Reseña: Iluminaciones, de Alan Moore

Me gustaría ver que no solo por aquí decimos que Nocturna Ediciones trae a nuestro país títulos la mar de interesantes así como exitosos al otro lado del charco. A los amantes del fantástico les gustará saber que aparte de toda la obra del genial Joe Hill, acaba de publicar la conocida antología del gran Alan Moore, un libro de relatos del magnífico autor creador de grandes cómics, algunos míticos y eternos como Watchmen, From Hell, V de Vendetta o la mejor época de La Cosa del Pantano jamás creada. Ahora friends, su Iluminaciones ya está entre nosotros.

Hay muchos comiqueros que consideran al guionista británico, el más grande de todos los tiempos. No sé si lo es, pero que transformó los cómics convencionales para siempre, sí que es cierto. Pocos escritores de cómics del pasado o del presente podrían igualar la subversiva creación (y destrucción) de mitos de Moore o la penetrante planificación psicológica que trajo a un campo que fue ampliamente ridiculizado en ciertos años. Pero (¡Oh spoiler!) Moore se retiró de los cómics hace años, una gran pérdida para sus admiradores y la profesión. Volvía y se retiraba. Metía mano en alguna cosilla (cogía pasta) y se retiraba. Pero afortunadamente, Moore nunca se retiró, en verdad, de la narración. Entre sus idas de olla y sus “brujerías”, se convirtió en un escritor de ficción considerable con libros entre los que se incluye la antología de relatos denominada Iluminaciones. Y aunque ninguna de estas obras ha tenido el impacto de lo que hizo en el noveno arte, que es un tío con un don y una imaginación increíble, de eso no os quepa duda.

Iluminaciones es la primera colección de ficción corta de Moore. Un conjunto de sublimidades espeluznantes con más pirotecnia que el 4 de julio en USA. Tramas como un enfriador de sangre instalado en un burdel de otro mundo o un grupo de tristes investigadores sobrenaturales que deciden dejar de lado los estudios de siempre y pasan a buscar entidades a las que «nuestras taxonomías» nos han cegado. Seres que no están en otros mundo, ni en este, ni en el otro, pero visibles todo el tiempo. O ni eso.

La mitad de Illuminations está ocupada por una novela corta que cuenta la historia del siglo del cómic al rastrear a un grupo de creadores tremendamente disfuncionales y al personaje que inició la locura de los superhéroes. Admiro lo que Moore buscaba con esta historia. Mostrar cómo esta institución aparentemente inocua es su propio tipo de Bestia, tanto en sus prácticas comerciales como en el deseo antidemocrático. Una historia que nos lleva al verdadero hijo pródigo de los cómics de superhéroes, que nació para narrar, pero un relato que a pesar de su destreza satírica y astutas impiedades, se vuelve demasiado críptico, o al menos, a mí me lo pareció. Y que da unos “golpes asesinos” sorprendentes. Con mucho béisbol interno y que trata el negocio del pijameo de forma que hará las delicias de los nerds como yo (y volará sobre las cabezas de los no iniciados). La industria del cómic durante los últimos setenta y cinco años desde el punto de vista de varios personajes.

Moore ha escrito una colección de historias dinamita con un manual de monstruos en su interior. Como seres humanos son tramas que revelan nuestras lógicas, nuestros miedos, nuestros deseos y en una sola palabra cómo de monstruos podemos llegar a ser. En la historia donde un anciano nostálgico decide visitar un balneario de su juventud y se topa con el pasado a la vuelta de la esquina, lo podemos ver.

Le oí una vez decir a alguien que los fracasos de Moore son pocos y sus resplandores muchos. En esta antología se percibe eso.

Reseña: La Cabaña del Fin del Mundo, de Paul Tremblay

Una obra impactante de horror psicológico y Terror del bueno que evita el parpadeo durante la lectura, es la nueva novela del fantástico autor del momento en USA, el señor Paul Tremblay. Su nueva novela, La Cabaña del Fin del Mundo, es un thriller muy elogiado por la crítica que ha sido llevado al cine por nada más y nada menos que Michael Night Shyamalan (El Sexto Sentido, El Protegido, Señales, El Bosque, La Visita, Tiempo…). Ahí es nada. Con el título de Llaman a la Puerta aún la podéis encontrar en cartelera.

Tremblay es un autor que siempre que puede basa sus argumentos en la lógica de la situación. Algo muy difícil de hacer dentro del género de Terror. De conseguir que quede bien. En La Cabaña del Fin del Mundo despoja su narrativa de los elementos más raídos en una historia que es casi imposible de revisar sin revelar algunos momentos críticos. Pero lo intentaré. Algo os tendré que contar, ¿no?

Lo hablaba con una compañera hace nada, aunque es una conversación que incluso ya es redundante entre los fans de la literatura de Terror. Debemos estar muy atentos a lo que se publica, porque literatura de Terror en nuestro país, se edita poquísimo, pese a la enorme demanda de adeptos (algo ocultos, eso si) que existen. Nocturna Ediciones, de hecho, es una de las editoriales en las que debéis poner el ojo casi cada mes. Y aunque sí que es cierto que llegan cositas, la verdad que bastante buenas, queremos más. Fuera de nuestras fronteras se publica MUCHO Terror del bueno. Y aquí no llega para satisfacernos.

