Reseña: Museum (Integral), de Ryosuke Tomoe

Siempre lo he dicho. Museum puede ser el manga casi perfecto. En mi haber tengo ya leídos unos ochocientos títulos de manga diferentes (los tengo contados) y cuando das con una joya de historia así, la reconoces. La lectura y búsqueda de buenas historias es una “lucha” en la que nunca debes desesperarte. Es un viaje en barca cruzando el Gran Azul, un viaje entre la diversidad y la mediocridad aunque la originalidad del 98% de los títulos mangas que existen, eso no te lo quita nadie. Museum es un thriller al estilo de la peli Seven, aquella que tanto nos impactó en los 90 con Brad Pitt, Morgan Freeman y, sobre todo, un Kevin Spacey en sus primeros años, más terrorífico que nunca. Aunque también tiene un aire a Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie), el film surcoreano súper recomendado que está basado en hechos reales y que nadie debería perderse.

De entrada, nos llevan a una trepidante investigación con horribles asesinatos llevados a cabo con absoluta violencia. El ambiente rápidamente se vuelve pesado con esta lluvia que no deja de caer. Crazy Frog (un asesino con máscara de rana) deambula por las calles para completar su malvado trabajo. Las almas sensibles se abstienen y…, entonces nos adentramos en un manga oscuro como pocos, cautivador, que roza la obra maestra en términos de ficción criminal.

Hay que decir que el personaje principal y sus problemas no enganchan mucho pero te llevan a descubrir elementos de la trama que sí que atrapan y sirven cuando los relacionas. Un thriller con varios momentos de tensión. Un manga que empecé a leer en primeros números suelto y paré. Me dije: Esto quiero leerlo al completo y a ser posible de un tirón. Y sabía que tarde o temprano la opción del Integral estaría disponible. Y como el momento llegó, lo adquirí, leí y devoré y lo disfruté de todas-todas. Una historia donde sólo hay que aceptar que a veces el asesino parece ser demasiado fuerte para hacer todo lo que quiere y la violencia con fuerza es mostrada en su máxima expresión.

¿El dibujo? Los gráficos son impecables: es una auténtica bofetada visual. La producción del mangaka Tomoé Ryôsuke parece completamente dominada. El villano es carismático en su locura. El final es tan cruel como inquietante. Muy eficaz, y en mi caso, me proporcionó un déjà vu que aún estoy intentando descifrar. Son los dibujos que se suelen encontrar en los mangas de suspense o terror para adultos, sí, pero tened en cuenta que estamos ante uno de los mejores thrillers, retorcidos y oscuros.

Museum es un thriller que recomiendo absolutamente.

Uno de los mejores mangas disponibles en el mercado.

Una historia imposible de olvidar. Y a la que volveré como inspiración cuando quiera apoyarme en una las mejores lecturas-thriller que he leído en toda mi vida.

Reseña: Niebla Roja, de A.J. Ryan

Un grito despierta al protagonista y puede escuchar los sonidos de un disparo que se disipan. Desorientado y en la niebla, tanto en sentido literal como figurado, intenta descubrir qué está pasando. Pero cuanto más encuentra, más preguntas se hace: ¿Dónde está? ¿Cómo llegó allí? ¿Qué está sucediendo? Y lo más importante: ¿quién es él y por qué no tiene recuerdos antes de despertarse en un barco en medio de esa puta y extraña niebla? Tampoco las otras cinco personas que están en el barco los tienen. Quizás el muerto sí los tenía…, pero ya es demasiado tarde para preguntarle.

A medida que los seis extraños intentan reconstruir la situación, comienzan a adentrarse más en lo desconocido y en el peligro. Entonces, ¿podrán descubrir qué está pasando antes de que sea demasiado tarde? En Niebla Roja, de A.J. Ryan está la respuesta.

En la mayoría de los libros, es normal pasar las primeras páginas de un libro sintiéndose un poco perdido. Te estás uniendo a una historia que, aunque sea al principio, todavía tiene una historia de fondo que aún no conoces. En los libros de misterio, como en la vida, nos sumamos a una historia en progreso incluso cuando una aventura en particular recién comienza y el futuro es una interrogante pura y dura. Como la vida misma. Pero normalmente los personajes saben lo que está pasando…, o al menos, deberían saber algunos más que otros, ¿no? Después de todo, es su “vida”.

