Reseña: Odio Este Sitio, de Kyle Starks, Artyom Topilin y Loughridge

Podría hacer una reseña de Odio este sitio en tan solo un párrafo que dijera: disfruté los dibujos, contiene los estereotipos clásicos del Terror en un solo escenario (lo cual es uno de los puntos fuertes del género), hay que sumar protagonistas geniales, seres malutos con y sin inteligencia, un misterio de luces que nadie entiende… En resumen-resumen, una pareja chicas en un rancho embrujado luchando contra ovnis, fantasmas, zombies, poltergeists, criaturas del bosque…, a saber. Y aunque no me gusta que siempre se recurra a la participación militar norteamericana tan socorrida, diría que aquí aporta al guion un toque muy original del porqué entran en escena.

Tenemos en Odio este sitio una serie súper interesante que empieza con una versión atractiva y al parecer diferente del género de las casas embrujadas. ECC Ediciones, que cada día nos maravilla más, con más y más cómics de Terror (¡Siempre grande Junji Ito!), recién publica este volumen en nuestro país. En mi tierra natal lo hizo Skybound a través de Image Comics, un sello en el que siempre tengo puesto un ojo porque se suceden este tipo publicaciones de vez en cuando. El guionista es Kyle Starks, quien está haciendo su primera incursión en los cómics de Terror después de una larga lista de excelentes historias de comedia y acción como puede ser Sex Castle o Rock Candy Mountain. Pero a lo que vamos, la premisa de Odio este sitio, cuando ya queda súper clara, es al final del primer número. Me refiero a la grapa pues este volumen en tapa dura de ECC contiene los cinco primeros números de la serie.

Una pareja ha heredado una casa de campo con terrenos de un familiar fallecido. Lo dejan todo para venir aquí. Las dos emocionadas chicas llegan, y la primera noche: ¡PUM! En toda la cara. Se topan con un grupo de seres acosándolas en la oscuridad de la noche. ¿Alienígenas, fantasmas, zombies, un misterioso demonio que acecha en el bosque? Os aseguro que apostaréis dudas o aceptaciones sobre algunos de ellos. Nunca certeza sobre lo que son. El problema es que también se apunta al carro un asesino en serie que busca dinero por la zona. Las visiones idílicas que tenían de comenzar una nueva vida en un lugar nuevo esta pareja de señoritas, finalmente se convierte en horror. Y con ese tema, si no tienes vuelta atrás u otra salida, lo pasas bastante mal. De buena mano lo sé.

Se puede deducir por mis palabras que este que os escribe es un enamorado de este tipo de historias. Que puede hacer un juego de palabras con el título de este cómic y decir que cuando terminó de leer Odio este sitio, de hecho, no lo odió. Si no que le encantó, o al menos, le tuvo entretenido y gustoso de leer que es lo mínimo que uno le pide a una historia. Que haya una intriga. El suspense famoso del que hablaba Patricia Highsmith en su ensayo. Pero la razón no es que solo se lee bien, sino que hace un buen uso del género que amamos muchos, tanto en términos creativos de lugares y ambientación como de los estereotipos en los que se basa para salir adelante. Y eso que la serie aún no ha terminado.

Seguimos en contacto.

Reseña: Zombicide. Día Uno, de Luca Enoch, Stefano Vietti, Alessio Moroni y Marco Itri

Al igual que con los cómics, en otras de mis aficiones como son los juegos de mesa, no pido otra cosa que divertimento. Que me pongan en situación, que en este caso yo decida sólo o junto a mi grupo de juego, las opciones más favorables para evitar los peligros y salir indemne al final… Pero divertimento puro y duro. Y eso es el juego Zombicide. Un juego de supervivencia de horror-zombie donde prepondera la máxima de intenta salvar tu culo al menos hasta el próximo día (turno). Y cierto es que ahora estoy en otros temas más lovecraftianos pero en su día Zombicide, fue el juego de mesa que más disfruté. Por lo que no iba a dejar pasar esta oportunidad que brinda Yermo Ediciones con su nuevo sello Meeple Comics, donde se publican cómics basados en juegos de mesa. Cómics que no son otra cosa que oportunidades de vivir nuevas aventuras pero en formato novela gráfica al igual que el grandioso Cthulhu Death May Die que ya devoré en su día (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9093).

