Reseña: Rorschach, de Tom King y Jorge Fornés

Muchos tuvimos claro, y muy pronto, que el mejor personaje de Watchmen era Rorschach. Los que leyeron el cómic y, por supuesto, los que vieron la película. Por eso tuve muy claro desde el principio que este tomo que recopila los doce números del spin-off que hicieron Tom King y Jorge Fornés del personaje era indispensable para mí. Una historia apasionante que retoma el legado de Watchmen de la mano de dos grandes maestros del cómic contemporáneos sobre uno de los personajes más emblemáticos de un cómic que lo cambió todo.

En esta secuela moderna del trabajo de Alan Moore y Dave Gibbons y el Watchmen de John Higgins, donde aquel Rorschach seguía a un investigador anónimo en un viaje extraño y en constante cambio que revelaba corrupción política, lo ponía cara a cara con el famoso dibujante Frank Miller y subrayaba el legado perdurable y complejo del justiciero Rorschach. Ahora, el escritor Tom King y el artista Jorge Fornés llevan la investigación a un final apropiado para la colección DC Black Label, con una conclusión inquietante, eso os lo adelanto ya. Rorschach gira en torno al intento de asesinato del gobernador Turley, candidato a las elecciones presidenciales de 2020 con la esperanza de iniciar una «revolución conservadora». Uno de los posibles asesinos, un excéntrico caricaturista llamado Wil Myerson, lleva una máscara de Rorschach que, junto con una extraña grabación en cinta, incita al investigador anónimo contratado por la campaña de Turley a seguir la teoría de que el justiciero aún puede estar vivo o que su espíritu puede vivir en otras personas. Después de seguir todas las pistas, “el investigador” decide compartir sus hallazgos con el político Turley y… ya sabes, fíate tú de alguien tan falso como un político. Más falsos que los actores son.

Una colección de doce numeritos recogidos en este genial integral publicado por ECC Ediciones, donde a lo largo de toda la serie, King llena páginas y páginas con pistas falsas y sorpresas para mantener al lector inquieto en su asiento. Intentando adivinar lo que está pasando. Porque Rorschach está ambientada en la actualidad y eso le da un toque diferente. Es una historia reaccionaria en respuesta a los acontecimientos actuales en la política USA y al volátil panorama político del país. El tema de apertura de Tom King y Jorge Fornés para su propia maxiserie establece de inmediato que Rorschach se aparta del tono y el estilo que Moore y Gibbons crearon para su propia versión. Y hacen bien porque este arco argumental nos lleva a treinta y cinco años después del final de la historia clásica. Con un Rorschach abriendo la senda de las elecciones presidenciales, con la reaparición repentina y asesina del antihéroe enmascarado en un mitin de campaña en Los Ángeles. Con un número inicial en el que cada vez hay más muertos, intriga política al más alto nivel y misterios sin resolver que se remontan al pasado del Universo Watchmen. Un investigador se encuentra explorando la vida y la época de Walter Kovacs, por ejemplo, y el sangriento legado que evidentemente dejó para con el presente.

Gran parte del trabajo anterior de Tom King ha sido visiblemente influenciado e incluye referencias directas al trabajo de Alan Moore. Desde The Omega Men hasta su larga carrera en Batman. Y esa distinción la refuerza y eleva el trabajazo de nuestro paisano Jorge Fornés, acompañado para la ocasión del colorista Dave Stewart. Y es que Rorschach siempre fue en mi opinión un personaje pulp; casi imbatible, protagonista absoluto en la grandes escenas en las que participa. Los lectores que busquen una secuela directa o una continuación de la histórica historia de Alan Moore y Dave Gibbons no necesariamente la encontrarán aquí. Y aunque King también hace todo lo posible para incluir numerosas referencias al Watchmen original (sobre todo, en el último número), estamos ante un cómic, una serie, que se disfruta de todas-todas de forma independiente. Cómic satisfactorio y reflexivo.

Reseña: Una Nevera llena de Cabezas, de Rio Youers, Tom Fowler y Bill Crabtree

Un Cesto lleno de Cabezas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4116) fue un pelotazo de cómic que trajo ECC Ediciones. Muchos de los que andáis por aquí lo sabéis. Aunque lo que quizás no sabíais es que aquella macabra historia tenía una secuela y que de pronto ya está aquí en librerías. Al menos, a mí me cogió por sorpresa. Nunca esperas que una historia tan bien cerrada tenga continuación. Al menos, no tan pronto. La Hill House Comics de Joe Hill ha estado de parón pero parece volver con más fuerza. Una Nevera llena de Cabezas es el ejemplo. La impresión comenzó en 2019, y en la nueva serie, uno debería esperar algunos vínculos con Un Cesto lleno de Cabezas, pero la serie está escrita por Rio Youers con dibujos de Tom Fowler y presenta algunas diferencias, principalmente, objetos malditos así como otros puntos sospechosos a tener en cuenta en esa pequeña ciudad de Maine donde se desató el horror tiempo atrás. Una trama de Terror digna de ser llevada al cine por partes al estilo Scream.