Muy al estilo de la saga cinematográfica Saw, Red River Seven (como se llamó esta novela originalmente), te sumerge y engancha en una serie de incógnitas la mar de interesantes. Aquí el protagonista no sabe dónde está, por qué está allí, ni siquiera cómo se llama; es una pizarra en blanco hasta la primera palabra del libro. Y también lo son todos los demás personajes. A medida que investigan su entorno, queda claro que en realidad no son personas sin antecedentes, sino que tienen habilidades y conocimiento del mundo. Pero todos sus recuerdos personales han sido borrados de alguna manera. Y hay que buscar la razón por la que les borraron la memoria. Es la fuerza impulsora detrás del complot que parece haber.

Curiosamente, la misión a la que fueron enviados casi no tiene importancia para el suspense más allá del borrado de la memoria. Especialmente al comienzo. Los personajes reciben objetivos de vez en cuando mediante una voz computarizada, y siguen las instrucciones porque rápidamente se vuelve obvio que si no siguen las instrucciones, morirán. Pero más allá de eso, su misión es sólo un telón de fondo del misterio de sus identidades desaparecidas. ¿Y qué ocurre? Pues que al final del libro, A.J. Ryan solo nos da unas pocas respuestas. La mayor parte de nuestra curiosidad no se sacia. Sin embargo, algunas de las respuestas que obtenemos son muy satisfactorias y yo diría que recibimos suficientes para sentirnos satisfechos. De hecho, lo que aprendemos sobre el personaje principal (apodado Huxley) nos dejó tanto a Huxley como a mí una sensación de paz. Lo cual es todo un logro en una novela tan distópica. Por eso puedo decir que A.J. Ryan hace un buen trabajo al lograr que el lector invierta emocionalmente en los personajes a pesar de no saber prácticamente nada incluso al final.

Una novela que evoca que incluso el lector se sienta en el mismo barco, nunca mejor dicho. Provoca que constantemente te imagines en dicha situación. Por eso la lectura de Niebla Roja es una experiencia realmente diferente.

Reseña: La Ciudad y sus Muros Inciertos, de Haruki Murakami

Uno de los poquísimos autores de “no ficción” que sigo e intento leer todo lo que publica, ese es Haruki Murakami. Por lo que representa, por lo que me evocan sus lecturas, por las sensaciones. Estamos recién entraditos en la primavera de 2024 y esta nueva novela que solo se había publicado en japonés hasta la llegada de la pandemia, llega por fin a la tierra de conejos. Y este que tal anda da las gracias a Tusquets Editores por publicar todo cuanto puede del maestro nipón. Y en cuanto a la reseña, escribo esto para darles a los fans de Murakami un pequeño adelanto de lo que pueden esperar. Porque el formato original de La ciudad y sus muros inciertos se publicó en una revista como novela corta allá por 1980, pero ahora, que el maestro navega en el mar de la fama, decide rescatarla y después de cuarenta y picos años ya la tenemos en librerías.

Una novela en la que los personajes, en el mundo real o en la ciudad amurallada, parecen muy aislados y solos. Lo cual puede explicarse por las circunstancias en las que se escribió este libro (la pandemia). Estamos ante una historia muy tranquila. No pasa mucho y, sin embargo, suceden muchas cosas. Todo muy tranquilamente. Las escenas son extremadamente vívidas y visuales, llenas de símbolos, es más, diría que el que sea fan de atrapar de vez en cuando un lápiz y ponerse a dibujar, tendrá el impulso de hacerlo porque Murakami aporta con sus palabras una extraña y fuerte necesidad de que alguien dibuje una historia como esta en bocetos. Tenemos el fantasma de un viejo bibliotecario, una ciudad amurallada sin mapas, unicornios, sueños en la biblioteca, una boina vieja, estufas que queman trozos de manzano, sombras separadas de los dueños, un niño con sudadera de Submarino Amarillo… No tengo idea de si Murakami conoce o ha leído una novela albanesa llamada El palacio de los sueños, de Ismail Kadare, que también trata sobre el aislamiento y la lectura de los sueños como ocupación, pero recuerda totalmente a ella.

