Reseña: T´Zée. Una Tragedia Africana, de Apollo y Brüno Thielleux

Una historia de una tremenda atmósfera sudorosa, desesperada, fatalista, en una África todavía en guerra, fetichista, fascinante, despiadada con los débiles y en la que la ley del más fuerte aún aparece en toda su cruel y más absurda sencillez. Esto es T´Zée. El nuevo cómic europeo que cruza los Pirineos gracias a la editorial Nuevo Nueve. Realmente una historia atrapante a poco que te interese todo lo que el primer mundo, de algún modo, ha provocado en los países africanos. Todo en atmósfera, sí… todo en atmósfera… Una mini novela gráfica o un one-shot que nos habla del fin de una dictadura en un imaginario país africano pero súper parecido a todos esos que se os pueden venir a la cabeza en este momento, sobre todo, si ya tenéis una edad.

Cuentan que para la historia, Apollo se inspiró fuertemente en la historia del continente primario del hombre. Salvaje, brutal, lleno de creencias, en definitiva, fascista y peligroso donde lo militar se impone a los débiles. T´Zée está subtitulado como Una tragedia africana. Como maestro de orquesta, el guionista desarrolla su obra en cinco actos, todo finamente elaborado para conducir a lo ineducable. Y Brüno, como sinfonista de la ilustración, ejecuta la composición con maestría, y todo se vuelve perfectamente preciso «en tempo»; la atmósfera húmeda y crepuscular está magníficamente representada. Como punto negativo (o no) no hay empatía por los personajes, no nos apegamos a ellos, tal vez, para el tema amoroso, pero al final no dejan de ser peones en este juego de ajedrez. Lo que sí que importa es que este tándem de autores transcriben magistralmente la caída del poder. Como bien se señalo una y otra vez, cuestión de atmósfera.

T´Zée, al que accedí atraído por el tándem de autores de cuyas obras ya he disfrutado en más de una ocasión, por ello, fácilmente me dejé tentar por la historia. Aunque ni la ambientación ni el perfil de los personajes me parecieron atractivos… a priori, una vez comencé a leer, me costó abandonar la trama hasta terminar el volumen. Estamos en un país imaginario, fuertemente inspirado en el Congo (o Zaire) donde Appollo sitúa su trama y es difícil no pensar en Mobutu Sese Seko al leer esta historia. T’Zée, dictador impasible, megalómano, temido, admirado, odiado, personifica al dictador africano tal como lo imaginaba. Su hijo, dividido entre un padre al que admira y una visión política alimentada por sus numerosos viajes, parece paralizado por la magnitud de esta sombra que se cierne sobre él. Educado, inteligente, pero quizás demasiado educado para asumir un papel para el que no está hecho, ni siquiera tiene el coraje de declarar su amor a un amigo de la infancia. La segunda esposa, una arribista desesperada, cuya belleza selló su destino y que descubre el amor incluso cuando todo está perdido… Sí, efectivamente estamos ante una tragedia tal y como la describe el guionista. Una tragedia africana.

El dibujo refinado, los diálogos concretos, una forma de inevitabilidad en el destino de los personajes, y siempre esa África, a veces, paraíso, a veces, infierno, por culpa del ser humano, y bien descrita con amor pero sin complacencia, nos lleva a parar a un guionista muy inspirado.

Cómic muy recomendable.

Reseña: Superman contra el Klan, de Gene Luen Yang y Gurihiru

Aprender leyendo. ¿No es ese uno de los máximos ideales? Que todo aquel que lea, sobre todo, los jóvenes, ya que lo hacen, aprendan. Leer y aprender. O al menos que te hagan pensar, añadiría yo. Superman contra el Klan no solo contiene un mensaje importante, también una idea realmente genial. La historia está basada en un relato de Superman llamado El Clan de la Cruz Ardiente que llegó a ser retransmitido por radio para todos los públicos allá por el lejano año de 1946. Qué mensaje tan poderoso debió enviar esto entonces, ¿no? Aunque desafortunadamente, sigue siendo un mensaje importante que debe abordarse una y otra vez, y mucho más, a día de hoy casi setenta años después. Se dice pronto. El autor superventas del New York Times, Gene Luen Yang y el equipo de dibujantes Gurihiru ofrecen una tempestiva historia personal sobre inmigración y superación.