En La Cabaña del Fin del Mundo hay una pareja que lleva muchos años juntos. Eric y Andrew se conocen bastante bien y deciden tomarse unas merecidas vacaciones en una cabaña remota cerca de un lago en la zona rural de New Hampshire. Les acompaña su hija Wen, una niña china adoptada y muy querida con casi cualquiera que se cruza. Wen es entrañable y auténtica como pocas personas existen. Y ahora, pese a encontrarse los tres en un lugar tan apartado que podría ser desconocido para muchos, aparece un desconocido, de tamaño descomunal, que hace migas con la pequeña y le advierte con terribles palabras sobre algo que va a suceder.

Una historia de pocos personajes en la que de pronto aparecen más desconocidos de dispares puntos del país, dos hombres y dos mujeres portando armas de aspecto medieval, que llegan para trasmitir un mensaje insoportable a la familia. Y que pese a su apariencia común, no hay nada particularmente extraordinario en estos extraños: un cantinero, una enfermera, un cocinero y un matón que puede o no ser quien dice ser. «Tus padres no querrán dejarnos entrar, Wen. Pero tendrán que hacerlo. Diles que tienen que hacerlo. No estamos aquí para lastimarte. Necesitamos su ayuda para salvar el mundo. Por favor».

Una elección grave que cumple con todos los principios dramáticos de Anton Chekhov. ¿Cómo acceder a desconocidos que llevan armas de por medio?

Paul Tremblay cambia magistralmente perspectivas durante los momentos más dramáticos de la novela. Hay ciertos puntos que están mejor descritos que en el film. Y, por supuesto, cosas diferentes y añadidas. Es el ejemplo claro de: Mejor lee el libro. O por lo menos, antes de ver la peli. En la novela se crea una trama frenética que te mantiene en vilo hasta el final, cosa que el film solo logra en ciertas partes. Un guion que solo ofrece pistas de cómo se originó la extraña misión de tan extrañas personas que, insisto, en la peli apenas se cuenta.

Una genial historia de supervivencia y sacrificio que combina el poder de la fe con el potencial del hombre para una violencia desenfrenada. Hablamos de unos libros más recomendados por Stephen King.

Reseña: El Teléfono Negro (Fantasmas), de Joe Hill

Fantasmas, de Joe Hill, es una de las mejores antologías de Terror que se pueden leer actualmente y esto no debería pasar desapercibido. Contiene algunas de las mejores tramas del género de horror contemporáneo y la prueba es que han salido buenas pelis o cómics de aquí. Tenéis el ejemplo claro en Black Phone, uno de los más potentes films de Terror que se pudieron ver en cines el año pasado, aunque dentro de esta antología hay más. mucho más horror, salido de la cabecita del autor estadounidense hijo menor del gran Stephen King.

Fantasmas (20th Century Ghosts) es una colección de cuentos que Nocturna Ediciones sigue teniendo en catálogo junto a otros tantos títulos de Joe Hill. Un escritor que parece haber heredado, sino el cien por cien, un alto porcentaje del don de su padre. Una colección de cuentos que se publicó por primera vez en octubre de 2005 en el Reino Unido y se lanzó en octubre de 2007 en USA. Curioso es también que el lanzamiento original estuviera disponible para venta anticipada solo a través del sitio web de la editora inglesa. Negocios, negocios… Fantasmas es una antología que ha ganado varios premios, incluido el Bram Stoker a Mejor Colección de Ficción, así como el Premio Británico de Fantasía a Mejor Colección y Mejor Cuento Corto para uno de ellos. Antología contenedora de una historia potente además, la misma que os decía antes, una de las mejores películas de asesinos en serie que he visto en años llamada El Teléfono Negro. Un secuestrador de niños y un joven que consigue usar un teléfono misterioso para comunicarse con las víctimas anteriores de dicho captor trastornado y con máscara inolvidable tras la que se esconde el actorazo Ethan Hawke.

Pero El Teléfono Negro solo es uno de los quince relatos que componen Fantasmas. Otros como La Capa me parecen brillantes también. Historia de rencillas entre dos hermanos que encuentran una capa que les permite volar y con el paso de los años la relación se convierte en tóxica no, lo siguiente. La podéis encontrar en formato cómic también.

Y así tenemos cantidad de historias de nivel de calidad medio alto la mayoría, lo cual es mucho decir. Las antologías son como discos musicales, es muy difícil mantener el nivel en todo el álbum y que todas las canciones enganchen pero en mi opinión, aquí todas mantienen el ritmo aunque no sean gloriosas. Encontraremos desde un editor de antologías de Terror que se dedica a leer cientos de relatos cada año para seleccionar los que le parecen mejor, lo que no acabará bien, hasta un ente que se le aparece en un cine a diferentes personas. Pero originales y surrealistas también como la historia de un niño hinchable o la reinterpretación del famoso cuento de Kafka como es Oirás cantar a la langosta. Y otra brillantez como es Hijos de Abraham, con dos niños y un padre obsesionado con que los vampiros existen. Otra historia digna de film. Cuentos sobrenaturales, una “carrera final” muy interesante, la peculiaridad del último aliento de los que mueren, amores perdidos, fantasmas de árboles, la maldad que todo ser humano lleva dentro sacada a flote, amantes reencontrados en el rodaje de una peli de zombies de Romero, gente que huye de los palos de la baraja o un niño autista con un don sorprendente…

Puede ser la antología de autor más recomendable de los últimos diez años. Y de Terror. Y disponible en español. Que no es decir poco.

