Reseña: El Horror del Túmulo. Los Diez Relatos Weird Western, de Robert E. Howard

Costas de Carcosa, que nos tenía algo abandonados con esta colección en tapa dura que tan buenos momentos nos viene dando, regresa a lo grande con una tremenda antología, una publicación a manos del maestro del fantástico como fue el gran Robert E. Howard. Relatos de horror dentro del género western. Una mezcla que siempre he dicho que bien elaborada, puede ser una cazuela con un olor tan rico como sorprendente. Porque no es muy común ver que el genero western se mezcle con otro, y mucho menos con el Terror, y salga un buen resultado. Y en las manos y mente de este hombre brotaba… En Los Diez Relatos Weird Western vais a ver que esto se trata maravillosamente bien. Y es que el maestro escribió una de las primeras historias del Weird Western jamás creadas como fue El horror del túmulo, que junto a Las palomas del infierno, es uno de mis cuentos favoritos del creador de Conan, Kull o mi amado Solomon Kane. Porque Robert Ervin Howard fue un escritor pulp estadounidense de ficción fantástica, terror, aventuras históricas, boxeo, western y detectives. Howard escribió más de trescientas historias y setecientos poemas de pura emoción desenfrenada. Y aquí está la prueba exacta de como también hizo sus pinitos en tramas con el Lejano Oeste de fondo.

Todo lo que hacía o escribía Howard se convertía en oro puro.

Tras otro poderoso Prólogo como nos tiene acostumbrados el maestro Javier Jiménez Barco para la ocasión, tenemos a El horror del túmulo que es el relato que lidera esta antología. Y el más potente. Donde un codicioso vaquero de Texas busca un tesoro en un túmulo indio y despierta algo antiguo y malvado. Pero este tomo tiene otras maravillas como El hombre en el suelo o El corazón del viejo Garfield, un cuento de 1933 y una de las mejores historias extrañas que he leído en mucho tiempo porque no recordaba nada de nada y no estoy seguro de haberla leída en el pasado. Aunque creo que sí porque me recuerda a un relato que escribí, así que seguramente “bebí de este río”. Aquí lo siniestro y el horror están plenamente integrados en la puesta en escena de la frontera asentada. Personas que sentiréis que son o fueron verdaderos tejanos que se enfrentan a un misterio, pero que responden a ello con verdadera determinación. Nada de intelectuales sino de hombres prácticos enfrentándose al horror en las llanuras. Y La muerta recuerda es una historia casi perfecta de venganza y una excelente caracterización de la mentalidad de los vaqueros y de la sociedad ruda y dispuesta del Oeste de allá por 1870.

Pero hay más relatos con la mejor ambientación de finales del XIX en el verdadero Far West. Como Por el amor de Barbara Allen, El secreto del valle perdido (un lúgubre relato subteosófico de antiguas razas depravadas que descienden a toda velocidad en la escala evolutiva), El extraño caso de Josiah Willbager (que cuenta como nativos americanos le arrancaron el cuero cabelludo y lo dieron por muerto, pero sobrevivió milagrosamente gracias a una visión), El jinete del trueno, El horror en la noche, La sombra de la bestia (el hombre sureño defiende a su mujer de piel clara de amenazas bestiales sólo para encontrar algo aún más bestial y oculto rondando una casa; todo esto sin olvidar que cada relato viene con alguna ilustración y el volumen cierra con unos Apéndices; el primero, contenedor de unos poemas que el autor lanzó también con esta temática; y el segundo, artículos sobre cómo algunos de estos relatos también vieron la luz dentro de los cómics de la EC.

Siempre diré que con la lectura de una obra de Howard es muy difícil no ganar. En sus cuentos de terror, en el peor de los casos, es pulp. En el mejor de los casos, es un digno heredero al menos de Poe, incluso si hay gente que dice que nunca llega a igualar a Lovecraft (para mí lo supera); Howard aquí ambienta sus historias en la Texas que conocía, hace obvio como podía profundizar en el corazón del hombre blanco pobre y con problemas de aquella época y deja historias inolvidables en lo que es uno de los grandes libros publicados este año.

El horror a lo desconocido en el Lejano Oeste que, como en cualquier lugar del mundo, está ahí fuera. Aunque muchos se nieguen a creerlo retirando la mirada.

Reseña: Grandes de lo Macabro, de Joan Boix y VVAA

Grandes de los Macabro es la prueba física de que el buen Terror sí que vende en nuestro país. Si se quiere, con una buena presentación, portada, y por supuesto, un gran dibujante y guionista detrás:

EL TERROR VENDE

Grandes de los Macabro es el botón que muestra que un titulo así se agota y rápido. Y se agota en ciertos eventos tal como declaraba el editor de Aleta Ediciones hace un tiempo en redes sociales, porque es obvio. Aunque muchos no lo quieran reconocer, el Terror es el género fantástico más atractivo para todo ser racional que tenga un mínimo interés lector e intriga en su vida. Y no os digo nada para un espectador audiovisual. A poco que salga un buen título, el Terror siempre vuelve a ponerse de moda. Y eso no le pasa a todos los géneros.