Esta es una historia sobre los Lee. Acaban de mudarse a los suburbios de Metrópolis, donde su padre tiene un nuevo trabajo en Chinatown. Casi de inmediato se ven acosados por lo que pudiera ser una imitación del Klan (una imitación porque la historia original usaba a los mismos tipos. Hecho con fines legales en aquel entonces, ya que muchos estados tenían leyes que protegían al Ku Klux Klan). Y ahora creo que no debería, pero lo haré, pues quizás algún día lea esta reseña alguien que no sabe que es el KKK (¡Ojalá llegue ese día!). El denominado Ku Klux Klan es un grupo de odio supremacista blanco estadounidense de extrema derecha, conocido por promover por medio de actos violentos y propagandísticos el racismo, la xenofobia y el antisemitismo, así como la homofobia, el anticatolicismo… y todo lo que se le venga en gana a esos degenerados que encima se ocultan bajo un traje de nazareno blanco (cantidad de anécdotas/sustos con compis norteamericanos viendo por primera vez la Semana Santa sevillana, sí). Pero a lo que vamos, ante tal acoso a la familia Lee, Superman (de la era Max Fleischer) se involucra rápidamente y las cosas se intensifican. La historia que aborda Gene Luen Yang se centra en como esos niños, a pesar de la ayuda más potente que un humano pueda tener, y de crecer rodeados de odio, por sí mismos LO SUPERAN. Y ese es el punto fuerte de este cómic que publica ECC Ediciones dentro del sello Kodomo.

Alguien me dijo una vez que si Superman pasara más tiempo luchando contra nazis, miembros de grupos racistas y políticos corruptos, leería más cómics de Superman con regularidad. Estaría bien por un lado pero por otro, hay mucha otra más gente que prefiere verlo luchar contra monstruos o villanos con poderes que desean acabar con el mundo, el universo y demás. Aunque, en realidad, estos mismos no sean otra cosa que metáforas humanoides de nazis, miembros de grupos racistas y políticos corruptos… Además, Superman, por muy poderoso que sea, tampoco puede luchar por contrarrestar los ideales de las personas, ¿no? Sería una lucha sin fin.

Superman contra el Klan es un cómic destinado a todas las edades. Después de pasar por mis manos, se lo leí a mi peque de cuatro añitos. Está considerada por muchos la mejor historia de Superman que se puede leer de las escritas en los últimos veinte años. Y no solo es el tema a tratar la que hace de esta historia un cómic de cinco estrellas, es el dominio de los personajes de Yang. Desde los miembros de la familia Lee hasta Superman, Jimmy Olsen y los antagonistas, este es un libro lleno de personajes bien pensados y realmente retratados. Y que la historia tenga lugar en los años 40 del pasado siglo le permite a Yang interpretar a un Superman más joven y menos experimentado que todavía salta o corre sobre cables telefónicos porque aún no puede volar. No sabe qué es la kriptonita. ¡Él no sabe que es de Krypton! Y estos detalles molan. Por lo que novelita gráfica que recomiendo literalmente a todo el mundo.

Reseña: Einstein, de Jim Ottaviani y Jarel Dye

Como ya han dicho en varios medios importantes, Ottaviani es quizás el mejor de autor de biografías de cómics a día de hoy. Y su experiencia se demuestra una vez más en Einstein, obra atractiva también gracias al arte de Dye que proporciona el medio perfecto para enfatizar que la brillantez de Einstein no era estrictamente lógica sino también imaginativa, intuitiva e ingeniosa. Convincente para todo el mundo a partes iguales.

E = mc²

Una ecuación que cambió el mundo y un pelo blanco y asalvajado que a muchos nos viene a la cabeza cuando escuchamos dicho apellido. Una de las mentes más brillantes de la Historia, a pesar de que fue un nombre familiar en vida y un ícono en la nuestra. Pero aunque las líneas generales de lo que hizo Einstein son bien conocidas, quién era permaneció oculto a la vista de la mayoría… incluso de sus amigos más cercanos.