Lo que está claro es que si disfrutasteis tanto o más que yo del cómic de Joe Hill, está casi garantizado que os gustará este nuevo volumen que recopila los seis números de la miniserie coordinada por el afamado escritor hijo del maestro Stephen King. Pero que ahora llevan otros autores. Edición que además se acompaña de varias páginas de bocetos y diseños. ¿La trama? Presenta un giro similar de los acontecimientos, así como ese inspirador ambiente de Nueva Inglaterra que es inconfundible. Como se puede leer en la sinopsis, algunos matones buscan un objeto mágico que eventualmente desaparece. Pero nos vamos a 1984, Brody Island (Maine), donde una pareja está de vacaciones en verano. Y aquí Youers (el guionista) hace un gran trabajo desde el principio, con una buena actuación de Fowler (el dibujante) para dar a los lectores una sensación realista de los personajes que se ven y actúan como deberían actuar en tales circunstancias. El Terror si no es realista sufre de humor. Y desde la intensa apertura de vida o muerte hasta la pareja casual explorando su nueva cabaña, aquí hay Terror. Hay un nivel de realismo que realza el peligro cuando asoma la cabeza. Lo que quiero decir es que casi con nada estás inmerso en la historia al igual que cualquier inicio de peli de Terror de éxito ochentera (Viernes 13, Halloween, Pesadilla en Elm Street…). Ver dientes salir volando de la cabeza de alguien siempre es desconcertante.

Y tienes esa incertidumbre bien labrada de que hay algunas coincidencias afortunadas que mueven las cosas, pero qué historia del mejor género del mundo no las tiene. Y entonces un elemento clave del problema es un personaje que actúa de manera demasiado descuidada en una ciudad con la que no está familiarizado. Conduce a una secuencia de persecución vertiginosa bien coreografiada por Fowler llena de árboles de aspecto espeluznante al más puro estilo Evil Dead (Posesión Infernal). Y mezcla más ochenteo. Si amas Tiburón probablemente adorarás lo que Fowler cocina visualmente aquí.

No diré más para evitar spoilers, pero si pudieran introducir efectos de sonido en este cómic ya sería la leche. La leche del susto. El caos de los ataques, la desastrosa pareja, uno/a puede adivinar cómo usarán al amigo en función de su interés. Y el momento final es bastante genial dados los efectos de horror que rodean a este pareja de insensatos en todo momento. Bill Crabtree colorea la historia, quien le da al libro un sólido sentido de realismo. Más aún. Las opciones de color están fundamentadas para que cuando aparezcan elementos sobrenaturales, o esos efectos de sonido de los que estaba hablando, realmente resalten. Además de que las letras AndWorld Design siempre son buenas para un fuerte énfasis según sea necesario.

Una Nevera llena de Cabezas se disfruta mucho a solas, en un lugar apartado de la civilización, en una noche de Halloween o en cualquier momento que tengas si eres un amante del género de Terror y te gusta pasarlo mal/bien.

Reseña: Seaguy, de Grant Morrison y Cameron Stewart

Una sorpresa lectora de las gordas ha sido para mi este Seaguy, de Grant Morrison, del que no esperaba nada (pese a ser de Morrison) y que me ha dado grandes momentos de diversión. Un volumen que trae a nuestra tierra ECC Ediciones y que además recopila las miniseries completas Seaguy y Seaguy: Slaves of Mickey Eye; es decir, todo lo que se puede encontrar hasta el momento sobre este loco personaje que se marcó Morrison en su día.

Considerado unos de los superhéroes más peculiares de la historia, algunas cosas son tan extrañas como maravillosas, incluso si el espectador no tiene idea del porqué. Seaguy, definitivamente cumple con los criterios sobre los que estoy comentando, al tiempo que presenta una lectura atractiva y entretenida. Porque Seaguy es ciertamente una historia muy Morrison, que le da al lector un estudio del concepto de superhéroe mientras lo envuelve todo en un curioso y entendible (esta vez sí) surrealismo. Y es que después de la derrota del ominosamente llamado Anti-Papá (Anti-Dad), la supervillanía ha llegado a su fin. Los superhéroes de antaño permanecen en una especie de retiro bajo la vigilancia del siempre alegre Mickey Eye, contentos de tener un merecido descanso. Entre estos pocos ex-héroes se encuentra el alegre Seaguy, que vive con su compañero Chubby Da Choona (un pez bromista que prefiere flotar en el aire que nadar), y si bien Nueva Venecia es perfecta para vivir, Seaguy todavía tiene deseos de aventura, esa misma que parecen haber perdido sus compañeros bienhechores. Pero después de encontrar accidentalmente una muestra viva del refrigerio creado artificialmente, Xoo, Seaguy se ve envuelto en una enorme aventura de altos supuestos, encontrada esa poderosa energía que tanto anhelaba. Una aventura que revela que el mundo no es tan brillante como parece.

