Reseña: Ciudades e Infraestructuras, de Shintaro Kago

Ciudades e infraestructuras es una antología del siempre diferente Shintaro Kago. Un mangaka cada vez más conocido en toda Europa, sobre todo, después de su participación en la revista Vice y sus exposiciones de lienzos en Países Bajos. Y es que Shintaro Kago ha sido considerado durante mucho tiempo uno de los principales impulsores del género ero-guro, a menudo presentado como el padre del estilo “paranoia a la moda”. Un estilo reconocible entre miles de seguidores que juega con un rasgo compulsivo y se centra, a través de una narración que no rehuye ningún tema (escatología, bondage, snuff) para explorar a menudo con humor las obsesiones de sus personajes. Ciudades e infraestructuras es una nueva colección de cuentos que publica Ponent mon en nuestro país. Se podría decir que forma parte del mismo tríptico en el que también se incluye Cuerpo Extraños (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10661) y Une collision accidentelle sur le chemin de l’école peut-elle donner lieu à un baiser? (obra que ando loco por leer).

En esta antología contamos con nada más y nada menos que treinta y cinco historias cortas. Relatos que fueron publicados originalmente en la revista AX Magazine. Cantidad de tramas en las que Shintaro Kago brilla una vez más con su variación única de lo absurdo y lo grotesco y al servicio, su humor poco convencional. Pero ese que me encanta y que se desliza entre el humor negro y el irónico. De ahí que vaya a por todo lo que publica. En Ciudades e infraestructuras, una vez más, se nota que el autor disfruta de nuestras carcajadas o de nuestros ataques de disgusto, porque lo da todo. No deja de señalar los defectos de nuestros modus-vivendi, sin apartarse jamás de su espíritu burlón. Ofrece una mirada a las rarezas de la vida cotidiana y une lo absurdo y lo grotesco para señalar con humor negro la falla de los sistemas creados por el ser humano.

Me dijo una amiga no hace mucho, mientras hablábamos de mangas de terror por la red: “Villes et infrastructure ha sido mi primera incursión con Shintaro Kago y estoy impresionada. Pero algunas historias me han dejado mal cuerpo. Este tío aborda bastante el pensamiento lateral y juega con situaciones cotidianas para crear parábolas críticas. Terror grotesco que no deja indiferente en absoluto”. Y yo no lo podría definir mejor. Así que el que decida ponerse, disfrutará o no, pero indiferente no deja. Os lo aseguro.

Reseña: Buonaparte, de Fabienne Pigiére, Rudi Miel e Iván Gil

Una historia interesante por su lado histórico. Y de moda porque viene como acompañamiento genial a si lo has pasado bien o pretendes pasarlo con Napoleón, la última peli de Ridley Scott donde Joaquin Phoenix está que se sale, aunque haya sido criticada por mil sitios por los “entendidos” históricos. Sin embargo, en el cómic que hoy os reseño, y que Ponent Mon sacará en breve a librerías, nos llevan e modo certificado a lo qué pasó en muchos momentos en la vida de este famoso emperador, sobre todo, con el mayor tesoro de guerra de todos los tiempos descubierto por Napoleón durante su campaña en Egipto.

Hudson Lowe, oficial inglés y carcelero del emperador en Santa Elena, es el encargado de descubrirlo.

En Buonaparte seguimos algunos de los acontecimientos más importantes de la vida de Napoleón I, como sus batallas más famosas. Empezando por Waterloo, y también su campaña egipcia para intentar cortar la ruta inglesa hacia la India. Sólo unas pocas páginas abordarán cada una de estas epopeyas pero las necesarias para que el amante del buen cómic europeo se sumerja en la historia y la disfrute. O eso, al menos, fueron mis sensaciones. Algo que mola porque además permite permanecer en un formato de entretenimiento y no ofrecer una versión enciclopédica de la vida y obra de Napoleón como los “entendidos” y tiquismiquis de la vida pretenden.

Buonaparte proporciona el contexto necesario para llevar al lector hacia el final de la vida del emperador, prisionero en la isla de Santa Elena. Aquí es donde los autores introducen el pequeño giro de la serie. Se dice que Napoleón acumuló un tesoro colosal durante su campaña en Egipto y su carcelero será el encargado de extraerle la información para intentar apoderarse de él. Esta perspectiva es encantadora y abre las puertas a una historia dentro de la Historia. Me encantó esa idea. Los claroscuros de un hombre clave en la historia europea del siglo XIX, del que generalmente solo se recogen las gestas militares y las potencias victoriosas de Waterloo, así como el emperador caído que sigue representando una amenaza para Prusia, Austria, Rusia, el Reino Unido y la Francia de Luis XVIII que se dedica a debatir antes de firmar un protocolo que estipula que Napoleón es ya prisionero de todos.

