Reseña: La Odisea, de Luc Ferry, Clotilde Bruneau, Lorusso y VVAA

Cuando leo en formato cómic obras como La Odisea, se me vienen a la mente frases de un amigo que tengo el cual utiliza siempre un lenguaje un poco llano pero más sincero que todas las cosas. Diría: “Esto hay que leerlo así”. Y es que como pasa con los niños, el lenguaje más fácil, más directo, suele ser el más aclaratorio. Una historia mil veces contada, una trama, la mitología bien representada y maravillosamente ilustrada… Esto hay que disfrutarlo así.

En un volumen de cómic europeo como el que Yermo Ediciones ha publicado en nuestro país, Luc Ferry y Clotilde Bruneau sacan adelante un guion para que sea representado y traído a la vida por las ilustraciones de Didier Poli, Giovanni Lorusso y Giuseppe Baiguera. Una verdadera historia iniciática como es La Odisea, de Homero, trasladada al cómic, un cuento tan maravilloso y épico como aterrador.

Lleno de peligros y fabuloso que confronta a los hombres en el antiguo mundo griego poblado de criaturas peligrosas y donde los dioses se complacen en jugar con la debilidad humana. Para ellos, no somos otra cosa que una partida de ajedrez que controlan desde el Olimpo para aliviar su aburrimiento. Este viaje de regreso después del asedio de Troya es una prueba para Ulises que desencadenó en primer lugar en la ira de Zeus y especialmente en la de Poseidón. De ahí los numerosos obstáculos que jalonan el regreso a Ítaca. Pero todas las aventuras conocidas se describen aquí: el enfrentamiento con el cíclope Polifemo, la isla de los Lotophages, la isla de Circe, la isla de Calipso, el paso de Caribdis y Escila, el episodio de las Sirenas, el encuentro con el dios de los vientos Eolo… Y el episodio en el inframundo donde Ulises se encuentra con las sombras de los héroes muertos en Troya; que es por mucho mi favorito.

Aunque también mola mucho el del tensado del arco, una prueba imposible para estos arrogantes pretendientes de los cuales Antinoo y Eurímaco son los más viles.

En el dibujo, prefiero el de Lorusso. Lo encuentro más aplicado, con más vida y más grandioso. Una pena que Lorusso no haya podido dibujar todas las aventuras. Hubiera sido apoteósico.

He aquí una gran aventura y una hermosa, rigurosa y fiel adaptación a la obra de Homero. Tras Heracles, La Ilíada y Jasón y el vellocinio de oro, tenemos otra obra de Ferry clasificada en la colección La Sabiduría de los Mitos (La Sagesse des Mythes), títulos que ningún amante de las buenas aventuras y el tema mitológico debería perderse.

Reseña: Adrastea (Integral), de Mathieu Bablet

La pregunta que yo me hacía al saber de este integral de Adrastea, de Bablet, que ha publicado en nuestro país Tengu Ediciones, era: ¿Cómo acaba (bien) la historia de un inmortal?

La historia de un personaje que anda en busca de sí mismo pero también de su propia muerte. Tiene mil años, y a medida que avanza su viaje, los flashbacks que podrían ayudarnos a comprenderlo mejor se encuentran dispersos a lo largo de la historia que de alguna manera cuesta leer al principio pero a la que terminas por engancharte porque al igual que Melmoth el Errabundo, aquel genial clásico, obra cumbre de la literatura gótica, una vez que empiezas a conocer los detalles, quieres más y más. Una sensación de perdición se hace contigo, aquella que te traspasa el sufrido personaje. Que insisto, se basa en un escenario quizás no del todo exitoso, pero que está salpicado de muchas cosas buenas como son el conocimiento sobre el papel de la mujer en la antigüedad, los mitos antiguos, las paradojas de la eternidad…

Aunque tengo que decir que lo que hace realmente cautivadora la obra de Mathieu Bablet son los dibujos. Una línea repleta de detalles arquitectónicos, vegetales y atmosféricos, bañada por una acuarela de gran belleza. El amor por la arquitectura antigua, el placer de las perspectivas, desde lo alto o desde lo bajo en ciudades escalonadas, escaleras de caracol (ocultas o monumentales), jardines, fuentes, arcos triunfales, techos con palcos, bajorrelieves… y cielos que se abren con cada viñeta. Son una absoluta maravilla; montañas que se despliegan, bosques con luces pulsantes, en definitiva, un universo generoso y rico que ocupa todo el espacio de nuestra mente en cuanto disfrutamos de la lectura. Bravo, de verdad, porque este título es una autentica gozada en ese aspecto.

