Reseña: Biblioteca Michael Moorcock. Elric, La Ciudad de los Sueños, de Roy Thomas y P. Craig Russell

Uno de los más potentes títulos que está sacando Yermo Ediciones son las obras de Elric de Melniboné. Un gran clásico de la literatura fantástica creado por el maestro Michael Moorcock, un maravilloso personaje que al igual que otros, ha visto la luz en formato cómic y con un trabajo (desde siempre) nada desdeñable. Y sinceramente, es lo mismo pero no es igual. De hecho, las sensaciones no se parecen en nada. Al igual que cuando lees un relato de Robert E. Howard y después lees un cómic de Conan en ningún momento tienes la sensación de estar viviendo lo mismo, pese a ser el mismo titulo que el de sus respectivas novelas. De hecho, Elric: La Ciudad de los Sueños, el tercer volumen para dicha Biblioteca Michael Moorcock creada por Yermo Ediciones, contiene la historia que dio a conocer a Elric al medio del noveno arte.

Os decía que Elric: La Ciudad de los Sueños es una adaptación al cómic de la famosa novela de Moorcock. Encontramos nuevamente a un inspirado y empecinado Roy Thomas (con sus historias de Conan a sus espaldas) adaptando para el mundo esta maravillosa historia. Los puntos más relevantes, los rescata de forma muy fiel. La base de la historia es que Elric, el último Emperador de Melniboné, está liderando a un grupo de invasores humanos para saquear su ciudad, Immyyr. Pero su verdadera intención es rescatar a su amor Cymoril de su hermano loco y actual Emperador Yyrkoon. Una de esas historias (si no la primera) del hastío de Elric, la casi predestinada destrucción de su tierra natal y su traición a todos aquellos que en teoría eran sus amigos. Contar más, sería espoilearos la historia, así que leedlo, revisadlo y leedlo nuevamente porque es una de esas pocas joyitas de Fantasía en formato cómic que salen al año.

Elric: La Ciudad de los Sueños fue la segunda incursión de Marvel Comics en el formato de novela gráfica. Un titulo de 1982 de la primera historia del Elric de Michael Moorcock que está llena de magia oscura y espadas; incluida una con gusto por las almas humanas, ya sean enemigas o amigas porque, my friends, Stormbringer siempre moló cantidad.

Roy Thomas es fiel al material original y el arte de P. Craig Russell es sobresaliente como de costumbre. Una epopeya de aventuras fantásticas que abarca mundos y que a aquellos a los que no les gusten los mundos que abarcan épicas fantásticas, aún disfrutan. Punto curioso: aunque conozco al personaje de Elric desde hace años, creo que nunca termino de conocerlo bien. Su nombre es lo que siempre recordamos pero cuando retornas a él, vuelves a descubrir cositas nuevas. Exempli gratia: no sabía que había versiones de él en una «línea de tiempo alternativa» y es que nuestro Elric se reune con algunos de sus otros «yoes» para impulsar aspectos importantes de esta trama y…

No cuento más.

Lo que hicieron y como lo hicieron Roy Thomas y P. Craig Russell con el personaje es una labor magnífica. Yermo Ediciones vuelve a traernos otra joya en tomo, otro diamante en bruto en tapa dura, un manjar para el mejor paladar comiquero, una verdadera maravilla tercer volumen de la Biblioteca Michael Moorcock, números que querrás todos a poco que conozcas uno de ellos. Una obra de una enorme calidad, diferente, con un guión de enganche como pocas veces se encuentra en un cómic de Fantasía. Donde Roy Thomas cogió la esencia, lo mejor de ello y lo llevó al formato ilustrado con la ayuda del maestro Russell, creando así una obra magna donde junto a la trama que se va tejiendo lentamente, llena de suposiciones que luego no se cumplen y que sorprenden con suspense de por medio. Y es que Michael Moorcock fue uno de los escritores contemporáneos más prolíficos e innovadores. Su obra dedicada a la Fantasía ha sido particularmente una de las más influyentes del género, y en ella ha consagrado la figura arquetípica del antihéroe atormentado y acosado por las fuerzas del destino.

Elric de Melniboné es de esos pocos eternos que aún no ha sido llevado a la gran pantalla con criterio. Aunque se rumorea que están en ello.