Santa Elena parece el destino perfecto para deportar a su enemigo común. Isla, aislada, minúscula, rodeada de acantilados hostiles será, tras algún acondicionamiento, la prisión fortaleza ideal. Pero exiliado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, Napoleón continúa su lucha contra Inglaterra a través del gobernador de la isla, Hudson Lowe. Lord Bathurst lo escoge con cuidado, convencido de que aplicarán rigurosamente las órdenes dirigidas a preservar a Europa de más guerras, pero también para humillar a Buonaparte.

Un integral que recoge los álbumes que editó Delcourt en 2021 ahora por fin en nuestro idioma. Un tomo que consta de dos partes (Santa Elena y Tesoro de guerra) y que además contiene material extra con información histórica valiosa y de los autores. Un cómic que sienta las bases para el encuentro entre los dos protagonistas y es hacia el final del integral donde veremos cómo los ingleses intentarán descubrir dónde está el tan ansiado tesoro. El emperador caído se enfrenta a Inglaterra en ese islote perdido en el que, exiliado con algunos familiares y considerado prisionero de guerra, se decide el devenir de este personaje clave en la historia europea del siglo XIX.

Volumen donde todo queda perfectamente plasmado gracias al dibujo de Iván Gil.

Reseña: La Novia de Minami-Kun, de Shungico Ushida

Para ideas locas, los japoneses, lo he dicho mil veces, y en el término “locas” podéis meter originales o archi-mega-originales. Quiero decir, tienen ese don de innovar y si no, de exponer tramas que son interesantes o atractivas a poco que leas las sinopsis. Y en este caso en particular: ¿Acaso no fue también una idea loca y original, Pulgarcito, cuando se la mostró al mundo Charles Perrault? ¿Qué harías si tu novia se redujera de la noche a la mañana al tamaño de una muñeca? ¿Qué demonios vas a hacer, no? No, no, esperad… ¿qué demonios vas a hacer? Esta idea se acaba de agarrar a tu garganta como un anzuelo. La sinopsis editorial la describe como un cuento moderno que mezcla lo absurdo y la realidad, y tiene como trasfondo las dificultades del paso a la vida adulta. Totalmente de acuerdo. No se puede describir mejor La novia de Minami-kun, el último manga publicado por Ponent Mon en nuestro país.

Tenía presente que este manga podía leerlo y después amarlo u odiarlo. Las opciones al cincuenta por ciento. Sabía que si amaba u odiaba esto se reduciría al tono llevado por la autora. Pero al final me sorprendió y gustó por dos cosas, principalmente. La trama no se alarga y por tanto las escenas rocambolescas no saturan, y el concepto del absurdo se trata de forma realista. Aunque aviso que cuando empieza a molar, tiene un final repentino. La franqueza emocional de la historia de Shungico Ushida impresiona. La dinámica entre los dos protagonistas está hecha de emociones simples y ásperas. La historia va muy en el sentido en el que se mueve el dibujo simple y tosco de Uchida. Un trabajo de línea «áspero» o clásico en comparación a los estándares de manga alternativos que uno suele leer actualmente. Chiyomi y Minami tienen dieciséis años. Novia y novio. Han experimentado ya incluso el sexo. Sólo que, justo antes del comienzo de la historia libro, y por razones nunca explicadas, la chica se ha reducido a unos cuatro o cinco centímetros de altura. Justo cuando empieza a sentirse mujer…, se vuelve tan pequeña e indefensa como una muñeca. Y se niega a ir al médico o a ver a algún especialista científico. Aún más, se niega a volver con sus padres (quizás un significado profundo aquí, ya que se sabe que la autora solía ser violada por su padrastro a los catorce años, con el consentimiento de su propia madre, nada menos…). Entonces, su novio Minami decide esconder a su mini-chica en su habitación y de ahora en adelante, cuidarla.