Los personajes, por otra parte, demuestran mucha menos perfección formal, pero por otra parte expresan una cierta fragilidad conmovedora que encaja en este paisaje como parte del todo. Y es que Mathieu Bablet nos trae la búsqueda épica de un rey inmortal por el amor y la muerte en el Olimpo. Después de diez siglos en el trono, el inmortal ex-rey de Hiperbórea parte hacia el Monte Olimpo para preguntar a los dioses por qué fue maldecido con tal condición y cómo finalmente se le permitiría morir para estar con la persona que amó. Un camino en el que encontrará hombres, mujeres, dioses y diosas que influirán y revelarán al viajero verdades que hace tiempo olvidó.

Un cómic a descubrir entre las novedades que solamente por su estética a la vez barroca y romántica, ya es del todo recomendable. Muy agradable sorpresa porque un cómic tan contemplativo no es algo común. Tenemos la sensación de que el autor está en su universo, que le gusta dibujar lo que dibuja, que está contento de ser comunicativo a través de sus ilustraciones. Si eres amante de los buenos diseños comiqueros, este volumen es para ti.

Reseña: Ars Magna Integral, de Alcante y Milan Jovanovic

En esta Época Maravillosa de los Integrales, uno ya puede leer cómics o series al completo como si de un buen libro se tratara. Decían los entendidos que llegaríamos a este momento, e incluso hoy en día se puede ver en otros temas (música, cine, series de TV, juegos…); que lo queremos todo-todito-todo y rápido. Sobre todo, si es bueno. En mi caso, estoy muy a favor de que se me ofrezca un integral, y aunque se tenga que hacer un mínimo de esfuerzo económico antes, poder llevármelo todo a casa bien calentito. Y genial cuando se refiere a cómic europeo, el cual siempre depende mucho de iniciales álbumes en formato serie en los que muchos nos dejábamos una buena pasta. Por eso, siempre alabaré la gestión de editoriales como Ponent Mon, editoriales que brindan en general en su catálogo por el formato íntegro. Poder disfrutar así de tramas tan absorbentes como Ars Magna. Un buen puñado de aventuras en la Segunda Guerra Mundial, como lo definió el mejor amante del cómic europeo que conozco, mi tito americano, del que ya os he hablado bastante así como de sus recomendaciones.

Dibujos muy limpios, mención especial a la protagonista femenina, maravillosa la recreación-ambientación, especialmente, en todo lo transcurrido en Bruselas… Un comienzo trepidante, poco visto en este tipo de cómics, efectos que te adentran en una trama tras otra… Efectos que se mantienen a un muy alto ritmo casi toda la trama. Y en ella, un sendero oculto, un secreto guardado durante siglos. Retrotrayéndonos a 1695, se aprovecha la reconstrucción de la Grand Place de Bruselas para ocultar un enorme secreto. El paso del tiempo consigue guardar ese descubrimiento aterrador hasta que en 1943, los nazis están a punto de descifrar el mensaje. Pero un joven historiador resiste e intentará adelantarse a ellos. Una búsqueda del tesoro del que dependerá, nada más y nada menos, que el resultado de la Segunda Guerra Mundial.

Ars Magna Integral recoge un ciclo en tres álbumes: Enigmas, Transmutaciones y V.I.T.R.I.O.L. Además, de un Making Of, la mar de interesante, para todos aquellos que sepan degustar el cómo, por qué y dónde. Indispensable leerlo para completistas mentales (así me defino) o estudiosos y pretendientes al diseño en viñeta.

El historiador Philippe Cattoir y sus amigos contra los nazis en la búsqueda de un infernal tesoro. Ese objeto llamado “Fénix», escondido en las entrañas de la ciudad por una antigua logia secreta y rodeado de cantidad de rompecabezas codificados. Una reliquia poderosa y fascinante traída de la época de Las Cruzadas, que ha perdurado en el tiempo sembrando muerte a su paso. Un escenario inmersivo, servido de un efectivo dibujo clásico y elegante, en uno de los períodos más emocionantes de la historia. Muy bien traída la comparación editorial con Indiana Jones: En busca del Arca Perdida, aunque en mi opinión lo vi más similar a El Código Da Vinci.