Con una nueva portada realizada para esta segunda edición, regresa al candelero el maestro Joan Boix, el cual me alegra ver que de algún modo sigue activo. Todo para una edición definitiva en el que ilustró a los grandes maestros del género llevados al cómic. Grandes de lo Macabro es una oda al género. Una de esas antologías comiqueras donde disfrutar de lo mejor de lo mejor y con un contenido visual como poco enmarcable. Sí, enmarcable. Porque nunca me cansaré de decir que casi el cien por cien de las ilustraciones de autores patrios como Joan Boix, autores que tocaron el cielo en mis amados años 80, son lienzos totalmente dignos de ser enmarcados y disfrutados cual salón que se precie. Es así. Además de estar hablando de un compendio de relatos que abarcan historias de los grandes maestros del horror, también se incluyen guiones del propio Joan Boix, trabajos como el El Solterón, La Boda Monique Evan o El Mal, que son narraciones y reflexiones sobre situaciones, personas o seres en sí mismos que evocan el Terror de alguna forma. Todo en formato cómic. Y un artículo sobre el autor por parte de Antoni Arigita. La indispensabilidad de tener este tomo para un verdadero amante del Terror, se basa en algo muy sencillo. Diría que es querer tener lo mejor de lo mejor de este autor publicado en una bendita época de publicaciones comiqueras en nuestro país. También una forma de conseguir grandes historias que vieron la luz hace casi cincuenta años en revistas míticas como Dossier Negro, para mí junto a Creepy, la mejor revista del género publicada por estos lares.

Son veinte historias, muchas de ellas basadas en grandes relatos de maestros consagrados como H.P. Lovecraft, Edgar Allan Poe, Gustavo Adolfo Bécquer o Arthur Conan Doyle por nombrar solo algunos. Joan Boix publicó su primera historieta en 1962 en una de las publicaciones de editorial Bruguera. Dada su alta calidad gráfica entró directamente en Toray para dar más fuerza aún a la maravillosa Hazañas Bélicas. Aunque también trabajó para las revistas románticas del momento, no mucho después sus trabajos fueron reconocidos fuera de nuestro país y produjo innumerables publicaciones para el mercado exterior. Por aquí lo tuvimos en Zona 84, Comix Internacional, Totem..., muchas de las revistas que mi padre y mi tío escondían para que un inquieto como yo, no tuviera acceso. Aunque sabiendo de mi amor por el Terror sí que me toleraban casi a regañadientes las de Dossier Negro. Ahí fue donde me enamoré del trabajo Joan Boix.

Un ilustrador que dibuja como pocos mansiones decrepitas, a priori, encantadas. Un autor que ilustra rostros llenos de misterio y pavor de manera maravillosa. Un creador de entornos lúgubres que gozan de ese preciado don de inspirar a otros en su escritura, en su imaginación, infundir sugerencias intrigantes al lector con unos/muchos trazos (bastantes) y detallados en negro sobre blanco. Un autor que hizo algo muy grande con The Phantom y El Capitán Trueno, por cierto. Por lo que decidme ahora si es normal o no que este tipo de volúmenes se agote. Así que ¡Corred insensatos! Porque esto que os enseño es una maravilla de publicación.

Reseña: Ciudades e Infraestructuras, de Shintaro Kago

Ciudades e infraestructuras es una antología del siempre diferente Shintaro Kago. Un mangaka cada vez más conocido en toda Europa, sobre todo, después de su participación en la revista Vice y sus exposiciones de lienzos en Países Bajos. Y es que Shintaro Kago ha sido considerado durante mucho tiempo uno de los principales impulsores del género ero-guro, a menudo presentado como el padre del estilo “paranoia a la moda”. Un estilo reconocible entre miles de seguidores que juega con un rasgo compulsivo y se centra, a través de una narración que no rehuye ningún tema (escatología, bondage, snuff) para explorar a menudo con humor las obsesiones de sus personajes. Ciudades e infraestructuras es una nueva colección de cuentos que publica Ponent mon en nuestro país. Se podría decir que forma parte del mismo tríptico en el que también se incluye Cuerpo Extraños (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10661) y Une collision accidentelle sur le chemin de l’école peut-elle donner lieu à un baiser? (obra que ando loco por leer).

En esta antología contamos con nada más y nada menos que treinta y cinco historias cortas. Relatos que fueron publicados originalmente en la revista AX Magazine. Cantidad de tramas en las que Shintaro Kago brilla una vez más con su variación única de lo absurdo y lo grotesco y al servicio, su humor poco convencional. Pero ese que me encanta y que se desliza entre el humor negro y el irónico. De ahí que vaya a por todo lo que publica. En Ciudades e infraestructuras, una vez más, se nota que el autor disfruta de nuestras carcajadas o de nuestros ataques de disgusto, porque lo da todo. No deja de señalar los defectos de nuestros modus-vivendi, sin apartarse jamás de su espíritu burlón. Ofrece una mirada a las rarezas de la vida cotidiana y une lo absurdo y lo grotesco para señalar con humor negro la falla de los sistemas creados por el ser humano.