Si estamos ante un relato o cuento caprichoso, insisto en que la ejecución es bastante realista. Con secuencias de episodios cortos, Uchida explora las consecuencias de tener unos pocos centímetros de altura. En general, una vida triste y aburrida y la completa dependencia de otra persona. Obviamente, Chiyomi necesita a Minami para todo. Desde vestirse hasta bañarse, incluso necesita ayuda para beber un vaso de agua. El amor entre los dos parece sincero y ofrece momentos dulces a lo largo del volumen, sin embargo, la condición de Chiyomi claramente los afecta negativamente. Y eso que tenemos una historia abiertamente sexual, sin llegar a ser pornográfica, dos adolescentes preocupados por no poder volver a tener relaciones sexuales. Hablan de ello de una manera sorprendentemente saludable (recordemos que estamos ante un manga de los años 80). Sin embargo, se representa a los dos teniendo algún tipo de interacción erótica o intentándolo. Y como historia ochentera, está el abrupto y trágico final.

Un manga que fue serializado en Garo, la icónica revista de manga alternativa, entre 1986 y 1987. Cuando vio la luz por primera vez, se convirtió en una especie de fábula japonesa moderna, con múltiples adaptaciones televisivas de acción real. La propia Uchida se convirtió en un icono de la cultura japonesa de entonces. No sólo como dibujante que rompía tabúes, también como novelista, ensayista, guionista, actriz, cantante y bailarina. Este es su único manga traducido en occidente hasta el momento. Mis aplausos a Ponent Mon por traerlo a librerías.

Reseña: Hacia el Ocaso, de Nazuna Saitô

Nazuna Saitô es de esas autoras o autores, de los que yo espero ser antes de irme de este mundo. Alguien que llega a publicar sus obras tarde, pero lo termina consiguiendo. Nazuna empezó en el mundo del manga tarde. Nació muy cerquita del monte Fuji en 1946 y se convirtió en ilustradora (mangaka) casi por casualidad cuando un compañero de trabajo se fue y ella lo reemplazó. Dibujó sus primeros cómics a los cuarenta años. Un día envió una historia a una importante editorial japonesa y ganó un premio para nuevas promesas. Continuó trabajando durante los 90s hasta que dejó de dibujar para cuidar de sus padres enfermos. Con poco más de sesenta tacos, aceptó un trabajo enseñando dibujo en la Universidad Seika de Kyoto y se inspiró en sus nuevos talentosos estudiantes para crear nuevas historias. Se puede decir que el don de la inspiración regresó a ella. Pero sus intereses narrativos habían cambiado. Antes de sufrir un derrame cerebral, dibujó In captivity (2012) y Solitary death building (2015), ambas centradas en el envejecimiento y la muerte. Hacia el ocaso recopila diez trabajos cortos de Saitô ambientadas en el Japón moderno, con temas como la vida cotidiana, el amor, la familia y la vejez.

Como dice en la sinopsis la editorial Ponent Mon que es quien trae a nuestra librerías este manga joyita, Saitô da vida a sus historias con un dominio técnico perfecto que logra que cada rostro sea diferente, refleje el carácter de sus personajes y las sutilezas de cada historia con humor y delicadeza. Y muy de acuerdo en que Hacia el ocaso realmente lo que nos está mostrando son los conflictos, las penas, las alegrías y los anhelos de las personas, cada día, que deciden salir y poner un nuevo pie en la calle. Historias que se centran en hombres de mediana edad atrapados en un ciclo de autocompasión y autorreflexión. Y la mangaka burlándose suavemente de su angustia y compromiso mientras captura el patetismo de estos hombres que siempre arden en deseos de revivir amistades de la infancia y amores perdidos.

O hermanos que visitan a su madre enferma, que sucumbe a la demencia y está resentida por su pérdida del presente. Hermanos que dan paseos mientras intentan equilibrar el doloroso legado de su personalidad cáustica con el intento de honrar a dicha mujer hasta los últimos momentos de su vida. O un elenco excéntrico de ancianos chismosos que son acechados por la propia muerte que a pocos metros desciende sobre el complejo de viviendas donde todos viven.

Y más relatos. El paso del tiempo, la imperfección de la memoria, las historias van aumentando hacia una comprensión naciente de la vida, una comprensión que resulta tan esquiva como el tiempo y la memoria. Pero al final, nos quedamos con estos breves focos en la vida promedio, bellamente representados en una línea frágil, que me dejaron con ganas de más. Cuentos que fueron publicados por Seirin Kogeisha en Japón. Tomo que también aporta un completo epílogo de Tomofusa Kure, reconocido escritor y miembro del ejecutivo de la Japan Society for Studies in Cartoons and Comics, en el que hace un profundo análisis de la obra de la autora.