¿Y qué vamos a encontrar en Zombicide: Día Uno? Pues un comienzo. Una historia donde se detalla el primer día de reunión de varios de los protagonistas del juego. Una trama, en general, muy divertida como lo puede ser cualquier trama donde la civilización humana se va a la mierda por culpa de zombis. Acción por un tubo, y ¿original? Bueno, esto ya es súper dificil de conseguir dentro de este subgénero. Y os lo dice alguien que escribió en su momento su novelita zombie de rigor y fue publicada dentro de toda aquella cadena de novelas con esta temática que vieron la luz gracias a Dolmen Editorial. La originalidad dentro de estos temas ya son casi una alegoría porque, en realidad, suelen ser historias que se centran sólo en los personajes. Y ya conocemos bastante bien a los series humanos y sus delirios… Pero con que el cómic, novela, película, la trama sea medianamente interesante, yo ya estoy dentro. Y como se aproveche la oportunidad -como he visto en Zombicide: Día Uno– para desarrrollar un poco más algunos personajes del juego, con eso me quedo a gusto.

Y la mejor parte os la digo: la mejor parte fueron las historias cortas individuales que se proponen en la trama casi al final del volumen. Son lo suficientemente cortas para no resultar aburridas. Además de ser súper necesarias en estas tramas post-apocalípticas el saber de donde proviene cada uno. Así los personajes brillan un poco más. Por lo que tengo claro que voy a jugar con Norman la próxima vez que juegue Zombicide. Todo esto se complementa con un buen arte gráfico, que viene del último diseño que se le hizo al juego con el reciente lavado de cara en su última edición. No era así con el juego cuando yo empecé. Sin embargo, mola bastante más este formato ameri-manga donde se ha aprovechado la oportunidad para agregar algunos detalles y personajes nuevos. Zombicide: Día Uno está escrito por Stefano Vietti y dibujado por Alessio Moroni y Marco Itri, con colores de Paolo Francescutto y Marina Sanfelice. La portada es Filipe Pagliuso. Y dice así:

«Ayer, el mundo se movía a buen ritmo, con su flujo habitual de altibajos. La vida era normal, predecible y completamente desprevenida para la locura que azota hoy. Todos quedaron de piedra al ver que los muertos volvían a la vida… Todos excepto Ned, es decir, Ned vio venir el caos y ahora encuentra en un refugio seguro para él y sus amigos. Aquellos amigos que sobrevivieron, al menos. Pero hay una ciudad entera llena de zombis caníbales con los que cruzarse y la munición escasea, los suministros también, pero si hay que salir, se golpea fuerte y se devuelve esos míseros zombis a tumba».

Una buena lectura. Puro divertimento.

Reseña: Archibald, de Kim Hyun-Min

Una muestra de que tras un buen dibujo infantil puede haber un gran personaje, un digno investigador de casos paranormales, es Archibald, el cómic que recién publica Nuevo Nueve Editores. Un volumen ameno con cantidad de historias divertidas, refrescante e ideal para disfrutar estas tardes de piscineo y playa que se avecinan. Y obviamente no solo yo, mi mujer e hijos también disfrutaron de esta fantástica y divertida serie, por lo que todos contentos y solo por eso me esperé a tener la opinión de todos ellos para ver si solo era yo el que había disfrutado tanto de esta serie tan agradable de leer.

Archibald completa muy bien la colección de todos esos fans que tenemos una sección de nuestra biblioteca asignada a detectives cazadores de monstruos. En este caso, un joven detective que trabaja para la DIM (Oficina de Investigación de Monstruos), con su fiel compañero Monk, un perro cíclope tan hablador como cobarde, pero que resuelve casos sobrenaturales como nadie. Así tenemos zombis, trolls, vampiros, hombres lobo y monstruos-piratas que se presentan ante Archibald y Monk, con todos y cada uno de los escenarios bien trabajados. Además de un buen de lenguaje que es ingenioso y vivo. Estamos ante una serie de historias que enganchan a la lectura con giros frecuentes y efectivos. Los mismos que ponen a Archibald y Monk frente a oponentes duros. Pero lo que mola es que ves a Archibald como sale transformado de cada una de esas aventuras, cada una, una historia completa, por cierto. De principio a fin. Nada queda a expensas de ser cerrado más adelante. Por eso es bueno comenzar por el principio para comprender completamente la personalidad de los personajes, la atmósfera de la serie y su evolución.

