Reseña: Lobezno Vol.1, de Daniel Way

Tengo mis lecturas de rarunas y cosas clásicas a la vez pero podéis llamarme simple al ser presa fácil e ir por modas. Me suelo dejar llevar por lo que mola en el momento y ya está. Sin complicaciones. ¿Qué está de moda Star Wars? Pues a darle. ¿Qué está de moda la Fantasía por algún libro o serie de TV? Pues eso. Y ahora en cines la moda la tenemos con el estreno de Lobezno y Deadpool, así que el cuerpo me pedía leer sobre los dos. Y decidí darle empezar por el primero. Y mirando, no sé por qué, me llamaba la atención este Lobezno, de Daniel Way, un autor al que apenas conozco, ahora que Panini Cómics acaba de publicar un primer Marvel Héroes de su etapa. La denominada etapa de Wolverine de uno de los más explosivos creadores. Una etapa con una sinopsis tan original que podría cambiar al personaje para siempre. Tenemos un tomo que en su conjunto es bastante sólido con historias de Lobezno y una de Dientes de Sable, todas de Daniel Way. Volumen que comienza con los últimos tres números de Wolverine v.2 que creo que no se ha recopilado antes.

¿Las historias? Tenemos a Logan que se va de paseo con un campesino perturbado (el dibujo de John McCrea no me gustó). Tenemos a Wolverine apenas apareciendo en una trama donde un policía de asuntos internos borracho e inepto intenta atrapar a un policía corrupto (sentí casi como si Way hubiera escrito esto como una historia independiente y luego hubiera metido a Wolverine en ella). Pero también tenemos una historia donde Mystique toma protagonismo y Logan es solo un personaje secundario. Javier Saltares y Mark Texeira sacan mucho provecho de esto.

Tenemos una joyita como es La Promesa. Una historia terrible con un arte horrible de Ken Knudtsen. Y después pasamos a las historias del origen de Wolvie por las que Way es más conocido para con el personaje. Porque fue en House of M el momento en el que Logan recupera sus recuerdos y ahora, aquí, está tratando de ordenarlos. Haciendo una gira mundial para hablar (o más que hablar) con quienes aparecen en sus recuerdos. Muchas revelaciones y nuevas direcciones de la historia ahora que Lobezno tiene casi 200 años de recuerdos que examinar. Maravillosa miniserie. Con Saltares y Texiera nuevamente brindando con unos dibujos fantásticos, un dueto que vienen dándolo todo desde principio de los 90 especialmente con Ghost Rider.

Le sigue otra obra de arte como es Nacido en sangre. Lobezno buscando venganza ya que fue manipulado para que hiciera cosas bastante atroces en el pasado. También me gustan los cambios que hizo Way en los orígenes de Nuke. Además, tenemos una pelea feroz con el Capitán América y algunos de los X-Men. Logan y el Capi usan algunas tácticas interesantes. Y tenemos una historia en la que hay una gran revelación. Los dibujos de Steve Dillon siempre fueron uno de los más acordes para Lobezno. De primera categoría aquí.

Una colección de historias, de las más recomendables para ponerte con el personaje. Recopila varias historias de todo el arco argumental de Logan. En general, muestra los puntos fuertes de Daniel Way como guionista y me hace querer leer más, buscar más de sus obras, para ver de hasta dónde es capaz de llegar con los grandes puntales Marvel.

Con Deadpool podría hacer algo muy grande.

Reseña: Marvel Team-Up, de Chris Claremont y John Byrne

Puedo asegurar que una de las muchas solicitudes que se le han hecho a Panini Cómics en los últimos años, ha sido la recuperación de los famosos Team-Up con los que tanto disfrutábamos de pequeños. ¿Cómo diablos no iba a ser atractivo para un fan de los superhéroes encontrarse una miniserie en la que su héroe favorito vivía una aventura -con enjundia- con otro potente superhéroe que bien pudiera ser el favorito de tu mejor amigo, de tu padre, hermano o hermana, o incluso del niño que no soportabas? O cómo normalmente me pasaba, un aventura de mi personaje favorito junto a otro que también lo era. Aunque yo siempre fui más de villanos Marvel…

Encontrarlos juntos, en definitiva, sufriendo, luchando contra un portentoso villano o incluso (esto era lo más común), enfrentándose entre ellos mismos. Ambos héroes pero con diferentes modos de ver la justicia, en dicho relato. O incluso a veces, a partir de estas miniseries, se creaban discrepancias que bien pudiera marcar la relación de ambos para toda la vida.

