Reseña: Punchline. El Juego de Gotham, de Tini y Blake Howard y Gleb Meinikov

Alexis Kaye (también conocida como Punchline) ha sido absuelta y está de regreso en las calles de Gotham City. Esta es la principal máxima del arco El juego de Gotham, más que nada porque esta piva no tiene la menor intención de reformarse, y tarda nada en reunir una nueva Royal Flush Gang, y no los reunirá para formar un grupo de costura, precisamente. Los más peligrosos tipos y tipas a los que juntar con un propósito sin que la maten a ella primero, que esa es otra. ¿Y cuál es la nueva droga mortal que circula por Gotham y con la que Punchline está tan obsesionada?

Hoy os reseño el último tomito que he devorado con el orejas picudas de por medio. Una de las últimas novedades de ECC Ediciones en nuestro país. Un volumen protagonizado por la archienemiga de Harley Quinn que traen a la vida nuevamente Tini Howard y Blake M. Howard y dibuja Gleb Melnikov. Una miniserie que comienza con una gran sátira sobre los influencers de hoy en día, con uno llamado Khavy transmitiendo en vivo desde un concierto y eventualmente topándose con Punchline. Todo, mientras los seguidores de Khavy hacen comentarios divertidos y crueles en su feed (como «¡Usó spray de pimienta como una niña! Jajaja»). A la vez que intenta matarlo. Me pareció muy diferente, comenzar con un cómic de temas tan actuales, cosa que enganchará a la peña más joven. Un buen ataque a todos esos que se llaman influencers a sí mismos solo por subir sus mierdas a internet.

En cuanto a Punchline, ella vuelve a la acción, pateando traseros y yendo a por los rivales más directos de los bajos fondos de la ciudad para hacerse con ella. Y cómo no, enfrentándose al mismísimo Batman… en el mismo lugar donde nació el amor de su vida. Si no la conocéis, Punchline es la antítesis de Harley Quinn. Mientras que Harley basa su «modus operandi» en las bromas y la anarquía, Punchline es tremendamente seria, cerebral y planea que todo se mueva como si el mundo fuera su partida de ajedrez. No tiene tiempo para las tontas desviaciones que Harley suele tomar. Concentrada en sus objetivos, es certera. Y su primer objetivo es dominar el mercado de drogas de la ciudad de las sombras porque en Gotham reina la droga denominada XO.

Para mí, Punchline es un personaje interesante. Me hizo tilín desde que la leí/conocí por primera vez. Es un personaje que no se esconde. En cada historia se puede ver cuán fría es ella, y nunca deja de usar la tortura y el asesinato para conseguir lo que quiere. No pierde el tiempo. Es mala como un demonio… y lo que le hace a Khavy, el influencer antes mencionado, es francamente escalofriante. Aparte en esta miniserie de seis numeritos conoceremos a dos miembros de la Royal Flush Gang que parecen sorprendentemente con los pies en la tierra. No son villanos que se retuercen el bigote, son solo tíos que desean vivir una vida “bien”, disfrutar, de lo poco o mucho que le queda en el terreno complicado en el que se mueven. Sumando a eso que que constantemente desconfían de Punchline, pero la siguen porque les conviene. Hasta que…

La trama establece de manera tentadora una posible confrontación con Catwoman y la jefa yakuza Eiko Hasigawa. Por lo que todo llegará a una guerra territorial a tres bandas que se convierte en un despiporre épico. Y Batman de por medio, de jugador, de árbitro y a veces incluso en el VAR.

En este cómic, Gotham es una ciudad sucia llena de gente desagradable. La propia Punchline, a pesar de su mallaje… está dibujada de forma realista y con un físico imponente. Me encantaron especialmente las escenas de lucha, donde Punchline da leña en buenas peleas callejeras a la antigua usanza. El estilo artístico es bastante único. El arte de Gleb Melkinov es de los buenos. Buena historia. Buen tomo.

Reseña: Sociedad de la Justicia de América, de Geoff Johns y VVAA

A mí que siempre me gustó lo diferente, que me enamoré en su día de series como Astro City (que merece integrales YA) por esto mismo. El dar paso a ese lado original y personal de un superhéroe… como dijo esa señora, como no me va a gustaaaarrr… La Sociedad de la Justicia de América explora una nueva línea de tiempo en DC Comics. Sí, publicada aquí por ECC Ediciones, con la salva inicial y nostálgica de aquellos cómics que dejaron a muchos clasicistas con el culo torcido. Pues fue Geoff Johns quien escribió un primer número junto al ilustrador Mikel Janin, aunque fue una serie que gozaba de grandes artistas invitados y de renombre.

Y para meternos en vereda este TPB que recopila los primeros cinco números de la serie y que añade además aquel número clásico de Johns, el The New Golden Age #1. Donde de manera muy similar a su versión de Doomsday Clock, Johns salta al pasado, al presente y al futuro. Pero aquí, limita la línea de tiempo principalmente a la Sociedad de la Justicia, el primer grupo de superhéroes del mundo (y de los cómics). Y a diferencia de la trama de Stargirl: The Lost Children #1 que también se añade aquí (la heroína se une a Red Arrow para descubrir la verdad sobre una misteriosa desaparición), la historia de Johns nos lleva casi treinta años al futuro. A la heroica carrera de La Cazadora, la cual debe viajar a través del tiempo para salvar al legendario grupo.

