Reseña: La Isla del Dr. Moreau, de Ted Adams, Gabriel Rodríguez y VVAA

La Isla del Dr. Moreau es una miniserie de dos cómics que salió en USA hace ahora justamente un año. Leí por primera vez la historia de H. G. Wells, La Isla del Dr. Moreau, estando en el instituto, que como he contado muchas veces es, cuando más libros de Ciencia Ficción y Terror pude leer. Una media de dos o tres a la semana. Lo cierto es, que en aquellos años el concepto de La Isla del Dr. Moreau me resultó bastante original e incluso me asustó tanto que tuve pesadillas durante días sobre personas mitad cerdo o mitad pantera que venían a buscarme para “enseñarme” la isla. No hace falta decir que lo clasifiqué como uno de mis favoritos por que hicieron mella en mí. Incluso a esa edad, sabía que si una historia me afectaba tanto es que era un tanto especial. La originalidad es lo que siempre busqué por encima de todo.

Poco después de aquello, vio la luz el film La Isla del Dr. Moreau protagonizado por Marlon Brando y Val Kilmer en 1996. Increíblemente ansiado por verla (en principio, una súper producción con actores de renombre basada en uno de mis historias favoritas), di de bruces contra un muro. Una película llena de clichés, de enormes libertades de trama y sin sustancia. Aunque con algunos efectos de maquillaje geniales, eso sí. Pero la película me pareció tan realmente mala que me hizo amar más aún y poner en preferencia la fuente de todo. Los libros, o mejor dicho, el guión original de cualquier obra que se precie. Pero ahora, con los años, uno no pierde la esperanza de volver a tener aquellas sensaciones chulas de juventud o de primera visitación a una gran historia y cuando vi que Panini Cómics traía a nuestro país este titulazo adaptado al cómic por Ted Adams y siempre maravilloso Gabriel Rodríguez… Pues eso, que uno lo vuelve a intentar.

Y esta vez, por una cosa o por otra, me ha encantado. Con una nueva protagonista, he encontrado una nueva luz en esta trama de naufragios, almas perdidas, doctores locos y creaciones enloquecedoras. A través de la obra de arte de nuestro compatriota Gabriel Rodríguez, de quien muchos conoceréis su genial dibujo en el Locke & Key, de Joe Hill; nos llevan directamente a la visión de este sugerente titulo originalmente publicado en la editorial norteamericana IDW, que cada vez publica cosas más chulas.

La historia comienza con la breve comprensión de que Ellie Prendick acaba de escapar de la muerte en un duro naufragio donde su barco se ha quemado y ha tenido que buscar un lugar seguro en un bote salvavidas. Viéndose de buenas primeras en la costa de una isla, con la ayuda del Dr. Montgomery quien la ayuda y cuida hasta que recupera un poco la salud… Sin embargo, lo hace con una apariencia no tan encantadora, espeluznante, en resumidas cuentas, en fin, que hace un mal trabajo tranquilizándola cuando despierta. A través de un par de giros, Ellie se encuentra cara a cara con los habitantes de la isla: personas que han sido operadas por el Dr. Moreau que ahora son híbridos entre humanos y animales, y en uno de esos encuentros se ve inmersa en un importante enclave donde esos seres le cuentan «sus propias leyes» y le hablan del Dr. Moreau. A partir de entonces, tras los ojos de Ellen Prendick visualizaremos un nuevo mundo lleno de horrendos eventos, lo que casi se puede ver cada día en esa isla maldita. La quizás visión única de alguien que desea un nuevo mundo.

El fundador de IDW, guionista/co-creador de Diablo House, Ted Adams, se une al ilutsrador Gabriel Rodríguez, para poner de nuevo en la palestra esta adaptación de una de las grandes historias clásicas de H. G. Wells. Tan relevante hoy en día como cuando Wells la escribió en 1896, aborda la pregunta que todos los científicos deberían hacerse:

Sólo porque podemos hacer algo, ¿significa que debemos hacerlo?

Si bien esta historia se clasificó originalmente como Ciencia Ficción debido a la gran cantidad de trabajo de ciencia loca que contiene, en mi opinión, es puro Terror. ¿Qué pasa? Lo de siempre: el mal que siempre persigue a la mejor género literario, por mucho que no quieran aceptarlo. ¿Qué el Terror asusta? Ah amigo, ¿te imaginas que no lo hiciera? Pero no solo asusta al que lo lee y lo disfruta, también a la hora de vender. En la estantería muchos pasan por delante del género de Terror y se dicen: Uuuh, atractiva historia pero para pasarlo mal siempre hay tiempo…

Friends, friends, friends, buscad historias que os increpen, que os activen los sentidos, que os hagan “sentir” que estáis leyendo. Que tengan la fuerza para haceros ver que sois protagonistas o co-protagonistas en una trama de aventuras y sufrís tanto o más que el protagonista. Historias diferentes como La Isla del Dr. Moreau.

Espero que puedan confirmarlo.