixto calentito es lo que encontraréis en Weird Science.

Durante un período de cuatro años, un semanario que publicó algo más de veinte números y finalizó con el número de noviembre/diciembre de 1953. Weird Science es otra maravilla que Bill Gaines y Al Feldstein se sacaron de la manga en una época en la que CF comenzaba a despuntar en mi USA de mis amores. La revista bimensual reemplazó a otra de romances (Saddle Romances) cuyas ventas no iban bien. Pero fue una transformación y Gaines y Feldstein decidieron no reiniciar la numeración para ahorrar dinero. Por eso no debéis asustaros al encontrar que este primer tomo comienza con el Weird Science #12, llega hasta el #15 y después le sigue el Weird Science #5. Fue a partir de este último que todos los números se enumeraron ya correctamente. Debido a esto, el Weird Science #12 de mayo/junio de 1950, es, en definitiva, el primer número de la colección.

Pero no hay temor aunque estemos antes cómics de los 50s. Historias bellamente representadas, y ahora recoloreadas para un genial tipo de papel. Nada que ver con anteriores ediciones. Además del avance de George Lucas (el dios creador de Star Wars), que leyó estos cómics cuando era niño, también el tomo aporta un relato de Grant Geissman sobre cómo surgieron en la EC Comics dichas revistas. Pero lo que importa es, que aquí vais a encontrar cómics súper inspiradores. Según Geissman, Weird Science y su compañera Weird Fantasy, cuentan con los considerados «primeros cómics verdaderos» de Ciencia Ficción. Ejemplos anteriores eran las historias de aventuras al estilo de Flash Gordon ambientadas en el espacio, pero Weird Science ocupó otros tantos temas variados que quedaban en el candelero: invasiones alienígenas, robots y viajes en el tiempo. Si a estos temas incluimos a villanos malos-malutos que quieren destruir el mundo porque sí, ya tenemos los ingredientes indispensables para la paella que nos gusta devorar de una sentada. Sazonadas con un vinito de ansiedad por las armas nucleares que era otro tema común entonces.

Hay una historia en este volumen que involucra a un hombre caído accidentalmente bajo la influencia de una máquina que provoca que comience a encogerse sin cesar hasta ser más pequeño que un átomo. Y continúa. Es una historia que me recordó a mi amado relato Submicroscópico, una historia que además fue publicada seis años antes que la famosa trama de Richard Matheson (The Shrinking Man), que se convertiría en la famosa película El Increíble Hombre Menguante un año después. Es decir, que nunca mejor dicho, estamos ante Historias de Anticipación. Los mejores guiones que inspiraron a grandes maestros que parieron grandes obras después. Guiones, la mayoría escritos por Al Feldstein, tío que tenía una imaginación notablemente maravillosa para la época. «Cosas” del Espacio Exterior, ¡La Micro-Raza!, El Hombre Eterno, He creado un… ¡Gargantúa!, La Última Guerra del Mundo y/o ¡El Hundimiento del Titanic!, son historias que se os grabarán a fuego. Pero también otras muchas que sorprenden por su originalidad. Feldstein dibujó además algunas de las historias pero otros grandes consagrados pasaron por aquí: Frank Frazetta, Al Williamson, Sid Check, Jack Olesen, Wally Wood, Jack Kamen, Harvey Kurtzman (estos tres últimos creadores de la revista MAD años después). Una mancha del espacio exterior, una conspiración alienígena secreta en la tierra, más de una paradoja de bucle temporal, un hombre gigante desenfrenado, plantas súper sensibles que atacan a los humanos y el final de la mundo varias veces. ¿Qué más puedes querer leer en un ratito de sofá?

Cuentan que el dibujante/guionista Harry Harrison se atribuye el mérito de haberle dado originalmente a Gaines la idea de publicar Ciencia Ficción en formato cómic. Bendito el momento.

Otra colección indispensable.

Reseña: Celestia, de Manuele Fior

Celestia es la utopía que propone Manuele Fior. Una isla en una laguna que sirve de refugio ante una misteriosa invasión (¿Guerra?). El escenario ya desde el principio es atractivo, a la vez que precioso, te lleva de todas-todas a pensar en la Venecia de agua omnipresente, los escasos habitantes moviéndose en barco… Algunos usan máscaras como en el carnaval. Me encantó que el personaje principal usara maquillaje con una gran lágrima de Pierrot bajo del ojo derecho… ¡Y con su nombre!