Reseña: Figuras Ocultas, de Jason Rekulak

Si empezamos diciendo que es una novela que ha sido traducida a 20 idiomas, creo que es suficiente, como mínimo, para ponerle atención. Figuras Ocultas, de Jason Rekulak, un señor de nueva Jersey que ha sido durante muchos años editor del sello independiente Quirk Books y que con su novela La Fortaleza Imposible (2017) ya gustó; ahora lanza una nueva novela en nuestro país bajo la protección de Nocturna Ediciones. Figuras Ocultas, una novela de gran éxito de crítica y ventas en 2022 al otro lado del charco. Y cierto es, que nunca antes había oído hablar de Jason Rekulak hasta que me enteré que Hidden Pictures fue finalista de los Goodreads Choice Award 2022, donde finalmente ganó en la categoría de Terror.

Sinceramente, es raro que a una novela de terror le vaya tan bien en una competencia tan importante de críticas de reseñas de libros en internet. Así que tuve que rastrearla para satisfacer mi curiosidad y curiosamente me llega la noticia de que Nocturna Ediciones la publica en español. Pero, ¿es bueno y vale la pena el bombo? Sí, y definitivamente sí. Este es exactamente el tipo de thriller con un toque sobrenatural que sería popular entre los lectores que no se sienten atraídos por la ficción de terror más tradicional o que brindan con cada nueva novela de John Connolly. Figuras Ocultas es exactamente lo que promete su publicidad y es un thriller oscuro e increíblemente fácil de leer. Y eso que no siempre estoy de acuerdo con el ciclo interminable de citas de Stephen King que aparecen en los nuevos lanzamientos, pero en esta ocasión, King tiene razón. Como el maestro alude, goza de algunos giros muy inteligentes, cambios en la trama y un guion direccionado astutamente para engañar al lector. En su mayor parte, utiliza la ambigüedad a la perfección, equilibrando un riff sobrenatural potencial con un personaje principal que es un narrador poco fiable.

Leí las trescientas setenta y dos páginas durante tres noches y lo pasé de maravilla con esta novela. Es extremadamente difícil reseñar este libro sin entrar en territorio spoiler, por lo que voy a mantener el resumen de la trama de forma breve. El primer fuerte de Figuras Ocultas es la narración en primera persona del personaje principal Mallory, una joven en recuperación temprana (18 meses) de la adicción a las drogas. Cuando era adolescente, tuvo una carrera prometedora como corredora de fondo, que se vio truncada por un accidente, seguida de una adicción a los analgésicos que se convirteron en drogas mucho más fuertes. Cuando comienza la novela, Mallory está a punto de ser entrevistada como niñera interna de Teddy, un niño de cuatro años. Quizás os preguntéis por qué una pareja de ricos como Caroline y Ted podrían estar interesados en contratar a una ex-drogadicta para cuidar a su hijo, pero Caroline trabaja en el campo de la medicina y está ansiosa por darle a Mallory una segunda oportunidad. Aunque su esposo es más reacio.

Mallory pronto se enamora del pequeño y la casa de verano que le dan para vivir es perfecta e inicialmente todo sale como en un sueño. Incluso por las noches, Mallory realiza carreras largas, conoce a un chico y siente que tiene la oportunidad perfecta para reconstruir su vida y quizás llegar a un acuerdo con los esqueletos que acechan en su armario. También deja de asistir a las reuniones de Drogadictos Anónimos (o algo así), pero sigue manteniendo el contacto con su patrocinador (como consejero) por teléfono y en alguna que otra reunión. Pero las cosas no permanecen en paz por mucho tiempo, ya que Teddy comienza a hacer dibujos inquietantes de una amiga imaginaria a la que llama Anya. Está bastante claro para Mallory y para los padres de Teddy, incluso en su estilo tosco e infantil, que la mujer que Teddy está dibujando en sus dibujos está muerta. Pronto, las imágenes comienzan a volverse más y más sofisticadas y Mallory les cuenta sus preocupaciones a los padres de Teddy. A partir de ese momento, las cosas empiezan a complicarse en extremo y nada es lo que parece…

Un excelente trabajo que consiguió mantenerme enganchado y me encantó la forma en que los dibujos se agregan a la historia, magnificando la paranoia de Mallory. Las interacciones entre los cuatro personajes también son geniales. Se me quedó una frase en la cabeza después de leer el libro. Suficiente para hacer que una persona crea en fantasmas.

Reseña: El Club de los Portaféretros, de Paul Tremblay

Para ciertos críticos, a Paul Tremblay le costó un tiempo encontrar su tempo. Dar un giro al género y encontrar su espacio, su estilo, dentro de un género difícil siempre como es la literatura de Terror. Y lo dicen porque después de unos primeros trabajos e intentos de meter cabeza en la inmensa “empresa” de la ciencia ficción estadounidense con algunas historias satíricas o distópicas (incluyendo Swallowing a Donkey’s Eye), Tremblay decidió pasarse a este nuestro amado terror y allí fue donde en 2015 dio el pelotazo con Una cabeza llena de fantasmas. Desde entonces, yo al menos puedo decir que cada una de sus novelas me están pareciendo de notable alto, que desde entonces ha ganado el estatus de best-seller, los respectivos elogios de Stephen King, entre otros autores, y ya que menciono al maestro, casi que espero con el mismo ansia cada nueva novela suya que cruza el charco. Porque por aquí tenemos la suerte de que Nocturna Ediciones las publica en español. Esta maravillosa editorial en la que ya podéis encontrar sus geniales La cabaña en el fin del mundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6424), Desaparición en la Roca del Diablo, así como la mencionada Una cabeza llena de fantasmas (https://www.nocturnaediciones.com/libro/118/cabeza_llena_fantasmas), Premio Bram Stoker, que lleva nada más y nada menos que tres ediciones ya. Ah, y que no se me olvide deciros friends que La cabaña del fin del mundo es esa historia que ha sido llevada al cine por el gran M. Night Shyamalan y que ahorita está en cartelera en nuestro país con el nombre de Llaman a la puerta.