Sabed, que este integral es recomendado por la página oficial de Bruselas para descubrir la ciudad de una manera original. Ars Magna ha sido realizado por el guionista Alcante y como dibujante el señor Milan Jovanovic, con un esmerado cuidado tras una intensa recopilación de material de la ciudad.

Muy recomendable.

Reseña: ¿Quién es ese pitufo?, de Tebo

Nunca me habían convencido del todo las producciones de Tebo que había leído hasta ahora. Me parecieron sencillamente agradables y poco más. Aún así, algo me decía que con el tema-pitufo lo iba a bordar. Había escuchado cosas maravillosas de ¿Quién es ese pitufo?, y lo cierto es que este álbum que publicó hace nada Norma Editorial me ha encantado.

Y no me equivoqué. Un álbum donde claramente Tebo rinde un excelente homenaje al mundo de Peyo, y por supuesto, el escenario es ligero y está dirigido a jóvenes o a todos aquellos que siempre disfrutamos con el pitufeo. Pero funciona bien. El dibujo es muy dinámico y el hecho de que se aleje del estilo de Peyo un poquito no molesta.

El ritmo es dinámico también y el tipo de humor funciona. Me reí varias veces mientras leía y se siente que además Tebo se divirtió creando para este universo donde logra comunicar su entusiasmo. Lo digo en serio, me divertí mucho leyendo este álbum como un jovenzuelo leyendo cómics de risa.

Hay que decir que Tebo escribió una historia de Los Pitufos, mientras que en otros álbumes del mismo género parece que los autores escribieron un guion y luego añadieron un héroe conocido (como Spirou) para atraer al mayor número de lectores posible. Y es cierto que para disfrutar al cien por cien de lo que se cuenta en ¿Quién es ese pitufo?, para engancharse del todo, hay que amar el universo de Los Pitufos desde siempre. Porque no es un homenaje en sí, sino más bien una historia de autor basado en un mundo creado por un maestro. Pero Tebo consigue la hazaña de pitufar un cómic sin pitufar el espíritu que Peyo inculcó a estos pequeños duendes azules; el ritmo sostenido compensa una trama bastante lineal sin ser débil donde el autor cautiva al lector con su montaje casi cinematográfico.

¿La historia? Un pitufo que no habla pitufo, que ha pitufado la memoria y al que no pitufa ningún pitufo. ¡Y así empieza una aventura pitufante! Donde se va a pitufar sobre quién es este pitufo, y nuestros valerosos pitufos tendrán que pitufar numerosos peligros e innumerables pituferias… El genial artista Tebo nos ofrece su personalísima versión en un álbum que rebosa originalidad, diversión y frescura.

Así que… ¡A pitufar sin demora!

Reseña: Terapia de Grupo, de Manu Larcenet

Larcenet vuelve al cómic de humor y eso me gusta. Larcenet vuelve a subirse al escenario y habla de inquietudes artísticas. No sé si hay algo de verdad en los problemas mentales de su doble ficticio, pero si es así espero que haya exagerado con fines humorísticos porque el pobre Larcenet ficticio realmente necesita de un psicólogo.

En Terapia de grupo, Manu Larcenet vuelve con una sátira descacharrante en la que no deja títere con cabeza dentro del mundo del cómic. Una obra divertida y genial que se presenta esta vez reunida en un maravilloso volumen integral. Un tomo que comprende toda una serie de sketches sobre un autor de cómics (el propio Larcenet, vamos a imaginar) que intenta tener una buena idea y no la consigue, por lo que cae en una depresión. Pero también hay cómics falsos y artículos periodísticos que son muy divertidos.

Un tomo que, por supuesto, puede parecer a la larga repetitivo. Por eso este es un título (como todos los de tiras y sketches) que hay que disfrutar a sorbitos como un buen vaso de whisky o vino. Ver a «Larcenet» deprimido porque no encuentra la idea que lo ponga nuevamente en pie, me afectó mucho. Algunos sabréis que escribo historias a poco que surja la musa, pero nunca he estado en esa situación porque yo escribo cuando viene la idea y no al revés. No la provoco. La sencilla razón es que no escribo por dinero, no es mi trabajo y no tengo presión. Pero entiendo el agobio. Y sé que va en perjuicio del creador, en contra del don, la presión de las fechas. Quizás por eso me encantó y me hizo reír mucho, todo lo que se cuenta en Terapia de grupo.