Me dijo una amiga no hace mucho, mientras hablábamos de mangas de terror por la red: “Villes et infrastructure ha sido mi primera incursión con Shintaro Kago y estoy impresionada. Pero algunas historias me han dejado mal cuerpo. Este tío aborda bastante el pensamiento lateral y juega con situaciones cotidianas para crear parábolas críticas. Terror grotesco que no deja indiferente en absoluto”. Y yo no lo podría definir mejor. Así que el que decida ponerse, disfrutará o no, pero indiferente no deja. Os lo aseguro.

Reseña: Nochebuena en un barco embrujado y otros relatos espectrales navideños, de VVAA

Siempre son buenas noticias que se publiquen en español obras de terror que jamás pensaste que llegarías a tener entre tus manos. Sobre todo, si son cuentos, novelas o grandes recopilaciones que vieron la luz en el mundo anglosajón, a lo que hay que sumar, como en este caso, que viene de la mano de un gran antologista y escritor como es Ramsey Campbell. Y suma bastante más que os hablo de una antología traducida a nuestro idioma en la genial colección de cuentos de fantasmas de Diábolo Ediciones, una edición que en los mercadillos de segunda mano anglos se paga a precio de oro; sobre todo, una edición que existe con grabados en tela negra, ediciones de poco más de doscientos ejemplares en todo el mundo firmadas por Campbell y el artista Ladislav Hanka… Todo esto suma sí o sí. Y permitidme decir que por esta vez, incluso queda más chulo el titulo en el idioma de Cervantes que en el de Shakespeare. Que raras veces pasa. Y aunque pueda parecer un poco tarde para esta reseña, porque la época ideal para su lectura acaba de pasar, puedo decir que he disfrutado en tiempo y forma de Nochebuena en un barco embrujado y otros relatos espectrales navideños, el décimo volumen de esta indispensable colección de relatos de terror que se está marcando Diábolo Ediciones. Que apoyada por grandes profesionales como Alberto Ávila Salazar y Fernando López Guisado aportan para la ocasión Introducción y reflexión bastante interesante sobre lo que para él representa las ghost stories. El cuento “principal” de esta antología habla de David, un niño que intenta superar las tensiones familiares durante una visita a sus abuelos durante las vacaciones de Navidad. La madre de David ha sido abandonada recientemente por su marido, y la abuela de David, que lucha contra la demencia, está obsesionada con un adorno de plástico de Papá Noel que se desprende del techo de su casa. La narración avanza lentamente hasta un clímax aterrador y ambiguo, de las tramas que te llevan a amar el cuento de terror en todas sus formas. De hecho, este relato (Los adornos), que cierra la antología y da nombre al volumen en inglés, fue seleccionado como la historia principal por el editor Stephen Jones para la genial The Mammoth Book of Best New Horror, de 2006.

Solo comentaré algunos relatos para no destripar (spoilear) demasiado pero ya os digo que no hubo ningún relato de esta antología que no disfrutara, cada uno con sus características. La sombra, de la siempre genial Edith Nesbitt, es, sin duda, un relato que impacta; una historia de fantasmas contada en un estilo inusual, una historia de fantasmas que en realidad no trata en absoluto de mitologías sobrenaturales, vistas espeluznantes o atmósfera gótica, sino más bien una historia profundamente preocupada por la condición humana. Una tinta líquida negra se hunde en las sombras y perturba a los propietarios de una propiedad. Relato lleno de una atmósfera oscura e invernal, disfruté mucho de este cuento que lleva a la época victoriana como pocos. La señorita Eastwich, el ama de llaves, contándole a «sus niñas» una historia de fantasmas mientras les ofrece un chocolate junto al fuego…

Me sorprendió encontrar a J.M. Barrie (Peter Pan), aportando un cuento de fantasmas, un relato muy sugerente y nada infantil. “Se dice que cada Nochebuena se repite la escena silenciosa y la tradición declara que ninguna persona vive tranquila mientras el espectro apunte con el dedo”. Un relato muy breve que da escalofríos y que deja con ganas de más.

Nuestra compatriota Emilia Pardo Bazán tiene su hueco en esta antología. Y no me extraña. Porque siempre fue una autora poderosa en creación de ambientes o historias costumbristas, y a donde lleva eso si no es la principal festividad cristiana. El ciego, es uno de sus cuentos más cortos e importantes donde se aprecia de lo que esta precursora autora de nuestro país fue capaz.

El último cuento que comentaré, pese a que la antología cuenta con veinticinco relatos más unos apéndices contenedores de artículos sobre las fiestas navideñas de grandes autores como Ambrose Bierce o el aristócrata George W. Erskine Russell, es la joyita del científico y novelista Charles Grant Blairfindie Allen (1848-1899) conocido como Grant Allen. Muy pulp es Mi nochevieja entre las momias. Y es que en la víspera de Año Nuevo, la noche antes de que el grupo de Eliot realizara una visita guiada y escalara la pirámide aún sellada, él se dispuso a caminar solo alrededor de la pirámide para aliviar su aburrimiento. Entonces, encuentra una entrada secreta… Lo que experimenta en lo profundo de la pirámide es algo que casi no se puede describir… Brillante, las sensaciones que aporta este relato.

