Reseña: La Princesa y el Sinvergüenza, de Beth Revis

La princesa y el sinvergüenza es un viaje emocional impresionante para el fan de Star Wars de toda la vida. Disfruté este libro. Si tuviera una queja, sería que el ritmo no es rápido como muchas de las novelas del Universo Expandido. No es “literatura actual”. Es lenta que degustes plácidamente lo que estás leyendo, pero además hay una razón para ello. Contiene muchas emociones y de diversos tipos. Pero lo que me encantó de todas-todas es como esta historia se conecta con los cómics de Star Wars (Star Wars y La guerra de los cazarrecompensas) y otros libros como Leia: Princesa de Alderaan y el libro Bloodlines (posterior). Y es que me está gustando bastante la línea de tiempo del Universo Extendido/Leyendas, aunque contenga bastantes cosas que son simplemente aceptadas. ¿Por ejemplo? ¿Casi todos sabían que Vader era el padre de Luke y Leia sin ninguna comprobación del ramal? Además, la guerra y el levantamiento de un nuevo gobierno sin más detalles da mucho que pensar. Soy de los tiquismiquis con ciertos temas contados en La Guerra de las Galaxias porque puesto a analizar, analizo para bien o para mal. Pero con coherencia. Incluso la literatura fantástica o de ciencia ficción debe tener COHERENCIA. Y me gusta que se desarrolle todo, sobre todo, lo básico. Y…, a pesar de que la atracción de Han y Leia era el secreto peor guardado de los rebeldes. ¿Estarían alguna vez juntos por siempre? ¡¡¡Pues para que sí!!! Esa es la parte fácil ahora que han pasado los años, ¿no?

Pero lo que yo me preguntaba era: ¿podrían vivir juntos dos personas tan diferentes? Pues en La princesa y el sinvergüenza, de Beth Revis, trata exactamente eso. Aunque también se cuentan algunas partes interesantes como lo son que otros intenten utilizar su boda como símbolo o juego político.

Han y Leia han tenido unos años increíblemente difíciles. Han ha perdido más de un año de su vida y, ¿qué otro trauma ha despertado en él la congelación de carbonita? Leia nunca ha tenido tiempo para su vida personal y está lidiando con los temas de su padre (padrastro) en una galaxia que se intenta reconstruir. Por lo que la cuestión es: ¿Tiene tiempo o espacio en su vida para algo más allá del deber?

Este libro tiene lugar justo al final de El Retorno del Jedi. Los rebeldes han ganado pero ¿y ahora qué? Todavía quedan restos del Imperio en la galaxia y tienen que establecer una Nueva República. Ahora podemos preguntar qué pasa con la pareja favorita de todos en esta galaxia.

Pues este libro responde a esas preguntas.

Un verdadero disfrute para el verdadero, y viejoven fan, de Star Wars.

Reseña: Savage Dragon. Volumen 1, de Erik Larsen

A veces, los deseos se hacen realidad. Como otros tantos cómics, cuando empezó a llegar la Era de los Integrales como las llamamos por aquí, este que tal anda pidió-solicitó-rogó a algunas editoriales que Savage Dragon se reeditara. Fue un cómic que disfruté poco en mi infancia en números sueltos, por la sencilla razón de que ya vivía en este país en el que por entonces solamente en kioscos podrías encontrar cositas así; números sueltos de colecciones imposibles de continuar. Pero ejemplares con los que muchos nos contentábamos con lo poco que nos contaban. Savage Dragon fue uno de esos títulos que más odiaba el porqué no podía leer más.

Savage Dragon fue un superhéroe creado por Erik Larsen, publicado por Image Comics y que tiene lugar en Image Universe. El cómic presenta las aventuras de un oficial de policía llamado Dragón. El personaje apareció por primera vez como Dragón en la Graphic Fantasy #1 (junio de 1982) y apareció por primera vez como «Dragón Salvaje» en la Megaton #3 (febrero de 1986).

¿Quién es? Dragon es un humanoide grande, con aletas y piel verde cuyos poderes incluyen súper fuerza y un factor de curación avanzado. También es amnésico: su primer recuerdo es un despertar en un campo en llamas en Chicago. Por tanto, durante la mayor parte de la serie, los orígenes de sus poderes y su apariencia son un misterio para los lectores. Pero cuando comenzamos la serie -y este tomo recopilatorio que trae a librerías este mes Planeta Cómic-, vemos que Dragon se convierte en oficial de policía y lucha contra los criminales mutantes «superfreaks» que aterrorizan a Chicago.