Seaguy es cómic-testimonio de la capacidad narrativa de Grant Morrison. Una de las principales quejas sobre el trabajo de Morrison es que su escritura puede volverse muy inconexa, saltando de una escena a otra, con poco material de transición. Pero eso no ocurre en Seaguy. Puede ser de sus cómics más “centrados”. Tenemos una historia que va desde un parque temático hasta Atlantis y se llega incluso a la Luna. Mas, una trama donde uno no se pregunta «qué diablos estoy leyendo», como suele pasar en otros desvaríos de Morrison. Se puede apreciar fácilmente la lectura porque raro es el detalle que será pasado por alto en el lector. A pesar de la naturaleza extremadamente sobrenatural del escenario y los personajes, ambos parecen casi tan reales como una historia que te pudiera contar un amigo… que vio en una peli, eso si. Jajaj. Con el punto de, que Grant Morrison es de los pocos, que podría hacer que la muerte de un pez amante de los cigarros fuera más trágica que las muertes de muchos más personajes «humanos» de otras historias.

Desde una perspectiva artística, el libro es aún mejor. El arte de Cameron Stewart se destaca por ser increíblemente «limpio», entrando en detalles increíbles sin dejar una sola línea suelta. En este sentido, crea un contraste interesante con el colaborador frecuente de Morrison, Frank Quitely (ambos han trabajado en Batman & Robin, por ejemplo), quien es conocido por su extenso uso de líneas. Cada página de Seaguy está hecha con minucioso detalle.

Seaguy es entretenido, palomitero y disfrutable. El segundo volumen (Seaguy: The Slaves of Mickey Eye) es otra mini-aventurita de tres números que provoca que ames más el personaje. Se comentó que saldría una tercera trama (Seaguy: Eternal) que completaría la trilogía que por lo visto anunció en su día el autor. Pero sin noticias, de momento. Aunque esperar, lo espero.

Reseña: Batman. Reptil, de Garth Ennis y Liam Sharp

A quien no le gusta o le entra un repeluquillo por el cuerpo al ver que puede leer una nueva miniserie de Batman con un toque diferente. Este que os escribe, por lo menos, es de esos que ve algo diferente o con titulo atractivo, que encima se encabeza con el nombre del Caballero Oscuro…, y sabe ya que tiene asegurado un buen rato de lectura en el sofá. Y a veces no hace falta ser demasiado original con una historia, un nuevo enemigo a batir o una nueva visión del personaje. La cuestión es, que con un mínimo de nivel en el dibujo y en el objetivo del guion, ellos los autores deberían saber (y saben) que a muchos ya nos tienen en el bote. Como decía esa señora que se hizo viral: ¡A quién no le va a gustaaaaarr…!

Eso ocurre con Batman: Reptil. Este nuevo tomito que sacó hace nada ECC Ediciones y que recopila la miniserie Batman: Reptilian de seis numeritos y que con apenas tres frases se resume bastante bien su sinopsis: «¿Qué es este monstruo reptiliano que acecha en las sombras de Gotham? Para responder a esta pregunta, Batman da caza a esta terrible criatura… Y cuando su investigación le lleva hasta Killer Croc, el mejor detective del mundo se ve envuelto en el caso más raro del mundo…».

Creado por Bill Finger y Bob Kane, Batman ha sido objeto de muchos cambios, muchas interpretaciones (y también, reinterpretaciones), una necesidad dada su larga vida, aparentemente interminable. Hay una fascinación que sentimos por Batman, tanto por lo que representa (la cúspide de la humanidad, un símbolo estoico del progreso, tanto biológico como tecnológico) como por el lugar en el que se ambientan sus aventuras (Gotham como la peor ciudad en la que te gustaría vivir, una en decadencia a veces, de lujo, otras veces pero siempre caótica y corrupta). Pero también el orejas picudas es el favorito del friki solitario, del que se aleja de los superhéroes que por la gracia de Dios o del destino se le ha otorgado un poder que se sale de la lógica. El favorito de los que quieren por encima de todo un héroe REAL.