Los Marvel Team-Up representaban una formidable imagen de la Marvel de la época, con los personajes clásicos de la factoría entremezclándose con las revolucionarias creaciones de entonces. A groso modo, esto es un Marvel Team-Up en toda su esencia. Bueno friends, supongo que os habéis enterado que desde hace ya unos meses, y al fin en formato Omnigold, Panini Cómics está poniendo en el candelero esta legendaria colección de los años setenta en que Spider-Man compartía cartel con otros. Sí, el glorioso trepamuros en su mejor época y con autores, ya hoy grandes maestros del noveno arte como Chris Claremont, John Byrne.

Y es que este Spiderman: Marvel Team-Up podría ser de todos los de la época, la serie más molona. Una colección que -pese a que en la portada de este que os reseño hoy aparezca junto Thor-, en casi cada número la aventura le llevaba a toparse, ora con un superhéroe, ora con un villano diferente. En el fondo, lo que ya hemos contado. Te aseguras y sabes que vas a ir pillártelo sí o sí por que esto es caña de la buena. Lo que no te quita a nadie es, personajes grandiosos en combates e incertidumbres a tutiplén. O a cascoporro. Y para muestra un tomo.

Spiderman: Marvel Team-Up, de Chris Claremont y mi amado John Byrne, comienza en el Marvel Team-Up #59, de 1977 (precioso año) y la colección nos lleva hasta el #70, incluyendo además el #75 y #79 de la legendaria serie. Un compendio con muy variadas aventuras donde Spidey formará equipo, o trío, con más “insectos” como Chaqueta Amarilla o La Avispa contra el villano termodinámico Equinox dando por saco. O echándole una mano a la Antorcha Humana después de que el Súper-Skrull casi destroce al pretencioso chico ígneo. Con un puñado de los mejores héroes de Nueva York (Los 4 Fantásticos o Tigra) intentando detener al alienígena. Pero más. Bastante más. Carol Danvers como Miss Marvel y Spider-Man descubriendo la fuente de poder del Súper-Skrull, en una de esas tramas de espacio exterior que tanto me gustan. O Serpiente de Acero dejando una tarjeta de presentación a Iron Fist…, con Peter Parker tras el mensaje. O Puño de Hierro fuera de combate y dependiendo del trepamuros y de las Hijas del Dragón el eliminar a dicho sujeto en una aventura de artes marciales puras como jamás vi participar al arácnido.

Y Spidey encontrándose con el Capitán Britania por primera vez y dándose de ostias, en la primera vez que el personaje aparecía en un cómic norteamericano, por cierto). Y Kraven El Cazador atrapando a Tigra y utilizándola como cebo para una escaramuza. ¡O incluso una batalla contra el mismísimo Hombre-Cosa! En definitiva, maravilla tras maravilla. Divertimento puro. Cómics de los buenos, bien recopiladitos en tomos que uno puede llevar de aquí para allá para disfrute continuo.

Reseña: El Castigador. Zona de Guerra, de Dixon, Romita Jr. y Harris

Interminables alabanzas para definir esto de tener en un sólo tomo una serie al completo. En un solo volumen portable donde quiera que vaya, una maravilla que poder llevar bajo el brazo para degustar y abstraerse en cualquier lugar posible. La Maravillosa Época de los Integrales que estamos viviendo y que en el futuro recordaremos, o se recordará, como años dorados de publicaciones en papel. Como si no hubiera un mañana.

El Castigador: Zona de Guerra es una serie publicada por Marvel Comics donde vais a ver a The Punisher dándolo todo. Tramas que fueron escritas y dibujadas por varios artistas en un total de cuarenta y un números, pero donde esplende por encima de todo el inicio llevado a cabo en 1992; guionizada por Chuck Dixon, y con un John Romita Jr. pletórico a los lápices. El Castigador: Zona de Guerra está considerada la tercera serie más popular entre los aficionados, pero ya sabéis como es esto, para gustos los colores. En mi caso, leerla de un tirón así, ahora, y con la madurez que uno tiene en estos momentos, os juro que ha hecho tambalear mis dos altas posiciones que ostentaban Punisher Max y Diario de Guerra. Y no es para asustarse, se dice que con Zona de Guerra, el personaje llega a marcar en los 90s su máximo pico de explotación y popularidad.

