Reseña: La Noche del Gul, de Scott Snyder y Francesco Francavilla

La Noche del Gul era fácilmente uno de los cómics que más esperaba leer en esta época pre-navideña (de sobra es conocido que mi película favorita para ver en estos días es Krampus), época en la que me encanta leer buenas historias de Terror. Scott Snyder que le da a todo pero que cada poco saca titulazos así, nos sumerge de nuevo en el género del terror, esta vez destrozando las imágenes de la Primera Guerra Mundial y llevándonos también a una trama sucedida en la historia de Hollywood. Y es que mucha culpa de que estemos ante un buen cómic de terror es que Francesco Francavilla, un obsesivo de las pelis del género, se apoye fuertemente en su pasión, y entregue aquí uno de su mejores trazos bañados en nostalgia.

Hay que recordar que juntos, estos dos nos dieron una de las mejores historias de Batman (The Black Mirror, por favor leedlo si no lo habéis hecho ya), sin mencionar un one-shot de La Cosa del Pantano donde esta alma perdida hacía de un terrible asesino (Arcane’s Lullaby). Así que con tanto entusiasmo motivado, una energía nerviosa me recorrió a la primera vuelta de página sabiendo que estaba ante un título que posiblemente me iba a encantar. La anticipación es lo que mata la diversión y una forma horrible e injusta de conocer una nueva narrativa, pero esta vez no me equivoqué. Así que no hay necesidad de preocuparse. La Noche del Gul es un éxito. El cómic es un paseo lento por un escenario demente que está condenado a destruir a los pobres tontos atrapados dentro de sus papeles principales. Ya sabéis, eso que tanto mola. Snyder y Francavilla parecen pasar el mejor momento de sus vidas, con una capa de terror tan espesa como el barro empapado en batalla que proponen. Donde Forest Inman empuja a su hijo dentro de un coche y viajan por un camino de tierra. Están en la búsqueda del infame cineasta T.F. Merritt y creen haber encontrado al anciano decrépito encerrado en un asilo de ancianos. Hace años, Merritt dirigió La noche del gul, una película que se perdió trágicamente durante un incendio en un almacén. Pero su leyenda solo creció con su destrucción. Pensad en London After Midnight.

La película muestra a un escuadrón de soldados y su encuentro con una criatura voraz. Inman ha descubierto fragmentos y quiere usar estos fotogramas para convencer al hombre postrado en cama de que entregue el alma. Claramente, la película fue una obra maestra y su monstruo titular merece estar de manera icónica junto a Drácula y la abominación de Frankenstein. Y como la adoración de Inman es preocupante, Merritt (y nosotros), sabemos que sus deseos de fanboy están a punto de ser recompensados con sangre…

Cualquier conocimiento adquirido goteará de una boca carnosa, una boca que pertenece a una bestia que inspiró vampiros, hombres lobo, zombis… A Snyder le encanta retorcer la mitología. Provoca el terror dentro del cine negro. Por eso, La Noche del Gul no es otra cosa que una celebración de las películas de terror de la Universal, los locos que las hicieron y los demonios victorianos que las inspiraron. Snyder crea una criatura para la historia, algo que probablemente no obtendrá la reverencia compartida por El hombre lobo o La criatura de la laguna negra, pero podría alcanzar las alturas de Pumpkinhead.

Y aquellos que han visto a esa hermosa bestia saben qué increíble cumplido es ese.

Imposible perdérselo.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.