Reseña: ECO, de Thomas Olde Heuvelt

Como os contaba en una anterior reseña, decidí seguir la obra del holandés Thomas Olde Heuvelt básicamente por lo bien que trataba el género de Terror. Básicamente, de forma muy básica, pero quizás esa es la forma más fácil para hacer sentir miedo al lector. Los editores de Nocturna Ediciones también debieron de enamorarse de sus escritos pues tenemos nueva novela entre sus novedades. ECO, una historia espeluznante que nos lleva a ese pensamiento que a veces hemos tenido muchos de pasada a los que siempre nos gustó irnos de camping, nos mola el senderismo o montañismo, y hemos pensado de todo al encontrarnos solos por esos lares.

El montañismo es un pasatiempo extraño. No es algo en lo que participo, al menos, no tanto como me gustaría. Demasiado extenuante, demasiado caro, demasiado arriesgado pero también casi incompatible con los que hacen (¿por obligación?) vida rutinaria en la gran ciudad. Responsabilidades. Sin embargo, eso no quita que esté intrigado por ello y que cada poco (con la llegada del mal tiempo) mis pensamientos viajen a aquellas zonas de Sierra donde también huele cuando llueve. Mis acampadas con amigos. Leí hace unos años Into Thin Air, de Jon Krakauer, y me encantó. Hacía un buen trabajo al retratar lo atractivo de dicho deporte, pero también ilustraba los peligros y riesgos: riesgos para él mismo, pero también para los demás. Lo mismo ocurre con ECO, de Olde Heuvelt, excepto que añade un giro muy aterrador. Donde es fácil ver de dónde sacó la inspiración: «Maudit» significa montaña maldita y existe realmente semi-enterrada en algún lugar profundo de los Alpes. Olde Heuvelt, por cierto, significa Old Hill (me encanta cuando el círculo se cierra).

Nick y Sam son una pareja feliz que viven en un tranquilo barrio de Amsterdam. Sam estudia Lingüística y Nick es un reseñador de viajes con muchos seguidores en Instagram. Están perdidamente enamorados y felices, hasta que Sam recibe una llamada de un hospital suizo diciéndole que Nick ha resultado gravemente herido durante una escalada. Sam se apresura a viajar a Suiza, y pronto descubre que las cosas no cuadran. Nick ha quedado horriblemente desfigurado pero su especialista parece mentir sobre cómo y dónde. Según el equipo de rescate, la cara de Nick fue desgarrada tras una caída en la roca, pero parece como si hubiera sido cortada con una piolet (bastón de alpinista). Además, ¿qué ha pasado con el compañero de escalada de Nick? ¿Por qué las autoridades insisten en que Nick fue encontrado en un valle más bajo en lugar de donde realmente lo encontraron? ¿Por qué ocultan información sobre esa supuesta montaña maldita? Al principio, Sam está encantado, por supuesto, de tener de vuelta a su pareja, pero lucha con el hecho de que ahora está gravemente desfigurado. Mientras tanto, Nick sufre pérdida de memoria y tiene pesadillas sobre su compañero Augustin atrapado en un serac (un bloque grande de hielo fragmentado por importantes grietas en un glaciar). Entonces empiezan a suceder cosas extrañas. Gente alrededor de Nick muere. Los especialistas que le cuidan se suicidan y días después, treinta y dos pacientes mueren de manera inexplicable. Mientras tanto, Nick sigue exhibiendo un comportamiento cada vez más extraño. Y a Sam hay una cuestión que le está consumiendo: ¿Por qué Nick no quiere quitarse las vendas?

El potencial de ECO lo tiene en como, poco a poco, va generando tensión. No todos los elementos funcionan igual de bien, eso es cierto, pero lo que funciona es la columna vertebral de la historia: relación Nick y Sam. Están perdidamente enamorados, pero antes del accidente su relación parece un poco superficial. Después de reunirse, Sam tiene problemas para aceptar que su otrora hermoso novio ya no es lo que solía ser, pero está fascinado y asustado a partes iguales por lo que -demonios sea- Nick se ha convertido.

Terror básico, escalofríos, animales enloquecidos, sueños siniestros y lugareños que vienen con horcas y leyendas de antaño. Disfruté de HEX lo más grande (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6591). Lo decía al principio de la reseña, eso me hizo querer seguir la obra de este neerlandés que viene pegando fuerte en el género de Terror. De hecho, ya consta en su haber con un Premio Hugo a Mejor Novela Corta, se le ha galardonado con el Harland en tres ocasiones y se lo ha nominado a un World Fantasy Award. Alguien que tiene las cosas muy claras y que ha conseguido ser súper ventas en Europa y Estados Unidos, y cuyos máximos exponentes literarios dice que son Stephen King y Roald Dahl, en mi opinión, merece ser leído.

Y por el momento sigo pensando que es mejor no subir ninguna montaña.