Los seis primeros números comprenden un arco argumental. Con el trasfondo común de lo obvio: la guerra contra el crimen de Frank Castle como El Castigador convierte el Universo Marvel en una zona de guerra. Donde al abrir el tomo nos damos de bruces con un enfrentamiento: un oficial de policía recibió un disparo y un pintilla utiliza a otra poli como escudo humano. The Punisher le dispara y ella puede correr a auxiliar al otro agente. Mientras tanto El Castigador ejecuta al pintilla. Pero ella trata de arrestarlo y él, tranquilamente, le dice que haga lo que crea correcto. Y al no hacer ningún esfuerzo por detenerlo, se va. Comienzan a desatarse entonces toda una serie de crimenes violentos por la ciudad. Un colombiano herido se encuentra con sus superiores y les explica una reciente masacre. Frank Castle empieza a sospechar que su compañero Micro tiene un problema con la mafia. Noches después, desaparece. En una de sus salidas, Frank intercepta un robo de uno de los lavaderos de dinero que usan las Tríadas y los mata a todos, excepto a uno, que se niega a dar información. El Castigador lo tortura con una paleta, un trozo de carne y un soplete (hay que verlo). Pero todos los caminos parecen llevar al denominado Shotgun, que ha empezado a gobernar la gran ciudad de la noche a la mañana. Y cuando los jefes de reclutamiento policial empiezan a requerir gente, Mickey dice que tiene a un primo de Kansas ideal para el trabajo: Johnny Tower (El Castigador, encubierto) que va de todas-todas a por ese Shotgun…

Lo siguiente es que Rosalie se molesta porque las familias de la mafia se están reuniendo sin ella. Uno de los cabecillas le dice que debería irse a casa y llorar la muerte de su padre, tío y prometido. Ella argumenta que nació en La Familia y ha estado al lado de su padre desde que era pequeña. La mayoría alegan que no van a trabajar para una mujer. Ella ordena a sus chicos que lo maten. Después del altercado, se elige a sí misma como nuevo jefe y les da a todos su primer mandamiento: ¡Quiere a El Castigador muerto! Para asegurarse, Rosalie se reúne con Los 7 Asesinos y les explica los términos. Todos tienen puesto el ojo en The Punisher después de esa famosa recompensa de cinco millones de dólares.

Caña de la buena.

Ciertos desconocidos creen que cuando recomiendo algo con ansia, con tanto ímpetu, es por que soy así de entusiasmista, de forofo, de influencer… Es en esos momentos cuando les recuerdo (mi madre decía: «Tienes tan buena memoria, de lo rencoroso que eres».), les recuerdo a esa gente sin fe, que El Castigador: Zona de Guerra es una jodida maravilla.

Reseña: Monstruos de Marvel Vol.1, de Stan Lee, Lieber y Jack Kirby

Salió a principios del mes pasado pero como es una joyita de cómic que no quiero que dejéis pasar, os la traigo para empezar la semana reseñal. Me refiero a este Marvel Limited Edition denominado Monstruos de Marvel, que puede ser uno de los rescates, una de las mejores recopilaciones de historias clásicas que se pueden leer y adquirir en este momento. Con material del Strange Tales of the Unusual, Astonishing, World of Fantasy, Strange Worlds, Tales to Astonish, Strange Tales, Tales of Suspense y del Journey into Mystery. En resumidas cuentas, cómics que me extraña muchísimo que de otra forma podáis conseguir. Monstruos de Marvel de la mano de Stan Lee, Larry Lieber y Jack Kirby. Ahí es nada. Añadiendo que aquí hay mucho terror clásico con seres que antes de la creación del Universo Marvel, Lee, Lieber y Kirby, dieron vida en unas muy chulas publicaciones. Porque como guiados por un extraño don, Lee y Kirby, ayudados por el dialoguista Larry Lieber, entregaron página tras página estas historias clásicas llenas de acción, que en muchos casos sirvieron como ensayo de personajes que estaban por venir.

Con seres aberrantes salidos del subsuelo o venidos del Espacio Exterior, las historias proporcionadas por Stan Lee algunas son muy grandiosas y épicas si somos capaces de situarnos en la época en la que fueron escritas. Y algunos sabéis que podemos, porque fuimos lectores entonces, muchos, sin perjuicio alguno por lo que teníamos entre manos. Niños de los 70 u 80. Por poner un ejemplo, cuando en 1963 la Strange Tales hizo su primera aparición, rápidamente fue una revista de cómics que fue allanando a la vez que liderando el camino de todas las publicaciones que surgirían poco después. Eran «lugares” de abstracción, historias en las que perderse y que de alguna forma daban fuerza mental, poder al alma y al espíritu de la imaginación. Comenzábamos con típicas historias de un hombre en apuros y terminábamos con el enfrentamiento de varias personas contra un monstruo mientras este devoraba un pueblo o una ciudad. El miedo a un paso. Joyitas de historias de antes que Lee y Kirby cambiaran la historia de los cómics con la creación de Los 4 Fantásticos, a los que seguirían otros personajes de ambos (La Patrulla X, Thor, Iron Man…), míticos personajes que no surgieron de la nada, pero que venían de la imaginación de dos grandes guionistas y dibujantes que llevaban varios años colaborando en historias de monstruos, fantasmas, extraterrestres y terror psicológico. Historias de las revistas mencionadas que los aficionados llevamos esperando casi medio siglo que fueran rescatadas. No se habían vuelto a publicar y nunca las habíamos leído en español, en color y en formato original. Historias de suspense, de seis y ocho páginas, que nos presentan a monstruos supuestamente invencibles, pero que siempre resultarán derrotados gracias a la inteligencia de algún científico o héroe solitario o incluso con alguna bacteria microscópica…