Os contaré lo que es casi un secreto para muchos: Helena Wayne es la hija de los asesinados Batman y Catwoman. Tomó el manto de superhéroe y formó una nueva Sociedad de la Justicia con algunos miembros algo sorprendentes, todos interesados en descubrir quién mató a la última encarnación del Dr. Destino. Mis partes favoritas de este cómic es, sin duda, su poderoso principio. La Cazadora es complicada. Un personaje muy orientado a Batman pero sin su expresión sombría. Exteriormente retrata a una persona ruda pero tiene un corazón delicado y tierno. El uso de Solomon Grundy fue inesperado, al igual que la elección de los futuros miembros de la JSA. Me sorprendí al verlos. Pero tengo que decir que funcionó. No hay nada nuevo aquí, cierto, es solo una excelente narración de cómics que busca respetar el material antiguo y al mismo tiempo darle algunas tramas nuevas. Y el villano de turno (imagino que el primero de muchos) se hace evidente pronto. Que es lo que yo siempre pido en un cómic de pijameo.

Aunque para mí, lo que convierte en excelente a esta nueva serie es la caracterización de Huntress (La Cazadora), sus riesgos, la inutilidad de su misión y el respeto (¡por fin!) que DC muestra a su grupo, el primero de la historia. Incluso las historias de Tierra-2 JSA/JSI, de 1976, son canónicas ahora. Hay algunos detalles finos que resolver, pero todo llegará.

En mi opinión, uno de los errores más significativos de DC fue eliminar a la JSA. Se necesitaban nuevas ideas. Eso es todo. No siempre se le puede hacer la vista gorda al pasado. Y menos con algo tan bueno que entretuvo a muchos. Johns aborda esta cuestión con sencillez. La Cazadora se ve increíble. El resto de Sociedad de la Justicia de América, por encima del bien. Entiendo que los fans quedaron desconcertados por las grandes promesas y el final sin incidentes de Doomsday Clock. Pero siento de verdad que lo que querían era que la Sociedad de la Justicia de América volviera. Esa historia debía desarrollarse. Los héroes clásicos se revitalizan cada dos por tres. Esta es tu nueva serie a seguir.

Y la mía.

¿Podrá llegar al fondo de lo que le pasó al primer equipo de superhéroes del mundo? ¿Tiene el Casco del Destino las respuestas que busca La Cazadora? Nos vamos a 1940 a resolverlo, donde esta chica de moda trabajará junto a la clásica JSA. A una época conflictiva de guerras internas y huelgas por doquier. Flash, Deadman, Madame Xanadu y el Detective Chimp. Lee esto. Difunde la palabra. El primer equipo de superhéroes del mundo nunca murió.

Reseña: Batman. Chamán /Veneno, de Dennis O’Neil, Hannigan, Von Eeden y José Luis García-López

No lo esperaba porque en realidad resulta que empecé a leer y a leer, me enganché, y resultó que me sonaba bastante lo que me estaban contando. Y me dije: ¿Yo he leído esto? Diría que sí. Y sí, lo había leído hacia muchísimo tiempo y no recordaba lo bueno que eran estos dos arcos argumentales del maestro Dennis O´Neil. Un retroceso a algo que no sabía que me estaba perdiendo, los cómics donde una historia comienza y terminan con un apoteósico final. Y simplemente estás con Batman y lo ves “trabajar”. Pero estas historias merecen más que las estrellas que algunos “críticos” les han dado. Quizás es mi sensación ahora que estoy reseñando los dos arcos al completo, ahora, que se pueden disfrutar en un solo tomo, en tapa dura, gracias a esta nueva edición de ECC Ediciones. Tenemos en este tomo Chamán y Veneno, dos sagas escritas por el siempre maravilloso Dennis O’Neil y dibujadas por Ed Hannigan y Trevor von Eeden con la colaboración del maestro José Luis García-López. Y además, un relato protagonizado por el mítico guionista que firman su hijo Larry O’Neil y el dibujante Jorge Fornés.

Chamán es una historia extraña que muestra todo lo fantástico de las pelis de aventuras de los 80 con trasfondo sobrenatural. Esas genialidades de algunos directores hoy consagrados que a muchos nos hizo enamorarnos del cine ochentero para el resto de nuestro días. El primer capítulo de cinco partes tiene lugar incluso antes del Año Uno, de Frank Miller, y el resto ocurre poco después del primer año. Antes de que Batman pateara traseros a súper alienígenas y villanos inmortales, antes de que tuviera un batmóvil y un cinturón de herramientas lleno de artilugios, y antes de convertirse en el hombre más peligroso de la Tierra. Cuando únicamente era un tipo con una máscara, deambulando por el mundo pero, sobre todo, su ciudad, su mayordomo, un busca pistas. Un lado del personaje de Batman que nunca debe perderse, que no se le olvide a ningún guionista. En este arco, Batman aborda misteriosos asesinatos rituales en las calles de Gotham. No es educado, no siempre es capaz de salvar a las personas que lo rodean y los criminales no hablan con él a menos que él realmente los persuada. Pero… ¡Eso es mucha charla para el Murciélagos! Disfruté (volví a disfrutar) la combinación de sobrenaturalidad y espiritualidad de esta trama, así como el viaje que emprende Bruce Wayne para convertirse verdaderamente en la máscara que se pone.