Y ya todo mola.

Junto con Spawn, Savage Dragon fue uno de los dos títulos de Image Comics que debutaron durante el lanzamiento de la compañía en 1992 y que continuó publicándose hasta principios de la década de 2020. Uno de los títulos-series más largos de la historia de los superhéroes, una de las razones por las que no entendía como esto no llegaba con más asiduidad a este país. Pero también una de las pocas cabeceras donde todos los números han sido escritos y dibujados por el mismo autor. Una de las cosas por las que el maestro Erik Larsen ha sido elogiado constantemente. Wizard incluyó a Savage Dragon como el 116º personaje de cómic más grande de todos los tiempos. Demasiado abajo. IGN incluyó a Savage Dragon como el 95º héroe de cómic más grande de todos los tiempos. También demasiado abajo. En cuanto leáis un par de cómics de este personaje, lo comprenderéis.

Como muchos de los personajes de Erik Larsen, fue creado cuando era un niño en la escuela primaria. Se inspiró en elementos del Capitán Marvel, Batman, Speed Racer y más tarde El Increíble Hulk. Y ahora como anécdota os contaré que me flipó tanto en mi juventud, que en clase de Ciencias en el instituto mandaron hacer un trabajo sobre los seres vivos y sus capacidades de auto-curación. Hablé un poco de lo que se comentaba en el temario y después muy mucho de Savage Dragon.

En la última página hice un dibujo a tamaño folio del personaje.

Por supuesto, me suspendieron.

Reseña: Geiger, de Geoff Johns, Gary Frank y VVAA

Geiger es un cómic que ya atrae con la pregunta que se presenta en su sinopsis editorial:

¿Quién es el hombre brillante?

El eje del Universo Unnamed de Image Comics y Ghost Machine ha regresado para una nueva y emocionante era con Geiger, un tomito publicado en nuestro país por Planeta Cómic donde tenemos a un héroe radiactivo de la mano de Gary Frank y Geoff Johns. La vuelta de un héroe que estaba desaparecido desde que terminó su última miniserie. Pero lo dicho; ha regresado con una historia que sirve como una inmersión profunda para que sepamos de una vez por todas quién es realmente Tariq Geiger. Pero, ¿quién es Geiger y qué es el “universo sin nombre”? The Unnamed Universe fue una serie interconectada de títulos que hasta ahora consistía en un volumen anterior de Geiger y Junkyard Joe. Abordaba temas muy de moda en USA como es el alto coste de las guerras y el efecto que tiene en los soldados que las sobreviven. A diferencia de Junkyard Joe, que tocó la guerra de Vietnam, Geiger está ambientada en el futuro y tiene lugar después de una guerra nuclear ficticia que devasta gran parte de Estados Unidos. De dichas consecuencias termina por ser creado un poderoso superhumano llamado Geiger.

Tariq Geiger era un hombre de familia que lucha contra el cáncer antes de que comiencen a volar las armas nucleares. Geiger sacrifica su vida para asegurarse de que su familia pueda ingresar en un refugio anti-atómico. Y al final sucede. Termina sufriendo todo el peso de una explosión nuclear sobre sus hombros. Sin embargo, en lugar de morir, Geiger queda inundado de radiación, que sólo puede ser amortiguada por dos barras de boro que sostiene en un chaleco especializado. Cuando se la quita, brilla en un verde translúcido, lo que le da el apodo de Hombre Brillante. Lo que viene después es que Geiger se queda vigilando el refugio atómico de su familia durante años, esperando a que salgan…

… pero desafortunadamente, Geiger descubre que su familia lleva muerta en el refugio desde hace décadas. Sin nadie más que su lobo de dos cabezas Barney a su lado, Geiger comienza una vida en soledad por una tierra baldía que intenta salir adelante. Y se ve envuelto en batallas y tiene encuentros con el autoproclamado Rey de Las Vegas y con el NORAD, el último vestigio del gobierno de Estados Unidos. Si bien las cosas parecen sombrías, logra derrotar a todo enemigo que se le cruza y continúa vagando por su desolado país, con la esperanza de encontrar una cura para su forma irradiada.