En Einstein, el escritor Jim Ottaviani y el artista Jerel Dye nos llevan tras la fachada de la celebridad de este señor, pintando un retrato complejo e íntimo del científico más conocido del mundo. Esta es la historia de un científico que cometió muchos errores, e incluso cuando quería demostrar que estaba equivocado, al final, a menudo, se encontraba con que tenía razón. Pero también es la historia de un humanista que luchó por conectar con la gente. Así como la historia de un revolucionario reacio que pagó un alto precio por vivir un solo sueño.

Un biografía en formato cómic, un experimento valiente, la vida ilustrada y muy detallada de Einstein en casi trescientas páginas. Contando además con una cronología y bibliografía del maestro de la Ciencia. Un tomito que cubre un amplio período, desde la infancia de Albert Einstein hasta su muerte. Incluye su infancia, su familia, su desempeño en la escuela y la universidad, sus relaciones, sus puntos de vista políticos, sus teorías, sus errores y la interacción con otros físicos. Como era de esperar, su desdén por la física cuántica encuentra buena cobertura, incluido su comentario sarcástico sobre las interacciones fantasma en todo el mundo en un artículo. No sabía que Neil Bohr respondió a este artículo contrarrestándolo de manera basada en hechos y con buen humor usando exactamente el mismo título para su artículo. La búsqueda de Einstein de una teoría unificada tampoco progresó. Dicho esto, su teoría de la relatividad fue revolucionaria y su camino hacia ella encuentra al final el espacio requerido…

Para un cómic en este formato, Einstein es sorprendentemente detallado. Si te interesa la vida del maestro y su contribución al mundo, este tomito publicado por Norma Editorial, es genial se mire por donde se mire. Cómic del bueno.

Reseña: Constantine. Ilusiones Distorsionadas, de Kami García, Goodhart y Redmond

Como autor, se hace bueno ver varias versiones de un mismo personaje. Y como lector también. La variedad está en el gusto. ¿O era al revés? Cada autor puede tener una misma o diferente versión de un personaje que amamos, y respecto a nosotros, quedarnos con lo que nos gusta es lo que nos hace maduros y centrados. Y si se quiere presentar una historia diciendo que John Constantine, “no es el chico malo promedio”, estoy de acuerdo. Porque Constantine para nada es malo, al menos, no con el prójimo y estas son las palabras o citas que probablemente primero hayáis leído sobre Ilusiones Distorsionadas, una novelita gráfica sobre Constantine que Kami García se sacó de la manga en 2022 y que ECC Ediciones puso en librerías a principios de este mes que se nos va dentro de su sello Kodomo.

Y es que al igual que con el trabajo de García en la franquicia Teen Titans, Ilusiones Distorsionadas, rápidamente encuentra una manera de acceder al corazón del personaje antes de abrirlo a la audiencia, en general. Con John Constantine eso significa aprovechar su lado salvaje. Algunos, cuando conocimos al personaje por primera vez, estaba sentado en su habitación, rodeado de colillas y con una guitarra vieja mirándolo desde la esquina…, posters noventeros, los vaqueros en la silla y el tío pensando en el cómo matar a ese demonio que tenía poseído a medio Down Town (Bajo Manhattan). Pero Kami muestra al típico adolescente, a la edad de dieciocho años, Johny encontrándose en esa dura encrucijada de la vida por la que hemos pasado muchos pero también luchando con la necesidad de forjar su propio camino y probarse a sí mismo ante su familia. Y el entorno…, la racha punk que alimenta gran parte de su creatividad y que refleja la rebelión adolescente que todos pasamos también alguna vez aunque aquí prima el deseo del chico por promover su magia.