Aunque coreano, Kim Hyun-Min sitúa su escenario y su dibujo en un contexto muy europeo. El pequeño Archibald presenta un look de Sherlock junior en un ambiente de pueblos europeos del siglo XIX. Cinco historias componen la serie. Encontramos aquí la leyendas negras más famosas repescadas de cuentos de terror del viejo continente. Kim usa la línea clara para sus gráficos. Es muy expresivo y cada viñeta se nota bien trabajada. Muchos detalles. Pero los exteriores también están bien cuidados. El corte es moderno con viñetas no rectas que le dan un lado caprichoso a lo visual. Y los colores funciona mucho en las escenas nocturnas azuladas, un escenario propicio para los encuentros con el terror… Difícil llevarse mejores sensaciones para toda la familia por menos precio.

Reseña: Tales from the Crypt Vol.5, de VVAA

El cierre de una colección, de unos cómics, de una edición española magnífica a grandes rasgos que lo ha petado ahora y lo petará siempre. Tales from the Crypt o Cuentos de la Cripta, sí, ese título que os suena bien por los famosos cómics clásicos de Terror o como me han llegado a decir: ¡No, no, eso es una serie de TV! En definitiva, grandes cómics que Diábolo Ediciones decidió sacar en formato exclusivo, en tapa dura y en color, estos mismos que han llegado a su quinto y último volumen. Una pena pero también un agradecimiento por poder tener por fin esta colección al completo de esta forma y mirarla con orgullo cada vez que pasamos por delante de nuestras cómictecas.

Y qué decir después de cinco volúmenes de grandes historias de sustos, de finales inesperados, sangrientos, de los que te alegras por no ser el protagonista. Tramas que tanto han inspirado a películas, series de TV (no sólo a la que lleva el mismo nombre), así como a grandes autores del fantástico. Un volumen que contiene los números del #41 al #46 de tan famosa colección, los Tales from the Crypt, publicados originalmente entre abril de 1954 y marzo de 1955. Maravillas de historias que asustaron a niños pero, sobre todo, a padres y madres cuando se percataron de lo que podían estar leyendo sus descendientes. Aquellos años en los que un “listillo” dijo que leyendo esto se podrían convertir en asesinos en serie. Uff. Como si el mundo real y lo que les rodea/ba no fuera ya bastante terrorífico. En fin, no voy a contar otra vez lo que fue el Comic Code.

Tenemos buen terror, horror, pasión por un género que gusta, tramas, guiones, todos alabados por maestros en su arte por Stephen King, Spielberg o John Carpenter. Pero muchos más. Porque en USA rara es la persona que lee cómics que supere cuatro décadas, que no haya leído alguna vez una de estas historias. Y eso es decir mucho. Pero vamos al turrón. En cada uno de los números, cinco historias. Veinticinco historietas a cual más macabra. Un cirujano loco extirpando el cerebro de su amigo y la mujer de este quedándose una parte para poder disfrutar también. La administración de un manicomio trasladando a los pacientes a las mazmorras para ahorrar dinero. Un soldado alemán confundido por sus experiencias en las trincheras de la Primera Guerra Mundial reclutado por un carnicero para deshacerse de los clientes en el sótano y así obtener carne para vender. Un violinista que sospecha que una ciudad de Transilvania adonde acude a visitar a su antiguo maestro tiene un problema de infestación de hombres lobo. O Norman King cortejando a una mujer casa y cargándose al marido para casarse con ella. O un comerciante de arte que asesina a un hombre para inspirar a unas hermanas que crean hermosos tapices…

Terror en estado puro. Y más historias. Bastantes más que no os he contado. La publicación en gran formato de Tales from the Crypt en nuestro idioma y a todo color, no es otra cosa que una muestra del gran momento de recuperación de grandes títulos comiqueros que estamos viviendo. ¿Quién iba a pensar que esto podríamos tenerlo en nuestras manos en estas ediciones?Tales from the Crypt es volver a mi infancia de nuevo. A uno de los pilares que me incitó al duro arte de escribir. Inspiración pura. Pero no lloréis amigos del Terror, no lloréis por pérdida de un amor que se va, podremos volver a ver a disfrutar de nuevos horrores en lugares con goteras… y sangre. Diábolo Ediciones ya ha anunciado la publicación de Haunt of Fear, otra serie antológica de cómics de terror que también publicó la EC Comics en los 50, y esta vez presentada por la Vieja Bruja. ¡Oh mis ojos! ¡Oh mi eterno amor por ediciones y recuperaciones así! ¡Viva el Terror! ¡El mejor género a leer en todas sus formas!

