Reseña: The Normals, de Adam Glass y Dennis Calero

Piensa en tu vida por un momento… la gente que has conocido, la que has amado y todo lo demás. Ahora imagina que descubres que todo lo que crees, todo lo que vives, todo lo que sientes, en realidad nunca sucedió… nada fue real. Pero es “real” para ti y ahora debes luchar por salvarlo, por supuesto, para no dejar de ver a tus seres queridos. Pero para lograrlo, primero tienes que salvar el mundo. Pues este es el tema principal de The Normals, una emocionante serie nueva que acaba de publicar Planeta Cómic en nuestro país. Y es que la norteamericana AfterShock sigue produciendo cómics muy interesantes y variados al otro lado del charco, hasta el punto de que hago todo lo posible por no saber demasiado sobre ellos hasta que salen en nuestro país, lo que permite que el misterio y la sorpresa tomen forma cuando los trae Planeta Cómic a la que no le quito el ojo tampoco. Adam Glass ha estado publicando cómics divertidos e interesantes en los últimos años y tenía muchas ganas de ver qué tenía preparado con este denominado The Normals.

La trama se centra en una familia bastante normal (obviamente) que vive en un barrio obrero. Conocemos a los padres, Jack y Mary, y sus dos hijos, la mayor, Josephine, y el menor, Aidan. Su normalidad no se exagera de forma cómica, ya que Jack narra cómo fue apático durante años y fumó marihuana hasta los treinta, pero también sabemos, gracias a su narración, que él y Mary han estado juntos desde la adolescencia y que su hija nació justo después de la universidad. Son una familia sólida que se adapta al mundo moderno, donde él se siente un poco fuera de lugar. Josephine lo gestiona muy bien con la fluidez de la vida y la tecnología. La preocupación recae en Aidan, quien no ha crecido mucho en los últimos dos años, tras descubrir que es disléxico. Problemas familiares que se gestionan bien, pero que impactan en su vínculo, incluso si los niños son básicamente adolescentes algo distantes. Pero lo que desestabiliza todo es cuando Aidan se cae de la casa del árbol y Jack ve lo que cree que es un cable con corriente que le sobresale de la cabeza tras la caída…

Aquí es donde la situación adquiere un tono Twilight Zone y el cómic ya te atrapa. Es la genial tensión y la incertidumbre lo que Adam Glass crea de maravilla para tener al lector enganchado. El momento surrealista en el que descubres que todo lo que sabes es falso y el miedo que eso puede infundir.

El que ilustra para la ocasión se llama Dennis Calero, quien debe recrear el mundo real con un toque de oscuridad, y el colorista Adriano Agusto, quien lo acentúa con belleza mediante momentos brillantes y coloridos, y luego con la propia oscuridad que se avecina. Un equipo que encaja a la perfección para una colección por la que estoy loc por leer el siguiente tomo.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.