Una novelita gráfica que tiene un ritmo excelente, dividida en varios capítulos que nos llevan a una capa adicional de accesibilidad pese a casi sus doscientas páginas que apenas se lee en dos sentadas. Y cuyos primeros capítulos se centran en el funcionamiento interno de Constantine mientras establece su situación familiar antes de ponerse manos a la obra. La línea central de la trama se centra en su comprensión de sus habilidades mágicas, algo que agrega elementos mucho más fantásticos al libro… y que se agradecen (¡Para eso hemos venido!). Pero todo presentado de manera perfectamente lógica y accesible para los lectores más jóvenes. La historia presenta un pequeño elenco de apoyo para completar el mundo de Constantine; está su padre ausente, su madre y su padrastro. Pero más importante para el impulso narrativo es su amiga Verónica, y su posible interés amoroso por Luna. Todos juegan un papel importante en empujar a John a convertirse en el personaje que conocemos y amamos. Con problemitas por el camino: un hechizo que salió mal y tal y que muy al estilo Jennifer´s Body todo se torna en desgracia con el tema del grupo de música de por medio. Así, lo que queda, es un escenario muy chulo para un personaje que jamás vimos joven, o al menos, yo no había tenido ese honor hasta ahora.

Un escenario que permite un maravilloso desarrollo del personaje en su juventud. A lo largo del cómic, vemos a John lidiando con sus inseguridades y enfrentándose a sus defectos. García ha demostrado en todas sus historietas DC que es más que capaz de lograr el aterrizaje de esos «altos vuelos» propuestos. Ilusiones Distorsionadas no es diferente. La novela gráfica termina con una magia épica muy chula, una recompensa emocional convincente para el personaje. Además de la incertidumbre y la angustia que van de la mano de la adolescencia.

Reseña: Yo Soy Suicida, de Tom King y Mikel Janín

Batman y Catwoman han tenido una larga historia de amor a lo largo de la historia de DC Comics y no hace tanto esto se ha explotado de un modo muy chulo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13413). Pero hay que recordar que la primera aparición de la sensual Selina Kyle fue allá por 1940 debutando en un número de Batman, donde desde un principio comenzó el ardiente afecto que ha durado décadas. Y ha tenido muy buenos momentos en El Largo Halloween, Hush and The Brave and the Bold #197 y un número que recuerdo bastante: Detective Comics #557, donde Gotham sufre una lluvia roja aparentemente interminable a la vez que Batman se muestra enamorado de Catwoman por primera vez. Su flirteo también fue más allá de los cómics, abriéndose paso en la serie de televisión Batman en los 60s y en las pelis Batman Returns y The Dark Knight Rises. Pero la versión más reciente y atractiva la tenemos en el Batman Rebirth, de Tom King (el enlace a la reseña que os he puesto).

Yo Soy Suicida, se recogió como una miniserie o arco al completo pero comprendería, en realidad, los números del #9 al #13 de la nueva colección. Donde el cortejo está entrelazado con la cruzada suicida de El Cruzado de la Capa por atrapar a uno de los más importantes secuaces de Bane mientras se infiltra en las entrañas de la prisión de Santa Prisca, aunque para eso necesita de la ayuda y virtudes de su chica, a veces fiable, a veces no, la denominada Catwoman. Y todo, esta vez, en una chula edición que presenta ECC en escala de grises por expreso deseo del autor.

Como os decía, Yo Soy Suicida proviene de la historia de amor entre Batman y Catwoman. Sus momentos más potentes son cuando King muestra las cartas de amor entre los dos; son sentidas, poéticas y apasionantes. Pero en Yo Soy Suicida realmente nos adentramos en el corazón de nuestros queridos enmascarados. Es aquí donde triunfa la escritura de King y lleva al lector a un anhelo emocional entre los dos amantes desafortunados. Hace que sea fácil empatizar con la situación suicida en la que se encuentran. Un luchador contra el crimen y una criminal juntos. Un buen drama. Yuxtaponed esto con las escenas de lucha increíbles y violentas y disfrutaréis de este mini-arco súper chulo donde incluso los dibujos de Janín aportan bastante. Hace un excelente trabajo al dar vida a Batman abriéndose camino a través de ola tras ola de balas cayendo al suelo provenientes de la ametralladora de Bane y sus lacayos… Eso sin contar que las viñetas donde se escalan muros o incluso rascacielos, son alucinantes.

Y si tuviera que poner alguna pega sería el diálogo. A veces, la naturaleza repetitiva del diálogo de Batman y Catwoman se hace algo tediosa. Y Bane no parece tener esas potentes frases que tiene en otros cómics. Y eso le quita poderío. Pero si estás interesado en una buena historia de Batman, una atractiva, que entretiene y de las que provocan que no quieras dejar de leer, Yo Soy Suicida es muy buena opción. Una historia que combina un romance sincero con páginas de acción impactantes. Tom King y Mikel Janín llevando al límite amores de pareja y enfrentamientos con Bane. Un tomo que además incluye una extensa entrevista con Janín, material extra inédito, cedido y revisado por el propio creador español. Hay que probar.

