Reseña: Paperbacks from Hell, de Grady Hendrix

Id apuntando en vuestro calendario el 23 de este mes que es cuando sale a librerías esta joyita tantas veces requerida a la editorial como es Paperbacks from Hell. La oscura historia de la ficción de terror de los años 70 y 80, un libro para adentrarse a modo de enciclopedia en todas estas publicaciones que se dieron en dichas décadas, años en los que el género de terror tuvo su punto culmen en USA tanto en cine como literatura de bolsillo, de “usar y tirar” como la catalogaron muchos. Pero donde se publicaron algunos títulos indispensables para los que amamos este tipo de literatura.

Tal como dice su contraportada: ¡Sinopsis impactantes! ¡Portadas increíbles! Y también historias reales de escritores y artistas, algunos que tuvieron una larga carrera tras publicar en dicho género y otros que con un sólo título pasaron a la posterioridad. Y es que cuando tuvimos esa alegría que fue ver como Minotauro comenzaba a traer títulos del archi-de-moda Grady Hendrix (Como vender una casa encantada, El exorcismo de mi mejor amiga, Vendimos nuestras almas, Grupo de Apoyo para Final Girls o Guía del club de lectura para matar vampiros), muchos fuimos los que insistimos a la editorial para que tradujeran a nuestro idioma el único libro del autor que consiguió el prestigioso Premio Bram Stoker. Y sí friends, el libro al que me refiero ya está aquí.

Ya viene…

Y yo ya lo he disfrutado.

Un tomo, un volumen increíble que puede recordar a la maravillosa Enciclopedia Ilustrada de la Ciencia Ficción, de John Clute, pero para con nuestro género. No sé si eso lo tuvo en cuenta Hendrix, pero le quedó un libro es increíble. Porque al disfrutar de esta lectura ilustrada, me topé con que hay un montón de libros que tengo o he tenido, que he leído o deseado, y es que Paperbacks from Hell habla de los diferentes libros con secciones sobre diferentes tipos de argumentos dentro del género de Terror. Donde sigue habiendo algunos títulos que cuarenta años después, “mataría” por tener.

¿Un libro sobre la época en la que el género de Terror dominaba los estantes de libros de bolsillo de las librerías? ¿Un libro sobre la mejor época de mi vida donde las lecturas sumaban a la inspiración del escritor que empezaba a nacer dentro de mí? Afortunadamente, Quirk books y NetGalley hicieron exactamente eso, y ahora, en 2024, Minotauro la poner en librerías por primera vez en el idioma de Cervantes.

Un libro de referencia, una guía sobre la vida y la época en USA (y en medio mundo civilizado) en los magníficos años 70 y 80. Porque las cosas que suceden en el mundo y en la sociedad siempre afectan a nuestra ficción y esos tiempos no fueron diferentes; Paperbacks from Hell lo pone todo en perspectiva de una manera fácil de leer y divertida. Todo ello vívidamente acentuado con esas increíbles portadas de libros de terror de esa época. Por eso, Paperbacks from Hell es mi más alta recomendación de este año lector. Y punto. Pues si amas el más maravilloso género de todos, el único que activa la adrenalina a cotas desorbitadas tanto en cine como negro sobre blanco; tienes que obtener este libro. ¡Sí, te estoy hablando a ti! Si eres un fan del género de Terror, debes leer este libro. Si eres fan de las buenas portadas inspiradoras, tienes que tener este libro. Si trabajas en la industria editorial, debes leer este libro. Y si escribes…, y te gustan los datos interesantes y poco conocidos, debes conseguir este libro.

Pero, por supuesto, si nada de lo anterior te interesa, debes leer este libro solo para demostrar que estoy equivocado. Paperbacks from Hell es mi más alta recomendación de este año y punto. Punto y final. El 23 de octubre lo tenéis.

No existe lectura más indispensable para Halloween.

Reseña: Juicio a Satán, de Ray Russell

La sombra de la famosa novela de William Peter Blatty es muy grande. Pero, ¿y si hubiera algo anterior, una novela casi con el mismo tema y con un potencial similar a la exitosa El Exorcista? Como mola descubrir joyitas del género de Terror en nuestros días. Días aciagos por encontrar algo bueno, o mucho peor, algo original que uno no haya devorado ya. «Exorcismo», ese ritual religioso obsoleto de posesión extraña que aún se realiza pero que nos llegó muy al fondo a todos gracias al film de 1973. La posesión demoníaca y los terrores de la religión siempre han estado en la conciencia colectiva mucho antes que Blatty, Friedkin o Linda Blair. Libros, historias, anécdotas o relatos verídicos; a poco que busques, encuentras. Fue entonces que gracias a que Penguin Random House decidió reimprimirla en 2015 y en nuestro país Alba Editorial dentro de su sello Rara Avis acaba de «devolverla a la luz”, por fin se encuentra disponible esta joyita de historia de posesión demoníaca escrita por Ray Russell llamada Juicio a Satán (The Case Against Satan). Novela que aborda el tema utilizando el fenómeno como una alegoría de nuestra capacidad limitada para comprender nuestros orígenes.