Reseña: The Silver Coins Vol. 1, de Walsh, Brisson, Jeff Lemire, Kelly Thompson y Zdarsky

Pocas cosas son tan petrificantes como una maldición. Tenemos arraigados dentro eso, el concepto y el sufrimiento de estar maldito porque quizás lo llevamos en la sangre el que algún familiar nuestro en alguna época pasada sufriera una de ellas. A lo largo de la historia, la humanidad se ha horrorizado ante la perspectiva de objetos místicos que nos condenen a la perdición; de una bruja o un señor con poderes que no son de este mundo, tuviera la “gracia” de pronunciar unas palabras y hundirle la vida a alguien. Pero los objetos…, los objetos malditos son los que de alguna forma siempre hemos intentado evitar. De hecho, hoy en día, en pleno siglo XXI, año 2022, os aseguro que le decimos a alguien que tal objeto está maldito y no lo quiere tocar ni saber nada de él. Y si lo coge, su propia consciencia empezará a roer en su interior con el temita hasta que… Dependiendo de la persona, de su racionalidad, se volverá más o menos poderoso. Por lo que las maldiciones siguen muy vigente hoy en día y quizás nunca nos la podamos quitar de encima.

En The Silver Coin de Image Comics, la pieza de metal principal persigue a quienes se atreven a tocarla. Una historia e historias dentro de un cómic creado por Michael Walsh, Ed Brisson, Jeff Lemire, Kelly Thompson y Chip Zdarsky. Un primer volumen de una antología que recién publica Panini Cómics en nuestro país que sorprende por la calidad que tiene. Además, de ser una seria antológica que cuenta historias aterradoras y retorcidas que atormentan a inocentes y culpables por igual y que viene ni que pintada leerla, devorarla, para este Halloween que tenemos a un paso. Pues The Silver Coin es una mirada emocionante al Mal con una cantidad asombrosa de variedad, asustando a los lectores al menos una vez por capítulo… jaja. Este primer volumen recopila relatos pero parte de una premisa súper interesante pues se cuenta que la fortuna de una banda de rock en decadencia cambia de la noche a la mañana después de que encuentren una misteriosa moneda de plata… ¿Os suena? Porque a mi sí. Pero lo chulo es que con cada historia seguiremos los acontecimientos que se vayan dando alrededor de esta moneda argentaria a lo largo de los siglos. Desde la Nueva Inglaterra puritana hasta ese futuro desolador que tendremos en la tierra en el lejano año de 2467…

The Silver Coins recopila los cinco primeros números de la serie. Cada uno de estos cómics se centra en la moneda de plata titular y está dibujado por el artista Michael Walsh, ganador del premio Eisner. La primera de estas historias es El billete, escrita por el guionista de Daredevil, Chip Zdarsky, donde seguimos a un aspirante a estrella de rock que se encuentra con la moneda mientras revisa las pertenencias de su madre, y decide usarla como púa de guitarra. Genialísimo. Pero es asi que inmediatamente establece lo que está en juego en la premisa y construye una tensión lenta y creciente antes de su ardiente conclusión. Me encantó esta historia. Y a diferencia de otros números, que se deleitan con la agonía de las pobres almas que se encuentran con la moneda, el guión de Zdarsky explora los impactos psicológicos que surgen al manejar un objeto tan oscuro y poderoso, y lo hace de una forma maravillosa como maravilloso guionista que es.

Otro relato chulo es Chicas de verano, de Kelly Thompson. Si bien Thompson ha personificado anteriormente el Mal en Capitana Marvel, aquí desata uno de los problemas más desconcertantes de su carrera. Una joven llamada Fiona encuentra la moneda en una cabaña apartada mientras está en un campamento de verano, lo que hace que la maldición la apunte a ella y a sus compañeros de campamento. Esta historia canaliza slashers clásicos al estilo Viernes 13 y tiene implacables actos de violencia a lo largo de la trama que a más de uno dejará con el culo torcido. Mientras Thompson se prepara para lanzar más cómics de terror a través de Substack, este número es un gran indicador de lo que los fans podemos esperar de ella en el futuro.

Al unificar todas las historias en torno a la moneda de plata titular, todos estos creadores pueden brindar una perspectiva única sobre el Terror. Mientras Lemire juega a lo grande y juega con la ciencia ficción, Brisson abraza la posesión demoníaca y el horror. Donde algunos cuentos son asaltos implacables a los sentidos, otros son una combustión lenta con un momento de violencia repentina. En un año en el que se está consiguiendo que cada vez más cómics de Terror lleguen por estos lares, y de calidad, The Silver Coin es otra súper recomendación para el fan que como lector disfruta de escenas impactantes que te hacen mirar una y otra vez a esa esquina de tu habitación en la que antes no habías reparado y donde parece que hay una extraña sombra…

Reseña: The Walking Dead. Clementine, de Tillie Walden

Siempre he pensado que lo que tiene que molar de una potente saga que ya casi ha dado todo lo que podía dar, son los spin-offs que puedan surgir. De hecho, soy un autor muy de spin-offs y rara es la obra con la que no se me ocurre alguno para escribirlo yo de primera mano… Ahí lo dejo.