A lo que vamos es que su última novela, El Club de los Portaféretros ya está aquí. Una historia que continua con la vena macabra encontrada por el autor aunque esta vez agrega la dimensión de un tema cuasi-autobiográfico, como dice Tremblay en su epílogo, con respecto a la protagonista Art Barbara: “Para ser claros, Art Barbara es y no soy yo. ¡Bueno, está bien, él es principalmente yo! El Club de los Portaféretros está ambientada en Massachusetts y Providence, tierras propias de la vida del autor. ¿Y quién es Art Barbara y cuál es su historia? Antes de desvelar eso, conviene hablar de la presentación del libro. Se nos hace creer que esta no es la composición de Tremblay, sino el manuscrito encontrado de las memorias de Art. Una presunción bastante familiar en el género de terror clásico pero que suele funcionar para complicar las capas de la narrativa. Pero descubrimos que el manuscrito ha sido anotado por una mujer llamada Mercy Brown la cual intercala páginas enteras de comentarios en puntos cruciales (a mano y/o en los márgenes del libro), dirigiendo a su persona lo que realmente piensa.

Nos encontramos por primera vez con Art como un saco triste de la escuela secundaria en 1988. Un nerd, un friki, el rarito de la escuela, ya sabéis… Pero en este caso, su vida es lúgubre y no tiene hobbys (todo lo contrario a un friki de verdad). Pero Art es bastante inteligente y hábil con las palabras (sus memorias están repletas de metáforas sorprendentes y narraciones hábiles), de hecho, tiene la intención de acumular material suficiente en trabajos para sus solicitudes universitarias. Así que en una de ellas decide comenzar El Club de los Portaféretros. ¿Cómo? Básicamente, imagina un escuadrón de estudiantes en prácticas que actúan como docentes durante los funerales solitarios de los no deseados. En el libro, las escenas en la funeraria en las que participan estos estudiantes ofrecen bastante humor negro y comentarios sarcásticos. Unas partes del libro que se disfrutan bastante. Porque es en este lugar espeluznantemente emocional donde Art se encuentra con su némesis/compañera/sombra oscura de toda la vida, la encomiable Mercy Brown…

Mercy comparte nombre con una residente de Rhode Island de la vida real, cuyo cuerpo fue exhumado en 1892 por los aldeanos que creían que era un vampiro. Este conocimiento pone en alerta a Art. ¿Debe él, y nosotros, creer que la Mercy de 1988 es esa misma criatura? Una chica con una chaqueta militar llena de botones de la cultura pop, ¿quién convierte el arte en música punk? Muy improbable, ¿no?

La descripción de Tremblay tanto de la vida de un adolescente de Nueva Inglaterra en la década de los 80 como de la escena de los clubes de rock en loa 90 y principios del siglo XXI son vívidas y precisas. Describe a Providence especialmente bien (con algunos guiños a nuestro hijo-maestro-nativo, el gran H.P. Lovecraft). Tenemos así casi que dos novelas de terror que dan sentido a una realidad distópica. Los narradores duales y en duelo otorgan a los eventos del libro un alto nivel de indeterminación que provoca una lectura tan misteriosa como entretenida. Aquellos que disfrutan del terror silencioso, al estilo de Anne Rice, en este libro encontraran una joya.

Reseña: El Imperio del Vampiro, de Jay Kristoff

Tan inmortales como su esencia, los vampiros o el tema vampírico nunca pasa de moda. Llevan “acosándonos” desde hace siglos ya sea a través de cuentos de terror, leyendas, mitos o posteriormente en novelas, cómics y películas, a excepción del “afortunado” que haya tenido un encuentro con alguno de ellos. No obstante, si esto sucedió en realidad, ya no lo contamos entre los nuestros porque obviamente pasó a mejor vida. A lo que voy es, que el nuevo título o títulos de moda al que hincarle el diente  (¿de ajo?) se denomina El Imperio del Vampiro. Una inspiración del destacado y tan en boga autor Jay Kristoff, una obra que ha estado bastante tiempo en las listas de éxitos de ventas del New York Times.

La novela de Kristoff lleva al lector a los reinos ficticios de Nordlund, Talhost, Ossway y Sudhaem: el Imperio de Elidaen. Elidaen es un lugar que alguna vez fue poderoso y que ahora se está oscureciendo bajo la sombra de los vampiros que invaden y se apoderan lenta e inexorablemente de todo el entorno incluido sus habitantes. El sol se ha desvanecido y con él, el último impedimento para que los vampiros ganen toda su fuerza y la capacidad de vencer a cualquier enemigo humano. Pero tenemos cuatro clanes de vampiros y uno de ellos se ha destacado por encima de todos los demás: los Blood Chastain, que luce el sigilo de los lobos, buscan poner a todo el antiguo Imperio (incluidos los clanes de vampiros rivales) bajo su mando. Y están muy cerca de lograr su objetivo. Aún así, con el logro supremo de su golpe de estado puede ser que se haya logrado capturar al infame Gabriel de León, el último miembro de la Orden de Plata. ¿Quién? ¿Quiénes? Los Silversaints (Orden de Plata) son mitad vampiros, mitad humanos. Los sangre pálida. Una orden de caballería que juró defender a la Santa Iglesia y al Imperio actuando como herramienta de Dios, destruyendo vampiros y a todo monstruo que se precie. Salvar a la humanidad de la abrumadora marea de oscuridad que se cierne sobre la tierra.