La ciudad y sus muros inciertos es una novela tranquila y larga (como la mayoría de las novelas de Murakami), pero nunca aburre. Sientes que es un libro sólo para gente que escribe o disfruta de la lectura por encima de todas las cosas, que ha vivido lo suficiente como para estar en una etapa de la vida en la que tiene muchos más pensamientos basados en el pasado que en el presente. Y el futuro casi que no existe. Demasiados sentimientos expresados. Poco se imagina el joven protagonista de esta novela que la chica de la que se ha enamorado está a punto de desaparecer de su vida. Se han conocido durante un concurso entre estudiantes de diferentes institutos, y no pueden verse muy a menudo. En sus encuentros, sentados bajo la glicinia de un parque o paseando a orillas de un río, la joven empieza a hablarle de una extraña ciudad amurallada, situada, al parecer, en otro mundo; y poco a poco, ella acaba confesándole su inquietante sensación de que su verdadero “yo” se halla en esa misteriosa ciudad.

Y esa ciudad, tal y como ella la describió, existe.

Diría que estamos ante una novela mucho más sombría y mucho menos dinámica que muchas otras novelas de Murakami. Pero aun así es increíblemente conmovedora y poderosa. En realidad, comienza bastante débil, con casi un 100% de repetición de lo que se cuenta en su Hardboiled Wonderland/End of the World, pero toma la misma configuración y hace algo completamente diferente con ella. Y todas las piezas realmente se alinean al final, lo que lleva a una conclusión realmente satisfactoria.

De las más recomendables para empezar a conocer a Murakami.

Reseña: El Psicoanalista en la Mira, de John Katzenbach

The Last Pacient o El Psicoanalista en la mira no está al nivel del primer libro pero es una historia inteligente y con buen ritmo. Me gustó bastante. Y, ¿qué libro mantiene el nivelazo después de un primero tan apabullante? Ninguno o casi ninguno. En el tema autor, es normal no conseguir llegar siempre a la cima pero siendo un poco consecuente con el mundo creativo creado, se pede salvar una muy buena novela como en este caso. El libro que os traigo hoy da para muy buenos momentos lectores. Y es que la escritura de Katzenbach enamora. Aunque a veces tiende a ser un poco prolijo, algunos pasajes de los libros en los que trata a su personaje más famoso son directamente para enmarcar o mejor aún. De los que se pueden poner como ejemplo en clases de literatura creativa. Y eso que es un autor que tiende a irse con frecuencia por tramas secundarias (un poco innecesarias para cierta gente) para cimentar su trama principal. Pero que duda cabe que la gente quiere solo jamón de cinco jotas y nada de tocino. Cuando en el tocino (a veces) está el mejor sabor de ciertas tiradas. Además de que hay que entender que ciertas cosas se escriben no solo para gusto del lector. El que escribe también tiene que «comer».

El Psicoanalista en la mira es la tercera parte del famoso libro El Psicoanalista. Se publicó en USA en noviembre de 2023 y por fin Penguin lo coloca en librerías españolas. Libros de un autor que en mi opinión son perfectamente recomendables para estudiantes o amantes de la Psicología. A mí, por ejemplo, el primer libro de la saga me lo recomendó una profesora de inglés-español, licenciada sin ejercer en esta competencia.

Grandes libros que enganchan desde las primeras páginas son los que brotan del maestro Katzenbach. Drama, suspense y conclusión potente y absolutamente satisfactoria para los que amamos y hemos estudiado Criminología. Aunque creo que todos podrían beneficiarse al aprender algo del Dr. Starks y como enfrenta las adversidades. Además de tramas que contienen personajes que cautivan y te sitúan en un mundo de incertidumbre y angustia que podrían ser perfectamente reales.

Me cautivó la ejecución y evolución de los personajes en esta misma novela. Porque este tercer libro de la saga es verdaderamente una advertencia. De principio a fin. Se revela una enfermedad sin límites a los modos de vida y sus manifestaciones psicológicas. Eso si, hasta que no llegas a las primeras cincuenta páginas de la novela, no empiezas a entender perfectamente todos los vocablos médicos y científicos mostrados. Pero eso ya pasaba con el primero.

John Katzenbach posee una larga trayectoria como periodista especializado en temas judiciales, trabajo que ha compaginado con la escritura. Ha sido reportero de la corte criminal para The Miami Herald y The Miami News; también ha trabajado para la revista Herald Tropic y los periódicos The New York Times, The Washington Post y The Philadelphia Inquirer. Además de El Psicoanalista, del que se han vendido un millón de ejemplares, ha publicado, entre otras novelas, La guerra de Hart -llevada al cine con Bruce Willis-, Al calor del verano -nominada al Premio Edgar y llevada al cine como Llamada a un reportero-, El hombre equivocado, Historia del loco, Juegos de ingenio, La Sombra, Juicio final -cuya adaptación cinematográfica fue protagonizada por Sean Connery-, Retrato en sangre, Un final perfecto y El estudiante. Hasta el momento, aunque se ha hablado en varias ocasiones, esta gran saga de El Psicoanalista no ha sido llevada al séptimo arte. Podría salir bien o mal. Pero me da que en no mucho tiempo todo se andará.

