Reseña: El Batman que Ríe. Metal, de Scott Snyder, Jock y VVAA

Con el orejas picudas también opto siempre por leer cositas diferentes. Y a poco que aparezca una novedad llamativa en este sentido, que menos que ponerse rápidamente a devorar dicha opción. ¿O no es tremendamente atractivo a los ojos -sin saber nada de nada- el genial tomo en tapa dura que recopila la miniserie de El Batman que ríe? Detrás, Scott Snyder, Jock, James Tynion IV y Eduardo Risso, ¿eh? Un equipo creativo poderoso para una obra que ya os adelanto que es indispensable para ti si estás leyendo esta reseña. Curiosa y muy digna para un Caballero Oscuro que ya se echaba de menos en postura… oscura. Parafraseando a un amigo, uno de los títulos más emocionantes que se pueden leer actualmente en DC, desde la primera ola de Rebirth (Renacimiento). Totalmente, de acuerdo. Una obra que engancha desde la primera viñeta gracias al impactante arte de Jock, diseños fuertes que son casi inmediatamente identificables como suyos.

También se presenta una amenaza espeluznante tanto para el personaje principal como para el Joker, quien de algún modo juega un papel importante en esta trama y es por que…, con tan solo dos frases nos tiene ganados. ¿Quién no desea saber más de un ser mitad Batman-mitad Joker? Veréis. Scott Snyder sacudió todo alrededor del murciélago al crear el Multiverso Oscuro. Lo hizo en la épica colección Noches Oscuras: Metal. Dejó suelto en Gotham City al más letal morador de esa realidad alternativa y ahora Bruce Wayne debe enfrentarse cara a cara con las pesadillas generadas en esa tormenta de acontecimientos. El Mal devoró al Mal en esa línea temporal y el Caballero Oscuro sigue sin estar tranquilo desde que ha descubierto a El Batman que ríe. Este ser que no solo sobrevivió a la pelea con el Joker, sino que ahora está implementando un plan siniestro en todo el Multiverso. Así que Bruce Wayne percibe que, la única forma de detener a este espectro loco, es matarlo.

Violar la regla que Batman nunca debe romper.

Con un impactante inicio, el tic-tac del reloj pone a Batman en camino a través de las diferentes realidades del Multiverso. Comienza a ver todas las interacciones de su vida, lo que podría haber sido y lo que no. Pero lo más importante es, que comienza a deducir que su vida actual es de alguna manera incorrecta y que todos los errores que ha cometido están conectados de alguna forma por una curiosa fuerza extraña. Mientras tanto, El Batman que ríe levanta el telón en su segundo acto, sacando sus mejores armas para irrumpir en Arkham Asylum… Anexa a su equipo a uno de los Batmen más poderosos del Multiverso Oscuro: ¡el Grim Kinight! Con el que el Cruzado de la Capa tendrá una lucha a muerte.

Se llega a un enfrentamiento final de película. ¿Y cómo derrotar a un enemigo que conoce todos tus instintos y todos tus movimientos? La idea de explorar los demonios internos de Batman, sus rincones más oscuros y sus peores miedos sin perder la esperanza o el momento ocasional para la introspección tranquila del personaje, es un tema mil veces tratado. Pero no deja de ser interesante saber hasta donde puede llegar un tipo que está sobrepasado, al que muchos amamos por la cantidad de historias chulas que tiene detrás. Historias ya eternas en las que para mí acaba de entrar El Batman que ríe.

¿Hasta qué el cuerpo aguante? El villano de aquí es una fuerza inconmensurable tras la escena. Cuando hace acto de presencia, es discordante y aterrador. Y eso mola. O a mí me mola mucho, mejor dicho. Yo que soy muy partidario de los arcos de Batman donde el terror está muy presente. Una trama con varios protagonistas, con la maravilla visual de los mundos hermosos/horribles que a Jock le gusta crear, este magnífico tomo y completo como pocos, recopila no solo la miniserie realizada por Scott Snyder y Jock, también apariciones posteriores a cargo de autores imprescindibles del cómic contemporáneo como Steve Epting, David Márquez o James Tynion IV (The Batman Who Laughs #1-#7, The Batman Who Laughs: The Grim Knight #1, The Infected – The Commissioner, Hell Arisen #1-#4, Batman/Superman Vol. 2 #1-#5). Dos villanos y un plan terrorífico que nuestro Batman no está dispuesto a asumir. Indispensable. Momentos realmente impactantes contiene.