Salamandra Graphic es el sello de Penguin Libros que publica novelas gráficas en nuestro país. Se puede decir (y no pasa ná) que es la mejor editorial que se dedica a este formato propiamente dicho. Por eso siempre tengo un ojo puesto en sus publicaciones. Y más cuando mi sistema de alarma me avisó que publicarían Celestia, de Manuele Fior, una de las utopías más aclamadas de los últimos tiempos dentro del cómic europeo. Tal como cuenta la editorial: el esperado regreso del autor después de siete años.

Manuele Fior regresa con una fábula sobre la capacidad de los más jóvenes para solucionar los problemas del viejo mundo. Un mundo alternativo, diferente y al mismo tiempo, similar al nuestro. Casi trescientas páginas para una historia que se devora en nada. En Celestia claramente estamos ante uno de los registros usados de la CF dónde se nos habla de una ciudad poblada, aislada, parecida a la nuestra pero con alguna diferencia. Aquí, por ejemplo, sus habitantes gozan de poderes telepáticos. Las relaciones entre los personajes, el pasado que les atormenta, sus sueños; de todo esto y más sabremos. Celestia debéis tomároslo ante todo como un escenario bello, con una portada que con poco, dice mucho. Celestia es también un cuento futurista, tan paralelo a La Terre des Fils (La Tierra de los Hijos), de GIPI, que diría que aporta bastante haber leído uno antes que el otro o viceversa. De hecho, también encontramos ingredientes de La Naranja Mecánica, de Anthony Burguess, con esa banda de malutos que se cruza en el camino de los protagonistas Pierrot y Dora. Personas que dan lugar a escenas de gran violencia, poesía y contemplación. Dora pertenece a un grupo de telépatas cuyas actividades son organizadas por el padre de Pierrot. Sin embargo, ambos están fuera del banquillo. Pierrot intentando entrar y Dora queriendo salir de él. Los acontecimientos los llevan a quererse marchar de esta ciudad acuática. Es entonces cuando nos enteramos que esta ciudad estuvo anteriormente conectada al continente pero que tras una invasión de la que no se sabe nada, el puente que unía dichas tierras, fue destruido. Por lo tanto, escapar del padre, escapar de estos amiguitos invasores, se convertirá en todo un desafío. Llegar al mundo más allá del puente en una góndola…, a otro mundo de extraños que viven en autarquía o incluso volver a la infancia como para algunos, todo esto y más supondrá hacer dicho viaje.

La peregrinación de Pierrot y Dora se convierte así en una historia que nunca olvidaré. Un viaje misterioso y contemplativo, pero inspirador para los que nos gusta escribir y no podemos salir de esa droga de evasión. Manuele Fior aporta además un recurso en Celestia que me encanta en las historias de CF y Terror: deja un final libre a interpretaciones. Con la trama, el autor se cuestiona y a la vez nos pregunta sobre esta sociedad del futuro. ¿Deberíamos permanecer aislados del mundo para preservar nuestra seguridad? ¿Por qué tener miedo a salir, correr riesgos y afrontar lo desconocido? La vida es AHORA.

El diseño de Celestia se reafirma en sus colores de atmósfera soberbios, como dicen que suelen ser las obras de este autor. No hay burbujas de discurso superfluas aquí (bocadillos), las imágenes, a menudo, hablan por sí mismas. Si te gustan las historias ambiciosas, esas tramas de futuro incierto, yo me dejaría embarcar en esta nueva novela gráfica que propone el italiano y que se acaba de publicar en nuestro país. Pero en cambio, si eres súper fan del cómic franco-belga, del más clásico, iría con cuidado. El dibujo de Celestia es tan diferente que puede impactar. Acuarelas que admito no son para todo el mundo.

Reseña: El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem

Cuando creía que no iba a leer ninguna novela apocalíptica más que me sorprendiera, va y me topo con El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem. Una novelita corta que acaba de publicar la siempre recomendable Impedimenta Editorial en este centésimo aniversario del nacimiento del autor. Una novela satírica como solo podría escribir el maestro polaco. Una historia que marca al leerla.