Nada me impedirá leer otro libro de Katzenbach porque sus historias siempre son tan buenas como aparentan.

Reseña: Impact, de William M. Gaines, Bernard Krigstein, Jack Davis y VVAA

Aunque Diábolo Ediciones lo esté haciendo maravillosamente bien con la traída a la actualidad de los Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567), Weird Science (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7190), Shock SuspenStories (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14857) o la genial colección Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14455), creo que ninguno de los que andamos por aquí esperábamos ver por estos lares el anual de Impact que se marcó el gran editor William M. Gaines, La famosa revista que duró un suspiro en USA y que ahora por primera vez en español, nos brindan una edición en tapa dura a la altura de los míticos cómics de la EC, la editorial norteamericana que no solo marcó una época, sino que supuso un antes y un después en el discurrir del noveno arte. Sí, con cantidad de gente en contra pero triplicando adeptos y fans en todo el mundo.

¿Por qué un suspiro? Impact fue una serie de cómics de corta duración publicada por EC Comics en 1955 como el primer título de su línea New Direction. Tan sólo cinco números vieron la luz. Bueno para su fama, malo para el aficionado que se quedó con ganas de más. El cómic bimensual, publicado por Bill Gaines y editado por Al Feldstein, comenzó con una portada con fecha de marzo-abril de 1955 y finalizó con su quinto número, el ejemplar de noviembre-diciembre de 1955. Con toda la intención y spoiler (que se diría hoy en día), llevaba el subtítulo del cómic era Tales designed to carry an… Impact (Cuentos diseñados para llevarse un gran… Impacto). No sé si en el corazón del lector, pero me da que iban por ahí los tiros. Esa era su premisa principal.

Relatos dedicados a tramas con finales impactantes que aunque se quisieron presentar como una versión atenuada por el tema de los Comics Code, no sé yo que deciros… Si lo pilláis, vais a ver de todo aquí. Y no eran historias precisamente que promovieran el género de Terror. De ahí su mérito. Con portadas del maestro Jack Davis (que he decidido incluir en la reseña), las historias fueron ilustradas por Davis, George Evans, Jack Kamen, Graham Ingels, Joe Orlando, Reed Crandall y Bernard Krigstein; grandes maestros del momento.

Y ya desde el primer número nos encontramos el tesoro, puro mithril de este volumen. El cuento Master Race, una de las mejores y más conocidas historietas del noveno arte, una de las más analizadas del medio, una de las primeras historias de cómics sobre el Holocausto que ha sido descrita como el Ciudadano Kane de los cómics.

Impact se reimprimió como parte de la Biblioteca EC completa del editor Russ Cochran en 1988. Entre abril y agosto de 1999, Cochran (en asociación con Gemstone Publishing) reimprimió los cinco números individuales. Esta tirada completa se reeditó posteriormente, con las portadas incluidas, en un único EC Annual de tapa blanda que Dark Horse reimprimió como parte de la serie EC Archives en 2020. Gracias a los cielos, cada poco ha estado disponible al otro lado del charco. Diábolo Ediciones la pone en tierras hispánicas para el disfrute lector, haciéndonos felices a muchos de nosotros.

Perdérsela no es una opción.

Reseña Kill or Be Killed Omnibus, de Ed Brubaker, Sean Phillips y Elizabeth Breitweiser

El estilo de Ed Brubaker en las historias de crímenes es inmediatamente reconocible: personajes fuertes, situaciones de vida difíciles, brutalidad, sexualidad y una atmósfera de género negro en entornos urbanos. Es, sin duda, el maestro del cómic de género negro actual, cosa que he dicho más de una vez por estos lares. Todo esto puede variar de una época a otra, de un cómic… Mejor dicho, de un título a otro. Gotham Noir, Criminal, Fatale, The Fade Out y, por supuesto, Kill or be killed. Su alto nivel en obras de este tipo es tremendo. Pero los componentes son los mismos. Los que gustan. Y encima cuando se alinea con el dibujo realista de Sean Phillips, raro es el título que no se convierte en indispensable.