Reseña: Batman. Chamán /Veneno, de Dennis O’Neil, Hannigan, Von Eeden y José Luis García-López

No lo esperaba porque en realidad resulta que empecé a leer y a leer, me enganché, y resultó que me sonaba bastante lo que me estaban contando. Y me dije: ¿Yo he leído esto? Diría que sí. Y sí, lo había leído hacia muchísimo tiempo y no recordaba lo bueno que eran estos dos arcos argumentales del maestro Dennis O´Neil. Un retroceso a algo que no sabía que me estaba perdiendo, los cómics donde una historia comienza y terminan con un apoteósico final. Y simplemente estás con Batman y lo ves “trabajar”. Pero estas historias merecen más que las estrellas que algunos “críticos” les han dado. Quizás es mi sensación ahora que estoy reseñando los dos arcos al completo, ahora, que se pueden disfrutar en un solo tomo, en tapa dura, gracias a esta nueva edición de ECC Ediciones. Tenemos en este tomo Chamán y Veneno, dos sagas escritas por el siempre maravilloso Dennis O’Neil y dibujadas por Ed Hannigan y Trevor von Eeden con la colaboración del maestro José Luis García-López. Y además, un relato protagonizado por el mítico guionista que firman su hijo Larry O’Neil y el dibujante Jorge Fornés.

Chamán es una historia extraña que muestra todo lo fantástico de las pelis de aventuras de los 80 con trasfondo sobrenatural. Esas genialidades de algunos directores hoy consagrados que a muchos nos hizo enamorarnos del cine ochentero para el resto de nuestro días. El primer capítulo de cinco partes tiene lugar incluso antes del Año Uno, de Frank Miller, y el resto ocurre poco después del primer año. Antes de que Batman pateara traseros a súper alienígenas y villanos inmortales, antes de que tuviera un batmóvil y un cinturón de herramientas lleno de artilugios, y antes de convertirse en el hombre más peligroso de la Tierra. Cuando únicamente era un tipo con una máscara, deambulando por el mundo pero, sobre todo, su ciudad, su mayordomo, un busca pistas. Un lado del personaje de Batman que nunca debe perderse, que no se le olvide a ningún guionista. En este arco, Batman aborda misteriosos asesinatos rituales en las calles de Gotham. No es educado, no siempre es capaz de salvar a las personas que lo rodean y los criminales no hablan con él a menos que él realmente los persuada. Pero… ¡Eso es mucha charla para el Murciélagos! Disfruté (volví a disfrutar) la combinación de sobrenaturalidad y espiritualidad de esta trama, así como el viaje que emprende Bruce Wayne para convertirse verdaderamente en la máscara que se pone.

Veneno no es una historia de ¿Y si Batman se volviera adicto a las pastillas?, como dice mucha gente. Eso es un tema bastante superficial. Puro simbolismo. En primer lugar, no es Vicodin, es veneno, el veneno/esteroide/súper droga que crea a Bane, probablemente el mayor y más subestimado enemigo de Batman. En segundo, es fácil interpretar el veneno como un símbolo de corrupción, maldad, obsesión total, psicopatía, todo lo que Batman no es. Batman es y siempre ha sido equilibrio. Tiene sed de venganza, pero protege a la gente de Gotham y a su familia. Destruye a sus enemigos pero no los mata. O normalmente no mata, depende del guionista. Sissy Porter se ahoga y Batman le falla y recuerda cómo les falló a sus padres. Se da cuenta de que no es suficiente, que su equilibrio no funciona. Entonces se vuelve completamente Batman. Nunca te vuelves completamente Batman. Con eso quiero decir que se entrega al 100%, todo venganza, todo cuerpo, sin cerebro, sin segundas conjeturas. Pero sí que se vuelve adicto a las pastillas, pero sólo por el poder que le dan. La supuesta infalibilidad. Porque todo ese jugo confunde su cerebro y comete errores, casi lo matan, casi se convierte en un asesino, lo que se prometió a sí mismo que nunca sería, o de lo contrario no es mejor que Joe Chill, quien mató a sus padres. El fracaso de Batman ilustra cuán humano es en realidad, o tal vez cómo Batman nunca está sin Bruce Wayne, siempre humano, nunca completamente corruptible.

Dos historias indispensables.

Reseña: Batman El Detective, de Tom Taylor, Andy Kubert y Brad Anderson

Batman: El Detective es un miniserie de seis numeritos que ECC Ediciones ha recogido en uno de esos geniales tomos tan llevaderos que tanto gustan. El guionista Tom Taylor, el artista Andy Kubert y el colorista Brad Anderson ambientan esta aventura en el propio centro de la línea Infinite Frontier de DC. ¿Qué es Infinite Frontier? Un paso acertado hacia un nuevo renacimiento del Universo DC. Uno que sí que promete tener cambios tangibles y perceptibles y que, con suerte, estos serán verdaderamente significativos para algunos superhéroes. Esencialmente, una nueva era de DC Comics con nuevos equipos creativos, nuevo equipo editorial, nuevo liderazgo y un compromiso con la diversidad y la inclusión tanto de los personajes así como los que están detrás de la escena.