El sustito viene cuando te das cuenta que Batman: Reptil está escrita por el maestro irlandés Garth Ennis. La visión del personaje de este descontrolado señor que vuelve a Bruce Wayne con un personaje más cáustico y sardónico. El Batman del señor Ennis tiene un oscuro sentido del humor y sabe muy bien lo que representa: el miedo que transmite a la gente, el terror que mueve las bocas parlanchinas al completo silencio y la imponente figura que emana una terrible sensación de siempre estar por debajo. El miedo del maluto de saber que va a enfrentarse a un juez imparcial. A lo largo de esta miniserie, entonces, lo que se nos está dando es un Batman que no solo reconoce el pavor que infunde, sino que también se deleita en su condición de hombre que ha alcanzado la cima de lo que el cuerpo humano y la mente humana pueden alcanzar. Ese übermensch, el suprahombre de la filosofía de Friedrich Nietzsche. Una figura grotesca que conecta con el lector que se da cuenta que andar por una ciudad disfrazado de murciélago es algo muy alejado de la cordura.

Batman: Reptil es una historia tan absurda como lógica. Moviéndose hábilmente del horror psicológico al salpicado, mezcla el elemento básico de cualquier narrativa de Batman (es decir, la idea de resolver un misterio, la marca de la historia de detectives) agregando un elemento de ciencia ficción y guerra biológica. El resultado final es tal que nosotros, los lectores, nos encontramos en una posición en la que se hace bastante difícil saber qué va a pasar a continuación. Una arquitectura inteligente, la forma en que se desarrolla la miniserie logra sorprendernos sin jugar la carta de subvertir las expectativas por el simple hecho de hacerlo. ¿Y recordáis lo que decía de un mínimo de nivel en el dibujo? Es que friends, si una historia así metes a Liam Sharp que te lo hace en formato lienzo… Es que ya se convierte en un tomito recomendable, de sobresaliente.

Me encantó.

De mis favoritas desde ya.

Reseña: Flinch (Integral), de VVAA

Surgida de las entrañas del extinto sello Vertigo, Flinch se basaba en una premisa poderosa: los comportamientos inesperados del ser humano… Flinch reunió a los mejores autores del mundo del cómic, cuyo talento brillaba en la oscuridad de historias tan alucinantes como perturbadoras y macabras. ¿Pero qué es exactamente Flinch para todos esos que miramos este cómic de reojo algún vez? Una colección de historias de terror, dibujadas y escritas por grandes artistas como Brian Azzarello, Kent Williams, Bill Willingham, Garth Ennis entre otros. Un pelotazo de antología aunque ya os adelanto que hay autores que se nota que no valen para este género y sus historias o dibujos se sienten un poco forzados. O bien que en ese momento de sus vidas no les salieron buenas historias y años después sí. De los que os podría decir, al menos, dos casos. De ahí la irregularidad de esta colección. Pero aun así un tomo recopilatorio bastante interesante que ECC Ediciones vuelve a poner en el candelero.

Tenemos aquí historias espectaculares, buenas, medias y otras simplemente normalitas… en el sentido de pasables. Como cualquier antología de terror que se precie. Y no pasa nada. Tampoco quiero desmerecer el trabajo hecho pero el problema de esto suele venir por tener tramas algunas demasiado cortas -o que se quedan cortas- para el argumento que se propone. Obviamente, hay tramas de terror que necesitan más desarrollo que otras. Y si no se hace, hay que ser “muy maestro” para que salgan bien. Mas, os digo que Flinch es un tomo de dieciséis numeritos que he disfrutado como un cosaco, como un poseso, pues eso, uno que ama el Terror en cualquiera de sus formas desde que tengo uso de razón.

Soy un gran admirador de los viejos cómics de la EC, por lo que extraño la falta de este tipo de cómic en el mercado. Tampoco mucho porque aprovecho para decir que Diábolo Ediciones en nuestro país está rescatando cosicas. Pero también es verdad que hay otro público, otro no tan viejoven, para el que se hicieron las historias de horror que se pueden encontrar en Flinch. De todos modos, la clásica antología de terror de la famosa editorial Vertigo, no son otra cosa que cuentos con giros al estilo Twilight Zone (La Dimensión Desconocida) que incluyen una banda violenta de personas mayores, una hija que encuentra una cura para la enfermedad de su padre enfermo que tiene sorprendentes efectos secundarios, la cadena de violencia generada por una organización criminal y un retorcido asumir para lo que fue el hundimiento del Titanic.

Y mucho más. Porque como bien se anuncia -o fue el lema de esta colección durante un tiempo-, nunca se sabe que momento, anécdota o resquicio hará que una persona explote y veamos su lado más oscuro. Un niño que se pierde y sus padres pierden la cabeza, una puerta de ascensor que se abre en un momento inoportuno o la llamada de un extraño en mitad de la noche. Acciones de emisión u omisión del deber socorrido que rompen la rutina, la paz y tranquilidad del ser humano. Y encienden la mecha. Como toda antología que sí que recomiendo, tenemos bastantes más historias buenas que malas. Algunos de los principales creadores de cómics actuales contribuyeron a esta antología. Las historias a veces se extralimitan y tratan de lograr más de lo necesario, es uno de los problemas. Pero es lo típico de: a quién le mole el gore le encantará y a los que sólo les interese el terror en sus más cortas formas, les apartará. Siempre dije que saber hacer gore del bueno es muy difícil. Frontera complicada de alcanzar.