En lo principal, Juicio a Satán no podría ser más diferente a El Exorcista y es por eso que las dos novelas pueden coexistir cincuenta y tantos años después. Se nos cuenta la historia del Padre Gregory Sargent, un hombre religioso y erudito con visión de futuro y con ideas contradictorias sobre la naturaleza humana. Pensador reconocido, que publica sus pensamientos con gran éxito fuera de la comunidad católica, hecho que no puede conciliar con su vocación. Así es hasta que la joven Susan Garth aparece en su despacho. Una vez fue una niña dulce y tranquila pero cuando de pronto Susan comienza a actuar de manera extraña, negándose a asistir a la iglesia y rebelándose contra todos los que la rodean, empiezan a preguntarse, qué demonios (nunca mejor dicho) le pasa a la joven, si es solo una niña rebelde que atraviesa un momento difícil o hay algo más oscuro al fondo. El padre Sargent es el elegido para ayudarla a salir de la oscuridad, por que él, más que nadie en el mundo, entenderá y tomará el curso de acción apropiado. ¿O no?

Si entras en el tema, vas a leer una novela aterradora. Lo pasarás mal, si entras con la mente abierta, como se debe entrar en una novela de cuyo género andas enamorado, donde descubrir una historia realmente estimulante sobre la lucha de un sacerdote contra su fe. Ambientada en 1962, llegó a los lectores antes que la novela de Blatty pero también antes que La Semilla del Diablo, de Ira Levin; de las que definitivamente puedes ver como se inspiraron en algunos detalles contados aquí. Probablemente, se adelantó a su tiempo en términos de mirar la posesión demoníaca a través de una lente de, ¿es realmente una posesión o podría explicarse a base de ciencia o psicología?.

Juicio a Satán contempla muchos puntos interesantes. También descubrí con ella que realmente disfruto leyendo libros que exploran los entresijos de la iglesia católica y que tienen sacerdotes como personajes principales. Es una especie de observación divertida. Además, me pregunto si Stephen King la leyó hace ya bastantes años, ya que aparecen nombres de personajes de novelas tempranas suyas, tales como Barlow o Halloran… (Conspiranoico que es uno).

Hay dos mundos que chocan en Juicio a Satán. Religión y llamémosla Iluminación. Ahora que lo pienso, no quiero llamarla Ciencia porque no lo es. El padre Sargent tiene ideas muy progresivas que dan forma a su comprensión del mundo. Así es como Juicio a Satán difiere de El Exorcista. Presenta la posesión demoníaca y el ritual del exorcismo de una manera completamente diferente: el padre Gregory Sargent, que piensa en Dios y Satanás en términos simbólicos, no está convencido de que Susan Garth esté realmente poseída. El exorcismo es una prueba de fe para él y teme las consecuencias del proceso para su frágil cuerpo en lugar de preocuparse por derrotar al Mal. Como decía, es una novela sobre el choque entre religión e iluminación en los años 60, época donde se empezó a gestar un fuerte liberalismo, «Carpe diem», y brotaron en USA, sobre todo, cultos a casi todo lo que se moviera y donde se alzó con el trono la adoración al Diablo. Ray Russell lo retrata aquí de forma intensa y maravillosa.

Gran novela, que se lee casi de una sentada.