Tierra mermada por el horror. Lo chulo es que el libro está narrado por Gabriel hablando de su impactante, desgarradora y sangrienta vida como es la perdición contra los vampiros.

Similar al formato de exitosos libros con los que se ha comparado como El Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss, y Entrevista con el vampiro, de la genial Anne Rice; Gabriel cuenta su historia al educado, suave, elegante, ingenioso y ordenado pero desdeñoso Jean-François. Y es que la historia de Gabriel tiene varias líneas de tiempo. Por lo que hay algunos saltos, en lugar de una narrativa estrictamente lineal. Por ejemplo, una línea de tiempo trata sobre la infancia de Gabriel, el qué alimenta su deseo de venganza y cómo se une a la Orden de Plata y se eleva para convertirse en su guerrero más temido.

La otra línea de tiempo implica a cómo Gabriel habría llegado a la edad adulta y de cómo se convirtió en leyenda.

Mola ver que los saltos de Gabriel en su historia irritan a su cronista, Jean-François, pero al lector o por lo menos a mí, me encantaron. Kristoff hace un trabajo excepcional al mantener las cosas bien ordenadas para el lector, y las líneas de tiempo cambiantes solo generan una sensación de tensión y temor a medida que descubrimos los misterios que rodean a la Orden Silversaint, la guerra de los vampiros y la búsqueda del Santo Grial. Algo a lo que únicamente tienen miedo estos vampiros que se han hecho con el poder.

Y Gabriel parece ser el único ser vivo que lo ha encontrado y que lo ha…

La construcción del mundo de El Imperio del Vampiro es maravillosa, exuberante, inspirada en la Baja Edad Media y principios del Renacimiento, con una pizca de je ne sais quoi francés. La maravilla de las catedrales, la pobreza de los pueblos oprimidos y la majestuosidad y el esplendor que se desvanece de los salones y cortes de los ricos y poderosos, están dibujados con un cuidado inmaculado. El sistema mágico y religioso está familiarizado con muchos de nuestros mitos y leyendas sobre vampiros. Y la fe inspirada en el cristianismo, con un mesías mártir, ángeles protectores, abades, etc. Las escenas de lucha son espectacularmente espantosas, y algunos de los momentos más tranquilos e introspectivos, o las expresiones de amor, amistad y nobleza harán que el lector pueda llegar a las lágrimas. Los romances son encantadores, la camaradería es conmovedora y a pesar de la sensación de muerte inminente, el éxito de muchos de los humanos para tallar algo de belleza en la existencia sombría, asediada y sin sol, realmente hizo que este libro brillara mientras lo leía.

Desde ya, todo mi crédito hacia el señor Kristoff. Ha conseguido algo que muy pocos consiguen: que me lea un libro de setecientas páginas en lo que tarda un avión en llegar a los países del Este desde España. Nocturna Ediciones se marca otro exitazo tras otros títulos chulos que se pueden encontrar en su catálogo. Es una editorial que sigo, sobre todo, porque publica en español sendas obritas de Joe Hill, el “niño” del gran Stephen King, que ya se ha hecho un nombre dentro de la literatura fantástica, sobre todo, de terror. Cómics, libros y últimamente en cines con joyitas como la genial Black Phone.

Una maravilla todo.

Reseña: Cuernos, de Joe Hill

Al igual que en la película Cuernos protagonizada por Daniel Radcliffe, en el libro de Joe Hill que obviamente es anterior, la base y de dónde parte la idea original es una máxima: ¿Por qué diablos le salen cuernos de pronto al protagonista en la cabeza? Lo cierto es que Cuernos, de Joe Hill, que vuelve a estar disponible en librerías gracias a Nocturna Ediciones, es una historia que aborda mucho más que esa simple pregunta. No sólo trata de lo que representa ser diferente. Cuernos es una historia que va sobre cómo interpretar dones, lo que representa la apariencia, los poderes del amor, la pérdida y la obsesión.

Ignatius Perrish es visto como un demonio en su ciudad natal, y está acostumbrado, incluso cree que se lo merece. Es el único sospechoso de la muerte de su novia de la infancia, Merrin. El pueblo, los vecinos, se resienten por el hecho de que no hubo suficientes evidencias para hacerlo pagar por el crimen que solo él podría haber cometido (a sus ojos). El girito viene cuando Ignatius Perrish un día se despierta con cuernos saliéndoles de su cabeza y de pronto se encuentra pensando que se merece ese mal salido del infierno que está apareciendo en su frente. Lo que muestra lo que realmente es…

Y entonces se da cuenta que esas cornamentas infernales le dan el poder de sacar la verdad de la gente. Tiene la capacidad de encontrar al asesino de su único amor verdadero. Aunque va a odiar dicho descubrimiento…

Joe Hill muestra lo genial escritor que es el hijo menor de Stephen King. Ya no hay que esconder nada porque ha demostrado que por sí mismo tiene personalidad y calidad como autor de sobra. Ya varias obras le avalan, y la última Black Phone, peli de Terror que ha sido todo un éxito en USA y que acaba de llegar por estos lares, ya os puedo decir que es una joyita del género. Un pelotazo de historia que parte de un relato suyo. Pues Hill ha heredado uno de los dones de su padre. El crear historias totalmente adaptables a la gran pantalla.

