Reseña: La Lista de los Siete, de Mark Frost

No es posible leer La Lista de los Siete, de Mark Frost, sin darse cuenta de inmediato de que se trata de una novela sherlockiana pero de una forma algo inusual. Sin embargo, no es algo sorprendente, considerando que Frost también fue uno de los guionistas de Twin Peaks, una serie de televisión de un género completamente distinto y que dejó con el culo torcido a mucha gente… incluso si la vuelves a ver hoy en día.

Doyle conoce a Jack Sparks por primera vez el día de Navidad de 1884. Su presencia había sido solicitada en una sesión espiritista «como hombre de Dios y de ciencia». El joven médico y aspirante a escritor Arthur Conan Doyle es invitado a una sesión de espiritismo en una casa del East End londinense pero la velada da un giro macabro cuando dos personas son brutalmente asesinadas, y el propio Doyle está a punto de correr la misma suerte. Fuera del edificio, antes de la sesión, Doyle evaluó rápida y eficientemente la situación y a cada uno de sus participantes (al estilo «sherlockiano»). Pero lo dicho, dentro del edificio, durante la sesión, los acontecimientos dan un giro horrible y trágico cuando un salvador llamado Jack Sparks, un enigmático aventurero y maestro del disfraz que afirma ser agente especial al servicio de Su Majestad la Reina Victoria, revela a Doyle que ha sido marcado como objetivo por una siniestra secta de satanistas conocida como la Hermandad Oscura; a partir de entonces, Doyle y Sparks se embarcarán en una trepidante persecución que los llevará desde los oscuros callejones de Londres hasta los rincones más remotos de Europa, enfrentándose a amenazas tanto humanas como sobrenaturales. En busca, por supuesto, de los líderes de esa Hermandad.

Sectarios, practicantes de magia negra, gárgolas que cobran vida, científicos desquiciados y figuras emblemáticas como Madame Blavatsky y Bram Stoker; toda una serie de personajes que harán vibrar al verdadero fan del pulp verdadero en esta novela que Editorial Impedimenta ha decidido poner nuevamente en novedades. Un título donde se percibe a leguas el talento del señor Frost como guionista. Se hace patente en la narración del libro y hay una calidad cinematográfica única de trasfondo en la historia, en la forma en que Frost ambienta una escena y narra un conflicto, que es gloria bendita. Escenarios vívidos, diálogos nítidos y fluidos y personajes llenos de vida; en la La Lista de los Siete, Frost presenta otra parodia donde esta vez Conan Doyle aparece resolviendo crímenes. Pero Doyle no interpreta a una copia exacta de su famoso médico. Doyle actúa junto a Jack Sparks, un encantador, atlético y ascético agente especial de la Corona, quien a primera vista parece ser el modelo obvio para el personaje que será Sherlock Holmes en el futuro. El hombre completo. Pero no es tan sencillo. Jack Sparks no es Sherlock Holmes, ni Doyle es el Dr. Watson. Aunque cada personaje de la novela de Frost parece prefigurar a algún personaje futuro, y te perjudicarás si intentas encajarlos en moldes predeterminados.

En mi opinión, en esta novela el autor-guionista llega al punto exacto donde la nostalgia y el gusto por la novela sherlockiana se separan pero sin nunca perderse de vista. Como los dos márgenes de un río.

Que sepa, Frost ha escrito una secuela de La Lista de los Siete. Me contaron que es uno de esos raros libros que es a la vez una continuación de la historia original y una historia completamente nueva por derecho propio. Impedimenta, sabéis, que tenéis que traerla también, ¿no?

Muy recomendable.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.