En cuanto al dibujo, tenemos a un Larcenet que tira mucho hacia el narigón humorístico. Regresa con la que puede ser su obra más personal y provocadora, a caballo entre sus cómics puramente humorísticos (Bill Baroud) y los más serios (Blast, El informe de Brodeck), una línea intermedia que ya había tomado otras veces. Terapia de grupo es una gran serie cuando es visualmente desestabilizadora (colores estridentes, narices escandalosamente grandes), cuando se atreve a ofrecer una mirada desagradable a ciertos autores destacados y cuando desarrolla una declaración original sobre el hospital psiquiátrico.

Me encanta. Intento leer todo lo que de Larcenet se publica en este país.

Reseña: Lynx, de Serge Perrotin y Alexandre Eremine

En un futuro muy lejano, el hombre ha colonizado una gran cantidad de planetas, muchos de los cuales han sido asolados por las necesidades de los grandes conglomerados industriales. Para prevenir este tipo de desastres ecológicos, se creó LYNX. Los agentes de esta empresa se dirigen desde el planeta Ter3, en el sistema Bayer (cualquier referencia a una gran multinacional actual en el campo farmacéutico y en el campo de los productos fitosanitarios sólo es pura «casualidad»), donde uno de los agentes llamado Bor de la Roque, el mejor agente del DIPCE (Departamento Interplanetario de Prevención de Catástrofes Ecológicas), es un hombre experimentado y convocado urgentemente por su superior, el comandante Ward. Pero Bor no está de buen humor. Su investigación sobre el planeta Helis estaba a punto de concluir, implicando a la empresa Techlys. Se ve privado de las investigaciones a favor del agente Tervel, un agente notoriamente incapaz y corrupto. ¿El motivo del retiro de su destino? Bor, que ya no quiere un compañero de equipo desde la trágica muerte de su hija y esposa, y se ve obligado a buscar un nuevo compañero.

Comienza así la trama con su nueva compañera de equipo, una jovencita de carácter fuerte, inexperta y más testaruda que tonta que además exige trabajar con un joven de su edad, alguien «divertido» y atlético, un buen compañero y no de esos patanes que siempre hay que ayudar en caso de peligro. Porque… ¡Annet Pyriev no es una cualquiera! Es hija de Pyriev, el magnate de los medios de comunicación…, y una de las principales contribuyentes a los beneficios de la agencia que da trabajo a Bor. Y, por supuesto, tiene intereses en la empresa Techlys que Bor pretende derribar.

Vivimos una gran época para el fan del cómic. Muchos niños de los 70-80-90 ya estamos en edad adulta, somos más críticos con todo y la media del país dice que podemos normalmente permitirnos el lujo de leer lo que queremos. Ya le hemos dado la vuelta al jamón. Pero si nos referimos al maravilloso mundo del cómic europeo (comentaba lo de antes porque raro era el niño que en aquellas décadas podía pagarse un título procedente de la BD), encontramos que buenos dibujantes y guionistas son casi legión. El nivel es muy alto. Y eso se refleja muy bien en un cómic o miniserie como Lynx. En este caso concretamente, el ruso Alexandre Eremine es a la vez diseñador y colorista, dos tareas que asume de forma brillante. Y en cuanto al guion, tenemos una trama de aventuras mezclada con políticas de empresa que engancha. Raro de ver. Aparte del trasfondo de ciencia ficción clásica que se nos presenta con surcadores del espacio exterior. Eso siempre mola y es culpa de Serge Perrotin, el cual crea una construcción hermosa, compleja, con múltiples preguntas sujetas a otras tantas investigaciones en cada uno de los tres ábumes que se recogen en este genial tomo que recién publica Yermo Ediciones.

Mola de Lynx que deja las puertas abiertas a futuras aventuras, que por mi parte espero con impaciencia. Mola también de Lynx que trata muy bien los problemas ecológicos y de forma inteligente. Tenemos un nuevo título para amantes de la ciencia ficción clásica, la ecología y el thriller. Y para los que además gustan de tener un buen cómic europeo entre manos, Lynx debería interesaros.

Reseña: Carlota Emperatriz. Integral 1, de Fabien Nury y Bonhomme

No me canso de elogiar a este autor, que ha escrito numerosos relatos históricos, algunos desde el ángulo de la fantasía y otros en un tono mucho más serio. Carlota Emperatriz  lleva un tono serio pero tenemos… ¡Otro Nury, otro éxito brillante! Y es que este autor se esfuerza y se documenta de forma genial para sus cómics, y recorre y nos hace recorrer el trágico destino de la emperatriz Carlota de Bélgica, esposa del archiduque Maximiliano de Habsburgo, presentada aquí un poco como la oveja negra de la famosa dinastía austriaca.