Batman: El Detective comienza con un evento trágico en Inglaterra que rápidamente arrastra a Batman a una tensa investigación que resulta ser terriblemente personal. El talento creativo reunido para contar este misterio es de primer nivel, y la conspiración subyacente eleva esta historia por encima de lo terriblemente “familiar”. Un inicio muy potente donde presenciamos como un avión se estrella matando a ciento cuarenta y siete pasajeros que iban a bordo. Si eso no fuera suficiente para exigir mucha atención, alguien también pinta las letras BATMAN 147 en una estructura cercana… Algo recurrente al principio que no importa que os cuente como se desarrolla cada vez. Lo único que importa es cómo se conecta este tema con el orejas picudas.

Un detalle o detalles que me encantaron de esta aventura es la alta preocupación que mantiene, la tensión y sus partes más inesperadas. Una pelea con Caballero Fantasma proporciona la mejor secuencia de acción de todo el primer número (repleta de escenas notables) lo que deja con ganas de más y hace que sigas queriendo leer. La franca rareza de cómo Batman se enfrenta a la aparición y las viñetas de choque estrechamente enmarcadas por Kubert son una delicia. Por otro lado, Tom Taylor es un guionista capaz de una extrema ligereza (que se muestra plenamente en su reciente debut en Nightwing), así como de material más sombrío: vean la multitud de cómics de DCSos e Injustice que llevan su nombre.

En Batman: El Detective, la situación que nos ocupa no es tan apocalíptica como, por ejemplo, una infección Anti-Vida que se extiende por el mundo, similar a un levantamiento zombie, aunque sí que este Caballero Oscuro adopta el mismo tono de ambiente sombrío. El equipo creativo sugiere que la perspectiva de Bruce está fuertemente influenciada por no estar en un gran lugar de descanso psicológico, todavía aturdido por la pérdida de Alfred y tambaleándose por sus percibidos fracasos mientras considera si realmente alguna vez ayudó a Gotham en toda su puñetera vida. Este último punto no es del todo original, aunque historias como éstas normalmente tienen la ventaja de no pertenecer a historias de continuidad y gusta encontrar este punto.

Tenemos aquí una lectura psicológica especialmente atractiva. Y los detalles de como Bruce llega a Inglaterra y conoce a Caballera y Escudera, molan. Y cuando se da a conocer Equilibrio… oh. El trasfondo es el factor más detallado de esta historia, lo que la convierte en una historia potente en cuanto a reflexión sobre las vidas salvadas y las almas de los inocentes a los que muchas veces un inepto o ineptos empujan a “irse”. Los fantasmas de los perdidos. Es bastante horrible que tantas personas sean asesinadas por una pandilla de individuos desconocidos vestidos como Batmen blanqueados, pero cuando te enteras que a cada una de esas víctimas, Batman ya las había salvado antes… Uff.

Memorable.

Reseña: Batman. Gotham Knights. Ciudad Dorada, de Evan Narcisse y Abel

Los cómics vinculados a videojuegos siempre son una perspectiva arriesgada porque generalmente no son conocidos por su historia entre los comiqueros que siguen la famosa continuidad de un personaje. Pero los cómics de la Gotham Knights, ambientada después del asesinato de Batman mientras sus cuatro protegidos intentan vengarlo, tienen una fuerza tremenda en sus argumentos y pese a que nada llega a ser canon (por llamarlo de alguna forma), el alto nivel de guion y dibujo que se maneja en ellos significa que nunca es una opción perdérselos. Y a las pruebas me remito.

ECC Ediciones publica este tomo que recoge la miniserie al completo Ciudad Dorada (Batman: Gotham Knights – Gilded City núms. 1-6 USA). Estamos ante un cómic que como Preludio aborda el caso final. Evan Narcisse y Abel desentrañan la historia de una nueva y misteriosa plaga en Gotham que funciona-mata lento pero rápido como gas del miedo. Un gas que convierte a la gente de Gotham en maníacos enloquecidos capaces de hacer cualquier cosa: disturbios, luchar y matar para conseguir el objeto deseable más cercano. Por poner un ejemplo de estas locuras: irrumpen en un estadio, roban el objeto más deseado de ese equipo, publican una foto e inmediatamente colapsan. Todo muy directo en términos de sátira referente a como se comporta el ser humano, en especial, respecto a la adicción a las redes sociales y a su imagen para con el vecino. Todo esto mientras Batman, Robin y Batgirl intentan proteger a los residentes de Gotham de sí mismos y encontrar al culpable de la expansión de dicha plaga.