Un cómic donde las portadas de cada grapa fueron su fuerte. Insisto, amo el Terror en sus más diversas formas por lo que recomiendo pasar por Flinch, al menos, una vez en la vida. Una serie que podríamos comparar con la famosa serie de TV del momento como es Black Mirror.

Reseña: Hellblazer. Entre Rejas, de Richard Corben, Brian Azzarello y Tim Bradstreet

No veo tan descabellado que los números de Hellblazer del #146 al #150 se hayan publicado como tomo único y en una versión Deluxe porque es muy cierto que es todo un lujo en su conjunto la historia de Entre Rejas (Hard Time). Una miniserie que junto a grandísimos autores ahora en ciertos momentos, para mí, de Vertigo y diría que de todas, es la única que ha conseguido juntar a la crême de la crême de la historia del cómic americano. Y decir que se puede encontrar ahora mismo una trama donde el maestro del guión Brian Azzarello y Richard Corben trabajan juntos. No friends, no es moco de pavo.

Llevando a John Constantine a la cárcel.

Asesinos, violadores, mafiosos, pirados… a su alrededor. Un lugar al que si metes al ingrediente Constantine se acaba de convertir (como bien dice la sinopsis) en todo un polvorín. En lo que fue su primer trabajo para esta gloriosa serie, el legendario ilustrador y guionista de Terror, Richard Corben, se unio a Brian Azzarello (100 Balas, Johny Double…, entre otras miles), cuando lo estaban petando con casi todo. Recuerdo que fue un notición cuando nos enteramos los que seguíamos la serie mes a mes. Loquitos estábamos por completarla. Por que Entre Rejas es un historia en cinco numeritos que lleva a John Constantine a un nuevo tipo de infierno. Una penitenciaría de máxima seguridad. Y sí que es cierto que quién lo conozca pensará que Constantine no es fácil de asustar. A lo largo de su sórdida carrera, un tío que se ha enfrentado a todo tipo de monstruos, ángeles descarnados y demonios del averno… ¿qué mojonero ladrón de bancos o qué idiota mongolo asesino en serie le va a asustar? Pero aquí, my friends, el tema es otro.

Mientras Constantine ha estado en libertad, ha tenido sus cigarrillos y sus historias para soportar su calvario. Con eso, siempre ha mantenido el control. Pero, ¿qué sucede cuando sus topes de locura y control le son arrebatadas? Despojado de su gabardina característica, su paquete de Silk Cuts y la red de seguridad de sus conexiones personales, Constantine debe adaptarse a un entorno diferente a cualquier otro que haya experimentado. Un lugar duro gobernado por hombres sin escrúpulos, donde la debilidad… se extingue como el paso de un cometa. Uno que va directamente del Sol.

Las respuestas inesperadas las tenéis en esta joyita llamada Entre Rejas, publicada mes por ECC Ediciones en el formato Edición Deluxe con sobrecubierta que nadie se debe perder. Si no la tienes o nunca la leiste está claro que esta edición es la ideal para ti. Pero si ya la posees, por ejemplo, en las ediciones integrales por autor que se publicaron de Hellblazer (https://www.ecccomics.com/comic/hellblazer-brian-azzarello-1623.aspx), como es mi caso; decir que es un magnífico regalo para alguien que aprecies de verdad y/o que quieras que se enganche de una vez al personaje. Y vea todo lo que supone haber leido alguna vez una buena historia de Hellblazer.

Lo mejor de lo mejor.

Ese fue mi caso.

La etapa de culto de Brian Azzarello y Richard Corben al frente de Hellblazer por primera vez recopilada en un único tomo y de lujo. ¿Y qué decir de las portadacas del señor Bradstreet?

Esto se recomienda solo.

¡Disfrutad, qué el verano se acaba!

Reseña: American Vampire Vol. 1, de Scott Snyder, Rafael Albuquerque y Stephen King

«Se siente mucho en American Vampire, la presencia del Rey del Terror».