Diría que tiene dos puntos fuertes este MLE que Panini publica junto a SD. Pese a ser una primigenia Marvel hay historias de terror clásico aquí. Y dos, son páginas donde se huele a que se gestó el propio Universo Marvel que vino después. Repito: contiene el origen de Groot. Un monstruo que ya conocéis y que os sorprenderá por como era originalmente antes de su evolución a lo que podéis encontrar en Los Guardianes de la Galaxia. Una especie de dios arborícola que controlaba a todos los árboles del planeta…

O el gigantesco dragón Fin Fang Foom, u Orrgo, que es capaz de hipnotizar a toda la humanidad, o Grottu, el rey de todos los insectos, que es una hormiga gigante pero inteligente, o Rorrg, el rey de las arañas monstruosas, o Kraa, un coloso de piedra como las estatuas de la isla de Pascua, o Goom, una gigantesca criatura que tiene su propio retoño… O Gigantus/Goliath, otra misteriosa criatura que es a la que podéis ver en la portada de este imprescindible cómic. Cuando vi el volumen por primera vez dije: ¿Pero qué jodida maravilla es ésta?

Y lo mejor es que se viene un volumen dos.

Reseña: Dinastía de X / Potencias de X, de Hickman, Larraz y R.B. Silva

Ahora recopilado en tapa dura, en formato grande y en rústica comercial estándar tenemos ya disponible por estos lares el tochal de Dinastía de X /Potencias de X (House of X / Powers of X), el volumen contenedor de las dos miniseries de 2019 del gran Jonathan Hickman. Y es que cuando Marvel anunció que Hickman regresaría para llevar a los X-Men, fue una propuesta intrigante en sí misma, aunque amplificada por el marketing que la presenta como la próxima gran evolución para los mutantes. Un gráfico sugería que sería tan monumental como Giant-Size X-Men #1 en los 70 revitalizando la serie después de su cancelación inicial o Grant Morrison y Frank Quietly brindando una visión distintiva para el nuevo milenio cuando se dirigieron a los New X-Men. Después de leer cómics de superhéroes durante bastante tiempo, es fácil volverse cínico con respecto a las promesas de que las cosas nunca volverán a ser iguales pues, los eventos dramáticos nunca suelen ser tan grandes como se sugieren o los efectos son un factor que el próximo equipo creativo puede descartar fácilmente en favor de la dirección que les guste tomar para la serie. En fin. Guion de Jonathan Hickman, dibujazos de Pepe Larraz y R.B. Silva, decidme entonces quién demonios (por no decir otra cosa), qué amante de las buenas historias Marvel se va a perder esto. Dice así:

Humanos del planeta Tierra. Mientras dormíais, el mundo cambió.

Desde su nacimiento, La Patrulla-X ha vivido cuatro momentos fundamentales: su fundación, la Segunda Génesis, La Era de Apocalipsis y la época de New X-Men. Ahora, Charles Xavier revela su plan maestro… el que sacará a los mutantes de la oscuridad y los llevará, una vez más, hacia la luz. Tenemos una primera historia de supervivencia. En el nivel básico, es lo que son todas las historias de los X-Men. Historias de supervivencia. Aunque en lugar de aceptar que siempre serán odiados y temidos, estos doce números muestran los primeros pasos de la mutación afirmando su dominio como especie más avanzada. No sólo pasar de pasivo a activo, sino proactivo. Dinastía de X nos presenta predominantemente en qué se ha convertido Krakoa, mientras que Potencias de X avanza años hacia el futuro para mostrar la última resistencia de los mutantes restantes contra una fuerza tecnológica invasora, liderada por Nimrod. Una yuxtaposición que sugiere inicialmente que el primero trata sobre el comienzo y el segundo sobre el final. Aunque el guion de Hickman tiene bastantes trucos guardados en la manga y lo vas percibiendo con el paso de las páginas respecto a la cronología completa de los eventos, ya que regresa a escenas como la de Xavier y Moira MacTaggert, primer encuentro en un banco del parque, enfoques de escenas hechas siempre con un propósito más a largo plazo… Hickman es un maestro guionista de los buenos. Y me encantó, sobre todo, la parte que se habla de Moira, quien es la parte integral de por qué Krakoa es lo que es. El hogar de una de las tácticas más creativas de los cómics Marvel e incluso si este fuera el único gran cambio que se encuentra en las dos series, aún sería suficiente para que toda la experiencia justificara el apodo de un nombre tan revolucionario.