Geiger es uno de los cómics apocalípticos más chulos que se puede leer hoy en día. Una historia sólida tanto para fans del personaje como para los nuevos. En Geiger, Geoff Johns, Gary Frank, Brad Anderson y Rob Leigh hacen lo que mejor saben hacer y crean un cómic inovidable. Para aquellos que siguieron la serie anterior es una continuación fantástica de lo que Johns y Frank crearon. Sin embargo, es posible que los nuevos lectores no encuentren una introducción al personaje tan buena como la que acabo de hacer en el anterior párrafo… jajaj. Tariq es un personaje convincente y en este nuevo volumen se hace un gran trabajo examinando quién es. Un hombre dañado por el aislamiento en todos los sentidos que pese a su poder, necesita protección.

Un narrativa conmovedora y humana creada por maestros del cómic actual.

Reseña: Star Wars. Vector, de John Jackson Miller y VVAA

Uno que empieza a hypearse ya tras el teaser de El Acólito…, empieza a buscar nuevas aventuras de Star Wars en el Universo Expandido. Quitarse el mono. Y una buena idea ha sido ponerme con este volumen denominado Vector, recién publicado por Panini Cómics en nuestro país; volumen contenedor de casi trescientas páginas dentro de la saga Leyendas al que este que anda por aquí jamás ha defraudado. Los astros se habían alineado. Porque Star Wars: Vector fue una publicación de Dark Horse Comics que vio la luz en 2009 cuya intención era hacer lo que Marvel y DC estaban haciendo en ese momento con historias cruzadas en sus múltiples títulos. Básicamente fue un plan de marketing destinado a lograr que los compradores de cómics compraran más cómics. Pero por extraño que parezca con este tipo de historias forzadas, funciona. Vector puede ser una de las pocas pruebas donde lo que impulsa el consumismo termina por salir bien… para todo el mundo. Empresarios y lectores de cómics.

La historia comienza en la Era de la Antigua República, que es un período de aproximadamente 1.000 años antes de los acontecimientos de Una nueva esperanza. La Jedi Celeste Morne se encuentra en medio de una guerra en el planeta Taris, donde los mandalorianos luchan contra soldados republicanos. Para empeorar las cosas, ha estallado una plaga que convierte a los afectados en criaturas sin sentido y sedientas de sangre (¡¡Zombies en Star Wars!!). Pero de alguna manera, un padawan Jedi inepto llamado Zayne y su amigo, un ladrón llamado Gryph, son parte integral de lo que está sucediendo, y Celeste no sabe por qué. Todo el mundo busca un artefacto sith llamado Muur Talisman, que probablemente es la principal fuente culpable de la plaga. Y por un golpe de suerte, Celeste consigue encontrarlo.

Pero despierta miles de años después, en un ataúd, durante lo que se llama los “Tiempos Oscuros”. La despierta nada menos que el propio Darth Vader, que busca el legendario Muur Talisman y Celeste, por supuesto, no tiene idea de quién es este tío con voz de asmático. Pero como descubre que es un Lord Sith, se defiende. La historia de Celeste continúa en medio de la guerra de las Alianzas Rebeldes contra el Imperio y luego, cientos de años después, en los años de Star Wars: Legacy. Teniendo en cuenta el hecho de que habría que leer docenas de números de varios títulos de la línea Dark Horse Star Wars para comprender completamente el contexto, sin embargo, este volumen está configurado de tal manera que la historia o el arco se disfruta bastante bien. Es el verdadero mérito de la trama. Desde la antigua Era de los Caballeros de la Antigua República hasta el sombrío futuro de Legado, uno de los grandes eventos que se pueden disfrutar de una atacada.