Es la frase que se me viene a la mente cuando me pongo a leer esta serie. Contaré tambié que una de las novelas de Stephen King que más me marcaron y que aún hoy me inspira mil es, sin duda, El Misterio de Salem´s Lot. La historia de vampiros de King por excelencia. Creo que recordaré toda mi vida cuándo, cómo y dónde estaba cuando la leí por primera vez. Es lo que sucede con los grandes libros, con las grandes historias y esta trama crea una odisea maravillosa sobre el horror del vampirismo dentro de la ruralidad de un pueblo que… ooohh. Contando la vida de cantidad de personajes, la vida de todo un pueblo, la virtud de mostrar de cada uno lo justo para conocerlos, odiarlos y amarlos. Y los acontecimientos que se le vienen encima a todos con la llegada de un nuevo inquilino. O de dos. O mejor dicho, de tres. Pero, en realidad, lo que me encantó de aquella novela, fue como King había conseguido crear su Drácula, unos muy buenos personajes vampiros, sin que recordáramos el clásico de Bram Stoker casi en ningún momento. Por eso, cuando me enteré de que King volvía a la carga con aquellos seres y encima guionizando un cómic me llené de expectativas. Y hago bien en deciros que las altas expectativas son muy peligrosas pero cuando el resultado cuadra con lo que esperas, se te abre un mundo realmente maravilloso.

En American Vampire nos enfrentamos a una historia que tendrá lugar a finales del siglo XIX y principios del XX. El Oeste Americano y la Edad Dorada del Cine. Es ahí dónde nos encontramos con un joven Skinner Sweet y una venganza. Entonces, todo se nos viene encima. Vampiros europeos, dos chicas deseosas de alcanzar la gloria como actrices e inmiscuidas en una trama sangrienta, una ajuste de cuentas, una historia de amor resuelta, una historia de amor sin resolver, un escritor presentando su novela de Terror ante el público (¿de quién será esta idea?) y atestiguando que no es ficción lo que cuenta…

El dibujante brasileño Rafael Alburquerque brillando con luz propia también. Un deleite de dibujos en casi cada página. Y para colmo, Scott Snyder y King atosigándonos con constantes giros argumentales, diferentes transformaciones y vampiros fuera de ley con nuevos poderes y debilidades. Como si de un duelo se tratara, se retan y cada uno elaborará un capítulo de cada ejemplar. Pasado y Futuro, Presente y Pasado, dónde obviamente sólo veremos envejecer a los humanos. El paso del tiempo, resolviendo cabos, finales de número, de arcos, de tomo, magníficos que dejan con la miel en los labios. Y con la máxima en la frente marcada que indica que ésta es la historia del primer vampiro americano. Tenemos así el primero de los volúmenes recopilatorios que ECC Ediciones publica en nuestro país. Los once primeros números de la serie, casi cuatrocientas páginas que narran la historia de una nueva raza vampírica, en una épica generacional que muestra la sed de sangre que subyace bajo una de las épocas más distintivas de los Estados Unidos.

Astuto, despiadado y malo como una culebra, Skinner Sweet es un pistolero completamente corrupto. Cuando los vampiros europeos llegan al Viejo Oeste americano, convierten a Skinner en una auténtico monstruo: el primer Vampiro Americano. Pero, ¿cómo os quedáis si os cuento que Skinner se convertirá en algo completamente diferente a lo conocido? Una nueva raza de vampiro más fuerte e inmune a la luz del sol, que odia a todos y cada uno de sus aristocráticos ancestros europeos. Y viene con ganas de hacer estremecer a la tierra de las oportunidades.

Aparte de Salem´s Lot…, American Vampire es un cómic que podría ser también una continuación y/u off-topic perfecto del libro de King, la genial The Stand (Apocalípsis). Tiene ese poderoso ambiente de desgracia y cuenta muy bien lo que nos espera cuando el mundo que conocemos empieza a irse al garete.

Reseña: Batman. El Impostor, de Mattson Tomlim, Andrea Sorrentino y Jordie Bellaire

En una semana con más tiempo o vacaciones, ¿a quién no le va a apetecer cogerse uno de estos tomitos tan chulos del orejas picudas que publica ECC Ediciones en nuestro país y que recopila un arco argumental completo. Aventura que disfrutar y quien sabe si comentar con alguien algún dia en mesa de debate. Para los que os guste de algún modo saber a lo que váis y no gastar pasta por gastar (que no está la cosa para tirar cohetes), con esta reseña me dirijo a vosotros para reseñaros Batman: El Impostor, donde el director y guionista cinematográfico Mattson Tomlin, artífice de Proyecto Power y Pequeño Pez, se une al siempre magnifico Andrea Sorrentino, dibujante galardonado con un Eisner cuyos puntos fuertes son el suspense y el terror —como demostró en Joker: Sonrisa Asesina o en la genial Gideon Falls. Un tomito que recopila íntegramente la serie limitada Batman: The Imposter, compuesta por tres entregas en su edición original.