Veneno no es una historia de ¿Y si Batman se volviera adicto a las pastillas?, como dice mucha gente. Eso es un tema bastante superficial. Puro simbolismo. En primer lugar, no es Vicodin, es veneno, el veneno/esteroide/súper droga que crea a Bane, probablemente el mayor y más subestimado enemigo de Batman. En segundo, es fácil interpretar el veneno como un símbolo de corrupción, maldad, obsesión total, psicopatía, todo lo que Batman no es. Batman es y siempre ha sido equilibrio. Tiene sed de venganza, pero protege a la gente de Gotham y a su familia. Destruye a sus enemigos pero no los mata. O normalmente no mata, depende del guionista. Sissy Porter se ahoga y Batman le falla y recuerda cómo les falló a sus padres. Se da cuenta de que no es suficiente, que su equilibrio no funciona. Entonces se vuelve completamente Batman. Nunca te vuelves completamente Batman. Con eso quiero decir que se entrega al 100%, todo venganza, todo cuerpo, sin cerebro, sin segundas conjeturas. Pero sí que se vuelve adicto a las pastillas, pero sólo por el poder que le dan. La supuesta infalibilidad. Porque todo ese jugo confunde su cerebro y comete errores, casi lo matan, casi se convierte en un asesino, lo que se prometió a sí mismo que nunca sería, o de lo contrario no es mejor que Joe Chill, quien mató a sus padres. El fracaso de Batman ilustra cuán humano es en realidad, o tal vez cómo Batman nunca está sin Bruce Wayne, siempre humano, nunca completamente corruptible.

Dos historias indispensables.

Reseña: Kingdom Come, de Mark Waid y Alex Ross

Una de las obras indispensables de tener en cualquier cómicteca que se precie es, sin duda, Kingdom Come. La potente obra que se marcaron Mark Waid y Alex Ross, un cómic inolvidable que todo el mundo debería leer, al menos, una vez en la vida. Porque Kingdom Come fue una miniserie de cómics de cuatro números publicada en 1996 por DC Comics bajo su sello Elseworlds. Y que quede claro que la idea partió de una idea original que venía gestando en su mente Alex Ross. ¿La historia? Está ambientada en un futuro alternativo del Universo DC. La nueva generación de héroes ha perdido su brújula moral y se ha vuelto tan imprudente y violenta como los villanos contra los que luchan. El régimen anterior de héroes (La Liga de la Justicia), regresa en circunstancias terribles, lo que establece una batalla de la vieja guardia contra estos protectores intransigentes en un conflicto que definirá lo que realmente es el heroísmo y determinará el futuro del planeta.

Superman y La Liga de la Justicia abandonan sus papeles como superhéroes después del ascenso y el fuerte apoyo público de un superhéroe llamado Magog, que no tiene reparos en matar, en particular al Joker antes de su juicio por el asesinato en masa del personal del Daily Planet. What? Lo que estáis oyendo. Pero incluida Lois Lane. En años siguientes, surge una nueva generación de metahumanos con superpoderes. Se involucran en batallas destructivas con poca distinción entre héroes y villanos. El narrador, el ministro Norman McCay, sufre visiones de un futuro apocalíptico. Inevitable. El Espectro se le aparece a McCay y lo recluta para que lo ayude a juzgar el apocalipsis sobrehumano que se avecina… Y no os puedo desvelar más de esta obraza. La intención es, que el que no sepa nada, la disfrute a tope. Y el que sepa, y aún no lo haya hecho, pille una buena edición de este título. Para elegir tiene. En mi opinión, una historia donde se reclutan héroes nuevos y viejos, bien contada y maravillosamente dibujada, difícil que no guste. Kingdom Come me encanta, y mi misma opinión la vais a encontrar doquiera que busquéis información.

La excepción más destacada es Batman, que está resentido con Superman por haber abandonado hace unos diez años. Batman le advierte que sus nociones idealistas están obsoletas y que su violenta interferencia sólo exacerbará los problemas del mundo. En respuesta a La Liga de la Justicia de Superman, Batman activa su propia red de agentes, compuesta en gran parte por héroes más jóvenes de segunda y tercera generación. Se pudo ver un flashback de esto en formato cine como una visión futurista que tiene Bruce Wayne en la peli mientras lo tienen prisionero. Pero aquí los veteranos como Green Arrow, Canario Negro y Blue Beetle, son elegidos como tenientes. Lex Luthor organiza el «Frente de Liberación de la Humanidad» y el MLF es secretamente un grupo de villanos de la Edad de Oro y villanos de tercera generación como el sucesor de Ra’s al Ghul e Ibn al Xu’ffasch (el hijo de Bruce Wayne y Talia al Ghul).