Reseña: Los Sacrificadores, de Rick Remender, Fiumara y Dave McCaig

La súper recomendación que se hacía sobre este cómic era no leer nada, nada de nada, de sobre qué iba su argumento. Eso decían cuando se publicó en USA la primera grapa de Los Sacrificadores. La sinopsis aportada, diseñada para conseguir pedidos anticipados y compras ligeras, ofrecía un discurso de presentación del comienzo de una nueva aventura de pura fantasía, pero al hacerlo revelaba demasiado. La nueva Fantasy que nos estamos encontrando en algunos cómics, en algunos de grandes autores, es un género que busca expandirse, y normalmente contiene una amplia gama de nuevos escenarios grandiosos, nuevas sociedades creadas desde cero a partir de recursos mágicos y cantidad de razas ficticias. Y siglos de historia, siglos de ambición para la ampliación de esos mundos. Y eso concretamente es lo que vamos a encontrar en esta nueva serie del gran Rick Remender que acaba de publicar Norma Editorial en nuestro país. Una aventura con escalas que requiere tiempo para explorarse pero que se disfruta de todas-todas si entras ella. Porque Los Sacrificadores tiene dos protagonistas adolescentes muy diferentes que definen dos aspectos desiguales de un nuevo lugar fantástico. El primero es un joven sin nombre (o más bien, un humanoide de plumas azules) al que se hace referencia simplemente como «el niño» o «el hijo». El sacrificador titular, que se menciona pero no se explica, proviene de una clase rural de personas que viven en una granja idílica, excepto por el niño que se mantiene y se abandona en el granero…

La segunda es Soluna. La hija de figuras divinas que parecen encarnar el sol y la luna, la misma que finalmente llega a la edad adulta y siente curiosidad por aprender más sobre el mundo que los rodea. La vida en un mundo perfecto que siempre tiene un precio. Porque los dioses exigen el sacrificio de un hijo por familia, pero la cuestión es: ¿En qué consiste ese sacrificio? ¿A qué lugar llevan a los sacrificadores? Puede que el sacrificio sea la simple separación de seres queridos, o quizá la vida misma, solo una larga travesía y el encuentro con los beneficiarios del sacrificio podrán desvelar el misterio para los sacrificadores.

Aunque Los Sacrificadores deja claro que la narrativa se centra en estos deuteragonistas, esboza muy pronto la naturaleza descomprimida en cada secuencia a la que nos vamos a enfrentar. Soluna es rebelde e inteligente; el niño es gentil y decidido, sin embargo, hay suficiente para que los lectores simpaticen con ambos. Aunque el ritmo intencionado retiene mucha información al principio, promete dar sus frutos, ya que establece una base sólida para que se desarrollen las historias de estos personajes y los misterios de su mundo. Y aunque nunca se nombra al niño, el abundante espacio que se brinda a los lectores para observar las oraciones familiares, los encuentros típicos a la hora de la cena y la terrible disonancia cognitiva que exhibe su padre, pintan una imagen clara de dónde viene.

Además, Max Fiumara llena cada viñeta de detalles que animan al lector a detenerse y asimilar la trama a la que está sometido. A lo que suma los resplandecientes dorados y rojos de la coloración de Dave McCaig que evocan la naturaleza mágica y divina de estas entidades y las vinculan con un sentido de clase, ya que contrastan con el hogar rural del niño.

Pura Fantasía bien llevada al cómic.

Reseña: El Sepulturero y el Crimen de la Cripta, de Oliver Pötzsch

La primera historia policíaca de Pötzsch (https://www.planetadelibros.com/libro-el-libro-del-sepulturero/356180) se publicó en 2021. Para entonces, el natural del Munich ya se había hecho famoso con sus novelas históricas mucho más allá de las fronteras de Alemania. Su serie La hija del verdugo se convirtió en un éxito de ventas internacional. Y ahora Editorial Planeta nos publica el tercer volumen de la serie sobre el joven inspector Leopold von Herzfeldt, la fotógrafa policial Julia Wolf y el peculiar sepulturero Augustin Rothmayer, que para el que no lo sepa, también está muy familiarizado con la medicina forense y la patología. Mientras que El libro del sepulturero fue una autentica maravilla que trataba sobre vampiros y muertos vivientes; el segundo (El sepulturero y la tierra negra) sobre momias y maldiciones; éste que hoy os reseño se centra en fantasmas y sesiones espiritistas. Es decir, Pötzsch escribe sobre todos los temas molones que me gustan. Y una vez más, Oliver Pötzsch impresiona con un tema contemporáneo y bien documentado, una narración maravillosamente ligera y divertida y otra historia apasionante.

La serie Gravedigger, como se le llama originalmente, destaca gratamente sobre la monotonía de numerosas novelas policiales históricas. El autor es sencillamente un narrador fantástico. Sabe crear todo un mundo ante los ojos del lector con pocas palabras. Desde la primera página, el autor cautiva a sus lectores y los lleva a un viaje por la Viena de siglos pasados, lleno de interesantes notas al margen, muchos personajes extraños y una historia apasionante y llena de giros.