Ganó el Premio de la Asociación de Autores de Cómics de Japón en 2019 y el Premio Yoko Kondo a la Excelencia de la División de Manga de la Agencia de Asuntos Culturales Festival de Artes de los Medios.

Hacia el ocaso, mi atención debía tener.

Reseña: Americania. Nuevo Mundo, de Sergio Toppi

Ponent Mon hace un muy buen trabajo publicando la obra de Toppi. Un autor que no merece ser olvidado y el cual desde hace bastantes años es difícil ver por estos lares. A diferencia de lo que hacen para Serpieri, en el país de la bota los relatos del maestro son agrupados en colecciones y bueno, a mí eso no me parece mal. De hecho, me parece genial porque como ya sabéis soy fan de los integrales y aún más de las grandes antologías. El menú me lo ponen de una sola vez en la mesa que yo deguste lo que quiera y en el orden que quiera, por favor… Tras el gran disfrute que tuve con Historias de la Frontera (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3505), como podéis ver, se ha hecho esperar este segundo tomo publicado en nuestro país de la colección Americania. Pero ha merecido la pena. Y siempre la merecerá mientras podamos decir un día que ha llegado todo. Porque si Toppi hubiera sido escritor, probablemente hubiera sido antologista. Se nota que le gusta y se le da bien, crear cómics con diversos relatos donde en realidad nos está brindando sorbitos con moraleja en formato lienzo. Y en Americania: Nuevo Mundo como habréis supuesto, somos transportados esta vez al nuevo continente aquel que, sobre todo, España llegó a conquistar casi por completo. Donde, sin duda, miles de hechos y anécdotas pasaron. Y al igual que en Historias de la Frontera, en Nuevo Mundo vamos a encontrar relatos buenos y buenísimos. Así de claro. Tramas que, sin duda, debieron ser leídas por grandes autores, guionistas y directores de cine como inspiración porque mucho de lo que veréis aquí os va a sonar. Lo dije antes y lo suscribo. Aquí tenemos nuevamente ocho historias del universo legendario y místico de Sergio Toppi pero esta vez nos vamos a la época de los conquistadores donde México, el mundo de los aztecas y la pasión portuguesa por el mar tuvo mucho protagonismo. Tzoacotlan 1521, Sacsayhuamán 1977, San Isidro Maxtlacingo 1850, Algarve 1460, Chapungo, Hipótesis 1492, La leyenda de Potosí y El tesoro de Cíbola.

Aunque todas son muy disfrutables tras los lienzos de Toppi, voy a destacar dos historias por encima de todas. Algarve 1460, que aunque anclada en la narrativa histórica original se mezcla con lo fantástico, y gira en torno al personaje de Enrique el navegante, el hijo de Portugal que lanzó el movimiento de los grandes descubrimientos y que aquí ofrece su alma a un anciano desconocido que le promete ver “el otro extremo” del mar. Historia interesante.

Y la siguiente es Hipótesis 1492. Un cómic que se ciñe a la denominación de ucronía. Es decir, una trama que propone una reconstrucción alternativa de la historia, basándose en eventos que, si bien nunca sucedieron, pudieron haber ocurrido si los acontecimientos hubieran tomado otro sentido. Un relato que me encantó y que gira en torno a un marinero español, único superviviente del hundimiento de la flota de Cristóbal Colón, que es acogido por un grupo de nativos americanos. Uno de los personajes principales y el narrador son una especie de buitre. El español rápidamente se deja seducir por la sed de oro. Una historia que fue escrita (y publicada en Italia) con motivo del 500 aniversario del viaje de Colón. Nuestro tan celebrado 1992.

Toppi ha sabido desarrollar un trabajo importante, fácilmente reconocible y de gran calidad general. Y aquí se han recopilado varios de los álbumes o historias que se pudieron juntar en cuanto a temática. Me encanta porque es lo mismo que se hace con los grandes pintores clásicos. Clasificar sus obras por épocas. Y no tengo que decir que el dibujo es lo más interesante de todo. Otra historia que se me ha quedado grabada es La leyenda de Potosí. A principios del siglo XVI, un joven se embarca en la conquista del Nuevo Mundo. Pero su guerra contra los incas tomará un cariz personal porque ha partido para reclamar una montaña de dinero que le había prometido un extraño y misterioso personaje. Ilustra la fuerza del destino.

