Reseña: Cazadores de Savia, de Genefort y Ristorcelli

Cazadores de Savia es lectura agradable en cualquier caso. Y es que Los Humanos siguen explorando e ilustrando el universo de las novelas de Laurent Genefort, un autor que no conozco muy bien (hasta ahora sólo he leído la adaptación de Le Sang des immortels), pero es cierto que Ristorcelli hace algo bueno con su historia, se toma su tiempo para desarrollar la trama, a lo largo de más de cien páginas, y eso nos permite recrearnos entre bastantes páginas contemplativas hasta que intercala con fuertes tensiones la historia. Una que se desarrolla a ritmo sugerente pero nunca aburrido. Estas fueron las sensaciones que me quedaron tras leer este álbum de cómic europeo que Yermo Ediciones recién publica en nuestro país.

La acción se desarrolla en un planeta extraño y desconocido, en el que conviven (¡más o menos bien!) diversos pueblos humanoides y especies de animales tan exóticas como amenazantes (aunque el bestiario no es realmente lo importante aquí). Nos trasladamos a un planeta fantástico donde toda la vida se concentra en una enorme cubierta vegetal, los humanos viven en enormes árboles (encontramos lo mismo en otro contexto, en una Tierra post-apocalíptica) en Arbomundo. Un lugar que parece estar en decadencia cuando un grupo de humanos (de un pueblo enemigo) se embarcan en una búsqueda para descubrir la fuente del avance del Mal que están sufriendo y que pretende amenazar a toda raza viviente.

Porque las gigantescas ramas de Arbomundo albergan un grupo de clanes.  Y uno de ellos son los cazadores de savia. Y Pierig ha sido capturado por este clan guerrero. Se comprende que sus dotes como zahorí son el tema candente aquí. Sus virtudes son necesarias.

Su búsqueda, su rescate, el viaje, quizás sea una lucha contra algo que no es otra cosa que un enemigo común al que tendrán que unirse todos para poder vencer. ¿He visto una historia antes sobre un pueblo que vive en armonía en un árbol gigante? Avatar, de James Cameron. ¿Se parecen? Muy poco. Se explora un “ramal” diferente de dicha base argumental. Una enfermedad incurable que afecta al árbol creando desolación con ramas muertas y una expedición de rescate para encontrar una solución. La escena inicial sobre la masacre del pueblo de nuestro héroe Pierig por parte de otra tribu es muy potente.

Un cómic, un one-shot, un álbum para disfrutar de una sentada que si te mola, ten cuidado, porque puede que ames las buenas historias de fantasía y ciencia ficción.

Reseña: Veneno Vol.1, de Laurent Astier

Emily, hija de una prostituta, llega a un pueblo del Oeste. Pero no es una mariposita cualquiera…

Tras este «anuncio» quería saber más. Veneno olía a buen cómic europeo del Oeste. ¿Me equivoqué? Veremos: tenemos un western que recupera muchos estereotipos del género, y es interesante y suficientemente intrigante con su narración intercalada con flashbacks que muestran la infancia de una niña en un burdel y la de cosas chungas que allí ve. Una vez adulta, regresa al pueblo y causa estragos haciendo correr la voz sobre diversos temas. Eso en un principio porque huele a que está ocultando muy bien el plan que tiene entre manos. Al parecer, la heroína (apodada Veneno por un explorador apache), arrastra un duro pasado, y claramente estamos ante una historia de venganza, de las que Clint Eastwood sería capaz de llevar de forma molona a la gran pantalla. ¿Es un tema manido y aún más dentro del western? Por supuesto. Pero Laurent Astier demuestra un guion atractivo en lo que puede ser una de las series más chulas que uno/a puede disfrutar este año que comienza en nuestro país.

Primer álbum que comienza bien ambientando la escena y los personajes, podemos adivinar algo no católico bajo las motivaciones de Emily, que sugiere algo interesante, sobre todo porque este western tiene una muy buena ambientación. Un rincón perdido de Colorado, acción ambientada en 1900, principios del siglo XX, cuando Occidente estaba cambiando, una heroína con un carácter rudo y un hermoso atuendo. Ideas que son cautivadoras para empezar la trama, sobre todo, porque es una historia directa que va como un tiro. Comienza en un burdel, llegamos a Silver Creek, hay un asesinato, luego una cacería y terminamos en una reserva comanche… Y mezcla lo ficticio y lo real, como mola que se haga en los westerns. Estamos hablando de Butch Cassidy, el salvaje Wild Bunch, Geronimo, Quanah Parker, Tom Horn y Charlie Siringo y Sundance (personaje que tiene otra serie en Glénat, por cierto). Eso sin contar los chicos de Pinkerton… toda una serie de gente que realmente existió. Toda esta people sale en la serie, el problema es que tendremos que esperar a más publicaciones para verlos a todos. Esperar. La dura espera. Pero lo que importa es que Veneno es un álbum recomendable que está aquí. Con una portada atractiva, cómic contenedor de una trama con personaje solitario de una chica carismática que hace que quieras saber más.

