Reseña: Dark Ride. Billete al Infierno, de Joshua Williamson y Andrei Bressan

Una nueva serie de cómic de Skybound donde se brinda por el Terror en todas sus formas. ¿Por qué? Porque Joshua Williamson no es ajeno a las cosas que nos ponen la piel de gallina, como lo demostró en su serie Muerdeuñas, una historia que se centraba en un retorcido horror muy real. Aunque lo hizo muy bien también en Fantasmas, obrita de Terror que ya reseñamos por aquí (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13020). Y ahora, tras Dark Crisis on Infinite Earths para DC Comics, regresa a sus espeluznantes raíces con un nuevo cómic de horror llamado Dark Ride; un viaje retorcido, emocionante (y sí, oscuro) es exactamente lo que obtenemos. De buenas a primeras, la historia nos presenta a Arthur Dante, el viejo y misterioso fundador de un famoso parque de atracciones con temática de horror que parece estar en las últimas. Sin embargo, nada en Devil Land es lo que parece, ya que la verdadera naturaleza de su origen sigue siendo ambigua y aún más siniestra y por el momento nadie se ha interesado por ella.

¿El dato? La verdad es que Arthur hizo un trato con el Diablo para cumplir sus ambiciones. Pero la verdadera pregunta es, ¿qué obtuvo el Diablo a cambio? Algunos quieren respuestas, otros buscan ocultarlas y algunos desean negarlas incluso cuando están a la vista. Esto se traslada a un cómic con un ampliado elenco de personajes muy completo cuya dinámica ayuda a vender cómo se desarrolla el misterio en los primeros cuatro números que ECC Ediciones ha recogido en este primer tomo.

El misterio en cuestión comienza con la desaparición de un nuevo empleado en Devil Land. Lo que llama la atención de todo el mundo y sale a la luz la noticia no deseada sobre el historial de accidentes del parque desde su apertura décadas antes. Nadie entiende la verdadera naturaleza sobrenatural de estos extraños sucesos, algunos de los cuales no son para débiles de corazón. Y… aunque rebosa temas paranormales, Dark Ride aborda varios temas que nos tocan muy de cerca. Algunos de ellos incluyen la visión del horror en el mundo moderno y el peligro de obsesiones aterradoras dentro de quienes tienen el poder de perseguirlas. ¿Mencioné que el protagonista de apellido Dante tiene dos hijos llamados Samhain y Halloween? Lo que nos lleva a otra pregunta: ¿Hasta qué punto la obsesión por el horror es demasiado? Casi todos los personajes actuales lo ven de manera diferente, incluso nuestros supuestos antagonistas. Algunos son simples fans que lo ven con intención de escapismo, y a otros puede que no les importe lo más mínimo. Luego están los que se preocupan demasiado, que encuentran un consuelo inquietante en el satanismo, ese que conduce a lugares oscuros…

Si hay algo que decir sobre el tono de voz de Williamson y el pop visual del arte de Andrei Bressan, es que Dark Ride huele, rezuma bastante a aquellos nuestros queridos cómics de terror y viejunos de la EC (Entertainment Comics). Aquellas historias tan tremendas y buenas en cuanto al género, tan creativas y libres, anteriores al Comic Code que fueron duramente penalizadas cuando los padres de los niños y, sobre todo, la versión de un psicólogo en busca de fama, hablaron en contra de su exceso de violencia para con un adolescente que lee.

¿Por qué es esto relevante para Dark Ride? El libro presenta una serie de personajes que ven el horror en diferentes grados, y Williamson se esfuerza por mantener sus puntos de vista separados. El Terror trata de pasar un susto para liberar la tensión de los sistemas de quienes enfrentan los horrores de la vida real, los cuales pueden mantenerse separados. El entorno del parque temático captura de manera experta la noción de divertirse un poco antes de regresar a casa. Con una fuerte sensibilidad comiquera clásica, esa que tanto escasea hoy en día, combinada con una visión analítica de las historias de terror y sus fans. Williamson, Bressan y compañía, crean un mundo maravillosamente siniestro, brindándonos un arco narrativo inquietante que se siente como la primera entrada de una serie de criaturas de la vieja escuela. Creo que está recomendado, ¿no?