Reseña: Sentinel, de Sardina y D´Angelo

Tras estar disfrutando de los buenísimos cómics de Sergio Bonelli Editore, quería darle una oportunidad al cómic independiente italiano. Quería saber qué se está publicando en el país de la bota que fuera interesante para mí y que, por supuesto, se pudiera leer en nuestro idioma. Fue así cuando me topé con Shockdom (https://es.shockdom.com/), una editorial italiana que desde su fundación en el año 2000, apuesta por el talento, la innovación y la ruptura de esquemas, tal como ellos se definen. La editorial cuenta con una larga serie de proyectos innovadores como integrar la edición impresa con la digital, fue la primera en hacer cómics para teléfonos móviles en 2005 o crear una plataforma digital de blog exclusivamente dedicada al noveno arte. Shockdom es una editorial a tener muy cuenta. Os lo digo ya. Sobre todo, por traer a la Tierra de Conejos titulos que de otra forma no podríamos leer en español y por contener en catálogo títulos como Sentinel, un volumen único con una historia que con muy poco, pone de los nervios.

La premisa básica: tras un naufragio, un padre y su hijo despiertan en una isla habitada por individuos inquietantes y peligrosos que quieren cazarlos como animales. Simone D’Angelo y Tony Sardina, autores de Sentinel, contaron en una entrevista que ya se conocían. Fue en la Escuela de Ilustración de Palermo, donde a menudo intercambiaban opiniones e insultos amistosos. La primera colaboración real llegó un par de años más tarde, cuando fundaron el Outclass Art Studio, con varias propuestas, entre ellas, North Sentinel (en ese momento se llamaba así). Es decir, estamos hablando de un cómic que se fraguó hace tiempo y entre dos amigos con la misma ilusión y hobby en la vida. ¿Qué mejor base que esa?

Pues una trama que atrape, y que viene inspirada gráficamente por Death Stranding, un videojuego de Hideo Kojima. De hecho, el náufrago que protege a su hijo a toda costa es un claro homenaje a Sam Porter Bridges. Pero aquí, dicho náufrago no sabe a qué se enfrenta realmente, anda a tientas en la oscuridad y no puede interactuar con nadie que hable su idioma. Todos los elementos que le rodean se convierten en preguntas y la soledad aparece como su única/peor amiga.

En un entorno muy a lo Perdidos (Lost) con nativos agresivos y más de un elemento paranormal, que parte de una leyenda que azota la naturaleza de la isla; el protagonista lo va a pasar realmente mal.

Así es Sentinel.

Tras disfrutar con esta obra, me ha gustado saber que ambos autores llevan año trabajando incansablemente en más títulos para el mercado exterior. Con suerte algunos de esos proyectos llegarán a nuestro país. Y si puede ser ese producto del que no quieren contar nada pero que va destinado al mercado norteamericano; mucho más y mejor.

Todas las esperanzas del protagonista de Sentinel residen en un mujer. La única persona que parece querer ayudarlos. Atentos a lo que ocurre después porque os va a dejar a más de uno/a con el culo torcido. Un álbum en formato clásico de cómic europeo de 64 págs., que se disfruta en una ida y vuelta de metro. Tremendamente interesante.