En mi opinión, estamos ante una de esas historias donde el guion es brillante y los dibujos no tienen la suficiente calidad para el universo que representa. ¿¡Santo cielo, cómo alguien dio vio libre a estos trazos!? ¿Cómo se pasa del magnífico trabajo de Brian Ching o Dustin Weaver a algunos de los peores dibujos de Star Wars que he visto? Ni siquiera el trabajo de colorear de Michael Atiyeh pudo salvar las desastrosas imágenes que lanza Scott Hepburn. Lo siento. Y tengo mucha mano izquierada con estas cosa… Pero dios de mi vida. No obstante, la trama, el arco, la historia es bastante sólida. Comenzando con los personajes, donde la propia Celeste Morn es un personaje interesante, muy digna de dar el salto a la gran pantalla. Hay un equilibrio perfecto entre una historia completa y un arco de personajes hecho directamente para ella. Todo ello aquí.

Vector es un testimonio de la fuerza perdurable de la escritura de John Jackon Miller. Los personajes son tan buenos como siempre y la trama avanza con cada página de forma emocionante. Si no te importa mucho el dibujo, tienes que disfrutarla.

Reseña: La Desaparición de Josef Mengele, de Guez, Matz y Mailliet

Siguiendo en la línea de la reseña de ayer, tenía ganas de algo del mismo tema pero un poco más serio. Otro cómic del conflicto bélico que más obras ha dado al mundo del arte. Un poco más serio…, esa era la idea. Y sabía que Planeta Cómic recién publicaba este mes La desaparición de Josef Mengele, una historia de la que había oído hablar pero de la que apenas tenía conocimiento y resultado. Y para eso uno lee, ¿no? Para disfrutar a la vez que aprende, se documenta, con libros y cómics históricos bellamente representados como podemos encontrar siempre dentro del cómic europeo.

La desaparición de Josef Mengele, narra la vida de este nazi «médico» que realizó experimentos con deportados en Auschwitz. Mengele fue el arquetipo básico del criminal nazi de los chungos, horrible personalidad y sin pizca de humanidad. Ofició en Auschwitz, llevando a millones de personas a la muerte sin el menor arrepentimiento. Fue el médico que llevó a cabo algunos experimentos antropológicos y genéticos bastante morbosos para el Reich. Por eso al final de la Segunda Guerra Mundial era uno de los criminales más buscados. Pero este tío contó con el apoyo familiar de su padre, propietario de una fábrica de equipamiento agrícola en Baviera, los mismos que contaban con la buena voluntad de los norteamericanos en el contexto de la Guerra Fría. Sin embargo, los crímenes que contaban en su haber eran demasiado horribles como para dejarlos pasar. Lo que le llevó a una huida desesperada a la Argentina de 1949 en un momento en que ese país estaba dirigido por un militar llamado Juan Perón.

Es cierto que existe una especie de simpatía entre las dictaduras del mundo, ¿no? El modelo alemán fue fuente de inspiración para Argentina, que soñaba con ser una verdadera potencia en Sudamérica. Como resultado, entre 1946 y 1952, bajo las dos presidencias de Perón, varios miles de ex-nazis, incluidos muchos criminales de guerra notorios, llegaron a Argentina a través de diferentes canales. Uno de los más famosos fue Adolf Eichmann (a quien también conoceremos durante la lectura) y también conoceremos a Vittorio Mussolini, uno de los hijos del famoso fascista italiano. Pero por entonces Argentina era un verdadero remanso de paz, una tierra de asilo para los nazis en fuga, los vemos en cenas sociales, los vemos prosperar en los negocios, hay que decir que incluso antes del fin del conflicto mundial, el capital alemán transferido a Argentina financió el nacimiento de un centenar de empresas. Y aquí también se les ve bebiendo cócteles sentados en una tumbona al borde de la piscina con suelo cubierto con una esvástica. ¡La vida es bella!

Escenas que pueden provocar malestar al lector. Pero Mengele siempre quiso más. Esto le llevará a la paranoia total y a su perdición. Y con Perón derrocado, el doctor Mengele, el ángel de la muerte de Auschwitz, tiene que salir por patas de Buenos Aires hacia Paraguay. También sabemos que en 1960, un trueno sembró la serenidad de los nazis en Argentina porque un comando israelí secuestró a Adolf Eichmann, uno de los principales perpetradores del Holocausto. El lazo se estrecha entonces sobre Mengele, que es perseguido por investigadores alemanes e israelíes hasta que…

Lo siento, si no yo no sabía como acababa esta historia, imagino que alguno de vosotros tampoco. Así que lo ideal es poneros con esta genial novela gráfica para resolverlo. Pero antes, unas palabras sobre el dibujo de Jorg Maillet para indicar que su dinamismo transmite perfectamente el ritmo y la energía del escenario de Matz.