Gotham City nunca ha sido el lugar más seguro de la Tierra. Pero ahora la metrópoli está sumida en la locura. Todo por culpa de un misterioso virus que convierte a la gente corriente en criminales obsesionados que destruyen propiedades, roban tiendas y atacan a residentes inocentes. En todo este caos, Batman y los Caballeros de Gotham titulares tienen las manos ocupadas. No sólo deben detener la propagación de la plaga, sino también descubrir su origen pues resulta que la enfermedad ya afectó a la ciudad en el pasado. Ese en concreto es el motor de la trama.

Ciudad Dorada hace de introducción al videojuego que se lanzó para PC y consolas. Para quien se lo pregunte, es una miniserie lo suficientemente independiente como para que no jugar no perjudique la comprensión de la trama. Y no leer el cómic, por supuesto, no perjudica a la comprensión del juego. Evan Narcisse ha creado una obra que cualquiera puede disfrutar, tiene la dosis adecuada de entretenimiento del fan de los cómics de superhéroes. No es que viajen al pasado, la historia se desarrolla de dos maneras. Por un lado, observamos los acontecimientos actuales y los esfuerzos de Batman por controlar el caos que se está extendiendo, y por otro lado, hay sucesos que se entrelazan con numerosos flashbacks.

El dibujo de Abel es espectacular.

Reseña: Batman. Alegría, de Chip Zdarsky, Eddy Barrows y VVAA

Podríamos debatir todo el día (y la noche) sobre la necesidad de otra aventura del “murciélagos” en DC Comics. Sobre si nos da vida lectora o no leer y degustar una nueva historia -con nuevos autores- del Caballero Oscuro. Uno que me conozco diría: “Siempre se trata de dinero”. Pero yo, que trabajo más lo creativo, me limito a: ¡Batman trae la cashunda! Un comentario que hacía otro colega mío cada vez que quería recomendar un cómic del orejas picudas. Entonces, yo, a ustedes, sinceramente, les diría, no, no necesitamos un nuevo cómic de Batman a cada momento. Pero entonces mis ojos recorren la portada, se dirigen a la zona donde se indica la autoría y… ¡Necesito un cómic de Batman escrito por Chip Zdarsky! Y aquí está, y aquí se resume todo el párrafo. Batman: Alegría (Batman: Urban Legends #1-#6 USA), un detective de Zdarsky que encima viene acompañado de algunos amigos para dicha antología.

Chip Zdarsky y Eddy Barrows hacen antes que nada un opening con una historia de Capucha Roja que muestra por qué amo la escritura de Chip. Al igual que lo que hizo con Daredevil en Marvel, no hay tontás a nivel de superficie, incluso presentando una trama que trata en gran medida de historias pasadas. Mientras que en el presente, Jason Todd está investigando una nueva droga denominada “lágrimas alegres” que está llegando a las calles de Gotham, también vemos flashbacks del joven Jason tratando de convertirse en Robin y más allá. Sí, la historia trata sobre la muerte de Jason a manos del Joker, pero creo que a los fans de Red Hood les gustará porque se centra en las emociones de Jason y Bruce. Zdarsky configura esto para mostrarnos el corazón de Jason y la ira intrínseca que todavía tiene dentro. Y ya estamos enganchados.

Stephanie Phillips y Laura Braga brindan después a los lectores una actualización sobre la relación Harley/Ivy, y aunque espero que veamos más de esto en su libro en solitario que ECC publicará en los próximos meses, con toda la locura con Ivy desde Heroes in Crisis, es bueno darles a las chicas un tiempo juntas. Ahora, el cínico en mí, se preocupa del por qué Ivy está llegando a Infinite Frontier como villana directa. Esta historia es un servicio de fans para fans de Harley/Ivy. Y se lo merecen después de la montaña rusa de emociones de los últimos años. A continuación, tenemos una historia de Outsiders, de Brandon Thomas y Max Dunbar que quería que me gustara pero no me llegó a gustar tanto como esperaba. En ciertos momentos es inconexa, aunque tiene algunas escenas geniales para que Katana y Relámpago Negro se abran camino.

La historia final es una historia de Grifter, de Matthew Rosenberg y Ryan Benjamin, y podría ser mi favorita. Me encantó la referencia al Grifter de Rosenberg en Future State. Denme un excelente trabajo de personajes, y estoy dentro. Y Rosenberg lo hace. Leí por ahí que se saltaron las referencias al Grifter más cercano porque no sabían o no les importaba el personaje en realidad. Pero por favor… Vais a ver como Rosenberg conoce y se preocupa por el personaje lo suficiente como para hacerlo atractivo para el que lo conoce y para el que no. Muy divertido y lleno de acción.

ECC Ediciones presenta la recopilación Alegría, una de las sagas más aclamadas de la serie Leyendas Urbanas.