Del dibujo de Astier no tenía muy buenos recuerdos de Cirk, aunque cierto es que Comment faire fortune en juin 40 me encantó. Como dibujante, es irregular. Pero encontré sus mejores trazos aquí. Su dibujó además se nota que ha mejorado con el paso del tiempo aunque todavia le queda algo que definir. Especialmente, los rostros y aún más el de las personas mayores (el viejecito del principio, por ejemplo). Aunque son lo que son, quejas porque sí. Este álbum tiene unos dibujos del pueblo y el desierto sorprendentes. Muy en el estilo de Ralph Meyer, así que no está mal. Una última pega sería decir que yo habría traducido el título de la serie tal cual (La Venin – La Veneno), así desprende el personaje más maldad, si cabe.

Me gustan los westerns, aún más los que se hacen dentro de la BD. Y este cumple su papel con creces. Emily en busca de venganza y sin miedo. Una joven que no tiene nada que envidiar a los héroes más duros del Far West.

Reseña: Las Tierras de Ogon, de Jean-Luc Istin, Jarry, Duarte y Alex Sierra

Después de Elfos (https://www.yermoediciones.com/catalogo/elfos/), Enanos (https://www.yermoediciones.com/catalogo/enanos/), Orcos & Goblins (https://www.yermoediciones.com/catalogo/orcos-y-goblins/) y Magos (https://www.yermoediciones.com/catalogo/magos/), aquí están Las Tierras de Ogon; la quinta variación de este universo fantástico creado por Jean-Luc Istin y Nicolas Jarry y al dibujo de Kyko Duarte y Alex Sierra. Había que atreverse y Yermo Ediciones no se contuvo. Ya me diréis si venden estas series de cómics europeo o no porque yo veo a todo el mundo encantado con ellas. Pero, ¿era imprescindible esta nueva serie? Honestamente no. ¿Es efectiva? Afortunadamente sí. Encontramos el saber hacer de los autores (Istin y Duarte son insistentes en este universo y se sienten inspirados), y eso siempre esplende. Para aquellos que siguen un poco este mundo, Las Tierras de Ogon son una especie de tierra olvidada, un nuevo continente que actúa como espejo de Arran, los elfos rojos habrían estado exiliados aquí hace muchas eras…

Intentándonos alejar de la camisa de fuerza de la Fantasía que representa Tolkien o un poco más en este caso Dungeons & Dragons, este nuevo mundo muestra diferentes estilos de vida inspirados en los inuit o en las tribus africanas, y está poblado por nuevas criaturas. Nos topamos, entre otros, con los centauros o los togs (un pueblo de monos que se encuentran en el extremo norte de Arran). Más allá de esta relativa novedad en términos de contexto, encontramos el mismo patrón en términos de historia que en muchos álbumes de las series antes mencionadas. Pero seguimos con el encanto que los autores saben aportar. Por lo que tenemos en Las Tierras de Ogon una nueva serie de álbumes disfrutables que recién sale a la venta este mes. Una aventura en un efectivo volumen con nuevos temas potenciales y una parte gráfica siempre atractiva. Tenemos lo que sería un ciclo paralelo a las Tierras o Guerras de Arran, que puede describirse como el segundo ciclo principal del Mundo de Vientoligero. El escenario funciona en cuanto a ambientación. Va bien. Pero siendo sincero ya me tenía ganado anteriormente. Así que solo me quedó disfrutar de más información del mundo, sobre todo, en el segundo álbum Caras Blancas (este primer volumen trae los dos primeros), escrito por Nicolas Jarry, mi mentor favorito de la serie Enanos, y dibujado por un artista español del que sólo puedo hablar maravillas y no solo porque sea uno de mis «colegas» de FB, al cual descubrí con su maravillosa Hel’Blar (https://www.yermoediciones.com/producto/helblar-1-los-cazadores-de-draugar/).