Finalmente, tenemos algo muy molón como es un escenario lejano y futurista que encontramos en Potencias de X donde se involucra personajes nunca antes vistos, y solo vislumbrados brevemente. Y tenemos a Silva aún capturando la energía apropiada para la lucha de supervivencia con el tono taciturno que requiere el guion. Al presentar un mundo nuevo y audaz para los X-Men, las dos series necesitaban un par de artistas cuyo trabajo dejara boquiabiertos a los lectores, lo que nos lleva a Pepe Larraz y R.B. Silva. Los dos han trabajado anteriormente en cómics de la línea X como Extermination y X-Men Blue, pero aquí intensifican su juego y están acompañados por la mano del colorista Marte Gracia (Adriano Di Benedetto también entinta a Silva para los dos primeros números de Powers of X y David Curiel ayuda con el color en el final de cada serie) y todo el mundo, en mi opinión, está que se sale.

Dinastía de X / Potencias de X es un nuevo tomo, una de las últimas incorporaciones a mi/nuestra lista de las mejores historias de los X-Men de todos los tiempos.

Reseña: La Contienda del Caos, de VVAA

La Contienda del Caos recoge todos los anuales que se publicaron de este evento-crossover (Scarlet Witch Annual 1, Spider-Man Annual 1, Iron Man Annual 1, Fantastic Four Annual 1, Moon Knight Annual 1, Spider-Gwen Annual 1, Venom Annual 1, X-Men Annual 1 y Avengers Annual 1). En resumen, la historia donde Agatha Harkness quiere un nuevo Darkhold y está utilizando a los héroes de la Tierra para conseguirlo.

El reciente resurgimiento de este evento anual Marvel, lleva un poco a la nostalgia, a los buenos años de lecturas marvelitas ya casi olvidados. Aunque en gran medida trillado, a los que hemos crecido disfrutando con esto, siempre nos va a molar vivir/leer eventos así. Y disfrutarlos en un solo tomo o TPB como Panini Cómics lo acaba de editar. Porque La Contienda del Caos forma parte de un largo legado de crossovers anuales de Marvel de bajo impacto que han subido como la espuma entre la opinión de los lectores. Eventos creados para poder omitirse desde su inicio a fines de la década de los 80s y a pesar del auge en los rumores o comidillas en tiendas de cómics o foros, esto sigue molando. Porque en los antiguos anuales pasaba que, no podía suceder nada trascendental o formativo en una serie de capítulos y que no vieras repercusión alguna en las cabeceras de dichos personajes. Por eso la práctica de los anuales prácticamente desapareció a principios de los 90, años en que cada anual introducía un nuevo personaje (y venía con una tarjeta coleccionable), publicaciones anuales de Marvel que se quedaban en el camino poco después. Y como en todas esas viejas historias, no ocurre nada importante en los primeros números de La Contienda del Caos – Magia y Caos, a pesar de que la narrativa está firmemente arraigada en la mitología contemporánea Marvel. Pero engancha. Y al igual que su homónimo, Contest of Champions, de 1982, el cómic existe casi exclusivamente como una excusa para que nuestros héroes luchen entre sí. Pero eso mola, ¿no?

Este tipo de espectáculo nunca está mal visto, por supuesto (¿quién no quiere ver al Motorista Fantasma pelear con la Antorcha Humana?), aunque, extrañamente, los momentos más convincentes del título ocurren cuando nuestros héroes se niegan a luchar: en el Moon Knight Annual, Moon Knight ve ciertas cosas que no le gustan y pierde ante Taegukgi; en el de Spider-Gwen, Gwen y White Fox trabajan juntas… En definitiva, a lo largo de la narración, como micro-copias de seguridad de la pelea, un pequeño grupo de héroes intenta descubrir el misterio detrás de los eventos y esa es la trama quizás más poderosa, la que te lleva a disfrutar fuera de tanta ostia y patada voladora. Misterio que además nos lleva a Agatha Harkness, quien cree que la Bruja Escarlata es una administradora indigna de Darkhold (el número de apertura del evento presenta este conflicto).