Muy disfrutable.

Reseña: Yo Soy Suicida, de Tom King y Mikel Janín

Batman y Catwoman han tenido una larga historia de amor a lo largo de la historia de DC Comics y no hace tanto esto se ha explotado de un modo muy chulo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13413). Pero hay que recordar que la primera aparición de la sensual Selina Kyle fue allá por 1940 debutando en un número de Batman, donde desde un principio comenzó el ardiente afecto que ha durado décadas. Y ha tenido muy buenos momentos en El Largo Halloween, Hush and The Brave and the Bold #197 y un número que recuerdo bastante: Detective Comics #557, donde Gotham sufre una lluvia roja aparentemente interminable a la vez que Batman se muestra enamorado de Catwoman por primera vez. Su flirteo también fue más allá de los cómics, abriéndose paso en la serie de televisión Batman en los 60s y en las pelis Batman Returns y The Dark Knight Rises. Pero la versión más reciente y atractiva la tenemos en el Batman Rebirth, de Tom King (el enlace a la reseña que os he puesto).

Yo Soy Suicida, se recogió como una miniserie o arco al completo pero comprendería, en realidad, los números del #9 al #13 de la nueva colección. Donde el cortejo está entrelazado con la cruzada suicida de El Cruzado de la Capa por atrapar a uno de los más importantes secuaces de Bane mientras se infiltra en las entrañas de la prisión de Santa Prisca, aunque para eso necesita de la ayuda y virtudes de su chica, a veces fiable, a veces no, la denominada Catwoman. Y todo, esta vez, en una chula edición que presenta ECC en escala de grises por expreso deseo del autor.

Como os decía, Yo Soy Suicida proviene de la historia de amor entre Batman y Catwoman. Sus momentos más potentes son cuando King muestra las cartas de amor entre los dos; son sentidas, poéticas y apasionantes. Pero en Yo Soy Suicida realmente nos adentramos en el corazón de nuestros queridos enmascarados. Es aquí donde triunfa la escritura de King y lleva al lector a un anhelo emocional entre los dos amantes desafortunados. Hace que sea fácil empatizar con la situación suicida en la que se encuentran. Un luchador contra el crimen y una criminal juntos. Un buen drama. Yuxtaponed esto con las escenas de lucha increíbles y violentas y disfrutaréis de este mini-arco súper chulo donde incluso los dibujos de Janín aportan bastante. Hace un excelente trabajo al dar vida a Batman abriéndose camino a través de ola tras ola de balas cayendo al suelo provenientes de la ametralladora de Bane y sus lacayos… Eso sin contar que las viñetas donde se escalan muros o incluso rascacielos, son alucinantes.

Y si tuviera que poner alguna pega sería el diálogo. A veces, la naturaleza repetitiva del diálogo de Batman y Catwoman se hace algo tediosa. Y Bane no parece tener esas potentes frases que tiene en otros cómics. Y eso le quita poderío. Pero si estás interesado en una buena historia de Batman, una atractiva, que entretiene y de las que provocan que no quieras dejar de leer, Yo Soy Suicida es muy buena opción. Una historia que combina un romance sincero con páginas de acción impactantes. Tom King y Mikel Janín llevando al límite amores de pareja y enfrentamientos con Bane. Un tomo que además incluye una extensa entrevista con Janín, material extra inédito, cedido y revisado por el propio creador español. Hay que probar.

Reseña: Batman/Catwoman, de Tom King y VVAA

Puede ser uno de los integrales más recomendados del mes y estoy de acuerdo. Este tochal recopila, nada más y nada menos, que los doce numeritos de la serie Batman/Catwoman, pero además incluye el Batman/Catwoman Special #1, el Batman Annual #2, el Catwoman 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular y el Detective Comics #1027 USA. Es decir, todo-todito-todo lo relacionado al boom que fue juntar por fin a dos personajes donde siempre hubo tanto tensión sexual. Y ahora, casi quinientas páginas de ello. Así que, ¿uno de los más recomendados del mes? Correcto. Esta es una historia épica de principio a fin sobre dos iconos DC. Donde por un lado me gustó como está llevado todo el “asunto” Bat/Cat, y por otro, creo que nunca es buena idea mostrar el final/muerte/etc de ciertos personajes por los cuales se te van a echar medio millar de fans… que digo fans, fanáticos, encima. Pero este que escribe no necesita saber cómo terminan sus vidas (a mi no me hubiera afectado en su día cuando Doyle mató a Sherlock Holmes) porque son personajes ficticios que me sobrevivirán, que un autor u otro puede revivir cuando quiera (incluso haciéndolo bien), y lo más importante, sobre-todo-sobre-todo-sobre-todo, porque lo más importante en el mundo de los superhéroes es el camino.