¿Y de qué va la cosa? Tenemos como os decía fantasía de inspiración africana en un principio, como rara vez vemos en los cómics, y aunque no encuentro el concepto particularmente estúpido en estos tiempos, al menos tiene el mérito de existir y finalmente ser propuesto. A veces hay algo de inventiva, pero visualmente son un poco los mismos conceptos visuales «africanizados» (los centauros son mitad hombre, mitad jirafa, etc.). Y una historia bastante clásica pero terriblemente efectiva, donde encontramos elementos del shonen japonés, el viaje del héroe muchas veces visto y leído teorizado por Joseph Campbell, etc. Todo con salsa de la que promueve siempre Jarry, con humor, aventura con momentos de heroísmo y cargados de drama y tensión. Siempre a buen ritmo con el clímax, tenemos una historia completa en conjunto, que se mantiene unida y de la que queremos desesperadamente saber más tras este díptico. ¡Quiero leer la continuación de las aventuras de Itomë y Djo-Djo!

Siempre que un buen universo se enriquezca, es motivo de celebración.

Reseña: Njinga, la Leona de Matamba, de Pécau y Alessia de Vincenz

Una serie muy chula de cómic europeo que está llevando adelante en nuestro país Yermo Ediciones es Las Reinas de Sangre; donde se pueden encontrar obrazas con dibujazos, cómics, basados en mujeres históricas de renombre, heroínas de nuestra raza en las diferentes partes del mundo. Y donde el último volumen disfrutado ha sido Njinga, la leona de Matamba, que nos lleva a 1617, en la zona oeste de África, cuando muere el rey de Ndongo, y su hijo Ngola Mbandi es coronado. Pero enseguida se ve incapaz de hacer frente a las ofensivas portuguesas que quieren anexar su reino, y desesperado, manda como embajadora a su hermana Njinga a Luanda, la cual muestra unas tremendas dotes como negociadora. Dos álbumes recogidos en un solo volumen para la ocasión.

El África negra estaba hasta ahora prácticamente ausente de la colección Las Reinas de Sangre, hecho que se ha reparado con este díptico que nos cuenta la historia de Njinga Mbandi, que se convertirá en reina de Ndongo (que más tarde será llamada Angola). Como os decía, estamos a principios del siglo XVII, el nuevo rey de Ndongo es incapaz de contener las ofensivas portuguesas para apoderarse del reino. Por tanto, envía a su hermana Njinga, que demostrará ser una diplomática formidable. Habla portugués con fluidez, se niega a ceder ante las tradiciones coloniales y es, sobre todo, muy inteligente. Negociará la vestimenta con los jesuitas y con el gobernador del lugar para intentar mantener la autonomía del reino. Evidentemente, el gobernador en funciones hará todo lo posible para no respetar sus compromisos, empujando a Njinga a reacciones radicales. Porque cuando se trata de crueldad y en el género del “sin cuartel”, la que rápidamente se consagrará como reina sabrá como plantar cara. Recordando que ella viene de una buena escuela con su hermano, el cual hizo asesinar a todos los descendientes de su familia y esterilizar a todas las mujeres de su línea…

Njinga, la leona de Matamba es un álbum cautivador que me permitió descubrir una parte de la colonización portuguesa que no conocía. Y, sobre todo, a una mujer de carácter y fuerza. El «choque de culturas» de la época queda bien demostrado, así como la complacencia y el sentimiento de superioridad de los colonos que inevitablemente les servirán mal. El álbum cuenta con el dibujo realista de Alessia de Vincenzi, bastante agradable y preciso, tanto en los decorados como en el vestuario. Aunque lo menos que podemos decir es que Njinga es un cómic realista. La prota no es tímida y no duda en matar a todos los individuos que se interponen en su camino. Excelente diplomática, se “convirtió” a la fe católica bajo la égida de los jesuitas que seguían al invasor portugués, pero fue para espiar mejor al enemigo.

También es muy interesante notar que las potencias europeas (aquí a través de Portugal), tenían una visión retrógrada, negativa y degradante de los nativos. Desde el momento en que los pueblos tribales no eran blancos, eran considerados salvajes. Una observación idéntica a la de los blancos hacia las tribus nativas americanas en USA durante la conquista de Occidente. No sé…, pero tiene un carácter particular y está muy captado el exotismo de la historia en la sensualidad de esta leona de Matamba.

Sigue siendo un descubrimiento interesante esta serie porque cada título es una sorpresa; chicas, mujeres, empoderadas, señoras de época dándolo todo. Personajes insólitos por descubrir.