Fascinante cómic que narra perfectamente una versión realista de los hechos.

Reseña: Demon Wars (Edición de Lujo), de Peach Momoko

Si algo te llama la atención (aunque no sepas por qué), tienes que/debes acceder y echar un ojo porque puede que disfrutes un poco/demasiado. Es lo que me ha pasado con este tomo completo de Demon Wars que se ha marcado Panini Cómics y con el que si os soy sincero, el primero paso para poner mi atención en él, fue leer que era la colección completa de una obra en un solo de volumen. Así de simple, somos a veces, sí, pero para después descubrir un buen título del que no sabía nada de nada. O sea, que el tiro me salió bien. Así que ni tan mal. Aunque una frase promocional sí que había leído a la vez que me dejaba con el culo torcido: ¡Peach Momoko lleva su versión del Universo Marvel al siguiente nivel! Lo que queda entonces es otra buena lectura donde el guion y el dibujo se compaginan bien aparte de que no son el foco principal del título que tenemos entre manos. Este volumen recoge toda la ambientación de este mundillo: Demon Wars: The Iron Samurai, Shield of Justice, Down in Flames y Scarlet Sin. Y me ha encantado porque así queda uno a gusto cuando devora todo lo publicado de una obra que engancha desde la primera página.

Momoko-san se explaya y nos da un tremendo aporte de su propio mundo, el folclore japonés y se apoya en todo a la hora de unir los personajes de Marvel, dándole a la historia y al mundo más identidad propia. Sí friends, Demon Wars es donde se mezcla de forma alucinante personajes de Marvel Comics con folclore japonés, un viaje visualmente evocador donde la lógica se ciñe solamente a este mundo y sus sentidos.

Los personajes que lo habitan tienen sus propias motivaciones, y no hay porqué dar explicaciones de los caminos utilizados. Tenemos entonces una dimensión llena de criaturas maravillosas: una armadura samurái inteligente, un individuo alado con una máscara de halcón, una pantera misteriosa y un monstruo rojo con forma de serpiente con un apetito mortal. Mientras estos increíbles yokai luchan, Mariko Yashida se verá obligada a elegir un bando. La historia es sencilla pero atrapa como cualquier peli de artes marciales ochentera. No dejan de ser formas creativas de combinar la tradición popular y el mundo marvelita y darle juego con enfrentamientos épicos. Como echarte una “maquinita” de las que muchos degustábamos en nuestra infancia. Pero puedo adelantar que, sobre todo, The Iron Samurái se ha convertido desde ya en uno de mis cómics favoritos de Marvel de los últimos años. Peach Momoko tiene un empuje tremendo en esta primera miniserie con yokais legendarios y otras leyendas míticas. Y después vienen una serie de one-shots la mar de disfrutables aunque no tan potentes como la primera saga. En El Samurái de Hierro, Mariko Yashida ha vuelto a la normalidad después de enterarse que es descendiente de un Oni. Y mientras vive su vida adolescente normal, Mariko ve varios espíritus acercándose a ella solo para desaparecer. Pero una noche, incapaz de dormir, Mariko decide perseguir a los espíritus y se topa con un monje que invoca una puerta frente a ella. Mariko cruza la puerta y entra al mundo yokai con una yukata que no llevaba antes… (Lo entenderás cuando lo leas). Flipante todo a partir de aquí.

Los personajes clásicos de Marvel como el Capitán América, Iron Man, Black Panther, etc. hacen su debut en la realidad reinventada de Momoko, mientras Mariko debe descifrar la raíz de la crisis de su realidad. Tenemos a una obra inclasificable y a la vez estéticamente hermosa. Más que muchos de los cómics occidentales leídos hasta ahora.