Y os adelante que esta es una serie de Catwoman. La llamen como la llamen, debes saberlo antes de elegirlo como fan de Batman. Y no estoy diciendo que no puedas ser fan de ambos, pero contado todo desde el punto de vista de Selina, creo que a ciertos cabezas-huecas les puede bajar del carro eso. Ya pasó al otro lado del charco. Porque si de hecho odiaste la noticia (incluida en telediarios) del romance entre Batman y Catwoman, entonces chico, oh chico o chica, vas a odiar esto. Y ojo que El Joker, como no podía ser de otra forma, juega un papel importante aquí. Y estoy del lado de los que opinan que es increíblemente apropiado que Selina simplemente le corte la garganta y termine con el tema de una vez por todas. Puede ser hasta irónicamente gracioso. Pero también es apropiado que Selina sea lo suficientemente ambigua moralmente como para tratar con él, no? Un poco a lo mata-reyes, hipócrita, jamás pude entender como esta chica que para mi siempre fue una superhéroe-malota pero superhéroe (una Castigadora DC); jamás pude entender porque trabajaba junto al payaso del crimen cuando este no para de matar gente.

Me encantaron aquí Selina y Bruce. Son adorables. Su kilometraje personal variará en estas aventuras juntos que se les van dando. Incluso llegas a amar la relación entre Helena y Dick. Y mola ver que las cosas de madre e hija entre Selina y Helena también son dulces y divertidas. Con controversias pues te puede parecer extraño que Helena la denuncie por el asesinato de Joker, al principio. ¿Por qué harías eso? ¿Quién entregaría a su madre por asesinar a un asesino psicótico? Pero todo se resuelve. Y es que no sé. Hubo muchos momentos divertidos, así que este es un tomo que se quedará totalmente en mi colección. Aunque sea demasiado “definitivo”. Casi parece como si King quisiera escribir una escena de muerte gorda desde hace tiempo y acabar con ciertos aspectos de inmortalidad dentro del mundo del cómic. Quizás por esto le cayeron bastantes palos. Tenemos a Alfred en la historia principal y esto siempre es bien. Después Batman, Catwoman y Joker. Bien, hecho, tú. Normalmente, para mí, Tom King es un guionista que lo amas o lo odias. Pero yo siempre brindaré por los que intentan (al menos, intentan) romper el molde.

¿El dibujo? Me encanta todo lo que elaboró Clay Mann y mucho menos lo que hizo Liam Sharp y mi amado Michael Lark. Ahí lo dejo. Tom King dirigió la serie para DC desde 2016 hasta 2019. El escritor tenía planeado cien números pero por sorpresa todo se acabó en el #85. Esta es la continuación que le dejaron hacer con la que King prometió definir: “Lo que Batman es, podría ser y será”. Opinad por vosotros mismos.

Reseña: Batman´89, de Sam Hamm, Joe Quiñones y Leonardo Ito

Entonces, sí, existe. Hubo una serie que nos llevaba a la continuación de la clásica película que lo petó en los 90. Pero nos llevaba de una forma chula y curiosa como es la idea de si aquella historia hubiera continuado y entonces obtenemos el origen de Dos Caras (en aquel entorno, ambientación). Por eso, una versión diferente y me encanta la forma en que sucede. Cómo Harvey se convierte en una especie de tipo famoso y se postula para los puestos de gobernador y cómo ocurre todo para que este tipo llegue a ser abrazado por su dualismo… El guionista, el señor Hamm, captura perfectamente eso colocándole una curiosa relación con Barbara Gordon y tratando el cara a cara con Bruce (también conocido como Batman, jajaj). Con todo, genial el cómo responde a este tipejo que nunca mejor dicho, tiene dos caras.

Batman´89 marcó el retorno del guionista Sam Hamm al cómic. Hamm es un guionista y autor de cómics estadounidense, conocido por co-escribir el guion del Batman, de Tim Burton. También estuvo en los créditos de Batman Returns aunque cuentan que la versión final de la película para nada se parecía a lo que él escribió y ahí se desvinculó de esa «sociedad». Tras ese desliz, DC Comics invitó a Hamm a escribir para Detective Comics y el resultado fue Blind Justice, cómic en el que se presentó por primera vez al mentor de Bruce, Henri Ducard. Pero fue en 2021, cuando Hamm regresó a sus creaciones originales del orejas picudas con la serie limitada Batman ’89, una continuación directa tanto de la película de 1989 como de Batman Returns y que ahora tiene disponible ECC Ediciones en nuestro país en un genial tomito que recopila al completo la serie.