Aunque se vendió en nuestro país como ¡El mejor libro para leer en fiestas navideñas!, pienso que es una antología que por extensión y poderoso ambiente creador se puede disfrutar en cualquier momento del año. Cualquier momento en que quieras leer terror del bueno. Pero que duda cabe que el aislamiento lector, el entorno rural, el frío y la búsqueda del calor en las fiestas de fin de año, suma bastante a la lectura de este volumen que no es otra cosa que una celebración para los amantes del terror. Pocos regalos para Navidad hay más perfectos. Y es que mientras retiraba con mi familia los adornos navideños en casa, no podía sacarme de la cabeza la visión interior del desenlace del relato de Campbell; espeluznante, con imágenes de antaño simplemente sugeridas, nunca demasiado obvias. Casi subliminal. Estremecimiento. Nunca volveré a mirar las luces navideñas de la misma forma.

Un ritmo cardíaco elevado seguido de un rápido subidón de endorfinas causado por la adrenalina es justo lo que nos calienta en una fría noche de invierno. Y correr. Hacer deporte siempre es bueno.

Reseña: Impact, de William M. Gaines, Bernard Krigstein, Jack Davis y VVAA

Aunque Diábolo Ediciones lo esté haciendo maravillosamente bien con la traída a la actualidad de los Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567), Weird Science (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7190), Shock SuspenStories (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14857) o la genial colección Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14455), creo que ninguno de los que andamos por aquí esperábamos ver por estos lares el anual de Impact que se marcó el gran editor William M. Gaines, La famosa revista que duró un suspiro en USA y que ahora por primera vez en español, nos brindan una edición en tapa dura a la altura de los míticos cómics de la EC, la editorial norteamericana que no solo marcó una época, sino que supuso un antes y un después en el discurrir del noveno arte. Sí, con cantidad de gente en contra pero triplicando adeptos y fans en todo el mundo.

¿Por qué un suspiro? Impact fue una serie de cómics de corta duración publicada por EC Comics en 1955 como el primer título de su línea New Direction. Tan sólo cinco números vieron la luz. Bueno para su fama, malo para el aficionado que se quedó con ganas de más. El cómic bimensual, publicado por Bill Gaines y editado por Al Feldstein, comenzó con una portada con fecha de marzo-abril de 1955 y finalizó con su quinto número, el ejemplar de noviembre-diciembre de 1955. Con toda la intención y spoiler (que se diría hoy en día), llevaba el subtítulo del cómic era Tales designed to carry an… Impact (Cuentos diseñados para llevarse un gran… Impacto). No sé si en el corazón del lector, pero me da que iban por ahí los tiros. Esa era su premisa principal.

Relatos dedicados a tramas con finales impactantes que aunque se quisieron presentar como una versión atenuada por el tema de los Comics Code, no sé yo que deciros… Si lo pilláis, vais a ver de todo aquí. Y no eran historias precisamente que promovieran el género de Terror. De ahí su mérito. Con portadas del maestro Jack Davis (que he decidido incluir en la reseña), las historias fueron ilustradas por Davis, George Evans, Jack Kamen, Graham Ingels, Joe Orlando, Reed Crandall y Bernard Krigstein; grandes maestros del momento.

Y ya desde el primer número nos encontramos el tesoro, puro mithril de este volumen. El cuento Master Race, una de las mejores y más conocidas historietas del noveno arte, una de las más analizadas del medio, una de las primeras historias de cómics sobre el Holocausto que ha sido descrita como el Ciudadano Kane de los cómics.

Impact se reimprimió como parte de la Biblioteca EC completa del editor Russ Cochran en 1988. Entre abril y agosto de 1999, Cochran (en asociación con Gemstone Publishing) reimprimió los cinco números individuales. Esta tirada completa se reeditó posteriormente, con las portadas incluidas, en un único EC Annual de tapa blanda que Dark Horse reimprimió como parte de la serie EC Archives en 2020. Gracias a los cielos, cada poco ha estado disponible al otro lado del charco. Diábolo Ediciones la pone en tierras hispánicas para el disfrute lector, haciéndonos felices a muchos de nosotros.

Perdérsela no es una opción.

Reseña: Solsticio Siniestro. Cuentos para las Noches más Largas, de VVAA

Lo ha vuelto a hacer. Impedimenta ha vuelto a traer una antología joyita, gótica, de terror o suspense pero lo más importante: una antología. Un plato bien decorado que tiene todos los grandes ingredientes para saciar a cantidad de seguidores y que otras editoriales no se atreven a publicar. Viva el cuento corto y bien escrito. Joyitas y caramelos por las que empezaron grandes autores, pastelitos muy degustables que han hecho muy bien en la literatura de antaño y que nunca entenderé como por estos lares no se les brinda tanta devoción como, por ejemplo, en los países anglosajones o mi querida USA. Donde un escritor (supuestamente) puede vivir de escribir relatos cortos y se les apoya en eso con dinero, no solo por su amor al arte. Si yo te brindo un servicio, tú compensas mi trabajo. ¿No es eso apoyar a un artista que te está aportando diversión? En fin…