Los antecedentes de los libros están excelentemente documentados y garantizan que la Viena de finales del siglo XIX resucite. Y Pötzsch ofrece personajes maravillosos. Viena, 1895: cuando el sacristán Josef Waldleitner guía a un grupo de visitantes a través de la cripta bajo la catedral de San Esteban en una calurosa tarde de agosto, hacen un descubrimiento espantoso. Entre los numerosos huesos y cráneos yace muerto Theodor Lichtenstein, un respetado médico y psicólogo en el campo del crimen. Su rostro, distorsionado por el horror, a primera vista parece ileso pero… ¿el hombre murió de terror? ¿Qué le causó tanto pánico? ¿Y qué hacía en aquella tumba? El jefe de policía Josef Stukart pide al joven inspector Leopold von Herzfeldt y a su novia, la fotógrafa policial Julia Wolf, que investiguen el caso, porque Lichtenstein no sólo era un amigo íntimo suyo, sino que también expuso las sesiones de espiritismo que actualmente se estaban poniendo de moda en la metrópoli del Danubio, como charlatanería barata. Y terminaron por encubrir el tema. Cosa que dio lugar a numerosos estafadores.

Mientras Leo y Julia siguen una primera pista después de examinar el cadáver en el instituto de medicina forense, el sepulturero Augustin Rothmayer se entera de algo gracias a su hija adoptiva Anna: los niños siguen desapareciendo en el orfanato de la ciudad. Entonces, ¿alguien está atacando a los indefensos o realmente hay un fantasma deambulando por la metrópolis del Danubio?

Si queréis disfrutar más de estas novelas, buscad información sobre los personajes individuales de la novela y os sorprenderá ver cuánta evidencia histórica incorpora el autor a la trama. En cada página se puede sentir el amor del autor por sus personajes.

Una lectura muy especial.

Reseña: El Último Faraón, de Schuiten, Van Dormael, Gunzig y Durieux

Ocurre como en la novela de aventuras, que dentro del género, existe una especie de subgénero súper atractivo para mucha gente como es el tema del Antiguo Egipto. Reliquias, faraones malditos y momias, seres de ultratumba que luchan por los que es suyo aún en nuestro plano de existencia. También calculadores villanos y especuladores empresarios que hacen todo lo posible por adquirir sendos vestigios para su gozo o beneficio. Para los que estamos al tanto de este subgénero y leemos tanto novelas como cómics (por que lo importante es lo que se cuenta), nos son conocidas Las Aventuras de Blake y Mortimer; genial serie creada por el historietista belga Edgar P. Jacobs, que apareció por primera vez en la Revista Tintín en 1946, aunque tras la muerte del autor, otros grandes autores de la BD han ido continuándola hasta llegar a nuestros días. Y tengo que decir que en general, con una enorme calidad. Norma Editorial es obviamente la editorial que lleva ya unos años trayéndonos este genial cómic, del que he leído varios titulos gracias a mi tito americano, pero nunca hasta ahora había reseñado ninguno. Pero como he disfrutado tanto con El Último Faraón –el último de la serie publicado-, pues ahí va.

Y es que, queriendo ayudar a un amigo, el profesor Mortimer va al juzgado de Bruselas para investigar una poderosa radiación electromagnética. Tras romper una pared, el fenómeno aumenta. Frente a la amenaza, el edificio en el que se encuentra se halla más o menos protegido gracias a la confinación que tienen en una Jaula de Faraday, que bloquea la propagación de la radiación. Pero la ciudad parece completamente condenada. Unos años más tarde, las emisiones interrumpen el funcionamiento de los dispositivos tecnológicos y todo en la Administración parece irse a pique. Las principales autoridades políticas del mundo deciden bombardear el edificio. Acabar con el Mal surgido en el centro de Europa. Temen la propagación y las serias consecuencias que pueda acarrear aquella fuente de rayos cancerígenos. Francis Blake desafía la jerarquía militar y alienta a su compañero a regresar a Bélgica para continuar su investigación…