Reseña: Horizontes Amargos, de LF Bollée y Laura Guglielmo

En Horizontes Amargos, una vez más, Laurent-Frédéric Bollée nos regala un álbum impecablemente producido, que llena un vacío en la historia del cómic. Con muy pocos personajes significativos, una trama cuya importancia histórica está demostrada. ¿Por qué? Porque Horizontes Amargos trata sobre gente olvidada que no se debería olvidar tan fácilmente. Matthew Flinders deseaba cartografiar nada más y nada menos que Australia, el continente de moda por aquel entonces que se acababa de descubrir. Y lo más importante, demostrar a todos lo que le indicaba su intuición: ¡Tenía que ser una isla! Como os decía hay muchos (y muchos) grandes hombres y grandes mujeres, olvidados por la Historia porque se les escapó por poco una hazaña importante, porque casi se convierten en los primeros en hacer esto o aquello… y Matthew Flinders fue uno de ellos. A principios del siglo XIX, este apasionado explorador, que ya había realizado conjuntamente la primera circunnavegación de la isla de Tasmania (es decir, la rodeó en barco para demostrar que efectivamente era una isla), estaba convencido de que las grandes tierras situadas al norte eran también una sola isla. Una ENORME isla, casi un continente. Por lo tanto, hizo todo lo posible para convencer a un almirante para que le confíe una misión de exploración, a costa probablemente de su vida familiar (a punto de casarse estaba). Pero Flinders era de esos hombres que sentía que había nacido para hacer algo importante en esta vida y decidió tirar por ese camino. DEBÍA IR, y más cuando le llegan noticias sobre una expedición organizada por el enemigo hereditario, Francia, para tal proyecto.

Cómics europeos, de aventuras e históricos en gran parte, en mi opinión, debían ser de obligada lectura en colegios e institutos. En un mundo tan visual como en el que estamos, que mejor forma de enseñar. Un cómic europeo que aporta una gran historia, contenedor además de grandes ilustraciones como las que normalmente se elaboran en la BD. Horizontes Amargos es un ejemplo de cómic bien hecho. Aparte de que esplende la pasión del autor LF Bollée por esta increíble historia. Un gran título que tenemos en librerías gracias a Yermo Ediciones. Un volumen que no logra aburrir con sucesos históricos. Pero más allá de la precisión histórica, existe ese saber hacer de un ya viejo viajero del cómic -si mis cálculos son correctos-, tiene más de sesenta álbumes publicados este señor. Y miles de lectores que le siguen el paso.

La historia de Flinders merecía ser llevada al cómic, y Laurent-Frédéric Bollée, apasionado de la historia de la exploración de Australia (recordemos los grandes álbumes Terra Australis y Terra Doloris), sin duda, es el autor ideal para hacerlo. Su pasión además está en cada diálogo donde se siente la obsesión de Flinders, reflejo de la de Bollée. Flinders era obsesivo, pero no obsesivo hasta el último grado. Por lo que en ciertos momentos, la ingenuidad le llevó a cometer errores, lo que pagó no con su vida, sino con su libertad durante años.

Para apoyarse en la creación de este magnífico álbum, Bollée contrató los servicios de Laura Guglielmo, una diseñadora italiana cuyo trabajo acabo de descubrir. De la que puedo decir que en Horizontes Amargos da un poderoso paso adelante para entrar en la BD aportando un dibujo dotado de un realismo importante. Y revelándose como una maestra de las atmósferas -también realistas-, para encajar lo más posible con la dimensión histórica de la historia. Sin florituras, sin fantasías, pero sí con cierto talento para crear escenarios bonitos, personajes que tienen presencia física. PRESENCIA. Si has leído hasta aquí, creo que Horizontes Amargos debería estar entre tus próximas compras.

Reseña: Los Dominantes, de Runberg y Toledano

Los Dominantes abre con una máxima de la que yo no tengo ninguna que es cierta: ¿Y si la mayor amenaza para la humanidad fuera ella misma? Aparte de esto, representa muy bien lo que sucedería si una raza alienígena decidiera hacerse con el planeta Tierra. Tres puntos. Hay o habría los que deciden adaptarse y convivir con los invasores. Segundo: los que optan por resistir y reclutar gente para formar la Resistencia. Y por último, los que les rendirían culto como si de dioses o una invasión divina se tratara. Que de estos últimos, sin duda, habría bastantes porque el ser humano parece estar hecho para creer. Al menos, ante el miedo.

A medida que el país más poderoso de la Tierra se acercaba a las elecciones presidenciales de 2020, una terrible epidemia de origen desconocido azota al país y mata a más de ochenta millones de personas. Justo después, el país, el mundo o lo que queda de él, ve aterrizar formas de vida desconocidas, criaturas terrestres o voladoras que no parecen querer entrar en contacto con los seres humanos. Aterrizan en distintos puntos del planeta y trastornan la vida de las personas con su presencia. Aquella mañana, de camino a Los Ángeles, Andrew tuvo que detenerse a un lado de la carretera, sufriendo fuertes náuseas y vómitos. Este es el efecto que provoca el paso de un nauseabundo alienígena si lo tienes en las proximidades.