Solsticio Siniestro es una antología de relatos que cuenta con grandes nombres de la literatura, pero rescata también a maestros del género menos reconocidos. Y es en estos temas donde estas colecciones suelen brillar. Porque no todo el mundo escribió miles de relatos buenos siempre. Lo que suele ocurrir es que un autor escribió un relato apoteósico una vez y alcanzó sus más altas cotas literarias. Y quizás nunca más volvió a tocar el cielo. Pero lo bueno para nosotros, lo bueno para los que solo se dedican a leer, es que si accedes a ellos, solo tendrás caviar para degustar. Lo mejor de lo mejor. Por eso Solsticio Siniestro: Cuentos para las noches más largas es plato de alta gama. Una oda a lo escalofriante y a lo extraño como bien dice Editorial Impedimenta que este mes ha colocado este tesoro en librerías. Una antología de historias de terror con el invierno/navidad como tema común. Sonaba interesante cuando la conocí por primera vez, sonará bien ahora para algunos de vosotros y ya os adelanto que el porcentaje de recomendabilidad es muy alto. ¿Lo más importante? Que sumará muy mucho el leerlo en esta época en la que nos encontramos.

El volumen ya empieza con uno de los relatos más potentes del libro. El manzano, de la gran Daphne Du Maurier (autora de maravillas como Rebeca o Los Pájaros, que Hitchcock llevó al cine). Presenta una historia excelente que aunque no da miedo sí que deja una inquietud extraña. Recomendable leer en exteriores. La habitación azul, de Lettice Galbraith, es una trama que empieza muy bien pero que tiene un giro final un poco raruno. Una de las pocas historias extrañas que trae la antología. En los hielos boreales, de Elia Wilkinson Peattie, es MI TIPO de historia de fantasmas. Pero nunca pensé que encontraría “dulce” una ghost story… jaja. El gato negro, de W J Wintle, es sencillamente un relato tierno, bonito, no lo que esperaba. La mujer de Ganthony, de E. Temple Thurston, cuenta algo muy típico pero cuya esencia de lo que se cuenta puede cambiar la vida de alguno de ustedes. Ojo cuidado. El hombre que volvió, de Margery Lawrence, es de esas geniales historias cuyo título ya es un spoiler. Tiene una tensión atmosférica de alto nivel, en la misma línea de la maravillosa La pata de mono, de Jacobs. Y ya está. ¿Qué? Que sí, que ya está. Pero no porque no haya más sino porque no desvelaré más. Son doce relatos en los que perderse y descubrir algo nuevo ya que muchos de ellos juraría que no se pueden conseguir a día de hoy en nuestro idioma.

En el lado positivo, las historias no son contemporáneas. Todas se publicaron entre 1893 y 1974 y se presentan en un volumen de tapa dura muy cuidado que es bonito de lejos. Y me da que tiene una muy reciente traducción. Los autores son una mezcla de lo popular y lo desconocido, obviamente, para el que está puesto en literatura de terror o de género fantástico clásico. Obtenemos en Solsticio Siniestro una amplia gama de cuentos espeluznantes. Me encantó cómo cada historia comenzaba con una breve introducción sobre el autor y la historia. Esto me maravilla en las antologías. Y otra cosa que me flipa son las antologías donde los autores explican como se les ocurrió la idea. Pero esto pocos autores lo hacen y en este caso sería algo imposible de conseguir.

¿El lado negativo? La mayoría de las historias no dan miedo-miedo del que este que os escribe disfruta como mono con cacahuetes. Son terror insinuado (que para cierta gente es terror puro, sobre todo, cuando están a solas), las tramas son más del estilo atmosférico: te meto en situación y ahora a ver si pasa algo. o quizás nunca pase nada. Pero el mal rato te lo llevas. Suspense en todas sus facetas con el frío invernal de fondo que pone más. Me encanta cuando los personajes se sientan alrededor de un fuego crepitante y comparten historias que mantienen a los oyentes sentados al borde de sus asientos. No obstante, también os digo que a mí, solo por relato de El manzano, ya me merecía la pena comprar este libro. ¿Quién diría que una historia sobre un árbol pudiera ser tan siniestra?

Y esto no es una inocentada.

Reseña: Shock SuspenStories, de Al Feldstein, Orlando, Davis, Wally Wood y VVAA

Diábolo Ediciones fue consciente en su momento de lo que nos gustaba a los amantes del Terror en todos sus formatos, de lo que muchos estábamos ansiosos por tener en buenas ediciones, y propuso varios «rescates» de las mejores historias recopiladas por Al Feldstein. Ahora, vuelve a la carga y nuevamente nos deleita con un primer volumen de una colección que yo, por lo menos, jamás vi en español… y es que me da que ni existía en nuestro idioma hasta ahora. Shock SuspenStories mola y mola cantidad porque era el título que más variedad contenía dentro de las colecciones de EC Comics. No solo vais a encontrar Terror en estos relatos genialmente ilustrados; la variedad era grande en esta extinta revista pues cada ejemplar contenía cuatro historias: una de crimen, otra de ciencia ficción, terror y «shock» que típicamente era una trama que hacía mención a dilemas sociales y los ponía en la palestra como, por ejemplo, el racismo. Un volumen genial recoloreado según los colores originales de Marie Severin, y con un prologazo del mismísimo Steven Spielberg.