Reseña: Laberintos, de Jeff LeMire

Jeff LeMire siempre es un guionista en cuyas novedades hay que poner siempre un mínimo de atención. A mí por lo menos siempre me ha dado lecturas muy buenas. Y de diversos géneros. Por eso ver que Planeta Cómic traía este mes en su colección de novelas gráficas la tan mencionada en USA, Mazebook (Laberintos), era motivo para alzar la ceja y querer saber más aprovechando que se publica en español. Un volumen en tapa dura que recopila los números #1 al #5, la edición completa de esta miniserie que es digna de estudio. Porque os puedo adelantar que Laberintos es una exploración conmovedora de los sentimientos apáticos de pérdida, pero al mismo tiempo nos prepara para un viaje desgarrador. LeMire te atrae magistralmente a los pasillos de la agonía emocional antes de sorprenderte con un giro que te recuerda porqué invertiste (y seguirás invirtiendo) en cómics así.

Y es que si hay una constante en la vida es la pérdida. La pérdida de la inocencia. La entropía que gobierna nuestro universo. En el caso de Will –el protagonista– se trata de la pérdida de un ser querido, y para afrontar la pérdida, Will se pierde en la mundanidad de la rutina. Pero, para bien o para mal, se avecina un cambio masivo para él. Will es un inspector de construcción que lleva años lamentando la pérdida de su hija, amante de los rompecabezas. Pero una noche recibe una misteriosa llamada telefónica de una chica que dice que es ella y que está atrapada en medio de un laberinto, lo que hace que Will se embarque en un viaje en busca de respuestas a sus diarios personales y acertijos sobre dónde está y cómo traerla de regreso a su hogar… Si es que esto es posible.

LeMire muestra de manera experta cómo el dolor divide a las familias. Con su esposa en una nueva relación, por ejemplo, mientras Will se vuelve más desaliñado y retraído y sigue obsesionado con el porqué hay que perder a seres tan queridos como un hijo o una hija. Mas, ¿Wendy sigue viva o Will está usando su amor por los laberintos para finalmente hacer frente a su dolor y seguir adelante? ¿Will está perdiendo la poca cordura que le queda? ¿Le terminará explotando la cabeza por culpa del dolor y la locura?

En Laberintos percibí que los dibujos están plagados de acertijos, laberintos e imágenes superpuestas que contribuyen aún más al misterio de lo que está sucediendo. Además, LeMire permite deliberadamente a los lectores interpretar este volumen como un cómic de misterio en el que un padre busca a su hija que es a la vez una forma de terapia cognitivo-conductual en la que utiliza el amor de su hija por los rompecabezas para aceptar su pérdida. Me repito, sí, pero solo es para que veáis o sepáis que este método está estudiado en Psicología y que ahora ha sido llevado al noveno arte de forma maravillosa por el autor.

Lecturas que son toda una experiencia.

Reseña: Soy Leyenda, de Hernández, Caballero y Matheson

A una buena historia de Terror, uno siempre quiere volver.

Y más aún si nunca tuviste la oportunidad de verla reflejada en un formato diferente a la que la leíste o viste por primera vez. Hablo de Soy Leyenda, el novelón que se marcó el siempre original Richard Matheson, allá por 1954. Nada más y nada menos. Una versión que nos traslada a una post-apocalíptica ciudad de Los Ángeles (no a Nueva York), en lo que serían unos supuestos años entre 1976 y 1979. Una historia que los quita-méritos del género de terror siempre han querido catalogarla de Ciencia Ficción antes que decir claramente que estamos ante una trama que alcanzó la cima de nuestro glorioso y amado género. Y todo, para llevársela a su terreno. Pero no, my friends, I am leyend es puro horror y para mí no es una trama que produce los clásicos síntomas del vampiro mítico y trata de re-evaluarlo, como he leído por ahí. Para mí es simplemente la versión de Matheson de lo que sería un mundo gobernado por zombies.

Y ahora Sergio Hernández y Toni Caballero (Backhome, Planeta Manga), han convertido esta historia en novela gráfica. Ya la convirtieron en cómic en su día Matheson, Brown y Elman en 2007, pero que duda cabe que era llamativa y atractiva la idea de leer esta versión de dos autores de este país, elaborada al estilo amerimanga.