En este buen volumen de cómic europeo que recién publica Norma Editorial, los personajes que vais a encontrar están elaborados, son entrañables o repulsivos, pero ninguno deja indiferente. A través de los ojos de la princesa Carlota, nos invade la simpatía, luego la lástima, el horror o el disgusto cuando nos enfrentamos a la personalidad fantasiosa de Maximiliano de Habsburgo. Una especie de monstruo compuesto y creado por un poder visiblemente esclerótico, que es a la vez víctima de un sistema del que le gustaría escapar. Un tema que aparece a lo largo toda la historia, donde se aprecia que Nury no antepuso ninguna visión política anacrónica a su reconstrucción histórica. Carlota fue víctima de los abusos del poder corrupto pero aquí se comenta de forma sutil. Y, por supuesto, sentimos mucha más lástima por la emperatriz de lo que la odiamos. Pero la personalidad de la princesa también resulta muy compleja, no dudando en mostrar crueldad hacia su marido dejándolo chocar contra una pared que ella ve desde hace mucho tiempo.

El guionista Fabien Nury (Érase una vez en Francia, Katanga) y el dibujante Matthieu Bonhomme (Esteban) recrean la biografía de la emperatriz Carlota en una apasionante historia que se presentará reunida en dos volúmenes integrales. Hoy os reseño el primero con el que he disfrutado de una de las mejores lectura históricas de los últimos tiempos. Y parece que sólo he venido a hablar de Fabien Nury, pero hay que reseñar que gran parte de su éxito en este caso se debe evidentemente al dibujo del señor Matthieu Bonhomme. Capaz de aportar dibujos a un título que roza lo sublime. Un cómic que ilustra la ligereza de las primeras emociones del amor, las primeras vacilaciones de la vida matrimonial, el cálido sol de Italia o el sol abrasador de México, además del horror de la guerra… Bonhomme es perfecto en todo. Y seré sincero. Creo que si no hubiera habido un dibujo de esta calidad, me hubiera interesado menos esta historia, porque de algún modo llegó a mis oídos en su día el desenlace, que saldrá más adelante. Para el que no lo conozca, lo que yo haría es esperar, coger ambos integrales cuando se publiquen y disfrutarlo de como uno solo. Así el impacto será mayor.

Reseña: El Oro del Tiempo, de Rodolphe y Oriol

Nos trasladamos a la mansión privada de Hugo Reuhman, reconocido historiador y egiptólogo. Durante esta velada que reúne a gente guapa, pija y bien acaudalada, su amigo Théo Lemoine presencia un robo en el que se roban copias de cartas de un tal Drovetti. El ex-soldado de los Bonaparte que se convirtió en embajador de Francia en El Cairo y que revendió parte de su colección (proveniente del saqueo) al Louvre en 1850. Sin embargo, según la lista de objetos, el sarcófago que contiene los restos del sumo sacerdote Moloch no aparecen, y tampoco su poseedor. Y se rumorea que quizás se descubrió por fin el secreto de la inmortalidad. Pero, ¿cuál es el vínculo entre estos dos casos?

El guionista Rodolphe junto a Oriol crean un relato magnífico que tiene de todo; persecuciones, misterios, pasadizos secretos, personajes fascinantes y criaturas fantásticas. El oro del tiempo puede ser ahora mismo una de las novedades de cómic europeo más satisfactorias que el fan puede adquirir. Menuda sorpresa. Un dúo de amigos que se embarcará en peligrosas investigaciones y rápidamente comprenderá que hay otras personas persiguiendo el tan famoso objeto (artefacto). Y donde Oriol regresa con un maravilloso folletín a modo de aventura pulpera ambientado en la París de la Belle Époque.

Rodolphe sitúa su nueva historia en la capital francesa porque corresponde, según él, a “la edad de oro del ocultismo y del esoterismo”. Es también un escenario propicio a “costumbres ancestrales, enigmas y seducciones” (en los campos de la moda, la arquitectura, la decoración, etc.). Enriquecida con toda una sección de literatura popular gracias a una multitud de referencias literarias y cinematográficas (Belphégor, Rouletabille, Tintin, Adèle Blanc Sec, etc.), la trama resulta rica, intrigante y realmente agradable de leer. Desde los barrios de Montmartre hasta el resplandeciente Moulin Rouge -sí, el famoso cabaret al que acudían los ricos para divertirse-, desde los círculos espiritistas de moda hasta las lúgubres galerías del museo por la noche, personajes históricos y de ficción se codean en este thriller que coquetea tanto con lo místico.