El Último Faraón es obra del cineasta Jaco Van Dormael, el escritor y dramaturgo Thomas Gunzig, así como por el dibujante François Schuiten. Los guionistas tienen poca o ninguna experiencia en el noveno arte, pero aun así les ha quedado una historia curiosa. Un álbum de casi cien páginas que trata el esoterismo, la política, el terrorismo, el medio ambiente, la ciencia ficción, la fantasía, los monstruos prehistóricos, las terapias de la New Age y las tramas milenarias. El resultado es un álbum particularmente laborioso, con más profundidad de la que uno esperaba. Remueve un maremágnum de ideas bastante actuales en un contexto tan cercano que aterra. La búsqueda digna de la sinceridad del hombre. ¿Progreso o riqueza urgente? ¿Ciencia y descubrimiento o el odio desencadenado? Cómic donde brilla de todas-todas el arte ilustrado de François Schuiten. Después de cuarenta años, uno de los valores seguros del arte secuencial. Su trazo de lápiz sigue siendo excepcional, y como dice mi tío, a lo largo de los álbumes, ha convertido ciudades en actores reales, cada una con su propia personalidad. Sin duda, presenta una Bruselas de una manera bonita y agradable, una metrópolis que sigue siendo hermosa, incluso si cae en ruinas. Para los lectores de culo duro, deciros que Schuiten aquí parece moderadamente inspirado en los personajes de Jacobs. Esos a menudo estáticos, que en otras historias parecen no entender demasiado en dónde se embarcaron. Diría que está hecho adrede. Además se sostiene bastante para los planos amplios en los colores de Laurent Durieux, oscuros y reales, especiales para las escenas de ubicuidad nocturna.

Y algunos diréis: ¿dónde está aquí el tema Egipto? Es que hay más. Os cuento: Pirámide de Keops. Dos hombres están saliendo de un sueño que aparentemente les causó una migraña severa. Están en una habitación oscura iluminada por una delgada vela. ¿Cómo diablos llegaron allí? Bruselas, años después. Un Mortimer envejecido (en la BD los héroes sí tienden a envejecer) va al Palacio de Justicia de Bruselas para responder a la invitación de Henri. quien hizo descubrimientos realmente increíbles… Lo admito, El Último Faraón ha sido para mí una lectura que iba desmereciendo con el paso de las páginas, pero al final me gustó. El dibujo de Schuiten es notable en precisión y realismo y en cuanto al guión, me pareció muy respetuoso con el trabajo original, el espíritu que Jacobs imaginó. Eso no quita que este álbum sea muy distante en estilo a los títulos más clásicos de la serie. Una nueva visión que entiendo que a algunos lectores rancios les provoque una mueca rara. Pero friends, renovarse o morir, ¿no?

Reseña: Un Caballero Oscuro, de Jock

Un Caballero Oscuro recopila los números del uno al tres de la serie Black Label de DC Comics escrita, dibujada y coloreada por Jock. One Dark Knight fue uno de los cómics más esperados de su año en USA y para algunos sí que cumplió con creces las expectativas… Aunque tengo que decir que es una obra a la que le han dado bastante leña. Pero como yo soy una persona que admira lo bueno, que sabe leer entre-líneas y que ve el trasfondo de las obras donde a otros les cuesta (aparte de que suelo reseñar solo lo que me gusta); os comentaré que el arte de Jock es sobresaliente en todo momento aquí. Brilla especialmente en las páginas simples y dobles que muestran Gotham City, así como en la batalla del puente del número final. Además de que la apariencia canosa de este Batman al final del tomo es icónica. Eterna para muchos. Si existe una figura por ahí, una estatuilla de esas que ahora hacen tan guapas, os aseguro que para casa se viene.

Jock ha sido uno de mis artistas favoritos desde que llegó a la escena y era obvio que tarde o temprano llegara a los cómics de gran tamaño como DC Black Label. Honestamente, me sorprende que haya tardado tanto en mostrar su don dentro de esta colección cuando hay otros que no tienen el nivel. Pero vamos al lío…

Durante una gran ola de calor, Gotham está en punto de ebullición. Rita Vásquez, la directora de la Oficina de Prisiones de Gotham City, tiene el encargo de transportar al villano Edward M. Pressler (alias E.M.P.) desde Arkham a BlackGate. Y lo que parecía pura rutina se ha convertido en una de las misiones más chungas que a un equipo de seguridad se le podía presentar. Pues un apagón ha dejado toda la ciudad sumida en las tinieblas y a merced de los muchos peligros que recorren sus calles. Las pandillas de Gotham se encuentran por todas partes y se disponen a atacar el convoy de la prisión en un intento de rescatar (o matar) a E.M.P. Y durante la redada, hacen saltar al convoy por los aires, lo que obliga a Batman a pillar al villano y a escoltarlo hasta Arkham con muchos vehículos, dispositivos y juguetes que no funcionan mientras lucha contra todas las pandillas de la ciudad…

Como veis, la historia también es genial. Obtienes la tensión acumulada de Gotham con una historia a nivel de calle. También me gusta cómo Jock creó su propia Gotham y puedes sentir al orejas picudas luchando como si no hubiera un mañana. Y otra cosa que mola es ver a Jock no haciendo como otros, acudiendo a la galería de villanos habituales de Batman (salvo por un cameo en el último número). Para el caso, Jock crea dos nuevos villanos para esta aventura, dos que brillan por sí mismos cual peli de acción de Netflix.