Si no conocéis la historia, ya tardáis. Tenemos a Robert Neville, el único superviviente de un despiadado virus que ha asolado el planeta, convirtiendo al resto de la humanidad en “vampiros”. Su existencia, se ha reducido a combatir a estos seres sanguinarios, quienes tratan desesperadamente de darle caza, ya que, para ellos, él es el verdadero monstruo. Y con escenas espectaculares, de acción y bastante drama (de esta historia, recordaremos siempre el tema del perrito), van pasando los días, días que Neville intenta seguir a duras penas con el solo objetivo de encontrar a otros que hayan sobrevivido como él. Y salir, poder llegar lejos, alcanzar un mundo nuevo que debe haber tras la ciudad fortificación en la que se esconde…

Neville ha sobrevivido a una pandemia propinada por una bacteria. ¿Os suena? Solo que no fue lo mismo que vivimos hace unos años, ¿no? Gracias a Dios. Pero como veis, casi setenta años antes, Matheson adelantaba acontecimientos con una idea futurista entonces, de lo que podía pasar por culpa de una guerra bacteriológica. Aunque estoy de acuerdo que Soy leyenda, en realidad, trata otros temas como la soledad, la fuerza del ser humano por sobrevivir, ese mismo que flaquea en ocasiones y se piensa seguir viviendo.

Una luz en lo que parecía un largo e interminable túnel.

Lo he dicho. A una buena historia, uno siempre vuelve.

Reseña: En la Noche de los Tiempos, de Gou Tanabe y H.P. Lovecraft

Original, atípico y magníficamente ilustrado, rinde muy buen homenaje a la obra de Lovecraft. Podría ser la definición de En la noche de los tiempos, la nueva publicación de esta maravillosa colección que Planeta Cómic está trayendo a nuestro país, del siempre magnífico Gou Tanabe; el cual está o estuvo trasladando las grandes obras del maestro del horror cósmico H.P. Lovecraft, lo que le quedaron grandes cómics o mangas que todo amante del terror debería degustar en algún momento de su vida.

Tras disfrutar de El morador de las tinieblas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14169) y La sombra sobre Insmouth (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10994), percibes que lo mejor que Tanabe sabe crear es una narración fluida para las diferentes historias. Tanabe se toma el tiempo para establecer esa atmósfera vagamente inquietante que añade sabor a las historias del maestro de Providence. Y muchos de los que estáis por aquí sabéis que de lo primero nunca gozas en la literatura del propio Lovecraft. Aunque de lo segundo sí. Tengo un colega que siguió toda esta colección en francés y decía que cuando tuvo concretamente este volumen que os reseño hoy (2018), se dio cuenta que junto a La llamada de Cthulhu (https://www.planetadelibros.com/libro-la-llamada-de-cthulhu/361322), estaba ante una de las mejores obras adaptadas de toda la colección. Eso me hypeó bastante. Por eso andaba loco porque llegara. ¿Y qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos los temas centrales de Lovecraft que giran en torno a cierta forma de drama angustioso, opresivo y de terror. De libros secretos (¡Ah, el Necronomicon!), de civilizaciones antiguas surgiendo de las entrañas de la Tierra, y de una lenta toma de conciencia por parte del héroe (buena parte de la narración es en estilo indirecto) de estos fenómenos que impactan con su personalidad. Esto juega en el tiempo, que no se desarrolla a la misma velocidad para todos (el héroe tiene así un “intervalo” de algunos años durante el cual parece estar en una progresión paralela), o en el que parece que podemos viajar. Esperad, esperad… que empiezo a enrollarme como Lovecraft, ¿no? Lo contaré al estilo Gou Tanabe. ¿Qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos una historia que se desarrolla a lo largo de unos veinticinco años. Con un personaje con doble personalidad y después de una amnesia de cinco años. Se narra en primera persona la historia de Nathaniel Wingate Peaslee, un profesor de Economía de la Universidad de Miskatonic, que entre 1908 y 1913 sufre una inexplicable amnesia y trastorno de la personalidad, cuyo trasfondo tratará de descubrir a pesar de las cosas terribles que pueda averiguar. Las personas más allegadas a él lo abandonan, debido al extraño comportamiento que desarrolla durante los cinco años de amnesia. Excepto su hijo, Wingate Peaslee, a quien más tarde confiará a través de una carta todos los detalles de la historia que va desenterrando acerca de lo sucedido.

