Reseña: Golden West, de Christian Rossi
Pesé a todo el western que llevo leído ya con «mi vuelta” a este género, no me considero ningún experto en el Lejano Oeste. Pero que duda cabe que eso no fue ningún gran impedimento para disfrutar este Golden West, de Christian Rossi, la historia de un apache atípico y a menudo solitario que Rossi opta por seguir la historia de las acciones de resistencia de Gerónimo a través del viaje de Woan, un joven apache excluido de su clan por haber perturbado la armonía natural que rige la vida de su tribu. El hilo conductor del viaje de Woan sirve a Christian Rossi para explorar el modo de vida apache en relación con elementos naturales e históricos. Por lo tanto, la historia se divide acertadamente entre la etnología y la historia.
Tenemos una serie de tres álbumes recopilada ahora en nuestro país por Norma Editorial en un magnífico tomo donde la investigación y las referencias del autor, y el aspecto ficticio encaja en el marco histórico con gran credibilidad. Porque este es un western realmente hermoso en todos los sentidos, de hecho, empezando por sus dibujos y sus diseño de viñetas donde el color en cada una de ellas tiene mucho que decir. Es francamente bueno, tanto para los personajes como para los escenarios, y este formato enorme es un auténtico disfrute para los ojos. Donde, insisto, aprecié mucho el colorido, que es muy brillante y captura a la perfección la omnipresencia del sol en las regiones áridas donde se desarrolla esta historia.
Expulsado de su pueblo para evitar una maldición, el joven apache Woan debe aprender a sobrevivir. Tras enfrentarse solo, en la frontera noroeste de México, a las pruebas de los elementos naturales y las pasiones humanas, Woan se cruza en el camino de un guerrero cuyos hechos de armas y espiritualidad han dejado huella en la historia de los Estados Unidos y en la leyenda dorada del Oeste. Un ser llamado ¡Gerónimo!
Y es que Rossi realmente se toma el tiempo para ambientar la obra (personajes y fondo), con una obra única tan imponente como un tríptico. Pasajes contemplativos se alternan con otros más dinámicos, donde la acción y las aventuras se suceden en una historia que gira en torno al famoso Gerónimo, pero no se centra en él. Es tanto una declaración de amor de Rossi a los nativos americanos como el canto del cisne de los apaches que conocemos. Un personaje ficticio, Woan, sirve de hilo conductor y, en general, Rossi se ha tomado el tiempo de pintar hermosos retratos de varios personajes secundarios.
Un western muy recomendable y una lectura que atrapa y que disfrutarán muy mucho los amantes del western. Y, por supuesto, ideal para los que disfruten de todas-todas con el genial cómic europeo que nos está llegando de este género eterno que siempre tiene algo que gusta.