Reseña: Batman El Detective, de Tom Taylor, Andy Kubert y Brad Anderson

Batman: El Detective es un miniserie de seis numeritos que ECC Ediciones ha recogido en uno de esos geniales tomos tan llevaderos que tanto gustan. El guionista Tom Taylor, el artista Andy Kubert y el colorista Brad Anderson ambientan esta aventura en el propio centro de la línea Infinite Frontier de DC. ¿Qué es Infinite Frontier? Un paso acertado hacia un nuevo renacimiento del Universo DC. Uno que sí que promete tener cambios tangibles y perceptibles y que, con suerte, estos serán verdaderamente significativos para algunos superhéroes. Esencialmente, una nueva era de DC Comics con nuevos equipos creativos, nuevo equipo editorial, nuevo liderazgo y un compromiso con la diversidad y la inclusión tanto de los personajes así como los que están detrás de la escena.

Batman: El Detective comienza con un evento trágico en Inglaterra que rápidamente arrastra a Batman a una tensa investigación que resulta ser terriblemente personal. El talento creativo reunido para contar este misterio es de primer nivel, y la conspiración subyacente eleva esta historia por encima de lo terriblemente “familiar”. Un inicio muy potente donde presenciamos como un avión se estrella matando a ciento cuarenta y siete pasajeros que iban a bordo. Si eso no fuera suficiente para exigir mucha atención, alguien también pinta las letras BATMAN 147 en una estructura cercana… Algo recurrente al principio que no importa que os cuente como se desarrolla cada vez. Lo único que importa es cómo se conecta este tema con el orejas picudas.

Un detalle o detalles que me encantaron de esta aventura es la alta preocupación que mantiene, la tensión y sus partes más inesperadas. Una pelea con Caballero Fantasma proporciona la mejor secuencia de acción de todo el primer número (repleta de escenas notables) lo que deja con ganas de más y hace que sigas queriendo leer. La franca rareza de cómo Batman se enfrenta a la aparición y las viñetas de choque estrechamente enmarcadas por Kubert son una delicia. Por otro lado, Tom Taylor es un guionista capaz de una extrema ligereza (que se muestra plenamente en su reciente debut en Nightwing), así como de material más sombrío: vean la multitud de cómics de DCSos e Injustice que llevan su nombre.

En Batman: El Detective, la situación que nos ocupa no es tan apocalíptica como, por ejemplo, una infección Anti-Vida que se extiende por el mundo, similar a un levantamiento zombie, aunque sí que este Caballero Oscuro adopta el mismo tono de ambiente sombrío. El equipo creativo sugiere que la perspectiva de Bruce está fuertemente influenciada por no estar en un gran lugar de descanso psicológico, todavía aturdido por la pérdida de Alfred y tambaleándose por sus percibidos fracasos mientras considera si realmente alguna vez ayudó a Gotham en toda su puñetera vida. Este último punto no es del todo original, aunque historias como éstas normalmente tienen la ventaja de no pertenecer a historias de continuidad y gusta encontrar este punto.

Tenemos aquí una lectura psicológica especialmente atractiva. Y los detalles de como Bruce llega a Inglaterra y conoce a Caballera y Escudera, molan. Y cuando se da a conocer Equilibrio… oh. El trasfondo es el factor más detallado de esta historia, lo que la convierte en una historia potente en cuanto a reflexión sobre las vidas salvadas y las almas de los inocentes a los que muchas veces un inepto o ineptos empujan a “irse”. Los fantasmas de los perdidos. Es bastante horrible que tantas personas sean asesinadas por una pandilla de individuos desconocidos vestidos como Batmen blanqueados, pero cuando te enteras que a cada una de esas víctimas, Batman ya las había salvado antes… Uff.

Memorable.