¿Es un volumen que hay que tener por completismo? Por supuesto. En especial, los amantes de las pelis de Burton entre los que me incluyo, aunque soy del bando de los que solo destacan el potencial de la primera. Pero en este cómic salen cositas curiosas que uno como fan del Caballero Oscuro debe ver. Me encanta el nuevo Robin. Tiene un diseño de vestuario de Robin increíble en estas viñetas. Y el enfrentamiento entre Batman y Dos Caras creo que puede ser el mejor que existe dentro del noveno arte. Y el papel de Selina en toda la coreografía que muestra es una maravilla, que solo apreciará el lector constante de cómics de acción. Y el escenario propuesto es emocionante. Así que sí, definitivamente lo recomiendo. Es una serie muy divertida y sí, no es el mejor material de Batman, pero sigue siendo una buena lectura y si se tiene en cuenta que está escrito por el mismo tipo que escribió la película, es una lectura perfecta, sin duda. También me gusta la forma en que se usa el escenario noir de los 90 aquí y cómo se introduce la llegada de internet al escenario de entonces. E insisto, Selina, tremenda es Selina en este cómic. Que aparte de dar patadas como si no hubiese un mañana, es una genio de la tecnología, algo que nunca vimos en otra parte. Así que fue divertido presenciar sus disputas en ese tejemaneje que lleva con Bruce…, y no solo como Bat vs Cat.

El arte de Quiñones, una maravilla que nos lleva a la ambientación propuesta por las pelis en su día. Y esto lo podréis apreciar tanto en la historia como en los bocetos y la galería de portadas alternativas que trae el volumen. Muy recomendable.

Reseña: Batman. El Hijo de los Sueños, de Kia Asamiya y Max Allan Collins

Un Batman… un cómic de Batman diferente, ¿cómo demonios no te lo va a pedir el cuerpo? Uno que siempre aboga por la originalidad, por el cambio, encontrar lo nuevo… Y ya solo leyendo la sinopsis de El Hijo de los Sueños -incluso viendo su portada-, sabes que hay algo diferente. Que vas a encontrar novedad. Una historia escrita y dibujada por la famosa mangaka Kia Asamiya y adaptada al público americano por el novelista y guionista de cómics Max Allan Collins; no descubro nada si digo que Batman es y siempre será una inspiración internacional. Uno de los íconos superheróicos más reconocibles del mundo. La punta de lanza en ventas de DC. Con el paso de los años y la creciente popularidad del manga en USA, era cuestión de tiempo que el cómic japonés y el orejas picudas se conocieran. Se eligió bien al contactar con Kia Asamiya, sus obras Silent Mobius y Steam Detectives, le daban currículum para con el Caballero Oscuro «milleriano» que todos conocemos. Junto con el escritor Max Allan Collins, Asamiya ha intentado cerrar la brecha entre los cómics occidentales y orientales con El Hijo de los Sueños. Y a las pruebas me remito:

El hilo central va sobre una droga que como todas, prometen realidades que no existen. Durante un minuto, durante una hora, durante toda una noche si tienes suerte, puedes convertirte literalmente en tu ídolo, siempre y cuando tu ídolo sea uno de los mayores enemigos de Batman… ¿Pero quéeee? Hay una droga en las calles de Gotham que hará realidad tus sueños. ¿Qué puede incitar a eso? ¿A ser destruido? Precio alto, ¿no? Es alto. El más alto. Pero por saborear la gloria criminal, muchos están dispuestos a pagarlo. Tontolabas hay en todos lados, ¿no? El Hijo de los Sueños mola, sobre todo, porque es, en muchos sentidos, un retroceso a los cómics del Batman de los 80. Donde Bruce Wayne era una parte casi tan integral de la historia como el superhéroe que viste y calza. El delicado acto de equilibrio entre el vengador oscuro y el emprendedor mujeriego es un buen drama presente. Aunque el culpable misterioso detrás de todo sea tan obvio como la enorme nariz de la careta que lleva en este cómic.

Un cómic que tiene todo lo que necesitas de una historia del Caballero Oscuro: una damisela en apuros, conflictos tanto para Wayne como para Batman, la gran galería de villanos saliendo a pasear… y acción. Muchas acción. Y si bien el estilo de dibujo puede parecer algo exagerado, algo extraño para una historia de Batman, las escenas de acción son de primera categoría. Si puedes superar el hecho que a tantos echa para atrás como es el blanco y negro o si eres amante del manga de toda la vida, apreciarás el más mínimo detalle. Siempre que no esperes una versión totalmente nueva de Batman, Alfred o el comisario Gordon. En El Hijo de los Sueños no hay desarrollos rompedores, comportamientos absurdos o trama única. Es el clásico Batman pero con la originalidad de ser introducido en el manga. Puede que no sea la historia de Batman más original o la mejor historia que hayas leído, pero es buena porque es pura aventura. Lo que yo busco en el cómic de superhéroes. Batman ha de encontrar al proveedor de esta droga surrealista y mortal, y la búsqueda le lleva hasta Tokio en una confrontación con el enemigo químicamente mejorado definitivo. Ahí lo llevas.