Cuando el dibujante de cómics Alex Ross estaba trabajando en Marvels (1994), decidió crear una «gran obra» similar pero con personajes DC. Ross escribió un manuscrito de unas cuarenta páginas…, lo que se convirtió en Kingdom Come. Le propuso la idea a James Robinson como proyecto similar en alcance a Watchmen (1986-1987). Pero este no lo vio tan claro. Al final, Ross se asoció con el escritor Mark Waid, quien fue recomendado por los editores de DC para completar esta obra que terminó siendo oro puro.

Reseña: País de Pesadillas, de James Tynion IV, Estherren, Llovet y Patricio Delpeche

País de Pesadillas posee un lenguaje bellamente prosaico e imágenes igualmente inquietantes donde James Tynion IV captura el tono y la cadencia apropiada del amado rincón oscuro creado por Neil Gaiman. Un comienzo prometedor, y todos sus encantos mortales. Un cómic con el que una vez más se puede volver al espeluznante y surrealista mundo de The Sandman. James Tynion IV, Lisandro Estherren, Yanick Paquette, Patricio Delpeche, Nathan Fairbarn y Simon Bowland, dan fe de ello. Y como podéis imaginar, tanto por el título como por la aparición de El Corintio en la portada, este es un título que busca explorar el lado más oscuro de dicho universo con un círculo de personajes espeluznantes, antiguos y nuevos, una trama que se inclina muy mucho por el Terror.

El Corintio era y es una pesadilla viviente. Destinado a servir como un espejo oscuro para la humanidad, mientras el Señor de los Sueños estaba cautivo, El Corintio salió al mundo de la vigilia y se convirtió en uno de los peores asesinos de todos los tiempos. Fue deshecho por su transgresión cuando el Rey de los Sueños regresó al poder, pero luego fue rehecho, esta vez con un mayor control sobre su propósito: atormentar a la humanidad pero sin destruirla. Por desgracia, una pesadilla acecha ahora al mundo despierto. Uno que no fue obra del Rey de los Sueños. Y ahora este nuevo Corintio acecha también al mundo de la vigilia. Buscando esta nueva amenaza, sí, pero también buscando el significado de los extraños recuerdos que tiene de una vida suya pero que no es suya en absoluto.

La idea principal de este primer tomo me ha encantado. Empezamos con una estudiante de arte, Flynn, y una aventura de una noche en una fiesta universitaria. Una fiesta en la que fugazmente ve una visión impía que garantiza perseguir sus sueños, y más, a medida que avanza la historia. La inquietud se vuelve aún más desconcertante al conocer a dos asesinos terroríficos e indudablemente sobrenaturales llamado el señor Éxtasis y el señor Agonía (que por alguna razón, me recuerdan en su cadencia a los señores Kidd y Wint de Diamonds Are Forever). Un inicio que, en realidad, es una pieza de humor negro con una narrativa sencilla, pero que funciona bien. Madison Flynn ve a ese “Hombre Sonriente” mientras está despierta… y no es la única. Además, este monstruo es, una pesadilla que no creó Sueño de los Eternos. Y cuando es consciente de ello, El Corintio vuelve a colarse de nuevo en nuestro plano de realidad para dar caza a ese farsante. El terror contra el terror. Y en medio, nosotros.

Una nueva pesadilla causa estragos y El Corintio tiene la tarea de localizarla y detenerla. En País de Pesadillas aprendemos más sobre quién o qué es El Corintio. Vislumbramos qué es esta nueva amenaza y su capacidad. Pero el punto focal es Flynn. A medida que avanza la historia, los pequeños horrores que se muestran ayudan a establecer quiénes son los personajes. Al hacer esto, los nuevos lectores podrán comprender quién es El Corintio (si no lo conocían ya) y por qué es una mala noticia que haya vuelto y que esté a la caza de todo.

En la mayoría de las historias de Sandman, el arte es expresivo y vibrante, y esta no es una excepción. En País de Pesadillas hay más viñetas con visiones infernales que en otro arco que podáis conocer. Estherren muestra su lado más oscuro y siniestro. Los dibujos destacan, sobre todo, por el diseño de los personajes y los trasfondos oníricos que realmente parecen sacados de una pesadilla febril. Por lo que se puede alegar, sin miedo a equivocarse, que País de Pesdillas es una sólida entrada al terror dentro del Universo Sandman. Insisto, el origen de El Corintio recibe una nueva capa de pintura en este cómic. Si buscabas un monólogo sobre el personaje, este es tu tomo. Y la introducción de Flynn es más de lo que parece. Un personaje fascinante, aunque por el momento deja más preguntas que respuestas. Y la aparición de los espantosos señor Éxtasis y el señor Agonía, un par de asesinos trastornados creados por Tynion IV para esta serie que creo que van a dar mucho que hablar. Tynion IV es uno de los mejores guionistas de cómic de terror de la industria, sino el mejor. Sin duda, al que más sigo.