Y ya está en librerías.

Es fácil y a la vez difícil reseñar una colección como ésta. Hay tantas historias interesantes en estas páginas y no tengo el tiempo ni la energía para hacer justicia a cada una. Shock SuspenStories era una revista que incluía historias de diferentes géneros en la misma revista, como os comentaba antes. Por un módico precio tenías un frito variado bastante bueno. Un fenómeno completamente nuevo para EC. Así que limitaré mi reseña a las historias que caminan por el sobresaliente alto donde ya os adelanto que la joyita esta en la bélica Yellow!

Todo eso de un cómic que estaba condenado a una muerte prematura a manos del gobierno USA por el tema que ya sabéis, y que no repetiré aquí. Tenemos tramas irónicas de patriotismo que golpean tan fuerte hoy como seguramente lo harían en los años 50. ¿Quién es ese comunista sin el pin de solapa con la bandera? Vamos a darle una paliza, ¿no? Tenemos una historia sobre el racismo en los pueblos pequeños en una especie de cómic abreviado de Matar a un ruiseñor. Tenemos corrupción policial y la brutalidad, la tortura y la fuerza mostrada para agilizar una Confesión. Tenemos actividades antisemitas, que si alguna vez sucedieron de este modo… pufff.

En ¡Un trabajo limpio!, tenemos a Eleanor Berdeen temiendo la idea de convertirse en una mujer que la sociedad considere demasiado mayor para casarse. Y se casa con un hombre que no ama, lo que la lleva a la desesperación… En ¡Halloween!, la señora Ann Dennis encuentra un trabajo cuidando a los niños del Briarwood Orphan Asylum, dirigido por Eban Critchit. El estado decrépito del edificio y su mínimo mobiliario reflejan la condición de los niños que se encuentran en la institución. Durante la primera noche, Ann sigue el sonido del llanto hasta la puerta de un dormitorio que esconde una visión repugnante y desgarradora: treinta y cuatro camas apiñadas dentro de una habitación con una pequeña multitud de niños rodeados de una niña que llora…

La profundidad de los personajes que vamos a encontrar en estas historias pese a su breve descripción, aporta bastante a las historias. Aunque las EC: Shock SuspenStories estaban dirigidas a un público más maduro, los lectores más jóvenes tuvieron la oportunidad de discutir temas que no estaban permitido hablarlos en compañía hacia la mitad del siglo XX. Y es que no puedo expresar lo mucho que disfruté este volumen, a pesar de ser una mezcla de historias que incluye una enorme variedad de temas, escenarios y personajes. Es una ventana al pasado que permite a los lectores ver la sociedad tal como era, tal como son hoy porque muchos de estos casos se están repitiendo y los podemos ver hoy en día en las noticias… Los peligros que habitan en ella, y en este mundo que se supone nuestro. Además, el horror presentado en el volumen está ejecutado con habilidad y desde diferentes puntos de vista. El ser humano es el problema. Siempre lo es.

El arte de Jack Kamen, Joe Orlando, Jack Davis, Wally Wood y Graham Ingels…, crearon algunas de las imágenes más evocadoras de todos los tiempos en este cómic. Por otro lado, me alegra saber que la Tales From the Crypt, de HBO, hizo un guion adaptado de esta maravillosa colección. Perdérsela no es una opción.

Reseña: Noches de Zipango, de Hideshi Hino

Hideshi Hino es un mangaka especializado en historias de Terror. Otro de los recomendables a leer para el amante del género junto al gran Junji Ito. Se puede decir que ambos son los máximos exponentes en nuestro país, sobre todo, porque son los únicos cuyas obras se están publicando con regularidad. Ediciones La Cúpula es la culpable de que podamos hacernos con estos magníficos relatos de horror cortitos y en tomitos llevaderos y disfrutables. Tienen en catálogo los volúmenes de El niño gusano, La serpiente roja, Historias de la máscara, El hombre cadáver, Panorama infernal, Interzona, La enfermedad de Zoroku, Criatura maldita, Onimbo, El hijo del diablo, Galería de horrores, Circo de monstruos, El hombre cadáver, La isla de las pesadillas… y ahora Noches de Zipango. Un nuevo volumen donde “disfrutar” de una niña que pasa sus días observando a los ratones, de una historia de niños desaparecidos que todo el mundo los relaciona con una bruja, de una mujer que cuentan que se te aparece con la cabeza vuelta hacia atrás… Toda una serie de historias macabras de personas que ya no están entre nosotros, que vivieron y murieron en la era Heisei, a finales del macabro siglo XX. Horror de un tiempo de la que ya queda poca gente que lo recuerde.