Ahora… Han pasado más de siete años desde que la vida de todos los supervivientes se transformara por completo. La gente se agrupa en pequeñas comunidades, comparte la comida que escasea y se protegen unos a otros como pueden. Aquellos que iniciaron la Resistencia a la presencia de los aliens se han convertido en terroristas que cobran rescate a su paso, matando indiscriminadamente, provocando más miedo que apoyo. La prensa sólo existe local y artesanalmente, Internet ha dejado de funcionar, nadie sabe en qué se ha convertido el resto del mundo. Sin embargo, las centrales nucleares siguen funcionando, lo que permite la circulación de vehículos eléctricos… Y volviendo a Andrew, este continúa su viaje hacia un museo donde espera encontrar pinturas que representen escenas de la vida familiar. Esta es su forma de aguantar, soportar, sin noticias de su familia desde la llegada de la Gran Cepa.

Runberg sabe cómo capturar el espíritu de los tiempos. Lo que está de moda. Con este virus que ha devastado a la humanidad, muchos recordarán lo recientemente pasado con el coronavirus. Aunque le pone la guinda con el tema de la invasión extraterrestre. Y a los que leemos CF de toda la vida, estos dos ingredientes nos llevan lógicamente a pensar en La guerra de los mundos, de H. G. Wells. Por lo que tenemos una historia, un tomo, un volumen que se disfruta bastante bien pero donde muchos no vais a encontrar originalidad. Los aliens son monstruos enormes con formas diferentes pero siempre tirando «a lo crustáceo». De ellos se sabe bastante poco. Cada especie causa daños diferentes, pero a menudo destructivos, a su entorno o a los humanos cercanos, aunque parece que exploten a estos de ninguna forma (que se sepa). Lo que da lugar a imaginarse cualquier cosa. Eso me gustó.

En cuanto al dibujo de Toledano, es correcto, incluso bueno, pero no me gusta mucho el coloreado, evidentemente, renderizado de ordenador. Llámenme viejo pero donde se ponga la mano -nunca mejor dicho- del hombre… que se quite todo lo demás.

Virus, epidemias, oscurantismo, el mundo que se va a la mierda, aquello recientemente comentado en un tribunal norteamericano sobre lo próximo que tenemos ya una visita extraterrestre… Pocas veces he visto en un cómic, un tema tan premonitorio tan en sintonía con nuestra actualidad.

Reseña: Catamount Vol. 1, de Benjamin Blasco Martinez

Catamount consta actualmente de cuatro álbumes y Yermo Ediciones acaba de publicar un primer volumen que contiene los dos primeros. El primer título puede leerse como un relato completo. Los álbumes segundo y tercero forman un díptico, por lo que ya sabéis que aquí hay cliffhanger. Mmmm… Pero todo sea por poder completarlo con una segunda publicación en el que supuestamente aparecerá el cuarto título que también es una historia completa así como lo que parece que será el final de un ciclo. De hecho, me contaron mis «pajaritos” que ese cuarto título de Catamount es todo un espectáculo por que en él, el prota ya se ha convertido en una leyenda y da paso a su «nueva» vida. Ganazas.

Pero vamos a lo que tenemos; la serie ofrece temas extremadamente clásicos para el género. El primer volumen es una historia de colonos víctimas de la venganza ciega de los indios. ¿Típico? Sí. ¿Uso recurrente de una historia grabada a fuego para los que gustan de las historias del Oeste clásicas? También. Es una trama bastante fiel a lo utilizado en los westerns americanos de principios de los 60, mientras que los siguientes volúmenes están mucho más marcados por el espíritu de los spaghetti western de los años 60 y 70 (fuertes homenajes al Grand Silence son además identificables). La segunda historia me enamoró por lo que cuenta. Y aunque la trama central nos sitúa en plena conquista del Oeste cuando la familia Osborne recoge a un recién nacido, el único superviviente de una caravana de colonos asesinados por los indios cheyenne. Niño al que llamarán Catamount (gato de las praderas). Años después, Catamount se convertirá en un vaquero y magnífico pistolero gracias a las enseñanzas de un viejo trampero. Pero el deseo de vengarse de los asesinos de su familia lo llevará a alejarse de la vida en el rancho y adentrarse en las praderas del Lejano Oeste. La segunda trama gira en torno a la construcción de una línea ferroviaria, cosa que me moló cantidad.