La Contienda del Caos es exactamente lo que se dice: peleas caóticas entre personajes importantes, algunas que creíste desiguales pero que después no lo fueron tanto. Pero tan desigual como cualquiera de los eventos anuales de Marvel que le preceden. Y de alguna manera eso es parte de la diversión. Por eso este título es divertido en todo momento.

Reseña: Operación Tormenta Galáctica, de VVAA

El evento Operación: Tormenta Galáctica comenzó en el Captain America #398 USA y continuó hasta el #401. Pero realmente se compuso de quinces cómics más (Avengers West Coast 80-82, Quasar #32-34, Wonder Man 7-9, The Avengers 345-347, Iron Man 278 y 279, The Mighty Thor 445 y 446) y dos epílogos oficiales. Siete cabeceras diferentes por lo que fue difícil y caro de seguir. Pero ahora gracias a Panini Cómics lo tenemos todo reunido en un genial Marvel Héroes el cual es y fue un crossover de los más largos que he visto. Aunque es posible que eventos como Secret Wars II o Acts of Vengeance hayan tenido más partes, pero esta es la primera vez que tenemos un evento de este tamaño donde todas las cuestiones participantes son esenciales. Por eso no todo lo mundo lo leyó y ahora tenéis la oportunidad de tenerlo todo en un solo tomo. Ya tardáis.

Originalmente, Operación: Tormenta Galáctica estaba pensada como una historia de Quasar, pero se expandió para ser un “cruce de familia” con Los Vengadores. Esto se confirma en una carta posterior de Quasar, y luego una carta en Avengers #348 que dice que Gruenwald «proporcionó la idea básica», pero Bob Harras y Fabian Nicieza «dieron cuerpo a un esquema, cómic por cómic». La participación de Harras en el panorama general tiene sentido. Este es un evento de Los Vengadores, en realidad, y Harras estaba escribiendo entonces su cabecera principal. Más allá de eso, Harras también era el editor del Libro X, y los crossovers habían servido bien a la línea X, por lo que tenía sentido intentar hacer algo similar para con Los Vengadores.

Para el que no se le haya ocurrido aún, Operación: Tormenta Galáctica es una obra que pretende recrear lo que fue en la realidad la Operación: Tormenta del Desierto, el nombre de la Guerra del Golfo liderada por USA contra Irak; una guerra que ya había terminado hacía algún tiempo (tuvo lugar a principios de 1991, con una preparación llamada Escudo del Desierto que comenzó el verano anterior). Pero esta historia no tiene ninguna conexión directa con la Guerra del Golfo. Trata una guerra Kree/Shi’ar, una guerra entre dos grandes imperios espaciales, y no hay paralelos con cosas así a no ser que te hagas una idea de lo que pudo ser y no fue oficialmente una guerra entre la URSS y los Estados Unidos de los pasados años 80.

La historia comienza con Rick Jones teniendo un sueño de devastación en el mundo natal de los Kree, Hala, que culmina con el Capitán América arrancándose la máscara para convertirse en la Inteligencia Suprema. Rick se queda en el Panteón, por lo que primero va a preguntarle a (Peter David) Hulk si le gustaría participar en este crossover, y luego de un rotundo «¡No!» acude al precognitivo residente del Panteón, Delphi, quien confirma que el sueño de Rick fue precognitivo. Jajaj… Pero, ¿cuál es el problema principal? Que si se desatara una guerra entre los Kree y los Shi’ar sería muy difícil de gestionar porque cada uno de ellos tiene aliados. Unos se encuentran entre los más viejos enemigos de Los 4 F y otros forman parte de los aliados de La Patrulla-X. Así que les tocará a Los Vengadores mediar. Serán quienes resulten atrapados entre los dos bandos en una conflagración que redefiniría todo el Universo Marvel.

Un comienzo lento para un crossover que tuvo consecuencias fatales. Lo cual no es ni fue necesariamente bueno o malo, simplemente un enfoque interesante. Cada capítulo es (más o menos) una continuación directa del anterior, por lo que, a diferencia de algo como Secret Wars II, si quieres la historia completa tienes que conseguir leer todo para no perderte nada. Cómics que están tremendamente bien manejados por sus equipos creativos habituales, lo que significa cierta variación en la calidad y el estilo entre las mini-tramas. Pero con un resultado total notable. Un tomaco de los buenos.