Kill or be killed también encaja en el algoritmo antes mencionado. Esta vez Brubaker dirigió el rumbo más hacia el infierno existencial interior de los protagonistas. Aunque lo externo (en forma de corrupción, desviaciones morales, psicosis) es también atractivo. Mucho más que en otros casos, diría yo. No puedo profundizar mucho en la historia, porque hay muchos giros en la trama y no quiero estropearlos. Pero en este ómnibus que nos trae Panini Cómics tenemos todo-todito-todo para darnos un buen atracón con una serie de cómics sobre crímenes escrita por Ed Brubaker, dibujada por Sean Phillips y a los colores Elizabeth Breitweiser. ¿Y qué se puede contar sin estropear demasiado? Dylan es un chico de casi treinta años años que todavía está en la universidad y ya intentó suicidarse una vez. La novia de su compañero de cuarto (Kira) es su mejor amiga y también la persona que le gusta. Suelen besarse juntos pero no llegan más allá de eso. Una noche, Dylan decide volver a intentar suicidarse y salta del tejado. Mientras va cayendo se da cuenta de que quiere vivir. Y cuando cae, sigue vivo. Feliz por eso, sonríe, pero aparece un demonio y le dice que le salvó la vida y a cambio, quiere que mate a un tipo malvado cada mes (¡¡Pum!! Vaya girito, ¿no? Ya estás enganchado/a). El prota quiere creer que el demonio no es real, pero pasan los días y cuando el mes llega a su fin, Dylan empieza a enfermar mucho. Tanto que cree que va a morir. Entonces recuerda al demonio y empieza a pensar que quizás se deba a que no ha cumplido su parte del “trato”. Por lo que encuentra a un tipo malo y lo mata, y el mes que viene otro y así sucesivamente. Y todo cambia. Los periódicos empiezan a llamarlo Justiciero y la policía forma un grupo de trabajo para detenerlo…

Y hasta aquí voy a contar de esta obraza maravillosa que me ha dado grandes momentos de lectura en este mes que se marcha. Nadie me puede negar que la premisa es interesante. Interesante y original. Además, lo que decía: tiene muchos giros inesperados y está muy bien escrita, al nivel alto en el que Brubaker se suele mover. Toda la historia está narrada por Dylan (el protagonista). Un cómic que te hace pensar en el Bien y el Mal, en la justicia y en lo jodido que está el mundo y el sistema… Cualquier sistema o gobierno actual. La historia fluye perfectamente y todos los personajes están maravillosamente bien labrados. Son identificables y no son ni buenos ni malos, es decir, la vida misma, la gente misma que te vas a cruzar en la calle, en el trabajo… Ese punto intermedio y gris que hay en la mayoría de nosotros. El protagonista toma algunas decisiones cuestionables y se cree el bueno, pero no siempre estarás de acuerdo con él. Y eso mola.

El dibujo es realmente bueno y el color es aún mejor.

Brubaker comienza frenéticamente su historia, mezclando elementos de crimen, thriller psicológico, misticismo y melodrama juvenil, todo en uno. Incluso se puede decir que los deconstruye, porque cuenta la historia desde el rostro del asesino, con quien, en las mejores tradiciones del posmodernismo, empezamos a simpatizar. Brubaker ha elaborado una historia contundente, provocativa y moderna. Algo muy difícil de conseguir en estos tiempos.

Un pasito más allá de cómic indispensable.

Reseña: El Accidente en la A35, de Graeme Macrae Burnet

Graeme Macrae Burnet es un maestro del documento falso. Me explico. De las historias falsas, o mejor dicho, de las historias auténticas que te crees pero a las que un autor tiene el don de darles la vuelta para dejarte con el culo torcido; a eso me refiero con este autor. Mola que Impedimenta haya puesto sus ojitos en él porque es un autor que merece mucho la pena leer. El accidente en la A35 es su cuarta novela. La primera fue La desaparición de Adèle Bedeau (https://impedimenta.es/producto/la-desaparicion-de-adele-bedeau), que sirvió para presentar a los lectores al flemático inspector Georges Gorski, personaje que retomaría para el título que os reseño hoy. Pero Macrae Burnet parece escribir misterio, solo para rendir homenaje a Sartre y Georges Simenon pues nos pone una trama de estilo claramente francés, ambientada principalmente en la pequeña ciudad anodina e insípida de Saint-Louis, donde un autor se suicida, allanando el camino para la publicación de una novela considerada autobiográfica, aunque está en debate hasta qué punto es verdad o mentira lo que se cuenta.