Espero que Jock (El Batman Que Ríe, Espejo oscuro) tenga más oportunidades de escribir sobre Batman. Tiene una gran intuición para el personaje. Un autor ideal para el Caballero Oscuro, sobre todo, para aventuras cortas de acción.

Reseña: La Guerra Vengadores-Defensores, de VVAA

Entre los números The Avengers #115-#118 y The Defenders #8-#11 tuvo lugar una guerra entre Los Vengadores y mi amado grupo de Los Defensores. Una batalla que recordaba apoteósica, ya sea por el momento, ya sea porque a muchos de los que andamos por aquí, de pequeños, lo que nos molaba, eran cómics donde superhéroes se dieran de ostias unos contra otros… Y no tenía porqué haber ningún villano de por medio. Las recurrentes preguntas eran: ¿Quién gana en una pelea, Hulk o Thor, el Capi o Namor? Bien, pues eso precisamente es lo que vimos entonces y ahora Panini Cómics recupera en uno de estos maravillosos Must-Have que se están publicando.

Los Vengadores llegan a Inglaterra en el Quinjet y se enfrentan a un agente del brazo británico de SHIELD que no quiere dejar entrar al criminal Espadachín en el país, pero acepta a regañadientes las garantías de Los Vengadores. El Quinjet aterriza en el castillo de Garrett, hogar ancestral del vengador británico Caballero Negro. Pero resulta que el equipo intentó ponerse en contacto con Dane Whitman cuando se dieron cuenta que estaban buscando ayuda contra Magneto. A lo que voy es que Los Vengadores encuentran una barrera invisible alrededor del castillo (que resiste el martillo de Thor y la intangibilidad de Vision). Es pura magia. Mas, el hechizo creado por la Bruja Escarlata tiene un pequeño efecto temporal. Es una barrera mágica. Mantis usa su poder empático para descubrir que la barrera fue erigida por el Dr. Extraño (en números anteriores de Los Defensores). Cuando, de repente, son atacados por trogloditas que salen de túneles ocultos en el suelo. Pantera Negra, Mantis, Scarlet Witch y Swordman son tomados por sorpresa y noqueados. El Capitán América, Iron Man y Thor son sometidos por gas y…

Este arco fue curioso. Como os comentaba antes, fue una especie de crossover (o uno en toda regla), una trama que se intercaló entre dos potentes colecciones o cabeceras de los años 70. De hecho, si no seguías las dos o tenías alguien que te los dejara, os aseguro que no te enterabas de nada. Suceden cantidad de cosas por página. Una tras otra. A groso modo, lo que ocurre es que existe una conspiración creada por Loki y Dormammu donde estos dos liantes de cuidado se las ingenian para desatar una guerra entre Los Vengadores y Los Defensores. O lo que es lo mismo, la excusa perfecta para que Steve Englehart y Sal Buscema, en el mejor momento de sus carreras, ofrecieran un crossover que se quedaría grabado en la memoria de millones de lectores.

Un tomito que se disfruta a tope. Magia, acción, viajes a una época medieval con superhéroes enfrentados, cómics clásicos que hasta hace no mucho solo se podían encontrar con páginas atadas con cuerdas en librerías de viejo. Gran cómic y gran arco vuelto a la vida.

Con unos dibujos de Bob Brown que pueden volverse extraños a veces pero que te llevarán a la nostalgia de nuestros benditos años 70 y 80. El Capitán América, Iron Man, Thor, Ojo de Halcón, el Doctor Extraño, Namor, Hulk, Estela Plateada… Ideal para descubrir que pasaría si chocaran unos con otros.

Buena recuperación, sí, señor.

Reseña: El Horror de Dunwich 1, de Gou Tanabe y H.P. Lovecraft

Con El horror de Dunwich, Gou Tanabe se propuso una vez más adaptar una historia de Lovecraft a un manga. Un cuento publicado en 1928, una historia corta que fue estructurada de forma un poco diferente a otras historias de Lovecraft, una historia donde la gente no se encuentra con el horror de la antigüedad, sino con la magia que ha sido convocada de forma voluntaria y presente desde el primer momento.

