Reseña: The Walking Dead. Los Muertos Vivientes. Volumen 1, de Robert Kirkman, Tony Moore, Charlie Adlard y Cliff Radburn

Si algo te encantó, normalmente tu cuerpo te pedirá volver a ello. Si te gustó en su día, si no lo terminaste, si consideras que no le prestaste demasiada atención… Todo esto son detalles convertidos en espinitas que se quedan dentro. Y que solo se liman cuando vuelves. Otro tema es que te lo pongan fácil, que ECC Ediciones se haga con una licencia poderosa como es The Walking Dead (¡Y otras obras de Kirkman! https://www.cronicasliterarias.es/?p=4061, por ejemplo), y saquen nuevamente la serie desde el principio. Desde el momento uno, en tapa dura y en volúmenes que recopilan nada más y nada menos que doce numeracos… que para mí son sentada y media. Entonces, ¿quién dice no a comerse un buen plato de pescaíto frito?

Una serie que se distingue por el poderío de un enorme elenco de personajes bien construidos y en profundidad. Una serie que además maneja argumentos o arcos en una especie de diagrama de flujo que se suceden dentro el uno del otro. Y todo a su vez dentro de una enorme circunferencia argumental como es saber que el mundo se ha ido a la mierda por una enfermedad que nadie conoce pero que provoca que los muertos se levanten de sus yacimientos. Guiones que se separan claramente por nombres y donde cada uno termina (o empieza) con una situación impactante.

The Walking Dead, además de ser un titulo que le valió a Robert Kirkman para despegar en el mundo del cómic hacia el infinito y más allá, se caracteriza también por marcar un antes y un después dentro del cómic de Terror, y por supuesto, por volver a poner de moda los zombies en esta época actual (para mí, nunca se fueron). Kirkman ha demostrado tras su éxito ser un tío emprendedor, que en nada monta su propia editorial, participa en todas y cada una de las series que esa editorial edita, un autor que se reinventa a sí mismo y (importante) cumple lo que promete. Como prometió que The Walking Dead (pese a ser la gallina de los huevos de oro) un día quedaría cerrada, pese a que esa no era la idea desde el principio.

Y después de números y números, los que nunca hayáis leido nada, vais a comprobar por vosotros mismos que este cómic es eterno así como DIFERENTE A LA SERIE DE TV. Que tiene detalles más guapos e impactantes y que algunos personajes no salen (ni se les espera) en el cómic. Donde tras el paso de las páginas -a nivel de autor- muchos os vais a preguntar cómo demonios lo hace para mantener la intriga y el suspense en CADA NÚMERO.

Este Volumen 1 congrega los respectivos números del #1 al #12 de la serie. Donde empieza todo. Con esa famosa escena de Rick siendo un mero paciente desvalido que despierta en un hospital donde no hay nadie. O al menos, nadie vivo. ¡A la mierda todo! El mundo como lo conocemos ya no existe, Rick empieza a recordar quién es y cómo acabó allí y lo más importante: ¿Dónde esta su mujer y su hijo? A partir de aquí, arranca el motor alemán que ruge con fuerza y empieza a encontrarse con personas que necesitan ayuda, otras (muchas) que buscan su propio beneficio (el egoísmo innato del ser humano) y unos seres muertos que jamás descansaran en su intento de devorar su/tu/vuestra carne.

Aquí empieza lo bueno.

Esta gran historia de un mundo apocalíptico donde los zombies empiezan siendo el problema pero con el paso del tiempo ya no son el principal obstáculo para sobrevivir, multiplicó sus seguidores gracias a la serie de TV. No es para menos. Aunque con todo aquel que tengo ocasión de comentarlo, siempre le aconsejo que recurra a la fuente. En mi opinión, el cómic The Walking Dead le da tres mil vueltas a la serie de TV. Ocurren cosas que te dejan flipado desde el primer momento. Desde el principio sabemos que no hay un próspero futuro para esta historia; la brutalidad, la violencia, el amor en todos sus formatos y el salvajismo vuelven a estar patentes pero, ¿de forma desmedida? No. Real. Estoy seguro que esta serie os va a hacer asentir con la cabeza en más de una ocasión. Cantidad de escenas te llevan a ello. Anda que no, esto pasaría..., te dirás en voz baja.

The Walking Dead es el más claro ejemplo dentro del noveno arte donde se representa demasiado bien la máxima escrita por el filósofo inglés Thomas Hobb en su obra El Leviatán: «Homo hominis lupus».

«El hombre es un lobo para el hombre».