Y de calidad.

Podría haber tomado una ruta simple en Cuernos y simplemente convertirla en una historia sobre un antihéroe descubriendo la verdad y luego vengándose. Pero la verdad es que su novela es mucho más que eso. Horns analiza lo que representan los cuernos y lo que significa el diablo para la sociedad, con la pregunta ¿es el diablo realmente un ser tan malvado como se hace creer? ¿Negro oscuro, lo peor de lo peor? ¿O gris como la gran mayoría de los seres humanos? Y da un buen argumento de por qué quizás la metáfora es más mentira que otra cosa. Usar al Diablo y la imagen que los cristianos ven como una representación de él en un sentido un tanto positivo como se hace en Cuernos, corre el riesgo de molestar a las personas religiosas, pero esto no es lo que Joe Hill hace en la trama. El hecho es que sí, Ig se convierte en el Diablo o en un demonio y sus poderes podrían verse como malvados, pero en realidad no lo son. Ig puede ser un poco llorica incluso (antes y después de la muerte de Merrin), pasa la mayor parte del tiempo compadeciéndose de sí mismo, pero necesita ser ese perdedor en la vida que termina encontrando su vocación.

¿Y los cuernos le permiten finalmente encontrar las respuestas que estaba buscando? Tendréis que comprobarlo por vosotros mismos.

Muy buena novela que se devora en nada. Una historia que no toma el camino fácil para contar una trama de venganza y ya está. ¿El Diablo es siempre malvado? ¿Son los poderes otorgados a Ignatius Perrish un boleto al Infierno? Siempre decidimos nosotros.

Eso no lo olvidéis nunca.

Reseña: Confesiones, de Kanae Minato

Confesiones se adentra en los oscuros recovecos de las mentes adolescentes. ¿Qué hay? Un mundo realmente aterrador. Con un trabajo que me recuerda mucho a lo que hace el autor japonés Keigo Higashino, Kanae Minato crea en Confesiones uno de los mejores thrillers que he leído en mucho tiempo. Cada capítulo tiene una perspectiva en segunda persona de un evento en particular y eso me encanta. De hecho, así está escrita mi última novela publicada. Pero Confesiones profundiza mucho más en esa atmósfera opresiva que mantiene al lector preocupado hasta el final. Y este su punto fuerte. No rehuye la violencia, incluso cuando estamos hablando de menores.

Como se puede adivinar por el título, Confesiones se centra en la premisa de expiar los pecados. ¿Pero aquí todos encontrarán expiación? Sí, les guste o no. La historia se centra en una maestra, Yuko Moriguchi, cuya hija Manami fue encontrada ahogada en la piscina de la escuela. Pero el último día del trimestre, decide hablar con los alumnos de su clase: Manami no se ahogó por accidente y sé que los culpables son algunos de los que tengo delante... Y sin nombrarlos, pero dando pistas significativas de que sabe quiénes son, la señorita Moriguchi desencadena una serie de eventos que cambiará la vida de todos.

Nada va a ser igual para ellos, estén implicados o no. Comienza así el terror psicológico más opresivo, entra en juego el estilo de escritura de Minato, el paseo entre los pensamientos de ciertos profesores, un estudiante dentro de su clase y luego, la visión completa de la situación de los asesinos. Cada nuevo capítulo casi que va a hacer que cambies lo que pensabas anteriormente. Lo que estaba comprometido hasta la escena final. Y es cierto que por momentos como lector, vas teniendo cada vez más claro que va a haber un giro, pero luego te golpea otro y luego otro. Cada uno de los personajes de Confesiones tiene sus propios motivos y opiniones sobre la situación. Hecho bien representado que los vuelve muy reales. Además, lo que eligen hacer en dichas situaciones es completamente individual para cada personaje. Hay una especie de libre albedrío muy bien diseñado, aparte de que son personajes muy creíbles como estudiantes del día a día en Escuela Secundaria.

También es cierto que el asesino principal ocasionalmente entra en clichés, pero hay suficiente sustancia para adaptarse a él y no molestan ciertos actos ya que es obvio que muchos harían lo mismo en su situación.

Las preguntas, en definitiva, son: ¿Qué justicia es suficiente para un asesino? Aquí se juega con el dilema moral del castigo. ¿Moriguchi debería denunciar a los estudiantes responsables de la muerte de su pequeña? ¿Se equivoca al buscar venganza contra ellos? Leyendo el libro y encontrando diferentes perspectivas sobre el punto principal de la trama, os vais a indignar. Y muy mucho si tenéis hijos. Y está curioso saber y conocer el uso que hace Minato del sistema de justicia japonés y como encaja impecablemente con el dilema de la novela. La discrepancia de que hasta qué punto un menor está libre de cualquiera de sus actos.