Reseña: Batman. Tres Jokers (Edición Deluxe), de Geoff Johns, Jason Fabok y VVAA

El que lleva tiempo buscando algo original dentro de DC puede llevar sus manos a Tres Jokers, una trama escrita por el gran Geoff Johns y dibujada por Jason Fabok, uno de los títulos más aplaudidos de la línea Black Label y que, sin duda, merecía un puesto dentro las magníficas Ediciones Deluxe que ECC Ediciones está publicando.

Más de cuatro años después de que DC anunciara Batman: Three Jokers, su primera entrega llegó a tiendas. Fue un título muy esperado. Una miniserie de tres números pero una trama de larga gestación en la mente del arquitecto perenne del Universo DC como es Geoff Johns. Innumerables escritores han intentado poner su sello en el Joker, el villano de cómics más infame que existe, y Johns finalmente en Tres Jokers da un paso al frente. La única pregunta que queda es: ¿Por qué tres? ¿Tenemos aquí una reorganización catastrófica del Príncipe Payaso del Crimen? ¿Es diferente siquiera la sensación tras leerla en un mundo saturado de tantas versiones del Joker? Johns es ese raro guionista que llegó a la industria a través de Hollywood, comenzando su carrera como asistente del director del Superman, de Richard Donner, y desde allí forjó conexiones con DC. Por supuesto, regresó a Hollywood en la última década, como director creativo de DC a cargo de la expansión cinematográfica. La lista de películas de DC de Warner Bros: Aquaman, Shazam, La Liga de la Justicia, Black Adam… Se puede decir que nadie tiene tanto poder para meter mano en los personajes como él. Pero en el noveno arte, sus proyectos más exitosos en DC Comics tienden a la naturaleza “clásica”, revitalizando personajes tan antiguos como puros redefiniendo las mejores historias de Green Lantern y The Flash que se pueden leer hoy en día. Incluso él mismo los reivindica como sus personajes favoritos. Y se nota. Por eso era mi curiosidad ver que tenía que decir sobre Joker. Para mí Johns es un escritor de superhéroes no de supervillanos.

Johns alegó en entrevistas que Tres Jokers era una historia sobre curación y cicatrices, sobre Batman, Barbara Gordon (Batgirl) y Jason Todd (Red Hood), y las diferentes formas en que estos mismos han vuelto a seguir adelante después de ser gravemente heridos, física y mentalmente, a manos del Joker. Y eso es concretamente esta obra. Pero añado yo: la historia tiene un gancho para atrapar al lector que ya ha vivido todo eso. Batman, Batgirl y Red Hood se unen para investigar una ola de crímenes de una noche que parece haber sido orquestada por individuos que se hacen pasar por el Joker, o al menos, se le parecen. Una noche. Se ha perpetrado un importante robo de productos químicos y todo apunta a una mini banda de esos terribles seres con pelos verdes, verdaderos demonios de este mundo. Y tres antiguas víctimas del Príncipe Payaso del Crimen que no han olvidado los sufrimientos que el villano les provocó se unen para resolver la investigación.

La línea Black Label se lanzó en DC para lectores más maduros a los que les gustara leer historias fuera del canon. En esta línea, el Joker tiene un puesto en el podio, obviamente. Cerca de la mitad de los cómics publicados bajo el sello Black Label han tenido al Joker como protagonista, codirector, antagonista principal o como antagonista. elemento argumental significativo. ¿Por qué? Fácil. El Joker es el villano más cabrón que tiene DC en cartera. Y cómo el ser humano, en general, adora o le atrae leer sobre el Mal, donde está este tío se recauda. Pero después está el tema de tratarlo y hacerlo bien con el personaje. Y eso lo consiguen muy pocos.

Para Three Jokers, Johns se asoció con el artista Jason Fabok, quien también trabajó casi exclusivamente para DC a lo largo de su carrera. Los dos trabajaron juntos anteriormente en Justice League. Johns y Fabok no son sutiles en este libro. Van al grano y no tienen miramientos de si sale mucha sangre o no. Porque para Batman, Batgirl y Red Hood, los crímenes que tenemos son un misterio, pero para el público es algo más metafísico. Se nos pide que veamos al Joker como alguien que es consciente de que existe en todas las épocas y que debe evolucionar hacia una nueva, de manera que coquetea con la cuarta Pared. Y eso sí da miedo.

Reseña: Lobo. Retrato de un Bastardo, de Simon Bisley y VVAA

Lobo: Retrato de un bastardo puede ser uno de los mejores tomos que se pueden recomendar de los que engloban a un personaje para conocerlo por primera vez y donde se recogen un compendio de aventuras que giran en torno a una misma trama. Retrato de un bastardo se centra en esa sinopsis inicial y siempre tan chula del tema cazarrecompensas espacial, donde Lobo recibe el encargo de rescatar a una presa para llevarla al planeta Cairn pero todo cambia cuando da por primera vez con la secuestrada, la conoce y sabe que lo que hace. Encuentra algo muy diferente a lo que esperaba. La mujer en cuestión no solo es czarniana sino que también se trata de una profesora de Lobo y está escribiendo una biografía sobre él.