Aunque parece MUY REAL.

Por otro lado, George Gorski, jefe de policía de la ciudad, es, según su propia estimación, un trabajador provinciano, separado de su esposa, Celine, y que extraña a su hija. Deambula por los bares, cafeterías y restaurantes de la ciudad, bebiendo e intentando pasar desapercibido como bebedor. Sin embargo, un fatal accidente automovilístico en la A35 mata al respetable abogado Bernard Barthelme, un hombre no muy llorado por sus allegados o quienes lo conocieron pero Lucette, la viuda, le pide a Gorski que investigue la muerte porque su marido, por supuesto, no debería haber tomado ese camino…

Sintiéndose atraído por Lucette y sin nada mejor que hacer, Gorski comienza a investigar el misterio. Y no veáis lo divertida que es esta novela, de las que hacía bastante tiempo que no disfrutaba tanto. Puro thriller, pura novela detectivesca, puro misterio que cautiva; ésta es una historia basada en personajes de construcción lenta, una historia de crimen basada en una trama con tensión y suspenso y eso me enganchó de todas-todas. Macrae pinta un cuadro magistral de la vida en una pequeña ciudad, las decepciones, las peleas de bar, la angustia, las humillaciones, las incursiones sexuales de los adolescentes, la clase social, los matrimonios en desintegración, los secretos y los comportamientos mezquinos que tipifican la vida cotidiana en Saint-Louis para los personajes principales. Esta novela es para aquellos que disfrutan de los estudios psicológicos basados en personajes y están interesados en la sociedad francesa, o de cualquier país europeo. El comportamiento de un pequeño pueblo del primer mundo y su funcionamiento.

El misterio central del porqué Bernard Barthelme estaba de viaje… tiene su propia fuerza, pero no es el foco central de la historia.

Un libro que disfruté leyendo y por tanto recomiendo con ganas.

Rara vez falla uno eligiendo un título de misterio o suspense con Impedimenta Editorial.

Reseña: Shock SuspenStories, de Al Feldstein, Orlando, Davis, Wally Wood y VVAA

Diábolo Ediciones fue consciente en su momento de lo que nos gustaba a los amantes del Terror en todos sus formatos, de lo que muchos estábamos ansiosos por tener en buenas ediciones, y propuso varios «rescates» de las mejores historias recopiladas por Al Feldstein. Ahora, vuelve a la carga y nuevamente nos deleita con un primer volumen de una colección que yo, por lo menos, jamás vi en español… y es que me da que ni existía en nuestro idioma hasta ahora. Shock SuspenStories mola y mola cantidad porque era el título que más variedad contenía dentro de las colecciones de EC Comics. No solo vais a encontrar Terror en estos relatos genialmente ilustrados; la variedad era grande en esta extinta revista pues cada ejemplar contenía cuatro historias: una de crimen, otra de ciencia ficción, terror y «shock» que típicamente era una trama que hacía mención a dilemas sociales y los ponía en la palestra como, por ejemplo, el racismo. Un volumen genial recoloreado según los colores originales de Marie Severin, y con un prologazo del mismísimo Steven Spielberg.

Y ya está en librerías.

Es fácil y a la vez difícil reseñar una colección como ésta. Hay tantas historias interesantes en estas páginas y no tengo el tiempo ni la energía para hacer justicia a cada una. Shock SuspenStories era una revista que incluía historias de diferentes géneros en la misma revista, como os comentaba antes. Por un módico precio tenías un frito variado bastante bueno. Un fenómeno completamente nuevo para EC. Así que limitaré mi reseña a las historias que caminan por el sobresaliente alto donde ya os adelanto que la joyita esta en la bélica Yellow!

Todo eso de un cómic que estaba condenado a una muerte prematura a manos del gobierno USA por el tema que ya sabéis, y que no repetiré aquí. Tenemos tramas irónicas de patriotismo que golpean tan fuerte hoy como seguramente lo harían en los años 50. ¿Quién es ese comunista sin el pin de solapa con la bandera? Vamos a darle una paliza, ¿no? Tenemos una historia sobre el racismo en los pueblos pequeños en una especie de cómic abreviado de Matar a un ruiseñor. Tenemos corrupción policial y la brutalidad, la tortura y la fuerza mostrada para agilizar una Confesión. Tenemos actividades antisemitas, que si alguna vez sucedieron de este modo… pufff.