Reseña: Archibald, de Kim Hyun-Min

Una muestra de que tras un buen dibujo infantil puede haber un gran personaje, un digno investigador de casos paranormales, es Archibald, el cómic que recién publica Nuevo Nueve Editores. Un volumen ameno con cantidad de historias divertidas, refrescante e ideal para disfrutar estas tardes de piscineo y playa que se avecinan. Y obviamente no solo yo, mi mujer e hijos también disfrutaron de esta fantástica y divertida serie, por lo que todos contentos y solo por eso me esperé a tener la opinión de todos ellos para ver si solo era yo el que había disfrutado tanto de esta serie tan agradable de leer.

Archibald completa muy bien la colección de todos esos fans que tenemos una sección de nuestra biblioteca asignada a detectives cazadores de monstruos. En este caso, un joven detective que trabaja para la DIM (Oficina de Investigación de Monstruos), con su fiel compañero Monk, un perro cíclope tan hablador como cobarde, pero que resuelve casos sobrenaturales como nadie. Así tenemos zombis, trolls, vampiros, hombres lobo y monstruos-piratas que se presentan ante Archibald y Monk, con todos y cada uno de los escenarios bien trabajados. Además de un buen de lenguaje que es ingenioso y vivo. Estamos ante una serie de historias que enganchan a la lectura con giros frecuentes y efectivos. Los mismos que ponen a Archibald y Monk frente a oponentes duros. Pero lo que mola es que ves a Archibald como sale transformado de cada una de esas aventuras, cada una, una historia completa, por cierto. De principio a fin. Nada queda a expensas de ser cerrado más adelante. Por eso es bueno comenzar por el principio para comprender completamente la personalidad de los personajes, la atmósfera de la serie y su evolución.

Aunque coreano, Kim Hyun-Min sitúa su escenario y su dibujo en un contexto muy europeo. El pequeño Archibald presenta un look de Sherlock junior en un ambiente de pueblos europeos del siglo XIX. Cinco historias componen la serie. Encontramos aquí la leyendas negras más famosas repescadas de cuentos de terror del viejo continente. Kim usa la línea clara para sus gráficos. Es muy expresivo y cada viñeta se nota bien trabajada. Muchos detalles. Pero los exteriores también están bien cuidados. El corte es moderno con viñetas no rectas que le dan un lado caprichoso a lo visual. Y los colores funciona mucho en las escenas nocturnas azuladas, un escenario propicio para los encuentros con el terror… Difícil llevarse mejores sensaciones para toda la familia por menos precio.

Reseña: Batman´89, de Sam Hamm, Joe Quiñones y Leonardo Ito

Entonces, sí, existe. Hubo una serie que nos llevaba a la continuación de la clásica película que lo petó en los 90. Pero nos llevaba de una forma chula y curiosa como es la idea de si aquella historia hubiera continuado y entonces obtenemos el origen de Dos Caras (en aquel entorno, ambientación). Por eso, una versión diferente y me encanta la forma en que sucede. Cómo Harvey se convierte en una especie de tipo famoso y se postula para los puestos de gobernador y cómo ocurre todo para que este tipo llegue a ser abrazado por su dualismo… El guionista, el señor Hamm, captura perfectamente eso colocándole una curiosa relación con Barbara Gordon y tratando el cara a cara con Bruce (también conocido como Batman, jajaj). Con todo, genial el cómo responde a este tipejo que nunca mejor dicho, tiene dos caras.