Aquí es donde empiezas a partirte la caja.

Con el beneplácito de ECC Ediciones los aficionados al cómic más macarra hemos podido ir recuperando cositas muy difíciles de encontrar. La serie de Lobo es un buen ejemplo de lo que os digo. Y entonces… ¿qué demonios estáis haciendo algunos todavía sin saber de Lobo? Lobo es el macarra al que me refería: desdichado, desenfrenado, miedito de estar en su contra; un personaje con el que te ríes, disfrutas viéndolo dar palos y patadas a todo aquel que no le invita a una cerveza cuando entra en el bar… Un antihéroe que para nada goza del simbolismo de Superman o la profundidad de Batman pero es uno de los más recomendables de leer de toda la historia DC. Lobo es un personaje que aparece en los cómics publicados por DC Comics, creados por Roger Slifer y Keith Giffen en junio de 1983, pero del que Alan Grant supo sacar el máximo jugo. Lobo es un alien que trabaja como mercenario interestelar y cazador de recompensas, haciendo honor a su estereotipo macarra. Ese tipo odioso, todo lleno de músculos, que podías encontrarte en una carretera de los 80s (aún hay pero difícil verlos ya), montado en una Harley. ¿Por qué brindo yo? De vez en cuando, si se puede, hay que meterse en vena, uno de estos tomos recopilatorios de Lobo que ECC Ediciones publica. Disfrutar de un buen volumen que traen a tu mente una odisea de buenas historias en formato cómic con los que si tienes una edad, asientes mientras lees y en tu cabeza seguramente comience a sonar AC/DC.

Como buen tomo de aventuras, Retrato de un bastardo contiene varias miniseries o arcos argumentales en su interior. Concretamente, El último czarniano, El regreso y luego one-shots que son aventuras indispensables de leer como La sanción navideña de Lobo, el tan famoso Batman/Lobo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1092), Beligerante y con el culo al aire, Un mundo en blanco y negro y ¿Quién es quién en el Universo DC?; del que recuerdo fue el primer número que leí del personaje y con el que me enganché. Comenzando por locuras de amor, encontraremos hilarantes situaciones con tangos como bailes y violencia fluyendo y ver a Lobo y la profundidad que tiene un personaje que, en principio, es todo músculo y apariencia, pero un tipo que tiene más profundidad de la que parece. Un tomo además donde tenemos aventurita compartiendo cartel con la mismísima Harley Quinn.

Otro tema importante son los guiones que aporta este tomo que vienen de la mano de maestros como Neil Gaiman, Keith Giffen, Alan Grant, Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. Retrato de un bastardo inaugura una nueva línea de ECC llamada Grandes Novelas Gráficas DC. Un espacio en el que se publicarán las obras más destacadas del Universo DC y al que yo ya estoy suscrito.

Lobo, personaje cañero como pocos.

Reseña: Lobo Gris, de Al Gordon y Joe Phillips

A principios de los 90, la Legión de Superhéroes realmente destacaba como un oasis de calidad. Gran parte de la programación convencional de Marvel y DC se volvía más estúpida cada mes, sin embargo, hubo ciertas series o miniseries que sí destacaron por su calidad de las cuales analizas algunas a día de hoy y destacan por ser profundamente conmovedoras. Por eso no es bueno, ni real, generalizar. En el mar aún hay peces comestibles…

En el centro de esta iniciativa estaba el recientemente fallecido Keith Giffen, quien trazó y escribió a lápiz, muy buenos títulos y colaboró con Tom y Mary Bierbaum, como coautores y guionistas (quienes a veces lo excluían de escribir uno o dos números a la vez). El entintador de Giffen en esos primeros días fue Al Gordon, quien comenzó a recibir crédito por ayudar con las tramas. Al Gordon tuvo entonces la oportunidad de escribir en solitario para Legión de Superhéroes en The Great Darkness, la clásica historia de Legion vs. Darkseid. Y fue a partir de ese arco argumental que Gordon ideó una miniserie spin-off con uno de mis legionarios favoritos, Timber Wolf, conocido por estos lares como Lobo Gris.

