Reseña: Batman. Ciudad de Locura, de Christian Ward
Si quieres leer una nueva joyita de Batman, la última publicada es, sin duda, Ciudad de Locura. Una obra que fue un éxito rotundo en su día al otro lado del charco y que debería serlo aquí ahora que Panini Cómics la recupera en un genial formato como es este DC Black Label que hoy os reseño. Pero tengo que decir antes que nada que en los últimos años, varios dibujantes de cómics también se han lanzado a la escritura. Y claro que no todos pueden ser buenos en ambas cosas, pero Christian Ward encabeza la lista de nombres que no solo logran doble función notable, sino que es uno de los pocos que sobresalen en este aspecto. Dicho esto, ¿por qué tenía mis preocupaciones? Las razones son múltiples. En primer lugar, Batman es mi personaje de cómic favorito desde que empecé a “madurar” dentro del pijameo. Pero el tema es que cuando oí frases como «horror cósmico» para describir una historia con el orejas picudas…, bueno, ya sabéis, los vellos como escarpias. Y es que leí por ahí que Ciudad Locura era una especie de pseudo-secuela de Arkham Asylum: A Serious House on a Serious Earth; entoces, el hype subió algo más si cabe, pues estahistoria, creada por las leyendas del cómic Grant Morrison y Dave McKean, es y siempre ha sido una de mis favoritas. Compré el cómic en cuanto se publicó, allá
por 1989, y lo leí hasta la saciedad y he tenido que comprar copias de repuesto en los años transcurridos. Así de mucho me encanta.
El caso es que en esta trama, enterrada en las profundidades de Gotham… existe otra Gotham. Una pesadilla poblada por retorcidos reflejos de los habitantes de la superficie y alimentada por el miedo y el odio que cala desde arriba. Durante décadas, el portal entre ambas identidades de la ciudad ha permanecido sellado y vigilado por la Corte de los Búhos. Pero ahora se ha abierto, y la versión retorcida del Caballero Oscuro ha escapado… para capturar y entrenar a su propio Robin…
La idea de una «Gotham Below», un reflejo oscuro de la ciudad que los fans del cómic conocen y adoran, evoca tanto las maravillosamente disparatadas series Dark Nights: Metal y Death Metal, de Scott Snyder, así como la novela de Neil Gaiman, Neverwhere. Casi ná. Además, aquí, Ward también logra dotar a la siempre nefasta Corte de los Búhos de una capa extra de profundidad, como los protectores secretos de Gotham de los terrores que acechan en su retorcida ciudad gemela. Ya sabéis, una secta, una logia muy a lo Lovecraft…, una poderosa unión. Dicho esto, no he ocultado cuánto extraño a Alfred desde su trágico fallecimiento en 2018 (Batman #77). Por eso, al ver al Sr. Pennyworth y escuchar sus pensamientos, pues otra capa extra de emoción y sentimiento para con esta historia. Bravo, Sr. Ward.
Christian Ward tiene buen oído para los diálogos y una imaginación increíble (estoy seguro de que cualquiera que haya leído su brillante versión de la mitología vampírica, Blood Stained Teeth, cómic que espero ver en español algún día, sabe a qué me refiero). También es evidente que conoce Batman y Gotham City, porque sus versiones del Caballero Oscuro, Harvey Dent y la Corte de los Búhos dan en el clavo.
Pero no me iré sin elogiar a Hassan Otsmane-Elhaou, un hombre cuyo trabajo he amado durante algunos años. Siempre he defendido a los rotulistas, ya que son verdaderos artistas y talentos en la sombra, personas terriblemente ignoradas e infravaloradas. Os aseguero que el trabajo de Hassan es de lo mejor que se puede encontrar en un cómic.
En definitiva, tenemos joyita publicada que no deberíais perderos.