Batman´89 marcó el retorno del guionista Sam Hamm al cómic. Hamm es un guionista y autor de cómics estadounidense, conocido por co-escribir el guion del Batman, de Tim Burton. También estuvo en los créditos de Batman Returns aunque cuentan que la versión final de la película para nada se parecía a lo que él escribió y ahí se desvinculó de esa «sociedad». Tras ese desliz, DC Comics invitó a Hamm a escribir para Detective Comics y el resultado fue Blind Justice, cómic en el que se presentó por primera vez al mentor de Bruce, Henri Ducard. Pero fue en 2021, cuando Hamm regresó a sus creaciones originales del orejas picudas con la serie limitada Batman ’89, una continuación directa tanto de la película de 1989 como de Batman Returns y que ahora tiene disponible ECC Ediciones en nuestro país en un genial tomito que recopila al completo la serie.

¿Es un volumen que hay que tener por completismo? Por supuesto. En especial, los amantes de las pelis de Burton entre los que me incluyo, aunque soy del bando de los que solo destacan el potencial de la primera. Pero en este cómic salen cositas curiosas que uno como fan del Caballero Oscuro debe ver. Me encanta el nuevo Robin. Tiene un diseño de vestuario de Robin increíble en estas viñetas. Y el enfrentamiento entre Batman y Dos Caras creo que puede ser el mejor que existe dentro del noveno arte. Y el papel de Selina en toda la coreografía que muestra es una maravilla, que solo apreciará el lector constante de cómics de acción. Y el escenario propuesto es emocionante. Así que sí, definitivamente lo recomiendo. Es una serie muy divertida y sí, no es el mejor material de Batman, pero sigue siendo una buena lectura y si se tiene en cuenta que está escrito por el mismo tipo que escribió la película, es una lectura perfecta, sin duda. También me gusta la forma en que se usa el escenario noir de los 90 aquí y cómo se introduce la llegada de internet al escenario de entonces. E insisto, Selina, tremenda es Selina en este cómic. Que aparte de dar patadas como si no hubiese un mañana, es una genio de la tecnología, algo que nunca vimos en otra parte. Así que fue divertido presenciar sus disputas en ese tejemaneje que lleva con Bruce…, y no solo como Bat vs Cat.

El arte de Quiñones, una maravilla que nos lleva a la ambientación propuesta por las pelis en su día. Y esto lo podréis apreciar tanto en la historia como en los bocetos y la galería de portadas alternativas que trae el volumen. Muy recomendable.

Reseña: The Plot Holes, de Sean Murphy, Matt Hollingsworth y Dave Stewart

Argumento tan raruno como original lo tenemos en The Plot Holes (Los Fallos de Argumento), la nueva obra escrita y dibujada por Sean Murphy. Por supuesto, un cómic que encontramos en Norma Editorial, súper recomendable para fans del autor entre los que me encuentro. Un cómic que combina multitud de géneros y que es todo un homenaje a los lectores de buenas historias, como bien dice la sinopsis editorial. Y es que desde su ascenso meteórico en el noveno arte, comenzando con su clásico Punk Rock Jesus, obra que ultra-recomiendo, aunque también moló con su Joe el Bárbaro (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3492), tenemos a un Sean Murphy que ha abierto un camino distintivo al mantenerse fiel a sus raíces creativas y redefiniendo los límites brutos del medio. Después de su carrera como dibujante junto al guionista Rick Remender, y un concierto de alto voltaje con Mark Millar en Crononautas, el maestro Murphy llegó a la mega-combustión a partir de 2018 al deconstruir para DC al orejas picudas en El Caballero Blanco (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5679). Y obviamente su secuela. Pero ahora, este guionista e ilustrador inconformista nos presenta su proyecto más nuevo y ambicioso en lo que es una nueva y emocionante novela gráfica de aventuras con mucha CF y Fantasía de por medio.

The Plot Holes trata sobre un dibujante de cómics fracasado que se da cuenta de que su mundo no es real. Murphy contó en una entrevista que en realidad está dentro de una novela que apesta y va a ser eliminada. Y entonces se le acerca un escuadrón de héroes llamado The Plot Holes y lo que hacen es subirse a un barco y saltar de un argumento a otro, arreglando cada trama a medida que avanzan para que cada libro que corrijan pueda ser publicado. Todo en un mundo tipo Matrix digital.

Ufff… Parece un poco paranoia pero ya os digo que está tan bien llevado que lo que tenemos entre manos en realidad es un cómic de viajes en el tiempo maravilloso. Un quantum-leap-cómic-book de órdago.