Y es que…, por fin encontré a Andrea Sorrentino (uno de mis ilustradores favoritos) dibujando un cómic de Batman. Como comentaba antes, por supuesto, lo podemos ver en Joker: Sonrisa Asesina (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5874) y en Batman: Asesino de Sonrisas (https://www.ecccomics.com/comic/batman-asesino-de-sonrisas-8695.aspx) antes de esto, pero el primero apenas tenía Batman para degustar y el segundo es solo un one-shot, no una miniserie como me gusta disfrutar a mí al estilo de El Impostor. Además, el color corre a cargo del único e inigualable Jordie Bellaire, quien resulta ser mi colorista favorito desde ya. El único desconocido para mí era el guionista y escritor, Mattson Tomlin y entonces, ¿este cómic esta a la altura de las expectativas? Echemos un vistazo.

Adelantar que es un cómic, una historia, visualmente maravillosa. Por ejemplo, hay una increíble extensión de dos páginas donde vemos una interpretación monstruosa central con un mitad hombre, mitad murciélago (no se preocupen, es solo una representación simbólica del personaje), con partes de la capa de un monstruoso Batman que se extiende por las páginas funcionando como bordes de viñeta. Eso ya es espectacular. Pero os diré que el cómic está ambientado en esa época en la que la gente todavía se pregunta si el Caballero Oscuro es siquiera un hombre… Y bueno, como suele pasar, estamos ante un cómic muy oscuro estéticamente con las tintas de Sorrentino pesadas en sombras y los colores de Bellaire mezclándose perfectamente con ellas. Realmente marcando el tono de cada escena. Tintas y colores intencionados para que la historia parezca una pesadilla.

En Batman: El Impostor también se disfruta mucho de los diseños de los personajes: todos se ven completamente únicos y se aprecia mucho realismo en cada uno de ellos. Podrían ser personas que ves por la calle. Y brilla el arte secuencial y se nota que hay un director de cine detrás de esta trama. ¿Un ejemplo? Hay una gran secuencia en la que Batman (¡Montado en bicicleta!), persigue a un par de criminales. Batman pasa corriendo junto a los otros autos de la calle, alcanza a los criminales, lanza una granada en al coche y el auto choca contra otro. Cada momento sigue al anterior de manera lógica y como resultado la historia tiene acción casi en cada viñeta.

¿La trama? Primero se menciona que “la ira de Bruce ahuyentó a su tutor”. Supongo que por «tutor» se refieren a Alfred. Aunque me resistí a la idea de que Alfred dejara solo a Bruce para lidiar con el problema de la trama. A lo que vamos es, que estamos en una historia donde Bruce lleva poco tiempo siendo Batman. Por desgracia, ya se ha ganado enemigos tremendamente poderosos. Y la élite financiera tradicional de Gotham se muestra hostil ante lo imprevisible de ese tío con pijama negro que va por la ciudad impartiendo justicia. Por lo que se desarrolla un plan para neutralizar al justiciero. Y aparece un segundo Batman acechando en las azoteas y los callejones… que asesina criminales. ¿Limpiar su nombre? Eso como mínimo.

Reseña: El Misterio Religioso, de Grant Morrison y Jon J. Muth

Hallan muerto al actor que interpretaba a Dios en la obra religiosa del pueblo. Una de esas representaciones que se hacen en pueblecitos fervorosos de la religión cristiana. Pero ahora tras el asesinato, esta aldea en decadencia se llena de miedo y todos comienzan a sospechar de quiénes les rodean. ¿Estamos ante un impresionante thriller psicológico que brota de la mano del maestro Grant Morrison? Está claro.

Un mini-cómic que se devora en nada y que como aperitivo para viaje en tren o metro, cafelito en terraza o similiar, deja muy buen sabor de boca. Por que además está muy bien hecho que todos los personajes de esta obra buscan de algún modo juicio o redención. Pero ninguno más que el detective, un hombre desconcertado y confundido, más interesado en ver la escena desde arriba que diseccionar el crimen hasta dejarlo irreconocible.

Y siempre intentando resolver el misterio antes de que su pasado lo alcance. Busca descubrir el secreto de ambos. La redención del pueblo y la suya propia.

Estamos ante una de esas historias que son tan chulas que se nos quedan cortas. El ritmo es rápido y tienes la sensación cuando la acabas, que más que leer un cómic, ese amigo o amiga que se ha sentado contigo a tomarse un cafelito en la terraza, te acaba de contar una historia que ha calado en tu alma. Una historia que sucedió de verdad. Una trama oscura y profunda muy al estilo de las que puede contar un domingo por la noche Iker Jímenez en su programa Cuarto Milenio. Pero aquí con mucho más potencial psicológico gracias a las ilustraciones de Jon J. Muth que te meten en la trama cual sueño onírico y febril.

No obstante, si en El Misterio Religioso esperas una lectura fácil, con una resolución simple, olvídalo. Morrison escribe una historia abierta de capas sobre capas respecto al significado. Evocador y cinematográfica. Insisto, bastante onírica.