Nocturna Ediciones recién publica Confesiones, de Kanae Minato, con la traducción de Rumi Sato. Kanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de Economía Doméstica, publicó esta su primera novela en 2008. Un título que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios y fue nominada al reconocido Shirley Jackson. Su adaptación cinematográfica, dirigida por Tetsuya Nakashima, representó a Japón en los Oscar. O sea, que tenéis peli de este impactante thriller. Pero son pocas más de doscientas páginas que se devoran en nada…

Dicen que después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase. Tengo una hermana profesora y puedo decir que no solo los padres tienen la culpa de cómo son o serán sus hijos. Miles de circunstancias o momentos concretos de su vida, influirán. El papel de la madre/profesora quizás sea uno de los más difíciles de llevar porque muchos de ellos, después de lo que sufren en el trabajo, se hace obvio que no quieran intentar serlo. Y no he visto el film pero lo veré. Dudo mucho que con referencias tanto a Dostoyevsky como a Camus, quienes escribieron novelas sobre los recovecos más profundos del comportamiento humano; dudo, que el film tenga el mismo final que la novela. No hay nada peor que un niño en sus actos horribles de crueldad. Un pequeño ser que aún no razona al cien por cien y que no se para a pensar en las secuelas de sus actos. Lo que encima los vuelve impunes ante la justicia.

Tema delicado.

Aunque depende del bando en el que estés, por supuesto.

Reseña: HEX, de Thomas Olde Heuvelt

Quizás algunos no lo sepan pero Thomas Olde Heuvelt -probablemente buscando mayor audiencia o la fama rápida que tanto anhelan los jóvenes- reescribió HEX después de publicarla en 2013 y la pasó del neerlandés al inglés, cambiando escenario y desenlace. Lo curioso es que con ello consiguió un éxito mundial con una novela de Terror. Por que HEX es una de las historias de Terror más sorprendentes de los últimos diez años. Y si no que se lo digan a Nocturna Ediciones, que incluso en nuestro país (un país donde se lee poquísimo Terror), ya va por su tercera edición. Y lo dice la editorial en la sinopsis: «Además de convertirse en un súper ventas tanto en Europa como en Estados Unidos, la novela se ha publicado en más de una quincena de idiomas y Warner Bros. ha comprado sus derechos cinematográficos». Esperemos que se convierta en film o serie porque la historia lo merece.

Y en vez de Beek, la gente aquí vive en Black Spring, una tranquila población estadounidense que en apariencia lleva una vida normal. Trabajan, van a la escuela y vuelven a casa a cenar con sus familias después de un duro día de trabajo. Solo hay un problema. La gente de Black Spring está maldita o maldecida por un ente a través del tiempo. ¿Cómo? Veréis: en el siglo XVII, una ciudadana llamada Katherine Van Wyler fue acusada de brujería. Se creyó que había resucitado a su pequeño hijo de entre los muertos y de manera “clásica y puritana”, fue enviada al infierno. Excepto que nunca llegó a ese horrendo lugar. En vez de eso, Katherine se levantó y continuó vagando por el pueblo murmurando maldiciones a todo aquel que pudiera oírla. Así que le gente del pueblo la atrapó, le cosieron los ojos y la boca y aún a día de hoy, deambula por la ciudad, susurrando muerte por esas rendijas de carne que son las comisuras de sus labios.

Los habitantes de Black Spring se han acostumbrado a su presencia. Es una más en una zona cuyos fundadores impusieron una especie de cuarentena silenciosa para que tal historia no se conozca más allá de sus fronteras. Pero ahora, cuatro siglos después, con un mundo muy cambiado desde que Katherine comenzara su caminata espectral, la gente ya no cree en lo sobrenatural. O los jóvenes, mejor dicho. Pues los habitantes más veteranos de la ciudad están comprometidos a mantener en secreto el tema de la bruja. Si el mundo entero se enteráse de que lo existe allí…, de seguro vendrá algún estudioso gafapasta de los temas paranormales o algún científico con la idea de intentar abrir esos ojos y esa boca cosidas… Y entonces se desatará el infierno. O eso creen. Pues cuenta la leyenda que si se llega a efectuar el Mal de Ojo de Katherine, traerá la muerte a todos. Pero hay más. Los pueblerinos siguen las actividad de Katherine con un sistema de vigilancia de alta tecnología y todo un equipo dedicado a borrar pruebas para miradas indiscretas. Se construyen estructuras para esconderla cuando se queda durante horas en medio de la carretera, y cuando alguna familia espera visita de familiares de otras poblaciones, hacen lo propio. Pero es que resulta que el maleficio de Katherine se extiende hasta…

Y no diré más.

En ocasiones, las brujas, los fantasmas y los monstruos son divertidos. Pero si se consigue que asusten, esto da para más de una noche de insomnio. Ya sabéis, todo dependiendo mucho de dónde te encuentres cuando lees, el momento, la hora, la soledad del lugar… Y Heuvelt combina lo sobrenatural y lo natural de una manera tan real que “llega”. Curiosamente, a menudo recordaba la reciente novela leída y reseñada La Cabaña del Fin del Mundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6424). Aunque las dos historias son distintas, ambas envuelven la resolución realista de problemas en una trama que de otro modo sería sobrenatural. Este compromiso con la realidad que tambalea tu estabilidad y tu seguridad de que nada te asustará a menos que te sorprendan con un argumento diferente que no esperas. Por eso, la decisión de la ciudad de dedicar un equipo de seguridad a monitorear las actividades de Katherine a través de cámaras fue lo que rayó mi estabilidad. De hecho, en ocasiones, hago turnos de trabajo en el CCTV de un mortuorio así que…

Por otro lado, esta la yuxtaposición de una criatura antigua y malvada contra la tecnología moderna. Hacer que esto funcione bien. Creo que ahí reside la fuerza de una novela como HEX. Un sentimiento de pavor se filtra en ti con cada página. Y, por supuesto, las descripciones de Katherine.