Hablamos de Cliff, un guionista fracasado que vive en Nueva York, viudo, que espera su oportunidad. Pero esto llega de una manera que no se espera. Con una mujer misteriosa en su apartamento, la cual, le dice que es un personaje en un libro no particularmente bueno. Y que necesita su ayuda. Todo esto justo antes de que un extraterrestre gigante atraviese la pared y el Editor los atrape. Al poco, llega un grupo de otros personajes de historietas que se han reunido para ayudar a evitar que se eliminen lo que de otro modo serían libros digitales basura, ya que el servidor que almacena todos los libros digitales del mundo está eliminando para siempre cualquier libro que tenga problemas importantes de guion.

En serio, estamos ante esa típica historia que habla de meta-historias, que suena peor si te la cuentan que si la lees. The Plot Holes es una trama que en ocasiones recuerda a La Historia Interminable o a The Pagemaster. Sí, aquellas dos grandes pelis ochenteras. Cuando terminas de leerlo y cavilas todo lo acontecido, por supuesto. Por otro lado, el arte y los diseños como siempre, y en cualquier cómic de Murphy, son muy buenos. Es el estilo clásico de Sean, eso si, personajes o caras ya vistas en otras obras. Pese a todo, los personajes son interesantes: Roar, el tigre azul que cambia de forma, Kevin, un niño pequeño de los años 30 con una mala boca… Y Jonny, personaje típico de un manga de lucha con robots que me encantó. Ah y Rasoir, un vampiro encantado de ser un buen villano en su propia historia.

The Plot Holes es un cómic raro en cuanto a guion, ya os aviso. Y solo si cavilas sobre la idea conceptual que presenta, te llegará a gustar.

Reseña: Batman. El Hijo de los Sueños, de Kia Asamiya y Max Allan Collins

Un Batman… un cómic de Batman diferente, ¿cómo demonios no te lo va a pedir el cuerpo? Uno que siempre aboga por la originalidad, por el cambio, encontrar lo nuevo… Y ya solo leyendo la sinopsis de El Hijo de los Sueños -incluso viendo su portada-, sabes que hay algo diferente. Que vas a encontrar novedad. Una historia escrita y dibujada por la famosa mangaka Kia Asamiya y adaptada al público americano por el novelista y guionista de cómics Max Allan Collins; no descubro nada si digo que Batman es y siempre será una inspiración internacional. Uno de los íconos superheróicos más reconocibles del mundo. La punta de lanza en ventas de DC. Con el paso de los años y la creciente popularidad del manga en USA, era cuestión de tiempo que el cómic japonés y el orejas picudas se conocieran. Se eligió bien al contactar con Kia Asamiya, sus obras Silent Mobius y Steam Detectives, le daban currículum para con el Caballero Oscuro «milleriano» que todos conocemos. Junto con el escritor Max Allan Collins, Asamiya ha intentado cerrar la brecha entre los cómics occidentales y orientales con El Hijo de los Sueños. Y a las pruebas me remito:

El hilo central va sobre una droga que como todas, prometen realidades que no existen. Durante un minuto, durante una hora, durante toda una noche si tienes suerte, puedes convertirte literalmente en tu ídolo, siempre y cuando tu ídolo sea uno de los mayores enemigos de Batman… ¿Pero quéeee? Hay una droga en las calles de Gotham que hará realidad tus sueños. ¿Qué puede incitar a eso? ¿A ser destruido? Precio alto, ¿no? Es alto. El más alto. Pero por saborear la gloria criminal, muchos están dispuestos a pagarlo. Tontolabas hay en todos lados, ¿no? El Hijo de los Sueños mola, sobre todo, porque es, en muchos sentidos, un retroceso a los cómics del Batman de los 80. Donde Bruce Wayne era una parte casi tan integral de la historia como el superhéroe que viste y calza. El delicado acto de equilibrio entre el vengador oscuro y el emprendedor mujeriego es un buen drama presente. Aunque el culpable misterioso detrás de todo sea tan obvio como la enorme nariz de la careta que lleva en este cómic.