Como aficionado al western tardío (he contado en ocasiones que nunca me gustó el género quizás porque era lo que más le molaba a todo el mundo en mi niñez), con el paso de los años y las similitudes encontradas con el género negro, me enganché. Y, en este caso, confieso haberme sorprendido gratamente por estas historias que al parecer son adaptaciones de una trilogía de un autor francés de principios del siglo XX llamado Albert Bonneau. Mas, yo las disfrutó así. En cómic. Porque aunque he intentado leer novelas western (y me fui a las buenas, a los clásicos), son un tipo de lectura que no me llega al cien por cien. Pero en formato cómic, oh dioses, si las disfruto.

Y tiene mucha culpa el dibujo. En Catamount, si el primer volumen es, a mi gusto, el más arquetípico de lo que se puede esperar del western, el siguiente da un cambio del copón y se ve tremendamente más elaborado. Eso sin contar que los personajes cobran profundidad y la mayoría de personajes principales acaban revelando cierto lado oscuro o ciertos secretos (no es que la humanidad de cualquier personaje deba tener una cuota intrínseca de oscuridad… pero se vuelven mucho más creíble, sobre todo, en el Far West de finales del siglo XIX). Pero hablaba del dibujo. Aprecié mucho el trazo nervioso y ahumado de Benjamín Blasco-Martínez, que a partir del segundo volumen se afirma aún más y se vuelve más preciso y sustentado. Sus atmósferas de montaña o bosque son sencillamente cautivadoras, y las expresiones de sus personajes están muy bien plasmadas.

Amantes del western, tenemos cómic digno de atención.

Reseña: URBAN (Integral), de Luc Brunschwig y Roberto Ricci

Otro genial tomo integral de buen cómic europeo que se ha publicado hace nada y que no debiera pasar desapercibido, sobre todo, por el buen amante de la Ciencia Ficción es Urban. Un integralazo que se marca Yermo Ediciones con cantidad de puntos positivos, y que tuvo mucha expectativa con la salida de cada nuevo álbum al otro lado de los Pirineos.

Cantidad de preguntas en las tramas que no dejan de ser ramales que brotan (y vas descubriendo) de un trasfondo o argumento principal. Algunas de esas historias, os dejarán con el culo torcido por ser contadas mediante flashbacks que ayudan a completar las tramas que conforman el puzzle que se abre en la mente del lector cuando empiezas a leer Urban.

Urban es potente porque contiene dos puntos muy logrados. Por un lado, tenemos un universo escalofriante e hipnótico, la empatía mostrada por muchos protagonistas. Por otro el trasfondo de los personajes secundarios que son una maravilla acompañando las tramas. Del guion me gustó mucho el trasfondo psicológico que tienen ciertos detalles, insisto, por parte de los personajes. Da la sensación (por como se comportan) que provienen o están adaptados de ciertas entidades reales con un pasado real (las malas maneras del hombre nunca se enmascaran). Eso sin contar a lo que les lleva su libre albedrío: giros regulares inteligentes, la insistencia en el tiempo extra, normalmente, infrautilizado… La historia en sí, cuenta que Zacchary Buzz proviene de una familia de granjeros pero lo deja todo para irse a vivir a Mi Placer, una gran ciudad dedicada al ocio, el juego, los placeres de la vida… Siguiendo como modelo al mayor justiciero de todos los tiempos, sueña con unirse a la mejor policía del mundo: la Urban Interceptor. Pero Mi Placer no es un sitio cualquiera. En realidad, es una especie de urbe-empresa hipercontrolada, dirigida por un jefe omnipresente, el cual, con grandes refuerzos de cámaras y pantallas gigantes, controla toda la ciudad y sigue en directo las más mínimas acciones y gestos de sus habitantes. Y es que Mi Placer está bajo el control de A.L.I.C.E., un sistema automatizado formado por robots limpiadores del mal que cazan a ladrones con métodos bastante “sutiles”. El sistema de control ideado permite a la policía presentarse in situ a poco que un delito real se cometa. Y es que en Mi Placer tiene cabida todo-todito-todo (encontramos los cuerpos mutilados de varias niñas, por ejemplo). Una de las terribles tramas por las que tendrá que pasar el protagonista, uno de los horrores que le hará pensar si trabajar par la Urban Interceptor era tan ideal como imaginaba.

Y el caso de las niñas solo es una de las tramas por las que tendrá que pasar. Sumad a eso ciertas intrigas como que el investigador principal más conocido sea asesinado y sustituido por uno demasiado sospechoso para ocupar su lugar, un teatro de acusaciones y delitos enmascarados o una cacería que se escenifica en vivo como programa de juegos donde los espectadores pueden apostar a la muerte de uno de los dos protagonistas. Zach, que soñaba con la justicia, descubre que todo es violencia y cinismo y que el mundo mágico de Mi Placer es demasiado cruel para formar parte de él.