Stanisław Lem nació el 12 de septiembre de 1921 y murió el 27 de marzo de 2006. El autor polaco con toda una vida de premios literarios, en 1973, recibió una membresía honoraria de la SFWA (Science Fiction and Fantasy Writers of America), cuya aceptación provocó alboroto entre algunos miembros y le dieron y quitaron la mención en más de una ocasión. Cosas de norteamericanos. Pero lo que está claro es que Lem es un autor consagrado que pasó a la posteridad por su enorme obra. Y me da que Impedimenta con sus constantes publicaciones nos lo va a hacer saber.

Las historias de Ijon Tichy no son Ciencia Ficción dura, se mueven mejor entre el sarcasmo o la comentada sátira social. Generalmente muestran al personaje principal viajando a planetas distantes y observando y comentando sus costumbres, que a menudo recuerdan extrañamente las costumbres humanas. La mayoría de las historias se recopilaron en una antología llamada The Star Diaries, volumen que sueño con verlo publicado en nueva edición en nuestro idioma. Una idea muy chula pues el conjunto de historias de este personaje tiene un componente recursivo en el sentido de que Tichy se refiere a su propio libro «The Star Diaries» como una narración de sus viajes e implica que la historia que está contando actualmente aparecerá en una edición futura del libro…

El Profesor A. Dońda (De las Memorias de Ijon Tichy) se publicó por primera vez en la revista Szpilki en 1973, y fue posteriormente editado en varias colecciones y antologías. No muy tarde llegó a la parte occidental de Europa. Fue traducido al francés (1977), alemán (1978), portugués (1987) así como al ruso (1988). ¿Y aquí? Pues llega por primera vez en 2021 (¡Dios!). Pero nunca es tarde si la dicha es buena y gracias al empeño genial que está haciendo con este consagrado autor Editorial Impedimenta -así como a la magnífica traducción de A. Murcia y K. Mołoniewicz-, ya lo tenemos por estos lares. La trama cuenta una «historia dentro de una historia». La historia marco comienza con el autor (Ijon Tichy) quejándose de que tiene que grabar sus memorias en tablillas de arcilla, como hacían los babilonios. Esta lamentable situación se debió a que el mundo ignoró la advertencia del Profesor A. Dońda (compañero fue Ijon Tichy), quien estableció que la información contiene una especie de «masa crítica», y cuando se excede (algo similar al uranio), puede ocurrir una destructiva reacción en cadena. Tichy luego procede a contar la historia del profesor…

El suspense de todo lo que rodea a Dońda está ambientada tras un holocausto informativo, resultado de la transformación de la información en masa por parte de Dońda, que provocó la desaparición de los contenidos de todos los bancos de datos informatizados. Y aunque causó una enorme hecatombe en el Primer Mundo, supuso un enorme alivio para el Tercero; que dejó de estar tan alejado de la riqueza o el ansia de una vida normal. No solo las armas modernas se volvieron inutilizables, sino que el sistema monetario mundial con el dólar estadounidense como la principal moneda mundial, también se derrumbó. Lo que obligó a la humanidad a regresar al paraíso, a la naturaleza, al edén que partimos.

El periodista, escritor y bloguero Wojciech Orliński dijo que el profesor Affidavid Dońda es uno de los personajes genios más comprensivos de Lem. Toda su vida, literalmente desde su misma concepción, incluyendo su nombre y apellido, fue una cadena de errores y coincidencias, que eventualmente lo llevaron a ser quién es y a su descubrimiento. Sus divertidas hazañas en el país africano ficticio de Gurundiwaju no son otra cosa que una aguda alegoría de la República Popular Polaca de la década de los 70s. De este relato y de su conclusión apocalíptica derivó la «Ley de Dońda» que dice: «Cualquier cosa que pueda hacer un ordenador pequeño con un programa grande, un ordenador grande con un programa pequeño puede hacer lo mismo. Por lo tanto, la conclusión lógica es que un programa infinitamente grande puede funcionar solo. Sin ningún ordenador». Y Dońda explica su razonamiento. En esencia, lo que viene a decir es que infinitamente mucha información puede funcionar sin problemas y difundirse rápidamente sin la ayuda de ningún dispositivo. Significa que la enormidad de la información se manifestará libremente tarde o temprano.

El catastrófico final de esta historia, os va a dejar el culo torcido.

Una joyita.