Oriol (La piel del oso, Naturalezas muertas) restaura notablemente el París de los locos años 20. Dibuja pocas líneas, apoyándose en gran medida en su color particular en tonos nítidos y poderosos para dar formas y contornos. El reconocimiento de los personajes resulta un poco confuso al principio, hay que admitirlo, porque las expresiones faciales a menudo carecen de rasgos, pero esta persecución parisina que el diseñador supo plasmar en imágenes y en atmósferas a la vez elegantes no carecen de un encanto innegable: la atmósfera está cargada de misterio.

Ante la deliciosa narración que propone El oro del tiempo, su ritmo vivo y los gráficos explosivos que ofrece, en este generoso volumen que recién publica Norma Editorial, el lector no puede más que impacientarse por leer página tras página. Por lo que sólo diré algo más. Terminan saliendo autómatas y sonámbulos…

Reseña: El Misterio del Paso Diátlov, de Cédric Mayen y Jandro González

Tal como leí por ahí en su día El misterio del paso Diátlov es un «Expediente X» con nueve cadáveres perdidos para siempre en el corazón de los Urales. Aunque como todos, más misterioso cuanto más indagas. Además de una apasionante aventura y lectura si lo entiendes como tal. Hoy os traigo un cómic donde se reconstruye este suceso que aún a día de hoy da para debate, uno de lo fenómenos inexplicados más impactantes del pasado siglo XX. Pues la noche del 1 de febrero de 1959, los nueve miembros de una expedición de alpinismo desaparecieron en extrañas circunstancias en el paso Diátlov, en el corazón de los montes Urales. Los hallaron un mes después, todos muertos y en diversos estadios de descomposición. La investigación, seriamente obstaculizada por la KGB, jamás arrojó resultados concluyentes y el misterio aún continúa. Pero, ¿qué ocurrió aquella noche? Un álbum del que me preguntaba qué ángulo de enfoque iba a utilizar el guionista para evocar el que sigue siendo uno de los mayores enigmas actuales, sujeto a las hipótesis más diversas y curiosas).

Cédric Mayen optó por un enfoque realista. La historia se divide así en dos épocas con un incesante ida y vuelta de una a otra. El primer período evoca la propia expedición hasta el momento fatídico. El segundo período evoca la investigación realizada sobre el terreno por el fiscal a cargo del caso. La transcripción rigurosa es frustrante ya que no se pudo sacar ninguna conclusión indiscutible, como ocurrió en realidad para muchos investigadores que se pusieron con el caso de forma particular. No obstante, en el cómic está bien representado, las tensiones y dificultades que encontraron los montañeros, entendemos la dificultad del fiscal para encontrar lógica en las múltiples pistas recogidas…, y al final no sabemos nada más de lo que ya sabíamos (es decir, aproximadamente , que no podemos excluir ni una sola de las múltiples hipótesis que se han ido desarrollando a lo largo de los años, ni siquiera las más fantásticas: yetis con hambre, extraterrestres, portales temporales, etc.).

Esperaba más de esta lectura aunque el cómic es muy disfrutable. Este es un caso que investigué, estudié y para el que me documenté bastante en su día. Fue uno de los que más me atrajo en mi juventud y esperaba una teoría nueva aunque fuera una súper inventada de la muerte. Pero no. No hay más de lo que uno puede ver en un dossier de Iker Jiménez. Y no sé si eso es bueno o malo para el que quiere entretenerse “pensando”. Pero soy consciente de que se trata de un tema delicado en el que se puede caer rápidamente en el sensacionalismo (que aquí los autores evitan). Y en este caso parece que El misterio del paso Diátlov es más un álbum dedicado a contar ese suceso a alguien que no tenía ni idea de este acontecimiento, que otra cosa. Eso si, el dibujo de Jandro González (La vampira de Barcelona, La sombra roja) es agradable a primera vista y le va totalmente a cada una de las partes narradas.

Cédric Mayen y Jandro González reconstruyen los sucesos de este auténtico «Expediente X» soviético a partir de la instrucción que llevó a cabo el fiscal Lev Nikititch Ivanov. A poco que te interese el tema, este es tu cómic.