Toppi, fiel a su costumbre de contar historias, mezcla sutilmente hechos históricos contrastados y fantasía en uno de sus únicos álbumes integrales que se puede disfrutar entre las novedades de este país ahora mismo. Por triste que parezca, Sergio Toppi es, sin duda, un autor por descubrir por estos lares.

Reseña: PINO, de Takashi Murakami

Takashi Murakami ha dicho cosas como: “Queremos ver cosas nuevas. Esto se debe a que queremos ver el futuro, aunque sea momentáneamente.» Y sobre su gran obra: “Un perro que guarda las estrellas, término que describe a una persona que desea algo que está fuera de su alcance, no es otra cosa que un perro que mira las estrellas.” Takashi Murakami ya nos hizo disfrutar con el buen manga con ¡Kota ven! (https://ponentmon.es/producto/kota-ven), El pájaro azul (https://ponentmon.es/producto/el-pajaro-azul) o su eterna y maravillosa El perro enamorado de las estrellas (https://ponentmon.es/producto/el-perro-enamorado-de-las-estrellas). Todas y cada una de estas grandes obritas publicadas en nuestro país por la siempre genial Ponent Mon. Particularmente, Takashi Murakami me hizo reír con ¡Kota, ven!, El pájaro azul aún no la he leído y El perro enamorado de las estrellas es una manga que te saca una lagrimita, por no decir muchas. Ganadora de numerosos premios en Japón, una historia descorazonadora y tierna a la vez, centrada en la figura de un hombre de mediana edad abandonado por su familia y amigos que siente que su vida no ha seguido el cauce que había planeado. Fue dura para mí esa lectura.

Tenemos que tener en cuenta que el tema mascota es…, bueno, ya sabéis como es. Toca la fibra y Takashi Murakami lo sabe. Es de esos mangakas que sabe hacerte sentir una historia con estos temas. Por eso no tuve ninguna duda a la hora de querer leer PINO, la novedad que es nuestro país este manga que además es autoconclusivo, como me gustan a mí los mangas.

PINO es una historia donde se puede decir que la mascota es un robot. Es un robot humanoide equipado con la inteligencia artificial «PINO», la más avanzada del mundo, la primera en superar al ser humano y alcanzar la singularidad. O mejor dicho, la independencia así como ser capaz de razonar sobre el libre albedrío. Y un día ocurre lo inevitable. Aquello que tantas veces promovió en sus obras el gran creador de historias de Ciencia Ficción como fue Isaac Asimov. También creador de la palabra “robot”, por cierto. En PINO, un día, el robot o la inteligencia pensante, sufre un cambio y empieza a hacerse preguntas sobre su existencia, su mente, su corazón y su participación en este mundo. Y se lo hace saber a la anciana a la que cuida…

Pero no hay terror en esta historia. PINO es un relato escrito desde el amor y desde el pensamiento optimista de la vida, ese que tanto gusta al público en general. Simpática y cariñosa, la obra muestra simple y llanamente el amor y la lealtad así como el sentimiento de acompañamiento que tanto desean las personas mayores a las que ya no les queda nada en la vida más que esperar la muerte. Una lectura que empatizará con cualquier lector que se abra a lo que evoca.

Reseña: RIP. T5 – Fanette. Mal en la Piel del Otro, de Gaet´s y Julien Monier

Casi un año después he podido devorar un nuevo volumen de este serión del cómic europeo que es RIP. Que se nota que me gusta, se puede ver en que he reseñado todos y cada uno de los álbumes que ha ido sacando Ponent Mon hasta el momento porque RIP tiene una premisa y ambientación tan potente que es difícil de ver en otros cómics. Insisto, un serión de cómic europeo que nadie debería perderse. Y es que RIP fue para mí más que una agradable sorpresa cuando la descubrí allá por 2021 en plena pandemia. Tanto en gráficos como en guion, me encantó. Y ahora de pronto me encuentro con el quinto volumen disponible donde disfrutar nuevamente de un cómic donde Julien Monier y Gaet´s siguen creando esa atmósfera tan característica, ambientación maravillosa, dos autores con un poderío tremendo en lo que hacen, dos autores a seguir.

El olor a sudor, las paredes amarillentas por el tiempo, las sucesivas borracheras, el mal gusto de los coqueteos de los clientes borrachos… y algunas moscas. Detrás de la barra, en su puerto destartalado, así es la vida cotidiana de Fanette; aburrida hasta la muerte. Hay que decir que ella no lo eligió especialmente (¿quién elegiría esta vida?). No. Fanette tiene una misión. Tiene a una persona de la que cuidar. El problema es que ella no entiende quién es ni por qué despierta tanto interés en sus jefes. Pero existe el riesgo de que la persona en cuestión acabe muerta y si pasa que… Fanette abrirá su propia investigación para escapar de esta monotonía o quizás para vengarse de todo aquel que no merece vivir, aunque vivir en este mundo sea una idea de mierda.