Reseña: El Castigador. Círculo de Sangre, de Steven Grant y Mike Zeck

Estoy de acuerdo con Panini Cómics en que Círculo de Sangre es una de las míticas historias del cómic de superhéroes que debe estar dentro de la colección Must-Have. Y más si viene en un tomito económico, bien recogido cuyo contenido aporta su secuela y algunos extras. Tengo buenos recuerdos de mi juventud a principios de los dos miles en los que yo y otros muchos asistentes a la Comic-Con de San Diego no hacíamos otra cosa que hurgar buscando cómics casi inencontrables a precios de risa en los stands de segunda mano. La mayoría de los cómics de esos primeros años de asistencia a la Convención fueron para completar mi colección de entonces de El Castigador, la serie que había sido lanzada allá por 1985. Coleccioné esos cómics cuando aparecieron por primera vez, pero luego dejé de coleccionarlos hasta el año 2000, en el cual tener la posibilidad de asistir a una Comic-Con te devuelve el espíritu y el afán por el mundo del noveno arte. Sí. Me devolvió las ganas y, sobre todo, me motivó a obtener de nuevo «tiradas completas». Y recuerdo esto porque Círculo de Sangre lo compré-leí-devoré en esa época, me encantó como comienza con mi primo Frank Castle en la isla de Ryker encerrado entre criminales, y luego todo el asunto con el Trust fue bastante bueno con giros en la trama bastante interesantes.

El célebre film Tango y Cash se estrenó tres años después y parece tener mucho de aquí.

Circle of Blood es una de las mejores historias (si no la mejor) que se puede leer de The Punisher.

Un chupito de sangre.

Como decía, la trama  comienza con Frank Castle encerrado en prisión, donde está rodeado de sus enemigos, algunos de los cuales le temen, otros quisieran destrozarlo; aquí, a través del director de la prisión, descubre la existencia de un grupo llamado «The Trust», impulsado por sus propias intenciones, para eliminar familias y derrotar al crimen por cualquier medio, lícito e ilícito.

La propuesta es tentadora: unirse al grupo, recuperar la libertad y continuar su misión, ya no solo, sino con el apoyo de una poderosa organización. Es el punto de partida de una espiral de violencia y muerte que hará dudar de lo que está haciendo hasta al propio Frank Castle. Obra maravillosa dividida en cinco grapas que aquí tenéis en un tomito. Cada uno con una portada que ya es una obra maestra en sí misma. Fue la primera miniserie recogida de El Castigador. Consolidó a The Punisher como una figura popular y lo llevó a conseguir su propia serie. Esta historia se publicó originalmente en 1986. Si aún no lo he dicho, El Castigador es uno de mis personajes favoritos y, por lo tanto, todas sus obras punteras son para mí indispensables de leer. Más que nada porque no lo considero un superhéroe. Más bien un héroe social con el que muchos estamos de acuerdo en como actúa. Ojo por ojo y diente por diente. El rencor es malo, si te riges por la venganza, empieza a cavar dos tumbas… Bla, bla, bla. El Castigador demuestra que eso será o seró.

Siéntete libre de pensar porqué actúa como actúa y si lo entiendes y está solo un poquito, de su lado, gustarás y disfrutarás de sus aventuras a tope de acción.

Como la vida misma, tenemos un cómic violento y adulto, dibujado por Mike Zeck (Secret Wars, La última cacería de Kraven) en el apogeo de su carrera.

Reseña: Daredevil/Elektra. Amor y Guerra, de Frank Miller y Sienkiewicz

Uno de los mejores regalos que se me ocurren que podéis hacer por esta época a un lector de cómics, incluidos vosotros mismos, es el genial volumen que acaba de recuperar Panini Cómics en su portentosa colección Marvel Gallery Edition. Y es que Amor y Guerra es una de las obras cumbre del cómic marvelita donde Frank Miller se juntó con el gran Bill Sienkiewicz para crear una obra que se convirtió en clásico indispensable casi al momento de publicarse. Love and War fue, por encima de todo, una historia de Kingpin. E indispensable para aquellos que disfrutaron de la actuación de D’Onofrio en su papel de Wilson Fisk en la famosa serie de Netflix. Obviamente, su papel, su todo, salió de aquí. Vais a encontrar una inmersión comiquera clásica de los 80 muy satisfactoria e interesante en la psique del gordo mafioso más famoso del mundo del noveno arte.