Pero si bien Clementine, este genial tomito que recién publica ECC Ediciones está considerado un spin-off, los nuevos lectores o los que sepan poco sobre The Walking Dead, pueden acercarse sin miedo a la lectura de esta novela gráfica de Tillie Walden en ese sentido, pues de alguna manera es una historia tan independiente como atractiva. Como lo debe ser toda historia de zombies. Y es que, que duda cabe que The Walking Dead, de Robert Kirkman y Charlie Adlard, dejó un enorme legado. Una serie de cómics con una tirada de ciento noventa y tres números, un cómic que como ya sabéis inspiró una serie de TV que con sus altibajos en algunas temporadas, finalmente quedó un producto mínimo de ver. Pero también una franquicia que ha dado lugar a varios videojuegos. Los juegos de Telltale Game que presentaron a los fans de Los Muertos Vivientes, nuevos personajes… incluida Clementine. La prota del cómic que os traigo hoy. Y ahora tenéis la oportunidad de disfrutar de lo que yo ya he disfrutado. El ponerse al día con las aventuras de Clementine, una historia de supervivencia chula que me ha encantado. Una historia escrita e ilustrada por la ganadora de dos Eisner, Tillie Walden, autora de la magnifica Piruetas.

Clementine es un personaje más que trata de abrirse camino a través del apocalípsis. Después de recibir un poco de ayuda de una comunidad Amish, de mala gana se empareja con Amos, quien está haciendo su primer viaje de libre albedrío por el mundo. El mundo que queda. Entonces juntos conocerán a otros sobrevivientes que intentan construir su propia comunidad libre de caminantes. Pero la seguridad y la protección son difíciles de encontrar en esta aterradora versión del mundo. Y las perspectivas a largo plazo nunca son buenas. Y menos en un mundo de zombies, seres que salen de donde menos uno lo espera y te jode tu corta vida de pronto…

Clementine realmente destaca porque los lectores no necesitan saber nada sobre los videojuegos, la serie de TV y como os decía antes, ni tan siquiera del cómic The Walking Dead. Si bien los fans del videojuego imagino que disfrutarán más de esta historia, insisto que todo el mundo puede disfrutar del personaje y los diferentes encuentros y desencuentros que va teniendo, como he disfrutado yo. Los nuevos lectores pueden adentrarse en este mundo sin el estrés de tener que saberlo todo. Además, me consta que hay detalles sobre el pasado de Clementine que no se exploran completamente aquí, y que se desarrollarán en los dos tomos que siguen. Yo por lo menos quiero saber más. Me ha enamorado.

Hay muchas historias de zombis por ahí, y muchos autores caen en el escollo de intentar revolucionar el género. Yo mismo escribí mi librito de zombies para Dolmen Editorial, intenté ser original y bueno, ahí queda. Era un compromiso que tenía con este subgénero que amo desde que con seis añitos, en una noche de perros, mi madre tuviera el valor de llevarme a casa de una vecina por el miedo a una tormenta y a no estar solos, y tuvieran los santos cojones las dos de ponerse a hablar y dejar ese niño de seis añitos viendo solo en la televisión La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero. Secuelas quedaron. Pero la cuestión en el tema zombie es trabajar bien los conceptos básicos de un apocalípsis-zombie clásico y enfocarse en los personajes; cosa que hizo muy bien la saga The Walking Dead. Esa es su fuerza.

Aquí, Amos, en particular, aporta una perspectiva única a Clementine. Vivió una vida de lujo antes del apocalípsis, incluso durante la mayor parte del inicio de éste, por lo que aún esplende en él esa bocanada de aire fresco de una persona feliz y sin preocupaciones.

Después todo cambia.

Reseña: Melvin Monster 2, de John Stanley

En la anterior reseña dije que Melvin Monster era para mí esa joyita que uno descubre de un autor famoso por otra serie. Una que parecía reservada para mí. Si bien estas viñetas clásicas son igualmente divertidas, proporcionan una sensación un poco más estructurada que lo que uno podía encontrar en La Pequeña Lulú…, también dije que estamos ante ese tipo de historias que tanto han promovido actualmente pelis como Hotel Transilvania. Esa es la idea. La de verlo todo desde el lado del monstruo. Idea que probablemente partiera como inspiración de aquí para los guionistas de Pixar.