Los años de Giffen fueron duros para Brin Lodo, el prota de esta serie que nació en Zuun y obtuvo habilidades lupinas gracias a un experimento científico. Giffen lo convirtió en una gran criatura humanoide, pero de vez en cuando volvía a su forma original, más o menos humana. Incluso provocó que Darkseid hiciera que Brin volviera a la normalidad, pero eso fue más bondad que maldición, ya que estaba atormentado por el dolor y parecía estar muriendo. Todo esto fue un efecto secundario de la droga, o un elemento llamado Zuunium, que le dio sus poderes definitivamente. Al Gordon aquí nos lleva a otros temas. El número comienza con un pequeño resumen de la escena de Legion of Super-Heroes Annual #3 (extracto que trae este genial tomito que ECC Ediciones ha publicado). Entramos en vereda viendo como Lobo Gris y Aria aparecen de pronto en el siglo XX e interrumpen el tráfico. Faost, el tipo que dirige cualquier organización policial, está viendo imágenes de videocámaras y hablando consigo mismo sobre la suerte que tiene de haber adquirido la cámara antes de que salieran las imágenes. Recibe una llamada que le alerta sobre un suceso de “todo el mundo dándose de ostias en la calle”, la misma pelea entre Brin y Thrust, el tipo amarillo vestido como un mensajero en bicicleta al que llamó el tipo policía llamado Jesse. Y es que Jesse no quiere que Thrust pelee con Brin, pero las cosas salen mal, en gran parte porque Brin no puede controlar su ira. Recordemos que un verdadero hombre-lobo siempre anda desatado…

Voy a lo de antes. Son los años 90, una época donde muchos cómics o cabeceras se quedaban en un quiero y no puedo. Pero Legion of Super-Heroes era otro cantar. Y como buena serie lo que partió de ella también mola. ¿Es Lobo Gris un título que vale la pena leer hoy en día? Cuando lo cogí pensaba que debía haber algo para que tuviera algún sentido leerlo. No lo había, pero decidí empezar y ver qué ofrecía. Y ofrece lo que de toda la vida se le ha pedido a un cómic: acción, trama no muy profunda y entretenimiento. Y todos estos ingredientes los vais a encontrar seguro. Incluso puede que os pase como a mí que os entren muchísimas ganas de volver a leer las aventuras de Legión de Superhéroes.

¿Qué crítica se le puede hacer a esta miniserie? Aparte de que lo ideal es entrar en ella sabiendo de donde viene todo, nunca se obtiene una explicación seria de por qué Brin tiene problemas para controlar sus emociones o nunca se muestra cuáles realmente son los poderes de Aria, los que la convierte en un puente entre dios y el hombre, o lo que sea. No obstante, hay cosas por las que no se necesitan explicación y molan. Al Gordon hizo un buen trabajo con la historia de Quiet Darkness y hace un buen trabajo aquí. Me gustó el arte de Joe Phillips. Especialmente, la forma en que dibujó a Brin; tiene un buen control de los tamaños, las formas de los personajes, un control que en los 90 a varios dibujantes parece que se les fue de las manos. Creo que desde entonces en Bellas Artes se insiste a los alumnos en que un bíceps no es la parte más grande del cuerpo humano…

Reseña: El Sgto. Rock contra el Ejército de los Muertos, de Bruce Campbell, Eduardo Risso y Kristian Rossi

Abogando por el género de Terror nuevamente, DC se ha sacado de la manga unos cómics de horror chulísimos donde tenemos, nada más y nada menos que a Bruce Campbell presentando El Sgto. Rock contra el Ejércitos de los Muertos. Un cómic que ECC Ediciones ha tenido a bien publicar por estos lares, lo que es de agradecer bastante. Pocos cómics de zombies tienen tan buen nivel como este y más que un cómic, tenemos miniserie de seis numeritos recogidos en un solo tomo, todo-todito-todo para disfrutar del tirón.

Un sargento con dos cojones defendiéndose de un ejército de zombis nazis con su tropa.

Escrita por el héroe de pelis de terror icónicas como Posesión Infernal (y toda la saga), Bruce Campbell demuestra que también se le da bien escribir historias de horror. Muy fuerte, ¿no? Y es que con esta obra Campbell hace su debut en DC como guionista de una miniserie que inicia lo que se llamó colección DC Horror. Trama que nos lleva a una utopía basada en que el miedo por el que pasó el mundo fue poco comparado a lo que se cuenta aquí. Mete más leña al fuego, ya que la Alemania nazi utiliza medios nefastos para complementar su ejército, y los únicos que pueden detener este apocalipsis de los no-muertos son el sargento Rock y su escuadra.

Nos vamos así a los momentos finales de la Segunda Guerra Mundial, e in media res vemos como el sargento Rock no es un cualquiera, arrincona a los nazis mientras las fuerzas aliadas rodean el este y el oeste de Alemania. Enfurecido, el Führer toma la drástica decisión de implementar el Plan de Regeneración, que proporcionará a los alemanes una fuerza laboral no-muerta. Es decir, si caen, se vuelven a levantar y así unas mil veces. Y cuando el ejército estadounidense se encuentra con algunos de estos nuevos soldados, el panorama se vuelve bastante claro, más muertos, más potencia de combate para los nazis… de gratis. Así que el Servicio de Inteligencia envía un mensaje a la Easy Company narrando los impíos experimentos que están realizando los nazis y Rock declara su próximo objetivo: la instalación militar responsable de las hordas de zombies. Llegar y destruir el centro del mal.