Una nueva historia. Una trama independiente a las demás, contando con el mismo mundo destartalado, eso trae el quinto volumen de RIP denominado Mal en la piel del otro. El ¡No fue culpa mía, joder! ¡Joder!, son dos alegaciones que con poco, dicen mucho. Y vienen como presentación en la sinopsis de este álbum.

En 2018 apareció el primer volumen de lo que era un título enigmático como RIP. Los dos autores al mando, que entonces iniciaban su primera colaboración, no eran desconocidos para la legión de fans de la BD. En cuanto al dibujo, Julien Monier ya había demostrado su talento para atmósferas y rostros expresivos con algunas series cortas como Gant blanc o Asistente l’aube. En el guion encontramos a Gaet, autor de la célebre (y premiada) Un léger bruit dans le moteur o la recientemente reseñada Catamount. Los lectores, atraídos por la curiosa portada de un hombre con traje de limpieza, se encontraron con un equipo bastante inusual encargado de vaciar las casas de los difuntos para encontrar algunos objetos dignos de revender. El tono lo marca de inmediato Derrick, un personaje complejo, un poco perdido, fundamentalmente amargado por su existencia e impulsado por el sueño de otra vida (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7301). Seguidos de Maurice, Ahmed y Albert, otros miembros de esta brigada tan especial, que comparten un temperamento fuerte, un cierto carisma y un pasado turbulento (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10800). Y ahora tenemos a Fanette. Una historia donde la prota, por primera vez, no es un miembro del escuadrón morboso el que están centrados estos cómics… aunque sí que es un personaje secundario que ya aparecía en álbumes anteriores.

Al igual que lo propuesto en la tercera parte (Ahmed), la dimensión de thriller es aquí muy perceptible y la historia adquiere el carácter de una investigación. Con la información extraída de los volúmenes anteriores, el lector sabe más que la protagonista… al menos al principio. Pero también descubre el caótico viaje de la propietaria; un destino duro, que presenta múltiples facetas (¡brillantemente representadas!) y, sin embargo, profundamente anónima. El sexto álbum, el próximo, parece ser el fin de la serie. Creo que voy a llorar. Amo RIP.

Reseña: El Porteador, de Armand y Roulot

Después de revisitar el western con Sykes y Texas Jack, Armand cambia de universo y opta por una historia de Ciencia Ficción, aunque la estructura de El Porteador y la psicología del personaje principal son muy similares a las de un western. Este famoso Porteador es un personaje bastante cercano en apariencia y carácter al pistolero de labios apretados interpretado por Clint Eastwood en la «Trilogía del Dólar», de Sergio Leone. Por lo que mola ya desde la primera vez que te topas con él. Así tenemos un cómic que nos trae Ponent Mon, un integral que recopila los álbumes originalmente publicados, un cómic apocalíptico de los chulos e indispensable para los amantes de esta temática… como yo.

En un mundo pos-apocalíptico, el legendario Porteador va a caballo a cumplir las misiones que le encargan. Porque nadie se atreve. Un virus se ha extendido por la tierra; el óxido ha atacado al hierro, destruyendo poco a poco las infraestructuras, los vehículos, las herramientas… El metal se desmorona en todas partes y nuestra civilización ha vuelto a edades antiguas. En este mundo brutal de inquisidores, seres mutantes y ruina en un escenario medieval de atmósfera apocalíptica que recuerda a Mad Max, el legendario y enigmático Porteador encarna la única esperanza para muchas personas ofreciéndose a cumplir todas las misiones que se le encomienden. ¿El girito? Lo tienes en que como pago por esas misiones este señor exige que quien se la encargue debe comerse un extraño y misterioso huevo…