Reseña: La Esperanza Pese a Todo. Tercera Parte, de Émile Bravo

Una buena serie de la BD que espero con ganas, que está compuesta de cuatro álbumes y acaba de salir el muy esperado tercer álbum es La esperanza pese a todo, de Émile Bravo. Desde 2020 no teníamos en nuestro país noticias de su continuación. ¡En 2020 se publicó la segunda parte! Cuidado. No es bueno jugar con el corazoncito de los lectores así. Pero bueno, lo que cuenta es que ha llegado y la intención de Dibbuks es volver a ponernos contentos porque (ya lo dije en su día) esta aventura de Spirou es más que indispensable.

Después de Diario de un ingenuo y la primera parte y segunda de La esperanza pese a todo, Dibbuks continúa trayéndonos esta genial recuperación de las tramas de Spirou. La variedad. La confianza de ceder un enorme y clásico personaje a nuevos autores para nuevas aventuras; ahí reside el éxito muchas veces. La colección Una Aventura de Spirou por… (Le Spirou de…) lanzada en 2006 al otro lado de los Pirineos por Ediciones Dupuis, que validó la opción de poder tener en nuestras manos, nuevas aventuras del botones más intrépido que el mundo del cómic ha conocido. Fue en 2008 cuando Émile Bravo presentó sus intenciones con el personaje en Diario de un ingenuo, un álbum muy reconocido entre lectores clásicos del personaje, que ganó además bastantes premios y eso provocó que de un one-shot, pasara a programarse una miniserie de cuatro álbumes como es la que os reseño hoy. La esperanza pese a todo trata una trama intrigante que engancha. Es un cómic, un formato, representante distinguido de la línea clara donde Émile Bravo domina perfectamente el arte propuesto anteriormente por Hergé con su Tintín, Tillieux con su Gil Jourdan o Edgard P. Jacobs en su Black & Mortimer.

La esperanza pese a todo nos lleva a la Bélgica de 1940, cuando este pequeño país está a punto de ser invadido por el ejército alemán y nuestro valiente Spirou actúa como botones en el Hotel Moustic, mientras Fantasio dedica cuerpo y alma al ejército belga… En el segundo volumen entrábamos de lleno en la guerra, en la privación, la humillación, donde a pesar de sus condiciones de héroes, Spirou y Fantasio no escapaban a las consecuencias de la ocupación alemana y desempleados, deben encontrar trabajo para no dar de bruces en la calle. Así que echándole imaginación, montan un pequeño espectáculo de marionetas para distraer a los niños. Y afortunadamente, un «patrón», les da la oportunidad de ofrecer sus servicios en las escuelas públicas de toda Bélgica. Salir de Bruselas, airearse, volver a contactar a amigos que durante algún tiempo se perdieron durante el Ocupamiento; son quizás virtudes de la vida que uno no recordaba. Y con ello, todo cambia. En esta tercera parte, mientras Fantasio hace todo lo posible por encontrarle sentido a su vida, a este destino aciago que en la vieja Europa se puede vivir (y conquistar a la mujer de su vida), Spirou intenta hacer lo correcto a riesgo de verse llevado a actos heroicos que le pueden llevar a una muerte directa.

Un tomo, un volumen, una serie que ningún amante del buen cómic europeo se debería perder. Donde Émile Bravo continúa su gran trabajo y consigue intrigarnos e interesarnos cada vez más con lo que está por venir. El cuarto álbum huele a final inolvidable. Y es que cuando alguien me pregunta, concretamente, de qué va esta serie, suelo contestar que es un magnífico cómic que cuenta la historia de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de un hombre o, más bien, de un niño con muchas miras. Donde Spirou se desespera por encontrar a Kassandra y donde el autor muestra muy bien la situación de los judíos, mientras que la represión nazi aumenta cada día. Destacando a su paso las ambigüedades del clero y presentándonos la supuesta Resistencia. Y cierto es que las aventuras que vamos leyendo no son tan impresionantes como de costumbre. Algunos pueden criticar la falta de cuerpo del legendario personaje y su compañero. Sin embargo, aquí todo adopta un tono más oscuro, necesario y se vuelve un cómic más serio, más adulto pero lleno de humanidad y realismo. Con una cuestión al final por parte del autor, que pone los pelos de punta:

¿Qué habríamos hecho nosotros en lugar de los protagonistas?