Bruce Campbell, que no es del todo nuevo en el mundo del cómic, aprovecha su energía interior de Ash Williams para poner la máquina en marcha con una serie de impactantes páginas iniciales. La historia comienza de manera siniestra, mostrando destellos del enemigo no-muerto, insomne y no dormido, que se lanza en estampida hacia las líneas enemigas. Como lector, rápidamente te das cuenta del tono sangriento que emanará del tomo. Pero gradualmente, ese sentimiento disminuye a medida que la exposición se convierte en el lema. En el mundo zombie siempre hay que innovar aunque solo sea un poquito; lo predico siempre. Si no solo te quedará la acción. Y ese es el caso de El Sargento Rock contra el Ejércitos de los Muertos, súper recomendable por la acción. Cómic de acción con zombies.

Los estilos únicos del gran Eduardo Risso y el colorista Kristian Rossi florecen en el horror de lo paranormal y el terror de lo desconocido. Sobre el papel, las líneas pueden parecer minimalistas, pero las tintas espesas proyectan una larga sombra sobre los personajes, resaltando sus cualidades siniestras e inquisitivas. Risso diseña cada página para crear una sensación de anticipación y temor. Y Rossi combina las imágenes espeluznantes con la tensa historia, uniendo ambos.

Tenemos entonces una historia de combustión lenta que termina cuando el equipo experimenta por primera vez la agresión zombie.

Una buena noticia para los fans es que vendrán más títulos así. Una colección y primer título, ideal para disfrutar en la próxima noche de Halloween.

Reseña: Batman El Detective, de Tom Taylor, Andy Kubert y Brad Anderson

Batman: El Detective es un miniserie de seis numeritos que ECC Ediciones ha recogido en uno de esos geniales tomos tan llevaderos que tanto gustan. El guionista Tom Taylor, el artista Andy Kubert y el colorista Brad Anderson ambientan esta aventura en el propio centro de la línea Infinite Frontier de DC. ¿Qué es Infinite Frontier? Un paso acertado hacia un nuevo renacimiento del Universo DC. Uno que sí que promete tener cambios tangibles y perceptibles y que, con suerte, estos serán verdaderamente significativos para algunos superhéroes. Esencialmente, una nueva era de DC Comics con nuevos equipos creativos, nuevo equipo editorial, nuevo liderazgo y un compromiso con la diversidad y la inclusión tanto de los personajes así como los que están detrás de la escena.

Batman: El Detective comienza con un evento trágico en Inglaterra que rápidamente arrastra a Batman a una tensa investigación que resulta ser terriblemente personal. El talento creativo reunido para contar este misterio es de primer nivel, y la conspiración subyacente eleva esta historia por encima de lo terriblemente “familiar”. Un inicio muy potente donde presenciamos como un avión se estrella matando a ciento cuarenta y siete pasajeros que iban a bordo. Si eso no fuera suficiente para exigir mucha atención, alguien también pinta las letras BATMAN 147 en una estructura cercana… Algo recurrente al principio que no importa que os cuente como se desarrolla cada vez. Lo único que importa es cómo se conecta este tema con el orejas picudas.

Un detalle o detalles que me encantaron de esta aventura es la alta preocupación que mantiene, la tensión y sus partes más inesperadas. Una pelea con Caballero Fantasma proporciona la mejor secuencia de acción de todo el primer número (repleta de escenas notables) lo que deja con ganas de más y hace que sigas queriendo leer. La franca rareza de cómo Batman se enfrenta a la aparición y las viñetas de choque estrechamente enmarcadas por Kubert son una delicia. Por otro lado, Tom Taylor es un guionista capaz de una extrema ligereza (que se muestra plenamente en su reciente debut en Nightwing), así como de material más sombrío: vean la multitud de cómics de DCSos e Injustice que llevan su nombre.

En Batman: El Detective, la situación que nos ocupa no es tan apocalíptica como, por ejemplo, una infección Anti-Vida que se extiende por el mundo, similar a un levantamiento zombie, aunque sí que este Caballero Oscuro adopta el mismo tono de ambiente sombrío. El equipo creativo sugiere que la perspectiva de Bruce está fuertemente influenciada por no estar en un gran lugar de descanso psicológico, todavía aturdido por la pérdida de Alfred y tambaleándose por sus percibidos fracasos mientras considera si realmente alguna vez ayudó a Gotham en toda su puñetera vida. Este último punto no es del todo original, aunque historias como éstas normalmente tienen la ventaja de no pertenecer a historias de continuidad y gusta encontrar este punto.

Tenemos aquí una lectura psicológica especialmente atractiva. Y los detalles de como Bruce llega a Inglaterra y conoce a Caballera y Escudera, molan. Y cuando se da a conocer Equilibrio… oh. El trasfondo es el factor más detallado de esta historia, lo que la convierte en una historia potente en cuanto a reflexión sobre las vidas salvadas y las almas de los inocentes a los que muchas veces un inepto o ineptos empujan a “irse”. Los fantasmas de los perdidos. Es bastante horrible que tantas personas sean asesinadas por una pandilla de individuos desconocidos vestidos como Batmen blanqueados, pero cuando te enteras que a cada una de esas víctimas, Batman ya las había salvado antes… Uff.

Memorable.