Quizás más que un Clint Eastwood, en el modo de operar, el prota me recordó más a un Jeremiah pero sin Kurdy. Lo que me suele gustar de los cómics que describen un mundo pos-apocalíptico es a menudo la descripción que dan los autores, y más concretamente, el diseñador. Aquí reconozco que lo hicieron medianamente bien. Esa mezcla de Edad Media con referencias a Mad Max están muy logradas. El escenario del primer álbum es el de un volumen introductorio que deja muchas preguntas sin respuesta. De ahí lo de celebrar que Ponent Mon publique esta serie en formato íntegro. Estos señores de la BD no entienden que hay series que no se deben cortar. Mirar más por el lector y menos por la pasta. Por eso, cuando comprendemos las tramas al completo que se nos quieren contar, el cómic gana mucho. El Porteador desarrolla una atmósfera angustiosa y fascinante en torno a este universo deshumanizado con su cuota de violencia y oscuridad. Lo que no cuenta la sinopsis es que la epidemia no solo afectó a los metales sino también a los humanos debido al contenido de hierro en sangre. Lo que llevó a mutaciones genéticas a veces monstruosas como la de Nymph…

A primera vista, este cómic no tiene tantos elementos sorprendentes, varios cómics post-apo ya han mostrado este tipo de mundo destartalado y criaturas con trastornos genéticos, pero hay algo que hace que te aferres a la historia, al trasfondo general. Los autores entregan una visión oscura de la humanidad que está entre los mejores cómics post-apocalípticos que he leído. Tiene ese estilo de maldad que se puede encontrar en el maravilloso Hombre, de Antonio Segura y José Ortíz (un referente del género), al igual que lo que se puede encontrar en The Land of the Bomb, un mundo poblado bestialmente por mutantes degenerados que impresiona.

Y esta historia está maravillosamente traducida en imágenes por Dimitri Armand. Encuentro que su poderoso dibujo ha logrado un nivel alto aquí. Se percibe cierto encuadre estudiado. Se puede sentir que su dibujo se espesa un poco tras sus dos westerns, pero da el paso para parecerse a la vigorosa maestría de Swolf. La serie está diseñada según un sistema de ciclos de álbumes autónomos concluyentes de los que cada volumen sería una historia completa. Menos el primer álbum, como dije antes.

¿Un thriller de anticipación? Ya hemos vivido una pandemia y la hemos superado. A ver si la próxima no se parece demasiado a esto.

Reseña: Bodas de Sangre, de Fred Duval, Jean-Pierre Pécau y Arlem

Jour-J es una famosa serie que plantea diferentes ucronías al más puro estilo What if?, de Marvel, pero con temas históricos. Una saga donde autores de renombre del cómic europeo están dando riendo suelta a lo que pudo ser y no fue, de grandes eventos de diversos países. O si no grandes, hechos que dados de otra forma hubieran cambiando, el destino de muchos.

Bodas de Sangre nos lleva primero a la provincia de Granada, el 19 de agosto de 1936. El gran poeta español Federico García Lorca es ejecutado sin redención por milicias franquistas. Otro grande e ilustrado del panorama español de la época como es Salvador Dalí se encuentra en Londres, cuando la noticia le llega. Está muy triste por el asesinato de su querido amigo. Entonces decide hacer que Franco y su camarilla lo paguen caro. ¿Pero cómo? ¿Cómo podría un artista tejer un complot para derribar al general Franco que tiene una gran fuerza armada bien equipada apoyada por nazis y fascistas de media Europa, otro enano con el don de ser seguido por miles de adeptos hipnotizados por sus palabras de voz chillona? Está difícil. Pero habrá que intentarlo. Nada como una buena venganza a la española. Sin embargo, con Dalí nada es convencional. Su venganza ganará proporciones internacionales e involucrará a Francia, Trotsky, los servicios especiales soviéticos y la reserva de oro española. Todos estos eventos convergerán hacia un sorprendente final y el futuro de Europa cambiará.

Un cómic que fue compuesto para la serie Día-D (Jour-J) en dos álbumes y que Ponent Mon trae a nuestras librerías en un solo tomo para el deleite lector. Un cómic donde no siempre es fácil entender a Dalí y su obsesión por las langostas. Pero bien llevado o trasladado a cómic lo raruno que era este colega. No obstante, lo principal se encuentra en las ruedas dentadas que se ponen para atrapar a los franquistas llevándolos a cometer un disparate monumental. ¡De órdago! Fred Duval y Jean-Pierre Pécau presentándonos un escenario complejo pero bien elaborado que involucra a los secuaces de Stalin, los trotskistas, los franquistas, los fascistas italianos, un multimillonario estadounidense, gitanos… Y el gobierno francés que, aunque de izquierdas, se niega a ayudar al vecino.

Los dibujos de Renato Arlem son de excelente artesanía, algo raro en esta colección según los fans los cuales se quejan de una serie que peca de bastante irregularidad a nivel gráfico. No sé porqué este título me llevó a pensar en cierta historia de Lovecraft.