Y es que nacido de la locura por los monstruos de la década de 1960, Melvin Monster es un pequeño hombre verde que vive con su mamá y su papá en Monsterville en una casa encantada. Su cocodrilo Cleopatra está constantemente tratando de comérselo, un monstruo en su pared lo despierta todas las mañanas, su novia Little Horror lo mete en problemas y la señora McGargoyle no lo deja entrar con normalidad en la escuela. Y abundan los humanos de espíritu mezquino, probablemente producto de la influencia de la Familia Addams o Los Monsters. Volvemos a tener un volumen con arte ingenioso, abierto de una manera que recuerda muy mucho a los primeros dibujos animados de Hannah Barbara. Las historias van desde tiras de broma de una página hasta historias de varias páginas. En este volumen, Melvin se aventura con Little Horror, inunda la ciudad, el Sr. Rosenose casi se lo come y se enfrenta a su demonio guardián en…

Debo decir que encontré este segundo volumen más divertido que el primero, lleno de humor negro, retorcido y mezquino, que me atrajo en todas y cada una de sus tiras. Una divertida colección de álbumes (aquí cuatro, cinco y seis de una colección que llegó a los nueve), con chistes y gags visuales e ilustraciones que aún gustan incluso cincuenta años después de que aparecieran por primera vez. Cincuenta años, se dice pronto. Un volumen recomendable para el amante del Terror al que también le guste revolotear en esos títulos o tramas que se brinda por el humor. Maravilloso poder tener estas viñetas en tomo recopilatorio.

Diábolo Ediciones trae a nuestro país una joyita del pasado. El tipo de cómic que parece destinado a niños pero que disfruta, por encima de todo, el adulto. Si maduras, te pudres. Eso no lo olviden nunca. Adultos que disfrutan de sus gustos sin un ápice de vergüenza o incomodidad. Y si hombre si, John Stanley (1914-1993) fue un dibujante y escritor de historietas estadounidense que llegó a ser mundialmente conocido por ser autor de La Pequeña Lulú entre 1945 y 1959 pero del que algunos ya nos hemos enamorado y recordaremos, sobre todo, por su fantástica Melvin Monster.

Como dirían en mi tierra, el encanto de este libro está descarrilado (this is off the rails!). Un regalo para todas las edades, cómic que invierte muy bien la dinámica habitual de los cómics infantiles del niño problemático al tener a Melvin como un monstruo agradable rodeado de monstruos problemáticos. Bien dibujada, ingeniosa, muy encantadora y súper recomendada serie a seguir.

¡Regalito genial para Halloween!

Reseña: DCSos. Esperanza en el Fin del Mundo, de Tom Taylor y VVAA

Hace no mucho me dijo un colega comiquero: “Si bien todavía desearía que fuera una pieza impactantemente transformadora del canon DC Universe, el evento DCSos, que podría pasar perfectamente por un Elseworlds; ha sido una lectura súper agradable. A lo que contesté que uno nunca debe dudar de la capacidad de Tom Taylor ya que hace unos eventos muy chulos. No obstante, esta mini-conversación que tuvimos vía chat allende los mares me abrió más aún el apetito a la hora de ponerme con el tomito recopilatorio que hace nada publicó por estos lares ECC Ediciones, el cual, recopila lo que sigue. Pues el tomo al que hacía referencia mi amigo ya lo leí y reseñé en su día (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3987) y me parecía obvio que lo hubiera flipado. Por lo que Esperanza en el Fin del Mundo es el que ahora toca. Una nueva miniserie genialmente recopilada que aunque vio la luz a finales de agosto en nuestro país, lo tenía pendiente de leer y ya os digo que lo retomé con ganas tras la conversación con mi colega con el que trato bastantes temas DC y con los que nos flipamos mutuamente a veces.