Hideshi Hino nació en China, hijo de trabajadores inmigrantes japoneses en Manchuria justo cuando Japón se rindió al final de la Segunda Guerra chino-japonesa y el vengativo movimiento antijaponés estaba teniendo lugar en el país comunista por excelencia. Su familia no tuvo más remedio que escapar a Japón antes de ser linchada por civiles chinos. Hino ha afirmado que los pocos amigos que tuvo, casi lo matan en el camino a Japón y eso lo perturbó mucho. Sus mangas, obviamente, se han basado en el horror que vivió y las leyendas que le contaron. Por ejemplo, su abuelo fue un yakuza real y su padre era criador de cerdos y tenía un tatuaje de araña en la espalda. Hino los ha representado en su manga muchas veces (como en Panorama infernal). En Noches de Zipango, Hino vuelve a traernos sus espantos, los mismos que tenemos los que estamos enganchados a sus mangas. El horror que anida en el alma humana. Tenemos aquí uno de los grandes autores a seguir. De los que aporta con sus historias algo diferente y no solo por ser un artista oriental que ya normalmente piensan diferente a nosotros, sus temores van por otros senderos. Por eso el terror japonés normalmente descuadra tanto nuestra estabilidad. Pero también dentro del género de horror, Hino es diferente. Su horror es macabro y los finales de sus cuentos no dan lugar a la esperanza… Pero ni a la más mínima esperanza. Y eso puede ser lo que más miedo da. La realidad. O que se vuelva real una leyenda que te han contado.

Noches de Zipango es uno de los títulos que más os recomiendo para este Halloween que tenemos tan cerca. Un nuevo título que va directo al lugar donde ubico las mejores historias de Terror.

Reseña: Go West Young Man, de Tiburce Oger y VVAA

Para hacer un descansito de tanto Terror en estos días de mal tiempo y grandes lecturas haloweeneras, nos hemos metido en vena por aquí un poquito-mucho de western- Y del bueno. Una selección de historias, un buen tomo del tramas del Oeste, un buen bourbon de unos catorce años donde se repasa la conquista del Oeste americano mediante catorce historias interconectadas. Donde se demuestra que Tiburce Oger es un maestro del género western, y como buen líder de la manada, escribe el guion de cada una de las pequeñas historias que componen Go West Young Man, siendo el interés principal de la historia recorrer la conquista del Oeste americano, como os decía. Una lectura que nos ha resultado bastante agradable. Cuanto menos, cada una de las historias, entretrenida. Historias no muy extensas donde saltamos de una época a otra con nuevos personajes cada vez, siendo el único nexo común un reloj de bolsillo que pasa de un dueño a otro como un MacGuffin maldito. Desde las guerras coloniales a la intervención estadounidense en la revolución mexicana, los destinos se cruzan y las generaciones se suceden. Pioneros, indígenas, forajidos y prostitutas lucharán por sobrevivir a espacios inmensos y guerras interminables. Go West Young Man es un sueño hecho realidad para grandes amantes del género western. El sueño de un fanático del cómic y del Lejano Oeste que imaginó una vez ver reunidas a los más grandes artistas del cómic europeo en un mismo álbum.

Tiburce Oger ha conseguido reunir aquí a, nada más y nada menos, que dieciséis artistas en un tomo de más de cien páginas que recorre la leyenda del Oeste americano desde el siglo XVIII hasta principios del XX. La gran mayoría de esos diseñadores ya han trabajado en el género pero en palabras del guionista: es como si John Wayne, Clint Eastwood, Gary Cooper y otros se reunieran en una misma película.

A través de estos relatos de dos a nueve páginas, seguiremos el viaje de un reloj de bolsillo de oro desde la época de las guerras anglo-indias de los Grandes Lagos a mediados del siglo XVIII hasta la Gran Depresión de los años 30. Seremos transportados a los cuatro rincones del Oeste Americano, desde la frontera canadiense hasta México, desde Pensilvania hasta California. Y en cada lugar, en cada época, descubriremos un contexto diferente, que nos permitirá sentir la evolución del mundo americano a lo largo de estos años, cruzarnos cerca o lejos con lugares, entidades y personajes ilustres, con la voluntad siempre de mostrar una auténtica trama típica de estas épocas.

Me encantó esta idea de unir a grandes ilustradores del cómic europeo, en especial, que aceptaran colaborar en una obra única. Aprecio aún más que no se trate de una colección clásica de cuentos independientes con sus pros y sus contras, sino más bien una saga iniciada, ciertamente compuesta de episodios, cada uno con un principio y un final, pero verdaderamente unidos entre sí por la misma «línea de vida» que sigue al reloj. Me encantó ver esos talentos gráficos reunidos, insisto. Cada autor aporta su propio universo visual, recordando inmediatamente las obras con las que se hizo famoso y al mismo tiempo encajando muy bien en este conjunto armonioso. El guionista también optó por adaptar cada historia al diseñador que se encargaría de ella para acercarse lo más posible a sus respectivas preferencias y estados de ánimo. Y cada una de estas historias son como mínimo agradables. La ambientación conseguida en cada una de ellas es maravillosa.