Y es que la lectura de Amor y Guerra es un poco alucinante, diferente e inquietante, a veces. Se siente muy similar a otros cómics salvajes y estéticamente cercanos de la genial época ochentera donde se brindaba mucho por la acción. Sin embargo, esta trama no es solo eso. También se acerca bastante a tratar el tema de contar los sentimientos de un villano en la línea de lo que se hizo en el Joker interpretado por Joaquin Phoenix. No una historia tan típica, donde se llega al choque definitivo de Daredevil y Kingpin junto al relato que se sumerge en la mente de Elektra, la más mortífera asesina del Universo Marvel, cuya vida está llena de amor, muerte y pasión. Como bien se dice en la sinopsis: un cómic experimental y de acción sin límites; donde Wilson Fisk toma medidas extremas para tratar de ayudar a Vanessa a liberarse de su estado catatónico y destrozado, desplegando a un operador desquiciado pero enfocado con láser llamado Víctor y así secuestrar a la esposa de un médico-palanca para salvar a la suya.

Pero Daredevil interviene y muestra algo de su propio “carácter” en el proceso.

Frank Miller ya estaba metido en su genial saga Sin City cuando escribió esta historia. Y se nota. La vulnerabilidad sorprendentemente complicada de los hombres duros y endurecidos es explorada hábilmente por una narrativa sinuosa y a veces triste. A través de su escritura de nuestros personajes masculinos, vemos la naturaleza posesiva de los hombres hacia las mujeres y qué tipos de «amor» se muestran porque es lo único que les sale de dentro.

Fisk ama a su esposa, y mueve montañas para intentar salvarla. ¿Y por ser un villano el proceso es peor? ¿Quién no lo haría?

Y un arte definitivamente estilístico.

Preciosista, digno de los mejores lienzos de museo.

Un regalo.

Reseña: El Viaje del Superhéroe, de Patrick McDonnell

Alex Ross lanzó la línea Marvel Arts en Abrams Comic Arts con su novela gráfica Fantastic Four: Full Circle. Marvel siempre fue famosa por su falta de novelas gráficas imperecederas; historias que se reimprimen constantemente, no requieren conocimientos de canon y se destacan por sí solas como el primer cómic de algún autor. Full Circle, de Ross, intentó ser justamente eso: una historia por excelencia de Los 4 Fantásticos, bellamente dibujada e impresa en un formato de gran tamaño que permite que el medio brille en su máximo potencial. Incluso personas como yo, que nunca fui mucho de Los 4F, quedamos completamente cautivados por el arte y la presentación que, francamente, no vemos a menudo en los intercambios de Marvel. Pero ahora Panini Cómics nos trae El viaje del superhéroe, donde Patrick McDonnell sigue la estela de Alex Ross con la entrada más reciente en la línea Marvel Arts, contada a través de su propio arte pero con la reutilización de páginas clásicas de Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko, Don Heck y Vince Colletta. Esta novela gráfica sigue a una colección de héroes de Marvel que se enfrentan al poder de una negatividad abrumadora.

McDonnell establece una conexión entre el ritual religioso y los cómics de superhéroes en una especie de estante giratorio, contando una historia enmarcada en la que recuerda los viajes familiares a la iglesia seguidos de visitas a la farmacia local, con una fuente de refrescos y un estante de cómics. Las imágenes de la iglesia se yuxtaponen con la imagen de Eternity, de Lee y Ditko, mientras que los cómics se conocen como el «alter» de McDonnell. El bullpen clásico de Marvel se convierte aquí en discípulos, difundiendo la palabra sobre realidades alternativas y batallas por el destino del universo…

La historia nos cautiva desde el principio con reverencia por los cómics y, específicamente, por el atractivo y la maravilla de una portada de cómics de Marvel. Y luego presenta lo típico de Marvel que capturó la imaginación infantil: los problemas de los adultos.

La revolución de Marvel en los cómics de la década de 1960 se centró en héroes con problemas reales, personas que veían sus poderes como una maldición o intercambiaban involuntariamente elementos de su humanidad. Esa angustia se transforma en la metanarrativa de la historia, una elección creativa para deprimir a estos héroes se convierte en un plan del Dr. Doom para difundir la negatividad y el conflicto. Por eso a McDonnell no le falta material con el que trabajar aquí; mientras que La Cosa y Johnny Storm pelean, Iron Man reflexiona y Hulk no puede encontrar la paz, todo en las páginas del arte original de Marvel. Entonces McDonnell cambia entre su propio estilo artístico y el arte clásico con páginas de transición que parecen dar vida a esta angustia existencial. Pero la elección más interesante del cómic es el uso de citas de una variedad de creadores de cómics, filósofos y figuras religiosas pronunciadas desde la perspectiva de El Vigilante. Y si bien el Vigilante es nuestro guía, sirve más como el punto de vista de la audiencia.

Reed y Doom, por otro lado, avanzan en la experiencia de lectura del cómic y utilizan el conocimiento del lector para informar sus elecciones.

La lectura de este volumen es toda una experiencia.