Con un tema que me atrae siempre mogollón y que no dudo que a vosotros también, a poco que sepáis que Esperanza en el Fin del Mundo no es otra cosa que una amplía epopeya de superhéroes y zombis, ya estáis enganchados. Un Universo DC infestado de estos come-cerebros que tanto nos atraen a algunos cuando están dentro de historias bien hechas. El popular cómic de zombis de DC es DCSos y su spin-off (publicado originalmente en 2020 (plena pandemia)) es Esperanza en el Fin del Mundo. Un spin-off pero una historia que dista de la historia madre en el sentido de que cuenta una trama faltante en el cómic original. Y donde directamente nos vamos a los eventos comentados y derivados que tuvieron lugar en el DCeased #5, cuya historia se completaría con ese “salto de tiempo” de la serie original. ¿Y qué ofrece una mayor perspectiva de las luchas que enfrentan héroes como Superman, Wonder Woman, Detective Marciano, Stephanie Brown, Wally West y Jimmy Olsen? Pues todos y cada uno lidiando con un mundo devastado por una plaga de zombis por culpa de la Anti-Vida. ¿El qué? La Ecuación de la Anti-Vida ha infectado a más de mil millones de personas en la Tierra; héroes y villanos han caído, al igual que naciones enteras. Tras la destrucción de Metropolis, Superman y Wonder Woman lideran un plan cuyo objetivo es contener la marea infecciosa y proteger a los supervivientes. Sin embargo, el Ejército de la Anti-Vida ya ha iniciado su marcha… y está corrompiendo y destruyendo todo lo que encuentra a su paso.

Contaron los autores en entrevistas que aunque Esperanza en el Fin del Mundo es un spin-off de la serie original, en realidad, lo que hace es sentar las bases para la próxima serie secuela DCeased 2. Por lo que he visto, una segunda parte que trata sobre una nueva generación de héroes que se levantan para reemplazar a los viejos devastados por los zombis. Eah, toma spoiler, eso me pasa por leer entrevistas y comentarlas. Pero aun asi, loquitos por leerlo, ¿no? La evolución de personajes jóvenes como Jon Kent, Stephanie Brown y Damian Wayne me interesan mucho en esta historia, la verdad.

A modo curioso decir que Esperanza en el Fin del Mundo es, en realidad, el segundo spin-off de DCeased. DC concluyó ya en DCeased: The Unkillables, una serie limitada que exploraba los eventos del cómic original desde la perspectiva de tipos más desagradables como Deathstroke y Red Hood. Maldita sea, es que todas las tramas relacionadas con DCsos me atraen una barbaridad. No dudéis que me haré con ellas y las reseñaré porque se prometen joyitas de cómic con temática zombie y eso en mi persona es jamón en la puerta de un muerto de hambre. Un MUERTO con HAMBRE.

Reseña: Dead Life, de Jean-Charles Gaudin y Joan Urgell

Allá donde se intente una vuelta de tuerca o mejor dicho se busque la originalidad para con el género zombie, allí estaré yo. Yermo Ediciones se lo propone al fan publicando esta chulada de cómic europeo que es Dead Life, de Jean-Charles Gaudin y Joan Urgell, volumen contenedor de los tres álbumes que completan esta miniserie de terror. Donde todo comienza con Curtis y Kate yendo a recoger a su hijo Stephen, que ha pasado las vacaciones en casa de los abuelos…, y donde se atiende a la máxima de no jugar con los objetos prohibidos de los demás. Desencadenan pesadillas.

Como toda buena-historia-zombie, Dead Life se lee muy rápido. ¿Por qué razón? Porque este tipo de guiones suele/debe llevar un mismo patrón en cuanto a escenas de acción o escenas de contemplación. Y empieza lógicamente tal y como empieza toda buena-historia-zombie con acción non-stop una buena cantidad de primeras viñetas que te suben el nervio a tope. El escenario es muy cachondo, hay que decirlo. Empezamos con una pareja que va a recoger a su hijo a casa de los abuelos. Todo va bien hasta el descubrimiento, o más bien la desaparición, de un cáliz que el abuelo guardaba en secreto en su desván. El niño reconoce haber jugado con él. Hacer aventuritas a lo Indiana Jones. Y aquí está el drama. Llegan los zombies y nos adentramos en una persecución infernal hasta el final del volumen sin tiempo para respirar. Os lo aseguro, no da tiempo a respirar. El guionista Jean-Charles Gaudin hace esto tremendamente bien. Juega con nuestros nervios y nos inflige debacle tras debacle para cada uno de los diferentes personajes de la historia.