En ¡Un trabajo limpio!, tenemos a Eleanor Berdeen temiendo la idea de convertirse en una mujer que la sociedad considere demasiado mayor para casarse. Y se casa con un hombre que no ama, lo que la lleva a la desesperación… En ¡Halloween!, la señora Ann Dennis encuentra un trabajo cuidando a los niños del Briarwood Orphan Asylum, dirigido por Eban Critchit. El estado decrépito del edificio y su mínimo mobiliario reflejan la condición de los niños que se encuentran en la institución. Durante la primera noche, Ann sigue el sonido del llanto hasta la puerta de un dormitorio que esconde una visión repugnante y desgarradora: treinta y cuatro camas apiñadas dentro de una habitación con una pequeña multitud de niños rodeados de una niña que llora…

La profundidad de los personajes que vamos a encontrar en estas historias pese a su breve descripción, aporta bastante a las historias. Aunque las EC: Shock SuspenStories estaban dirigidas a un público más maduro, los lectores más jóvenes tuvieron la oportunidad de discutir temas que no estaban permitido hablarlos en compañía hacia la mitad del siglo XX. Y es que no puedo expresar lo mucho que disfruté este volumen, a pesar de ser una mezcla de historias que incluye una enorme variedad de temas, escenarios y personajes. Es una ventana al pasado que permite a los lectores ver la sociedad tal como era, tal como son hoy porque muchos de estos casos se están repitiendo y los podemos ver hoy en día en las noticias… Los peligros que habitan en ella, y en este mundo que se supone nuestro. Además, el horror presentado en el volumen está ejecutado con habilidad y desde diferentes puntos de vista. El ser humano es el problema. Siempre lo es.

El arte de Jack Kamen, Joe Orlando, Jack Davis, Wally Wood y Graham Ingels…, crearon algunas de las imágenes más evocadoras de todos los tiempos en este cómic. Por otro lado, me alegra saber que la Tales From the Crypt, de HBO, hizo un guion adaptado de esta maravillosa colección. Perdérsela no es una opción.

Reseña: Un Avión Sin Ella, de Michel Bussi, Fred Duval y Pinheiro

Basada en la novela de Michel Bussi, pero un thriller que con el presupuesto adecuado podría ser un buen thriller de Hollywood. Es la buenos típica trama que con un buen director y unos buenos actores, saldría algo increíble. Los que leemos cómic europeo sabemos que esto ocurre de forma frecuente, los niveles de guion y dibujo son muy altos, y bueno, ya sabemos de la escasez de ideas que hay en el cine desde hace unos años. Por otro lado, la mezcla de las artes no tiene por qué ser algo malo. Como veis, no hay ningún reparo en la BD a la hora de coger novelas de autores y trasladarlas al cómic; cosa que no se ve hace por otros lares. Un avión sin ella es suspense de cabo a rabo y si en formato cómic llega a más lectores pues mucho mejor.

Fue difícil no ceder a mi curiosidad cuando me enteré de que iba la historia, sin embargo, cuando empecé a leer este buen volumen en tapa dura que Norma Editorial trajo hace poco a nuestro país, la forma en que me lo contaron lo que me sedujo. Fred Duval adapta brillantemente la novela de Bussi. En lo que respecta al cómic, en ningún momento sentí ninguna interrupción o problemas de ritmo. La historia imaginada por Michel Bussi y guionizada por Duval nos lleva a saber que en la noche del 23 de diciembre de 1980, un avión de la Turkish Airlines se estrelló en el macizo del Jura. Un accidente en el que una niña de tan solo tres sobrevive. No obstante, la identidad de la pequeña nunca se conoce porque había dos bebés a bordo del avión y nadie puede identificarlos. Así comienza una larga intriga que enfrenta a dos familias de distinta clase y que culminará de forma sorprendente cuando la niña cumpla la mayoría de edad. Por lo que nos metemos en vereda a finales de 1998, el mismo día del cumpleaños de Lylie donde la historia alterna entre presente y pasado con las diferentes etapas cronológicas de la investigación del inspector Crédule el cual debe entregar a las familias las conclusiones de su investigación sobre la identidad de esta joven ahora que es mayor de edad.

Atravesando las montañas del Jura o las playas de Dieppe, así como algunos acontecimientos históricos como la llegada de Mitterrand al poder en mayo del 81 o los cuartos de final del Mundial de fútbol Francia-Brasil en junio de 1986, pista tras pista, tenemos giros de guion magníficos y el tema detectivesco avanzando de un modo muy chulo. Te mantiene en suspense hasta la revelación final, muy al estilo del film Gone Girl (Perdida) que, por cierto, también fue una magnífica novela.

