Reseña: Ranx. Edición Integral Definitiva, de Tamburini, Pazienza y Tanino Liberatore

Aparte de ser un cómic que La Cúpula acaba de publicar en formato integral -un indispensable para todo comiquero-, esta reseña no es otra cosa que un hombre de muchas décadas redescubriendo una de sus lecturas juveniles. Porque Ranx formó parte de Cults, al igual que Nosferatu, Blade Runner, Mad Max y algunas otras; donde yo me lo encontré por primera vez. En esa publicación francesa que tan buenos momentos me dio en mis inicios lectores. Y ahora la oportunidad de tener todo-todito-todo recogido en un solo volumen, en tapa dura, con las curiosas aventuras de este monstruo, un cómic donde se mezcla ciencia ficción, aventuras, exotismo, erotismo… ¡Y terror! No es uno de los archiconocidos cómics de la historia pero es patrimonio del cómic europeo de culto. RanXerox es eterno.

La quintaesencia del movimiento cyberpunk. Donde la violencia se cuenta sin miramientos; sexo, drogas y violencia son la base de una trama futurista que se vende bastante bien en cuanto te pones con ella. Siete capítulos que recoge este integral, cada uno de ellos, en realidad, una aventura o publicación que Ranx tuvo en sus días. Donde destaco obviamente Ranx en Nueva York pero también ¡Ay, robot!, dos tramas que me encantaron a parte de no recordar haberlas leído nunca. Escenarios sencillos pero con atmósferas que hipnotizan.

RanXerox o Ranx es el protagonista de una serie de historietas de cómic underground creado en 1978 por el guionista Stefano Tamburini, con dibujos de Andrea Pazienza, primero, y, después, de Tanino Liberatore; tres grandes autores del país de la bota. El personaje principal es un androide violento, un anti-héroe y sí, es lo que estáis pensando. Su creador lo bautizó con el mismo nombre de la tan famosa marca de fotocopiadoras (Rank Xerox), y así aparece nombrado en la primera historieta (Los orígenes), dibujada por Andrea Pazienza. Pero los representantes de la marca le dirigieron una carta al autor y le instaron a dejar de usar dicho nombre sin autorización. Le amenazaron con ponerle una demanda. Lo que hizo Tamburini fue eliminar la letra «k» y unió las dos palabras y quedó RanXerox como nombre definitivo.

En nuestro país apareció por primera vez en la genial revista El Víbora en los 80. Como os decía, RanXerox es un cyborg amoral y poseedor de una fuerza, agilidad, y velocidad que lo transforman en una especie de súper hombre simiesco y salvaje. Lubna, su novia, es una preadolescente tan amoral como este semi-Terminator. Adicta a diversas drogas, solo cuenta con doce años pero tiene más calle que muchos de los adultos que la rodean. Vais a ver en el cómic que esta ausencia de inocencia en los personajes infantiles es algo común. Por suministrarle drogas, deshacerse de sus amantes y hacerla feliz, Ranx irá de Roma a Nueva York, ejecutará masacres colectivas e incluso actuará en Broadway. Ranx no le teme a nada, y menos al ridículo.

Un cómic rico en personajes amorales al borde de la desesperación.

A mí si que me parece Liberatore un gran pintor y dibujante. El surrealismo al servicio del lápiz o carboncillo. Y cuando hay colores, se usan con originalidad y arte. Por otro lado, quizás me dirías: ¿Por qué se necesita representar tanta violencia en un cómic? Les diría que, la realidad aquí es demasiado excesiva, pero no está demasiado alejada de lo que el ser humano es capaz de hacer. Algunos dicen que representa muy bien la política italiana. En ese tema, no sé… Pero tengo claro que es un cómic inmoral y me encanta por eso. El héroe “estúpido” y la adolescente pervertida forman un dúo muy interesante. Violencia, sangre, sexo, drogas, todo el lado oscuro de una vida que con el paso de los años, con el paso de las páginas, va quedando atrás. A quién no le va a gustaaaaaaaaaaaarrr…