Así que en un momento en que las series o peliculas de zombies no están muy en auge (tarde o temprano tendrían que dar el bajón, ¿no), y cuando los comedores de carne fresca o de cerebros (Esto era en los 80s, perdón) no están muy en boga, ¿qué tal esta serie? Pues os diría que tened cuidado de todos modos, porque es relativamente realista y no hace prisioneros. Salen muchos personajes, incluyendo mujeres y niños, y no hace prisioneros… Aunque está claro que nada que vaya a asustar al fan de siempre: La Noche de los Muertos Vivientes, Zombie, El Amanecer de los Muertos, The Walking Dead… ¿Pero es más de lo mismo? No hace mucho decía en otra reseña que en este subgénero es muy pero que muy dificil innovar. Te tienes que contentar con sacar adelante una historia interesante y si luego surge algo… que surja.

Y aquí los autores sí que aportan algo diferente a la historia y es el tema de la reliquia. Objeto que derivará al lector hacia preguntas sobre este cáliz rescatado de un desván: ¿De donde viene? ¿Qué causa? ¿Cómo lo provoca? ¿Tiene vericidad histórica? Preguntas que os incitarán a leer y leer con cierta impaciencia.

El dibujo de Joan Urgell es muy bueno. Os diría que la portada engaña. Os va a sorprender.

Respecto al gore del que muchas personas se quejan y ponen como excusa normalmente para no disfrutar o incluso desprestigiar a una buena-historia-zombie, está presentado de forma muy dinámica en Dead Life. Se puede decir que no es excesivo aunque claro, para gustos los colores. Pero lo que sí que consigue esta obra muy bien es recrear rápidamente la atmósfera deseada, asfixiante e intransigente de las tramas de muertos vivientes. Y a tener en cuenta las miradas más bien escalofriantes o de desesperación perfectamente ilustradas que se pueden encontrar. Que eso aporta.

¿Recomendado sólo para fanáticos de los zombies? Eso como mínimo. ¿Recomendado en general? Un buen lector de todo tipo de cómics no debería perderse una aventura asi.

Reseña: Criaturas. La Ciudad que Nunca Duerme, de Stéphane Betbeder y Djief

Vaya por delante que toda clase de historia que se centre en nuestra amada Nueva York… ya vamos bien condicionados para con ella. La tierra tira y si no eres de allí o no te consideras, el sólo hecho de visitarla pide constantemente que regreses… Pero a lo que vamos. Que después de mi lectura de Green Class, Nuevo Nueve Ediciones nos publica Criaturas en español. Obra del señor Stéphane Betbeder y a los trazos Djief (Jean-François Bergeron). ¿Criaturas es una nueva incursión del cómic francés al universo de aberraciones monstruosas creado por Lovecraft pero dirigido a un público joven con ilustraciones tipo Spirou? Se podría definir así. Pero a diferencia de Green Class (que no entiendo como Nuevo Nueve no la ha traído ya) aquí esplenden más las criaturas y este primer volumen de la serie tiene escenas apoteósicas con seres que aparecen para intesificar el horror de los protagonistas.

La premisa básica es la siguiente: Nyarlathotep ha llegado a la Tierra y las personas adultas se han convertido en seres zombificados. Los niños están solos, tratando de sobrevivir a diario. A menudo en pequeños grupos y una preadolescente afroamericana hace todo lo posible para proteger a su hermano pequeño albino, obligado a crecer rápidamente en un mundo donde los niños son víctimas de unos adultos que los quieren atrapar por una razón aún desconocida. Y no son seres meh… son inteligentes pues los propios padres van a por sus hijos para el que la captura sea más fácil.

Bajo la apariencia de una serie juvenil, Criaturas esconde un asombroso cóctel de influencias con un resultado apasionante. Si me conoces, estás en lo cierto, no alabaré este tipo de dibujo correcto por encima de la historia. No es el clásico de la BD que le gusta a un viejoven como yo. Pero la historia me parece potentísima a más no poder. El escenario: una ciudad de Nueva York post-apocalíptica. Los héroes: un puñado de niños supervivientes. El peligro: la influencia más que perturbadora de una gigantesca tormenta de nubes sobrenaturales que se arremolina en Manhattan (y sobre Manhattan) y las extrañas criaturas híbridas que vienen a azotar nuestro plano terrenal; una trama más que cautivadora.

Todo lo que se genera en la Gran Noche da miedo y es visualizable o mejor dicho imaginable en formato gran pantalla.

¿Quiénes son estas criaturas y cómo pudieron transformar nuestro mundo y con qué propósito? Las influencias son muchas. En especial, está ese niño con superpoderes que te hará pensar en otras series de cómics y televisión. ¿Pero mola? Vaya si mola Criaturas: La Ciudad que Nunca Duerme.

Serie de dos álbumes cual segundo se espera como agua de mayo.