Dibujado al estilo manga clásico, pero con un toque más real que la mayoría de las novelas gráficas de acción manga, El Hijo de los Sueños es totalmente recomendable. Típica novela gráfica de la que puedes alardear con tus amigos diciendo: “Sí, esa rarunada la he leído yo”. Y probablemente añadas: “Y me gustó”.

Reseña: Batman. Gotham Underground, de Frank Tieri y Jim Calafiore

Batman: Gotham Underground es otro de esos geniales tomos de franja amarilla que recoge uno de los nuevos arcos de la última larga lista de títulos para explorar la deportación de Checkmate de los supervillanos de la DCU a un planeta lejano (¿Se puede decir prisión de la Zona Negativa?). Otro vínculo superfluo con la bestia gigantesca y fea conocida como Máscara Negra. Y por eso precisamente quería leer este tomo. Me encanta este villano y todo lo que se está contando sobre él antes, durante y después de su muerte. Sí, muerto, porque Máscara Negra ha muerto, y el trono de los bajos fondos de Gotham City ha quedado vacante. Sin embargo, los diferentes malhechores locales no tardarán en disputarse el control de las calles, de las mafias y, en general, de todo aquello a lo que se pueda hincar el diente. Y como siempre, corresponderá a los justicieros de la ciudad hacerles frente mientras Cerillas Malone se infiltra en los dominios de El Pingüino a fin de destapar que Oswald Cobblepot no es un empresario tan respetable como pretende aparentar…

Ahora, antes de ir y hacer algo loco como asumir que la gran historia de Countdown, en realidad, volvía a crecer en ramales diferentes (no es así), me siento obligado a señalar que Gotham Underground funciona a pesar de su conexión con Countdown y su continuación real en la Salvation Run; donde Grant Morrison abordaba unos conceptos locos y exagerados para las páginas de Detective Comics. Bueno, a ver, me paro y para que nadie que no esté muy puesto se líe, Gotham Underground se cuela o deberíais colarla en vuestro orden de lectura entre el Batman: Detective Comics vol. 01 – Archivos Secretos y el Batman vol. 4: El Guante Negro. Y si no mirad, os paso el orden de lectura que propuso ECC Ediciones, el mismo que yo, por ejemplo, tengo impreso en el tablón de mi despacho y al que recurro más de una vez: https://www.ecccomics.com/contenidos/guia-de-lectura-batman-saga-11705.aspx

Escrita por Frank Tieri y dibujada por Jim Calafiore, Gotham Underground recopila la miniserie homónima en la que tienen cabida los peores elementos de la ciudad de Batman, incluidos El Espantapájaros, Hugo Strange y El Acertijo. Y Catwoman se centra directamente en las luchas emocionales recientes de Selina y Nightwing en Nueva York (realmente no ha habido muchas historias recientes que presenten a Gotham City de forma tan realista). Como cualquier gran escenario ficticio, Gotham es prácticamente un personaje secundario por derecho propio, y el escritor Frank Tieri aprovecha al máximo ese hecho, arrojándonos directamente a la mezcla de otra noche mortal en Gotham. Por lo que Tieri nos lleva de un lado a otro entre la última guerra de pandillas de Gotham y nos da un paseo por el Penguin’s Iceberg Lounge, una reunión entre dos de las familias criminales más poderosas de la ciudad en un club nocturno, donde los clientes pueden apostar en peleas de superhéroes (la Guerra de los Sinestro Corps se reproduce en la pantalla central). Y como adicto a Batman cuando se presentan estos detalles, uno no pude evitar sonreír en cada parada.

Tieri también se toma tiempo para divertirse con algunos elementos básicos icónicos de las historias clásicas de Batman, y una reunión en la azotea entre el comisario Gordon y Robin, depara en un diálogo excelente, al igual que la interacción entre Dos Caras, El Pingüino y El Acertijo.

El artista Jim Calafiore captura muy bien la atmósfera de Gotham City, y dado que está libre de la estructura rígida de Countdown, puede estirar un poco las piernas con algunos diseños de viñetas más creativas. Aunque no tiene nada nuevo que decir sobre Gotham o el Caballero Oscuro. ¿Y quién lo tiene?

Los fans del orejas picudas disfrutarán de este tomo porque sí y ya está.

Para el que no esté siguiendo la colección será un “agradable” recorrido por la ciudad más oscura, más peligrosa y con más mafiosos por metro cuadrado que uno se puede encontrar en el mundo de los cómics.