El Misterio Religioso es de esas historias que te la cuentan y empiezas a darle vueltas al coco. Bien escrita y bellamente ilustrada, no se puede dar más por menos.

¿De verdad creéis que el Diablo es siempre el culpable de nuestros males?

Reseña: Los Perdedores. Volumen Uno, de Andy Diggle y Jock

La temática del crimen no es algo que solo me atraiga a mí. Creo que es un «must» para el ser humano querer saber, querer enterarse, el tener curiosidad por el cómo ocurrió todo en un delito, crimen o accidente. Lo veo casi cada día. A eso se le puede sumar una historia inventada o no y ya tendríamos el noventa por ciento del cóctel a disfrutar. Lo poco que falta es el buscar el lugar idoneo para “enterarse”, es decir, sentarse a leer, hablar con un testigo, cómplice o incluso con el mismísimo culpable. La curiosidad por saber.

Me dirgí a Los Perdedores con las expectativas muy altas por todas las cosas buenas que había oído. Y no sé, estaba bastante seguro de que no sería para tanto. Pero lo fue. El haber disfrutado de esta chulada de cómic que se han marcado Andy Diggle y Jock es algo que tengo que agradecer bastante. Y eso que solo es el primer volumen de la serie, recién publicado por ECC Ediciones, que recopila los doce primeros números. Pero cantidad de material para disfrutar casi de una sola sentada. Y si me permitís, antes de hablar sobre la historia, hablaré del arte. Jock es capaz de captar el tono y la severidad de los personajes tan perfectamente que parecen reales. En Los Perdedores tienes la sensación esa extraña cuando estás viendo un film de animación que ha sido elaborado con actores reales. A eso sumad los colores (negro y naranja) y derivados del constante crepúsculo que dan un tono a la historia muy de tensión y puertas abiertas a las sombras que se acercan. Pero no os equivoquéis hay tanta acción aquí, repleta de escenas rápidas, que se requieren páginas casi completas varias para movimientos planificados por expertos en coreagrafía.

Los Perdedores nunca pierde el ritmo. Seguí a cada personaje mientras se movía por la página, esquivando balas y veloz por tratar de lograr lo imposible. Muy Matrix todo en ese sentido. Mola. Y ahora pregunto yo. ¿Puedo describir como “maravilloso” a un cómic que contiene un alto número de muertos? En mi caso, la respuesta es clara. Si la historia se atañe bien a la realidad, o a una posible, sí. En la ficción estadounidense, la idea de tener que luchar contra un gobierno corrupto es un concepto común. No puedo imaginar por qué (risas irónicas). Los Perdedores es en parte una historia sobre ex-militares a los que se les deja de tener respeto y honor, tras su trabajo para el país. Pero también es una historia sobre atracos. Y a quién no le gusta un atraco bien pensado, complejo y bien perpetrado. Que se lo digan si no, a las recaudaciones de la saga fílmica de Ocean Eleven

Este cómic eso es lo que aporta en gran medida. Los Perdedores no merece una reseña que diga menos. El diálogo es fantástico y se nota que es una historia bien pensada aunque los personajes no tuvieron mucho tiempo para desarrollarse con tanta acción (¡En doce números!). Sabes quiénes son y qué van a hacer a los pocos segundos de conocerlos, eso sí. Pero aunque todos tienen la misma misión, cada uno tiene sus propias motivaciones. Y eso les hace  interesantes. Sinceramente, lo que más me preocupaba era el desarrollo de Aisha. Es la única mujer del equipo y eso siempre me preocupa, especialmente en una trama así. Pero no sé si afortunadamente es la palabra, para decir que ella es la más aterradora del grupo. Estoy acostumbrado a que las mujeres desempeñen el papel de «femme fatale» en un género en el que una chica que no es seductora, que no es cautelosa y que no rehuye matar gente sin pedir disculpas, se vuelve tremendamente atractiva. Mas, mola ver que aunque los demás puedan hablar mierdas a sus espaldas, no hay forma de que le digan nada a la cara. Y luego está la trama que la une con el chico más maluto de todos, cuando hay traición y es asesinado por uno de los suyos…

No cuento más. ¿La premisa? La Agencia pensó que se había ocupado de Los Perdedores, después de que estos estuvieran en el lugar equivocado el día en que su helicóptero se incendió. No hubo supervivientes y tras algunas denuncias, Los Perdedores pasaron a los registros como otro equipo de soldados de Operaciones Encubiertas que murieron trágicamente en batallas estratégicas de la CIA. Pero estos chicos sólo se hacién el muerto. Y ahora que han visto lo que realmente la Agencia trama, comienza la venganza.

Increíblemente expectante por leer el segundo volumen.