Una historia de CF que sí, que el que haya leído mucha Ciencia Ficción le va a encontrar muchas similitudes a otras (1984, Campo de Concentración, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas o Blade Runner, la serie de TV Westworld…). Estoy de acuerdo en que también traslada una ácida crítica al mundo del ocio contemporáneo. Pero es una historia general que atrapa. Cinco álbumes reunidos que hacen que te compense el tiempo y dinero por la obra que tienes entre manos. El mundo a descubrir aquí te “afecta”.

Aparte, amé muy por encima de todo, el dibujo del señor Roberto Ricci, al que pienso seguir en todo lo que ilustre porque sus diseños son geniales. En ocasiones, tuve la sensación de estar leyendo algo que podría ser la versión seria de Goomer incluyendo en el pedido también unos dibujos evolucionados y estilizados como los que consigue Ricci. Diseño minucioso, variado y detallado.

En resumen, muchas cosas buenas.

Reseña: La República de la Calavera, de Vincent Brugeas y Ronan Toulhoat

La lectura del prefacio mezclada con las opiniones muy positivas que tengo de Vincent Brugeas, todo eso me calentó a leerme rápidamente La República de la Calavera aprovechando que Yermo Ediciones la acaba de publicar en nuestro idioma. En términos de aventura para degustar en estos tiempos que corren de piscina y playa es ideal gracias a su narrativa fluida y los maravillosos y evocadores dibujos de Ronan Toulhoat. Eso sin contar que nos encontramos con personajes con personalidades lo suficientemente diferentes como para emitir un arco iris y un elenco animado que engancha. Sí, los dibujos también enganchan porque Toulhoat le da mucha expresividad a los personajes y la coloración. Lo que repercute en un estilo narrativo hábilmente elegido que muestra lo que debió ser el destino escrito e inevitable de ser un señor pirata.

Las Bahamas, 1718. En una feroz lucha, el capitán pirata Sylla, asistido por su contramaestre Olivier de Vannes y sus hombres, toma posesión de un barco inglés. Contra todo pronóstico, en lugar de masacrar a los tripulantes, los piratas los invitan a unirse a ellos. Pero siempre en nombre de los principios que les son propios: libertad, democracia y fraternidad. Con el paso del tiempo tenemos a Olivier de Vannes, que se ha convertido en el capitán del barco recién capturado, el cual un día se cruza con una fragata que enarbola una bandera portuguesa. Lo toma. El barco parece abandonado, pero los esclavos negros que se amotinaron están a bordo. A su cabeza, la reina Maryam…

Marcada por las reflexiones de Olivier en su cuaderno de bitácora, esta historia confronta dos visiones del mundo: la de los piratas que se rebelan contra el orden establecido y la de una reina que reina sin oposición. Pero aunque no se puedan ver el uno al otro, parecen tener un enemigo en común que bien podría dar luz verde a una alianza.

La República de la Calavera es menos sanguinaria, menos violenta y menos bárbara que Ira Dei, por ejemplo; obra anterior de estos dos autores. Aquí, sin embargo, el trazo del lápiz y la poderosa ambientación que propone, traslada al lector de todas-todas. Y aunque los autores se empeñan en mostrar el tremendo punto de vista democrático y pacífico que existía en el mundo pirata… ¡Sigue siendo una gran aventura pirata! Por lo que me encuentro con un álbum que había rechazado cuando salió, a pesar de la buena respuesta de algunos conocidos, pero dado los autores que había detrás y lo gran vicioso que soy con el tema pirata en verano, tenía que llegar y pasó a través de mí, quizás, en el momento adecuado. Porque puede ser la mejor lectura, sin duda, que voy a disfrutar este verano. Una aventura pirata que se completa con un Epílogo. ¿Qué? Sí, un súper interesante Epílogo que aporta información, un completísimo trabajo de documentación que se añade al final del tomo, donde se nos sitúa para ser conscientes de lo que la esclavitud, el colonialismo, los ideales del pueblo y la piratería eran en este tiempo. Maryam es el personaje que más me ha gustado por todos los símbolos que transmite. ¡Lo suficiente como para barrer prejuicios con el dorso de la mano! Se la compara con Njinga, una antigua reina de Ndongo y Matamba que luchó contra el imperialismo portugués en el siglo XVII (viene reportado en tan tremendo Epílogo). Me parece bastante brillante que un cómic que se centra en la piratería en sus pros y sus contras, añada un extra así.