Creo que Thomas Olde Heuvelt ha sido uno de los invitados este año al Festival Celsius 232. Un festival de literatura fantástica que se celebra en Avilés y que cada vez tiene más carácter internacional desde que se empezara en 2011. Un festival al que espero que me inviten algún día como autor. Quizás cuando consiga escribir una espeluznante historia como HEX.

Reseña: A Tumba Abierta, de Joe Hill y Stephen King

Me enganché a Joe Hill en realidad con un cómic. Formato para el que creo que tiene un enorme potencial. Fue con la traslación de un relato que él mismo escribió para su primera antología llamada Fantasmas. Me interesa este autor porque a pesar de ser el hijo de quién es, he comprobado que con el tiempo la buena semilla, el don para escribir Terror, lo tiene. Con el tiempo, he podido ver la evolución de un escritor cada vez más confiado en sus habilidades. Sé que hay gente que no traga su novela debut El Traje del Hombre Muerto, pero a mí me encantó. No obstante, todo lo que se ha ido publicando en nuestro país tras esa novela, sí que tiene una buenísima aceptación. Hay mucho flipe con las originalidad de historias que propone. Acudo a Nocturna Ediciones, que es la genial editorial que nos está trayendo sus obras en nuestro país, para deciros que Joe Hill en la actualidad es autor de novelas súper-ventas, premiadas, como Cuernos (que tuvo peli con un mayorcito Harry Potter como protagonista), NOS4A2: Nosferatu (adaptada a la televisión por AMC) y Fuego (próximamente llevada al cine por la 20th Century Fox). Todas ellas novelas que podéis encontrar en dicha editorial. Pero si por algo es conocido Joe Hill es por ser creador junto a Gabriel Rodríguez del magnífico cómic Locke & Key, que también se trasladó a serie de TV. Como veis, está marcado por «la maldición” de su padre Stephen King. Las productoras cinematográficas se pelean por comprar los derechos de todo lo que escribe. Y esto no es moco de pavo.

Ahora llega su segunda colección de cuentos, A Tumba Abierta (Full Throttle), y aunque se cuenta que estos relatos fueron escritos durante un período de 13 años, muestra la marca de un autor que se independizó ya a pasos agigantados de la sombra eterna de ser hijo del Rey del Terror como es. De hecho, A Tumba Abierta es súper interesante por que en dos de las 13 historias de la colección (ese número nuevamente) comparte co-autoría con su viejo. Y tras leerlos, concluir que hay una diferencia que se puede detectar entre el estilo de escritura de Hill y el de King. Sí, lo he detectado. Hill me parece un poco más refinado y comedido cuando se trata de narrar el horror, mientras que King está listo siempre y es capaz de ir a lo profano y lo más asqueroso fácilmente. El típico señor que está de vuelta, que no tiene que convencer a nadie, que pasa de todo y escupe cada dos por tres en la calle…

Se detecta la diferencia porque son como la luz y el día. Comparando los dos estilos, puedes jugar a ese juego de quién escribió qué y cuándo. Una de las historias (Lo único que me importa eres tú) parece un poco cursi, de hecho, está ambientada en un mundo donde los robots conceden deseos y esos deseos implican poder flotar desde un rascacielos alto hasta el tierra en una membrana similar a una burbuja. Es evocador, un poco zen y no es el tipo de historia que escribiría Stephen King. Es la prueba de que Hill es de una época de escritor diferente a la de su padre y sus influencias están más arraigadas, por ejemplo, al estilo de Neil Gaiman. Algo que no he dicho aún, pero se me parecen una barbaridad. Incluso más cercano es, a un Ray Bradbury o Richard Matheson, y él mismo lo aclara en la Introducción.

Dice tener una deuda con ambos.

Al igual que en toda antología, hay relatos que funcionan mejor que otros. En A Tumba Abierta, me da la sensación de que te molará uno u otro en función de tus gustos. Porque todos tienen una alta calidad pero en su totalidad tocan géneros literarios fantásticos distintos. Para mí, El Carrusel de las Sombras no es tan memorable como Acelera, por ejemplo. El cuento que abre el tomo y que loco ando por que llegue ya la adaptación de este relato que haciendo la HBO. Lo que no se me puede rebatir es que la originalidad está en los relatos El Diablo en la Escalera y Twiteando desde el Circo de los Muertos. En como están escritos. No digo más. Sin embargo, una de las historias que más me ha marcado es La Estación de Wolverton; trata de un ejecutivo de una cadena de cafeterías que una noche se topa con una especie de guarida de hombres lobo mientras viaja en un tren por la famosa estación inglesa. ¿De esto no se hace peli?

Historias palomiteras, entretenidas, la escritura bastante deslumbrante, con Hill descubrí que a veces las personas que tienen problemas morales sobre cómo hacer lo correcto, terminan desapareciendo. Sí, en el mal sentido. Y eso es muy real. Los buenos se van antes. Y nadie es perfecto, ¿no? Para colmo, en esta antología, Hill comparte el mismo rasgo que su padre y otros muchos escritores que han puesto de moda poner en sus antologías, al final del libro, el cómo se le ocurrió tal relato o lo que piensan de ellos.

Me encanta.