Y luego de haberse recuperado, extraños sueños lo acosan noche tras noche y cada vez lo atormentan más… Hasta que los sueños se vuelven cada vez más nítidos y aterradores y descubre la razón de sus gritos al despertar: la existencia en el pasado de una raza de extraños alienígenas. Pero años después de haber sobrellevado sus temores y haber enterrado sus sueños, recibe una carta desde Australia, donde al parecer se han encontrado misteriosos restos con grabados curvilíneos como los que describió periódicamente en una revista de psicología. El arqueólogo le propone realizar la empresa de excavar las arenas si dispone de recursos y obreros para realizarlos. Y allí que va.

Un nuevo título donde el dibujo es realmente bueno. Con algunos escenarios fantásticos que podrían estar a la altura de los grandes dibujantes de los 70 u 80 del pasado siglo. Un buen tomo llevadero con el que disfrutar de la lectura doquiera que te encuentres.

En la noche de los tiempos ya era una de las obras más “accesibles” de Lovecraft antes de esta versión. Pues imaginaos si os la presenta Gou Tanabe. En mi opinión, si no la mejor, una de las más espeluznantes, completa y rica. Indispensable para amantes del horror atmosférico.

Reseña: La Mosca, de Lewis Trondheim

Lewis Trondheim es uno de los autores de la BD que sigo con fervor desde mis lecturas en Infinity 8 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=865), Density (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8684) y, por supuesto, la genial obra de La Mazmorra (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1952) que se está publicando actualmente en nuestro país en formato integral. Laurent Chabosy, conocido como Lewis Trondheim, es uno de los miembros fundadores de la asociación OuBaPo, de la colección Shampooing de Delcourt, del Syndicat des Auteurs de Bande Dessinée (SNAC-BD) y de la revista Papier. Particularmente, un autor conocido por ser muy prolífico y por brindar por el estilo zoomórfico. Un autor que desde 1999 ha participado en numerosos proyectos, entre las que se encuentra la genial y antes comentada obra Donjon que elaboró con Joann Sfar y numerosos autores para Delcourt. Ahora llega La Mosca a nuestro país, la publica Planeta Cómic y mañana mismo sale a librerías. Claramente no es un imprescindible, excepto si no eres súper fan como yo del autor. Os puedo contar como anécdota que durante los 90 me propuse hacerme con todos los álbumes de Trondheim y La Mouche (La Mosca) fue uno de los más difíciles de encontrar. En 1995, fecha de su estreno, el autor aún no gozaba de su aura actual. Estamos ante un titulo que huele a álbum experimental, silencioso, donde el autor afina aún más su narración presentando a su feo héroe, lo que lleva a unos pasajes geniales (zoom, vistas improbables, etc.). La lectura de este álbum será rápida, porque es muda, salvo algunas aventuras. Es un poco un ejercicio de estilo, si queréis, un especie de cortometraje de humor al estilo Pixar. Pero en cualquier caso se trata de un ejercicio formal, uno más, donde Trondheim nos cuenta una historia rayando el absurdo, siguiendo a una mosca, desde su nacimiento hasta su…

Fácil de leer incluso para jóvenes que son capaces de prestar atención a algo más de dos minutos. En mi opinión, descubrir de algún modo la miserable y corta vida de una mosca. Así de simple. Y no es de extrañar porque Trondheim ofreció a menudo álbumes conceptuales con un principio sólido donde desarrollaba el ejercicio hasta el punto del absurdo. Aquí el lector seguirá la ruta de una mosca en su proceso de vida cotidiana y básica en su ciudad-país-mundo demasiado industrializado. El diseño minimalista presenta “personajes” dentro de un entorno realista básico y esbozado. Los degradados de grises permiten evitar gráficos demasiado minimalistas y representar determinadas perspectivas. Trondheim lo hace mucho más divertido, mucho más inventivo e interesante dentro de la simpleza que puede ser la vida de este insecto tan denostado.

Cabe señalar que La Mosca originalmente se trataba de un pedido para el mercado japonés que fracasó, pero Trondheim no tiró la toalla y reelaboró a su “héroe”, improvisando cositas más modernas y se nota en el resultado que el autor terminó divirtiéndose. Un buen remate. Lectura sencilla pero reconfortante, y es que Lewis Trondheim no es un autor cualquiera. Fue elevado al rango de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en 2005 y recibió el Gran Premio de la ciudad de Angoulême en 2006.

Si amáis el buen cómic europeo, tenéis que seguirlo.