Un cómic que tiene todo lo que necesitas de una historia del Caballero Oscuro: una damisela en apuros, conflictos tanto para Wayne como para Batman, la gran galería de villanos saliendo a pasear… y acción. Muchas acción. Y si bien el estilo de dibujo puede parecer algo exagerado, algo extraño para una historia de Batman, las escenas de acción son de primera categoría. Si puedes superar el hecho que a tantos echa para atrás como es el blanco y negro o si eres amante del manga de toda la vida, apreciarás el más mínimo detalle. Siempre que no esperes una versión totalmente nueva de Batman, Alfred o el comisario Gordon. En El Hijo de los Sueños no hay desarrollos rompedores, comportamientos absurdos o trama única. Es el clásico Batman pero con la originalidad de ser introducido en el manga. Puede que no sea la historia de Batman más original o la mejor historia que hayas leído, pero es buena porque es pura aventura. Lo que yo busco en el cómic de superhéroes. Batman ha de encontrar al proveedor de esta droga surrealista y mortal, y la búsqueda le lleva hasta Tokio en una confrontación con el enemigo químicamente mejorado definitivo. Ahí lo llevas.

Dibujado al estilo manga clásico, pero con un toque más real que la mayoría de las novelas gráficas de acción manga, El Hijo de los Sueños es totalmente recomendable. Típica novela gráfica de la que puedes alardear con tus amigos diciendo: “Sí, esa rarunada la he leído yo”. Y probablemente añadas: “Y me gustó”.

Reseña: Patos. Dos Años en las Arenas Petrolíferas, de Kate Beaton

Patos es una historia autobiográfica en la que la autora comparte su experiencia como trabajadora en empresas que trabajan en las arenas petrolíferas de Canadá. Una historia muy personal y conmovedora en muchos sentidos. Una lectura que desafía. A partir de entonces, Kate Beaton se volvió autodidacta y eso se nota tanto en su dibujo como en su estilo de guion. Sus trazos a veces son rígidos, las proporciones no siempre se respetan, pero el cómic en sí, adopta bien el tono de novela gráfica que se disfruta. ahora, en tapa dura, y en una genial edición, Norma Editorial la publica a este lado del charco, un cómic que la autora presenta más como una yuxtaposición de escenas que como una historia construida. Una visión de conjunto, una declaración de intenciones, una denuncia, por encima de todo. Un guion que presenta además un ritmo bastante sincopado, a pesar del claro deseo de la autora de caricaturizar bien a cada personaje. Por eso no siempre es fácil saber quién es quién y esto es para decir a los lectores que no deben leer esta historia por sus cualidades técnicas sino más por lo que se pretende contar. Una denuncia.

Esperaba leer una historia vagamente feminista pero sobre todo ecológica. Al final tuve todo lo contrario ya que la mayor parte de la charla se centra en el comportamiento social de los compañeros/hombres de una empresa. Me gustó mucho el análisis de la situación (Cape Bretón (Nueva Escocia), una comunidad costera muy unida en la que abundan las langostas, las playas, los violines y las canciones tradicionales gaélicas), reflexionando sobre el tema del comportamiento masculino con criterios más sutiles que la simple frase de “Es un hombre, por lo tanto un primate”. Aquí, la estructura de los campamentos, el hecho de que las mujeres sean una fuerte minoría, el aislamiento o la falta de atención psicológica del personal son criterios que alimentan el pensamiento de la autora. Interesante las reflexiones de: “Y si mi padre, hombre protector, justo y recto, estuviera aquí, ¿su comportamiento sería diferente al de los demás? Análisis que invita a reflexionar sobre cada situación.

Con escenas, a veces, muy duras (Kate Beaton pasará por lo peor que puede pasar una mujer, dos veces) pero contado con cierta modestia, lo que es aún más conmovedor. La historia parte de un único objetivo: pagar el préstamo estudiantil que Katie tiene y por eso viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa, necesitados de empleos de buenos salarios que no pueden encontrar en su tierra natal. Katie encontrará la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario.

Patos: Dos años en las arenas petrolíferas es potente como historia. Sobre todo, cuando la protagonista (la autora) madura. De polluela que era a los veintipocos años cuando llegó a como se convierte en una mujer que se atreve a afirmarse en su posición. Tenemos el retrato de una mujer que crece, marcada por los traumas.

Una lectura que desafía.