Un pequeña nota aclaratoria para el que no sepa (alguien habrá, digo yo), es comentar que se ratificó la ejecución del poeta Lorca en la fecha estipulada que dicta el álbum. Pero hasta la fecha se conoce el lugar probable de la ejecución pero nunca se encontró el cuerpo, probablemente enterrado en alguna fosa común de la zona. Con cuya ubicación se ha especulado bastante. Federico García Lorca publicó textos antifascistas y se había regocijado con la victoria del Frente Popular en 1936, pero nunca había desarrollado actividades políticas como tal. ¿Qué tenemos? Pues otro señor con un don increíble que fue ejecutado porque sí… Por lo tanto, aprovecho la coyuntura para decirle a aquellos que andan promoviendo en esta época por RRSS que el que no es de izquierdas o se declaran apolíticos y no votan, son fachas en la sombra; pues no, hermanos. Abrid vuestras mentes a otras posibilidades. Algunos vamos en contra, simplemente, de lo anti-natural y no hay más. Primero la vida del ser humano, ante todo, después las discrepancias de cada uno con respecto al vecino. Que recordad, es mejor tenerlo, que estar solo/a en esta vida. Esto solo es un contrato de renta.

Reseña: Los Portugueses, de Olivier Afonso y Chico

Que se sepa, no teníamos cómics que evocaran la afluencia masiva de portugueses a Francia en los años 70, ¿no? Al menos, ni he leído, ni me han contado, ni me han comentado que les comentaron. Y eso abarca a muchísima gente, modestia aparte. Ya puedo visualizar a los enemigos: personas que huían del régimen totalitario del general Salazar, y Francia cercana, linda y republicana, un edén maravillosito al igual que se la imaginaron los que huyeron de nuestro país tras y durante la guerra civil. Pero no a todo el mundo se podía acoger, no a todo refugiado ordinario, al menos. Aunque eran muy bien recibidos los que ofrecían mano de obra barata, aspirantes o sufridores de la construcción, en particular, albañiles.

Los Portugueses es un nuevo cómic publicado por Ponent Mon en nuestro país. Otra historia interesante con trasfondo histórico como se suele encontrar dentro del buen cómic europeo. Y no me equivocaba: un tal señor Mario huyendo de la dictadura de Salazar en Portugal que una vez instalado en un barrio marginal cerca de París conocerá, junto a Nel, la vida de miles de inmigrantes; sus males, sus bienes, lo que les llevó a “descansar” al mismo lugar como otro de los 700.000 portugueses condenados a la miseria y a guerras sinsentido en Angola, Guinea Bissau y Mozambique. En Los Portugueses conoceremos algo más de esas esas historias a través de Mario, Nel y Eva. Almas vivas y en pena que nacieron en el lugar equivocado, o mejor dicho, en un país, en la época equivocada. Y fue el destino de dos de ellos, incluido su padre, lo que sirvió como inspiración al guionista Olivier Afonso para contar esta obra.

El joven Mario acaba instalándose en las afueras de París, en un campo de trabajadores, claramente un gueto aunque quienes viven allí pueden hacer un viaje a París en su tiempo libre. El bullying, el racismo, el amor, todo esto será contado con franqueza, de forma fluida. Pero el tranquilo Mario choca a veces con el astuto y ambicioso Nel, aunque su amistad triunfará sobre bastantes pruebas que les pone el destino.

Hoy en día, cantidad de portugueses están totalmente integrados en la sociedad francesa. Este álbum nos recuerda que no fue fácil, que la sociedad actual se construyó sobre miles de historias así, y que a veces salió mal. Muy mal. Cantidad de países (como mi querida USA) es la prueba de ello. Los Portugueses es un cómic que lejos de revolcarse en una narrativa miserable, insiste en la solidaridad, la ternura y el amor. Y al final, como en los cuentos de hadas: se casaron y tuvieron un hijo (o más, la historia no lo dice).

El dibujo “cercano” de Chico es similar al de Olivier Jouvray, Christophe Blain o Manu Larcenet. Su línea, un poco vacilante, incluso imprecisa, encaja bien con el estado de ánimo de estos expatriados que se reinventan lejos de casa. Ilustraciones realzadas por los colores-tierra de Lou, que le dan a la historia un aire western, en los suburbios de una París pueblerina, de hace no mucho tiempo.

Crónica dulce y un poco amarga.