Y es que realmente sigo buscando el sentido al porqué las adaptaciones de Tanabe calan tanto. Diría que sabe transmitir el miedo tremendamente bien con sus mangas y Lovecraft parece ser el guionista ideal para sus “películas” pero es su miedo que congela desde las primeras páginas al tomar ese camino del narrador extraño, curioso, conducido a una extraña morada donde en este caso los habitantes…, antes de que el descubrimiento agrave su extrañeza. Pero también nos abraza el ambiente… listo para ser transmitido, para trasladar al lector “allí”. La atmósfera empolvada e inquietante te rodea gracias a sus toscos dibujos donde el horror parece fluir desde las páginas. Una vez leí sobre el horror corporal, ese capaz de atrapar las entrañas, la garganta… quizás sea lo que Tanabe consigue. A eso sumad, lo que es para el caso, un ejemplo genial de folk-horror, y obtendréis este primer tomito del famoso cuento que Planeta Cómic trae este mes a librerías.

El horror de Dunwich, trata de un niño que nace en una granja a las afueras de un pueblo Lo inusual del niño no es sólo su apariencia, sino también su rápido crecimiento y su enorme ritmo de desarrollo. En el decrépito pueblo de Dunwich, Massachusetts, ha nacido Wilbur Whateley, hijo de Lavinia Whateley y padre desconocido. Sucesos extraños rodean la infancia de Wilbur, tales como su crecimiento anormal y el hecho de que los animales a su alrededor, especialmente los perros, rehuyen de él o se vuelven extremadamente agresivos con su presencia. Su abuelo, al que se le llama «viejo Whateley», introduce a Wilbur a la brujería y artes oscuras. Las sospechas crecen en el pueblo cuando el ganado del viejo Whateley empieza a disminuir o aparecen con heridas abiertas. Las sospechas aumentan cuando Wilbur y su abuelo comienzan a comprar grandes cantidades ganado y a modificar su vivienda…

Lovecraft declinó contar los motivos conocidos de procedencia de esta obra. Aportó con ella una visión miserable del campo, con estas casas de los horrores, con este lado místico también que aborda el misticismo y la brujería, con esta imagen de campo con gente inculta y áspera. La figura de la autoridad claramente es la madre, y Wilbur, sin embargo, es la propuesta para lo inteligente, extraño y singular en una persona que viene a este mundo de extrañas formas. Sumergirse en la historia de su pasado, desde su nacimiento hasta su edad adulta, es encadenar momentos extraños e inquietantes. Y aquí es donde el mangaka lo hace de maravilla con el diseño oscuro, encarnado, visible para la practica de un horror donde realmente no se muestra nada y todo se sugiere. Definición del verdadero miedo para mí.

Los dibujos de Gou Tanabe suelen tener un éxito extraordinario en todo el mundo. El artista muestra el paisaje a gran escala en dobles páginas, lo que resulta sencillamente cautivador a la vista. Este arte por sí solo distingue a Tanabe de otros artistas del manga. Incluso si lo exagera un poco aquí y allá, el lector sabe que a Tanabe le gusta hacer sus dibujos de forma ornamentada. Y que ama a Lovecraft. Entonces, decidme: ¿pocas cosas son más recomendables para los amantes del género de Terror, no?

Reseña: Felpa, de Doug Wagner, Hillyard, Renzi y Dukeshire

El dibujo más loco y aberrante puede contener la historia más pura que hayas conocido.

No sé si esto lo dijo alguien o me sale de dentro. Pero lo cierto es que con Felpa se cumple de todas-todas. La obra de Doug Wagner esplende aquí en todos los sentidos. Gore y raruno. Weird puro, que dirían algunos. Y más sangriento que Plástico por lo que recuerdo, pero empantanado por un montón de conversaciones y el núcleo emocional que aporta Doug Wagner llega un momento en que cala en tus adentros. Y eso que no me importa que se ponga tierno aquí, que intente contar una historia humana, pero lo que trata es de aporta una travesura divertida y tonta de asesinatos y lo consigue. Historia humana sobre con quién elegimos casarnos… que incluso llega a resultar incómoda.

Hasta donde yo sé, Plástico, Vinilo y Felpa, están escritas por Doug Wagner y entintadas por Daniel Hillyard, en lo que se considera una especie de trilogía. Principalmente por la fiesta sangrienta y desenfrenada que presentan. Y aquí, al igual que en Plástico, tenemos un protagonista que ha tenido mala suerte, pero esta vez no es el asesino. En cambio, se une a los asesinos, que terminan siendo peludos excéntricos que ocasionalmente son caníbales derrochadores de sangre, contra policías de mierda en un pequeño pueblo (muy similar a los policías en Plástico). Es una premisa divertida y extremadamente atractiva que conduce a un montón de gore exagerado y divertido (especialmente la chica con disfraz de perro). Y hay mucho más diálogo que en las anteriores obras y la acción es divertida y emocionante. Y eso que Plástico contenía gran cantidad de diálogo, pero te daba más información sobre el loco asesino en serie a tratar, mientras que aquí se divide entre eso y una historia de amor. Por la cantidad de diálogo que había y que se interponía en el camino de la diversión sangrienta, esperaba un poco más pero eso no quita que haya una historia con bastantes datos interesantes aquí.