Ese tono de thriller, ese tono de intriga que durante la lectura te mantiene en vilo queriendo saber más y más cuanto antes. Y todo bajo el hechizo de la belleza gráfica con los magníficos colores de los personajes y escenarios del joven y talentoso autor brasileño Nicolaï Pinheiro. Fue un placer encontrarme con este ilustrador de nuevo, cuyos trazos ya me sedujeron en La drôle de vie de Bibow Bradley, con un dibujo que aunque académico, sigue en sintonía con la historia y es bastante agradable a la vista. Evidentemente, la rica paleta de colores y el encuadre tan cinematográfico tienen mucho que ver en ello.

Duval, como ya hiciera en Nenúfares negros (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/nenufares-negros), adapta una novela que como os decía al principio es digna de los mejores thrillers que se pueden recomendar. Buen entretenimiento para el gran público, una trama que mezcla investigación policial con ciertos toques de novela romántica. Quizás los dos grandes géneros que más atraen al gran público. La narración es extremadamente fluida y es imposible dejar el cómic sin leerlo hasta el final. Y si lo haces, estarás casi todo el día pensando en la historia.

Pero si queremos ser realmente críticos con este escenario, que utiliza de manera un tanto caricaturizada la oposición entre dos clases sociales muy diferentes (la parte obrera de Dieppe y los ricos malutos de la capital), también podríamos reprocharle que los giros de última hora que se invierten se han vuelto muy característicos del género. A lo que los fans podrán replicar que éste es el principio mismo de un buen thriller, ¿no?

Reseña: Jiraishin Diablo (Integral), de Tsutomu Takahashi

Jiraishin Diablo es una trama de las que enganchan por su potente argumento. Uno puede decir, bueno, pues como casi todos los mangas, ¿no?. Correcto, este es el principal fuerte de los cómics nipones, pero la intriga ya fluye desde el primer momento que sabes sobre qué va. Y de hecho, el primer volumen de esta saga fluye tan rápidamente con tantas preguntas sin respuesta que puede abrumar: casi todos los habitantes de la pequeña isla de Amakura mueren en extrañas circunstancias, salvo tres de los isleños. El policía Taichi Kogure sospecha que el gobierno está ocultando algo y decide pedirle ayuda a Kyoya Iida, un ex-detective de Shinjuku, apodado “Diablo”, por sus métodos poco ortodoxos. Kogure intenta descubrir un caso que parece encubierto por el estado…

Tenemos intriga, terror psicológico (en cualquier momento puedes morir y no tienes idea de por qué), y un brote vírico que parece que es lo que mató a todos los residentes. Pero, ¿por qué Kogure, su cuñado y su sobrino salieron indemnes? Hasta la última de las páginas no encontraremos respuesta. Por eso lo chulo de pillarse el integral que Norma Editorial ha decidido publicar de esta obra para así poder devorarla de un tirón. Es lo que pide una trama así. Las intrigas muchas veces son malas y se enredan en el estómago. Hay que dejar claro que Kogure pierde a su hermana menor, esposa e hijo en esta supuesta peste que ha asolado a la isla. Por lo que ya tenemos a un prota desquiciado, empecinado en querer averiguar qué sucedió realmente. El mejor testigo para lo que el detective Kyoya se va a encontrar.

¿Secretos de estado? ¿Terrorismo? ¿Un terror oculto ancestral en la isla? Os dejo que os surjan las mismas dudas que tuve yo cuando asalté esta obra impulsado por la curiosidad. Aunque os adelanto que el mangaka Takahashi pareció simplificar el final de esta serie porque todo llega muy de repente al final. Un final de infarto. Y si bien se da a entender al principio que estamos ante un conflicto que podría producirse a escala internacional, lo que me llenó de expectación y me encantó, fue el pensar en las posibilidades de la historia, una trama que podría estar ocurriendo ahora mismo en cualquier isla remota del Pacífico y aún no lo sabemos.

Y un tercer volumen (incluido) que deja un final abierto que me gustó aun más por ser amante de eso mismo, los finales abiertos. Aunque soy consciente que hay bastante cantidad de gente a la que esto no le gusta. Pero una primera parte impresionante, no te la quita nadie.

La obra de arte del sensei Takahashi es bastante buena, me dijeron.

Buscaré más.