Si tuviera que hacer una critica, sería el realismo pesimista, incluso lúgubre, de muchas de estas historias, porque la muerte casi siempre está presente y la tragedia tiene a veces lados desesperados. Esto se explica por el hecho de que cada historia es un paso del testigo del reloj a un nuevo propietario. Por eso tampoco me desagradó tanto el tema. Tiene su lógica. Pero resumiendo, estamos ante unos de los tomos joyita, publicado en nuestro idioma, por supuesto, por la siempre interesante Norma Editorial.

Reseña: Voodoo (1953), de Craig Yoe, Robert Farrell y Mike Howlett

¿Por qué recomendar tantos libros y cómics de Terror? Tres sencillas razones: estamos en el mes ideal (Halloween en apenas dos semanas), cada mes llegan más y más títulos (las editoriales parecen haberse puesto las pilas) y, por supuesto, es el mejor género de todos (disculpad, por ser tan cansino). Pero el Terror es el único género que, bien hecho, te mantiene en tensión, activa tu adrenalina, y si consigues disfrutarlo, lo disfrutas demasiado. Es droga. Y aunque decía que “algunas editoriales parecen haber puesto las pilas”, una que hace tiempo que se las puso y que las debió pillar alcalinas, es Diábolo Ediciones. Lleva ya un tiempo trayéndonos joyitas de Terror en formato cómic, en especial, la colección Biblioteca de Cómics de Terror de los años 50, que ya va por su undécimo volumen. Pero no importa. Aunque sería lo ideal y un sueño para muchos/as, no hay porque tenerlos todos. Por ejemplo, este volumen que os reseño hoy, solo se complementa con el publicado en mayo del año pasado por estos lares y que contenía todo lo publicado en la revista famosa y extinta, Voodoo, entre 1952 y 1953 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9578). Llega ahora el segundo volumen recopilatorio de la mítica -y bizarra- revista, como se la ha denominado, publicada originalmente por Robert Farrell y que comprende todo lo publicada en el esplendoroso año del siglo pasado como fue 1953.

Una revista que nada tenía que envidiarle a los cómics de terror de la EC. Una recopilación de historietas de terror pulp, algunas con un tono muy naíf, y en ocasiones con una narrativa que odias que no se llegue a profundizar más en el tema. Pero donde se ven muchas de las ideas y estética que influiría posteriormente a una generación de directores de cine de terror (George A. Romero o John Carpenter, por ejemplo) o escritores (Stephen King y otros muchos) que consumieron estos cómics de niños y despuntaron con sus obras posteriormente dándoles un pasito más y consiguiendo un enorme éxito en sus carreras.

Encontré que este volumen es ligeramente mejor que la mayoría de los otros de la Biblioteca de Cómics de Terror de los años 50. No es que los demás fueran malos. Por supuesto, que no. Solo tenéis que leer las reseñas; cada uno tiene su tema, su intringulis y, sobre todo, los “monográficos” como Haunted Horror (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11540), Haunted Love (https://www.diaboloediciones.com/haunted-love-biblioteca-de-comics-de-terror-de-los-anos-50/) o El extraño mundo de tus sueños (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5127) son un nivel superior a indispensables… Si existe eso. A lo que iba es, que las historias contenidas en este tomo gozan de un terror actual, y lo que es mejor aún, muchas de ellas son bastante divertidas. Es una lástima que no se conozcan más artistas específicos, ya que los créditos son casi todos de «The Iger Shop», que era un equipo de artistas y supongo que se ha perdido con el tiempo el saber cuantos y quienes fueron realmente. Me hubiera gustado saber más de ellos.

Así que dad un paso adelante, friends, y metámonos en miedos de todo tipo. El día es propicio. Plantas devoradoras de hombres, langostas que invocan demonios de Marte, alfombras poseídas y hombres cambiando de cerebro… El concepto de vudú sentí que se aceleraba, sobre todo, en los últimos números del primer volumen, pero este continúa en ese punto. El juguete de Satanás, La guillotina espectral, El terror llega a la habitación 1313, Los cráneos de la muerte, Horriblemente bella, Sangre y huesos viejos, El cuaderno de viaje de las torturas…son algunos de los títulos de las historietas que te harán estremecer de terror en este undécimo volumen indispensable.

Sangre y huesos viejos puede ser una de las historias que más me han inspirado para escribir en mucho tiempo. Extrema y gótica. Y Los cadáveres evanescentes es otra que tal anda. Pero también tenemos algunas con giros de tuerca sorprendentes (del estilo Tales from the Crypt) como ¡Ohhhh, hermano!, esencialmente una reinterpretación de la muerte de los hermanos Collyer, famosos por dar nombre a un “síndrome” (no muy lejos del de Diógenes), además de tener un parque dedicado en la mismísima Nueva York.

En el primer volumen teníamos más horror exótico: aventuras en la jungla, templos sagrados, ídolos malditos, zombis, etc. Aquí es terror más cercano, urbanita, pueblerino, costumbrista, como queráis llamarlo. Creo que vendrá un tercer volumen en el futuro que cerrará todo el contenido de la extinta revista Voodoo. Que levante la mano quien se lo va a perder…

Ah no, que no hay nadie.

Este material, nunca ha tenido mejor aspecto.