En Felpa, un amigo convence a Devin Fulcher de que asista a su primera convención furry. Cuando se topa accidentalmente con un grupo de furros devorando a un ser humano, da inicio la demencial aventura. Y la pregunta es: ¿Ansían la compañía de Devin para merendárselo… o se trata de algo mucho más perverso aún? Si no los conocíais ya, os diré que Doug Wagner y Daniel Hillyard son un dúo increíble para este tipo de historias.

El estilo artístico de Hillyard brindan casi siempre gore detallado y divertido. Y felicitaciones a Rico Renzi como colorista en este caso. Cambia los colores a estos neones intensos durante ciertas escenas, normalmente las sangrientas, y funciona perfectamente para el ambiente de horror creado.

Cómic ideal para disfrutar en Halloween.

Una perturbadora sinfonía de “terror neón” sobre fursuits psicópatas y amor grotesco. Totalmente de acuerdo con la sinopsis editorial.

Reseña: Crónicas del Reino de los Dos Lagos, de Tito Faraci y Silvia Ziche

Tito Faraci, principalmente, sabe hacer dos cosas muy bien: cómic de género negro y humorístico. También se le dan bien otras cosas pero estos dos géneros son las joyas de su producción. En el primero, nos brindó obras maestras como Anderville, las historias de Manetta y Rock Sassi. Y otras tantas. Pero por otro lado fue capaz de introducir sus “sugerencias” en obras infantiles como en su corta dedicación para Disney en la famosa revista Topolino, donde Crónicas del Reino de los Dos Lagos es un ejemplo. Por eso este que anda por aquí no podía perderse la publicación de esta obra ahora que Panini Cómics la pone en librerías en la colección de estos maravillosos mini Disney Limited Edition que nos está trayendo. Una saga fantástica, una peculiaridad en la producción de Faraci, pero no una fantasía clásica sino una fantasía al estilo de Tito Faraci.

Fantasía que te hace reír. Fantasía que tiene trasfondo de género negro. Y no podía ser de otra forma, para una historia que fue confiada a los lápices de Silvia Ziche. Un nombre, un programa y así Crónicas del Reino de los Dos Lagos resulta ser una sabrosa interpretación de la fantasía de Tito, en la que tenemos a Mickey Mouse en el papel de un rey que ya no quiere ser rey, a Manetta como su consejero, a Goofy como comandante del ejército, un Gamba dudoso como líder de los invasores bárbaros, etc. Una joya por el ritmo cómico expresado, apoyado admirablemente por Ziche. De hecho, os diría que el final del último episodio es una de las cosas más brillantes en los cómics de Disney que he leído en muchos años lectores. Mis aplausos siempre a los finales abiertos.

Crónicas del Reino de los Dos Lagos es una serie de historias que aparecieron entre 2010 y 2013. Siete episodios en total los que caracterizan esta simpática aventura que inicialmente se suponía que constaría de tres, aunque se amplió a cuatro. El protagonista es Mickey Mouse pero…, en esta saga hace aparición un «nuevo» personaje. Se trata del Rey Mickey Mouse, quien es el jefe del famoso reino de los dos lagos, donde se desarrollan los acontecimientos. Un nombre muy indicativo de la composición del reino, una gran extensión de tierra bordeada por dos lagos y con la capital en el centro. Porque ser gobernador del reino es ciertamente una tarea ardua y Mickey lo sabe bien, ya que continuamente se ve obligado a proporcionar dinero al pueblo. Por eso las arcas del señorío empieza a estar en grandes dificultades y el rey Mickey decide intervenir de una forma muy particular. De hecho, descubre que los bárbaros, guiados por su eterno enemigo, pretenden atacar el reino y, en lugar de hacer todo lo posible para preservar el territorio, el rey Mickey elige a Goofy como comandante del ejército para organizar una defensa contra los bárbaros. Según las intenciones del soberano, Pippo, al no tener experiencia, no debería poder derrotar el ataque del enemigo. Pero como sabemos, las cosas no siempre salen como deberían…

Un volumen que en mi opinión todo el mundo debería tener, tanto los fans de los cómics de Disney clásicos como todo amante de la comedia e incluso los que lo son un poco menos. Una saga que se burla descaradamente de la Fantasía y hace reír, pero mucho.