Contrariamente a lo que sugiere la imaginación popular, los piratas eran lo opuesto a la figura del bruto sanguinario. Las decisiones eran discutidas y votadas. Conformaron los grandes principios de lo que los romanos llamaron República. Y en La República de la Calavera se refleja eso muy bien. Una historia donde más allá de la formidable aventura humana protagonizada por memorables escenas de batallas y múltiples aventuras, aparece implícita una inteligente reflexión que encuentra eco en los conflictos sociales de nuestro tiempo. Trabajar la memoria de los vencidos. Maravilloso. Un amante del mundo pirata, lo va a flipar.

Reseña: Pocahontas, de Patrick Prugne

Patrick Prugne es un autor en el que poner en el ojo y en nuestro país lo demuestra que haya varias editoriales que ya han publicado obras suyas. Norma Editorial (en breve), Ponent Mon, Yermo Ediciones… Un autor muy versátil aunque casi que se le ve bastante el plumero en lo que respecta a su amor por la crónica histórica norteamericana. Con esta idea, por ejemplo, le dio por hacer un cómic sobre la “historia india», aludiendo a un famoso personaje (gracias a Disney) como es Pocahontas. Pero el personaje real.

En este álbum tenemos una historia donde la precisión histórica es nítida, el autor ha investigado los hechos, los personajes, pero también los barcos, las armas, la estructura del fuerte construido por los colonos… Todo al servicio de una historia que es ciertamente clásica pero cautivadora a poco que te pongas con ella. Y extraordinariamente narrada. Por lo que se convierte en otro recordatorio más de los horrores de la colonización de América del Norte que hicieron LOS INGLESES. ¿Por qué en mayúsculas? Fácil. Quiero recalcar que todos los colonizadores, todos, en un porcentaje muy alto, fueron maltratadores. Casi que venía con la indumentaria serlo. Y en cierto modo era normal. Tú conquistas, nadie en general quiero ser conquistado, que te arrebaten su libertad y sus pertenencias… Por lo tanto, fuerzas al otro, lo sometes, pero que nadie me diga y promueva que más que otros pueblos conquistadores los españoles fueron los peor. Que nadie borre del cartel a todos los demás. No se lo cree nadie. Todos iguales en mayor o menor medida. Y ahora, después de este alegato que me saca de quicio porque si ha habido alguien pirata y ladrón a lo largo de la historia ese ha sido el Imperio Inglés…, ahora debo calmarme para decir que Patrick Prugne nos lleva de vuelta a la Norteamérica primigenia tras la publicación de Tomahawk (2020), una obra que también debería cruzar los Pirineos.

La historia real de Pocahontas, hija del jefe de una tribu india que conocerá a los primeros exploradores británicos desembarcados cerca de la bahía de Chesapeake. La trama de la historia se desarrolla de la siguiente manera: los colonos británicos vendrán a construir un fuerte cerca del río James y si el contacto no se establece inmediatamente con los lugareños (por contacto me refiero a un encuentro cortés y no a una batalla de flechas) podemos sentir una desconfianza de estos últimos hacia los ingleses. Oliver Pitt, el narrador de la historia, será hecho prisionero por los indios y tejerá un fuerte vínculo con Pocahontas, pero deberá confiar en la perfidia de su superior, una verdadera escoria…

Si siempre es un verdadero placer poder admirar los dibujos en acuarela de Prugne, cabe señalar, sin embargo, que los paisajes elegidos son a menudo los mismos en comparación con álbumes anteriores. Pero claro, ¿quién detecta esto? O bien alguien que haya pasado de un cómic suyo a otro o alguien que tenga tan buena memoria como yo. Y lo mismo para los rostros de los personajes. Es mi queja. Pero casi que no es una queja pues, ¿qué autor no sufre de repetirse? Mucho menos el caso de un ilustrador.

Mas, también mola (aunque no sea la fecha ideal para ello) que toda la historia es en invierno (sin duda, la retomaré para entonces) porque es una delicia la vista de los bosques nevados que representa este señor. Casi se siente el frío al más puro estilo El Renacido, el film de Alejandro González Iñárritu y Di Caprio. Las grandes vistas nos permiten sumergirnos en la atmósfera de los primigenios bosques norteamericanos y obviamente tenemos derecho a magníficas tomas de animales de todo tipo o indios en comunión con la naturaleza. Es una magnífica sensación tener derecho a un título que contiene quince páginas con hermosos dibujos a doble página como si de un cuaderno gráfico se tratara.

Aquí, Prugne hace de Prugne, pero quiero más.